Secretos del Pasado ? Nicole, ¿la primera Elric?

Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

a mi byakuya no me lo toques!!!! :mad:
que el pobre ya esta cansado por todo lo qle hice anoche xDxDxD :silbar:
quien dijo eso.. no fui yo :silbar:

eta bien padre ._. nu me pegue...ToT

 

Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

y yo veo que heimdall no esta cansado para nada :silbar: asi que tb tu sabes ...
ademas ¬¬
YO NO VI QUE PUSIERAS CONTI ¬¬

 

Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

tu me enseñas :silbar:

*le da un beshito en la frente y huye

 

Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

:silbar:
primer ejem de la noche!!! xDxDxDxD!!!

digame padre *-*

xD si quieres pongo lo que tengo escrito hasta ahorita...
miercoles!!
se me olvido poner las contis q faltan para empalmar con esta xD

ahorita las pongo mejor antes de q se me olvide xDxDxD

 

Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

Secreto 30: El beso

- ¿Cómo lo hiciciste? – preguntó Edward - ¿Cómo lograste hacer una transmutación humana?
En sí fue lo único que alcanzó a preguntar Ed. Después de un prolongado silencio entre los tres, y tras haber confundido y revuelto su mente con pensamientos, ideas y recuerdos, no pensó en nada más que preguntar. Sus sentimientos hacia ella aun eran confusos, y necesitaba un respiro para volver a ser como antes.
- Me imaginaba que ibas a preguntar algo como eso – respondió serenamente Nicole – En realidad falle pero puedo decirte exactamente como casi lo logro, de hecho, el crédito no es solo mío
- ¿Tienes todas tus anotaciones? – preguntó fríamente Ed
- Claro. Las tengo guardadas en el cuartel
- Perfecto, entonces dámelas
- Olvidaste pedir por favor – dijo Nicole en un tono cortante
- ¡maldición, ahora te pones con esas posturas! ¡mientras mas rápido tenga esas anotaciones más rápido podre devolver…!
- Debes disculparlo, Nicole… lo único que Ed quiere es devolverme mi cuerpo – dijo Al tranquilamente
- Al no te metas… - dijo Ed visiblemente molesto
- Descuida, de todas maneras pensaba hablarles de eso también – respondió Nicole mirando intimidantemente a Ed
- ¿Qué quieres decirnos? – djio Ed
- Quiero ayudarles a conseguir la piedra filosofal… Edward, tu mejor que nadie sabes que yo puedo ser de gran ayuda
- ¡Sería excelente! – exclamó Al – Nicole, yo te juro que voy a esforzarme mucho para ayudarte a ti también, voy a devolverte lo que perdiste
- Eres amable y considerado, Alphonse, pero no creo que puedas devolverme todo eso…
- ¿Por qué? ¿Es que acaso no nos has contado todo ya? – preguntó Al
- Ahora el que mas necesita algo de vuelta eres tú – respondió Nicole mirando tiernamente a Al – Quiero al menos compensar lo que les hice ahora… se que no habrá sido fácil reaccionar con una noticia como la que vine a traer yo
- A la hora que te das cuenta ¬¬ - dijo Ed mirando hacia un costado – recién puedes ver el daño que nos has hecho… nunca debí conocerte
- Créeme que no fue fácil para mí venir a Central y contarles todo esto… es más… nunca creí que las cosas se iban a “complicar” tanto entre nosotros… (mirando a ambos hermanos) al comienzo yo nunca pensé venir ni entrar en sus vidas… pero hay algo que debo hacer al menos para tratar de remediar el daño que les hizo mi padre, nuestro padre… además vine porque fue el último deseo de mi madre antes de morir
- ¿Quieres decir que si tu madre no hubiera muerto, no nos hubiéramos conocido? – preguntó Al con un tono triste
- Es lo más probable. Ahora ya estaría casada con Scar y habría pasado por todo lo que pasaron los ishbalanos hasta el día de hoy… (mirando hacia el cielo y como consecuencia iluminando sus ojos color miel con la luz del sol) ahora debería estar viviendo en un campo de refugiados… aunque también hubiera estado muerta… no lo sé… el destino da giros indefinidos… venir a esta ciudad ha cambiado mi vida demasiado rápido… (tratando de disimular sus lágrimas con su cabello)
- Egoísta. Tu vida no fue la única que cambió repentinamente – dijo Ed bajando la mirada y con una sombra bajo sus ojos - ¿crees que la nuestra no cambió para nada al saber que nuestro maldito padre tuvo otra mujer? ¿crees que saber que existías tú no fue perturbante? ¿no era suficiente ya con haber perdido tanto? Al y yo hemos atravesado por tantas cosas difíciles en la vida como para venir a enterarnos de una más…
- Creo que el conocer que tengo una hermana fue difícil para mí, pero ahora que finalmente lo comprendí, debo decir que me alegra que tu lo seas. – dijo Al
- Veo que ni porque ella te haga daño tu dejaras de decir lo feliz que te sientes que sea tu hermana – dijo Ed con un aire indiferente y arrogante – no entiendo que es lo que le ves a esa
- Quizás no lo mismo que tú viste en mí – respondió Nicole en el mismo tono de Ed
- ¡Pero que…! ¡de que demonios hablas! – dijo Ed un poco sonrojado – Al va a…
- Estoy segura que Al sabe lo que pasó entre nosotros – respondió Nicole lacónicamente
- Si lo se, de hecho, tú mismo me lo contaste, hermano.
- ¿¡Ahora se les dio a ustedes dos por irse contra mi verdad!?
- Hermano…
- Es verdad, creo que ese tema no debe tocarse ahora, es algo que ya pasó, y quedó atrás. Ahora lo más importante es hablar de la piedra filosofal. – dijo Nicole imperativamente
- Tienes razón, primero tu empezarás dándome tus notas y Al y yo las estudiaremos y comenzaremos con la investigación – dijo Edward
- No. – respondió ella mientras se quitaba un mechón de cabello de la cara
- ¡pero que! ¡tú dijiste que me darías tus notas! ¿¡eso quiere decir que nos mentiste!? – replicó Edward muy enojado
- No les he mentido, y sí, voy a darles mis notas, pero no voy a permitir que solo ustedes lo intenten. Los tres investigaremos la piedra. Es eso o nada. Tu decides, Edward (mirándolo desafiantemente)
- Bah… ¿acaso me queda otra opción? – respondió Ed refunfuñando
- Entonces es hora de que ambos se den la mano y ¡hagan las paces de una buena vez! – dijo Alphonse empujando un poco a Ed y acercándolo a Nicole.
Por un momento, las miradas de ambos se cruzaron. Los ojos color miel de ambos parecían un escándalo de color mientras Ed podía sentir la lenta respiración de su hermana. Ella lo miraba tranquilamente mientras pudo notar el visible nerviosismo que sentía por estar cerca.
Efectivamente, el respiraba agitado y comenzó a sentir como sus mejillas comenzaban a tomar calor. No sabía que hacer. Pensó por un momento en darle la mano y terminar con esa “guerra” que hubo entre los dos, pero al mismo tiempo su orgullo le decía que ella lo había engañado y le había dado falsas esperanzas. Estaba realmente confundido
- Bah, no estoy para perder el tiempo – dijo ella para tratar de salvar a Ed de el problema en el que estaba – Mejor vamos de una vez a comenzar con la investigación (caminando cuesta abajo y dirigiéndose a buscar un taxi)
- Estoy de acuerdo con eso, vamos Al – dijo Ed tomando una bocanada de aire
- U.U nunca hacen caso a lo que pido – dijo Al resignado – pero al menos esos dos estuvieron de acuerdo en algo n.nU
Los tres tomaron un taxi y se dirigieron hacia el Cuartel General. En el camino, solamente Al y Nicole hablaban. Ed permanecía en el asiento delantero sin decir palabra alguna.
**********************************************
Después de aquel gran incidente con el recepcionista, las cosas se calmaron un poco en la pensión. Heiz, Keyriu y Eriana se encontraban cenando mientras Rina estaba leyendo un poco en su habitación. Unos suaves golpecitos en su puerta hicieron que dejara de leer su libro y fuera a abrir. Era Rossana, quien tomando un descanso en el Cuartel, había pasado a visitarla.
- ¡Hola Rossana! ¿Cómo estas? Pasa por favor – dijo Rina alegremente
- Gracias n.n aproveche que no había nadie en el cuartel y vine a visitarte jejeje
- ¿Cómo q nadie? ¬¬
- Me refiero a que el Coronel Mustang no estaba en su puesto y pues aproveche… ¬.¬ de seguro estará visitando a alguna de sus “conquistas”
- Recuerdo que me contaste que él es todo un “playboy”
- ¬.¬ y para qué decir mas… (pensando un momento) pero últimamente no lo he visto salir con nadie… eso es bastante raro…
- ¿Por qué?
- Es que el Coronel solía tener dos a tres citas por semana, lo cual era muy normal para él, sin embargo, ahora ya no veo a ninguna chica, y menos recibo una llamada, y si es el milagroso caso que sí, el se hace negar siempre… es bastante raro…
