Secretos del Pasado ? Nicole, ¿la primera Elric?

Tema en 'Archivo Abandonado' iniciado por Angelique Rin, 26 Septiembre 2005.

?

¿Que parejitas esperas ver en estas contis q vienen?

  1. Ed y Nicks (aunq me parezca incestuosa, que le voy a hacer ¬¬')

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    9.5%
  2. Al y Chivi (jajajaja... ahora necesitaria otra encuesta pa ver si saco a Al de la armadura xD!!)

    2 voto(s)
    9.5%
  3. Nicole y Scar (quien sabe y ella vuelva a amarlo como antes.. muajajajaja!!)

    3 voto(s)
    14.3%
  4. Nicole y Roy (hagan sus apuestas... a ver si Nicks cae en los brazos de Roy..)

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  5. Otra parejita (MENOS OZZY CON ED!!! NEVER!! ESCUCHASTE OZZY RCSM!! MAI!!!)

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    shiji

    shiji Iniciado

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    Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

    conti porfa pon conti falllen la estamos esperando todos los admiradores de tu fic, bueno eso creo por que yo si lo estoy esperando desde hase mucho puesto que se que do y esta de lo mejor.
    bueno nos vemos espero y respindas bye.
     
  2.  
    shiji

    shiji Iniciado

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    Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

    Hola fallen angel solo queria prguntarte si vas a continuar el fic, o ya se termino, estoy consiente de que habias dicho que iba a seguir pero la ultima ves que pusiste un capitulo completo fue el dia 06-nov-2006, tambien se que los ultimos dos dias se callo el foro asi que lo unico que te pregunto es si lo vas a seguir, puesto que todos los dias entro al foro (casi nunca inicio sesion puesto que no la ocupo, mas que para postear en el panel de mensajes)a ver si pusiste continuacion y pues no la has puesto, me algre mucho el ver que nos adelanteste un cachito pero bueno soo espero tu respuesta y disculpame si te molesto o presiono, ya que yo nunca he escrito un fic y por eso mismo puede que no sepa cuanto se tarda uno,de verdad mis disculpas por culquier incombeniente que te cause y gracias por tu atencion al respecto.


    P.D. Disculpa la masl redaccion y si encuentras una falta de ortografia tambien disculpame.
     
  3.  
    shiji

    shiji Iniciado

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    Weenhallo

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    Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

    conti???
    fallen donde stas!!!ToTToT
    pon pronto conti xfaToT
    atte:Weenhallo
     
  5.  
    Weenhallo

    Weenhallo Entusiasta

    Géminis
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    Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

    conti!!!!!
    ultimamente kasi nadie sigue los fic...
    no seas uno de ellos ToT
    atte:Weenhallo
     
  6.  
    Angelique Rin

    Angelique Rin Usuario común

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    Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

    Lo siento muchisimo con todos ._.
    Por motivos de la universidad casi ya no entro al foro y ya perdi mi actividad de siempre ToT
    Pero no pienso decepcionar a nadie, asi que muy pronto hare un esfuerzote y pondre la conti ^^

    No se desesperen, solo denme unos dias para desocuparme ToT
     
  7.  
    Weenhallo

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    Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

    kyaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! n.n
    k feliz soy ^^
    fallen apareciste y pondras conti, jejeje ^^
    valio la pena esperar:D
    y asi podre saciarme con la conti :baba:
    aunke... tendre k mirar unos capitulos mas atras pa acordarme de k iba bien xD
    atte:Weenhallo
    pd: me alegro de k ayas vuelto
     
  8.  
    Angelique Rin

    Angelique Rin Usuario común

    Piscis
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    Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

    seeh, la escritora regreso del inframundo xD
    (llamese universidad xDDDDDDDDDDDDDDDDD)
    pos ahora que tendre un tiempecillo libre (por semana santa) al fin podre poner algo nuevo al fin u_u... solo espero q me comprendan un poco... nu se... derrepente llego a decepcionarlos con el capitulo ;O;!
     
  9.  
    shiji

    shiji Iniciado

    Tauro
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    Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

    Hola, a todos bueno hace mucho que no me pasaba por aqui y qeuria decirte que me alegra que allas contestado fallen, espero y tengas tiempo para publicar un capi aunque sea cortito.

    Bueno bye.
     
  10.  
    Angelique Rin

    Angelique Rin Usuario común

    Piscis
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    Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

    De hecho, si eres un poquito paciente (lol, demasiado u_u) dentro de unos momentos estaré publicando (sí, al fin ToT) la conti que estaban esperando *-*

    Y para que me perdonen, esta sera larguisima, pero espero que no lloren demasiado xDDDD
     
  11.  
    Mihael Keehl

    Mihael Keehl Guest

    Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

    Si no lo haces ya sabes a quien me robare! :mad:

    xD
     
  12.  
    Angelique Rin

    Angelique Rin Usuario común

    Piscis
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    Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

    oooooooooooooooooooooh no! oooooooooooooh no! :mad:

    si lo haces, me violo a tu Ishii o Heimdall :o

    xDDDDD
     
  13.  
    Mihael Keehl

    Mihael Keehl Guest

    Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

    ahhh eso es chantaje xDDD
    yo ya puse conti , ahora pon tu xDD
     
  14.  
    Angelique Rin

    Angelique Rin Usuario común

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    Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

    roche... shi.. es chantaje

    ya! perate, que en 5 minutos la pongo! xDDDDD
     
  15.  
    Angelique Rin

    Angelique Rin Usuario común

    Piscis
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    Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

    ya, como lo prometi, tenía que dejarles la conti antes que nada ;_;

    mil perdones por haberme demorado tanto ._.... pero ya lo saben, siempre confíen en que traeré nuevas contis :3 y que terminaré mi fic (algún dia xD)

    aunque pensandolo bien... el final ya está cerca ;_;!
    **********************************************************

    pensandolo bien, mejor les dejo el super capitulo, que como lo dividí en 3 partes, derrepente no lo entienden, asi que les dejo las contis anteriores primero xDDDD:

    ***********************************************************

    Secreto 34: La Piedra Filosofal que cambió nuestras vidas – parte 1


    Los rayos de la mañana iluminaron aún más el cuarto de Roy. De hecho, ya eran las 10 de la mañana. El paseaba dando vueltas en círculos alrededor de su cuarto, mientras se fijaba en cada vuelta en Rossana, quien estaba durmiendo plácidamente envuelta en las sábanas. http://foro.cemzoo.com/ /></FONT></FONT>

    <FONT size=3>Pronto, ella también despertó, pero vio que él no estaba allí. Se envolvió en la sábana superior y fue a buscarlo. Finalmente descubrió que se estaba bañando, y decidió esperarlo sentada en un sillón.</FONT>

    <FONT face=-
    Creí que me habías dejado sola – dijo Rossana mientras se acomodaba la sábana
    - Me estaba bañando – dijo Roy mientras salía envuelto en una toalla y secándose el cabello.
    - Buenos días entonces – respondió ella mientras se acercaba a darle un beso en los labios
    - Buenos días, Teniente – dijo Roy mientras evitaba que el beso durara más.
    - ¿Eh? ¿Teniente? Vamos Roy, creo que a estas alturas ya no estamos para tratarnos por nuestros rangos ^^
    - Mientras vivamos en este Cuartel, tu siempre serás Teniente, y yo Coronel – respondió apático
    - (abrazándolo seductoramente) Está bien… supuse que serías difícil al comienzo… pero déjame unos meses y verás como nos llevamos de maravilla… incluso haré que te olvides de todas las mujeres con las que has estado…
    - ¿podrías hacer eso? (¿podrías hacerme olvidarla? – pensó)
    - Claro que sí. Ahora estamos juntos…
    - Si tú lo dices, entonces debo suponer que sí…
    - ¡Me haces tan feliz! – dijo saltándo sobre él y abrazándolo más – pero… ¿Cómo debemos mantener nuestra relacion? ¿no debo decirle a nadie?
    - (creo que por eso ahora ella está comprometida con otro… los secretos no llevan a ninguna parte – pensó) NO. Es más… ¡puedes decirle a quien quieras que ambos estamos saliendo!
    - *¬* ¿en serio? ¡Ay no puedo creerlo! ¡Se lo iré a contar a todas mis amigas inmediatamente! ¡Nadie podrá creérmelo! Imaginate… estoy con el famoso Roy Mustang… *-*
    - Eres muy divertida – sonrió Roy mientras le acariciaba el rostro – espero que tú seas la solución a todo por lo que he pasado.
    - No solo seré la solución, seré el remedio, la cura y el futuro – respondió ella guiñando un ojo.
    Rossana salió de la habitación de Roy una hora después. A pesar de que ahora ella tenía la “seguridad” de tener a Roy, aún le rondaba en la cabeza el por qué del tanto tiempo de él sin ninguna cita.
    “Estoy segura de que él tuvo una mujer durante ese tiempo. Estoy casi segura de que él se enamoró perdidamente de alguien, y que terminaron. Y es por eso que ahora trata de borrar ese recuerdo conmigo…” pensaba mientras arreglaba algunos documentos en su escritorio. “Pero aun que ese fuera el caso, ahora es mío, y me encargaré de que se enamore de mí perdidamente… a mis padres les encantará Roy… eso si no trata de coquetear con mi madre jajajaja”
    - Buenos días, Teniente – dijo con una gran sonrisa Hughes
    - ¡Oh! Buenos dias, Teniente Coronel – respondió ella.
    - Veo que está de un muy buen humor hoy día.
    - Vaya que sí… como se dice… “Hoy me levanté del lado correcto de la cama”
    - Me alegro por ello, bien… ahora, ¿se encuentra el Coronel Mustang? Quisiera hablar con él un rato.
    - Me temo que el Coronel se está cambiando recien… hoy día se ha levantado muy tarde.
    - O.o... ¿y usted como sabe eso?
    - Digamos, Teniente Coronel… que Roy “se ha levantado del lado correcto de la cama” también…
    - Entiendo… ahora entiendo todo ¬.¬ - respondió Hughes – bueno, Teniente, cuando llegue, dígale por favor que quiero hablar con él… urgentemente.
    - Entendido, Señor.
    - Con su permiso, me retiro.
    - Propio – contestó Rossana con una sonrisa.
    Roy llegó a la oficina muy tarde, casi una hora después de la visita de Hughes. Rossana se encontraba allí, organizando algunos archivos, cuando lo vio venir.
    - ¡Roy! Ya era hora que llegaras, ¿eh? – le dijo mientras corría a abrazarlo
    - Ah… me da igual… de todas formas no hay mucho que hacer hoy – respondió Roy sin corresponder el abrazo
    - Ah, por cierto, el Teniente Coronel Hughes vino a verte.
    - ¿eh? ¿te dijo para qué?
    - Nop. La verdad es que simplemente me dejo el recado de que quería hablar contigo urgentemente.
    - Iré a verlo entonces
    - Pero… espera… acabas de llegar… o.ó… ¿no me darás ni un beso de los buenos días?
    - Ya es la 1 de la tarde ¬¬
    - Da lo mismo ¬.¬U
    - Esta bien (dándole un beso rápido en la frente) Ya regreso… - dijo Roy mientras salía rápidamente de la oficina
    - Dame tiempo Roy Mustang… y verás como te tendré comiendo de mi mano – dijo en voz baja Rossana, mientras continuaba con sus tareas.
    El día le parecía demasiado pesado al Coronel. Caminaba por los pasillos sin pensar en nada, y la cabeza le daba un poco de vueltas ese momento. Sin duda separarse de Nicole le había afectado mucho más de lo que imaginaba.
    Llegó a la oficina de Hughes. Ni bien abrió la puerta, una pila de papeles cayó sobre su cabeza.
    - ¡Hey! – dijo Roy mientras se quitaba los papeles de encima
    - Lo siento, Coronel Mustang, pero… pero… es que es mi primer día aquí, y estoy nerviosa… - dijo tímidamente una chica de cabellos castaños y grandes lentes
    - No recuerdo haberte visto por aquí – añadió Roy
    - Nnn… nnn… no señor, mi nombre es Sciezka, y recién hoy me trasladaron de la biblioteca de central a esta oficina u.uU
    - ¿Bibliotecaria? ¿y se puede saber por qué estás ahora de secretaria?
    - u.ú lo que pasa es que… (suspirando) me quedaba demasiado tiempo leyendo los libros de la biblioteca y nunca atendía a nadie… y pues el director de la biblioteca se enojó mucho y me mandó para aca, para evitar despedirme… ToT
    - :$ vaya, que interesante – dijo Roy levantando una ceja – bueno, señorita Sciezka (quitándose los papeles de encima) necesito hablar con el Teniente Coronel
    - Ehhmm, permítame un momento mientras le aviso
    - No es necesario u.ú, mejor entraré yo a verlo, antes de que derrumbe más papeles encima mío.
    - Pero señor, espere, un momento que…
    Sin embargo, Roy ya había abierto la puerta del despacho de Hughes, y una gran pila de libros caía sobre su cabeza
    - Hoy no es mi día u.ú! – dijo Roy mientras yacía en el piso con libros sobre él.
    - ¡Roy! – dijo Hughes sorprendido – Dejame ayudarte, amigo xD
    - Si no es por tu secretaria que me recibe con una pila de papeles, ahora eres tú el que me recibe con una pila tambien… ¡pero de libros!
    - Jajajajaja… lo siento Roy, pero Sciezka es nueva en esto, y no está acostumbrada… cuan diferente era con Nicole… ella siempre tenía al día mis archivos y mantenía un estricto orden en todo… ahora que se casará con el Jefe, y que ya no trabaja más, todo esto se volvió un caos…
    - Ah si, Nicole… ¬¬ - contestó Roy mientras se incorporaba
    - Roy… - dijo Hughes en un tono de regaño - ¿no crees que ya es hora de acabar esa eterna pelea con Nicky?
    - (y pensar que esa “eterna pelea” ya se había acabado – pensó) Bah… no se de que hablas…
    - Bueno, algún día se que ustedes dos se van a llevar bien… o.ó
    - ¿para que querías hablar conmigo tan urgentemente? u.ú – preguntó Roy tratando de evadir el tema de Nicole.
    - Ah sí (poniendo una cara seria) quiero que veas esto – dijo Hughes dándole unos documentos a Roy
    - ¿Shetza y Helena? – preguntó intrigado – pero tenía entendido que esas dos ya habían muerto…
    - Así es. Yo mismo creí eso, pero al parecer no lo es.
    - Imposible. Hasta se crearon registros de lo ocurrido
    - Si, ya lo sé, pero quiero que veas esta foto detenidamente.
    En la foto se mostraba la imagen de un niño con su madre, en el gran parque central de la ciudad, nada raro para un día de paseo, pero tras los árboles que formaban el fondo de la fotografía, dos rostros semicubiertos por una gran capa aparecían. Hughes le alcanzó una ampliación de la foto, donde se habían acercado a estos rostros. Eran sin duda las dos alquimistas, acechando en el parque.
    - ¿Estás seguro que son ellas? ¡Pero mira sus rostros! ¡Es como si no les hubiera pasado nada! – argumentó Roy, sorprendido
    - Si, pero si no hubieran sido ellas, nunca te hubiera llamado. Mira esto más (dándole unos reportes de algunos asesinatos) Se han cometido ya 4 crímenes de jovencitas que oscilan entre los 20 y 25 años de edad… todas con alguna parte de su cuerpo mutilado… piernas, brazos, ojos… todo coincide con el estilo de esas dos…
    - ¡Maldición! – dijo Roy golpeando un poco la pared
    - Te lo dije a ti antes de comunicárselo al jefe. Temo por la seguridad de Nicky, Ed y Al
    - ¿Y yo que tengo que ver con todo eso?
    - Tú eras el que los mandó a Threbia en esa misión. Estoy casi seguro que ellas buscarán vengarse de ellos, así que te llamé para que se los adviertas.
    - ¿y tú no puedes hacer eso?
    - Ahora no, tengo que informarle esto inmediatamente al Jefe.
    - Entoces se los puedes decir luego u.ú
    - ¡Roy pero no comprendes! Cada segundo que ellos estén desinformados corren peligro…
    - No creo que ellas vengan y los lastimen en estos segundos u.ú
    - ¡De acuerdo Roy, yo les diré luego! ¡Maldición! Aun no entiendo por qué no quieres ver a Nicky, te estás portando muy extraño estos días…
    ****************************************
    Ese mismo día, más temprano…
    Nicole había regresado de su pelea con Scar. Toda la noche no pudo dormir con el miedo de que la Puerta volviera a intentar llevarla. Se levantó temprano, con el pensamiento de que ya se le había comunicado al Führer de su llegada, pero no fue así.
    Se dirigió hacia la oficina del Rey, nuevamente con la actitud fría y cortante que antes era normal para ella. Entró despacio, y pensando que no había nadie, se puso a revisar los cajones del gran escritorio del Jefe.
    - No creo que sea de buena educación, ni para la futura esposa del Rey buscar los cajones de un escritorio que no es suyo – dijo Julliet Douglas, irrumpiendo en la oficina
    - No le veo nada de malo – respondió Nicole, después de reponerse del susto
    - Al Jefe no le gustaría sorprenderla de esa manera. Estuvo muy preocupado estos días.
    - ¿Y usted no se sorprende de verme sana y salva?
    - No, sabía que cualquier cosa que le hubiese pasado, la iba a superar y regresaría aquí inmediatamente. (con arrogancia)
    - Hubiera podido irme lejos y huir de cualquier compromiso – respondió Nicole con la misma arrogancia y poniendo los pies sobre el escritorio
    - Sabe muy bien que no puede huir y esconderse… (con una mirada un poco malévola) donde quiera que vaya, sabe que “nadie puede escaparse impunemente del Führer” (con tono amenazante)
    - Vaya, así que esa es la manera de actuar de mi “futuro querido esposo” (hablando irónicamente)
    - No entiendo de que está hablando, señorita Elric, pero sí le digo que siendo él el Rey, no se le debe faltar el respeto…
    - De acuerdo, sé que de todas maneras no había manera de que yo ganara
    - ¡Pero que…! ¡MI QUERIDA NICOLE! ¡ESTÁS BIEN! – interrumpió el Fuhrer corriendo a abrazar a Nicole
    - Estoy perfectamente bien – respondió Nicole friamente, mientras se levantaba de la silla y evitaba que el Führer la abrazara
    - Envié casi a todas las tropas disponibles en tu búsqueda… ¿dónde te habías metido? Supimos que Scar te había raptado…
    - Así fue, pero ya arreglé los asuntos pendientes que tenía con él.
    - No entiendo de lo que hablas.
    - Podría decirse que, el ya no molestará más…
    - ¡Jajajajaja! ¡esa es mi Nicole! ¡sabía que tú te encargarías de ese asesino! ¿lo ve señorita Douglas? No por nada escogí a una talentosa alquimista como Nicole para ser mi esposa.
    - Correcta decisión, Jefe – respondió Julliet bajando un poco la cabeza
    - Ahora si no les importa, me voy a mi recámara…
    - Oh no, mi querida… tu regreso es una noticia maravillosa para todos los alquimistas, y es algo que se debe publicar por todos los medios asi como … (mirando las ropas de Nicole) Nicole, querida…
    - ¿y ahora qué? – respondió Nicole volteando la mirada
    - Desde hace días que noto tu manera de vestir… no es por criticarte, querida, pero esa no es la forma de vestir de una futura reina
    - ¿Qué? ¿de que demonios hablas?
    - Señorita Douglas, antes de comunicar al personal acerca de la feliz llegada de nuestra reina, quisiera que ayudara a Nicole a vestirse como tal… haga que la arreglen apropiadamente, y no repare en gastos, compre joyas, vestidos, accesorios, todo lo que Nicole desee… se lo pido a usted ya que ustedes las mujeres saben mas de eso
    - No necesito de ropa nueva y tantas cosas ¬¬ - dijo Nicole interrumpiendo – Ademas yo no me pienso poner un vest…
    - Señorita Douglas – dijo el Fuhrer sin prestar atención a Nicole – llévese a la Teniente Hawkeye y a sus allegadas con usted, para seguridad de mi prometida
    - ¡QUE NO ESTAS ESCUCHANDO LO QUE DIGOOO! – gritó Nicole
    - Después, querida – dijo el Fuhrer con desdén – ahora ve a comprar todo lo que tu quieras (besando su mano) y descuida que tengo todo el dinero para costear tus gustos
    - Lo que digas, Bradley ¬.¬ - dijo Nicole burlonamente
    - Señorita Elric, sígame por favor – dijo Julliet Douglas caminando a la salida
    Sin decir nada a nadie, Julliet, Riza y un par de soldados más salieron a la gran ciudad en uno de los automóviles privados del Jefe. Nicole miraba por la ventanilla desganada.
    - ¿Cómo se siente ser la Reina? – preguntó Riza mientras miraba por la ventanilla también
    - No lo sé. Aún no lo soy – le respondió Nicole
    - No te gusta ir de compras, ¿no? – le dijo mientras esbozaba una sonrisa
    - Me molesta tener que aparentar lo que no soy
    - Pero vamos, ¿a que chica no le gusta salir de compras con dinero ilimitado?
    - Esta es mi apariencia, así me visto y me siento más cómoda
    - Debo reconocer que un pantalón y una camisa es mucho más cómodo para mí también – dijo Riza mientras se arreglaba el cabello – pero hay veces cuando las mujeres debemos vestirnos con el estereotipo de la sociedad.
    - Lo sé… mi madre me repetía lo mismo día tras día…
    - Y la mía casi se vuelve loca cuando le dije que iba a ser militar – dijo Riza dando una carcajada – ¡si le hubieras visto la cara!
    - Jajajaja, me imagino – respondió Nicole ante la mirada atónita de todos en el carro, quienes la veían reir por primera vez
    - Ejem… u.ú – interrumpió Julliet quien estaba en el asiento delantero – ya llegamos a la boutique u.ú
    - Bien, ya que vamos de compras, creo que no necesitaré esto – dijo Riza mientras se quitaba la chaqueta de militar y se soltaba el cabello
    - O.o ¿qué haces? – preguntó Nicole
    - Pues, digamos que sería demasiado raro para mí entrar a una boutique tan elegante vestida de militar… (con una amplia sonrisa) además y me anime a comprarme algo ^^
    - Tu cabello es muy lindo – agregó Nicole
    - Gracias, el tuyo también.
    Los dos soldados que venían en un auto detrás del oficial, se quedaron en la puerta de la boutique mientras las tres mujeres entraban discretamente.
    Inmediatamente las empleadas de la tienda pasaron a recibir con todos los honores a la “futura esposa del Führer, y nueva clienta favorita de la tienda”. Con copas de champagne en la mano, y algunos bocadillos, se dirigieron hacia Nicole.
    - Señorita Elric, ¿gusta usted champagne? ¿unas galletas con crema? – dijo con una gran sonrisa una de las vendedoras
    - (recordando el penoso incidente con Havoc) O.O ¡No gracias!
    - Eeehmm… :idea: ¿quizás un café con leche? ¿pan? ¿un pedazo de torta? (en problemas)
    - No gracias, yo no como… u.ú
    - (maldita sea, hasta la esposa del Führer hace dieta y yo no ¬.¬… sabía que debía empezar una inmediatamente ¬.¬ - pensó la vendedora) bueno, no importa, jejejeje, ¡quién necesita comida! ^^ (tirando lejos los bocaditos y las copas, quienes cayeron sobre otras vendedoras XD)
    - ¡AAAAAAUUUUUUUUUU! – gritaron las demás vendedoras
    - O.o ¿qué fue eso? – preguntó Nicole
    - O.O ¡NADAAA! – dijo mortificada la vendedora – eeehhhmm… Señorita Elric, por favor, pase por aquí a la sección VIP… ^^U
    Ahí fue cuando el cambio de Nicole comenzó. Pasaron casi toda la mañana probándole vestidos, camisas, sombreros, faldas y muchos accesorios “dignos de una reina”.
    Todas las mujeres de la tienda quedaban sorprendidas por como la belleza de Nicole se resaltaba aún más con los vestidos de fiesta y de diario que se probaba. Seguidamente, pasaron al Salón de belleza, donde el largísimo cabello de Nicole fue cepillado y moldeado de todos los tipos de peinados elegantes y de moda de la época.
    Finalmente, ya casi siendo las 5 de la tarde, las compras cesaron y todos regresaban al cuartel General. Mientras tanto, Bradley ya había organizado una gran recepción para darle la bienvenida a Nicole, y había comunicado de su feliz regreso. Roy obviamente no estaba allí, ya que se había llevado a Rossana al cine, con la excusa de que quería tener una cita con ella, pero la verdadera razón, era que no podía ver aún a la mujer que amaba, y se casaba con otro.
    En el automóvil, los asientos iban cargados de cajas y bolsas, provenientes de las tiendas a las que fueron, y las tres chicas y el conductor apenas podían moverse. Nicole notó el alboroto alrededor del cuartel, y tras enterarse que era una recepción para ella, se sintió un poco intimidada.
    - Obviamente el Führer querrá que vistas apropiadamente para esta reunión – increpó Julliet desde el asiento delantero
    - No necesito que me digan lo que debo o no debo hacer – respondió Nicole despectivamente
    - Supongo que ahora podrás vestirte como debidamente hace falta ¿no?, quiero decir, como una buena esposa de militar, recuerda que ahora ocupas un alto cargo en la milicia, además de ser la reina. Ahora serás no solo la esposa del Führer, sino serás automáticamente ascendida a General, debido a tu matrimonio – dijo Julliet en un tono amenazante y arrogante
    - Riza, necesito que me hagas un favor – dijo Nicole mirándola atentamente y sin hacer caso a Julliet – necesito que me prestes algo.
    - O.o??? claro, ¿pero que quieres que te preste? – dijo Riza intrigada y sorprendida
    - ¡No tenemos tiempo que perder! – chilló Julliet – iremos por la puerta trasera directamente a su habitación para cambiarla apropiadamente y luego al gran salón
    - NO – dijo Nicole firmemente – TU irás primero al gran salón avisando al Führer de mi llegada, y anunciando que estaré allí en 15 minutos. Y yo ire SOLA a mi habitación
    - De ninguna manera, el Jefe me dijo que…
    - ¿¡Acaso osas desobedecer las órdenes de un superior!?
    - Como usted diga, señorita Elric ¬¬ - respondió Julliet apretando los dientes y saliendo del automóvil.
    Riza y Nicole se dirigieron a la habitación de la primera, luego, a la habitación de Nicole, donde ella se cambió.
    La recepción iba en su apogeo, cuando se anunció la llegada de Nicole. Entre aplausos, las puertas se abrieron, y grande fue la sorpresa (y mucho más la de Bradley) cuando Nicole entró vistiendo el uniforme estándar de la milicia, chaqueta y pantalón azules, con sus respectivos accesorios.
    - Pediste que me vistiera como la esposa del General Bradley, y eso hice - dijo Nicole mientras caminaba hacia su prometido con arrogancia, y la seguridad de que esa acción lo haría rabiar.
    - ¿Qué demonios significa esto? – dijo Bradley entre dientes y fingiendo una sonrisa delante de los demás
    - Lo que me pediste. Que me vistiera apropiadamente, y como aún soy militar, me vestí como uno – respondió NIcole guiñando un ojo a Riza
    - ¡Ahora mismo te vas a cambiar eso por uno de los vestidos que compraste! – gritó suavemente Bradley mientras tomaba por un brazo a Nicole
    - Vaya, vaya, ¿y ahora donde quedó tanta “caballerosidad” que mostrabas conmigo?
    - Deja de decir tonterías, que me estás haciendo quedar en ridículo…
    - No me cambiaré, si quieres que siga jugando este jueguito estúpido que planteas, me aceptas así o no lo haces… (en tono arrogante e imperativo)
    - De acuerdo Nicole Elric, con que así quieres jugar…
    - No será tan fácil como crees, Bradley…
    - No juegues con fuego, Nicole…
    - El fuego no es algo que me intimide, sé como controlarlo…
    A pesar de que todos estaban en la reunión, faltaba a parte de Roy, la prescencia de Ed.
    Él había salido a caminar después de la conversación que tuvo con Winry. Ella le había contado todo lo que creía saber acerca de Nicole, lo que hizo que Ed perturbara más su mente. Se encontraba en una encrucijada de a quien creer y a quien no.
    Las palabras “asesina”, “amante de Bradley” y “es mi propia sangre” resonaban en su mente una y otra vez.
    El conocía a Nicole, o al menos sentía conocerla. No podía creer que ella hubiera sido la que había hecho eso, o la que venía planeando convertirse en reina desde que llegó. Reconocía que Nicole podía ser escalofriantemente fría y calculadora a veces, pero… ¿llegar a ese extremo? No lo creía.
    Sin embargo Winry le había dicho que alguien muy cercano al jefe lo sabía y se lo había contado. Estas cosas no se decían así nomás, y sabía que los militares le tenían mucho miedo y respeto a Bradley, y soltar una noticia como esta era para perder la vida. Era algo con lo que no se podía jugar fácilmente.
    Se había soltado su dorada trenza con la esperanza de poder relajarse un poco, pero le era inútil. Entró a la ducha para refrescarse, pero sentía que las gotas de agua fría cortaban en pequeños pedazos su piel. En sí, todo le parecía fuera de lugar. Esa idea ya había entrado a su cabeza, y no iba a salir fácilmente. Tenía que saber la verdad. Tenía que descubrir si su hermana era realmente una asesina.
    **********************************
    Los días pasaron, mezcla de tensiones y aburrimiento (tres semanas, para ser exactos). Al parecer a todos se les había hecho ya la idea de que Nicole sería la próxima reina del país, y la rutina de todos los días continuaba.
    Después de la primera aparición en público de Nicole como prometida de Bradley, el Führer le había ordenado salir del Cuartel General, y mudarse cerca de su casa en las afueras de la ciudad.
    Fuertemente custodiada y con la única compañía de sus hermanos (quienes habían sido llevados a la fuerza, a manera de “un seguro” para evitar que Nicole escape) los tres Elric estudiaban la manera de crear una piedra filosofal.
    Roy no había vuelto a ver a Nicole en todo ese tiempo. Su relación con Rossana James ya era la comidilla de todo el cuartel, ya que ésta se lo había contado personalmente a muchos de ellos. Obviamente Nicole también se había enterado por Riza, quien ahora frecuentaba casi todos los días la casa de los Elric, y se había convertido en la única amiga y compañía femenina de Nicole, ya que a Chivi se le había prohibido ir a verla, no solo por su condición de Ishbalana, sino porque Bradley simplemente no permitía que nadie viera a su prometida.
    **** Flash Back ****
    - Debes permanecer en el hotel, allí nadie te molesta, y Al puede ir a visitarte siempre – le dijo Nicole a Chivi antes de mudarse a su nueva casa
    - Pero yo quiero verte como antes… ¡ya no quiero sentirme sola de nuevo! – gritó Chivi mientras se abrazaba de Nicole
    - Estoy segura que Bradley me tendrá como prisionera más que como huésped. Y que no dejará que vivas conmigo.
    - ¿Pero y si me meto a escondidas?
    - No Chivi. Por ahora debes prometerme que no tratarás de hacerlo.
    - De acuerdo Nicky ._. no lo haré… ¿¡pero cuando podré verte!?
    - No lo sé. La verdad no lo sé (mirando al cielo)
    **** Fin del Flash back ****
    Nicole ahora se vestía diferente. Las faldas y los vestidos elegantes eran parte de su guardarropa ahora.
    Ese día estaba vestida de esa forma. Con un vestido amarillo, una correa negra sujetando su estrecha cintura y zapatos haciéndole juego, y sus largos cabellos castaños recogidos en una media cola, dejando escapar sus rizos en medio de sus hombros, y con la cabeza cubierta con un sombrero blanco, ella se encontraba leyendo en el jardín de la casa.

