Personas reales Segundas Oportunidades(Vkook)

Tema en 'Otros Fanfiction' iniciado por KuKenCina, 25 Marzo 2016.

  1.  
    KuKenCina

    KuKenCina One Shot´s De Grupos Del Kpop

    Sagitario
    Miembro desde:
    24 Marzo 2016
    Mensajes:
    1
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Segundas Oportunidades(Vkook)
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    3205
    Ciego. No existía una palabra más exacta para describirlo. Jeon Jungkook era el adolescente más ciego del planeta. Él le había mandado miles de indirectas y de ninguna forma se había podido percatar de los sentimientos de su mejor amigo. Esas frías tardes en su casa en las que Taehyung se abrazaba a su cuerpo en busca de calor mientras observaba a Jungkook jugar un videojuego... Esos besos fugaces en la mejilla al despedirse... Los sutiles roces de manos... Las notas con palabras bonitas que le pasaba en medio de la clase y que le sacaba sonrisas tontas en medio de tanto aburrimiento...

    Nunca se había percatado de que eran gestos con un gran significado; normalmente los rechazaba restándole importancia, excusándose con que sólo era su comportamiento habitual, pero ahora que se habían terminado, el tardío peso de la realidad caía sobre sus hombros y su oportunidad se esfumaba junto a esos besos y abrazos que, muy a su pesar, recibía otro chico.

    Lo envidiaba, y apenas podía ocultarlo de esa mirada que tan bien lo conocía. Se preguntaba cuanto tiempo le habría tomado a ese sujeto darse cuenta de que lo quería. ¿Un mes? ¿Una semana? ¿Un día? Jungkook más de lo que debería de haber tardado.

    Cuando vio por primera vez a Taehyung en sus brazos, su pecho se oprimió al sentir angustia y no comprendía qué pasaba. ¿Por qué Taehyung se dejaba abrazar por él de esa manera tan cariñosa? ¿Desde cuando ese sujeto tenía permitido hacer eso? El colmo llegó cuando se besaron de una manera lenta y tortuosa -o eso le parecía a Jungkook -, como si le restregaran en la cara lo idiota que era.

    Podía escuchar perfectamente como su corazón era golpeado a palos, y con ese sonido se dio la vuelta y comenzó a correr por el pasillo, huyendo del chico, de Taehyung y de ese beso. Cuando finalmente se calmó -aunque sólo exteriormente-, se lavó la cara en el baño del instituto para borrar cualquier rastro de lágrimas y decidió hablar con su mejor amigo en la hora del recreo.

    Lo buscó por todo el patio hasta encontrarlo sentado en un banco comiendo tranquilamente un sandwich que trajo de su casa. Taehyung , al ver a Jungkook, una sonrisa iluminó su rostro y el menor sintió un fuerte cosquilleo en su estómago.

    -Hola -le dijo Taehyung, animado. Jungkook le correspondió la sonrisa, sentándose a su lado en silencio.

    -¿Cuándo comenzó? -preguntó Jungkook después de un rato, y Taehyung comprendió al instante a qué se refería.

    -Oficialmente, hace tres días pero puede que desde hace dos semanas ya comenzaran... -respondió, bajando su mirada con una tenue sonrisa-, ¿sabes? Es un buen chico, me gusta mucho. Creo que es la persona ideal para comenzar de nuevo.

    Jungkook sintió esas palabras como si un gran puño le golpeara el estómago. Se formó un silencio entre ambos en el que cada uno pensaba sobre sus cosas. El castaño, distraídamente, agarró la mano de Jungkook para darle calor frontándola entre las suyas.

    -Las tienes muy frías -le dijo tenuemente. El menor tenía sus manos descubiertas, en cambio, las de su amigo estaban enfundadas en unos suaves guantes.

    Jungkook sonrió tiernamente. Ese tipo de gestos eran muy habitual en Taehyung y le hacía ver adorable. Él siempre se preocupada por cada detalle de la vida de Taehyung . Si tenía frío él estaba para arroparlo, si tenía hambre ahí estaba él para compartir su comida, si se sentía mal ahí estaba para ofrecerle un hombro en el que llorar.

    Siempre tan atento..., pensó Jungkook l, con un suspiro en sus labios. Necesitaba devolverle todos esos favores, todos esos abrazos, todos esos besos, todas esas palabras... Lo necesitaba tanto como un niño necesitaba a su madre.

