[Segundo juicio] Asesino de Michael Stengel

—Yo de aquí no me muevo —dije secamente—, apuesto a que en cuanto salgamos, aparecerá el oso.

 

Apuesta... carrera.... comida. Con esas tres palabras en mente salí disparado en cuanto Eve abrió la puerta.

—¡El último en llegar se queda con las sobras! —grité, corriendo hacía la cocina.

 

Me levanté sin prisas y salí tras el pelirrojo sin correr hacia la cocina. Si habíamos esperado ya 2 horas no creo que justo ahora aparezca Monokuma.

 

¡Maldición!

—¡Ren, de ningún modo me dejarás atrás! —exclamé, riendo y corriendo a toda velocidad para alcanzarlo. Dejé una ráfaga de viento tras de mí que hizo ondear la cabellera de Evangelin.

 

Me quedé parado frente al elevador como un tonto: La puerta ya se había cerrado y mis dos brazos estaban demasiado ocupados cargando la comida como para pulsar el botón, por lo que tendría que pulsarlo con mi.... em.... retaguardia. Sin embargo, el botón se localizaba en una zona demasiado alta para mis posaderas, así que lo intenté con la espalda.... sin resultado alguno.

Seguro era una escena muy rara para cualquiera que me viera.

 

—Hey, que estoy aquí —dije, y oprimí el botón.

La puerta se abrió.

 

—Gracias —respondí, dando el primer paso para entrar en el elevador.

 

Miré cómo traía cantidades ingentes de comida, ese chico... no sabría decir muy bien si realmente su talento eran las probabilidades o la gula. ¿Se comería todo él solo?

 

Contenido oculto

Changos!!! Me fuí de vacaciones de Semana Santa y donde me quedé no había internet

 

Contenido oculto

xDDDDDDDDD Además ya vencimos a Lugia en el otro Rol xD

 

Enseguida me dirigí al elevador y al abrirse las puertas observé que traían bastante comida.
--Emm.. Hola a todos... supongo que no habrán comido bien --saqué como conclusión de lo evidente.

 

—Tal vez si.... o tal vez no —respondí—. Pero en fin, sientete cómoda, pues eto va para largo.

 

—Bueno, llevar 2 horas aquí encerrados y sin desayunar da hambre. —le respondí a la chica desconocida para mi mientras bebía de mi zumo con la poca paciencia que me quedaba.

 

--Es verdad.. Bueno para los que me conocen o no soy Natalie Lowell y curiosamente nunca me entero de nada por andar de distraída, no tengo ni la mínima idea de que sucedió más que de la muerte de Michael, pero aquí estoy--dije realmente confundida.

 

—Muy sospechoso... ¿Como sabemos que tú no eres la asesina? —le questioné, más por molestar que por otra cosa.

 

--Cierto... se puede sospechar de mí aún cuando estuve en el asesinato reciente--dije de broma.

 

Suspiré llevándome una mano a la cara.

—Cállate anda y deja a la chica tranquila. —le pedí a Ren lanzándole la caja de mi zumo ya vacio al pelo y miré a la última llegada. —Yo soy Evangelin, Natalie, y no te preocupes, con la clase del Juicio te enterarás de todo lo ocurrido.

 

La caja de jugo se quedó atorada en mi pelo, pero no le di importancia, así que en su lugar comencé a comer lo que había traido de la cocina.

—No se puede descartar ninguna posibilidad, ella bien podría ser la asesina. —exclamé, mientras me comía una manzana.

 

--Bueno... --dije con un suspiro.--¿Se comerán aquello?--pregunté señalando un trozo de pan.

 

—Pregúntale a Evangelin, es suyo. —dije, señalando a la pelirroja.