de Inuyasha - Sentimientos del corazón (sesshomaru/kagome)

El amor es un sentimiento maravillo, que embriaga nuestro corazón y lo llena de esperanza y felicidad, pero ¿sucede en todos los casos?...Al parecer no.

La observas a lo lejos y sientes como todo en tu interior se rompe, verla llorar desconsoladamente te parece un escena hermosa pero te rompe el alma, porque la amas, si, la amas con fervor… incluso, en cada lucha que tenias con los suyos la protegías inconscientemente, nadie lo notaba, ni siquiera tu o ella, simplemente sucedía, y ahora con verla llorar de esa manera no sabes que hacer, porque siempre has sido frio y distante pero al verla en esa situación lo único que deseas es abrazarla y llorar con ella hasta que su tristeza cese, pero tristemente hay algo con lo que tu nunca podrás luchar… tu orgullo, si aquella oscura ave que vuela en tu interior y se niega a ceder ante tus intentos de humanidad, porque sabes que ir y consolarla es caer con una raza que es totalmente inferior a ti, porque sabes que aunque la amas no puedes ir y hacerla sentir mejor ya que esto esta en contra de tus ideales, porque con solo mirarla sabes que puedes llegar a caer mas bajo que los animales mas rastreros.

Tu única salvación es dar vuelta y regresar con los tuyos, porque sabes que los problemas de ella no son los tuyos, porque aunque la amas, te amas mas a ti mismo como para ir con ella, pero principalmente, porque sabes que el causante de su sufrimiento es tu propio hermano, porque sabes que el es el verdadero dueño de su corazón, el que hace que llore todas las noches al irse con la otra sacerdotisa, el que recibe toda su atención y la ignora como si fuera cualquier escoria, el que esta destinado a estar con ella pero sigue enfrascándose en el pasado, jaaa, piensas que es un estúpido por no aprovechar el gran amor que una hermosa mujer le profesa, ya que si tu estuvieras en su lugar, ya habrías huido con aquella mujer y estarías lejos formando un gran hogar, pero las cosas, no son tas sencillas, sino mírate, estas destrozado y por lo que ves, ella también… pero hay algo que podrías hacer para arreglarlo ¿cierto?. sonríes de medio lado y te acercas lenta y sigilosamente a ella, notas como ella siente tu presencia y levanta la mirada, para encontrarse con unos hermosos ojos ámbar que la miran arrogantemente, casi conociendo todo lo que sucede en la vida, no puede evitar mostrar una pequeña, casi imperceptible sonrisa que no te pasa desapercibida, la miras expectante esperando cual seria su siguiente movimiento, sonríes interiormente cuando ella se limpia las lagrimas y se levanta del suelo, muestras una gran mueca y sacas a relucir tus largas garras, ella simplemente amplía su sonrisa y derrama una silenciosa lagrima susurrándote un suave ¨gracias¨, mientras que tu ya le estabas atravesando el corazón.

Miras la majestuosa luna y muestras una mueca de disgusto, porque sabes que aunque ya has terminado con la causa de tu sufrimiento esa cicatriz quedara grabada en tu corazón, así es, en aquel lugar que creías inexistente en tu cuerpo… en tu corazón.