- ¿no te has puesto a pensar que pueda tener una novia formal?
- ¡QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE! (saliendo del shock) naaah, imposible… Mustang no es de esos… quizas simplemente está descansando de tanta mujer ¬.¬ ese maldito…
- Jajajajajaja… no digo… los hombres son todos iguales
- Seeh ¬.¬ en especial Roy Mustang… lástima que sea tan guapo *¬*
- Eso no te lo discuto
- ¡hey! ¡Yo lo vi primero!
- ¡y yo lo vi última! Y los últimos serán los primeros jajajajaja
- Jajajajajaja tu siempre me haces reir, nunca ha habido ocasión de que cuando te encuentro me digas una mala noticia
- (cambiando drásticamente de rostro y poniéndose seria) de hecho… si hay algo que debo decirte, es algo muy importante.
- O.o??? ¿y ahora por que pusiste esa cara? ¡ay vamos! ¡ni que se hubiera muerto alguien!
- Rossana…
- Dime Rina, ¡pero antes cambia esa cara, amiga! ¡ya sé! ¡te haré cosquillas!
- Rossana, tengo que decirte que…
- ¡ROSAAAAAAAAAAAAAANAAAAAAAAAAA! – gritó Keyriu efusivamente mientras corría a abrazarla - ¡HOLAAAA! ¡TIEMPO QUE NO TE VEIAAAAAAAAAAAAAA!
- (con las manos en los oídos) Si estuve ayer aquí n.nU… eso sin contar que me acabas de dejar sorda ¬.¬
- Aishh ni que fuera para tanto ¬.¬’ – dijo Keyriu
- Ajajajajaja … ¿Cómo estas amiga? – preguntó Rossana
- ¡Obviamente súper bien! Mírame (volteando a todos lados) regia como siempre… - dijo key en un aire arrogante
- Y con esa modestia que la caracteriza… u.uU – interrumpió Heiz, quien acababa de llegar al cuarto de Rina
- (Por que siempre terminan por interrumpir las cosas ¬.¬ - pensó) Hola Heiz, hola Keyriu – dijo Rina, resignada al ver que no iba a poder contarle nada a Rossana
- Uuuuy Rina, ¿Qué es lo que estás leyendo? – preguntó Keyriu al ver los libros
- Un poco sobre alquimia de los cuatro elementos… ahora mismo estaba leyendo sobre el agua y sus variaciones…
- Woow, esa es alquimia avanzada – dijo Eriana con un brillo en los ojos
- Una mas al circo u.uU – pensó Rina
- Es cierto, ¿Qué nivel de alquimia tienes, Rina? – preguntó Heiz acercándose también a ella
- Pues, no esta muy elevado, pero puedo decir que es bueno, aunque esta parte de alquimia me está costando entenderla bastante – respondió Rina viendo un poco derrotada a los libros.
- ¡AYYYY NO TE PREOCUPES QUE AQUÍ TIENES A DOS GENIAS DE LA ALQUIMIA! – dijo Keyriu abrazando a Eriana y Heiz - ¡ELLAS DOS SON UNOS CEREBRITOS EN ALQUIMIA Y TE PUEDEN AYUDAR!
- La verdad es que Heiz podría más que yo – dijo Eriana – esa parte también no la entendí muy bien
- Pues si quieren yo les enseño, yo no la domino, pero si la se aplicar. – dijo Heiz un poco sonrojada
- Uy si… la aprendiste bien tan solo por quien te la enseño ¿no? – dijo Keyriu dándole un suave codazo y poniendo una sonrisa y los ojos pícaros
- Uuuuuuuuuuuuuuuuy confiesa… quien fue el que te enseñó – dijo pícaramente Eriana
- Siiiii… ay vamos cuenta… ¡así que la callada y seria Heiz tiene un pasado romántico!!!! *w* - dijo Rossana – uyyy me encanta el chisme… digo… las experiencias pasadas de mis amigas *w*
- O.o estas chicas estan locas – pensó Rina
- Bueno, fue… fue… (completamente sonrojada)
- ¡Ay vamos, que ya que me lo contaste todo pues que no te de pena decirlo! ¡es más, yo lo digo por ti para que no te de tanta pena! ¡fue Roy Mustang!
- ¿¡QUEEEEEEEEEEEEEEEEEE!? – gritaron todas
- Sí, pues… es verdad o///////o – dijo Heiz completamente sonrojada – lo que pasa es que Roy y yo… bueno… fuimos novios… y el tiempo que estuvimos juntos el me enseñó como usar el fuego…
- Y vaya que te enseñó como usar el “fuego” – dijo Keyriu
- Aaaay ¡no digas eso! Entre Roy y yo no pasó nada “que tú crees que pasó”
- ¿o sea que tu fuiste la novia de mi jefeeeeeeeeeeee? – exclamó Rossana
- Pues si – dijo Heiz apenada
- Vaya que el mundo es pequeño… - dijo Rina
- ¡NO PUEDO CREERLOOO! ¡WOOOOOW! ¡FUISTE NOVIA DE ROY MUSTANG!! – gritó Eriana saltando en la cama de Rina
- Ayy cuidado que me la rompes >.< - exclamó Rina mientras trataba de bajar a Eriana de allí
- Siii!!!! Maldición Heiz, tienes que entrar a la milicia y reconquistar el corazón de mi primo *w* ya puedo imaginar la boda… los invitados… y que finalmente serás mi prima… *o*
- ¿¡PRIMOOOOOOOOOOOOOOO!? – gritaron Rina, Eriana y Rossana
- ¿Ayy que no se los conté? Roy es mi primo tercero o.o
- ¡Dios! Cada dia me voy enterando de mas y mas cosas… definitivamente esta ciudad está loca – dijo Eriana llevándose una mano a la frente
- ¿Así que el te enseñó a utilizar el fuego? – preguntó Rina seriamente
- Así es. Aunque el lleve un círculo dibujado en sus guantes, también sabe la manera “tradicional” de hacerlo. Sin embargo, he practicado día y noche para aprender más sobre dominar los elementos, y sobre todo para hacer alquimia sin círculos (empuñando fuertemente la mano y mirando al suelo con rabia)
- Es imposible hacer alquimia sin círculos – replicó Eriana – a menos que tengas tatuado el círculo en alguna parte de tu cuerpo o tengas un accesorio
- No es imposible – replicó Heiz – Hay dos personas que pueden dar fe de ello.
- Nicole y Edward Elric, ¿verdad? – respondió Rina
- Sí, juro que voy a aprender como hacerlo, y ahora sí ella podré compararme a su nivel
- ¿de que hablas? – preguntó Rina
- Nada, nada… son solo balbuceos… bueno, ¿Cuándo quieres que te enseñe?
- Si no hay problema, mañana estaría bien – respondió Rina
- Listo n.n … bueno, ahora debo irme a estudiar yo también, con su permiso – dijo Heiz apresuradamente saliendo por la puerta – Una vez que lo logre, pienso descubrir tu secreto, Nicole Elric… ¿qué fue lo que cambiaste con la puerta? ¿qué fue? – pensó en voz baja
En el cuarto de Rina, las otras tres chicas seguían armando alboroto como siempre
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En el Cuartel General, Bradley observaba desde su ventana el patio central. Tomaba una taza de café, y aunque no sentía en absoluto el sabor, parecía disfrutarlo. Sonreía levemente cuando Pereza, vestida como Juliet Douglas entró silenciosamente.
- Siempre entras sin que nadie se de cuenta. Quizás por eso seas una de las favoritas de nuestra ama – dijo Bradley sin inmutarse de su entrada
- Nuestra ama no tiene favoritos, simplemente diferencia quienes son más útiles y eficientes que los otros.
- Tu siempre y tus respuestas frías y cortantes, hasta ya te pareces a mi futura novia
- Sobre eso vengo a hablarte, tenemos problemas.
- ¿Qué fue lo que pasó?
- Para variar, Envidia.
- Sabía que no le debimos contar sobre los planes de nuestra ama
- Pero el daño ya está hecho, ahora es tiempo de arreglarlo.
- ¿Qué fue lo que hizo esta vez?
- No creo que te agrade mucho la noticia…
Pereza se demoró como 15 minutos en contarle todo lo ocurrido a Bradley. Un signo de su aparente enojo fue derribar un florero con la mano y aventar al piso la taza de café que estaba tomando. Después de calmarse y caminar en círculos, recuperó la postura arrogante y serena que siempre lo caracterizaba.
- Esto solo altera mis planes por poco. Si Envidia cree que me va a ganar con sus pequeñas intrigas, pues está muy equivocado.
- ¿Qué piensas hacer?
- Llama a una reunión general del personal. Todo se llevará a cabo tal como lo planeamos, simplemente se adelantarán las cosas.
- Lo que ordenes, de todas maneras, es tu novia… (indiferente)
- Sí, ahora ella es mía – dijo Bradley mirando por la ventana como bajaban los tres hermanos del taxi, específicamente, mirando a Nicole – Su belleza es incomparable…
- Al igual que su carácter… - replicó Pereza
- Todo puede ser domado, mi querida secretaria… incluso lo que supuestamente es indomable… lo único que se necesita es a alguien que pueda manejar todo aquel ímpetu, y por supuesto, se necesita algo para calmar sus ánimos. Y eso, mi querida “Juliet” ella no lo podrá negar ni por un instante.
- Con tu permiso, voy a organizar la reunión
- Propio.
Pereza salió de la oficina, dejando a Bradley pensando en los planes que se avecinaban. Por su parte, él sonreía misteriosamente mientras preparaba otra taza de café.
- No puedo dejar que pertenezcas a nadie más, sólo a mí… tal belleza es tan solo digna de un rey… y tu eres digna de ser una reina… serás mía lo quieras o no – dijo en voz alta mientras movía la cucharilla en el café y miraba por la ventana.