    - Pero que hermosa te ves… toda una dama de alta sociedad… - dijo tiernamente Hughes, entrando a la casa.
    - ¡Maes! – gritó Nicole mientras corría a abrazarlo dejando el sombrero y el libro a un lado
    - Hola Nicky… - respondió Hughes mientras la abrazaba y la levantaba un poco del suelo

    En ese tiempo, solamente habían otras cuatro personas aparte de Bradley autorizadas para poder visitar a los Elric: Maes Hughes, Riza Hawkeye, el mayor Armstrong y Julliet Douglas.
    Increíblemente Nicole estaba demostrando todo ese tiempo más signos de afecto, como risas o sonrisas, que agradaban a sus hermanos, pero a pesar de eso, Ed seguía con celo las acciones de ella. Aún no se le olvidaban las palabras de Winry.

    - Verte es uno de los pocos respiros que tengo aquí – dijo Nicole mientras seguía abrazada de Hughes
    - ¿hace cuanto tiempo que no sales de aquí?
    - Casi un mes… a veces siento que no voy a soportar más…
    - Recuerda que Bradley dijo que era por tu seguridad..
    - Si claro… “teme que Shetza y Helena” vuelvan a intentar matarme, o a mis hermanos… ridículo pretexto…
    - No debiste desafiarlo ese día de la fiesta (entre risas) aunque me pareció divertido verte vestida de Alquimista Estatal…
    - ¡Hey! ¿¡crees que a mi me gustó vestirme como un perro de los militares!?
    - Tranquila Nicky, lo dije en broma (mas risas)
    - Me las pagas (riéndose y haciendo el ademán de golpearle el hombro)
    - Hola Hughes – interrumpió Ed viéndolos reirse – Nicole, dejaste esto tirado (dándole el libro y su sombrero)
    - ¡Hey Ed! – respondió Hughes ignorando el rostro un poco molesto de Ed
    - Gracias Ed ¬.¬ - respondió Nicole mientras se colocaba el sombrero
    - ¿Piensas quedarte todo el día en el jardín, o vas a pasar a contarnos algo? – dijo Ed
    - ¡Ok! ¡vaya que hoy no te levantaste del lado correcto de la cama! – bromeó Hughes, pasando al interior de la casa.

    En el interior…
    - Nicky, el Führer ha mandado a llamarte – dijo seriamente Hughes.
    - Por tu tono de voz, no parece nada simple – respondió Nicole sentándose en uno de los sillones de la sala
    - ¡Bah! ¡Seguramente es para inspeccionar que su novia esté en “estado perfecto”! – rió Ed mientras caía estrepitosamente sobre otro sillón
    - Nicky, te traje limonada… ¡oh! ¡Teniente Coronel Hughes! ¡Que gusto tenerlo por aquí! – interrumpió Al mientras llevaba un vaso entre las manos
    - Gracias Al, tenía mucha sed – dijo Nicole mientras bebía un poco de limonada
    - Hola Al, ¿Cómo la estás pasando aquí?
    - Pues supongo que un poco aburrido. Aunque a mi hermano y a mí nos permiten salir, no me gusta que tengan encerrada a mi hermana.
    - ¿Cómo está Chivi, Maes? – preguntó ella tratando de evitar la conversación
    - O.o oh, pues ella está muy bien, aunque triste por no poder verte.
    - Me imagino. Yo también extraño su “locura” – exclamó Nicole mientras ponía el vaso sobre la mesa.
    - ¡Se están desviando del tema! – interrumpió Ed - ¿vamos a hablar de la mocosa o de la llamada de Bradley?
    - ¬.¬ deja de llamar mocosa a Chivi, enano… - contestó Nicole
    - ¡A QUIEN LE ESTÁS DICIENDO TAN PEQUEÑO QUE DUERME SOBRE UNA AGUJA Y SE TAPA CON EL HILOOOO!
    - A ti, si le sigues diciendo mocosa a Chivi…
    - ¬.¬ me las vas a pagar Reina del hielo, que ahora si será reina …
    - ¿Qué ES LO QUE HAS DICHOOOOOOOO?
    - ¡HELADO!
    - ¡ENANO!
    - ¡Ya basta con ustedes! – dijo Maes mientras separaba a los hermanos – jajajajaja… al menos me alegra que ya estén peleando como antes… eso quiere decir que ya se llevan bien ^^
    - ¬.¬ ¿Quién se lleva bien con quien? – exclamaron Ed y Nicole al mismo tiempo
    - ^^U vaya que si – dijo Al con una gota en la frente – ahora ya parecen más hermanos que nunca

    Hughes se marchó de la casa una hora después.
    Tras su partida, Nicole quedó un poco preocupada, pues Bradley solía visitarla siempre, para evitar que ella saliera de la casa, pero ahora la había mandado a llamar.
    Horas más tarde, ya de noche, un automóvil oficial se estacionó en la puerta de la casa de los Elric. Acompañado de otros dos oficiales, Hughes bajó y tocó la puerta. Al fue quien le abrió y lo hizo pasar. Venían por Nicole.

    Ella había estado viendo todo lo que pasaba desde la ventana de su cuarto, y tranquilamente se había cambiado su vestido amarillo por uno verde oscuro, adornado por una correa negra que delineaba su cintura. Se había recogido el cabello en un moño un poco desordenado, del cual se desprendían algunos mechones ondulados, y caían cuidadosamente sobre sus hombros.
    Las mangas del vestido cubrían estratégicamente sus cicatrices y sus partes metálicas, pero aún así, decidió colocarse unos guantes que le llegaban casi hasta el codo. Finalmente, para adornar el vestido, que era de cuello tipo “ojal”, se puso la cadenita de oro con el dije de mariposa, que Hughes le había regalado en su cumpleaños.

    Bajó calmadamente las gradas, haciendo resonar con los tacones de sus zapatos, la superficie de madera que las recubría.

    - Estas hermosa como siempre – dijo Hughes con una sonrisa en el rostro
    - Gracias – contestó ella – me imaginaba que ibas a venir a recogerme, después de lo que me contaste esta mañana.
    - Estas usando el dije…
    - Sí, combina muy bien con el vestido, además de que me lo regaló alguien muy especial… u//u
    - Te lo regalo alguien que te quiere como una hija – añadió, mientras se acercaba para darle un beso en la frente.
    - ¡Vaya! ¡Ahora creo saber por qué ustedes dos se llevan tan bien! ¿será porque acaso hay “algo entre ustedes”? – interrumpió Ed mientras salía de la cocina junto con Al
    - Hermano, por favor, no comiences… - dijo Al mientras trataba de detener a Ed
    - No es lo que crees Ed, y además ¿te estás poniendo celoso acaso? – preguntó Nicole un poco enfadada
    - ¡Ja! ¡Eso es lo que quisieras! ¡Pero antes que nada quiero que me expliques tu relación con Hughes! ¡Y además que…! – dijo Ed pero sin poder terminar, ya que fue interrumpido por una bofetada de Nicole
    - ¡Eso sí que no! ¡Con Hughes no vas a meterte! ¡Y también esto es por no cumplir tu promesa! – gritó ella mientras le daba otra bofetada
    - ¡Y tú saliendo con otro militar! ¡Nicole tu estas comprometida!
    - ¡Deja de decir estupideces! ¡Que pasa contigo hoy!
    - ¡YA BASTA! – gritó Hughes mientras tomaba por el brazo a Nicole y a Ed – si quieres saberlo Ed, yo sí amo a Nicole. De hecho, yo fui quien le regaló este collar, ¿y sabes por qué? Pues por el día de su cumpleaños que ni siquiera supiste cuando era, y finalmente, dije que la amo, sí, pero como una hija, a quien estoy tratando de dar el padre que nunca tuvo

    Ed se quedó callado mientras se retiraba a un costado. Nicole tampoco dijo nada, pero se acercó al pecho de Hughes, mientras él la abrazaba. Solamente la voz metálica de Al interrumpió el silencio que reinaba allí.

