[Segundo juicio] Asesino de Michael Stengel

--¿Puedo tomarlo Evangelin? --dije con voz linda y tierna, ya que no me gustaba pedir cosas pero después de practicar pasos de baile me da un inmenso hambre.

 

—¿Eh? No es mio, yo solo traje...—hice una pausa y tomé el pan para dárselo a Natalie con una sonrisa. —Da igual, todo tuyo.

 

--Gracias --sonreí, me acerqué para tomarlo y me quedé a un lado de Evangelin.

 

Me extrañó que Natalie tan solo tomara el pan con todas las cosas que había para elegir y le tendí un dulce de los que tomé.

—¿Quieres? —le ofrecí con una sonrisa.

 

--¡Claro que sí! digo... sí, gracias --dije emocionada tomando el dulce.--Eres muy amable Evangelin, aunque te acabe de conocer-- dije amablemente.

 

Sonreí ante el entusiasmo de la chica y le di el dulce mientras yo me comía el otro.

—Gracias Natalie tú también eres muy simpática. —le respondí sonriente.

Al fin y al cabo, había gente sociable en esta academia a diferencia de otros.

 

Trajeron mucha comida.
—Evangelin, ¿Me podrías dar algo de lo que trajiste?—Pregunte mirando la comida.

 

Esta vez miré a Daniela y asentí.

—Claro, tengo dulces aquí por si quieres. —le ofrecí a ella igual pasándole unos cuantos.

 

—Muchas gracias—Dije recibiendo los dulces para luego comerlos.

 

—De nada. —sonreí y coloqué en un plato lo que había traído para ponerlo en el suelo y que cualquiera pudiera coger para sentarme en el mismo sitio y poner mis manos en la cara y cerrar los ojos, aburrida.

 

Contenido oculto

Jopé, tenía pensado regresar en una semana más, pero me vencio la tentación y regresé hoy, estúpido y sensual internet .3.
Sigan que se pone bueno xDDDDDDDDDDDD

 

Yo, mientras tanto, comía tranquilamente un muffin de vainilla relleno con dulce de leche.

 

Contenido oculto

Podían empezar desde hace rato xD

—La clase entra en sesión, upupupupu. —Dijo el oso, riendo, mientras leía una revista "semanal" de moda osuna.

 

Contenido oculto

Estabamos esperando a que el elevador nos bajara O.ó

 

De un momento a otro el elevador comenzó a moverse, cerrando la puerta y bajando al fin. Solté un suspiro y me levanté del suelo para estirarme un poco y prepararme junto a los otros para cuando la puerta se abriera. Por fin, tras dos horas y media de espera bajamos a la clase del Juicio. Se pudo ver como Monokuma ya estaba en su "trono", mirando una de sus revistas.

—Bueno, empecemos de una vez. —dije en alto para llamar la atención de los demás cuando la puerta se abrió y empezamos a caminar cada uno en su lugar correspondiente.

 

Ya colocado en mi sitio correspondiente, dije tras aclararme la voz:

—Bueno, supongo que lo primero es lo primero. La víctima era Michael Stengel, uno de nuestros super informáticos. Murió por traumatismo en la cabeza, de uno o varios golpes. No se encontró arma del crimen, pero dado que la herida o contusión de la cabeza era bastante ancha, podemos descartar un martillo o similares. En cualquier caso, pese a que Michael tenía golpes por todo el cuerpo y la puerta fue forzada, no hubo forcejeo ni pelea (o de lo contrario habría destrozos en la habitación y Michael habría sacado su pistola oculta) casi con total seguridad, sino que eso pretendía el asesino que creyésemos. Huellas sanguinolentas en el suelo indican que la habitación fue el lugar Real del crimen, y dada la última pista de Monokuma, una camisa que antes sería Blanca totalmente quemada, y las huellas, que lucen ser de zapatos elegantes, se reduce la lista a dos sospechosos: Yo y el señorito Valenti -—sonreí—. ¿Algo que aňadir u objetar?

Aún tenía que enseñar la prueba que sólo yo poseía, pero pensé que no era aún el momento, primero diría qué decían los demás.

 

Ocupé mi estrado. Había terminado mi muffin y ahora estaba desenvolviendo un tercero, de chocolate y frambuesa esta vez. Ante lo que dijo Crow, intervine:

—Estoy de acuerdo en que nosotros dos somos los únicos sospechosos. Por otro lado, pude ver que la herida en la cabeza de Stengel fue provocada por un objeto muy sólido y de dimensiones más bien reducidas. Imagino que se trata de algo que se puede manipular fácilmente con una sola mano. Si le sumamos el hecho de que dicho objeto presenta anchura, me gustaría que me den respuesta a estas dos preguntas que tengo por hacer:

>>1º: ¿Se sabe cuál pudo haber sido el arma del crimen?

>>2º: En otro orden de cosas, respecto a la segunda pista dada por Monokuma, ese trozo de camisa grisáceo, ¿se pudo saber cómo resultó quemada?

 

Alcé la ceja izquierda.

—Si quieres te respondo pero, ¿tan pronto? Esos son los puntos fuertes, hombre. Dejémoslo para luego, pero si tienes tantas ganas... —dije con ironía.

 

Alcé la ceja derecha.

—Como tú quieras, no pienso rogarte nada —respondí en el mismo tono, y desenvolví el cuarto muffin.

 

—Haces bien. Me gustaría oír tu teoría, señorito Valenti. Al fin y al cabo, estamos debatiendo únicamente los dos sospechosos, esto puede ser interesante para los demás, ¿quién miente y quién dice la verdad? —sonreí