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Ed, Al y Nicole se dirigieron hacia la recámara de esta última. A pesar de que las cosas se habían calmado un poco, ella no dejó que entraran a su habitación, e hizo que los hermanos esperaran en la puerta, mientras ella traía sus anotaciones. Buscó debajo de su cama, y sacando la maleta con la que había llegado a Central hacía tanto tiempo, buscó su antiguo diario con todas las investigaciones que hizo con Zahid.
Al llegar a la última página, pudo ver como había manchas de sangre en ellas, producto de aquel fatídico día. Su corazón comenzó a latir rápidamente, y los recuerdos invadieron su mente. No se le ocurrió nada más que arrancar aquellas hojas y guardarlas bajo la ropa que contenía la maleta. Cerró el libro y se dirigió a la puerta. La abrió y se dirigió a sus hermanos.
- Aquí lo tienen. Ahí están todas mis investigaciones.
- Perfecto. Esta misma noche pienso leerlo – respondió Edward despectivamente, mientras ojeaba rápidamente las hojas
- Gracias Nicky, de seguro nos será de mucha ayuda – dijo Al frotándose la cabeza
- De nada – respondió indiferentemente – pero ahora, como todo intercambio equivalente, quiero ver las suyas
- ¿Qué? – dijo Edward reaccionando
- Claro, ¿creen que les iba a dar las investigaciones que me costaron tanto tiempo sin pedirles algo a cambio?
- ¡escúchame Nicole, la que estaba en falta eres tú, y es TU deber darnos estas notas! ¡nosotros no tenemos que darte nada! – replicó Ed
- No te preocupes, te las traeré enseguida – dijo Al.
- (cayendo de espaldas tipo anime) ¡AL!
- Ed, no me parece justo que Nicky no pueda ver lo que avanzamos, además, si ella nos va a ayudar, es lógico que se ponga al día con lo que sabemos, y viceversa… ademas… ¿TAMBIÉN SON MIS NOTAS NO? (dándole una mirada matadora a Ed, como diciendo: “tú que me replicas algo, y te mato”)
- Has lo que quieras ¬.¬ de todos modos allá ella si entiende mi letra… (con una gota en la frente)
- Si tu no entiendes algo de las mías también allá tu – respondió Nicole fríamente – de todas maneras, Zahid también escribió algo allí, y bueno, el solo hablaba y escribía ishbalano… y creo que como no hay nadie en todo este cuartel, y dudo que en la ciudad, que hable ishbalano, excepto yo… creo que me convierte en tu nueva mejor amiga…
- (revisando más a fondo el diario y viendo que efectivamente muchas cosas importantes estaban en otro idioma) (¡Maldicion! – pensó) Ja!! Seguro lo dices tan solo por hacerte la especial… pues déjame decirte que no hay nada imposible para mi (arrogantemente) así que ahora con tu permiso, me retiro a mi habitación, ¡vamonos Al! (caminando como godzilla)
- Esta bien, hermano… bueno Nicky… espérame un momento… voy a traerte las notas… no te vayas a ir… jeje… por cierto… buena esa…
- No te preocupes.. no tengo otro lugar a donde ir…
- Adiós
- Bye Al…
- Ya regreso – dijo Al mientras corría un poco para alcanzar a Edward, que ya estaba metros lejos
- Me las va a pagar… esa Nicole… ¿Quién se cree…? ¬.¬
- Jajajajajaja (riéndose suavemente)
- ¡Y TU DE QUE TE RIEEEES! – dijo Ed agitando los brazos como loco y moviendo la cabeza para todos lados
- Como podría decirse… Nicole: 1, Edward: 0 jajajajajajajaja
- ¡AAAAAAY ME LAS VAS A PAGAR AL!
- Eso si me alcanzas (corriendo lejos de el)
- ¡VUELVE ACAAAAAAAAAAA! ¡ALPHONSE ELRICCCCCCCCCCC!
No tardó mucho para que Al fuera a entregarle las notas de su investigación a su hermana. Con un simple “gracias” ella cerró la puerta y se encerró en la comodidad de su cuarto.
La noche pasó tranquila. Todas las luces del cuartel permanecían apagadas excepto las de dos habitaciones. Después de mucho leer, Alphonse tan solo al recostarse por un momento sobre un sillón, se quedó profundamente dormido. Caso contrario, Ed continuaba leyendo, sin demasiado progreso, pues la mayoría de notas importantes en el diario, estaban escritas en ishbalano.
“Maldita mujer, ¡tenías que escribir todo en tu idioma natal!” – pensaba mientras seguía tratando de estudiar.
Sin embargo en cada página era lo mismo: siempre las mismas anotaciones en un lenguaje completamente desconocido para él. A pesar de que los círculos de transmutación los reconocía, las notas para como hacer los arreglos, o para los elementos necesarios, le eran desconocidos.
Dudó en un comienzo, pero luego, su curiosidad natural de alquimista hizo que fuera en contra de su orgullo y decidiera ir en busca de su hermana. Caminó lentamente, pensando que si iba lento y leyendo, quizás en algún momento pueda entender los raros símbolos a manera de letras que contenían la información. Sus ojos color miel recorrían cada centímetro de las páginas y se movían constantemente en el universo de letras, gráficos y símbolos que en ellas figuraban. A ratos apartaba uno que otro mechón de cabello que caía de su desgreñada trenza, y tan sólo era en esos momentos, cuando perdía la concentración y se daba cuenta a dónde se dirigía.
“No puedo hacerlo” – se dijo finalmente, y comenzó a retroceder lentamente.
Ahí fue donde se dio cuenta que seguía enamorado de ella.
Sin embargo, mientras retrocedía, no se dio cuenta de que había una gran maceta detrás, y como consecuencia, tropezó en ella. Tampoco se había dado cuenta que estaba tan solo a unos metros de la habitación de su hermana.
El ruido hizo que ella se sobresaltara y saliera a ver lo que había pasado. Grande fue su sorpresa cuando descubrió que era Edward quien lo había provocado.
- ¿se puede saber que haces a estas horas de la noche por aquí? – preguntó un poco molesta
- Tan solo estaba caminando y… ¡no es nada que te importe! – respondió Ed
- Me importa todo lo relacionado con mi diario, el cual curiosamente lo llevas en la mano – dijo señalando al libro
- ¡y eso que! Yo tan solo lo estaba estudiando
- No entendiste las notas, ¿verdad? – dijo ella con un aire de arrogancia
- ¡bah! Ni que fuera tan difícil entender una alquimia tan primitiva
- ¿primitiva? ¿eso te parece la alquimia humana?
- No hablo de eso, y lo sabes muy bien
- Ah, ahora entiendo, crees que la alquimia de Zahid es primitiva tan solo porque el era ishbalano
- Esa raza no conocía la alquimia, y que uno de ellos la haya estudiado no lo convierte en un alquimista de prestigio, ni uno bueno
- Sin embargo el lo era (suspirando) el sabía mucho sobre alquimia y me ayudó mucho en mis estudios…
- ¿Cuánto tiempo estuvieron investigando esto? (en un tono mas tranquilo)
- Mucho tiempo como para creer que éramos dioses
- Los alquimistas somos lo más parecido a dioses, por si no lo sabías… de hecho, hasta “casi” somos dioses
- No sabes de lo que hablas…
- ¡Claro que sí!
- ¡si es así entonces por que no pudiste devolver el cuerpo de tu hermano!
- ¡cállate! ¡tú no sabes por lo que hemos pasado para…!
- ¡Perfecto, te escucho! (sentándose en un banco que había cerca)
- ¡que! ¿Qué haces? (sorprendido e intrigado)
- Tu siempre me dices que no sé por lo que han pasado ustedes, siempre me recriminas y me hechas en cara que has tenido una vida difícil, pues ahora bien, te escucho, cuéntame toda aquella vida difícil que has tenido, soy toda oídos.
- Ppp… pues… pppues bien… (nervioso y completamente sorprendido por la actitud de Nicole)
- ¡Pues bien! ¡deja de balbucear y habla de una buena vez! (levantándose repentinamente y enfrentando directamente a Ed) ¡sabes que! ¡estoy cansada de que siempre te andes haciendo superior a mi! ¡yo no tengo la culpa de que nuestro padre fuera un maldito bastardo! ¡y tampoco tengo la culpa de que tu madre haya muerto! ¿¡yo también sufrí mucho, sabes!? ¿¡pero sabes cual es la diferencia entre tú y yo!? ¡y es que yo les conté todo por lo que había pasado, yo les dije la verdad, al menos tuve el valor de hacerlo! ¡no como tú enano cobarde!
- ¡A QUIEN LE ESTÁS LLAMANDO ENANO!
- ¿¡VES A ALGUIEN MÁS EN ESTE PASILLO!?
- ¡NO TE PIENSO PERMITIR QUE ME LLAMES ASÍ!
- ¡ENTONCES ACTÚA COMO UN HOMBRE Y ENFRÉNTAME!
- ¿¡A SI!?
- ¡VAMOS EDWARD ELRIC, QUE NO TE TENGO MIEDO! ¿¡QUE ES LO QUE TANTO TEMES CONTARME, AH!? ¡ANDA, DÍMELO!
- ¡ESTOY ENAMORADO DE TI NICOLE, AUN SIGO ESTÁNDOLO!
Los ojos de Nicole se abrieron aún más. Nunca se había imaginado que él se atrevería a decirle eso, aunque aún lo sospechaba, ella había creído que nunca se lo iba a decir, pues era algo inconcebible, aún ahora sabiendo que era su hermana. Sin embargo, él lo hizo, aunque para ello hubieran tenido que discutir.
- Maldición Nicole, yo siempre estuve enamorado de ti… siempre – dijo Edward bajando la mirada y con una sombra en los ojos - ¿¡Por qué, maldición!? ¿¡Por que tienes que ser mi media hermana!? (Empuñando la mano de cólera) ¿¡y por qué tuve que enamorarme justamente de ti, maldita seaaa!? (conteniendo las lágrimas y sentándose en la banca)
- Uno no escoge de quien se enamora… eso simplemente pasa sin que menos te des cuenta (en una voz tierna y sentándose a su lado)
- ¡pero por qué de ti!
- Eso es lo que yo también me pregunto, Edward… (mirando a otro lado)
- Tenías que ser mi hermana… (bajando la mirada)
- Escucha Ed… ya no sigas pensando en eso, ¿entiendes? Por favor, entre nosotros no puede haber nada más que amistad, además existen otras razones más poderosas por las que es imposible
- Sí ya lo sé… lo más importante es que eres mi media hermana…
- Sí, (en voz muy baja) y también que yo…
- ¿tú qué?
- Que yo… yo… bueno, soy mayor que tú por cinco años
- Si ese fuera el caso no me importaría ni que tuvieras el doble de edad…
- ¡Por favor, Ed, ya ni sabes de lo que hablas!
- De repente… estar a tu lado me confunde demasiado… ahora más que nunca, no se si amarte, odiarte, quererte como hermana, o como mujer… o simplemente matarte
- Debes aprender a olvidar… aunque sea yo la que lo diga…
- Feh! ¡Ni que fuera tan fácil!
- ¿Me lo dices a mí?
- De acuerdo… creo que es difícil para ambos
- Tienes razon, Ed
- ¿qué acabas de decir? (levantando el rostro y volteando repentinamente hacia ella)
- Que tienes razon…
- No… ¿Cómo acabas de llamarme?
- O.o pues… te dije como te llamas… “Ed”
- Es la primera vez que lo haces, ¿sabías?
- (un poco extrañada) es cierto… nunca antes te había llamado “Ed”… supongo que es por escuchar a Al hablarte siempre así
- ¿Entonces dejarás que te diga Nicky?
- No presiones tanto ¬.¬´
- Jajajaja… siempre me causó risa esa arrogancia y esa frialdad que tanto aparentas… (sonriendo ligeramente y tras un suspiro)
- ¿perdón? Ò.ó yo no estoy aparentando nada ¬.¬
- Vamos, no te hagas (dándole un pequeño empujón) no creo que exista una mujer que pueda ser tan fría
- Lo hay, Ed… yo lo sé porque yo soy así
- Para mí eres diferente (con la mirada baja y un poco apenado) quizás por eso me enamoré de ti
Nicole respiraba lentamente. Juntó sus manos sobre sus rodillas mientras pensaba en todo lo que estaba pasando en ese momento. Volteó su rostro por un momento para ver a su hermano, y notó como se sentía incómodo con esa situación. Tenía que hacer algo. No podía dejar que aquel amor enfermizo de Edward continuara.
En un delicado pero rápido movimiento, ella colocó sus manos sobre el rostro de Ed, y tras un ligero momento de duda y de remordimiento, lo besó tiernamente, a lo cual él demoró en responder, pero que no dejó de hacerlo.
Aquel beso pareció durar una eternidad para Ed. Lentamente, rodeó con sus brazos la cintura de Nicole y acarició su largo cabello. Sentía como los corazones de ambos latían rápido y como su respiración se agitaba. No podía creer que lo que siempre había deseado estuviera pasando, aunque su conciencia no dejaba de recordarle que a la mujer que estaba besando fuera su hermana. Sin embargo, deseaba que aquel momento no termine. La mujer de quien estaba enamorado le había correspondido por primera vez y le gustaba, le gustaba sentir los labios un poco fríos de ella sobre los suyos, y la manera como besaba. Le gustaba todo de ella.
Ella despegó suavemente sus labios de él, y tras un pequeño roce de labios de despedida, se separó completamente.
- ¿es lo que siempre querías no? Dime… ¿es lo que siempre quisiste, verdad? – preguntó ella fríamente
- Ss… si – respondió Ed aún sorprendido
- ¿Te gustó?
- Mucho
- Bien, porque nunca más volverá a pasar. Este será el único y último beso que te dé. Porque a partir de mañana, tu vas a tratarme como lo que soy: Tu hermana de sangre. A partir de mañana nunca más volverás a mirarme como mujer, y nunca más volverás a decir que me amas. A partir de mañana vas a olvidarte de aquel amor enfermizo que sientes y vamos a llevar una vida de familia, ¿entendido?
- Si es así, entonces déjame darte otro beso…
- ¿disculpa? Ò.ó? ¿¡que no entendiste nada de lo que dije!?
- Al contrario, lo entendí perfectamente, pero si quieres que te olvide, no quiero que seas tú la que me bese y simplemente diga “listo, ahora nunca más pasará”, sino seré yo quien te olvide al besarte por última vez.
- Estas loco, Edward Elric
- Quizás, pero ya sabes lo que dicen… sin enfermedad, no hay cura
- ¿qué?
Después de un silencio entre ambos, Ed volvió a besar a Nicole, y esta vez fue ella quien no quiso que terminara. El beso, sin embargo llegó a su fin, y ambos quedaron en silencio nuevamente.
- Hasta mañana, Edward – dijo Nicole levantándose de la banca y entrando a su cuarto.
- Hasta mañana, Nicole – respondió él – mañana será otro día
- Así es – dijo ella dándole la espalda – espero que para ello ya hayas comprendido
- No hace falta, lo he comprendido desde ahora. Mañana serás mi hermana… para siempre
- Es lo correcto
- Sin embargo, te recordaré siempre la mujer de quien me enamoré y a la que dejé de amar esta noche… - replicó Ed en voz baja pero suficientemente fuerte como para que ella escuchara
- Ese ya es tu problema – dijo ella, y tras esto, cerró la puerta.
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En medio de las oscuras calles de Ciudad Central un hombre alto, moreno y de ojos rojos caminaba lentamente.
Scar recorría las calles con su misma actitud de siempre, pero esta vez tenía un objetivo. No por algo había decidido volver a la ciudad donde lo perseguían, y esta vez no solo venía a terminar con su labor de eliminar Alquimistas Estatales.
Esta vez, venia por lo que era suyo. Esta vez, Nicole no se le volvería a ir de las manos.