    - Así que era eso. Yo desde un principio lo supe – dijo Al pausadamente – al verlos no pude ver más que la imagen de un padre con su hija, y me alegro que al fin pudieran decirlo, así ya no levantaban sorpresas.
    - Quiero a Nicky como una hija. Yo la protegí desde que llegó al Cuartel General.
    - ¿por eso ocultaste su verdadera identidad? – dijo Ed recelosamente
    - Sí, Nicole no quiso que se supiera hasta que ella finalmente pudiera decírselos.
    - Ed, Maes merece una disculpa de tu parte – dijo Nicole mirándolo directamente a los ojos – y luego tu y yo hablaremos en privado. Seriamente.
    - Hablaremos, sí. Tengo muchas cosas que decirte, “hermana” – agregó Ed.
    - Lo haremos cuando vuelva, pero antes quiero que te disculpes con Maes.
    - Escucha Nicole…
    - Está bien Ed, no es necesario – interrumpió Hughes – sé que tus celos son comprensibles.
    - ¿A qué te refieres con eso?
    - Creo que ambos lo sabemos.
    - No se de lo que hablas, pero en fin… - replicó Ed – disculpa Hughes… ¬.¬
    - ¡pero quita esa cara, muchacho! – dijo Hughes con una gran sonrisa y golpeándole la espalda con una palmada - ¿¡Además no pensarás estar con esa cara de muchacho regañado todo el día no!? – agregó riéndose a su manera de siempre
    - U.ú Hughes…
    - De acuerdo Ed, pero no te molestes tanto n.nU, mira, para alegrarte un poco, sé de algo que ilumina el rostro de cualquiera cuando lo ve *-* - respondió sacando un grupo de fotos de su bolsillo - ¡ES LA NUEVA EDICION ESPECIAL DE FOTOS DE MI HIJA ELYSIA PASEANDO POR EL ZOOLÓGICO DE LA CIUDAD, A TODO COLOR Y AMPLIADAS! *-*
    - Oh no… u.úU – exclamaron los Elric
    - Miren esta, cuando ve a la cebra, y esta otra alimentando a la jirafa, y ¡miren esta! *-* es cuando se acercó a acariciar al león, de paso que yo le enseñaba más fotos de mi hija *-* - agregó Hughes con estrellas en los ojos
    - Es lo único que faltaba… u.ú que le enseñe las fotos de su hija hasta a los leones… - dijo Ed
    - De hecho, él se las mostró hasta a una cafetera u.ú – dijo Nicole
    - Creo que tenemos fotos para rato u.ú – dijo Al
    - ¡Y eso no es todo! ¡tambien tengo la edición especial de fotos de mi hija aprendiendo a nadar en la piscina! *-* pero no quiero ser acaparador… ¡esas se las mostraré en camino al Cuartel General!
    - Oh no… u.ú – exclamaron todos

    Media hora después, llegando al cuartel, hasta el chofer había visto las fotos de Elysia. (nota: es un milagro que no se hayan accidentado…) (Resumen: Hughes le mostró fotos de su hija en pleno movimiento del carro n.nU)
    Nicole bajó del carro, escoltada por los dos oficiales, y seguida por Ed, Al y Hughes. Todos caminaron a través del cuartel, hacia la imponente oficina de Bradley, donde fueron recibidos por Julliet Douglas, quien tras invitarles una taza de té, abrió las puertas del despacho del Rey. Éste se encontraba conversando con otros mandos militares, cuando su prometida llegó

    - ¡Ah, querida! ¡Ya llegaste! – dijo Bradley levantándose de su asiento – tu presencia siempre ilumina la habitación. Tu belleza es digna de admirarse, ¿no lo creen?
    - Lady Elric – dijo saludando uno de los militares
    - Sin duda Bradley, que tu futura esposa es una mujer increíblemente bella, vaya que te llevaste la lotería – dijo otro con una mirada lasciva hacia Nicole – Es una yegua de la más fina raza
    - ¡Jajajajaja! Y vaya que se comporta como una, querido amigo – contestó Bradley abrazando a Nicole y llevándola contra su pecho – pero descuida, que ahora esta yegua ya lleva el estribo, y la controlo perfectamente.
    - Debo ser realmente afortunada – interrumpió Nicole – al ser comparada con una yegua salvaje – añadió – y tú Bradley, debes ser también afortunado al saber que te casarás con un animal salvaje. Pero recuerda que a los animales salvajes nunca se llega a domar. En cualquier momento reaccionan y pueden dejar muy mal heridos a sus dueños
    - ¿Qué fue lo que dijiste? – preguntó Bradley mostrando su enojo mientras veía como los demás se reían al escuchar la respuesta de su prometida
    - Lo que oíste. Aunque quizás no me hayas entendido. Tal vez sea porque no hablas el idioma de las “yeguas” – añadió Nicole arrogantemente
    - ¡Mira Nicole…! – intentó gritar Bradley, pero al darse cuenta de dónde y con quién estaba, se detuvo – jajajajajaja (rió forzadamente) mi esposa tiene un sentido del humor único, jajaja…
    - Es cierto, Bradley, tienes una esposa muy peculiar – contestó otro de los militares.
    - ¿Se puede saber para qué me has llamado? – interrumpió Nicole agresivamente – Estaba muy ocupada en mi casa, estudiando
    - Tranquila querida, que esto es por tu propio bien.
    - ¿Qué es lo que quieres? ¿y para qué llamaste a mis hermanos también?
    - Mi querida, siéntate por favor – dijo Bradley ofreciendo una silla al lado de su escritorio – bien (después de que Nicole se sentó) en honor a nuestro compromiso, y también para aprovechar de presentarte en sociedad y a los reyes de los países vecinos, he decidido dar un gran baile dentro de dos semanas. Ahí te presentaré formalmente y todos conocerán a la nueva reina. Pero temo por tu bienestar y tu seguridad. (suspirando) he recibido noticias de que esas alquimistas, Shetza y Helena andan rondando por la ciudad, y eso me preocupa, también me preocupan tus hermanos.
    - ¿y eso que significa? – preguntó Nicole resignada (genial, ahora seguramente aumentará la seguridad en la casa – pensó)
    - Pues que no confío mucho en los tres guardias que puse en tu casa, así que he decidido asignarte un guardaespaldas personal. Alguien de mi completa confianza, y uno de mis mejores elementos. Su increíble historial de victorias y de méritos, lo hacen digno de cuidar a su futura reina.
    - ¿se puede saber quién es? – preguntó Nicole enfadada
    - Ya debe de estar llegando, le pedí que viniera inmediatamente.
    - Disculpe Señor, ¿llamaba usted? – dijo Roy Mustang abriendo una de las puertas de la oficina de Bradley – Ni…ni… Nicole… - exclamó sorprendido al verla, ya que hacía tiempo que no la veía, y todos sus recuerdos afloraron
    - ¿Qué hace él acá? – exclamó Nicole levantándose abruptamente de la silla
    - Coronel Mustang, la razón por la que lo llamé aquí es para encargarle personalmente la seguridad de mi querida Nicole. Quiero que sea su guardaespaldas hasta el día de nuestra boda, y cuide de su seguridad, y también la de sus hermanos.
    - Pero Señor, lo que usted me pide… lo siento, pero tengo demasiadas obligaciones para cumplir. No podré hacerlo – respondió Roy mirando de reojo a Nicole
    - No le dije si podía o no, Coronel. Es una orden – increpó Bradley
    - ¡Bah! ¡Bradley! ¡yo no necesito niñeras! – exclamó Nicole tratando de salir del apuro - ¡si querías ponerme una, hubieras puesto a Armstrong y no al Coronel!
    - No mi querida. Quiero que te vigilen constantemente, y que sea alguien de alto rango ayudará a que no te pase nada malo – añadió Bradley mientras se acercaba a ella y le besaba el cuello por detrás – además sé que con alguien en tal rango, no podrás moverte como quisieras… y no pensarás en escaparte… como verás, te tengo en mis manos, Nicole querida…(susurrándole en el oído)
    - Pero Señor… - increpó Roy
    - ¡Nada de peros! – gritó Bradley golpeando su escritorio con ambas manos – déjennos solos – ordenó a todos los presentes – excepto Mustang y Nicole – gruñó.
    - Un momento, ¿nos trajo aquí tan solo para ordenarnos que nos vayamos? – exclamó Ed, enfadado
    - ¿¡Algún problema con eso joven Elric!? – gritó furioso el Führer golpeando aún más el escritorio
    - Será mejor que nos vayamos, hermano, podemos regresar después – dijo Al temerosamente
    - ¡Aprende a escuchar a tu hermano! ¡él si sabe como obedecer! – gritó Bradley
    - ¡Y tú no te atrevas a gritarle a mis hermanos! – gritó Nicole a Bradley

    La tensión en el ambiente podía cortarse con un cuchillo. Nicole y Roy no sabían como ocultar sus sentimientos, y a cada segundo que pasaba deseaban sentirse cerca, tocarse, besarse… aunque el otro creyera que no.
    Bradley ordenaba tajantemente, mientras los dos escuchaban callados. Finalmente nada pudieron hacer en contra de las órdenes del Rey.

    Bradley dejaría salir a la calle a Nicole, siempre y cuando Roy fuera con ella. Por ende, era casi lo mismo que no salir, ya que para hacerlo, tendría que llamar a Roy, y Nicole no quería verlo.

    La noche terminó en un enfrentamiento entre Bradley, Nicole y Roy. Aunque no lo quisieran, el destino nuevamente los estaba uniendo.

    Días pasaron. Edward y Alphonse ya habían descubierto muchas cosas en su camino a la piedra filosofal. Nicole se encerraba por largas horas en su habitación estudiando, lo cual le daba oportunidad a Ed de investigar sobre su vida, pues el comentario de Winry, lo hacía dudar a cada minuto

    Bradley vigilaba celosamente a su prometida. Ahora hasta las visitas de Maes estaban restringidas, y tan solo sus hermanos le servían de nexo con el exterior. Poco le importaba a ella. De todas formas si quería salir debería llamar a Roy, lo cual era demasiado para sus emociones, por ende, dedicó todo su tiempo en estudiar la piedra.

    **********************************
    Heiz despertó asustada. Quizás haya sido por la explosión que hubo en el cuarto contiguo al suyo. Corrió cubierta solamente por una bata casi transparente y entró en el cuarto de Keyriu. Allí, la encontró con la cara pintada de negro, fruto de la explosión, y con humo saliendo por todas partes

    - ¡Key! ¿¡Se puede saber que pasó!? – gritó asustada Heiz
    - Jejejeje… nada… solo intentaba realizar un experimento de los libros de Eriana =P
    - ¬¬ Keyriu, esto es alquimia avanzada… tu recién estás en la básica ¬.¬U
    - Eeehm… je… jeje… (con una gota en la frente) es que… (poniéndose en su pose de godzilla) ¡SI YO PUDE ENTRAR A LA MILICIA CON MIS POCOS AÑOS DE VIDA Y MI HERMOSO ROSTRO ENTONCES CREI QUE NO HABRIA IMPEDIMENTOS PARA INTENTAR ALQUIMIA AVANZADA MUAJAJAJAJAJA!
    - u.úU Esto es imposible… - dijo Heiz suspirando – el día que pueda controlarte, será el Apocalipsis… - añadió con una gran gota en su frente
    - ¡qqqq… quuuueee… QUE FUE LO QUE PASO! ¡QUE FUE ESA EXPLOSION! – interrumpió repentinamente Rina
    - Nada, solo fue Keyriu y uno de sus locos intentos de hacer alquimia avanzada… - dijo Heiz suspirando
    - ¿no que ella aún no pasaba la básica? – dijo Rina intrigada
    - Ni preguntes.. u.ú… si a las justas pudo pasar las 5 primeras lecciones
    - Es cierto… u.ú… se demoró como 8 días para transmutar aluminio y volverlo una lámina…
    - Hey ¬.¬ estoy frente a ustedes – dijo Keyriu
    - ¿¡QUE FUE ESA EXPLOSIÓN!? – interrumpió Eriana
    - Keyriu u.úU – respondieron a coro Heiz y Rina
    - Ahhh… ya me lo imaginaba u.úU – respondió Eriana

    Las muchachas rieron fuerte, mientras el recepcionista, con una bolsa con hielo en la cabeza, suspiraba y con una gota en la frente se imaginaba lo que había podido pasar.

    En unos días más, Rina y Eriana, pasaban con muy buenas notas el examen para Alquimista Estatal, y se convertían junto con Nicole, en mujeres Alquimistas.

    “Alquimista de la tierra” y “Alquimista del viento” fueron los apodos que les dieron a Rina y Eriana respectivamente.

    Heiz caminaba con recelo por los pasillos del Cuartel General. Cualquier encuentro con Nicole seguramente le traería a la mente los recuerdos de la vez en la que pelearon. Eso no le convenía para nada. Tenía que evitar de cualquier manera el encontrarse con ella.
    Antes de ingresar, se había puesto al tanto de la situación de la “Alquimista del Corazón de Hielo” gracias a Rossana, quien también le había contado acerca de lo que vio una vez, refiriéndose al “abrazo y al regalo que le dio Hughes a Nicole”

    - No hay duda que es una zorra completa – dijo Heiz con un visible enojo
    - Sí, es una maldita destruye hogares – contestó Rossana - pero… hay algo que me tiene intrigada… o.o – agregó
    - ¿Y que es?
    - ¿Por qué odias tanto a Nicole? O.o – que yo sepa ella no te ha hecho nada o.o
    - O.OU! es que… jejeje… n.nU yo.. pues… ¡ah porque concuerdo contigo! ¡nunca me cayó esa tipa! Je…jejeje… - tratando de encubrir sus verdaderos motivos
    - ¿eh? O.o… bien, si es así, pues…
    - Claro, claro n.nU…
    - ¡está bien! ¡yo se que ahora que todas estamos aquí, nada detendrá que descubramos a esa maldita!
    - Sí, no puedo creer como ese tipo de gente se lleva lo mejor, siempre.
    - Es cierto, ahora Nicole Elric se casará con el Rey y se convertirá en la Reina de nuestro país ¬.¬
    - Y lo peor es lo que dijiste… “Elric”… o sea… ¡todavía había ocultado todo eso!
    - ¿ocultar qué?
    - ¡Su verdadero apellido! Durante tanto tiempo mintió acerca de que era hermana de Edward y Alphonse Elric, y ahora se porta con ambos como si nada hubiera pasado y como si hubieran sido hermanos toda la vida…
    - Es cierto…

    ************************************************

    Los preparativos para la gran fiesta de compromiso del Rey eran mucho más de lo esperado. Lujos y excentricidades fuera de lo común habían formado un escándalo entre todos los habitantes del país. No es que la situación económica era mala, ni que la gente tuviera escasos recursos, pero los gastos exorbitantes y los lujos para una simple fiesta iban más allá de lo que todos pensaban.

    Alfombras persas que se extendían diez metros fuera de la entrada del salón principal, seda de China que recubría delicadamente las ventanas, decenas de miles de flores exóticas traídas desde parajes tan raros como el Líbano, Persia y Holanda, mas de mil galones de vino y comida como para abastecer a Ciudad Central por una semana era traída todos los días por grandes camiones al Cuartel General.

    Bradley había mandado a llamar a su prometida, obviamente para salir de la casa, ella tuvo que llamar a Roy. A pesar de poner miles de pretextos al Rey, Nicole no pudo negar una orden directa, y con todo recelo llamó a su “guardaespaldas personal”

    - Vengo a llevarla con su prometido, señorita Elric – dijo Roy cortantemente mientras estaba parado en el umbral de la casa
    - Gracias, pero puedo ir sola – contestó Nicole
    - Lo siento, señorita Elric, pero no puedo desobedecer las órdenes de mi General, así que tendrá que ir conmigo sin poner “peros”
    - De acuerdo Coronel Mustang, iré con usted, a cambio de que no vaya en el mismo auto que el mío
    - (¿No quieres verme, verdad? – pensó Roy – ahora que tienes a alguien mejor no quieres saber más de mi…) de ninguna manera, señorita. Son órdenes directas de Bradley de no apartarme de usted
    - (Y cuanto quisiera que así fuera – pensó Nicole – quisiera que las cosas no hubieran salido como están ahora, y que hubiera podido quizás descubrir la felicidad a tu lado) Como sea – dijo Nicole despectivamente – con lo poco que me importa…

    Ambos subieron al automóvil mientras Ed y Al se quedaban en la casa. Ed miraba por la ventana como su hermana se iba, y con algo de recelo jugaba impacientemente con un mechón de su cabello. En esos últimos días casi no había estudiado nada de la piedra. Solo se quedaba pensando por horas, divagando y tratando de borrar la idea que Winry le había metido en la cabeza.

    Los días para la boda se acercaban rápidamente, y para él era como si el tiempo se le fuese de las manos. Había logrado al fin llevarse bien con su hermana, a pesar de las “peleas” y desacuerdos, pero en fin, eso era normal entre ellos.

    Al por su parte, se llevaba de maravilla con ella. Su carácter pasivo y dulce hacía que la comprendiera y supiera como calmarla en sus momentos de tensión. Sólo él era quien podía acercársele cuando ella estaba enojada, o llevarle la cena cuando pasaba días encerrada en su cuarto.

    Durante todo ese tiempo, los tres habían aprendido mucho del otro.

    Bradley se encontraba en el balcón principal del Cuartel, supervisando la llegada de los implementos para el baile, cuando su prometida llegó. La llamó saludándola desde lo alto, y minutos después, cuando ella entrase sola a la habitación, la recibió con un beso, que ella casi no respondió

    - Esto es una exageración, Bradley – dijo Nicole levantando una ceja – Estás derrochando demasiado en un simple baile – agregó mientras caminaba hacia el balcón y miraba todo lo que traían los camiones
    - Mi querida, pero si esto no es exageración… solo quiero lo mejor y lo más bello para una mujer tan bella como tú – contestó Bradley mientras la abrazaba
    - No quiero todos estos lujos, ¡tú dijiste que sólo iba a ser un baile común y corriente!
    - Mira las flores que mandé a traer desde Persia… “orquídeas del paraíso” las llaman… pero no creo que ninguna de ellas pueda compararse con tu belleza…
    - ¿sabes cuanto costará todo este baile? – dijo Nicole un poco molesta – con todo este dinero tu…
    - Ya sé que vas a decir, mi querida, pero francamente no me importa. Yo gasto mi dinero en lo que me dé la gana
    - Dirás el dinero del estado ¬¬ - dijo suavemente Nicole
    - ¿dijiste algo?
    - No, nada… olvídalo
    - ¡oh por cierto! Se me olvidaba algo… tengo una sorpresa para ti, mi futura reina.
    - No quiero más regalos, Bradley
    - Ah… pero este yo sé que sí lo vas a querer… de lo contrario… ¿qué te pondrías para el baile?
    - O.o??
    - Adelante, madame Smith – dijo Bradley en voz alta
    - Gracias mi señor – dijo la Señorita Smith, la modista – entrando a la habitación con un maniquí cubierto por una gran tela negra.
    - ¿Qué es eso? – pregunto Nicole intrigada
    - Esto, señorita Elric, es su vestido de gala para el baile… - dijo emocionada la modista – emplee la mejor tela del país, hice los forros de seda pura y trabajé sin cesar por dos semanas, para conseguir al fin el más bello vestido que haya hecho en toda mi vida…

    La señorita Smith descubrió el vestido. Era azul metálico con adornos de encaje negro. Varias capas de tela formaban una larga cola que se arrastraba al menos 30 centímetros lejos del vestido, y cuentillas de onix finamente labradas y talladas caían sobre los hombros medio descubiertos del vestido, dando brillo y movimiento y hasta un suave sonido.

    - ¡Ahhh! ¡Hermoso! – exclamó Bradley – digno de una reina, ¿no lo crees mi vida?
    - Es bello realmente – expresó Nicole mientras se acercaba al vestido y lo miraba extasiada – nunca antes había usado uno de estos…
    - Te tendrás que ir acostumbrando, pues pienso “presumirte” en varios de estos vestidos en todas las galas a las que vayamos.
    - ¿“Presumirme”? – dijo Nicole en un tono enfadado – Veo que aún sigues pensando en mí como un objeto al que se debe mostrar ante tus amigos para decir cuán poderoso eres…
    - Ohh… Nicole está molesta – dijo Bradley con una sonrisa – eso no puede ser…
    - Creo… creo que debería dejarlos solos – interrumpió la señorita Smith
    - No, no. No se preocupe madame, que ya se como contentar a mi preciosa esposa
    - ¿Y ahora qué? – dijo Nicole suavemente entornando los ojos
    - No puedes ir a un baile donde tú serás la estrella sin usar la tiara real – dijo Bradley sacando de un cajón una pequeña caja negra de terciopelo

    Apenas la cajita se abrió, un destello de luz brillante cegó por unos momentos a Nicole. Una tiara de diamantes brillaba entre el terciopelo negro. Bradley la terminó de sacar, y la colocó en la cabeza de Nicole.

    ***********************************************

    La música sonaba y resonaba por el gran salón de baile del Cuartel General de Central.
    Mujeres elegantemente vestidas, luciendo joyas costosísimas, hombres de etiqueta estricta, reyes de otros países con sus respectivas familias, militares, en fin, cada gente importante estaba allí, esperando la entrada de la famosa prometida del Rey Bradley.

    Un vals ligero pero trepidante sonaba, y muchas parejas habían salido ya a bailar. Las mesas se llenaban con los más apetitosos manjares y bebidas y la fiesta llegaba a su apogeo.
    Edward también se encontraba allí, y a pesar de que Al había preferido quedarse, se encontraba sentado en la mesa de Hughes, junto con Riza y Armstrong.
    No pasó mucho para que Roy los acompañara también, quien estaba vestido de etiqueta, muy diferente al uniforme militar que lucía todos los días. A decir verdad, todos estaban así.

    Heiz, Rossana, Rina, Eriana y Keyriu también se encontraban allí, ataviadas con vestidos largos, dignos de la época, que a pesar de haberles costado casi un mes de sueldo.

    Bradley estaba sentado en la mesa de honor, junto con otros Reyes y sus esposas, discutiendo de asuntos de estado, cuando las grandes puertas del salón se abrieron y dejaron pasar a la invitada especial.

    Bajando tranquilamente las blancas escaleras estaba Nicole, vestida con aquel hermoso traje azul, con sus largos cabellos recogidos en una cola, de la cual largos rizos caían sobre sus hombros. Llevaba guantes negros que cubrían casi todo el brazo.

    Bradley la esperó al final de la escalera, mientras Ed dejaba caer el tenedor con comida que se estaba llevando a la boca. Nunca nadie había visto a Nicole tan bella como esa noche, y muchas bocas suspiraron extasiadas.
    Roy no dejaba de mirar a la mujer que amaba, cosa que Rossana percibió al instante, y acercándosele y tomándolo del brazo, hizo sentir su prescencia.

    Dignos invitados, Reyes y Reinas, altos funcionarios, compañeros en la milicia, invitados todos, los he reunido esta noche, para anunciar oficialmente mi compromiso con Nicole Emilia Elric, y presentársela a todos ustedes – dijo Bradley tomandola de la mano – Vean todos a mi hermosa prometida, quien hoy se ve más radiante que nunca. Puedo asegurar, que no hay mujer más hermosa que ella en todo el país… Y ahora, como es tradición del novio, debo entregarle su respectivo “regalo de bodas”

    Bradley sacó de su bolsillo un collar de diamantes que hacía juego con la tiara que le había regalado, mientras se lo ponía y se acercaba a ella, le susurró al oído: “Era de mi esposa, pero ella hacía que el collar perdiera su brillo, color y belleza, no como tú, que lo opacas… esa mujer no valía ni la quinta parte de este collar…” y luego le daba un beso al que ella tuvo que aceptar a la fuerza
     
  16.  
    Angelique Rin

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    Secretos del Pasado ? Nicole, ¿la primera Elric?
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    Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

    siguiente capitulo xD!:
    ****************************************************

    Secreto 35: La piedra filosofal que cambió nuestras vidas – 2da parte


    La noche pasaba “tranquilamente”.
    La pista de baile era adornada por mujeres con ostentosos vestidos, bailando con sus parejas al son de un vals. Hasta Ed se encontraba bailando con Riza, a petición de Hughes, Armstrong, Roy y todos los demás de la mesa.
    Sin duda era divertido verlos, ya que a pesar de que Riza era una buena bailarina, el tamaño de Ed no la ayudaba (nota: XD!!!).