    En ese instante se acercó la persona que le había robado a su preciado Taehyung y comprendió que él ya no podía hacer eso. Esa era la función de su nuevo novio. Corrección, su primer novio.

    -Hola, chiqui -le dijo, con una amplia sonrisa.

    -Hola -Taehyung sonrió de la misma forma, se le veía espléndido.

    Jungkook contempló como el chico le regalaba un tierno beso.

    Cómo me gustaría estar en su lugar...

    Pero ya era demasiado tarde.

    Los días pasaron tortuosos y las noches lentas, sin poder conciliar el sueño recordándose una y otra vez lo idiota que era. Las tardes, las cuales antes eran animadas para Jungkook se volvieron solitarias sin la presencia de Taehyung .

    Estará divirtiéndose con él, pensó, de malhumor, mientras mataba el tiempo viendo telebasura, cambiando a cada minuto el canal, sin prestarle mucha atención. Repasaba mentalmente todos esos momentos con Taehyung que le había pertenecido, y cuando terminaba con la larga lista, la volvía a repetir desde el principio, torturándose. Una lenta y dulce tortura para sus emociones. Jungkook deseaba que estuviera con él ahora mismo, pero no tenía el suficiente valor para llamarlo. Afortunadamente, sin esperarlo, Taehyung apareció en la casa de Jungkook en ese mismo instante.

    El susodicho se sorprendió, se encontraba en pijama y con unas pintas nada favorables para recibirlo, pero eso a Taehyung no le importó. Al mirarle el rostro, el pelinegro vio que tenía la nariz y los ojos rojos, y antes de que pudiese reaccionar, Taehyung se lanzó a sus brazos, sollozando. El menor le hizo pasar, sentándole en el sofá rodeándole con la manta que estaba usando minutos atrás. Jungkook desapareció, y al cabo de unos cinco minutos, llegó de la concina con dos tazas de chocolate instantáneo. Sabía que a Taehyung le encantaba tomar ese dulce líquido caliente, y éste se lo agradeció con una diminuta sonrisa.

    -¿Q-Qué ha pasado? –preguntó Jungkook, con preocupación en su voz.

    -Él... N-Nosotros hemos dis-discutido –respondió entre sollozos-. M-Me dijo que me largara d-de su casa y yo...

    Las lágrimas rodaban por sus mejillas y Jungkook sintió que su pecho se comprimía. Sus manos se cerraron en puños. Ese cabrón había hecho llorar a Taehyung, ¡a su Taehyung! No pensaba permitírselo.

    Las tazas ahora descansaban en la mesa pues terminarlas o no eran lo que menos les importaba. Ambos se estaban abrazando nuevamente, Jungkook acariciaba con delicadeza su pelo, con parsimonia, transmitiéndole que ahí estaba para él. Su amigo lloró, desahogando todas sus penas, contándole el motivo por el cual comenzó la pelea. Después de ese amargo rato, Jungkook intentó animarle, hizo el gilipollas por él y simplemente fue maravilloso cuando escuchó una tímida risa salir de él.

    Le limpió las lágrimas, depositando un delicado beso en su frente y cuando se fue a apartar, Taehyung tiró de la desgastada camisa del pijama, atrayéndole hacia su cuerpo. Pasaron gran parte de la tarde de esa manera, abrazados, y cuando Jungkook pensaba que todo estaba yendo genial, las siguientes palabras de Taehyung lo volvieron a destrozar.

    -Iré a pedirle perdón, no quiero perderlo.

    -Pero tú no tienes la culpa. Es él quién te tiene que pedir perdón, no deberías de arrastrarte tú –dijo Jungkook, al instante. Se sentía como un crío intentando que cumpliese su capricho.

    -Lo sé, pero a veces hay que hacer sacrificios por la otra persona –esas palabras golpearon de lleno a Jungkook.

    Después de que su amigo se marchara, dejándole con un gran vacío que nunca antes había experimentado, decidió que si Taehyung le había conseguido olvidar por otro, él también lo haría, pero la sola idea de pasar sin él el resto de días, de no poder disfrutar de su sonrisa y del privilegio de mirarlo, le provocó tal espanto que inmediatamente descartó esa estúpida idea de su cabeza.