 

Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

Secreto 31: Confesiones, historias, decisiones…

Scar recorría la ciudad, inmutable y aparentemente tranquilo.
Pero en ningún momento había dejado de pensar en ella. Aún la amaba, y ahora estaba decidido a quedarse con ella.
“Nicole es mía desde el primer momento que la vi. No existe razón por la que ella haya dejado de amarme… creo que le dí suficientes pruebas como para hacerle ver que la amo sin importarme lo que ella sea… ni siquiera por que sea una alquimista” – pensaba mientras se escondía rápidamente en un callejón, tras haber visto a dos soldados caminando cerca de él.
Sus pensamientos continuaban en torno a ella, cuando se dio cuenta de que había llegado nuevamente al Cuartel General de Central. Escondido, obviamente, miraba con mucho recelo la ventana de la habitación de Nicole.
Ya era de día. Y el sol iluminaba hasta los mas oscuros rincones de Central. Por supuesto, Scar no era la excepción, y sus ojos rojizos brillaban al son de los tonos del amanecer. Había permanecido toda la noche en vela custodiando una ventana, sin que ella supiera de su prescencia. Y eso lo enfadó un poco.
Arqueó la ceja en tono con su frustración y comenzó a caminar en círculos.
“Nicole, Nicole, Nicole… todo lo que tengo que hacer por ti… maldita sea, espero que algún día esto solamente sea una anécdota graciosa que le contemos a nuestros hijos” – pensó – “Estoy hablando como un idiota” ¬¬ … creo que mejor entre de una buena vez a buscarla antes de que comienze a pensar que tendremos una casa con un huerto y una granja ¬¬ “
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Pero él no era el único que pensaba en Nicole.
Roy tampoco se encontraba tranquilo, y daba vueltas en su cama constantemente. Las sábanas y las frazadas que lo cubrían hacía horas que yacían en el piso, y aunque estuviera haciendo un poco de frío, él ni lo notaba.
No lo resistió más. Debía escuchar toda la historia de sus propios labios, y de paso también saborearlos una vez mas. Pensó esto mientras figuraba una sonrisa pícara.
Caminó como tantas noches lo hizo hacia la habitación de Nicole. Rápidamente y en silencio avanzó entre los largos pasillos y llegó a su puerta. Como les era costumbre ya, ella solía dejar la puerta sin seguro, para que su amante nocturno pudiera entrar sin problemas, pues las primeras veces, por desesperación Roy ya había roto la perilla, haciéndola incendiarse. Algo que era muy difícil de explicar a la mañana siguiente, al jefe de mantenimiento que siempre miraba de reojo a Nicole.
Pensó en esto y giró la perilla, pero extrañamente estaba con seguro. Dudó en un comienzo si tocar la puerta, o simplemente entrar, pero dada la situación, y por todo lo que ella estaba pasando, decidió tocar.
- ¿Quién es? – preguntó levemente Nicole desde dentro
- Nick… Nicole, ábreme, soy yo. – dijo Roy discretamente
- ¿Roy? – preguntó ella susurrando – ¿pero que demonios haces aca? ¿Qué no te das cuenta de que alguien puede venir y descubrirte? ¿Qué dirías si alguien te ve tocando mi puerta?
- Es por eso que te pido que me dejes entrar, preciosa – dijo sonriendo levemente
- ¿¡COMO ACABAS DE LLAMARME!? – reaccióno como siempre ella, pero aún susurrando
- Vamos Nicole, ábreme de una buena vez
- No quiero (con cara de niña molesta)
- Bien, entonces me quedaré aquí esperando… :o
- ¡que!
- Así es, y si alguien viene y pregunta, le diré que eres mi amante y le contaré nuestra historia… ¿no te parece interesante?
- (Abriendo violentamente la puerta y jalándolo de la chaqueta hacia el interior) ¡MALDITA SEA ROY! ¿¡POR QUE SIEMPRE TIENES QUE CHANTAJEARME CON ALGO!?
- Quizás porque así es la única manera de tenerte cerca – dijo con una voz cariñosa y dándole un beso en la mejilla
- (apartándose un poco) eres un cínico… ¬.¬
- No te molestes conmigo…
- ¿para que viniste, Roy?
- (cambiando su mirada pícara por una seria, pero a la vez preocupada) Estoy preocupado por ti…
- (sorprendida) ¿y de qué tendrías que preocuparte tú? (tratando de ser indiferente, aunque la actitud de Roy la dejó conmovida)
Sin responder, Roy se acercó a ella y la abrazó. La envolvió tiernamente junto a su pecho y pudo sentir que su corazón latía apresuradamente. Nicole sintió lo mismo. Aunque siempre le había gustado sentir el calor del pecho de Roy, esta era la primera vez que la abrazaba sin ningún motivo, y eso le gustó.
Se quedaron así por varios minutos, y luego de ello se sentaron en la cama. Él la seguía abrazando mientras ella se encontraba de espaldas. Ambos cerraron los ojos por un minuto tratando de congelar aquel momento en sus mentes, y cuando volvieron a abrirlos, aún se encontraban abrazados.
Roy besó delicadamente el cuello de Nicole, y la sujetó con mas fuerza, con miedo a que ella pudiera despegarse de él y dejar de sentirla. Pero no fue así. Muy por el contrario, ella se dio la vuelta y le dio un corto, pero tierno beso en los labios, y volvió a abrazarle, pero esta vez, reposando su cabeza sobre uno de los hombros de él.
- No sabía que Edgard estuviese enamorado de ti, esta vez, el enano si que supo disimularlo. – le dijo Roy mientras acariciaba los cabellos de Nicole y le hablaba de manera dulce
- “Estaba” – dijo ella sin mirarlo a los ojos – “A partir de hoy ya no lo está”
- ¿Qué te hace pensar que ya no lo está?
- Yo lo sé…
- Edward… ¿él sabía que tú eras su hermana cuando se enamoró? – preguntó un poco intrigado y celoso
- No. Quizás sea por eso que ahora me deteste.
- No creo que te deteste, Nicole… es difícil olvidar a alguien que se ama, y mucho menos es odiarla.
- Claro que sí…el saber que era su hermana lo volvió completamente diferente.
- Debo reconocer que ha cambiado, pero sus ojos siguen reflejando lo mismo que cuando entró al Cuartel: Decisión y coraje.
- Pero ya no es el mismo…
- Lo es (abrazándola nuevamente) ya verás como después de un tiempo, aquel amorío de chiquillo se le pasa y vuelve a ser como antes.
- Son tantas cosas que han pasado…
- Y que tú no quieres contarme…
- Es largo de explicar, Roy, además, ¿Por qué habría de contarte algo tan personal? (refunfuñando un poco)
- Quizás porque entre nosotros también hubo algo “más personal”
- No mezcles nuestra “supuesta relación” con mi pasado, Roy Mustang
- (quedando en silencio por unos momentos) veintisiete …
- O.o? ¿Qué? No entiendo de que hablas
- 27… ese fue el número de novias que tuve… eso sin contar los “affaires” en las fiestas o en mis innumerables citas.
- ¬¬ ¿Y por qué me cuentas esto? (visiblemente molesta)
- (sin hacerle caso) La verdad es que a mí solían gustarme las mujeres fáciles de conquistar, aquellas que con tan solo verme, se derretían, y aceptaban salir conmigo sin reproches. Solía divertirme un tiempo con ellas, y luego, las dejaba sin más ni más, porque simplemente, me aburría…
- ¬.¬ ¿a dónde intentas llegar con todo esto? (furiosa y tratándose se zafar de los brazos de Roy)
- (sujetándola con más fuerza y continuando) Aquellas mujeres eran todas iguales… bonitas, con un cuerpo perfecto, atractivas, pero huecas por dentro… todas tan solo querían estar conmigo porque les parecía guapo, o por lo que soy … “El Coronel Roy Mustang”… Hubieron dos que fueron diferentes… hubo una con la que ni siquiera me acosté… Se llamaba Heiz… era tan tímida e inocente, que convertirla en otro de mis “juegos” no pasó por mi mente, y nunca me atreví a tocarla… aunque fue un placer ser el primer hombre que la haya besado, me dolió romperle el corazón dejándola… pero sabía que ella no era la mujer para mí.
- Roy Mustang… u.ú (roja de rabia)
- La otra se llamaba Beatriz… y era la hija de un alcalde de provincia. Era bonita, pero no hermosa, y su cuerpo no era perfecto… más había algo en ella que atraía mucho a los hombres, y por supuesto, a mí también me atrajo… me gustaba cuando tocaba el piano. Sentia que aquellas melodías hacían que ardiera en deseo por ella, y se lo demostraba cada noche que estabamos juntos. Llegó un punto en el que llegué a pensar de que ella era la mujer de mi vida, y con quien me quedaría para siempre. No duró mucho para que le pidiera matrimonio, pero ahí fue donde la relación comenzó a decaer.
- ………..
- Luego de un tiempo, me di cuenta de que ella estaba solo conmigo por costumbre, y que aquella pasión que sentimos se había apagado. Obviamente no era la mujer que sería la madre de mis hijos, y con la que pasaría el resto de mi vida…
- Vaya, eso es nuevo… no sabía que querías casarte y tener hijos… ¬.¬ - dijo Nicole con un tono cortante
- Claro que sí (dándole un beso en la sien) Tampoco soy tan joven que digamos, señorita Nicole Elric… a los 30 años, uno ya piensa en dejar generación, ¿sabe?
- 30 años no es ser viejo ¬.¬
- Para mí lo es
- Entonces debes verme como una chiquilla… quizás yo sea otro de tus “affaires” ¬.¬
- ¿siento celos en aquella frase? – preguntó Roy
- Además, no sé ni por qué me cuentas de estas cosas… ¿crees que me importa saber de todos tus romances?
- Mis padres murieron cuando yo era muy joven, ¿sabes? Recuerdo claramente ese día… era un 24 de agosto, y yo tenía 18 años… ambos murieron en un accidente de tránsito cuando un camión repartidor se les cruzó en el camino y ellos cayeron en un abismo… yo estaba en la academia militar entonces, y ellos venían a visitarme. No puedo creer que ya hayan pasado 12 años… (tratando de contener las lágrimas)
- Lo siento… ._. – fue lo único que pudo decir ella
- En fin… no tengo hermanos, tengo varios primos y primas, y me gusta escuchar música clásica al atardecer. Sé tocar el violín de hecho. Odio la lasagna tanto como odio el régimen en el que estamos viviendo. Mi sueño es llegar a convertirme en Führer para cambiar las cosas y crear un régimen más justo, y aunque me digan soñador, es en lo que creo firmemente.
- Roy… no se a dónde quieres llegar con esto, pero…
- Sólo escúchame (sellando los labios de Nicole con un dedo)… sé que parezco irresponsable y engreído la mayor parte del tiempo, y sé que me encanta hacerte y verte rabiar, pero también me encanta hacerte el amor y la manera como me besas. Amo cada vez que el sol ilumina tus ojos y revela ese hermoso color miel que tienes, e incluso vi una belleza exótica aquella vez que decidiste pintarte el cabello de negro. (dejándola de abrazar y poniéndose frente a frente) Nicole Elric… estoy enamorado de ti… te amo tanto como nunca amé a nadie… ¿Qué no te das cuenta acaso? Quiero saber tu historia, tu pasado, te he contado el mío porque crees firmemente en la equivalencia de intercambio, y eso es lo que yo te doy a cambio de que me cuentes tu historia, quiero conocerte más, saber de ti…
- (después de un incómodo silencio) estuve comprometida en matrimonio con scar… pero un dia antes de la boda, intenté transmutar a la esposa muerta de su hermano…