    Roy y Rossana salieron seguidamente. Ella lucía radiante, quizas porque presumía ante todas las mujeres que ella había sido la que finalmente se había quedado con Roy. Ambos bailaban estupendamente, pero se podía notar que Roy no estaba feliz, ya que siempre, aunque sea de reojo, miraba hacia la mesa de Nicole, donde ella se encontraba sentada y aburrida, en medio de Reyes y Reinas, que compartían aparentemente una agradable charla.

    - ¿Sucede algo, mi amor? – dijo Rossana cariñosamente mientras se pegaba un poco más al cuerpo de Roy
    - No, nada, estoy bien – respondió él
    - Es que hace rato que no me miras al bailar, y aunque no me hayas pisado, siento que estoy haciendo algo mal…
    - No, no digas eso, querida, lo que pasa es que yo no soy tan buen bailarín.
    - Ay Roy, ¿Cómo crees? – respondió ella con una sonrisa – al contrario, llevas el paso perfectamente
    - Ah, gracias – dijo el sin prestar importancia
    - Dame un beso, Roy – dijo ella deteniéndose un poco en medio de la pista
    - ¿Qué dijiste?
    - Quiero que me des un beso, aquí, delante de todos
    - ¿Acaso te has vuelto loca?
    - No, quiero demostrarles a todos que ahora yo soy tu mujer, y que nadie más te tendrá
    - Rossana, ¿acaso te volvieron los celos?
    - ¡No estoy celosa! – dijo ella levantando un poco la voz – solamente quiero que todos vean lo felices que somos
    - ¿y besándote aquí, en medio de toda la gente, delante del rey, probará que lo somos? – dijo él un poco molesto
    - Al menos a mí si.
    - Es suficiente Rossana, creo que debemos ir a nuestra mesa – contestó el despectivamente mientras paraba de bailar
    - Pero… pero… ¡la pieza aun no termina!
    - Si vas a empezar con tus celos, entonces para mí ha terminado – respondió él tomándola de la mano y caminando fuera de la pista de baile
    - Roy, espera – dijo ella resistiéndose - ¡Suéltame! ¡no pienso salir así!
    - ¡Rossana ya basta! ¡Vamos a sentarnos!
    - ¡No!
    - ¡No te das cuenta que estás haciendo un escándalo! – dijo el mientras se percataba que los demás los estaban mirando
    - ¡El que comenzó todo esto fuiste tú!
    - Ay Rossana, por favor… simplemente ya me cansé de bailar. Es suficiente para mí por esta noche.
    - Pero… Roy… ehm…. ¡está bien! … Pero yo seguiré bailando después ¿eh?
    - Has lo que quieras – respondió el despectivamente mientras salían de la pista y se sentaban en su mesa.


    Nicole realmente se encontraba aburrida. Solamente tomaba vino, y no comía nada, y ni prestaba atención a las conversaciones de los invitados. A ratos miraba para todos lados, como buscando la presencia de Roy, pero ya no podía verlo.
    Lo había estado mirando todo el tiempo que estaba bailando con Rossana, pero ahora que se había retirado, todo había vuelto a la normalidad, y ella seguía en la mesa, aburrida.

    - ¿Querida, quisieras algo de comer? – preguntó Bradley tomándola de la mano
    - ¿Eh? – contestó Nicole, saliendo de la especie de trance en el que se encontraba
    - Te decía que si quisieras algo de comer… has estado tomando solo vino, y me temo que si no llevas nada en el estómago, la bebida te va a emborrachar…
    - No lo creo, además que no quiero nada – respondió ella para tratar de apaciguar la mirada de Bradley, quien parecía no creerle – es que… lo que pasa es que… ¡Estoy a dieta! – dijo ella para mantener las apariencias
    - Jajajaja… su majestad – interrumpió una de las reinas – déjela. Entiendo perfectamente la inapetencia de su querida prometida. Recuerdo que semanas antes de mi boda con mi esposo, yo también mantuve una dieta estricta, casi no comía nada para lucir maravillosa el día de la boda
    - (Me he salvado – pensó Nicole) Es cierto… esa es la razón – añadió
    - Mujeres… todo lo que hacen por verse bellas para nosotros – dijo otro de los reyes en la mesa
    - ¡Jajajaja! – rió estrepitosamente Bradley – no sabía que podías lucir más bella mi querida Nicole… ¿Pueden imaginárselo? – preguntó a los de la mesa - ¿Pueden creer que mi esposa puede ser más bella aún?
    - Por lo visto su esposa puede serlo – dijo otro Rey con una mirada lasciva – El día que conocí a su futura Reina, me pareció la mujer más hermosa que haya visto, y juré que no podría ser más, sin embargo, ahora, al verla con ese vestido y esas joyas, mi teoría ha fallado.
    - Tiene usted toda la razón, mi querido amigo. Mi esposa puede ser más bella aún – respondió Bradley – Y ni quiero imaginar aún lo más bella que eres debajo de ese vestido – le dijo a Nicole susurrándole al oído
    - Eres un… - respondió NIcole entre dientes
    - Ah, ah, ah – dijo Bradley moviendo un dedo en signo de negación – hoy no voy a permitirte enfrentarte conmigo mi querida Nicole… sonríe para los invitados y ponte hermosa, porque sino, alguien cercano a ti pagará las consecuencias…
    - ¡Bradley te juro que…! – dijo Nicole levantándose intempestivamente de la mesa, llamando la atención de los invitados.
    - ¡Me parece una fantástica idea, mi querida! – dijo Bradley levantándose también de la mesa y dándole una mano – Verán, mis queridos invitados, mi amada prometida tiene deseos de bailar, y como verán… nada puede negarse a una mujer tan bella. Creo que llegó mi hora de recordar cómo se bailaba – añadió entre risas, causando las risas de los demás también - ¿Bailamos, querida? – preguntó a Nicole
    - Como quieras – respondió ella con la cabeza a un costado.

    La gente se apartó formando un camino hacia la pista de baile, mientras el rey y la futura reina caminaban de la mano, ante las miradas de todos. Roy se encontraba sin quitarle un ojo de encima a Nicole, pues lo tenía embelesado con su apariencia.

    Pero detrás del salón, los pocos guardias que no habían asistido a la fiesta, se encontraban en un movimiento caótico, ya que unos sucesos repentinos en la ciudad, habían puesto en alerta a todo el personal activo. Shetza y Helena habían aparecido, y al parecer, habían tomado un orfanato, donde se encontraban haciendo una masacre.

    - ¡Tenemos que informarle al rey Bradley inmediatamente! – dijo uno de los soldados
    - ¡Estás loco! El pidió no ser molestado en absoluto mientras se encontraba en la fiesta. Nosotros podemos manejar esto por nuestra cuenta – respondió un sargento
    - ¿Con esas dos maniáticas? El que debe estar loco es usted – respondió un teniente segundo – déjenme que yo ire a informar al rey. Asumiré las consecuencias si es necesario.

    El teniente se dirigió hacia el gran salón, caminando presurosamente. Se abrió paso entre la multitud, y vio al Rey comenzando a bailar con Nicole. Tomando aire, y caminando directo hacia ellos, puso una mano en el hombro del rey, y contándole al oído todo lo sucedido, pidió disculpas

    - Lo siento mucho su Majestad, nunca fue mi intención interrumpirle, pero…
    - No te preocupes – dijo Bradley visiblemente contrariado – esto es algo de lo que debo encargarme personalmente
    - ¿Qué pasa? – dijo Nicole – Bradley ¿qué esta sucediendo?
    - Nada, mi querida – respondió él tratando de disimular – lo siento, pero debo dejarte. Ve a la mesa, ¡y por un demonio, intenta aparentar que estás feliz! – dijo enojado

    Bradley dejó a Nicole sola, en medio de la pista de baile, sin que los invitados lo notaran.
    Ella comenzó a sentirse incómoda. Los movimientos de las demás parejas no la dejaban moverse libremente, y encontrar una salida. Estaba confundida y miraba hacia todos lados, caminando en círculos. Sintió nervios, y pensó que al terminar el baile todos se fijarían que estaba sola.

    “¿!Pero y eso qué me importa!?” pensó en un momento, pero la gente, las miradas y todo a su alrededor las hicieron sentir intimidada. Dejó de caminar en círculos y se puso exactamente al medio de la pista, debajo del gran candelabro de cristales que adornaba el sitio. Bajó un poco la cabeza y se resignó a pasar una vergüenza momentánea. No le quedaba más que esperar a que la pieza terminara.

    De pronto la música cambió repentinamente, de un vals agitado y rápido, a uno lento y más romántico. Las parejas pararon su paso, y se apresuraron a cambiar de ritmo. Poco a poco se fueron dando cuenta de que Nicole estaba sola, y en especial las mujeres, comenzaron a susurrar entre ellas.

    Como la pista se había despejado casi en la mitad, ella se dispuso a salir, levantándose un poco la falda para caminar, pero fue interrumpida por una mano que le ofrecía bailar.

    - ¿Bailamos, su Majestad? – dijo la voz detrás de ella
    - Lo siento, pero yo… - respondió volteando y dándose cuenta de quién era aquella voz que le sonaba tan familiar.

    Sin dejar que continuara, Roy la tomó por la cintura y tomando una de sus manos la llevó nuevamente hacia el centro de la pista, y comenzaron a bailar, sin decirse palabra alguna.

    La gente dejó de murmurar, y acompañaron a los dos, dando vueltas en círculos a su alrededor.

    Ambos no se decían nada, pero sus miradas expresaban todo. Aún se amaban con la pasión de antes y sabían que ambos se correspondían. Bailaban muy cerca uno del otro, y Roy pudo sentir nuevamente el perfume de Nicole, aquél que lo descontrolaba y que le gustaba.

    Apoyó la cabeza de Nicole contra su pecho, sin importarle en dónde estuvieran bailando o quienes los estuvieran viendo, y siguieron bailando.

    - ¿Por qué lo hiciste? – dijo suavemente Nicole
    - ¿Hacer qué? – respondió él.
    - Invitarme a bailar. Debiste dejarme sola.
    - Un caballero nunca puede dejar a una dama sola en medio de un baile, pensé que era descortés hacerte eso.
    - ¿entonces lo hiciste solo por eso?
    - No. – respondió él levantando un poco la cabeza y mirando el gran candelabro – Lo hice porque no me gusta verte sola. Y mucho menos triste.
    - Roy… - se limitó a decir ella mientras levantaba la mirada también.
    - Mira todos esos cristales… ni ellos con su brillo, o tu hermoso collar y tu tiara pueden compararse con el brillo de tus ojos aquél día en el que te propuse matrimonio
    - ¿Y ahora mis ojos no tienen ese brillo?
    - No. Hace mucho tiempo que no veo en tus ojos expresar nada. Los veo vacíos, tristes, opacos…
    - Pues yo no creo eso… para que sepas soy feliz con Bradley – dijo volteando la cabeza hacia un costado
    - ¿y entonces por qué no me lo dices mirándome a los ojos?
    - Soy feliz – respondió ella tratando de mirar a Roy
    - ¿sabes una cosa, Nicole? No te creo ni una sola palabra.
    - ¿Insinúas que la palabra de tu reina es mentira?
    - “Casi Reina” – replicó él – tú aún no eres mi reina.
    - Roy Mustang, no comiences que yo…
    - No hagas que me enoje, a menos que quieras que te bese en este preciso momento – respondió él sujetándola con un poco de fuerza a su pecho
    - O.O! ¡No te atrevas Roy!
    - Entonces solo sigue bailando y no digas nada más.

    Ambos continuaron, en silencio, sin decir nada. A Nicole le gustaba estar cerca de él nuevamente, y se repetía constantemente para sí las palabras que le dijo: “Hace mucho tiempo que no veo en tus ojos expresar nada. Los veo vacíos, tristes, opacos…”
    Tenía razón. Junto a Bradley, ella no veía nada más que un camino que la llevaría a marchitarse por completo, pero era el precio a pagar por conseguir lo que tanto había buscado.

    Los invitados de la mesa real no quitaban las miradas de encima de Nicole y su acompañante. Se preguntaban entre ellos quién era aquél muchacho con el que bailaba la futura reina, y especialmente, ¿A dónde había ido Bradley?

    La música cesó, Roy acompañó a Nicole a su mesa. Tras presentarse formalmente con los Reyes y Reinas, se retiró a la suya.
    Rossana increpó durante media hora el por qué Roy había ido a bailar con NIcole, dejándola en ridículo, ya que todos decían “¿Roy no es novio de la Teniente Rossana?¿Entonces que hace bailando con la prometida del Rey?”

    - ¡No voy a permitir que me hagas pasar por esto Roy! ¿entendiste? – gritó Rossana enfadada tras una columna, alejada de la mesa donde estaban- ¡Y mucho menos con esa zorra!
    - ¡Tranquilízate de una buena vez Rossana! ¿Qué demonios te pasa? – respondió Roy
    - ¡No quiero que te acerques a esa maldita Nicole!
    - ¡No pienso soportar tus celos ni un minuto más!
    - ¿Ah no? ¡Y tú como te sentirías si me vieras bailando con una persona repulsiva y despreciable como ella! ¡Esa Nicole es una perra! ¡Es la amante de Maes Hughes y ahora se casara con el Rey! ¡No es más que una trepadora arribista!
    - ¡Cierra la boca! ¡No voy a permitir que digas eso de Nicole! – gritó Roy mientras la miraba furioso
    - ¿pero qué…? ¿Qué demonios esta sucediendo? – dijo Rossana entre lágrimas - ¡Ahora la defiendes! ¡si tú eras el primero en decir que ella era una persona insoportable! Roy ¡Respóndeme!
    - ¡No voy a permitir que hables sin fundamento de una persona! ¡Estas cegada por tus malditos celos!
    - Es ella… ¿¡Es ella no!? ¿¡Nicole Elric es la mujer de la que te enamoraste perdidamente no!?
    - Ahora si que estas hablando tonterías, Rossana.
    - ¡No! ¡Yo se que es ella! ¿o sino por que bailaste con ella?
    - ¿¡Te parecería que la futura Reina estuviera bailando sola!?
    - ¡Claro, ahora te preocupas por ella! ¡hace unos meses no te hubiera importado! ¡Es más, te hubieras burlado de ella! ¡pero no! ¡Ahora te preocupas por ella!
    - ¡Es suficiente Rossana, nos vamos!
    - ¡NO! ¡Yo me ire SOLA! ¡No necesito que me acompañes!
    - ¡Bien!
    - ¡Perfecto! – gritó Rossana mientras de un pequeño empujón quitaba a Roy de su camino.

    Los de la mesa de Roy ya se habían dado cuenta, y sin decir palabra, esperaron a que Rossana se fuera para comentar. Roy no regresó con sus amigos, sino que se quedó dando vueltas en círculos.
    No falto mucho para que Ed también se retirara, puesto que la fiesta le había aburrido mucho.
    Caminó lentamente hacia la mesa de su hermana, y la llevó a un costado.

    - ¿Te vas ya? – dijo Nicole suspirando
    - Estoy demasiado aburrido. Ya sabes que estas cosas no me gustan, además que nunca estuve de acuerdo con esta tontería que estas haciendo.
    - Edward, no empieces…
    - Digo la verdad… aún no acepto, NI ACEPTARÉ ese matrimonio tuyo
    - Sin embargo viniste a la fiesta de compromiso
    - ¿Crees que podría perderme la oportunidad de verte en vestido largo y bailando con el rey?
    - ¬¬ Ed… ¿acaso me estás coqueteando?
    - ¬¬ para nada… mas bien me da risa verte vestida asi… te ves ridícula – contestó pegando una carcajada.
    - Enano pulgoso ¬¬
    - Ahora si tendré razon para llamarte “reina de hielo” ¬¬
    - Mejor te vas antes de que …
    - Si, si, si… ¡bah! Mira como tiemblo…
    - Ed… me las pagas…
    - Bueno, bueno, mejor nos vemos en la casa y no se diga mas o.ó

    Ed se alejó de ella, mientras se ruborizaba al pensar en la apariencia de su hermana. Sin duda aún le gustaba, y aunque sentía que había dejado de amarla como antes, sin duda le resultaba muy atractiva.

    La noche continuó y a medida que avanzaba le resultaba más incómoda para Nicole y Roy, quienes trataban de encontrar sus miradas desesperadamente, mas evitando que el otro se diera cuenta. Ella fue quien se rindió primero. “Debo de dejar de pensar en él, de todas formas ya no será para mí” se dijo a sí misma, mientras trataba de encontrar interesante las banales conversaciones de las demás reinas y princesas de la mesa, quienes intentaban conocer a fondo a la futura Señora de Bradley.

    Roy no se daba por vencido. En el momento en el que había bailado con ella, había sentido algo de su parte. Ahora tenía la seguridad de que Nicole aún no lo había dejado de amar, y se había propuesto reconquistarla. Pero primero era conseguir una de sus miradas, y así confirmar sus sospechas.

    Finalmente, y tras casi dos horas, los dos ex amantes cruzaron sus miradas momentáneamente. Casi de inmediato, Nicole no pudo soportar delatarse, y se levantó de la mesa intempestivamente, sin poder dejar a los demás levantarse y despedirse apropiadamente.
    Corrió hasta el balcón principal, que se encontraba levemente iluminado por la luna, y se detuvo allí por un rato. Trataba de despejar su mente de aquellos recuerdos que tenía con Roy, y tomando un poco de aire, comenzó a respirar lentamente.

    Una figura masculina apareció entre las cortinas del balcón. Ella no se dio cuenta, solamente cuando sintió unos brazos que la rodeaban por la cintura y la atraían hacia él.

    “Roy…” alcanzó a decir en un leve suspiro, antes de que él la besara apasionadamente.

    Ambos se besaron como nunca antes. Se entregaron en un beso todas aquellas pasiones reprimidas que habían guardado todo ese tiempo. El vestido azul iluminado por la luna, y destellando intermitentemente de Nicole, excitaba a Roy de sobremanera, mientras que el atuendo con el smoking de él, le provocaba a ella un ardor en todo su cuerpo.

    Ambos se escabulleron del baile y del salón lo más discretamente posible, hacia los cuartos de los militares.

    Aquella noche, los dos hicieron el amor repetidas veces. Se entregaron completamente y dieron rienda suelta a su deseo. A ninguno de los dos les importó si tuvieran compromisos o no, cada caricia, cada beso que se daban, cada vez que sentían la respiración del otro, a cada momento eso significaba un estremecimiento, escalofríos, y un placer que nunca antes habían sentido.

    Al día siguiente, todo era claro para ellos. Se amaban demasiado como para volver a separarse. Desde ese día, se convirtieron nuevamente en amantes, a escondidas de todos, cada noche se entregaban en cuerpo y alma, y no era hasta sino el amanecer, que cada uno se separaba y se iba a su respectiva residencia.

    *******************************************

    Al y Chivi paseaban tranquilamente por la plaza mayor de Ciudad Central. Gracias a Nicole, quien a pesar de su personalidad dura y poco cariñosa, había usado sus encantos para convencer a Bradley de dejar visitar a su mejor amiga en su casa. Ahora Chivi estaba autorizada para entrar a la residencia de Nicole, cuando quisiera. Cosa que aprovechaba también para visitar a Alphonse.

    - Me alegra tanto volver a ver a mi mejor amiga – dijo Chivi mientras trataba de ocultar una lágrima que le corría por la mejilla.
    - No es necesario que llores por eso – le respondió Al, mientras que con una de sus duras manos de acero, limpiaba del rostro de su amiga esa lágrima.
    - Gracias – respondió un poco sonrojada – Es que hace mucho tiempo que no la veía, gracias a ese maldito de su prometido ¬¬
    - Hey, no me gusta que hables así ò.ó
    - Lo siento u.ú pero realmente me desagrada ese tipo u.ú
    - A mi tampoco me simpatiza para serte sincero – respondió Al mientras levantaba un poco su cabeza hacia el cielo – la verdad ella lo hizo por…
    - ¿Por qué? Rayos… ¡Al tú sabes algo!
    - O.O!!! (¡rayos! ¡que hice! – pensó – no puedo decirle que lo hizo por obligación -.-) ehm… no la verdad que creo que ella lo hizo por que quería aumentar su calidad de vida n.nU
    - ¬.¬U excelente razon, Al… me convenciste demasiado
    - n.nUU es que yo …
    - no Alphonse. Yo sé que tú sabes algo más… por favor, dímelo.
    - Lo siento Diana, no puedo ._.
    - ¿Diana? ¿Por qué me llamaste así? Tu siempre me has llamado por mi apodo…
    - Es que quiero hablarte en serio. Realmente no puedo decirte el por qué de la decisión de Nicole.
    - Está bien. Entiendo perfectamente. Sé que no confías en mí para nada.
    - No, no es eso Chivi… por favor espera…
    - Creo que por hoy paseamos lo suficiente – dijo Chivi mientras se alejaba de Al rápidamente
    - Espera, Chivi…

    Al corrió lo más rápido que pudo, pero no pudo evitar de que un automóvil, al pasar rápidamente, empapara de pies a cabeza a Chivi, ya que una de las llantas pasó sobre un charco de agua en la acera

    - ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHH! ¡maldito carroooo! – comenzó a gritar la pequeña, mientras agitaba sus brazos en el aire
    - ¡Chivi! ¡Me diste un susto! ¿¡Estás bien!?
    - ¡Como voy a estar bien! ¡Mírame! ¡Mi vestido nuevo se ha arruinado! ;O; - respondió cayendo al piso sentada.
    - Jajajajaja… tu nunca cambias…
    - >.< ¿a que te refieres con eso?
    - A que siempre le ves el lado divertido a la vida. Quizas eso sea lo que más me gusta de ti…
    - o//////o ¿lo que más te gusta de mí?
    - Pues… la verdad es que es cierto.
    - Al… deja de decir eso… - dijo Chivi con una sombra en los ojos
    - ¿Por qué? ¿No puedo decir que me gusta de tí?
    - ¡No! ¡No puedes!
    - Pero… no entiendo :S
    - Es que… lo que pasa es que… >.<!!!!
    - Dime Chivi, ¿Qué sucede?
    - Al, lo siento, pero debo irme >.<!!
    - ¿Otra vez lo mismo?
    - No, no… esta vez si tengo que irme…
    - Bueno, pero deja que te lleve a tu casa, ¿de acuerdo?
    - Esta bien, pero no quiero hablar de nada en el camino ._.
    - Como quieras :S

    Ambos caminaron en silencio hasta el hotel donde se alojaba Chivi, quien entró corriendo, sin despedirse de Al. Cuando llegó a su habitación, se tendió en la cama, mirando hacia el techo, y pensando que quizás, haya confirmado sus sospechas de que se había enamorado de su mejor amigo.

