Sentimientos… (SasuSaku, NaruHina, NejiTen, GaaMatsu, ShikaTema, SaiIno)

Aquí les dejo la continuación, jeje esta un poco cortita pero espero y sea de su agrado. ^^

Advertencia: Puede que noten algunos cambios en la personalidad de algunos personajes, es necesario para estos capítulos. Después de unos cap. mas regresaran a su antigua personalidad

Capitulo 5: ¡¡Cabañas compartidas!! ¿Ustedes aquí? (parte 1)

–Un placer conocerlos, y gracias por aceptarnos –corearon las seis chicas.

Era obvio que en un colegio compuesto por puros varones, los piropos no faltaran al igual que los chiflidos y las declaraciones instantáneas. El sonrojo de las chicas era casi inevitable después de presentarlas ante toda la escuela como si fueran un espectáculo; el director Minato fue responsable de ese acontecimiento, su escusa fue que si no las presentaba, no sabía de que eran capaces sus alumnos si las veían vagando por ahí. Era indispensable ponerlos sobre aviso, así no dudaría en expulsarlos; si llegaban a tener un problema.

Un breve descanso para toda la escuela después de tanta emoción, solo ocurrió cuando las chicas bajaron del escenario rumbo a la dirección para recibir sus papeles correspondientes de cambio de escuela, al igual que el reglamento escolar para estudiantes especiales como lo eran ellas, todo bien acomodado en un folder color azul celeste con el borde en color verde.

–Bien, dentro de ese folder están sus documentos así que no lo pierdan –comunicaba el cuarto director.

–¿Disculpe director? –pregunto con toda la cordialidad posible, Temari –respecto a las habitaciones, podemos quedarnos todas en una sola ¿Verdad?

–Este…no, no pueden. Se quedaran por parejas en habitaciones separadas –contestó el rubio tras el escritorio –además de que no estarán como en su antigua escuela. Dentro del folder dice que habitación les corresponde, las que tengan el mismo nombre serán compañeras.

Las chicas estaban de acuerdo con su política para dividirlas, no les causaba ningún problema cambiar de compañera durante un tiempo. Al fin y al cabo en cuanto sus padres se enteraran se armaría un gran espectáculo para sacarlas de la institución lo mas pronto posible.

–Otra cosa que debo mencionarles es que las habitaciones en las que se hospedaran serán mixtas.

–¡Mixtas! –gritaron al unísono al oír semejante respuesta.

–Si, no creyeron que las dejaría en un edifico entero lleno de hombres. ¿O si? –arqueo una ceja y continuo –solo tendrán que lidiar con una pareja por cabaña.

Las señoritas solo asintieron con la cabeza y salieron de la dirección, cada una abrió su respectivo folder y busco algún papelito con el nombre de la “cabaña” que les tocaba.

–Yo estaré en la cabaña del este –dijo en voz alta la oji-chocolate.

–¡Igual que yo! –contesto de inmediato Matsuri.

–A mi me toco la del norte –hablaba en voz baja la Hyûga.

–¡Estaremos juntas Hinata! –respondía la pelisrosa mientras abrazaba a su amiga.

–Entonces nosotras estaremos en la cabaña que queda ¿Nos es así , Ino? –preguntó Temari.

–Si, así parece.

Ya con sus respectivas parejas, caminaron con rumbos distintos para encaminarse a sus nuevas habitaciones.

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–¡Hey Shikamaru! ¿Para que nos citaste aquí? –preguntaba inquieto Naruto.

–Tengo un aviso… que problemático… –lo ultimo lo dijo casi en murmullos mientras citaba lo que el director le había dicho –Hoy tendremos a nuestras primeras alumnas femeninas, son seis para ser precisos y estarán acomodadas por parejas al igual que nosotros…

–¿Y eso que tiene que ver con nosotros? –preguntó con indiferencia el Hyûga.

–Que… se quedaran con nosotros.

–¡¡Que!! –exclamaron todos , a excepción del Nara, después de escuchar lo último.

–P-p-pero ¿Por qué? –exigió saber el rubio –¿Por qué con nosotros? ¿Por qué ahora? ¡Noo! –se tiro de rodillas al suelo y empezó a gritar

–No seas melodramático Naruto, yo solo se que ya vienen para acá –al mirar al frente el chico con peinado de piña solo vio una nube de polvo, pero a sus amigos, ni sus huellas –¿Chicos?

