Long-fic de Inuyasha - Seduciéndote para Protegerte [Inu&Kag]

Re: ·Seduciéndote para Protegerte· [Inu&Kag] (Duplicado)

Capitulo 22 “¿Esperanza?”

-¿Acaso su plan es incendiar la casa con nosotros dentro?-dijo Miroku
-No-dijo Ayame negando con la cabeza-Su plan es sacarnos fuera. La puerta al jardín es de vidrio, será fácil romperla
-¿Y para qué nos quiere fuera?-preguntó Kouga
-Porque hay menos cosas con que defendernos. Mi tío tiene una colección de armas en su habitación, le conviene que no tengamos acceso a eso.-dijo Ayame
-¿Cómo puede ser que Naraku sepa esas cosas?-preguntó Kagome sin esperar respuesta
-Porque…es mi primo-dijo Ayame-oh, Kami! Como pude caer en su trampa, era tan obvio! Pero simplemente no pensé que fuera capaz de llegar a tanto…
-Nadie lo pensó. Ahora tenemos que salir de aquí, el fuego esta tomando fuerza-dijo Inuyasha mientras Ayame secaba algunas lágrimas
-Rápido, vamos-dijo Kouga
Miroku tomó a Sango en brazos y todos se apresuraron a salir. Inuyasha y Kouga iban al frente derribando las puertas trabadas en el camino, por suerte eran de madera hueca. Con una silla rompieron la última puerta de vidrio en su camino y salieron al aire libre donde pudieron respirar libres del humo. Vieron como la casa ardía, era enorme pero el fuego pronto terminaría de cubrirla por completo.
-De seguro que mi tío también es cómplice en esto. Lo siento tanto, no quería meterlos en problemas-dijo Ayame bajando la mirada
-¿Dónde está Kagome?-preguntó Inuyasha buscándola con la mirada-Maldición, ¡¿donde está Kagome?!-empezando a perder el control
-Venía detrás de mí mientras salíamos…-dijo Ayame
-¿Creen qué la tenga Naraku?-preguntó Kouga
-Es posible, Naraku debe saber que tiene que hacer las cosas rápido, pronto los vecinos notaran el fuego y llamaran a los bomberos-dijo Miroku
-¡Demonios! ¡Hay que buscarla! ¡Ya!-dijo Inuyasha
-Cálmate! Lo mejor será dividirnos. Si Naraku la tiene no pudo haber ido muy lejos. No creo que estén en la mansión, eso sería suicida. Naraku no arriesgaría su vida. Lo mejor será dividirnos-dijo Kouga
-También tendríamos que ver si podríamos salir de aquí, tal vez algún vecino pueda prestarnos un teléfono y llamar una ambulancia, el estado de Sango es preocupante-dijo Miroku
-No hay forma de salir. Todo el jardín esta rodeado de barrancos, la única forma sería tener acceso al jardín delantero, pero esta la casa de por medio. La puerta principal es imposible de abrir, y el fuego ya debe haber alcanzado el tablero de la alarma, aunque tuviéramos acceso a él debe ser solo cenizas para estos momentos-dijo Ayame
-No nos queda otra que esperar a que llamen pronto a los bomberos. Por lo menos se detuvo el sangrado-dijo Kouga y se acercó a Miroku poniéndole una mano en el hombro-todo estará bien
-Si algo le llega a pasar a Sango, el bebe, o a Kagome jamás me lo perdonaré-dijo Ayame acumulando lágrimas
-Tranquila. Pero por ahora no podemos seguir perdiendo tiempo.-dijo Kouga
-Bien. Yo iré a la derecha, Kouga ve a la izquierda y tú, Miroku, al fondo. El lugar esta lleno de árboles donde esconderse, hay que tener cuidado. Como no hay forma de comunicarnos, si creen haber revisado bien y no han encontrado nada, busquen a los demás-dijo Inuyasha
-Bien-asintieron Kouga y Miroku
-Yo también quiero ayudar!-protestó Ayame
-No, tú quédate cuidando a Sango mejor-dijo Miroku mientras recostaba a su novia en una de las silletas alrededor de la pileta
-Esta bien…-dijo Ayame resignada-Tengan cuidado…
Dirigiéndose una última mirada se separaron en busca de Kagome. Ayame se sintió sola y algo desprotegida, miró la casa arder y el sentimiento de culpa aumentaba. Diciéndose que debía ser valiente se acercó a Sango manteniéndose alerta. Algunas lágrimas se escaparon de sus ojos, que poco a poco se acostumbraban a la oscuridad. Su única fuente de luz era la casa en llamas, las linternas se las habían llevado los chicos. El incesante chispear del fuego le recordaba que todo eso había sido su culpa. Ahora Sango estaba herida, su embarazo estaba en peligro, Kagome había desaparecido y todos corrían el riesgo de ser asesinados. No aguantó más y se largó a llorar gimoteando involuntariamente.