    **************************************************

    Los meses pasaron nuevamente. Al y Chivi no se habían vuelto a ver desde aquella vez, en cambio, Nicole y Roy mantenían su relación a ocultas de todos.
    Ed se había vuelto cada vez más distante del Cuartel y de sus obligaciones, y solamente se dedicaba a estudiar el funcionamiento de la piedra Filosofal.

    Unos golpes en la puerta principal de su casa, despertaron a Nicole. Como su habitación tenía una ventana que daba casi al exterior, preguntó por allí.

    - ¿Quién es y que es lo que desea a esta maldita hora?
    - Querida, ¿así es como recibes a tu futuro esposo? – respondió la persona detrás de la puerta
    - ¿Bradley? ¿pero que haces aquí? ¡Son las dos de la mañana!
    - Solamente quería ver a mi adorada prometida, necesitaba verte Nicole…
    - ¡Demonios Bradley! ¿¡Aún sigues enojado por que me fui de la fiesta!?
    - Para nada, mi vida. Solamente quiero que me abras la puerta
    - No debería abrirte por venir a esta hora ¬¬
    - Vamos Nicole, ábrele la puerta a tu amado Bradley…
    - (Hay algo extraño en todo esto – pensó ella mientras intentaba mirar por la ventana a la persona – Bradley nunca es tan cariñoso conmigo) Un momento, voy a abrirte… :S
    - Aquí te espero Nicole, querida.

    Nicole bajó las escaleras con cautela, cuando una mano en su hombro hizo que gritara muy fuerte

    - ¡AAAAAAAAAAH!
    - Oye ¬.¬ ni que fuera tan terrorífico – dijo Ed
    - ¬.¬ Enano de mierd…
    - ¿Que dijiste? ¬.¬
    - Olvidalo ¬.¬… ¡CASI ME MATAS DEL SUSTOOOOOOOO!
    - ¿acaso tengo la culpa de que te asustes de todo? ¬.¬U
    - ¬.¬ si claro…
    - Por cierto, Nicole, ¿no pensaras abrir la puerta, verdad?
    - Es Bradley.
    - ¿Qué demonios hace a esta hora aquí?
    - No lo sé. Simplemente dice que quiere verme.
    - ¿y no te parece extraño que venga a visitarte a esta hora?
    - Claro que si. Hay algo que no cuadra.
    - ¿y aun así piensas abrirle la puerta?
    - De todas formas, Edward, el es mi prometido, y debo obedecerle.
    - Vaya, con que ahora te has vuelto una chica obediente ¿no?
    - ¡No te burles Ed! ¡Tengo mis razones!
    - ¡Bah! No vendrás a decirme nuevamente aquella de “lo hago por ustedes” ¿no?
    - No. Esta vez, lo hago por mí.
    - Pero que sorpresa, mi querida hermana – respondió Ed con una sonrisa sarcástica – ahora estás siendo egoísta… esto es toda una novedad…
    - ¬.¬ no me pongas esa sonrisita, que no te queda para nada. Deja el sarcasmo para la gente mayor, como yo, de hecho, con un tamaño de niño como tu, ese tipo de actitudes no dan para nada… - respondió ella con el mismo tono de Ed.
    - ¬.¬ ¿a quien le estas llamando pequeño?
    - ¡Ya Ed, por favor! ¡NO comiences!
    - Está bien ¬.¬ pero anda a abrirle a tu adorado Bradley antes que se enoje ¬.¬

    Ambos hermanos caminaron hacia la puerta. Nicole se abrigó un poco con la bata que llevaba puesta, ya que el frío ambiente de la madrugada la hacía temblar un poco. Una de sus manos se dirigía hacia la manilla de la puerta para abrirle a Bradley, cuando recordó algo.

    - Vamos mi querida, apúrate que me está dando mucho frío – dijo Bradley
    - Un momento – respondió Nicole – Estoy buscando la llave…
    - Apresúrate Nicole, que yo también me muero de frío – dijo Ed mientras prendía las luces de la entrada
    - Espera… - respondió ella - ¡Listo! ¡aquí está la llave!
    - De prisa, mi vida, que tu Bradley tiene frío…
    - (girando la llave y entreabriendo la puerta) Bradley deja de decir estupideces y… - dijo Nicole reaccionando intrigada y convirtiendo una de las llaves en una daga, por alquimia - ¿Quién demonios eres? ¡Tú no eres Bradley!
    - ¿Nicole de que hablas? – dijo Ed caminando hacia ella - ¿Qué no ves que es el Rey?
    - ¡Bradley tiene un duplicado de la llave! ¡Pudo entrar sin decirme nada! ¡Este es un impostor!
    - Vaya, te has vuelto muy lenta Nicole. Pensé que deducirías eso a los cinco minutos, pero veo que tu cerebro no está funcionando como debe… - interrumpió una sombra que salía de entre la oscuridad de la calle
    - ¡Tú! – gritó Nicole sorprendida – ¡Vieja maldita!
    - ¡Que demonios está pasando aca! – gritó Ed - ¿Quién es esa?
    - Yo, mi querido, soy nada más y nada menos que la maestra de tu hermana. Mi nombre es Dante.
    - ¿Qué? ¿¡Nicole que está pasando aquí!? – gritó Ed intrigado
    - Ed, vete de aquí, despierta a Al y ambos vayanse lo más lejos que puedan… - dijo Nicole seriamente, mientras apuntaba a Dante con su daga.
    - ¿pero de que rayos hablas? ¡Ahora mismo me vas a explicar lo que está pasando! – respondió Ed enérgicamente
    - ¡HE DICHO QUE TE LARGUES DE AQUÍ! ¡VETE ED! ¡POR UNA MISERABLE VEZ EN TU VIDA HAZME CASO!
    - No, no, no, no… me temo que no puedo dejar ir a tu hermano, mi querida hija – dijo Dante con una sonrisa macabra – Ya que se llevan tan bien, he tomado la decisión de que ambos me podrán ser útiles.
    - ¡Eso ni lo sueñes maldita anciana! – gritó Nicole al mismo tiempo que atacaba a Dante, pero era detenida por uno de los brazos de “Bradley”
    - No imagine que la hija de ese bastardo fuera tan fuerte – dijo el “falso Bradley” – Sin embargo, ni por ese motivo serás más fuerte que yo, maldita mujer – agregó mientras comenzaba a transformarse.
    - ¡Pero qué dem…! – gritaron Ed y Nicole al mismo tiempo
    - Dante, ¿Por qué no me dijiste que Ira era tan débil? Me hubieras ahorrado hacer ese patético teatro de Bradley… - dijo aquél ser, que era nada más y nada menos que Envidia.
    - Tú… tu eres un homúnculo… - dijo Nicole con la voz entrecortada
    - “Envidia” para ti – respondió el homúnculo quitando en un rápido movimiento la daga a Nicole y apuntándole con la misma.
    - ¡Aléjate de mi hermana! – gritó Ed mientras corría a atacar a Envidia transformando su automail
    - Con gusto, si logras identificar a tu hermana – respondió Envidia, quien se transformó rápidamente en una copia exacta de Nicole

    Ambos personajes se separaron, mientras Ed miraba confundido a ambas. Por más que la verdadera Nicole le gritaba que ella era la real, Envidia hacía lo mismo. Él solo atinaba a dar golpes aleatorios a ambas “muchachas”, quienes esquivaban los golpes rápidamente.
    Dante aprovechó entonces para colocarse detrás de Ed, y con un suave golpe (ya que estaba usando alquimia) lo dejó inconsciente. Al no tardó en aparecer también, ya que los extraños ruidos y los gritos de sus hermanos lo habían despertado.
    Cuando iba a atacar, Gula sujetó por detrás a Al, inmovilizándolo inmediatamente. La verdadera Nicole quiso ir en su ayuda, pero Envidia se colocó delante de ella, poniéndose en guardia.

    Los golpes iban y venían, la verdadera Nicole lucía cansada, quizás fruto de que su alquimia se había estado reduciendo con el tiempo, mientras que Envidia no mostraba muchos signos de cansancio. Dante, usando la misma técnica con la que inmovilizó a Ed, se colocó detrás de Nicole y la dejó inconsciente.

    Los tres hermanos despertaron en una gran sala, con una especie de círculo alquímico dibujado en el piso. Era demasiado parecido al del laboratorio 5.
    Ed fue el primero en despertar. Estaba confundido y mareado, pero pudo ayudar a sus otros dos hermanos a volver en sí.

    Los tres caminaron tratando de buscar una puerta que los condujera fuera del salón, pero era inútil. Las cuatro paredes estaban selladas, y como sus manos se encontraban atadas, de manera que no pudieran juntarlas o usarlas para dibujar un círculo de transmutación, les era imposible salir.

    De pronto, una puerta comenzó a dibujarse en una de las paredes, tras la cual apareció Dante, acompañada por Envidia y Codicia.
    - veo que ya despertaron – dijo ella con sarcasmo - ¿durmieron bien?
    - ¿Qué demonios quieres ahora, Dante? – gritó Nicole - ¡Ahora mismo me vas a explicar lo que está pasando!
    - Tranquila, querida. Eso es lo que iba a hacer.
    - ¿Quién eres tú? ¡qué quieres de nosotros! – gritó Ed
    - Eres tan parecido a tu padre, Edward. Sin duda eres el hijo de Hohenheim – dijo Dante acercándose a él
    - ¡No menciones el nombre de ese bastardo! ¡Ese imbécil no se merece llamarse padre! – gritó eufórico Ed
    - Ed… basta, no llames así a papá – dijo Al, tratando de mantener la calma
    - No, Al… sin duda es un nombre que me merezco – interrumpió Hohenheim, entrando por la puerta, y colocándose al lado de Dante.
    - ¡Hohenheim! – gritaron Ed y Nicole
    - ¿Papá? – dijo Al, mientras intentaba recordarlo
    - ¡MALDITO BASTARDO! ¡ASÍ QUE FUISTE TÚ EL QUE ME TRAJO AQUÍ! – gritó Nicole mientras corría a atacarlo
    - No, no, no… ahora no atacarás a nuestro padre, mi querida “hermanita” – dijo Codicia mientras sujetaba a Nicole
    - ¿Hermanita? – dijo Ed – Nicole… ¡Explícame lo que está pasando!
    - ¿Qué no sabes que Nicole es mi hermana? ¿Y la hermana de Envidia también? – replicó Codicia
    - Esa maldita bastarda no es mi hermana ¬.¬ - dijo Envidia
    - ¿a que se refieren? – dijo Al intrigado - ¡Los únicos hermanos de Nicole somos nosotros!
    - Hermanos de sangre, quizás – agregó Codicia – pero nosotros somos algo más que eso…
    - ¡Cierra la boca Codicia! ¡Maldito no te atrevas a decírselo o te juro que…! – gritó Nicole mientras trataba de liberarse de Codicia
    - ¿Qué es lo que me harás querida hermanita? Como te veo ahora, no creo que puedas hacerme nada más…
    - ¡No te atrevas!
    - Pues si yo no se lo digo, alguien más tendrá que decirselo… - contestó Codicia sonriendo sádicamente
    - ¿Qué es lo que piensas decirme? ¡Responde! – dijo Ed contrariado
    - ¿ya viste Ira? Tu pequeño hermano quiere que le digas la verdad…
    - ¡No me llames así! ¡Yo ya le dije toda la verdad!
    - No Nicole. Tú solo les dijiste a tus hermanos, lo que querías que oyeran – respondió Codicia – Verás enano, tu hermana no es humana, ella es…
    - ¡Es suficiente! – interrumpió Hohenheim con una voz imperativa – Codicia… ¡Te prohíbo decir algo acerca de Nicole!
    - Pero padre…
    - ¡nada de peros!
    - ¡Ahora el que quiere saber la verdad soy yo! – gritó Ed - ¡Nicole, maldita mentirosa! ¿¡que fue lo que nos ocultaste!?
    - Ed… yo…
    - Nicky, ¿existe algo más que no nos hayas contado? – dijo Al tiernamente – vamos, nosotros comprenderemos…
    - Lo que pasa es que yo soy… yo…
    - Lo que pasa es que Nicole siempre supo el ingrediente sustancial de la piedra filosofal – agregó Hohenheim – y nunca quiso decírselos por miedo.
    - ¿Qué rayos estás diciendo? – le preguntó Nicole a su padre
    - Mira a tu alrededor, Ed… dime que es lo que ves – dijo Hohenheim
    - Parece un círculo de transmutación… ¡pero que tiene que ver con mi hermana!
    - No es un círculo cualquiera, es un círculo perfecto, un arreglo que se podría decir, “está hecho por los dioses” – interrumpió Dante – oh, si, Edward… este es el círculo para crear una piedra filosofal… ¿pero sabes cual es el precio?
    - ¡Habla de una buena vez, vieja de mierda! – gritó Ed con los ojos desorbitados y completamente fuera de sí
    - ¿Por qué no se lo dices tú, Nicole? – dijo Dante mientras le sonreía
    - Ed… - dijo Nicole mirandolo directamente a los ojos – lo siento, esto es algo que recién descubrí hace dos días… y no quise decírtelo hasta confirmarlo, pero no sé como esta maldita mujer pudo enterarse de que yo ya lo sabía…
    - Habla de una buena vez… - dijo Ed respirando agitadamente
    - El secreto para crear una piedra filosofal es…

    Un grito en medio de la habitación estremeció a Al y Nicole. Finalmente el secreto se había revelado.

    *********************************************

    El sol alumbraba calurosamente el pueblo de Rizembool. Winry se encontraba reparando algunos automails en su casa, mientras que Pinako cocinaba el almuerzo.
    Ed aún no despertaba, se encontraba durmiendo en su cama, y aunque había dormido ya más de dos días, era como su manera de escapar a la realidad. Quizás así llegara a olvidar todo lo que había pasado.

    Den, el perro de la familia, comenzó a ladrar, cuando dos figuras muy conocidas llegaban a la casa de los Rockbell.

    - ¡Mayor Armstrong! ¡Teniente Coronel Hughes! – gritó Winry mientras los veía a lo lejos
    - ¡Hola Winry! – dijo cariñosamente Hughes mientras apretaba el paso
    - Ha pasado tanto tiempo desde que no los veía… - dijo ella – no desde…
    - Es verdad… - añadió Armstrong – justamente por ello, veníamos a ver a Ed, queremos saber como se encuentra.
    - Come poco – respondió la rubia mientras bajaba la mirada – duerme todo el día, a veces lo hace por dos días seguidos… creo que le cuesta aún asimilar todo lo que ha pasado…
    - No solo a él, para mí fue algo demasiado duro… - dijo Hughes intentando contener una lágrima – realmente la extraño…
    - Todos lo sentimos mucho… - dijo Winry – no puedo creer que me dejé engañar tan ciegamente…
    - No fue tu culpa, Winry – dijo Armstrong mientras le ponía una mano en el hombro – Ese homúnculo llamado Envidia, jugó con las mentes de varios para lograr sus propósitos…
    - ¡Mayor! ¡Teniente Coronel! ¡Wiiiii! ¡Qué alegría verlos! – gritó Chivi corriendo con los brazos abiertos a saludarlos, mientras que sus ojos rojizos se iluminaban al ver a dos personas queridas por ella
    - ¡Chivi! – exclamó Hughes mientras la sujetaba y le hacía dar vueltas - ¿Cómo estás?
    - Mucho mejor ^^. Y más ahora que los veo después de tanto tiempo
    - Me alegra oír eso y… - dijo Hughes, interrumpiéndose al ver que Chivi bajaba la mirada y comenzaba a llorar - ¿qué pasó chiquita? ¿Por qué lloras?
    - Es que… al verlos… me recuerda a todo… y no puedo evitar recordar lo que pasó…
    - Tranquila Diana, ven, será mejor que todos entremos a la casa – dijo Winry abrazándola para consolarla
    - Si no les molesta, preferiría quedarme un rato en el jardín – respondió Chivi mientras se secaba las lágrimas y corría lejos de ellos
    - Pero Chivi, está haciendo viento y te puedes enfer… - dijo Winry
    - Déjela, joven Winry – interrumpió Armstrong con una mirada paternal – hay veces que el mejor remedio es quedarse solo y recuperarse poco a poco
    - De acuerdo, Mayor… pero ustedes no me negarán pasar a la casa ^^, además llegaron justo a la hora de almuerzo ;)

    Chivi comenzó a balancearse en uno de los columpios colgados de un árbol. Sus lágrimas caían por sus mejillas, mientras que intentaba con una mano secárselas.
    Una mano le ofreció un pañuelo, lo que la hizo mirar hacia arriba.

    - No me gusta verte llorar… ya te lo dije, me gustas más cuando sonríes – le dijo Al con una mirada tierna
    - Al… perdona, no te vi llegar – respondió ella, mientras tomaba el pañuelo y se limpiaba el rostro
    - ¿Quieres caminar un poco?
    - De acuerdo

    Los verdes pastos y la brisa suave de Rizembool formaban un ambiente mágico. El cabello de Chivi ondeaba con el viento, mientras que sus ojos rojizos a la luz del sol, lucían como dos rubíes. En un momento que ella no previó, Al la tomó de la mano y la atrajo hacia él, a lo cual, hizo que se sorprendiera.

    Era la primera vez que ella sentía las verdaderas manos de Al. Siempre lo había conocido en aquella armadura, y había sentido esa frialdad y aspereza de sus manos, pero ahora, él era humano de nuevo, y sus manos eran suaves, cálidas, y la hacían estremecer cuando se acercaban a ella.

    - Creo que me enamoré de ti – le dijo Al, con una voz que ahora ya no era metálica, sino era dulce, y muy clara
    - ¿Qué? – dijo Chivi con la voz entrecortada
    - Sé que ahora no es el mejor momento para decírtelo, pero… creo que si no lo digo ahora, nunca más podré encontrar el momento adecuado. Sé que aún te sientes mal y triste por todo lo que ha pasado, pero yo también lo estoy. Ella era mi hermana, y una persona a la que llegué a querer demasiado, y ahora la extraño. Ella fue la que me trajo de vuelta, y por quien ahora estoy así. Ambos nos sentimos muy mal, pero… si me dejas, quisiera que afrontáramos esa tristeza juntos…
    - Al… yo…
    - Sé mi novia, Chivi. Déjame ayudarte a opacar ese dolor con un poco de cariño.
    - Por primera vez en mi vida, no se que decir…
    - Sonríe para mi… ¿puedes hacer eso?
    - Creo que me he olvidado de cómo hacerlo…
    - Vamos… ¿Dónde quedó esa chica tan maravillosa que le veía el lado alegre a la vida, aún en las peores situaciones? Ella siempre me decía eso de ti. Que lo que más le gustaba era tu sonrisa, era ver como le iluminabas su oscuridad con aquel carácter tuyo… y en verdad, tu no solo iluminas mi oscuridad, sino mi corazón.
    - Yo siento lo mismo por ti, Al – dijo ella, sonriéndole.

    Allí, en medio de los campos de Rizembool, Al y Chivi se dieron su primer beso. Corto y suave, aún con miedo, ambos se demostraron el cariño que se tenían desde hace mucho tiempo.


    En esos momentos, Ed se encontraba en el cementerio de Rizembool, contemplando una tumba. Se había escapado por una ventana de la casa de las Rockbell.