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–¡Tenten! ¡No me dejes! –gritaba la oji-negra –¡Tenten!

–¡Pues corre mas rápido! –contestaba con dificultad la ya mencionada – ¡Ya casi llegamos! ¡Ahí esta! –señalaba con su dedo índice la cabaña.

–¡No puedo mas! –gritaba Matsuri mientras bajaba la velocidad.

–¡Imagina que hay una barata de ropa!

Y de un instante a otro, Yoshikawa aumento su velocidad quedando a la par con Tenten.

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–¿Escuchas ese ruido Gaara? –preguntaba el Hyûga mientras arreglaba un poco su cama y los muebles próximos a ella.

–No… –contestó secamente como siempre el pelirrojo.

Los gritos iban en aumento a cada segundo cuando el castaño volvió a preguntar.

–¿Seguro que no lo escuchas?

–Se oye como de afuera –ambos chicos llamados por el sonido del griterío, abrieron la puerta y fue aún mas intenso el ruido.

–¡Ayuda! –gritaron ambas castañas mientras saltaban hacia el interior de la cabaña muy al estilo barrida de beisbolista.

Gaara y Neji solo se hicieron a un lado para dejarlas pasar, cuando vieron el porque corrían de ese modo. Una ola de estudiantes venían dispuestos con sus cámaras fotográficas, álbumes, cartas de amor y versos infinitos para estas dos chicas a lo cual respondieron de inmediato cerrando la puerta y recargándose en ella para que no la derribaran.

–¡Te dije que no tomáramos ese atajo, Matsuri! –regañaba la oji-chocolate aún tirada en el piso.

–¡Quien iba a saber que nos iban a perseguir de esa manera, Tenten! –se defendía la oji-negra.

–Tu eres Tente… Amma.

–Si, soy yo.¡Que! ¿quieres un autógrafo? –se ponía de pie mientras se sacudía la ropa cuando alzo la mirada y vaya sorpresa la que se llevo –hay maldición pero si eres ¡tu!

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–¿Segura que es aquí Sakura? –preguntaba la Hyûga.

Ambas chicas habían llegado sin ningún contratiempo, no se habían desviado del camino y nadie las había visto. Sakura asintió con la cabezo y se dispuso a tocarla.

Se escucharon un par de pasos y luego el rechinido de la manija abriéndose, para después dejar de ver una gran hilera de dientes perfectamente blancos.

–¡Hola soy Uzumaki Naruto! –saludo lo mas fuerte que pudo el rubio.

–¡Na-na-Naruto-kun! –tartamudeo la oji-perla al verlo nuevamente.

–¿Eh? Pero si eres la chica de Ichiraku…–afirmo el oji-azul acercándose peligrosamente a la cara de Hinata.

–Esta muy cerca –pensó la Hyûga para después desmayarse y caer de espaldas.

–¡Espera! ¡Cuidado! ¡Otra vez no! –argumentaba en voz alta el rubio, mientras veía como la chica frente a el caía al suelo.

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Por otro lado de la escuela se encontraban dos rubias algo distraídas por tanta naturaleza a su alrededor. De verdad que esa escuela era grande, mas bien parecía un inmenso bosque en vez de una escuela común y corriente de los alrededores. En fin ambas chicas llegaron a la entrada de su nuevo hogar; quedaron estupefactas al ver tantas flores ordenadas en hileras frente al pórtico, un olor a césped recién cortado y muchos árboles con distintas formas y tamaños. Subieron los escalones para llegar al portón de esa gran cabaña cuando un olor capto su atención, este salía de la chimenea, parecía que estaban guisando algo verdaderamente delicioso. Decididas, tocaron la puerta que se abrió en poco menos de cinco segundos.

–¡Vago! –hablo en voz alta la pelimostaza una vez que vio a la persona que abrió la puerta, más aún fue su sorpresa cuando vio el atuendo que lucia el pelinegro –Eso te queda muy bien… –continuo una vez más calmada refiriéndose al delantal de chef color blanco llevaba amarrado en la cintura.

–Tsk…así que ustedes serán las nuevas compañeras –contestó desviando el tema con un poco de sonrojo en sus mejillas, poco notorio para todos pues ninguna se dio cuenta –problemática… –murmuro.