Nicole tranquilamente le contó toda su historia a Roy. Pasaron horas antes de que ella acabara, mientras la admiración en el rostro de él cambiara a tristeza. La mujer que amaba había sufrido mucho, y no podía dejar de pensar que en algún punto, él creyó que toda aquella frialdad y distancia eran tan sólo por un capricho. Así fue como comenzó a enamorarse de ella: creyó que tan solo odiaba a los hombres por que alguno la había herido, o porque era una niña caprichosa y rebelde que trataba de aparentar firmeza y fuerza, y vio en ella un trofeo para presumir delante de todos. Quería probar que él podía conquistar hasta la inalcanzable Nicole, y aunque lo logró, terminó descubriendo de que ella era más que un “affair”
El la escuchaba absorto, en instantes, se perdía entre sus ojos y le daba pequeños y suaves besos en la frente cuando ella no podía evitar soltar una lágrima. Y eso era algo que ella tampoco se podía explicar.
Con Roy pudo contarle todo… todo excepto su naturaleza mitad homúnculo. No quería atormentarlo con esa parte de su vida, y creyó que él la despreciaría si se enteraba, así que decidió omitirla. También sentía que podía dejar fluir sus sentimientos delante de él, y es por eso que no se abstuvo de llorar. Aunque fueron tan solo un par de lágrimas, sintió como estar apoyada en el hombro de Roy la reconfortaba.
Cuando finalmente terminó, se dio cuenta de que ambos habían caído recostados en la cama, aún abrazados, y que Roy la miraba tiernamente. La verdad ella no había levantado el rostro y había mantenido la mirada baja mientras contaba su historia.
Por un impulso, lo primero que hizo fue besarla. La besó como si nunca lo hubiera hecho, y con toda la pasión que sentía por ella. Nicole correspondió aquella acción, y de no ser por que los seres humanos necesitan respirar, no habrían dejado de besarse para tomar aire, pero una vez que lo hicieron, volvieron a juntar sus labios.
- Eres hermosa – dijo Roy mientras acariciaba el rostro de Nicole – ahora ya no me quedan dudas al respecto… ahora ya aclaré todo lo que tenía que aclarar en mi mente…
- ¿a que te refieres? – preguntó Nicole intrigada
Roy se levantó de la cama, y comenzó a dar vueltas por la habitación. Recostada, Nicole se preguntaba la inquietud de Roy, y decidió “acompañarlo” dando vueltas con él, lo cual después de un momento les pareció gracioso. El había estado dando realmente vueltas en círculos y ella tras de él, tratando de imitar sus movimientos. Cuando el se detuvo, ella que había estado siguiendo mecánicamente sus acciones, chocó contra su espalda, lo que hizo que ambos reaccionaran.
Y ahí paso algo que nadie se lo esperaba. Roy dio una pequeña carcajada, clara y lúcida, pero que no se compararía con lo que iba a lograr. Finalmente Nicole Elric rió después de tantos años. Aunque fue una risa corta y apagada, fue una risa.
- ¿Fue eso una risa? O.o – preguntó Roy, mezcla se susto y sorpresa
- (en un inicio pensando enojarse como siempre y gritarle, pero luego cambiando de opinión) Sí, eso fue una risa… y de verdad, ahora que me doy cuenta, es imposible que yo me ría… no puede ser…
- Vamos Nicole, no seas tan dura contigo misma, está bien que seas fría de naturaleza, pero yo sabía que podías reírte
- Pero yo… no puedo… porque…
- Ahora que te ví reír, quiero estar contigo mas que nunca … (mirando por todos lados la habitación)… Nicole…
- Dime
- ¿darías un paseo conmigo?
- ¿Ahora?
- Sí, en este instante
- Pues, yo…
Sin dejar a que responda, Roy tomó una de las manos de Nicole y salió con ella apresuradamente. Ninguno de ellos se fijaron si había alguien viendolos, ni si Ed o Al estaban por allí. Tan solo estaban absortos en ellos mismos, y ni se dieron cuenta cuando tomaron un taxi y salieron del Cuartel.
Roy llevó a Nicole lejos del centro de la ciudad. Específicamente a un mirador construido en lo alto de la ciudad y donde todos los edificios se veían muy por encima de ellos mismos. Era plena mañana y los árboles llenos de flores, ya que era primavera, despedían un suave aroma que llenaba el ambiente y lo volvía relajante. Ambos bajaron allí, y comenzaron a mirar el panorama.
Nicole se soltó el cabello. Era una de las pocas veces que lo hacía en público, pero no le importaba. Deshizo la larga trenza que lo recogía y el moño que había formado con ella, y dejó caer sus castaños rizos por su espalda. Puso su rostro contra el viento para sentir la brisa refrescarle la cara, mientras apoyaba sus manos en el barandal.
Roy se acercó por detrás, y recogiendo su cabello a un costado, le dio un beso en la mejilla, mientras tomaba una de sus manos, colocaba algo en ella y la cerraba. Nicole sintió que algo frío rozaba su piel y separando su mano de la de Roy (aún la mantenía cerrada) y llevándola un poco más cerca de sus ojos, la abrió.
Un pequeño anillo plateado brilló con la luz del sol, mientras que los rayos se difractaban en pequeños arcoiris, salidos de la piedra que estaba al centro del aro.
- Cásate conmigo Nicole Elric – dijo Roy mientras la abrazaba por la cintura – sé mi esposa. Eres tú la mujer que quiero para que sea mi compañera y la madre de mis hijos
Un escalofrío por todo el cuerpo de Nicole recorrió rápidamente. Su corazón comenzó a latir fuerte, y su respiración cada vez se hacía mas forzada. ¿Qué es lo que sentía por Roy? ¿Por qué estaba pasando todo eso? Lo quería, de eso estaba segura… pero… ¿acaso lo amaba?
Pensó en todas las veces que pasaron juntos. La mayoría de ellas, noches.
Le gustaba hacerlo con él, y a pesar de que había sido el primer y único hombre en su vida, sentía que no necesitaba más. Y también la había hecho reír, algo que era imposible debido al intercambio que hizo… ¿sería que él despertaba algo más en ella? De pronto lo comprendió. Lo comprendió y se dio vuelta para ver frente a frente a Roy
- Supongo que esto es necesario – dijo Roy mientras se ponía de rodillas delante de ella – “Si vas a pedirle matrimonio a una chica, hazlo como se debe”… eso es lo que mi padre siempre dijo, y pienso obedecerle… (tomando la mano izquierda de Nicole) ¿Te casarías conmigo?
- No necesitas arrodillarte, Roy – dijo Nicole suavemente – por favor, ponte de pie
- Entonces, eso significa un no… - dijo Roy mientras se incorporaba y volteaba su rostro un poco – no te preocupes Nicole, lo entiendo… se que también esto fue muy apresurado y que tú no sientes lo mismo por mi…
- Hace unos momentos, dijiste que habías descubierto que te habías enamorado de mí, dime… ¿crees que será para siempre?
- Cuando uno se enamora, es para siempre…
- Mi padre le dijo eso a mi madre… y años mas tarde me enteré que tenía otra esposa e hijos
- No podemos vivir en el pasado, Nicole. No puedes creer que tu historia repetirá los errores de tu padre…
- ¡pero ya lo hizo! ¡ya lo hizo y…! y… y tengo miedo… miedo a creer que todo esto sea tan solo un truco, o que no sea real o que no…
Sin dejarla terminar (lo que ya se estaba haciendo costumbre en Roy) la tomó fuertemente por los brazos, la llevó hacia él y la besó. Cuando terminaron, y tras haberle dado una bofetada, Nicole retrocedió un poco
- ¡Ouch! – dijo Roy poniéndose una mano en la mejilla
- Te lo mereces – dijo ella un poco enfadada - ¡Nunca me dejas terminar mis oraciones!
- Nic… jajajaajajajajajajajajajajajajajajajajajaja!!!!!! – se rió Roy por un buen rato
- ¡De que demonios te ríes! ¡Roy Mustang me las vas a pag…! Ejem… ja… jaja… (sin poder contenerse la risa) jajajajajajajajajaja… creo que esta vez, venciste…
- ¿a que te refieres con eso? O.o?
- No te lo voy a perdonar si me interrumpes mientras digo mis votos – dijo Nicole con una sonrisa
- Pues quizas lo hag… - sin poder terminar debido a la sorpresa que le causaron estas últimas palabras - ¿¡QUE FUE LO QUE DIJISTE!?
- Hace unos momentos no me dejaste responder a tu pregunta, Roy… ¿ya lo ves? Creo que eso ya se te hizo costumbre…
- ¿Te casarías conmigo?
- Sí.