    “Juro que esto no se va a quedar así… juro que lo que hiciste por Al nunca lo olvidaré, así como tampoco olvidaré como cambiaste mi mundo, hermana mía… voy a acabar con el bastardo de Hohenheim, con Dante y con los homúnculos… No descansaré hasta ver que los que causaron tanto dolor a todos estén donde pertenecen… Nicole, vengaré tu muerte…”
     
  17.  
    Angelique Rin

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    Secretos del Pasado ? Nicole, ¿la primera Elric?
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    Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

    Nuevo capítulo!!!
    *********************************************************

    Secreto 36: La piedra filosofal que cambió nuestras vidas – última parte



    **** Flash Back ****

    - Ed… - dijo Nicole mirandolo directamente a los ojos – lo siento, esto es algo que recién descubrí hace dos días… y no quise decírtelo hasta confirmarlo, pero no sé como esta maldita mujer pudo enterarse de que yo ya lo sabía…
    - Habla de una buena vez… - dijo Ed respirando agitadamente
    - El secreto para crear una piedra filosofal es la vida humana… - dijo Nicole bajando la cabeza – necesitar sacrificar almas para conseguir una piedra, y dependiendo de la proporcion y el numero, obtendras una piedra de mayor o menor tamaño…
    - No… no esta pasando esto… - dijo Ed con los ojos desorbitados
    - La última vez que la maldita de Dante creó una, necesitó el alma de toda una ciudad para obtener una piedra no mas grande que mi puño… - agregó Nicole, con su típico acento frío e insensible
    - Basta…
    - No puedo creer que nunca haya visto ese detalle con más atención… aquél libro que siempre usaste, maldita Dante – dijo Nicole – y que coincidencia que haya encontrado el mismo libro en la biblioteca, aunque no lo haya pedido…
    - Impostar a un bibliotecario no es nada difícil – dijo Envidia, limpiándose las uñas en su pecho, en una pose de arrogancia
    - Debí imaginarlo – contestó Nicole bajando la cabeza.
    - Sabia que eras una vil y simple mentirosa – dijo Ed interrumpiendo a ambos - ¡MALDITA NICOLE! ¡SABÍA QUE ESCONDÍAS ALGO!
    - ¡Ed déjame explicarte!
    - ¡NO QUIERO SABER MÁS DE TUS EXPLICACIONES! ¡VOLVISTE A MENTIRME!
    - ¡Hermano, basta por favor! – gritó Al mientras veía como sus hermanos discutían
    - ¡SILENCIO! – gritó Dante mientras golpeaba el piso con su bastón - ¡Ahora escúchenme bien par de mocosos! ¡Van a obedecer mis órdenes!
    - ¡Jamás voy a obedecerte vieja loca! – gritó Nicole mientras intentaba atacar a Dante, pero era detenida por una extraña mujer, toda vestida de negro y con un símbolo de ourobouros en el pecho.
    - Lo siento Nicole Elric, pero no puedo dejar que lastimes a nuestra ama – dijo aquella mujer.
    - Nicole, Edward, Alphonse, permítanme presentarles a Lujuria – agregó Dante
    - Otro homúnculo – susurró Ed mientras intentaba liberarse de las ataduras de sus manos
    - Esto ya parece una reunión familiar – dijo Codicia entre risas y mirando lascivamente a Nicole
    - Hijos míos – interrumpió Hohenheim mirando a los 3 hermanos – Lamento decirles que no hay otro camino. Esta vez tendrán que ayudarnos.
    - ¡YO JAMÁS VOY A AYUDARTE, MALDITO BASTARDO! – gritó Ed mientras seguía en su tarea
    - Oh si que lo harás – dijo Dante con una sonrisa maquiavélica – a menos que quieras que tu querido hermano mayor, pase a mejor vida…
    - No te atreverías maldita vieja… - dijo Nicole apretando los dientes
    - ¿A que no? Claro que puedo… Gula, ven acá – exclamó Dante mientras caminaba hacia Al, mientras Gula comenzaba a morder una de las piernas de la armadura del joven Elric.
    - Dante, ¡Pero qué demonios intentas hacer! – gritó Hohenheim mientras tomaba a Dante de un brazo y le increpaba sus acciones
    - Tranquilo querido – respondió ella susurrando – se que ese chiquillo es tu hijo, y no le haré nada. Solo quiero que esos dos creen la piedra para nosotros. Tú sabes que la necesitamos más que ellos…
    - Dante, te juro que si veo que lastimas a mis hijos yo…
    - ¿Qué es lo que me harás Hohenheim? Sabes muy bien que ya no tienes fuerza suficiente como para enfrentarte a mi. Y mucho menos tienes fuerza para enfrentarte a mis homúnculos. Envidia estaría más que contento por eliminarte. Sólo necesita mi permiso.
    - Con que esos fueron tus planes desde el comienzo. Sólo me usaste para traer a mis hijos aquí.
    - Mi querido. Eso tú me lo enseñaste hace mucho tiempo. ¿recuerdas cuando eras mi maestro?
    - Yo jamás te enseñé a utilizar gente inocente…
    - ¿Inocentes? ¿Ellos? ¡No me hagas reír mi querido! ¡Tus hijos han cometido más pecados que nosotros juntos!
    - ¡NO TE ATREVAS A DECIR ESO!
    - ¡Claro que me atrevo! ¡O no me vas a decir que el incesto no es un pecado!
    - ¿Qué? ¿de que demonios hablas?
    - Anda Edward, dile a tu padre que no te enamoraste de tu hermana, y que hasta intentaste abusar de ella… - dijo Dante con una sonrisa malévola en los labios - ¿O no es cierto Nicole?
    - ¡DEJA DE HABLAR ESTUPIDECES! ¡NO TE ATREVAS A PERJURAR EN CONTRA DE MIS HIJOS! – gritó Hohenheim – ¡Edward jamás haría una cosa como esa!
    - Pero él nunca supo que ella era su hermana, hasta que ella misma se lo dijo. Sin embargo, un tiempo después, ella comenzó a corresponder los besos de Edward… - dijo Dante mirando a los dos hermanos
    - ¡ESO ES MENTIRA! ¡YO JAMÁS CORRESPONDÍ A ED! – gritó Nicole, delatando a ambos
    - ¿Qué fue lo que dijiste, Nicole? – preguntó su padre completamente sorprendido y llevándose una mano a la frente – No… no puede ser… Ed y tu…
    - ¡Entre nosotros no pasó nada! – gritó Ed intentando cubrir sus acciones
    - Dante, maldita vieja… nunca imaginé que estuvieras enterada de todo… - le dijo Nicole mientras comenzaba a temblar, pensando que habían descubierto también su relación con Roy.
    - Yo lo se todo mi querida, ¿crees que no estuve al pendiente de cómo tú y Ed se llevaban?
    - Nicole, Ed. Diganme que no es cierto lo que acabo de escuchar – dijo contrariado Hohenheim
    - Tu no eres nadie para juzgarnos – dijo Ed con una sombra en los ojos - ¡TU NO ERES NADIE!
    - ¡CLARO QUE LO SOY! ¡AÚN SIGO SIENDO SU PADRE Y ME DEBEN EXPLICACIONES!
    - Para mi, el único padre que he conocido es Maes Hughes – dijo Nicole mientras veía a su padre con una mirada retadora
    - ¡Ay por favor ya basta! – dijo Dante mientras interrumpía el “momento familiar” – Ahora van a escucharme ustedes dos. Quiero que creen una piedra filosofal para mí, y si no lo hacen, mataré a su querido hermanito menor. ¿Entendieron?
    - Maldita perra… - dijo Ed entre dientes, mientras sentía que las ataduras de sus manos se iban soltando
    - Jamás crearé una piedra para ti, Dante… - dijo Nicole
    - Claro que lo harás, mi querida hermanita – interrumpió Codicia mientras se acercaba a ella y le daba un beso en el cuello – Ahora sé una niña buena y obedece a nuestra ama…
    - ¡No me toques, imbécil! – gritó Nicole mientras se hacía a un costado de Codicia
    - Gula… demuéstrales lo que puede pasar – dijo Dante
    - ¿Ahora si puedo comérmelo? – dijo Gula mientras mordía más la pierna de Al y comenzaba a desaparecerla gradualmente
    - ¡NO! ¡NO LO HAGAS! ¡DETENTE! – gritó Ed mientras soltaba aún más sus ataduras
    - ¿ahora ves a lo que me refiero? Tendrán que obedecerme o tendré que matar a su querido hermanito…
    - ¡De acuerdo! ¡YO LO HARÉ! – gritó Nicole, interrumpiendo a Dante – yo lo haré, pero deja libres a Ed y Al… tú sabes que yo sola puedo valerme para crear una piedra filosofal…
    - Eso no lo dudo, mi querida Nicole, aunque en estos días he visto que no eres la misma de antes – respondió Dante intrigada – tu maravilloso poder alquimico ha disminuido considerablemente… ¿me pregunto por que será?
    - ¡ese no es tu maldito problema! ¡DEJA EN PAZ A MIS HERMANOS Y DÉJAME CREAR TU MALDITA PIEDRA DE UNA BUENA VEZ!
    - Claro querida, y dime ¿de dónde sacarías a tanta gente para hacerla?
    - Yo… yo… no lo se…
    - Es por eso que necesitas a ambos, ¿verdad Dante? – interrumpió Ed
    - Exactamente. Diganme, a parte de su sangre, ¿Qué otra cosa tienen en común ustedes dos?
    - ¿de qué hablas? – respondieron ambos
    - No parecen tan inteligentes como aparentan… - dijo Lujuria, mientras miraba con desdén a los hermanos
    - Quizás yo pueda responder esa pregunta, par de idiotas – interrumpió Envidia – Ambos son alquimistas estatales, ustedes son Militares.
    - Correcto – dijo Dante – quien mejor que la milicia para ayudarnos con nuestro “pequeño” proyecto
    - ¿Acaso estás pensando en eliminar a toda la milicia de este país solo por tu maldita ambicion por la piedra? – dijo Nicole a Dante
    - No hija. Los militares nos serán muy útiles a la hora de reunir gente – respondió Hohenheim

    A pesar de que Ed pudo liberarse de sus ataduras, al momento de atacar a dante, fue detenido por Envidia, que con un golpe muy fuerte al estómago hizo que cayera al suelo, falto de aire. Pronto ese mismo día, los dos hermanos eran llevados hacia la salida de ese recinto, tras haber recibido las instrucciones de Dante para crear la piedra.

    Sus homúnculos iban a comenzar unas revueltas en ciudad central, al mismo tiempo, en la misma hora. Ahí es cuando los militares intervendrían, y tras llevar a mas gente de lo previsto a la cárcel de la ciudad, se utilizaría a toda esa gente para crear una piedra.
    Nicole fue designada para entrar en la prisión y dibujar el círculo de transmutación alrededor, mientras que Edward fue destinado a liderar las tropas que aplacarían las revueltas y seguidamente ayudar a su hermana a crear la piedra, activando por dos lados el círculo dibujado en las bases del reclusorio.

    El plan parecía perfecto. Con Al en manos de Dante y Hohenheim, no había duda que los otros dos Elric cumplirían con su misión. Y para Dante habría otro beneficio más, ya que cuando la piedra fuese creada, ganaría junto con ella, “un bono extra” que tanto había soñado.

    *******************

    Nicole entró callada al cuartel general. Caminó por los pasillos silenciosamente y se dirigió a su recámara para esperar que toda aquella pesadilla comience. Se recostó en su cama, y no pasó mucho tiempo para que se quedase dormida, cosa que no le importaba, pues Ed vendría a buscarla inmediatamente tuvieran noticias de los homúnculos.

    Pero no pudo dormir por mucho tiempo. Unos golpes en su puerta la hicieron despertar y dirigirse a abrirla.

    - ¿Ed? No me digas que ya…
    - No. Aún no hay señal alguna. Solamente quería conversar contigo.
    - Escucha, se que estás molesto conmigo porque…
    - Olvídalo. De todas formas me da igual en estos momentos.
    - No puedo creer que estemos ayudando a Dante, y mucho menos aún lo que vamos a hacer…
    - Por Al yo haría lo que sea. Juré que no dudaría en usar cualquier método para devolverle el cuerpo que le quité.
    - ¿Incluso matar a un millar de personas?
    - Si…no… no lo se… - respondió Ed con una sombra cubriendo sus ojos – tengo miedo de no poder hacerlo…
    - ¿Increíble no? – dijo Nicole dando un pequeño suspiro – Estamos a escasos momentos de obtener algo que buscamos desde hace tiempo, y aún asi nos negamos a obtenerlo…
    - Matar gente no está bien.
    - Ya lo sé. Aun así, supongo que tendré que hacerlo.
    - ¿Lo dices en serio Nicole? Sinceramente, creí que eras capaz de todo, pero nunca creí que pudieras llegar a matar a alguien.
    - ¿Me queda algún remedio acaso? De todas formas, no tengo nada más que perder.
    - ¿Cómo que no? ¿Y qué demonios somos nosotros? ¿Y tus amigos? ¿Chivi, Maes, y los demás?
    - Ed, no entiendes…
    - Claro que entiendo. Ahora sé que tu famosa personalidad fría no era una simple pose, sino que era real.
    - ¡Crees que no me resisto a la idea de sacrificar miles de vidas tan solo por una sola persona! ¡Esto me duele tanto como a tí! Pero… solo se que debo hacerlo…
    - Tenemos que hacer algo Nicole. No podemos dejar que Dante se salga con la suya.
    - ¿Pero hacer qué? Dante nos tiene entre la espada y la pared. Si no hacemos lo que ella nos dice, yo la conozco. No dudaría en matar a Al.
    - El bastardo ese está con él. No creo que deje que Dante mate a su hijo.
    - Hohenheim es un pelele, ¿no has visto como esa vieja lo controla al punto de haberlo dejado tomar de rehen a su propio hijo?
    - Tienes razón en eso Nicole. Supongo que no tenemos otro remedio.
    - Quizás si lo haya… - dijo Nicole pensando un poco y calmándose – quizas si…
    - ¿Qué es lo que estás pensando? ¡Dime!
    - Será mejor que no lo sepas Ed. Si mi plan falla, tú serás el único que pueda hacer la piedra, ya que creo que Dante no me perdonará que la traicione.
    - Eso sí que no. No dejaré que tu sola hagas planes, y que tú sola te diviertas traicionando a la vieja maldita esa.
    - Entiende, Ed, esta puede ser nuestra oportunidad de volver a como éramos antes… si no me ayudas de esa forma, no podré realizar lo que estoy pensando… - dijo Nicole mientras se acercaba a él y lo tomaba de las manos – Por favor… - le dijo con un tono triste pero a la vez suplicante – Ed, no me contradigas al menos por esta vez. Te necesito.
    - Yo… - se limitó a responder Ed. Era la primera vez que su hermana le hablaba tan francamente y de esa manera – De acuerdo – dijo refunfuñando – Pero si tu plan no funciona, no dudaré en realizar el original.
    - Con eso tengo suficiente Ed. Gracias.
    - Oye – dijo Ed antes de salir de la recámara de Nicole – Sea lo que sea lo que hagas, ni se te ocurra morirte, ¿entendido? Aun tengo muchas cuentas que saldar contigo, y entre ellas es ver cuan buena con tu alquimia eres…
    - Dalo por hecho, “enano”, no pienso morirme sin antes darte una buena paliza y enseñarte como es que se usa la verdadera alquimia…

    Ed nunca llegó a pensar que esa vez, era la última en la que hablaría con su hermana, cuando un aire de tristeza lo invadió después de abandonar la habitación, y aunque creyó que era simplemente por lo que estaban pasando, algo le decía que las cosas no iban a ser tal y como lo planearon…


    Ciudad Central. 8 horas para la creación de la Piedra Filosofal.

    - Roy, necesitamos hablar – dijo Nicole entrando a la oficina de su amante.
    - Hoy te noto más seria que nunca, algo sucede, ¿no?
    - Quiero pedirte algo Roy, pero tienes que prometerme que lo harás, sea lo que sea.
    - Sabes que haría cualquier cosa por ti.
    - Entonces no dudarás en decirme que sí a lo que te pida.
    - Depende de lo que sea. ¿No me irás a pedir que de un golpe de estado, no? – respondió entre risas
    - ¡Roy esto es serio! ¿Me harás caso o no?
    - Ya te dije que todo depende de la pregunta.
    - ¡pero dijiste que harías cualquier cosa por mi!
    - Nicole – respondió Roy mientras la abrazaba – Pero… estás temblando… - agregó mientras se separaba de ella, y ponía la mirada seria – Nicole, ¿Qué está pasando?
    - Roy, tienes que irte de aquí.
    - ¿Irme de dónde? Nicole, me estás asustando
    - Irte de Central, ahora mismo, no me discutas nada más.
    - ¿Pero por qué? ¡Qué está pasando aquí! ¡Tú sabes algo y me lo dirás ahora!
    - Roy, por favor, no me hagas tantas preguntas… tienes que irte de central inmediatamente…
    - ¿Por qué? Solo dame una buena razón y lo haré
    - Solo vete… no quiero que mueras… - respondió Nicole conteniendo las lágrimas
    - ¡Es suficiente! ¡Durante mucho tiempo aguante muchos secretos de parte tuya Nicole! ¿No crees que al menos merezco una explicación de las miles que me debes?
    - No puedo, Roy… lo siento
    - ¡Lo siento! ¡LO SIENTO! ¡Eso es lo unico que sabes decir! ¡Todo este tiempo siempre te niegas a hablar! ¡Y yo siempre debo estar callado sin preguntar nada! ¡Ahora escúchame tu Nicole Elric! ¡No me ire de esta ciudad hasta escuchar un buen motivo para hacerlo!
    - ¡POR QUE SI NO TE VAS, MORIRÁS JUNTO CON MILES DE PERSONAS! – gritó alterada Nicole, mientras caía de rodillas al piso, cubriéndose la cara con ambas manos.

    ********************************************

    Tal como lo planeado, Lujuria, Codicia y Envidia, habían iniciado una revuelta general en tres rincones alejados de ciudad central. Como lo esperado, Ed se había encargado de participar en la contención de la revuelta y Nicole ya se encontraba en la prision de ciudad Central con el círculo de transmutación completamente dibujado, excepto una parte, que activaría junto con su hermano en el momento de recibir la orden.

    Escondida entre las sombras, y observando todo desde un callejón al lado de la prisión, Nicole veía como a cada momento, dos o tres carros de la prisión paraban en su frente, y bajaban con grupos de gente malherida, o siendo llevada en contra de su voluntad. “Ahí van más almas” pensaba ella, mientras empuñaba una mano, viendo como iba a cometer algo más pecaminoso que su oscuro pasado. Una lágrima comenzaba a recorrer su rostro, cuando sintió una mano que la tomaba por el hombro.
    - ¿y ahora que es lo que estás planeando Nicole? ¿De qué otra forma piensas ofender a nuestro Dios? – le dijo Scar, quien se encontraba detrás de ella.
    - ¡Maldita sea! ¡Qué haces tu aquí!
    - Viendo como pretendes jugar a ser Dios de nuevo…
    - No sabes lo que dices – respondió ella volteando el rostro, en una direccion contraria a él.
    - ¿No lo se? Entonces tampoco sé que significa ese círculo de transmutación dibujado alrededor de la prisión.
    - (¡Como dem…! – pensó Nicole mientras volteaba súbitamente a verlo – ¡Como mierda se pudo dar cuenta!) estas loco, ahí no hay nada.
    - EL hecho que rechace tu alquimia, no quiere decir que no sepa sobre ella – contestó Scar con una mirada directa a los ojos de Nicole – Ese círculo de transmutación… recuerdo haberlo visto en otra parte antes… Y me parece que nada bueno saldrá de él.
    - Tampoco esperes que salga un caballito de metal – dijo Nicole irónicamente - ¿¡Y tú que creías!? ¡No tengo otro remedio!
    - Realmente esto es grave – dijo Scar tomando de los hombros a Nicole con ambas manos y sujetándola muy fuerte
    - Me estás lastimando, ¡Suéltame!
    - ¿¡QUE DEMONIOS PIENSAS HACER NICOLE!?
    - ¡NO TE IMPORTA! – gritó ella mientras caminaba a un costado y revelaba el símbolo de ouroubouro en su muñeca
    - La piedra… ¿es eso verdad? Finalmente vas a hacerla. Ahora sí te enfrentarás a Dios…
    - ¿Y eso que? – dijo ella en voz baja – ya no me queda nada más por que luchar, y si puedo devolver a mis hermanos a la normalidad, que así sea.

    El sonido de una bofetada resonó en el ambiente. Nicole cayó al piso apoyando ambas manos, mientras Scar se acercaba hacia ella.
    La levantó sujetándola por un brazo, y en un gesto repentino, la abrazó con todas las fuerzas que podía.

    - No quiero perderte Nicole, pese a todo lo pasado, tu me importas mucho…
    - Déjame Scar, entre nosotros no hay nada más.
    - Sin embargo recuerdo que las dos veces que te tuve en mis brazos te estremeciste como la primera vez que te besé. Sé que aún sientes algo por mi.
    - Sí. Desprecio.
    - No, yo sé que hay algo más.
    - ¡Basta! Déjame ir Scar, tengo que hacerlo.
    - No pienso dejarte. No dejaré que hagas lo que piensas hacer, aunque no se en qué consiste, sé que no es nada bueno.
    - Scar, tengo que hacerlo…
    - Daría la vida por ti. Haría lo que me pidieses, si tan solo me correspondieras.
    - Basta, ya no sigas con eso…
    - Entiendelo, sabes perfectamente que lo haría. Moriría por ti si fuese necesario.
    - Scar… - suspiró Nicole correspondiéndole el abrazo y sujetándolo muy fuerte - ¿morirías por mi? – susurró
    - Claro que sí mi querida Nicole.
    - Entonces hazlo – respondió con la mirada vacía.

    Un chorro de sangre manchó de rojo la gabardina azul de Nicole, le había clavado una daga de hielo en medio del pecho. Él no pudo contestar nada. Solo sentía un dolor inmenso, y no por el hecho que estuviese muriendo, sino porque Nicole fue la que realizó la acción.

    La vista cada vez más se oscurecía, cuando el impacto del cuerpo de Scar con el piso hizo que Nicole volteara a verlo por última vez.

    - Lo siento, pero no había otra manera. Tú eras el único que hubiera podido impedir mis planes…

    Y caminó sin volver a verlo hasta la prisión.