–No pareces muy sorprendido –concluyó la rubia de ojos verdes.

–Tenía que estar preparado para lo peor y creo que esto… no puede ser peor –respondió con tono de sarcasmo el oji-negro, rascándose la cabeza con una de sus manos.

–Esperen un momento, ¿ustedes ya se conocían? –preguntó una tercera voz femenina, induciéndose en la con versación. Ino, no tenía ni la mas remota idea de lo que estaba pasando en ese momento ¿Vago? ¿Que significado tenia eso?

–¿No nos vas a invitar a pasar… va-go? – pregunto nuevamente la Sabaku No.

El joven frente a ellas puso cara de resignación y abrió un poco más la puerta haciéndose a un lado para poder dejarlas entrar; las chicas dudaron pero no tenían otra opción. Sus padres regresarían dentro de seis meses así que por ese tiempo lo tendrían que soportar, pero… aún así era difícil volverse a acostumbrar a una nueva escuela; con nuevos alumnos, profesores, clases, compañeros de cuarto y un sn fin de cosas nuevas por hacer. Lo único bueno en ese asunto era el de que no tendrían que portar el uniforme, la escuela tenía mas libertades, lo que la hacia divertida.

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–¡Tu! –gritaba a mas no poder el Hyûga, señalando a la chica frente a el –La tal “Taji”

–Etto… Tenten-chan ¿Lo conoces? –preguntó con cierto temor la ojinegra -que yacía aún en el suelo- Matsuri daba casi por hecho que si se conocían pero aún así volvió a hacer la misma pregunta –Tenten ¿Lo conoces?

Amma por su lado, sabía muy bien que no podía ganar una combate cuerpo a cuerpo contra un Hyûga y menos verbal porque ella decía las cosas como eran pero el le daba en los puntos mas vulnerables como en su ultimo encuentro cuando le dijo “Débil”. Para Tenten esa palabra era una gran deshonra después de haber ganado el combate femenil mas grande de todo Japón y aun así osaban llamarla débil. Entonces se le ocurrió un ingenioso plan, con el cual podía acabar con la hipocresía del tal Neji Hyûga y alejarlo por completo de ella.

–No, no tengo idea de quien es el –contestó la castaña al cabo de unos minutos.

–Pero… te sorprendiste mucho al verlo –respondía con ironía su amiga.

–Es solo que lo confundí con otra persona, es todo – Tenten actuaba indiferente al conocer o no conocer a su ahora compañero de cabaña –Déjame te ayudo Matsuri.

La pelimarrón se dio vuelta hasta darle la espalda a el oji-perla para poder ayudar a su amiga, la sujeto de uno de los brazos y dio un tirón para ponerla de pie.

Por otro lado Neji estaba que ni el sol le calentaba por tanta indiferencia que había mostrado la joven que ahora le daba la espalda. Era ya insoportable contener tanta rabia, tomo su posición de ataque y se lanzo en contra de la oji-chocolate. Tenten sintió el peligro que se le avecinaba, dándose vuelta de inmediato dejando a Matsuri detrás de ella; la palma del Hyûga estaba casi en el pecho de Tenten.

–No lo podré esquivar y menos con Matsuri –pensaba la Amma cerrando sus ojos, esperando el impacto.

Pero el choque nunca ocurrió, al abrir sus ojos noto que las palmas del castaño estaban a centímetros pero inmóviles por otro par de manos.

–¡Neji! ¿Qué crees que estas haciendo? –interrogaba con dificultad el pelirrojo –Y ustedes no se queden ahí paradas ¡Quítense!

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–Naruto, ¿Por qué tanto escándalo? –argumentaba un pelinegro quien acababa de salir de bañar; cuando vio a cierta peli-rosa de rodillas junto al cuerpo de su amiga –¿Sakura…? ¿No?
Al escuchar su nombre, por reacción se giro para responder al llamado y valla sorpresa la que se llevo al ver a un chico con el pecho descubierto y bien formado, unos pantalones de mezclilla ajustados, sin zapatos o calcetines y con una toalla blanca con la que se estaba secando el cabello.

–Tu eres el que –pero los nervios la invadieron cuando el Uchiha se puso a su altura para ver a la afectada que yacía en el piso.