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Unos golpes en la puerta de la habitación de Ed hicieron que saliera del estado tan concentrado en el que estaba.
- Al, por favor, ¿puedes abrir?
- ¡Un momento! – dijo Al mientras corría hacia la puerta – oh… Teniente Hawkeye O.o
- Buenos días, Alphonse. Quisiera ver a tu hermano por favor. Es algo oficial
- ¡Ed!
- Dime Al, ¿quien era? (viendo a Riza) Hola Teniente… ¿Qué pasa?
- Edward Elric, Alquimista de Acero, se solicita su prescencia inmediatamente en el salón principal del Cuartel General.
- ¿y ahora que hice? ¬.¬!
- Jajajaja… Edward, tu no hiciste nada, es tan solo una revisión general a las tropas que el Führer realiza cada cierto tiempo, aunque es un poco extraño…
- ¿extraño? O.o? – se preguntaron ambos hermanos
- Pues, un poco, ya que supuestamente la revisión sería dentro de tres semanas… y aparte del hecho que el Führer ha mandado a llamar a TODOS los militares, usualmente suele hacerlo por partes, primero los alquimistas Nacionales y los militares de alto rango, y luego los militares comunes…
- Pues tendrá que dar algún aviso importante, supongo – dijo Ed tirándose al sillón para descansar
- Ejem, ejem… lo siento Edward, pero tienes que ir inmediatamente. Es una orden directa del Führer – dijo Riza imperativamente
- Feh!! Eso es lo malo de ser un perro de los militares… siempre respondiendo al llamado de quien jala de tu cadena…
- Vamos, Ed, no puede ser tan malo… - dijo Al mientras abría la puerta – ahora ve, mientras me quedo esperando aca
- Ehmm… Alphonse… tu vienes también… - dijo Riza un poco confundida
- ¿yo? pero si yo no pertenezco a la milicia…
- Ahora si que yo tampoco entiendo nada, Al… sólo recibí esas indicaciones
- Es completamente extraño que mi hermano sea llamado también – dijo Ed mientras se rascaba la cabeza
- ¡Oh rayos! ¡hermano! – dijo Riza – digo, ¡Hermana! ¡tengo que avisarle a su hermana también! ¿alguno de ustedes sabe donde está?
- ¿Nicky? Pues la verdad no lo se – respondió Al
- Debe estar en su cuarto, leyendo o al menos tratando de entender mis notas ¬.¬ - respondió Ed
- No está… es por eso que les pregunto… ando buscando a Nicole desde hace un rato pero no la veo por ninguna parte… mmm… creo que iré a preguntarle al Teniente Coronel Hughes… de alguna manera siempre el sabe donde encontrarla (con una gota en la frente)
- ¬.¬ es cierto… ahora que recuerdo, Nicole no nos contó sobre su “relación” con Hughes – dijo Ed visiblemente celoso
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El gran salón del Cuartel General se encontraba lleno al tope. Todos aquellos pertenecientes a la milicia se encontraban allí, obviamente no podían faltar Keyriu y Rossana, quienes permanecían en sus puestos.
Pero en medio de la multitud, también estaban otras “curiosas”. Eriana, Rina y Heiz se encontraban escondidas tras unas grandes cortinas del salón. Solamente habían podido entrar por sus amigas militares, pero ese día serían testigos de una gran noticia.
Riza aún seguía buscando a Nicole, pero ahora dentro del salón, sin embargo, no la encontraba. Por su parte, el Mayor Armstrong buscaba a Roy, junto con Hughes.
En un podio especialmente construido para la ocasión, se encontraba una inmutable Julliet Douglas, esperando la entrada del Führer. No esperó mucho hasta que el Rey entrara junto a su Consejo, listo para pasar revista a las tropas. Todos los militares se pusieron en posición de “firmes” mientras el rey ocupaba su lugar en el podio.
Al parecer la ceremonia era de lo más normal. Las mismas reglas, y el mismo protocolo. Pero todo cambió cuando el Führer se levantó de su asiento y se dirigió a sus tropas, en lo que parecía un discurso ordinario.
“Quiero agradecer la asistencia de todos ustedes el día de hoy, como verán, la ceremonia de revista a las tropas se ha adelantado, pero esto solo fue con un motivo en especial.
Desde hace ya unos meses, casi cerca de un año, todo el país sufrió la pérdida de la primera familia de la nación. Aun seguimos investigando quien se llevó la vida de mi amada esposa e hijo, pero eso es un tema del que no preferiría hablar ahora…” - comenzó diciendo el rey
Mientras tanto, Nicole y Roy bajaban de un taxi. Ella lucía en su dedo anular el anillo de compromiso mientras ambos se miraban tiernamente. Se percataron de la ceremonia, y de la manera más discreta entraron separados. Habían quedado que mantendrían en secreto su relación durante un tiempo más hasta aclarar todo el tema de Nicole, y en especial su situación con Ed. Después de ello, comunicarían su próxima boda.
Nicole finalmente se encontró con Riza, quien rápidamente la llevó a su lugar correspondiente, mientras que Roy se reunía con Armstrong y Hughes, y ambos se iban al otro lado del salón. Ed pudo ver como Nicole llegaba, mas no vio a Roy, y tratando de sobresalir entre la multitud (Nota de la autora: xD!!!!) quizo verla.
“Pero el verdadero motivo por el cual los cité aquí tiene que ver con mi familia. En un estado la primera familia es algo sumamente importante, y representa la imagen del país para el mundo. Es por eso que he tomado la decisión de devolverle aquella familia que alguien quitó a este estado. He decidido casarme de nuevo.” - prosiguió el Führer
Un rumor general se propagó por todo el salón. La noticia había sorprendido a todos, incluyendo a los Elric, quien miraban extrañados al rey.
“Pero mi futura reina, quien será también la que de un heredero para el país, no debe ser cualquier mujer… me he asegurado de buscar en ella todas las cualidades necesarias para poder manejar su posición, y para no defraudar a mi gente. Mi futura esposa será, y es una mujer de carácter fuerte, decidida, temeraria, pero además de ello, es bella, quizás me atrevería a decir que es la mujer más bella que jamás haya vivido en esta ciudad…”
- AAAAAAAYYY!!! Pero quien será!!!! – murmuraba chismosamente Eriana a Heiz y RIna
- Esta noticia no es nada sensata – dijo Heiz con un rostro preocupado
- ¿Por qué dices eso? – preguntó Rina
- La esposa y el hijo del Führer mueren hace meses nada más, y ahora está a punto de casarse… - dijo Heiz
- Pues el hombre si que está apurado… bueno… tampoco es tan joven como para esperar a tener hijos ¿no? – dijo pícaramente Eriana
- ¿Y ahora quien será la elegida? – preguntó Rina
- Buena pregunta – se dijeron las tres
“Es por eso que decidí que mi futura esposa y reina pertenezca a la milicia – continuó – ya que una militar está perfectamente preparada para liderar, y para complementarme (entre risas)”
- ¡ESA SOY YO! ¡ESA SOY YO! – gritó Keyriu pero ya no en las grandes proporciones con las que acostumbraba
- ¡SSSSSSSSHHHHHHHHHHHH! Key, párale o te pueden sancionar por esto – le dijo Rossana, quien trataba de callarla
- ¿pero que no has oído? La mujer de la que habla tiene todas mis cualidades *w* … sin contar con incomparable belleza y ser militar…
- ¬.¬!
- ¿Sino de quien más estaría hablando? ¡no lo puedo creer! ¡yo seré la próxima reina!
- Estas loca keyriu ¬.¬
- ¡Ah no! ¡Ya verás! ¡verás que el nombre que menciona el Führer es el mio!
- Pero si ni te conoce ¬.¬
- ¬.¬ pesimista…
“Por lo tanto, ahora he de decir el nombre de su futura reina…” - bajando del podio ante la sorpresa de todos y caminando hacia las tropas.
El rey caminó lentamente, mientras veía las caras de admiración de todos. Entre las filas que formaba, y tras un camino un poco zigzagueante, llegó a su destino final. Con mucha sorpresa, Rossana vio que el rey se acercaba a su fila y se detenía en ella. Keyriu ya se preparaba a salir de la fila para encontrarse con él, llena de emocion y prácticamente presumiendo a todo el mundo, cuando el rey cambió de dirección y avanzó mas.
Nicole se encontraba jugando con su anillo y mirando al piso, el cual se lo había sacado para guardar el secreto, cuando un par de relucientes botas negras distrajeron su mirada.
- Nicole Emilia Elric… - dijo el Fuhrer inclinándose ante ella y tomando una de sus manos - ¿quisieras casarte conmigo, y ser mi próxima reina?
Un grito de ¡no! Se escuchó de los labios de Keyriu, mientras los ojos de Roy se abrían de par en par, y las voces estupefactas de todos los demás miraban sorprendidos a Nicole.
La noticia cayó como un balde de agua fría para Ed y Al, y mucho más a Roy.
Ahora sí la decisión era de Nicole, y de nadie más.