    ************************************************

    Ciudad Central. 7 horas para la piedra Filosofal

    Ed se encontraba en medio de la revuelta. Controlaba mediante alquimia a toda la gente que se arremolinaba alrededor de los militares. Aunque le dolía estar llevando docenas de personas inocentes a los camiones de la prisión, confiaba en que su hermana tendría un plan que los salvaría a todos. A todos, incluyéndole a el, y Al.

    - Disculpe, señor Elric, el tercer transporte está listo – le dijo un oficial interrumpiendo sus pensamientos
    - Ah, si, gracias. Ya sabe qué camino tomar. Directo a la prisión de Central.
    - De inmediato, Señor.
    - ¿Pasa algo oficial? – preguntó Ed con una mirada intrigante – lo noto un poco dubitativo
    - Lo que pasa señor, es que… bueno… ¿debemos arrestar a toda esta gente? – preguntó angustiado el joven – digo, muchos de ellos ni siquiera atacaron a uno de nosotros, solamente nos insultaron, o se los encontró con un arma casera en la mano.
    - ¡No tengo por que darle explicaciones! – gritó Ed dándole la espalda - ¡Nosotros somos militares, y nunca debemos cuestionar las decisiones! (Aunque me duela demasiado hacer esto – pensó) ¡Así que ahora vaya a llevar a esa gente o se las verá conmigo!
    - ¡De inmediato Señor! – respondió asustado el joven – Vaya, él si que ha cambiado. Tenía una imagen completamente diferente de Edward Elric. Creí que defendería a esta gente, y no que le daría razón al estado… - pensó el joven mientras conducía el vehículo.

    Los ojos de Ed no eran los mismos. Se encontraban vacíos, al igual que los de su hermana. Caminaba sin sentido entre la gente, llevándolos poco a poco a los camiones, y contestando de la misma forma a varios oficiales que le hacían la misma pregunta. Ahora solo le quedaba pensar en Al, y en que si el plan de Nicole fallaba, tendría que sacrificar a miles de personas. Algo que se negaba rotundamente a hacer.

    Pensaba en toda la gente que había conocido. “¿Qué es lo que pensarán de mi después de lo que voy a hacer?” “¿Cómo podré mirar nuevamente a los ojos de mi hermano?” “Winry, Pinako, Hughes, Armstrong, Riza…” “Mi madre… ¿Qué es lo que diría ella si estuviese viva?” “Y si he de morir y en el remoto caso, encontrarme con ella, ¿Cómo podré siquiera verle?” “No, no puedo hacerlo, definitivamente no podré asesinar a tanta gente” “Pero ella… mi hermana, mi Nicole… ¿Cómo puedo dejar que ella cometa aquel pecado tan grave? ¿Cómo puedo ver lo que ella hará, lo que sea que fuere, con los brazos cruzados?” “No, no voy a permitir que ella lleve a cuestas algo por lo cual mi hermano y yo no debamos pagar”

    Ed frenó en seco. Frenó y se bajó del auto donde estaba viajando.
    Tras darle indicaciones al chofer, quien más lo miraba asustado que sorprendido, corrió en diferente dirección al auto. Ahora solo tenia una sola cosa en la cabeza: no podía dejar de correr, no podía detenerse, tenía que ayudar a su hermana, aunque eso le costase la vida.

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    Mansión de Dante. 6 horas para la piedra Filosofal

    Se sentía extraño. Al no se había movido ni un centímetro desde que Envidia y Codicia lo habían encerrado en un cuarto oscuro, probablemente en el sótano de aquella extraña casa.
    Sabía que un símbolo alquímico estaba bloqueando la entrada, puesto que a pesar de todos sus intentos, no había podido escapar.

    “Mis hermanos están sufriendo por mi culpa” se decía a si mismo. Miraba a su alrededor, mas no veía nada. En un punto se llegaba a sentir tranquilo, ya que la oscuridad le permitía pensar más claramente, pero en otro punto, el no saber lo que estaba pasando a su alrededor, era realmente desesperante.

    Pensaba en lo que pasaría después de que la piedra fuese creada. Dante recuperaría lo que quiere, y posiblemente y casi con toda certeza los mataría a los tres. Esa mujer era traicionera, no iba a cumplir con su palabra.

    “¿Qué es lo que más importa en estos momentos?” “¿debo acaso preparar mi alma para morir?” “¿o debo pensar en escapar de cualquier manera?” “Si tan solo pudiera sentir el frío del metal para poder aliviar mi angustia… pero no puedo. Tengo que ser fuerte, mis hermanos están a punto de cometer algo horrible tan solo por salvarme…. Debo impedirlo a toda costa” “Esta no es la manera como quiero volver a ser humano. Si el ser humano implica tener sentimientos y amar a tus seres queridos, entonces para eso no necesito un cuerpo físico. No permitiré que Ed y Nicky sufran por ello…”

    Unas voces a lo lejos lo despertaron del “trance” en el que estaba.
    Probablemente eran los homúnculos dándole unos toques finales a su plan macabro. Eran dos mujeres y un hombre, a juzgar por las voces.

    - ¿Y bien? ¿Cómo van los hermanos Elric? – preguntaba la voz masculina
    - Todo va como lo planeamos, Nicole está en la prisión, terminando el círculo de transmutación, y Edward se encuentra trayendo más y más prisioneros – respondió una voz femenina
    - Parece que tendremos una piedra extremadamente grande esta vez – añadió otra mujer - No hay duda que los Elric son una pareja de hermanos muy talentosos.
    - La idea de la pequeña revuelta en Central parece haber salido a la perfección, la verdad no pensé que ese niño fuera a cumplir órdenes tan fielmente – añadió la voz masculina
    - Quizás sea para proteger al otro niño que tenemos encerrado aquí. Si hay algo que tienen en común esos tres es el “dar la vida por defender a su hermano” – dijo burlonamente una voz femenina.
    - En fin, debemos permanecer alertas. Edward es demasiado predecible, pero no digo lo mismo de su hermana. Nicole tiene un carácter muy difícil de adivinar, y hasta podría llegar a pensar de que nos va a traicionar muy pronto – agregó la tercera voz
    - Por algo Dante nos dio la misión de eliminar a los tres ni bien se cree la piedra – dijo la voz femenina
    - ¡A Nicole no la tocan! – gritó furiosamente la voz masculina - ¡Ya les dije que ella solo sería mía!
    - Vaya, vaya, vaya… ¿así que de todas formas quieres quedarte con ella verdad? – interrumpió la voz femenina - ¿intentarás desafiar a nuestra ama tan solo por el capricho de tener a una linda chica como ella a tu lado?
    - Ya sabes cuales son los planes de Dante con respecto a ella, y no puedes hacer nada para evitarlo – dijo la otra voz – solo tu bendito orgullo no te deja liberarte de algo que conseguiste con tanta facilidad – agregó arrogantemente
    - Ya sé que no puedo oponerme a Dante, pero…
    - ¡Pero nada! ¡Nicole será muy pronto la nueva Dante! – le increpó una de las dos voces femeninas

    Al no podía creer lo que había escuchado, aunque no comprendía mucho de lo que hablaron, las sospechas de quienes eran esos personajes rondaban cada vez más su mente, asi que decidió escapar, sin importar el precio.

    Lo único que sabía es que sus hermanos estaban corriendo un gran peligro.

    ********************************************

    Oficina de Roy Mustang: 2 horas para la piedra filosofal.

    - Roy, por favor, no me hagas tantas preguntas… tienes que irte de central inmediatamente…
    - ¿Por qué? Solo dame una buena razón y lo haré
    - Solo vete… no quiero que mueras… - respondió Nicole conteniendo las lágrimas
    - ¡Es suficiente! ¡Durante mucho tiempo aguante muchos secretos de parte tuya Nicole! ¿No crees que al menos merezco una explicación de las miles que me debes?
    - No puedo, Roy… lo siento
    - ¡Lo siento! ¡LO SIENTO! ¡Eso es lo unico que sabes decir! ¡Todo este tiempo siempre te niegas a hablar! ¡Y yo siempre debo estar callado sin preguntar nada! ¡Ahora escúchame tu Nicole Elric! ¡No me ire de esta ciudad hasta escuchar un buen motivo para hacerlo!
    - ¡POR QUE SI NO TE VAS, MORIRÁS JUNTO CON MILES DE PERSONAS! – gritó alterada Nicole, mientras caía de rodillas al piso, cubriéndose la cara con ambas manos.

    Roy seguía pensando en lo que le había dicho Nicole.

    Habían pasado varias horas desde que ella se había marchado y no había vuelto a dar noticias. Mientras tanto, la revuelta en la Ciudad tenía a Roy demasiado ocupado, pero igual de preocupado por el amor de su vida.

    Riza caminaba por los pasillos cuando Roy la vio.

    - ¡Teniente Hawkeye! ¡Espere un momento! – le gritó tratando de alcanzarla
    - Digame Coronel Mustang… ¿Puedo ayudarle en algo?
    - Solo quería saber… ¿Dónde están los Elric?
    - Buena pregunta señor. La verdad al único al que he visto es a Edward, quien se encontraba controlando la situación en el frente. Sin embargo no he visto a Nicole ni Al.
    - ¿Edward está en el frente? – preguntó admirado Mustang
    - Increíblemente, sí. Yo tampoco lo creía hasta que fui a verlo. Jamás imaginé que Ed fuese a comportarse como otro perro de los militares.
    - ¿Y dónde está Nicole? ¿No la has visto?
    - Nadie la ha visto Roy – interrumpió Hughes caminando lentamente hacia ellos – si me lo permites, Riza, quisiera hablar con Roy a solas un momento.
    - No hay problema, señor, me retiro – dijo ella mientras se separaba de los dos.
    - ¿Qué pasa Hughes? ¿desde cuando me tratas con familiaridad en el cuartel?
    - Vamos a tu oficina, Roy – dijo en un tono serio – esto es importante
    - De acuerdo… - respondió Roy mientras entraban – ahora, ¿de que rayos quieres hablar?
    - Escuché a algunos guardias comentando de que vieron a Nicole en las afueras de la Prisión de Central, pero lo más importante es que dicen haberla visto dibujando algo extraño en el piso…
    - ¿qué? Pero que…
    - Me temo que estaba dibujando un gran círculo de transmutación alrededor de toda la prisión. Yo no soy alquimista, Roy, pero sé distinguir a uno cuando lo veo.
    - ¿Pero por que rayos tendría que hacer un círculo alrededor de la prisión?
    - Es por eso que te pedí conversar en privado. Quiero que mires esta foto.

    Roy se quedó en una pieza cuando vio partes de lo que parecía ser el cadáver de un hombre. Vio con un poco más de detalle la foto, y descubrió que era Scar, con una gran herida en el pecho y una daga clavada en él. Reconoció claramente a quién pertenecía esa daga. Era sin duda una de aquellas hechas de hielo por Nicole.

    - ¿Nicole mató a Scar? – dijo Roy sorprendido
    - Reconoces su alquimia, ¿verdad?
    - Como no podría…
    - ¿sabes que aunque él haya sido un hombre perseguido por el gobierno, su asesinato implica un crimen por parte de Nicole?
    - Lo sé…
    - No creas que no me duele tanto como a ti, Roy. Después de todo, ambos amamos a Nicole, aunque de diferentes maneras
    - No sé de que demonios estás hablando…
    - Deja de fingir, amigo mío. Desde hace mucho tiempo noté la manera como ustedes dos se miraban. Y hace muy poco descubrí que ambos eran amantes.
    - ¿¡Pero como!? – respondió Roy violentamente, sin preocuparse por haberse delatado.
    - Los vi un día besándose en tu oficina, cuando iba a entregarte algunos documentos. Pero preferí callar antes de delatarlos.
    - Así que ya lo sabes…
    - Ella jamás se animó a contármelo. Después de todo, es la prometida del Führer…
    - (Mirando la foto del cadáver de Scar) Juro que haré lo imposible para que… - dijo Roy, pero interrumpió su frase al darse cuenta de un detalle en la foto – que dem…
    - ¿Qué pasa Roy?
    - Mira esto… ¿ves este lado de la foto?... hay algo dibujado cerca del suelo donde yace Scar
    - Es cierto, pero no logro ver bien lo que es
    - Yo sí creo saberlo – dijo Roy con un aire enfadado, mientras corría a su habitación junto con Hughes - ¡Sígueme Maes!
    - ¡Qué pasa Roy! ¿¡Por que corremos así!?

    Roy entró a su habitación, y casi como un espíritu poseído, comenzó a rebuscar entre sus cosas. Libros, paginas de cuadernos, enciclopedias… todo se confundía ante la atenta mirada de Hughes. Hasta que por fin, con un cuaderno pequeño en la mano y enseñándole una página específica a su amigo, Roy concluyó:

    - Nicole está intentando hacer una piedra filosofal – dijo Roy mientras golpeaba con furia un estante - ¡Va a crear una piedra con toda la gente de la prisión!
    - ¡pero como sabes eso! – dijo Hughes intentando calmarlo - ¡Roy no sabes lo que dices! ¡cálmate! ¡No creo que sepas lo que hablas!
    - ¡Claro que lo sé! ¡Claro que sí! ¡Mira bien el cuaderno! ¡El símbolo que dibujé hace años alli! ¡Es igual al que dibujó scar en el piso con su sangre!
    - ¡pero eso que tiene que ver con la piedra!
    - Maes, tu más que nadie sabe ese secreto mío. Tu sabes que por años yo intenté practicar la alquimia prohibida, pero que jamás tuve las agallas de hacerla. Durante mis investigaciones, una vez descubrí ese arreglo… supuestamente era el necesario para crear una piedra real con las almas de miles de personas…
    - ¿pero como conecta esto a Nicole con Scar? Roy, por favor, comienzas a asustarme…
    - Nicole me lo contó todo… ella fue la prometida de Scar, y también lo que le pasó al intentar traer de vuelta a la vida a una persona, y no es ajeno a nuestro conocimiento que ella y sus hermanos buscan desesperadamente crear una piedra… Scar descubrió sus planes, y ella lo mató para que no la pudiera detener… ¡Estoy casi seguro de eso! ¡Scar trató de advertirnos eso dejando esa pista!
    - No puede ser… Nicky no podría… - dijo Maes tratando de calmarse también – ella…
    - La amo Maes, la amo con todo el corazón, pero la conozco muy bien. Yo se que ella lo hará.
    - ¿Se necesita gente para crear la piedra? – preguntó Maes tratando de asimilar todo
    - Necesitas el alma de la gente… miles de almas para crear una piedra no más grande que tu mano…
    - No Roy… eso no es cierto – dijo Hughes retrocediendo y abriendo los ojos de sorpresa
    - Marco alguna vez me lo dijo, pero yo tampoco le creí. Ahora todo está mas claro… Nicole me pidió hace unas horas que abandonara la ciudad. Ahora comprendo que intentaba protegerme en caso de que el arreglo saliera de control y tomara la vida de toda la ciudad. Pero ahora más que nunca sé que debo impedir que haga eso.
    - ¿Podrás detenerla a como de lugar? – dijo Hughes seriamente – sabes que si intentas matarla yo no te dejaré.
    - Jamás la mataría. Pero si necesito detenerla, no dudaré en usar la alquimia para hacerlo.

    ******************************************************

    Calles de Ciudad Central: 30 minutos para la piedra filosofal.

    Edward corría sin cesar por las calles, en dirección de la prisión de Central. No dejaba de pensar en sus hermanos y en el destino que les esperaba si es que hacían una piedra Filosofal. Desde hace un tiempo había decidido que no importa lo que pasara, no iba a obedecer las órdenes de Dante. Y tampoco iba a permitir que su hermana lo haga.

    Primero lo primero: debía rescatar a Al de Dante.

    Entró sigilosamente a la casa, y comenzó a buscar por las habitaciones contiguas, no había nada que delatara el paradero de su hermano, solo los homúnculos que caminaban de un lado a otro, esperando instrucciones.

    Ed decidió esconderse por el momento en una habitación, mientras veía como dos homúnculos se retiraban de la estancia, y dejaban el camino libre a unas escaleras que bajaban al sótano.
    Despacio, bajó con cuidado, y comenzó a susurrar el nombre de su hermano.

    No tardó mucho para darse cuenta de una particularidad en una de las puertas: un círculo de transmutación tallado en él.

    Para Ed fue muy fácil el romperlo, y dar con el paradero de su hermano. Ambos salieron de la misma manera como Ed había entrado, sin que nadie se diera cuenta, y corrieron en dirección a la Prisión de Central. En el camino, Ed le explicó los planes que tenía a Al, y también lo que tenía pensado hacerle a Dante.

    Nicole miró por última vez la fachada de la Prisión. Sus ojos recorrieron cada centímetro de los muros, luego giraron hacia el cielo, y poco a poco a los alrededores. Quería quedarse con el recuerdo de cómo era todo antes de crear la piedra. De alguna forma, presentía que ese sería su último día.

    No pasó mucho tiempo para que los homúnculos detectasen que Ed y Al habían desaparecido, y pasó mucho menos tiempo para que Dante se enterara. Furiosa, se dirigió hacia la prisión de Central, dispuesta a acelerar sus planes, antes de que los hermanos fueran a desviar su plan principal.

    **********************************************************
    Prisión de Central: hora de la piedra Filosofal.

    Nicole contemplaba el piso de una habitación gigantesca, situada justo al centro de la prisión. Varias líneas, dispuestas en forma de un arreglo alquímico estaban dibujadas en él, formando la llave para crear la piedra filosofal.

    Una lágrima brotó de sus ojos como señal del gran pecado que estaba dispuesta a cargar sobre sus hombros, tras la muerte de casi mil personas.

    En ese instante, Ed y Al entraban a la prisión de Central, no sin antes, dejar inconscientes a los guardias de la entrada, y llevarlos a un lugar un poco apartado del edificio.

    Recorrieron los pasillos, y ya se encontraban cerca del lugar acordado por Ed y Nicole para darle el toque final a la piedra. Cuando la encontraron, ella se encontraba parada, con ese porte majestuoso que la caracterizaba, fría, inerte, y con una mirada vacía en sus ojos, lo que le recordó a Ed la primera vez que la conoció.

    - Ed, ya llegaste – dijo Nicole con un aire tranquilo
    - No vine solo, hermana – respondió, mientras se hacía a un costado, y dejaba ingresar a Al.
    - ¡Al! ¡Cómo! ¿Qué haces aquí? – dijo Nicole admirada
    - Ed me rescató, y ahora venimos por ti.
    - ¿por mí? No les entiendo
    - No pienso dejarte crear una piedra, ¡ni a ti, ni a nadie! – le increpó Ed a su hermana.
    - ¡Es demasiado tarde Ed! – gritó Nicole mientras comenzaba a desesperarse - ¡Eres un idiota! ¿¡Sabes lo que hará Dante ahora que liberaste a Al!?
    - ¡No lo sé y no me importa! – contestó furioso
    - Nicky, yo no quiero recuperar mi cuerpo a este costo, no quiero además que mates a nadie por mi culpa – dijo Al en un tono suplicante
    - ¿crees que no he matado antes? – contestó Nicole con la mirada baja y una sombra en sus ojos
    - ¿Qué? – dijo Ed mientras sus ojos se abrían de par en par
    - Hace unas horas maté a Scar. Y sinceramente, ahora ya no me importa si mato a unas cuantas personas más.

    Dante y su grupo de homúnculos corrían en dirección de la prisión. Poco a poco, ella veía como su objetivo principal se le iba de las manos como granos de arena. Estaba segura que si los Elric se encontraban, su codiciada piedra jamás se llevaría a cabo. Estaba furiosa, y tenía pensado hacerle pagar por su error al primero de los dos que se les cruzara en el camino.

    Pero Dante no era la única que iba en dirección a la prisión. Roy, Hughes, Riza y Armstrong (quienes se habían enterado por Roy de la situación) junto con unos oficiales más, iban en camino.

    - Nicole, por favor… deja de bromear – dijo Ed histéricamente – ahora vámonos de aquí… ya no necesitamos hacer la piedra…
    - Sí, Nicky, los tres ahora estamos juntos, y … no lo se… podemos huir lejos, a miles de kilómetros de Dante… ella jamás nos encontrará, pero por favor, ya deja esos pensamientos de hacer la piedra… por favor – dijo Al suplicantemente.
    - ¿Saben por que maté a Scar? – preguntó Nicole, ya desvariando – porque intentó detenerme. Él era uno de los pocos que hubiese podido detenernos, ¿acaso no lo entienden? – dijo mientras caminaba en círculos – ¡tuve que hacerlo!
    - De acuerdo, te entendemos Nicky, y estoy seguro que hallaremos una solución a esto, pero ahora dame la mano y vámonos de aquí – dijo Al, mientras extendía una de sus frías manos metálicas en dirección de su hermana
    - Si, tenemos que irnos lejos, muy lejos – replicó Ed – Tan lejos que nadie nos encuentre y volvamos a hacer nuestras vidas, y esta vez como una familia… vamos Nicole, sé que eso es lo que quieres…
    - Tenemos que salir de aquí – respondió ella con la mirada perdida – tenemos que… y tenemos que terminar de dibujar la última línea del arreglo para crear la piedra…
    - ¡NO! ¡Nicole eso no! – gritó Ed mientras intentaba correr hacia ella, pero Nicole comenzó a retroceder, se dio la vuelta, y comenzó a caminar a toda prisa por un pasadizo oscuro, que conducía a las afueras de la prisión.