–¿Qué le hiciste dobe? –preguntaba un tanto sarcástico el chico.

–¡Que no me digas dobe, teme! –reclamo el rubio con su puño en alto
.
–Hmp… será mejor que la llevemos dentro de la cabaña.

Ambos chicos la sujetaron –uno de cada brazo –llevándola en el interior de la casa, la recostaron sobre el sofá cuidando que no se pegara mientras que la oji-jade solo se limitaba a observar. Nadie tenia nada que decir y eso era desesperante, el silencio que abrumaba la sala/comedor era insoportable después de un rato hasta que una voz femenina rompió ese silencio.

–Este… te llamas Naruto ¿No es así? –reconfirmo la pelisrosa.

–Si, así es Sakura-chan –respondió muy emotivo el oji-azul.

–Y… ¿Tu eres? –cuestiono Sakura al pelinegro frente a ella el cual no le tomo mucha importancia, solo contestó por cortesía y nada mas.

–Uchiha Sasuke –ni una sola palabra mas -además de su nombre- salió de su boca.

Al cabo de otro silencio sepulcral la Hyûga fue abriendo sus ojos aperlados, se irguió hasta quedar sentada y miro a su alrededor. Nada fuera de lo normal solo ¡El hecho de que el Uzumaki estaba a su lado muy cerca de ella!

–¿Hinata, ya te encuentras mejor? –preguntaba Sakura que también se encontraba a lado suyo –¿Hinata? Estas roja…

El Uzumaki no se apartaba de su lado, estaba realmente preocupado pues dos veces había provocado la misma reacción en esa chica. Sasuke por su lado no dejaba de ver la escenita con una media sonrisa en su rostro que nadie noto o al menos eso creyó.

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–Shikamaru…¿Son ellas? –preguntaba una voz masculina desde la cocina.

–Si, son ellas Sai –contestaba pelinegro mientras cerraba la puertas.

–¿Sai? Ese nombre se parece al de… –pensaba para sus adentros la Yamanaka.

Todas sus dudas se aclararon al momento de que el ya mencionado Sai, salio de la cocina con una gran sonrisa dibujada en su rostro y un delantal blanco de cocinero al igual que su compañero. Al mirarse, ambos se quedaron impactados por verse nuevamente.

–Ino-san…no esperaba que tu fueras una de las chicas del colegio Fukitawa –relataba sorprendido el oji-negro de piel pálida –creo que podré terminar tu cuadro después de todo.

–Sai-kun –alcanzó a articular su nombre pues aún no se le quitaba la impresión que tenía al verlo ahí de pies enfrente de ella ¿No era una ilusión? De verdad era esa persona la que le había dicho “preciosa”. El tan solo recordarlo hacia que su corazón latiera como el aleteo de un colibrí.

–Ino, estas toda roja –afirmaba Temari mientras le hacia un poco de burla –¿Tienes fiebre?

–Bueno pues el “por que” estamos vestidos así es por que a Sai se le ocurrió preparar la comida para ustedes lo cual fue muy… problemático –resoplaba el Nara –así que por lo menos digan “gracias”.

–Gracias Sai –respondía la rubia de cuatro coletas con tono de picardía.

–¿Y yo que? –reclamaba nuestro vago favorito –problemática…

–Vago, tu fuiste el que dijo que fui idea de Sai así que Gracias Sai –respondió la oji-verde remarcando el “Gracias Sai” una vez más.

–Jaja que lista –murmuraba con recelo Shikamaru.

Las chicas entraron en el comedor, con solo dar unos cuantos pasos. Y si tan solo el aroma te hacia volar, ahora viendo esa presentable mesa, con velas, copas con jugo de uva dentro, servilletas de tela acomodadas dentro de unos anillos de cristal.

Era como si fuera la mesa de una fiesta de bodas, todo tan elegante y deslumbrante, los platos acomodados y decorados con una diversidad de ensaladas y los muchachos con las sillas abiertas para que se sentaran sus invitadas.
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¿Como será la reacción de Gaara al ver a Matsuri?
Dicen que del odio al amor solo hay un paso ¿Será el caso de Neji con Tenten?
¿Parte favorita?
¿Shikamaru cocinando? O.O

 

Creo que esta vez no me tarde tanto y espero les guste, la verdad a mi me encanto jeje
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Capitulo 5: ¡¡Cabañas compartidas!! ¿Ustedes aquí? (Ultima parte)


–Ahora que te veo mejor… tu eres… –trato de deducir en voz alta la oji-negra al ver a ara más de cerca; mientras lo analizaba de pies a cabeza –veamos ¿Donde te he visto?