 

Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

perese padre q ahi estoy poniendo el empalme xD

 

Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

Secreto 32: Un deber para cumplir… ¿o escoger amar?

- Nicole Emilia Elric… ¿quisieras casarte conmigo, y ser mi próxima reina?

Esas palabras rompieron el delicado límite entre la “aparente felicidad” y la realidad en la que estaba viviendo Nicole. Se repetía esas palabras una y otra vez en su cabeza… aun no podía creer que todo esté pasando tan rápido… “dos hombres… y dos propuestas de matrimonio en un solo día” – pensaba mientras caminaba en círculos en su habitación.
Finalmente, había decidido que hacer, y tras haber aceptado una de las proposiciones, se sentía muy segura de lo que había hecho.
Irguió la cabeza, y parándose derecha, tomó una bocanada de aire. Estaba segura de que la decisión que había tomado era la correcta.
“Es la mejor decisión que pude haber tomado… quizás haya hecho lo correcto por primera vez en esta vida llena de errores que llevé” – pensó mientras salía de su habitación
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Chivi se encontraba en su habitación cuando decidió salir a pasear por la gran ciudad.
Antes de salir, había recordado algo que Nicole le había entregado casi al mismo tiempo que la había llevado a ese hotel
**** Flash Back ****
“Toma estos lentes, son oscuros, así que nadie notará tus ojos rojos a través de ellos. Te servirá de mucho para que así nadie te moleste”
Y colocándoselos en los ojos, Nicole se marchó nuevamente al Cuartel General
**** Fin del Flash Back ****
Vio los lentes y se los puso. Combinaban perfectamente con el vestido naranja que llevaba. Se puso un sombrero blanco y salió a caminar.
El sol brillaba en lo alto, cuando miró su reloj. Eran las 12:39.
“Al no debe tardar en llegar… estoy segura que le dije que nos veríamos en la fuente del parque principal a la 1:00… mientras tanto, veré algunas tiendas y me compraré algo, y también le compraré algo a Al… uhmm… ya se que podría gustarle” – pensó mientras sonreía y caminaba alegre por las calles
Ya era la 1:00 y Chivi decidió ir a la fuente para ir a esperar a Al. Esperó cerca de 1 hora antes de encolerizarse y tirar el regalo de Al en la fuente.
Comenzó a caminar rápido por las calles, pero a tan solo 2 cuadras de llegar a su hotel, algo pasó por su mente. En todos los meses que había sido amiga de Al, el jamás había llegado tarde a ninguna cita, por lo que ahora era extraño. ¿y si algo le había pasado? Comenzó a preocuparse y decidió ir a verlo al Cuartel. Aunque era algo que la atemorizaba, las ganas de ver a su amigo eran más fuertes.
Sintió nervios al acercarse al cuartel. Cada militar que pasaba por su lado hacía que ella se sintiera incómoda y con temor que la reconociera y le hiciera daño, pero la verdad, ni se daban cuenta de su prescencia.
Ella se encontraba parada fuera de las dos grandes puertas de la entrada principal. Imponentes al igual que oscuras, intimidaban a cualquiera, lo cual la hizo decidir entrar por la puerta trasera. Se escabulló por la cocina, luego por el recibidor, y finalmente por los pasillos, tratando de llegar a la habitación de los Elric.
- ¿Chivi? ¿qué haces aquí? – dijo una voz muy familiar
- (volteando con una sonrisa en los labios) ¡Al! (recordando que la había dejado esperando) ¬¬ ¡SE PUEDE SABER POR QUE HABIAS OLVIDADO QUE NOS VERÍAMOS HOY EN LA FUENTEEEEEE! (furiosa)
- Lo siento mucho – dijo Al en voz baja – pero es que hoy han sucedido tantas cosas que no pude ir a verte… perdóname por favor…
- Pero… tu voz está rara… ¿qué fue lo que pasó Al?
- Nicole…
- ¿Qué paso con ella? ¿está bien? ¿Qué sucedió? (visiblemente preocupada)
- Ella está bien… solo que…
- ¿Qué hace esa mocosa por aquí? – interrumpió Ed mirando de reojo a Chivi
- Silencio enano de aluminio ¬¬ - dijo Chivi
- ¡A QUIEN ESTÁS LLAMANDO TAN PEQUEÑO QUE SE VE CON UNA LUPAAAAAAAAA!
- ¡A TÍ!
- Ya por favor chicos… - decía Al tratando de parar a Ed y Chivi… con una gran gota en la frente (pobre… no creo q pueda u.ú)
- ¿Chivi? ¡Chivi, por Dios! ¿Qué haces aquí? – interrumpió Nicole, quien guiada por los gritos decidió ver de lo que se trataba
- Menos mal que llegaste, Nicky, estos dos estaban a punto de iniciar una guerra -. –U – dijo Al con miles de pequeñas gotitas en la frente
- ¡Nickyyyyyyyyyyyyyyyyy! – gritó Chivi corriendo a su encuentro y abrazándola – creí que algo te había pasado (conteniendo las lágrimas)
- Pero… ¿y por que pensaste eso? – preguntó Nicole mientras le devolvía el abrazo
- Es que la voz con la que se refirió a ti Al… no era exactamente feliz… ¿Qué ha pasado Nicole?
- Chivi… tengo que hablar contigo… quiero decirte que… voy a casarme con…
- ¡Con que ahí estás! – dijo a lo lejos la voz de Hughes, quien iba al encuentro de los Elric
- ¬.¬ diosss… - dijo Nicole al ver que Hughes se acercaba – (¿es que no podías ser más impertinente? – pensó)
- ¿Quién es el? – dijo tímidamente Chivi mientras se escondía detrás de Nicole – Nicky, el es… es un militar… (temerosa) mejor… mee.. mejor me voy…
- ¿PERO QUIEN ES ESTA ADORABLE MUCHACHITAA? – dijo Hughes con estrellitas en los ojos y corriendo a verla - ¡Oh por Dios! ¡pero mírate nada más como te ves de linda, pequeña Diana! (apretujandola mas que abrazándola)
- X_X… ah … es… uhmp… el señor Hughes… - dijo Chivi pudiendo hablar a duras penas – como… uhmmp… está señor…. Hug….he…ss…. X_X
- Oh, perdon… jejeje… es que te ves tan adorable con ese vestido y ese sombrero *-* que me haces dar la impresión de ver a mi pequeña Elysia a los 14 años *-* … dime… ¿Puedo tomarte una foto? (sacando de la nada una cámara)… no espera… ¿NO QUIERES VER LAS FOTOS DE MI PEQUEÑA? ¡ACABO DE SACAR UNA NUEVA EDICION COMPLETAMENTE MEJORADA DE ELYSIA JUGANDO EN EL JARDÍN! *w*!!!
- ¡NOOOOOOOOOO! – gritaron todos con una gota gigante en la frente
- ¬¬ ahora por eso no les mostrare la colección de mi hija en el parque – dijo Hughes mientras guardaba las fotos
- ^^U tendremos que soportar ese dolor – dijo Al mientras se rascaba la cabeza
- ¬.¬ por cierto… Alphonse Elric… aún sigo esperando una explicación de tu parte… - dijo Chivi con una mirada matadora…
- O.O!!! Este… bueno… chivi… veras… yo… ¡Un momento! ¡Nicky estaba a punto de contarte algo! – dijo Al mientras trataba de salir del problema
- ¡Bah! ¡Que más tengo que saber acerca de lo que nuestra “hermanita” hace o no hace! – dijo Ed con un tono molesto - ¡Si nunca nos dijo nada, ahora explicaciones son las que menos necesitamos!
- ¡Escúchame Ed! ¡Ustedes tienen derecho a saberlo! ¡Además fue mi decisión y no pienso cambiarla! – dijo Nicole
- O sea… te casas con ese… ¬¬ … y ni me preguntas siquiera que es lo que opino VERDADERAMENTE de ese … ¬.¬ - dijo Ed
- O.o?? ¿de que hablan todos ustedes? – interrumpió Chivi confundida
- Es verdad, pequeña Diana, aún no lo sabes… - dijo Hughes – Bueno, creo que será mejor que Nicole te lo cuente… de todas maneras, fue su decisión y me alegro por ella ^^
- Tienes razón, Maes… - dijo Nicole dócilmente (Nota de la autora: milagro… Nicole, dócil????) – Chivi… escucha… será mejor que entremos a mi habitación, aquí hay MUCHO ruido ¬.¬ (mirando a Ed)
Ambas jóvenes entraron a la habitación de Nicole. Chivi se sentó en un pequeño sofá que había junto al balcón mientras Nicole permanecía de pie caminando en círculos.
- ¡QUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEE! – gritó Chivi haciendo que su exclamación se escuchara por todo el pasillo, dejando a escuchar a los que estaban afuera su reacción - ¿¡NICOLE QUE ES LO QUE ME ACABAS DE DECIR!?