-¿Por qué lloras?-preguntó una voz y sintió que una luz fuerte la cegaba
-¿Qué?-preguntó confundida la pelirroja cubriéndose de la luz
-¿Por qué lloras, Ayame? ¿Y donde están todos?-preguntó de nuevo la voz
-No puede ser…Kagome!-gritó lanzándose a abrazarla y haciéndose que la azabache se dejará caer la linterna-¡Estas bien! ¿Dónde te habías metido?
-Fui a buscar al cobayo de tu tío, no podía dejar que muriera en el incendio-dijo Kagome mostrando al animal parecido a un hámster pero más grande-el pobre estaba muy asustado
-Gracias a Kami que estas bien! Pensamos que te había llevado Naraku y los chicos fueron a buscarte!-explicó Ayame
-¿Y por qué llorabas?-preguntó Kagome
-Porque todo esto es mi culpa…-dijo Ayame
-¿Por qué dices eso?
-Porque Naraku es mi primo. Juro que jamás pensé que fuera una trampa, jamás les habría pedido venir si hubiera sabido, y ahora todo estamos en peligro por mi error-dijo Ayame
-Tranquila, echarnos la culpa solo hará que perdamos el control. Yo aprendí eso de la manera difícil, no hagas lo que Naraku quiere que hagamos. Tenemos que mantenernos unidos hasta encontrar la forma de salir de aquí-dijo Kagome.
-Me temo que no saldrán de aquí nunca-dijo una voz maliciosa detrás de ella y sintió algo filoso en su cuello
-Na…raku-dijo Kagome aterrada y abrazó más fuerte al cobayo
-Si soy yo, pequeña, ahora será mejor que te portes bien o tu delicioso cuello sufrirá varias cortaduras-dijo Naraku
Ayame se quedó estática mirando la escena sin saber que hacer. Lo único que atinó a hacer fue gritar. Gritar tan fuerte como pudo, asustando al pequeño cobayo y haciendo enojar a Naraku
-Maldita zorra...-dijo Naraku pensando en como atacarla
Pero Kagome aprovechó la distracción y armándose de valor golpeó a Naraku en la boca del estómago con el codo logrando escapar. Se alejó de él y se puso en posición de ataque
-Parece que la gatita se esta poniendo arisca…-dijo Naraku
-Suficiente. Puedo soportar que a mi me hagas lo que quieras, pero te metiste con mis amigos y atacaste a Sango. Así muera, haré lo posible para detenerte-dijo Kagome y Ayame se acercó a Sango.
Sabía que los demás pronto llegarían, seguramente el grito de Ayame los alarmó. El fuego se reflejaba en su mirada chocolate dándole un toque salvaje, estaba asustada pero sería valiente. Naraku mostró una media sonrisa, parecía que la situación lo divertía
-Ja! Y que piensas hacer para detenerme? ¿Matarme?-dijo Naraku
-Si es necesario, si-dijo la azabache
-No serías capaz. Tu conciencia no te lo permitiría. Estas en desventaja, linda, y estás indefensa. No importa que tan valiente o fuerte seas, yo ganaré-dijo Naraku
-No creo que este tan en desventaja. Los bomberos no tardarán en llegar, algún vecino debió haberlos llamado. Tienes el tiempo limitado, y aunque no pueda detenerte, intentaré retenerte lo máximo posible-dijo Kagome
-¿Aunque eso signifique que puedas morir?-dijo Naraku
-Conozco los riegos y estoy dispuesta a tomarlos por mis amigos
-Pues te propongo algo. Entrégate a mi y tus amigos estarán a salvo, aunque no te aseguró que tú estés a salvo…
Esa proposición la tomó por sorpresa. No era algo que le agradará demasiado, pero si sus amigos se salvarían así estaría dispuesta. Sabía que no tenían muchas esperanzas de sobrevivir, Naraku era capaz de cualquier cosa y no le importaría mucho matarlos a todos. Él tenía armas de fuego, y ellos nada. Pero si decía que si a la propuesta tal vez podrían salvarse. No le importaba sacrificarse siempre y cuando los demás estuvieran fuera de peligro.
-¿Prometes que no le harás daño a NINGUNO de mis amigos?-preguntó Kagome. Naraku sonrió.
-Incluso les diré como salir de aquí, y llamaré a una ambulancia para Sango para que sea atendida en el mejor hospital. Solo tienes que aceptar y dejarte domar…gatita...

Continuará...^^