Sensación de lluvia nocturna

Sensación de lluvia nocturna

Sensación de lluvia nocturna

Camino por la calle que conozco, porque vivo en ella. Con nombre extraño en la esquina y las habituales personas que son mis vecinos, su pavimento color gris con baches hechos por un señor de la casa de la esquina y su típica esposa que no le importa el daño a los demás.

Es de noche y la lluvia florece del cielo al suelo, empapándome hasta los huesos. Yo soy feliz, siempre me ha gustado mojarme en la lluvia, pero los estornudos y el goteo incesante en mi nariz son consecuencias poco agradables. Se ve triste mi cuadra, melancólica, gris; el reflejo de las luces de alumbrado público es dorado y hermoso en el agua que corre por el suelo.

Brilla con resplandor, enigmático, increíble, me atrapa hasta detener mi paso y observar placidamente el agua correr con tantos destellos. En momentos de tanta inspiración me invento un verso para mi amada lluvia nocturna.

“Bajo el manto de la noche,
la melancólica lluvia sigue,
en ello su encanto reside.”

Y con mi pequeña creación en honor a la lluvia, sigo mi camino hasta mi destino más común: la tienda de la colonia. Me han mandado a comprar leche, café y pan dulce para una digna noche de frío, viento y lluvia. Pero otra vez me he olvidado de mi encargo y chapoteo en el agua de la lluvia, hasta que mis pies se enloden y tenga que entrar a la tienda completamente sucia.

Las personas me miran extrañadas, alguien de mi edad disfrutando de la lluvia. Para mi es un don, siendo adolescente y seguir viviendo es algo extraordinario. Si ellos quieren seguir con su rutina, sin disfrutar de los pequeños placeres de la vida; no, es realmente sin vivir; sigan mirándome extrañados bajo su confortable paraguas.

Un extravío más antes de llegar, con las bolsas de mi encargo en mano me quito los zapatos y hundo los pies en el lodo, es una refrescante sensación como si se tratara de un masaje. Delicioso, suave, es el lodo donde me aplasto.

Con aflicción me retiro de ahí, enjuago mis pies con un charco y me voy descalza, de nuevo soy regañada por mi madre que me espera hace horas. Sólo sonrío travieso pero no me arrepiento, nunca puedo despreciar la sensación de una lluvia nocturna.

La próxima vez también pediré ser yo quien vaya a la tienda…

:-:-:
N/dp: espero que les guste ;D dejen comentarios onegai *se pone de rodillas* ok, al menos solo lean (?)