    Su último día de clases se la había pasado haciendo prácticamente nada, viendo a Taehyung y a su novio dándose mimos en la hora del recreo y deseando que pasaran de una vez por todas las dichosas horas para marcharse. Cuando volvió a su casa, cansado y feliz por haber terminado el primer trimestre de su curso. Subió a su habitación, tirando su mochila al entrar, para luego lanzarse a la cama. Dejó escapar un suspiro de tranquilidad y cerró sus ojos, dispuesto a echarse una pequeña siesta, pero el sonido del móvil se lo impidió. Sacó el aparato del bolsillo trasero de su pantalón y vio que tenía un mensaje de Taehyung. Su estómago dio un vuelco de felicidad y nerviosismo.

    ¿Quieres salir conmigo esta noche?

    Jungkook sintió que la sangre de su cara le abandonada. ¿Estaba leyendo bien? Sus dedos comenzaron a golpear la pantalla, escribiendo apresurada mente.

    ¿Contigo y con tu novio?

    La respuesta le llegó inmediatamente.

    No, solo conmigo : )

    Oh Dios Mio.

    Oh... está bien. ¿Dónde quieres que nos veamos?

    Se sentía en una especia de nube. ¿Iba a salir con Taehyung ? ¿A solas? ¿Cuándo había sido la última vez? Podría apostar que más de un mes, sin contar la tarde en la que él vino destrozado a su casa.

    En El Parque, antes tengo que hacer una cosa con él, pero igualmente nos vemos allí ^^.

    Jungkook frunció el ceño. Iba a estar antes con él... Bueno, no importa, igualmente no podía desaprovechar esta gran oportunidad de salir con la persona que amaba.

    ¿A las ocho te viene bien? No te quiero apurar.

    Sí, me viene perfecto. Hasta después, Jungkook : ).

    Hasta después, Taehyung^^.

    Cuando se hizo la hora, Jungkook bajó corriendo las escaleras de su edificio con prisas y una felicidad desbordante que se podían notar a más de tres calles. Caminaba rápidamente, no quería retrasarse ni un solo minuto puesto que quería aprovechar el máximo de tiempo a solas con él. Las calles estaban nevadas y hacía un frío que calaba hasta los huesos. Cuando cruzó la calle que llevaba al punto de encuentro, reconoció inmediatamente su silueta, parada al lado de una pared, con la facilidad de alguien que ha estado mirando mucho una fotografía y se la sabe de memoria. Taehyung se encontraba con él, agarrando su mano de una forma juguetona.

    Otra vez sintió la necesidad de estar en el lugar de su novio. Él apretó sus puños. Maldición. Necesitaba a Taehyung de vuelta, a su lado, como antes. Vio cómo se besaban a modo de despedida y se tuvo que resignar a apretar la mandíbula. Se acercó a él cuando el otro chico se marchó, y con una valentía nacida de lo más profundo de su ser, atrajo a Taehyumg a sus brazos. El contrario, completamente sorprendido ante la acción que jamás se habría esperado por parte de Jungkook , se dejó hacer entre los brazos de su amigo, correspondiéndole.

    -Ey -le dijo a modo de saludo, en voz baja.

    -Hola -respondió Jungkook, en el mismo tono, sintiendo que su estómago iba a estallar por las miles de mariposas que vivían ahí dentro.

    Al separarse, la sonrisa que le regaló Taehyung hizo que Jungkook se derritiera ahí mismo y sus mejillas tomaran un ligero color carmesí.

    -¿Quieres ir a la cafetería? -preguntaron al unísono. Abruptamente, estallaron en carcajadas cómplices.

    Ellos siempre iban allí a tomar algo, el día que fuese a la hora que fuese. Era su sitio preferido en todo Corea, y seguramente en toda la Paz de la Tierra. Entraron en el establecimiento y el agradable calor les abrazó para reconfortarles. Se sentaron en una mesa al fondo de la cafetería -que se encontraba casi vacía ya que no mucha gente conocía este lugar-, uno en frente del otro. Taehyung pidió un chocolate caliente y Jungkook un café con leche. Hablaron de meras cosas triviales hasta que trajeron sus pedidos. No fue hasta entonces que comenzaron las bromas y risas infantiles. Jungkook se sentía completo, y sin él saberlo, Taehyung también, mucho más que cuando estaba con su pareja.