–¿Es que acaso no lo recuerda? No ha pasado ni tres días desde que la vi –interrogaba en su mente el chico de ojos aguamarina. Las personas no eran tan tontas como para olvidar las cosas tan rápido, ¿o si?

Matsuri por su lado seguía caminando de un lado a otro pensando ¿En donde?, ¿en donde? lo había visto, tal vez ¿En alguna tienda de ropa? o ¿En alguna revista?
Recordaba ese cabello rojizo y ese delineado de ojos, jamás los podría olvidar pues los suyos estuvieron bastante cerca; entonces un flash de recuerdos cruzo por su mente; viéndose a ella parada de puntitas, acercándose al rostro de Gaara dándole un dulce beso en la mejilla como forma de agradecimiento.

–¡Oh! Ya lo recuerdo, tu eres el chico al que bese –dedujo con una sonrisa.

–¡Be! –repitió Tenten al lado de su compañera.

–¡So! –completo el Hyûga, y así formar una palabra que sorprendió a todos los presentes.

Tanto Neji como Tenten se percataron de su palabra completada el uno por el otro, se miraron entre si, luego de cruzar las miradas se giraron bruscamente al lado opuesto uno del otro.

–¡C-como se le ocurre decir eso enfrente de todos! –un sonrojo en sus mejillas apareció, era la primera vez que alguien lo hacia ponerse tan rojo como su cabello. Matsuri se percato de ese nerviosismo marcado en sus mejillas y solo le sonrío –N-no tengo idea de que me estas hablando –terminó su frase ya con la compostura de chico frío como el hielo presente.

–¿Eh? Pero… estoy segura de que eres tu, yo te bese aquí –señaló una de sus mejillas con la punta de sus dedos.

En cambio Sabaku No, contradecía todos y cada uno de los argumentos provenientes de la castaña. Era obvio que estaba mintiendo para salvar su imagen de “cubito de hielo” pero entre mas negaba, mas paciencia perdía Matsuri a tal punto de que no pudo mas y estallaron sus nervios.
–¡Mira ya basta! –la sonrisa tierna se esfumo – no me vas a ver la cara de tonta por más que lo niegues, ¡yo te recuerdo muy bien!

–Si me recordaras “tan bien” lo hubieras recordado de inmediato, estas mintiendo.

–¡Y ahora me dices mentirosa, esto es el colmo!

La multitud fuera de la cabaña estaba dispuesta a tirar la puerta si no recibían un saludo de las chicas estaba tan estruendosa con sus gritos de ¿Quieres ser mi novia?, ¿Tenten me das tu autógrafo? Y estupidez y media que decían; la nota mala es que no sabían de los terremotos que pasaban dentro.

–¡¡Queremos ver a las chicas!! ¡¡Queremos ver a las chicas!! –gritaban en coro fuera de la cabaña.
Gaara no soporto más los gritos de afuera y las de adentro menos, se aparto de la vista de todos y fue hasta la puerta, la abrió y les anuncio a todos.

–¡¡Ya cállense!! ¡¡Más les vale que se valla o me van a conocer!!

–Lo sentimos mucho… discúlpenos –repitieron todos los presentes en coro al irse con la cabeza mirando el suelo y la cola entre las patas.

El pelirrojo regreso a su lugar de origen frente a la castaña y empezaron a discutir otra vez. La discusión iba para largo, Neji nunca había visto el verdadero carácter de su compañero y mucho menos peleándose con una chica. Gaara era un estudiante de pocas palabras, serio en sus estudios y sobre todo silenciosos, lo que esta vez no paso; los grito, insultos, reclamos, acusaciones se escuchaban hasta China.

Tenten estaba igual de sorprendida por la actitud tan feroz que podía tener Matsuri si la provocaban, ya la había visto correr a la par de ella pero ¿Pelearse? Ni en sus mas remotos sueños, a sección de cuando hay una barata de ropa pero no por algún motivo que valiera la pena. Matsuri era del tipo de personas codiciosas en los asuntos mas convenientes para ella –su caso, la ropa –por lo general sería una persona dulce, agradable, con pocos temas de conversación pero con un gran corazón.