    Los tres hermanos se encontraban ahora en las puertas de entrada de la prisión. Ambos sabían que tras esas paredes estaban las almas de miles de personas, que en unos segundos se convertirían en nada.
    Nicole seguía corriendo hasta que al fin se encontró en la parte inconclusa del arreglo.

    - ¿Lo ves, Ed? ¡Mira! ¡Solo tengo que terminar de cerrar esta línea y la piedra será nuestra! – gritó Nicole a punto de colapsar de la histeria.
    - ¡No Nicole! ¡NO LO HAGAS! – gritó Ed corriendo hacia ella junto con Al
    - Eso es… ven tras de mí – susurró Nicole mientras miraba al piso
    - ¿Qué? ¿Por qué Nicky nos mira de esa forma? – preguntó Al intrigado mientras desviaba la mirada hacia el punto donde su hermana miraba - ¡Ed detente! ¡es una trampa!
    - ¿Trampa? ¿Qué trampa? – dijo Ed mirando a todos lados hasta darse cuenta de un arreglo dibujado a la salida de la prisión, justo donde Ed y Al se encontraban - ¡Maldita sea Nic…!
    - Lo siento mucho, pero como les dije, no iba a permitir que lleven un pecado tan grave a cuestas – Dijo Nicole en un tono triste, mientras juntaba las manos y tocaba el suelo, activando el círculo pequeño debajo de Ed y Al

    Ambos hermanos quedaron atrapados en una especie de jaula que les impedía moverse, mientras tanto, Nicole, quien derramaba una casi imperceptible lágrima que corría por su mejilla, caminaba en dirección opuesta, hacia el círculo de transmutación que crearía la piedra Filosofal que tanto quería.

    Una luz roja envolvió a toda la prisión hasta en sus lados más recónditos.
    La luz fue vista desde casi todos los rincones de la Ciudad Central, por supuesto, esto significaba que Dante, Roy y los demás también la habían visto.

    - ¡Pero que demonios! – gritaba Dante histéricamente - ¡Esa maldita muchacha ha creado la piedra! ¡Dense prisa bola de inútiles! ¡Si no llegamos antes que todos ella huirá con la piedra y habré fallado en mis planes!

    Roy había visto la gran luz roja, y aunque se imaginaba de lo que se trataba, aún mantenía la esperanza de que fuera otra cosa, y no que su amada Nicole estuviese cometiendo el peor error de su vida.


    Una gran nube de polvo envolvía a la prisión. Era tan densa que le impedía a Ed el mirar dónde se encontraba su hermana. Finalmente, cuando todo el panorama se aclaró, ambos hermanos Elric vieron algo simplemente indescriptible.

    Nicole caminaba hacia ellos. Su rostro, sus ojos, su mirada… parecían vacíos. Se podía notar claramente su tatuaje de ourobouro aunque ella no había cambiado en lo absoluto de apariencia. Pero quizás lo más sorprendente, es lo que llevaba en la mano izquierda: una pequeña piedra, no más grande que su mano, de color rojo intenso, que brillaba a medida que ella se acercaba más y más a ellos.

    - e…eeee…¿eso es? – dijo Al temerosamente – ¿es esa la … piedra?
    - No Al, esa no es la piedra, ese, es un pecado gigantesco que nuestra hermana acaba de realizar… - dijo Ed cayendo de rodillas al suelo y derramando lágrimas de rabia - ¿Por qué lo hizo? ¿¡POR QUE LO HIZO!? – gritó con todas sus fuerzas, mientras levantaba la mirada hacia su hermana
    - Lo hizo para protegernos – respondió Al mientras la miraba fijamente – mató a cientos de personas tan solo para devolvernos lo que perdimos…
    - ¡NO DEBISTE HACERLO! ¿¡ME ESCUCHASTE NICOLE!? ¡NO DEBISTE HACERLO! – gritó Ed desesperado, intentando romper los barrotes de la jaula con alquimia
    - Si yo fuera tú no lo intentaría – dijo Nicole con su tono frío y seco de siempre – si usas alquimia ahora, puede que actives la piedra, y no sabemos que es lo que pueda pasar
    - ¡Sácame de aquí! ¡QUIERO SALIR NICOLE! ¡TE ORDENO QUE NOS LIBERES! – gritó Ed golpeando los barrotes con el pie
    - Como gustes… - respondió ella serenamente abriendo la puerta

    El sonido de una bofetada inundó el ambiente. Nicole no se movía, solo había volteado el rostro con la bofetada de Ed.

    - ¿¡POR QUE LO HICISTE!? ¡NO TENIAS QUE HACERLO! ¡NO DEBIAS HACERLO, DEMONIOS! – le gritaba Ed a su hermana mientras la sacudía sujetándola de los brazos - ¿Por que? ¿¡POR QUE!? ¿Por qué lo hiciste? – le siguió gritando mientras seguía derramando lágrimas - ¿Por qué tuviste que cargar con todo ese peso sola? ¿Qué acaso no sabías que para eso somos los hermanos? – gritó Ed dando un último suspiro y abrazando a su hermana
    - Lo acabas de decir, “Para eso estamos los hermanos” – respondió Nicole apoyando su cabeza junto con la de Ed
    - ¿No tienes ningún remordimiento? – preguntó tímidamente Al, quien se acercaba a sus hermanos lentamente
    - Ven aquí – le respondió Nicole mientras le estiraba un brazo y derramaba unas lágrimas – Ven aquí mi pequeño Al – agregó Nicole, ahora llorando y abrazando a sus hermanos – tenía que hacerlo, no quedaba otro remedio… perdónenme… yo… yo…
    - No necesitas decir más – replicó Ed mientras le limpiaba las lágrimas del rostro
    - No hay nada que perdonar – agregó Al mientras abrazaba más fuerte a su hermana.
    - ¡PERO YO NO TE PIENSO PERDONAR ESTO! – gritó furiosa Dante, quien había llegado a la prisión
    - ¡Dante! – gritaron los tres hermanos al unísono
    - ¡ENTRÉGAME ESA PIEDRA! – gritó Dante mientras estiraba la mano
    - ¡JAMÁS TE LA DARÉ, ANCIANA DE MIERDA! – gritó Nicole mientras escondía la piedra detrás de su espalda
    - ¡No me obligues a irla a buscar!
    - ¡Ya quisiera ver como una anciana decrépita como tú puede correr para alcanzarla! – gritó Ed burlándose de Dante
    - Oh no, yo no, ¡PERO ELLOS SÍ! – respondió Dante - ¡Gula! ¡Codicia! ¡Lujuria! ¡Tras ellos!

    Los tres homúnculos comenzaron a pelear contra los Elric. Nicole casi no atacaba, sino se preocupaba por mantener la piedra lejos de todos, y más aún de evitar algún contacto con cualquiera. Sin embargo, el hacer esto, no pudo evitar que se diera cuenta de quien se encontraba tras de ella.

    Codicia la sujetó fuertemente, y aunque ella no dejaba de sujetar la piedra y aislarla de él, tampoco podía defenderse, ni siquiera cuando Codicia comenzó a golpearla por la espalda y hacerla retorcer del dolor.

    - No sabes cuanto me duele hacerte esto, mi querida hermanita – dijo sarcásticamente Codicia – Aunque creo que más te duele a ti jajajajaja!!!
    - ¡Déjame en paz maldito bastardo! – gritó Nicole mientras intentaba soportar el dolor
    - Lo siento mi querida, pero no puedo dejarte ir hasta que me des cierta piedrecilla que llevas en la mano
    - ¡JAMÁS!
    - Entonces no me queda otro remedio que seguir golpeándote… - respondió Codicia, mientras transformaba su mano a su forma original y se disponía a golpear a Nicole en la columna – Este golpe te va a doler mucho, hermanita – agregó mientras sonreía maliciosamente – puede que incluso te deje lisiada de por vida ¿Eh?
    - Jamás te daré la piedra, y eso ya lo sabes…
    - Entonces te va a doler, mi querida…

    Codicia estaba a punto de golpearla, cuando una explosión muy cercana a él, hizo que la soltara y que Nicole se apartara asustada, pero aliviada.
    Tras el polvo de la explosión, una figura muy familiar a ella apareció.

    - ¿Y crees que te iba permitir que le hicieras daño? – dijo en voz alta Roy, quien acababa de llegar a la escena
    - ¡NO ROY! – gritó Nicole mientras corría hacia el - ¿Por qué viniste? – dijo entre sollozos
    - Aunque fuera a morir, jamás dejaría que tú lo hicieras… te necesito demasiado como para dejarte ir así de fácil… ¿recuerdas que nos vamos a casar? – susurró Roy al oído de Nicole mientras la abrazaba
    - No me dejaste… - dijo Nicole en voz baja
    - ¿Qué? – respondió Roy
    - No me abandonaste a pesar que te dije que podrías morir…
    - ¿Cómo podría? Te amo demasiado para dejarte ir… si tú mueres, yo lo hago contigo
    - ¡No digas eso! – gritó Nicole mientras abofeteaba a Roy – Si yo muero… - dijo bajando la cabeza y con una sombra en sus ojos – Si yo muero quiero que sigas adelante con tu vida… y que cumplas tu objetivo de ser el próximo Führer…
    - ¡Y tú no vuelvas a decir eso tampoco! ¡No dejaré que ahora nadie te aparte de mi lado!
    - Sí lo harás – susurró Nicole mientras apretaba la piedra entre sus manos
    - Eso es… ¿es la piedra? – dijo Roy con los ojos bien abiertos
    - NO. Esto es la cura para mis hermanos – dijo Nicole desvariando
    - Entonces creo que debo llevarme a todos conmigo – replicó Roy
    - ¿Cómo?
    - Nos iremos para siempre de este país. Tú y tus hermanos. Viviremos lejos, donde nadie pueda encontrarnos, pero para ello necesito tu ayuda – dijo Roy acariciando el rostro de Nicole – tienes que levantarte, darme la mano e irte conmigo…
    - Roy yo…
    - Sólo tienes que decir una palabra…
    - Pero…
    - Sólo di que sí
    - Roy…

    Una embestida de Gula hizo que Roy se separase de Nicole por un momento. Humaredas de polvo rodeaban todo el lugar, cuando a lo lejos, Ed pudo divisar a su hermana: se había levantado y había corrido en dirección a la prisión, internándose nuevamente en aquellos pasillos oscuros y fríos.

    No pensó dos veces antes de seguirla, y lo mismo hizo Al. Pronto los tres Elric se encontraban nuevamente dentro, aunque esta vez, Dante y los demás los siguieron también, aunque retrasados.

    Nicole seguía corriendo, hasta llegar al sitio más profundo de la prisión. Dos grandes puertas cerraban la estancia, que era tan inmensa como la misma prisión, y ella entró.

    - ¿Por qué regresaste nuevamente a este lugar? – dijo Ed alcanzando a su hermana
    - Debía hacerlo – respondió ella – es hora de poner a funcionar todo esto – replicó mientras revelaba a Ed un gran círculo dibujado en el suelo
    - ¿Qué es eso?
    - Es la cura… para ambos
    - ¡Nicky, espera! – gritó Al dándoles alcance y entrando a la habitación también - ¿Qué… qu… que … que es esto?
    - Hasta que al fin llegaste… - dijo Nicole cabizbaja – ahora es cuando
    - ¡¿A qué rayos te refieres?! – gritó Ed mientras avanzaba hacia su hermana

    Un golpe fuerte en el estómago por parte de Nicole, hizo que Ed cayera de rodillas al suelo, y sin oportunidad a reaccionar, ella lo tomó por la cintura y lo sacó de la habitación, cerrando las puertas tras esta acción, quedándose sola con Al, quien miraba anonadado.

    No le fue difícil a Nicole el inmovilizar la gran armadura que encerraba el alma de su hermano, y arrastrarlo hacia el centro del círculo.

    A partir de ese momento, todo pareció pasar en cámara lenta para Ed.

    Un gran destello, seguido por un estruendo terrible y un grito aterrador, inundó los pasillos de la prisión, guiando a Dante, sus secuaces, y a Roy con los demás.

    Las puertas de esa extraña habitación se abrieron, revelando en su interior a una Nicole muy lastimada, y a su lado, inconsciente, el cuerpo de un joven de cabellos rubios.

    - ¡Nicole! ¡Al! – gritó Ed mientras corría a encontrarlos
    - ¡NOOOOO! ¡La piedra! – gritó Dante mientras detenía a Ed - ¡ESA PIEDRA ERA MÍA!

    Ed y Dante comenzaron a pelear entre ellos, mientras que los homúnculos detenían a Roy y los demás.

    - Ed… lo … siento – dijo Nicole incorporándose torpemente y llena de heridas por todo el cuerpo – Tuve que usar toda la piedra… para Al…
    - ¡Nicoleee! – gritaba Ed mientras trataba de zafarse de Dante y alcanzar a sus hermanos
    - Estoy muy cansada Ed… - dijo Nicole mientras presionaba una gran herida proveniente del sello de su cuerpo
    - ¡NICOLE, NOO! – gritó Roy quien había visto a su amada a lo lejos - ¡QUEDATE AHI! – gritó mientras peleaba con Lujuria
    - Roy… - suspiró Nicole mientras intentaba caminar en medio de todo el polvo y humo de la explosión

    Fue demasiado tarde cuando Ed y Roy lograron derrotar a sus oponentes.

    De pronto, y al parecer, salido de la nada, Envidia se posicionó frente a Nicole, y transformando su brazo en una especie de lanza afilada, atravesó el corazón de ésta.

    Un hilo de sangre circundó la lanza y rozó los labios de Envidia, quien se relamió maliciosamente. Nicole mantenía los ojos bien abiertos, pero a la vez llenos de dolor. Sabía que en la condición en la que estaba, y con la herida causada por Envidia, no tardaría mucho para que muriera.

    - Ya era hora que te murieras, perra – dijo Envidia sonriendo – Oooh… lástima… tus queridos hermanos perderán a su adorada hermanita… - dijo entre risas y sarcasmo
    - ¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! – gritó Ed corriendo hacia ambos. Juntando sus manos y produciendo una explosión, apartó a Envidia de su hermana.
    - ¡NICOLEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE! – gritó desesperadamente Roy, quien aprovechando la explosión de Ed, corrió a sujetar a Nicole, antes que caiga
    - Roy… - susurró Nicole – lo siento… no ví que Envidia viniese a atacarme…
    - Tranquila, no hables, tengo que llevarte inmediatamente al hospital – dijo Roy entre lágrimas
    - Roy, Mi vida… - respondió Nicole acariciándole el rostro – ambos sabemos que ningún médico en el mundo podría curarme…
    - ¡NO! Nicole… vas a ponerte bien… - dijo entre lágrimas
    - Quiero que me prometas algo… pase lo que pase, cuidarás a mis hermanos, en especial a Al, quien ahora vivirá feliz por el resto de su vida…
    - Ambos lo haremos, mi amor… Tú y yo… Nos casaremos, tendremos hijos… y tus hermanos los verán crecer…
    - Roy, destruye toda evidencia de la piedra filosofal… no quiero que nadie, ni mis propios hermanos vuelvan a crearla… quiero que… que… - entre ahogos y lágrimas – que Dante jamás consiga lo que quiere…
    - Nicole… no me dejes por favor…
    - Dile a Ed que siempre lo quise, y que aprendí a quererlo más de lo que se imagina… quiero que le digas que pase lo que pase, yo seguiré cuidando de él, que siga con ese carácter impulsivo pero a la vez amable y tierno, y que aunque no haya podido devolverle su manera de querer, di todo de mi por amarlo…
    - Ni…nic… - exclamó Roy mientras abrazaba fuertemente a Nicole y sus lágrimas le nublaban la vista
    - Dile a Al que ahora que tiene su nuevo cuerpo, deberá volver a sentir todo lo que se perdió cuando era una armadura… que ame con pasión, que siga con ese carácter que hizo que me enterneciera, y por sobre todo, que ayude a su hermano a salir adelante. Dile que lo quiero con todo mi corazón, y nunca lo olvidaré, que lo cuidaré así como a Ed desde donde quiera que esté.
    - No sigas… por favor
    - Dile a Chivi que la consideré como una pequeña hermana, y que su sonrisa le daba calor a los días en los que sentía que ya nada tenía valor para mí… que es una pequeña estrella que ilumina los corazones de la gente, y que me enseñó a perdonar, a querer y a expresarme de nuevo… - Nicole se detuvo para toser, y un pequeño hilo de sangre delineó sus labios – Y finalmente… dile a Maes que lo amé mucho… que fue el padre que siempre quise tener, un amigo, un apoyo… un compañero leal, a quien no le importó quien era yo, o mi pasado, y me trató como pocas personas lo han hecho… Dile que en otras circunstancias hubiera querido ser la hija que siempre quiso en mí, pero tenía que hacer esto, era mi deber… estoy segura que él entenderá… dile a mi padre que nunca dejé de usar esto… - agregó Nicole, mientras sacaba de dentro de su ropa el collar que le regaló Hughes en el día de su cumpleaños – dáselo por favor… y dile que es mi regalo para Elysia… mi pequeña hermana…
    - Te amo Nicole Elric – dijo Roy, reuniendo todas sus fuerzas, y conteniéndose para no seguir llorando – Eres la única mujer a quien amé, a quien amo, y siempre amaré. Cambiaste mi mundo 180 grados, me hiciste sentir cosas que jamás creí, te amo con locura, con pasión, con ternura… y aunque mi sueño era el casarme contigo y formar una familia, no cambiaría ni un día todo lo que hemos vivido
    - Roy… mi Roy… fue gracias a ti que aprendí a amar de nuevo, eres tú al que le entregué todo, mi ser, mi corazón, mi alma… pero ahora debo irme… y debo dejarte solo, aunque me duela mucho… espero que me perdones Roy…
    - No necesito hacerlo, sé por qué hiciste todo esto…
    - Prométeme que cuidarás de mis hermanos y de Chivi
    - Te lo prometo
    - Y que pase lo que pase, cumplirás con todas tus metas…
    - Lo haré por ti…
    - Roy… ¿me darías un último beso?

    Roy tomó el rostro de Nicole entre sus manos, y delicadamente, posó sus labios sobre los de ella. Nunca había sentido tanta calidez en ella, y la besó como jamás lo había hecho.

    De pronto, el cálido aliento de Nicole, dejó de serlo. Una frialdad que recorrió todo su cuerpo, marcó la hora de su muerte.

    Dante y sus secuaces habían desaparecido, y fue muy tarde cuando Riza, encabezando una tropa de militares, llegaron a la escena.

    Nicole yacía en el piso, abrazada por Ed, quien lloraba inconsolablemente mientras gritaba “¿Por qué?” y sujetaba más fuerte a su hermana. Roy permanecía erguido, con lágrimas en los ojos, y mirando a los dos hermanos despedirse. Al seguía inconsciente, pero en el fondo, sabía lo que había pasado.

    *******************************************

    Una sábana blanca cubrió por completo el cuerpo de Nicole, e inmediatamente tomó tonos rojizos por la sangre que aún corría por sus extremidades y la gran herida del pecho que llevaba.

    Los hermanos Elric habían viajado a Rizembool ese mismo día, llevando consigo el cuerpo sin vida de su hermana. Desaparecieron junto con el cuerpo en el momento en el que los militares despejaban la zona de la prisión donde se encontraban.

    Cuatro días habían pasado. Cuatro largos y dolorosos días.

    Una lápida sobresalía debajo de un gran árbol en una colina de su pueblo natal, junto a otra que en su silencio, en cierta forma, daba un poco de calma.
    Ed depositó una corona de flores que había hecho Chivi en medio de lágrimas y sollozos, tras haber sido llevada por Al desde Central hacia Rizembool.

    Allí se encontraban talladas firmemente, las letras de la inscripción de la tumba de Nicole, quien ahora reposaba muy cerca de la tumba de la madre de Ed y Al.
    Ed leyó nuevamente lo que decía, mientras que una lágrima corría por su rostro.

    “Nicole Emilia Elric”
    Nunca te olvidaremos, ya que cambiaste nuestras vidas para siempre.

    ¿Fin?
    .
    .
    .
    .
    .
    .
    .
    .
    nah... sigan sufriendo xD... esto aún no se acaba ºOº
     
  18.  
    Mihael Keehl

    Mihael Keehl Guest

    Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

    ahhhhh esa ultima parte estubo super tierna!!!!!!! ToT
    Pobresito Roy ;O; awww te quedo hermosa la continuacion!!! ToT
    Espero y pronto puedas continuarlo ;O;

    Mañana te dare reputacio por esta conti ;O;
     
  19.  
    Angelique Rin

    Angelique Rin Usuario común

    Piscis
    Miembro desde:
    14 Septiembre 2005
    Mensajes:
    499
    Pluma de
    Escritora
    Título:
    Secretos del Pasado ? Nicole, ¿la primera Elric?
    Total de capítulos:
    245
     
    Palabras:
    56
    Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

    yo sigo diciendo que quedó demasiado azucarada ._.... en verdad quedó bien? i.i
    casi lloro cuando escribía lo de roy! ;_;
    ojalá y que pueda darme tiempito pa escribir lo que viene :3...

    me acabo de dar cuenta que en 5 capis mas creo que se acaba el fic ._....
     
  20.  
    Mihael Keehl

    Mihael Keehl Guest

    Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

    si quedo super bien ;O;

    Pues espero que tengas tiempo y no me imagino cual puede ser el final , no tengo la menor idea ;O;
     
Estado del tema:
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