    Este último tenía las manos encima de la mesa. Distraídamente jugaba con sus propios dedos. Jungkook, sin poder evitarlo, alargó la suya y agarró la mano de Taehyung tímidamente. El castaño se sorprendió y un inesperado sonrojo apareció en su rostro.

    -J-Jungkook -murmuró, y sus dedos involuntariamente apretaron la mano del contrario. Éste también se sonrojó. No estaba acostumbrado a hacer este tipo de actos y el hacerlos significaba un gran paso.

    Se formó un silencio entre ellos, quienes se dedicaron a terminar el líquido de sus tazas. Jungkook no podía caber en su gozo pues su mejor amigo ni si quiera había apartado la mano ni un centímetro, es más, la apretaba cariñosamente.

    Cuando terminaron, pagaron por sus bebidas y salieron del establecimiento, el frío fue ahora el que les abrazó con sus congelados dedos y Taehyung comenzó a tiritar. Su amigo meneó la cabeza simpática mente.

    -A pesar de tener sangre Estadounidense eres un friolero -comentó divertido-. Anda, ven.
    ********************************************************************************************
    Segundas Oportunidades(Vkook) Parte 2Final
    Este le hizo un ademán con la mano y Taehyung se acercó a él con una sonrisa tímida, para luego ser rodeado por el brazo de Jungkook a la altura de su cintura, tranmitiéndole un poco de su calor corporal. Caminaron ahora sin rumbo, paseando por las calles más vacías que habían, intentando evitar el molesto barullo de gente que se dedicaba a realizar las compras navideñas.

    De repente comenzó a caer copos de nieve y el castaño, mirando hacia el cielo, sonrió feliz.

    -Me encanta cuando nieva -dijo-. Casi nunca he estado en la calle cuando pasa.

    -Pues hoy es tu día de suerte.

    -Ya lo creo -respondió, feliz, pegándose más a Jungkook.

    Este apretó su cadera, las mariposas en su estómago no habían cesado.

    -Taehyung-lo llamó, deteniéndose.

    -¿Sí? -el aludido se giró, con una sonrisa en su rostro. Jungkook amaba esa sonrisa.

    -Lo siento -le dijo.

    -¿Por qué? -Taehyung se acercó a él, confundido.

    -Por... no saberte apreciar, por ser tan ciego y dejarte ir.

    Taehyung sonrió tímidamente con un sonrojo en sus mejillas. Siempre había pensado que el tonto de su mejor amigo nunca se había dado cuenta de lo que sentía.

    -Sé que ahora estás enamorado de él y que es muy tarde para decirte esto, pero lo siento -volvió a disculparse.

    -No te disculpes Babo-murmuró Taehyung-. Además, yo no estoy enamorado de él... solamente me gusta.

    Jungkook lo miró, con las cejas levantadas, Taehyung en ese instante le sujetó de la mano y comenzó a tirar de él. Ahora era Jungkook quien ocupaba el ansiado lugar de su novio y sonrió levemente, contento. Caminaron hasta llegar a la calle que llevaba a la casa de Taehyung.

    -¿Te... quieres ir ya? -le preguntó su amigo. El otro respondió negando con la cabeza.

    -No quiero que te vayas tú.

    Jungkook sintió sus mejillas enrojecer y el suelo bajo sus pies temblar.

    -Po-Podemos ir al parque -murmuró, nervioso.

    -Me parece buena idea.

    Volvieron a caminar en completo silencio, cruzando esa misma calle la cual llevaba al parque que nombraron previamente. En la cabeza de Jungkook se repetían una y otra vez las palabras de Taehyung, haciéndole sentir más nervioso que en la boda de su hija. Al llegar, Taehyung soltó la mano de jungkook y corrió como si fuera un niño pequeño hacia el columpio.

    -¡Papa, papa! -exclamó, poniendo voz infantil-. ¡Quiero montarme en esto, papa! ¿Me Amacas , papa?

    Jungkook estalló en carcajadas, caminando hasta estar detrás de Taehyung.

    -Agárrate fuerte, eh -le dijo, divertido, comenzando a empujarle.

    Taehyung tenía las piernas estiradas como palos, puesto que eran demasiado largas para la altura en la que estaba colocado el columpio; daba grititos de felicidad, con esa voz infantil tan divertida, haciendo que Jungkook se partiera de risa cada vez que le impulsaba.