–¡Es suficiente!, ¿Dónde dormiremos? –exigió la fémina.

–Subiendo, en el primer cuarto de la izquierda ¡Lejos de nosotros! –respondió el pelirrojo.

–¡Bien, mucho mejor. No aguantaría estar un minuto más cerca de ti!

–¡Opino lo mismo!

–¡Bien!

–¡Bien!

–¡Bien! –concluyó y llamo a su amiga –¡Tenten!

–¡Si! –respondió la ya nombrada como si un sargento la hubiese llamado.

Y así dieron por terminada su “pequeña discusión” o bienvenida, las chicas subieron con mochila al hombro mientras en la planta baja trataban de relajarse un par de jóvenes -agotados por tanto griterío- en el sofá.

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–Esto esta delicioso, ¿no crees Tema-chan? –preguntaba mientras saboreaba un bocado de ensalada.

–Parece que el vago sabe cocinar

Shikamaru se atiborro de jugo al escuchar la contestación, hay que agradecer que no lo escupió.

–Y bien… ¿Quieren que les mostremos el colegio? –ofreció amablemente Sai.

–¿Qué dices Temari, vamos?

–Yo ya lo conozco, por mi puedes irte. Yo tomare una ducha y descansare un poco, aún me duelen las quemaduras.

–¿Qué no es la primera vez que vienes? Problemática…

–Creí que lo sabias todo, vago… –rió entre dientes –uno de mis hermanos estudia aquí y pues me mostró la escuela un día que vine a dejarlo.

–Y… tu hermano ¿Se llama?

–Sabía que eras un vago pero no que eras un metiche –volvió a burlarse la rubia de cuatro coletas –su nombre es Gaara.

–Un momento ¿Eres una Sabaku No? –hablo pero esta vez el pálido de Sai.

El interés de Sai deslumbro en sus ojos negros, esto no dejo de ser percibido por cierta oji-azul que aún permanecía callada pues la conversación no prestaba un momento para interferir en ella, además de que no tenia ni la más minima idea de quien era ese tal Gaara. Temari casi no hablaba de sus hermanos, era rara la vez que los mencionaba; como estudiaban en escuelas diferentes, la convivencia familiar no era mucha debido a eso el silencio ante la pregunta de su familia se hacia presente.

–Si, ¿por que tanto el interés?

–Es que un día le pregunté a Gaara que si lo podía pintar, pues su belleza desde mi punto de vista era esplendida pero se negó –relataba el pelinegro con una gran sonrisa.

–Y quien no… –murmuro Temari.

–Perdón, ¿dijiste algo?

–No para nada Sai-kun, continua por favor.

–Pero me dijo que algún día me presentaría a su hermana mayor para que pudiese remarcar su belleza en una pintura y ahora estas aquí –le tomó una de sus manos.

La rubia se quedo estupefacta con tres palabras rebotando en su mente constantemente, Te matare Gaara, pero no perdía su seriedad hasta que ambos pelinegros se levantaron de la mesa recogiendo consigo los platos de la mesa; ambos entraron el la cocina y el reclamo silencioso de una de las rubias quebró el silencio.

–¡Se puede saber que intentas Temari! –murmuraba con voz de reclamo la oji-azul.

–¿De que hablas Ino? –extrañada la rubia contestó.

–No te hagas… Sai-kun –citó la güera –le estas coqueteando a Sai.

–Yo solo conteste sus preguntas, no me digas que estas celosa.

–Y-yo, claro que no. Pero…deja de coquetearle –persistía la Yamanaca.

–Ya te lo dije, no estoy haciendo nada, por dios Ino contrólate –insistió.

La actitud de Ino era cada vez mas insoportable, sus celos ponían el ambiente pesado; era tan notorio que le gustaba Sai pero insistía en que no era así. Temari trataba de reponer su paciencia pero se desgastaba cada vez que Ino abría su boca para insistirle que dejara de coquetearle.

–¿Algún problema? –cuestiono una tercera voz al sentir el ambiente tan poco respirable.

–Nada vago, voy a ducharme –se puso de pie y abandono la mesa –una cosa mas vago… ¿Me prestas una toalla o una bata?