    -Bueno, ahora me toca a mí -digo Jungkook, parando el columpio para que su amigo se bajara.

    Pasaron una hora así, jugando como críos por todo el parte, riéndose a pleno pulmón y disfrutando de la compañía del otro. Cuando por fin pararon, Jungkook tuvo que secarse las lágrimas que le nublaban la visión. Añoraba reírse de esta forma con Taehyung. El menor le miró, con las mejillas sonrojadas y la ternura característica de alguien enamorado, intentando recuperar su respiración por haber corrido mientras reía como un tonto, y sin poder evitarlo, las palabras brotaron de su boca.

    -Dame otra oportunidad.

    -¿Qué? –Taehyung no sabía de qué hablaba.

    -Dame otra oportunidad -repitió-, para demostrarte que te amo... y que en realidad no soy tan idiota.

    -Jungkook–susurró, abriendo los ojos, sorprendido, nervioso y con miles de emociones más que comenzaban a arremolinarse en su interior.

    -No me importa que estés con él ahora, déjalo y vuelve conmigo, aunque sea él a quien le pertenezca tu corazón. Lo recuperaré y volveremos a cómo estábamos antes, pero esta vez sin mis errores, porque Taehyung, estoy enamorado de ti. Por favor...

    -Jungkook, mi corazón siempre te ha pertenecido a ti... -dijo sonrojado, murmurando que decir eso era demasiado vergonzoso.

    Al pelinegro casi se le cae la mandíbula al suelo. No se lo creía, ¿había escuchado bien? Esas palabras ahora mismo le parecían completamente imposibles.

    -¿L-Lo dices en serio?

    -Por supuesto, idiota, yo nunca he dejado de amarte.

    -P-Pero... ¿y él?

    -Ya te he dicho que él solo me gusta... Simplemente no se puede comparar con lo que siento por ti. Yo... sólo quería olvidarte y empezar de nuevo porque creía que tú nunca te ibas a dar cuenta y que no sentías lo mismo -respondió, acercándose tímidamente a Jungkook.

    -Pero...

    -Déjate de peros, Jungkook, yo siempre te he amado y creo que eso nunca iba a cambiar.

    La mano del menor subió hasta la mejilla del más alto y le acarició con delicadeza. Taehyung cerró sus ojos antes su tacto.

    -Pensaba que te podía olvidar... -repitió-. Pero hoy me has hecho ver que es imposible.

    -¿Me darías una segunda oportunidad? -preguntó mirándolo cariñosamente.

    -Por supuesto -respondió Taehyung, sonriéndole.

    -Te amo, Taehyung..

    Jungkook acortó la distancia que había entre ellos, apoyando su frente en la de la persona a la que le había declarado su amor. Los copos de nieve aún caían sobre ellos, posándose sobre el cabello y sus hombros antes de comenzar a derretirse. Cuando Taehyung cerró sus ojos, no se podía imaginar un lugar mejor para estar.

    -Yo también te amo -susurró, con un nuevo sonrojo

    Jungkook suspiró, haciendo que su aliento chocara con los labios de Taehyung. Lentamente acercó sus torpes labios hacia los del contrario, besándolos con la mayor delicadeza posible. Era la primera vez que los probaba, y ahora podía tener la suerte de decir que eran suaves y fríos. Estos se acomodaban perfectamente a los suyos, los cuales eran más cálidos. Ambos los movían lentamente, disfrutando el uno del otro, sintiéndose en el mismo cielo. Nada se podía comparar a ese pequeño gesto lleno de amor. Se separaron después de unos segundos y Taehyung abrazó a Jungkook por el cuello para no terminar con este bello momento. Apoyó su cabeza en su hombro y el pelinegro le susurró, provocándole escalofríos en todo su cuerpo.

    -Gracias, por una segunda oportunidad -Taehyung sonrió, acariciando su oscuro pelo.

    -Te daría todas las oportunidades del mundo,Jungkook.

    -Gracias –volvió a decir, estrechándolo contra él-. Te prometo que valdrá la pena.

    -Ya ha valido la pena desde el primer segundo.

    Fin.

     
    • Fangirl Fangirl x 1

Comparte esta página

  1. This site uses cookies to help personalise content, tailor your experience and to keep you logged in if you register.
    By continuing to use this site, you are consenting to our use of cookies.
    Descartar aviso