–¿Qué no tienes tus cosas? –la miro con cara de pocos amigos.

–Se perdió toda nuestra ropa en el incendio, y no hemos ido de compras.

–Esta en el closet de mi cuarto –acepto una vez que lo reflexiono un poco – es la de color verde.

–Claro, te la devuelvo al rato –menciono como ultimo antes de subir.

–Problemática… –murmuro.

–¡Te escuche vago! –grito desde el primer piso.

Shikamaru solo dibujo una media sonrisa y paso ambas manos tras su nuca.

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–N-Naruto-kun estas muy cerca puedes moverte –murmuraba entre dientes.

–¿Qué?, ¿dijiste algo Hinata-san?

–N-no nada –presionaba sus manos con fuerza.


A Naruto se le había olvidado que la distancia era muy importante para Hinata pero con forme pasaba el tiempo el espacio era reducido cuando un toc-toc-toc llamo la atención de todos.
–Yo abro –dirigiéndose a la puerta el Uchiha atendió el llamado –¿Si? Diga…

–¿Disculpe esta es la nueva dirección de la señorita Haruno Sakura? –preguntó un hombre de traje.

–Si, aquí vive ¿Por qué? –ahora fue el turno de Sasuke.

–Es por un pedido –respondió aquel hombre mientras veía un par de cosas en un iPhone –¡Bien, ya los pueden ajar! –dijo a través de un wokitoki –necesito una firma de la señorita ¿Se encuentra?

–¡Sakura! Te hablan –llamó el azabache.

La Haruno atendió el llamado, dirigiéndose a la puerta, saludo y sonrío ante el ejecutivo, firmo unos papeles y espero ansiosa en la puerta. Un tracto camión apareció de entre la maleza remolcando dos cajas de metal, se detuvo frente a la cabaña y varios trabajadores de la empresa bajaron de un Jeep que venia detrás.

–¿Qué pasa Sakura?, ¿por qué tanto ruido?

–Nuestro pedido ya llego, Hinata.

–¿De verdad? –entusiasmada la Hyûga corrió al lado de su amiga junto al portón.


–¿Pedido?, ¿de que? –con mirada seria pregunto el oji-negro después de un momento.

–Es nuestra ropa –contesto la pelisrosa –¿No es genial?

–¡Todo eso! –señalo esta vez el rubio.

–Como crees Naruto-kun, también es la de Tenten, Matsuri, Temari e Ino y por supuesto la de nosotras.

–Aún así Hinata-chan ¿No crees que es mucha?

–En absoluto Naruto, nosotras por lo regular comprábamos dos de esas cajas por cabeza. Esta vez nos moderamos y solo fueron dos por todas –comento la Haruno.

–¡¡Que!! –reaccionaron al mismo tiempo los chicos.

–¿Y donde pondrán todo eso? –interrogó el Uchiha.

–Por lo mientras todo lo dejaran aquí adentro, después vendrán nuestras amigas por su parte.

–Oye Sakura espera, no va a caber todo en su cuarto –pensó en voz alta Sasuke.

–Por eso utilizaremos toda la casa –respondió inocentemente la peli-azul.

Fue todo lo que se escucho antes de que el personal de la compañía de ropa empezara a meter estantes y estantes de ropa y accesorios. Bolsas, zapatos y zapatillas, aretes, joyería, sombreros, gorras, chaquetas, chamarras, bufandas, pantalones entubados, pescadores, acampanados, rectos, faldas cortas y largas, blusas, playeras, vestidos, de todo un poco. Ellas no compraron en la tienda, compraron la tienda, ¿y Naruto y Sasuke? Sepultados entre tantas bolsas que envolvían los sacos y suéteres al igual que con las cajas cuadradas de ropa y las circulares de los sombreros
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Espero y les aya gustado y por favor comenten.

¿Gaara y Matsuri discutiendo? O.O
¿El interés de Sai fue normal o hay algo mas?
Temari y su vago ¿Que tipo de relación tendrán?
¿Recataran a Sasuke y Naruto de la avalancha de ropa?
¿Que parte les gusto mas?

Yo las dejo, me despido y el próximo asegura que una pelea se aproxima.
Capitulo 6: ¡¡Esto es la guerra!! ¡Cuidado!

¿Les deje con la intriga?