**************************************
Un día pasó… luego vino otro, y otro… las cosas en Central estaban más movidas que nunca debido a la gran noticia que se había soltado días atrás.
Nicole miraba pensativa por la ventana cuando percibió que alguien, debajo de ella, la espiaba. Transumtó rápidamente sus manos, como solía hacerlo siempre, y convirtió sus dedos en pequeñas y filosas dagas de hielo. Prestando atención al lugar de donde provenían los pasos del sospechoso, disparó una de sus dagas en esa dirección.
Inmediatamente un brazo salió de la nada, y sujetando la daga entre sus manos, la destruyó, convirtiéndola tan solo en un montón de escarcha.
- Me imaginaba que eras tú… por eso no disparé con toda la precisión que me caracteriza – dijo Nicole fríamente
- Tú nunca te contienes… ¿Por qué ahora es una ocasión para no atacarme? – preguntó Scar mientras se limpiaba la ropa de escarcha
- No sería divertido herirte así de fácil
- ¿y desde cuando tú conoces el significado de la palabra “diversión”?
- ¬.¬ … ¿Qué es lo que quieres aquí? ¿acaso seguir matando alquimistas estatales?
- Esa es mi misión. La misión que me ha encomendado Nuestro Señor Ishbala. TÚ Señor
- Ishbala no es mi señor. Ya sabes perfectamente que yo solo seguí esa religión por mi madre.
- No, Nicole. Sé que en alguna parte dentro de ti existen aún los preceptos de nuestra religión, y sé que harás lo correcto. Tú no vas a casarte con nadie más que conmigo.
- Estas loco (levantando la mirada)
- ¡Tú eres mi prometida! ¡Aún lo eres y harás lo que yo diga!
- ¡YO NO PERTENEZCO A NADIE! ¡YO HAGO LO QUE ME DE LA GANA!
- ¿¡Y CASARTE CON ESE HOMBRE ES HACER LO QUE TE DE LA GANA!?
- ¡CALLATE, DEJA DE DECIR ESTUPIDECES!
- Y TODAVIA CON ÉL… CON UN PECADOR… ¡CON UN ENEMIGO DE NUESTRO PUEBLO! ¡FUE ÉL QUIEN MASACRÓ A NUESTRA GENTE! ¡FUE EL QUIEN MATÓ A TANTAS PERSONAS!
- ¡NO LO ENTIENDES!
- ¿¡QUE NO LO ENTIENDO!? ¡PEQUEÑA IDIOTA! ¡NO VOY A DEJAR QUE TE CASES CON ÉL!
- ¡TU NO ERES NADA PARA MÍ! ¡NO SIGNIFICAS NADA! ¡NADA!
- ¡Y TU ERES UNA PEQUEÑA INTRIGANTE, AMBICIOSA, FRÍA Y ATORRANTE ALQUIMISTA! ¿¡CREES QUE TE CASARÁS CONMIGO TAN SOLO PORQUE TE AMO!? ¡TE VOY A ENSEÑAR A OBEDECER DE UNA BUENA VEZ! ¡QUIZÁS ASÍ APRENDAS A SER SUMISA!
- ¡NO VUELVAS A DECIR ESAS ESTUPIDECES! (recordando aquellas palabras) ¡MALDITO ISHBALANO! ¡NO VUELVAS A LLAMARME ASÍ! ¡DEBISTE MORIR CUANDO ERA TU TURNO!
- ¡Y TÚ TAMBIÉN!
Scar presionó la palma de su mano contra la pared que recaía directamente sobre el balcón de Nicole, haciendo que el sello de su brazo se active y destruya la arquitectura. Ella perdió el equilibrio, y cayendo al suelo, perdió el conocimiento.
Ante tal estruendo, muchos militares fueron inmediatamente a revisar. Tan solo algunos advirtieron a un hombre alto, moreno y con una gran capa blanca salir de allí cargando a una mujer.
******************************
**** Flash Back ****
- Nicole Emilia Elric… - dijo el Fuhrer inclinándose ante ella y tomando una de sus manos - ¿quisieras casarte conmigo, y ser mi próxima reina?
Ella había escuchado bien. Hasta escuchó el grito de Keyriu y la vio desmayarse a unos pasos de ella. Su mente comenzó a nublarse y su rostro reflejaba perfectamente la turbación que ella sentía por dentro. Miró nuevamente el anillo de Roy y lo apretó fuertemente entre su mano. Comenzó a mirar a todos lados menos a la cara del hombre que le estaba proponiendo matrimonio.
- Yo… yo… - balbuceó Nicole – Señor… me siento halagada por su propuesta, pero… (dijo en voz baja)
- ¡Ah, no te preocupes, mi querida Nicole! ¡Es lógico que reacciones así por tan grande proposición! ¡jajajaja… todas las novias son así…! Oyen una propuesta de matrimonio y ¡pum! Sin más ni más se desmayan… aunque ahora la desmayada fue otra chica… ejem… (mirando a sus guardaespaldas) asegurense de encargarse de ella, quien quiera que sea…
- Señor… esto es algo… es algo repentino…
- Es cierto, Nicole querida… pero como ya lo dije, (levantando la voz) no hay otra mujer en esta ciudad que se merezca llevar el título de reina más que tú.
- No puedo… no puedo (dijo en voz muy baja)
- ¿dijiste algo, querida? ¿acaso oí un “sí, acepto”?
- (reaccionando y tratando de recuperar su pose de siempre) Señor Führer, esto es algo que no debe tomarse a la ligera… he de pedirle que me de tiempo para meditarlo.
- Esa es la respuesta que esperaba oir. Nada menos que las palabras de una reina. Y siguiendo las reglas y buenas costumbres de nuestro país, no solamente pediré tu mano sin respetar a tu familia. (caminando hacia Ed y Al)
- ¿Qué? – preguntó sorprendida Nicole
- Edward Elric – dijo imperativamente el Führer – en vista que sus padres no están, y tú eres el pariente directo más próximo a Nicole, ha caído en tus manos la autorización para la boda de tu hermana.
- ¿de que demonios está hablando? – contestó Ed con el ceño fruncido y con el rostro consternado – yo no dare autorización para nada-
- ¿¡QUE MANERA ES ESA DE HABLARLE AL REY, MOCOSO INSOLENTE!? – gritó uno de los miembros del Consejo
- Jajajajajaaja… no te preocupes, mi viejo amigo. Es obvio que un hermano se ponga receloso de entregar a su hermana. De todas formas, los hombres siempre sobreprotegemos a las mujeres de nuestras familias.
- Yo no responderé por las decisiones de mi hermana – concluyó Ed – que ella haga lo que le de la gana (volteándose y caminando fuera del salón)
- Ed… hermano… - dijo a penas Al, quien se quedó en la habitación.
- Por supuesto que no voy a pedir una respuesta inmediata, querida Nicole – increpó el Führer – un matrimonio no es algo que se tome a la ligera. Dejaré que lo medites bien, y que me des una respuesta el día de mañana.
- Pero…
- Antes de eso, quiero que tú y tus hermanos vengan a mi despacho dentro de una hora. Debo conversar en privado con ustedes tres, y en especial contigo, por supuesto.
- Señor…
- Se dice, “sí, lo que usted ordene” – le dijo el Führer a Nicole, guiñándole el único ojo que le quedaba
- Lo veré en una hora en su despacho – dijo Nicole arrogantemente, provocando los comentarios ante todos por su atrevimiento, y retirándose del salón, seguida de Al.
- Allí va la futura reina… - dijo el Führer – tan segura de si misma… ay Nicole… ten por seguro que en una hora no rechazarás mi propuesta.
La reunión terminó trayendo inmediatamente los chismes y comentarios entre todo el personal. En medio de la sala, parado sin prestar atención, se encontraba Roy, quien con la mirada perdida, pensaba en toda aquella conversación. ¿Su Nicole se le iría? ¿Es que acaso aceptaría al Rey en vez de él? No. No era posible. Estaba seguro de que ella lo amaba tanto como el a ella. Ambos se casarían y el se la llevaría lejos de allí, a otro país si fuera posible.
Pero las dudas comenzaron a surgir en su mente. Recordó que Nicole, tal como alguna vez el Führer la había descrito “era una ambiciosa natural, y no interpondría su corazón ante sus propósitos… ese era el beneficio de ser como era ella”
Corrió sin fijarse a quien empujaba o que puertas abría. Corrió buscándola. Y al dar la vuelta a una esquina, la encontró. Estaba mirando por uno de los grandes ventanales del cuartel. Inmóvil, pálida, con un porte efectivamente de reina. Cuando ella reparó en la prescencia de Roy, aquella arrogancia que aparentaba, cayó en un instante y lo miró con los ojos un poco llorosos.
- ¿Qué vamos a hacer? – preguntó Roy tragando un poco de saliva para contener las ganas de gritar que ella no podía aceptar la propuesta del Rey.
- Nada. Yo haré todo. – respondió Nicole fríamente
- ¿Qué dices? ¿de que estás hablando?
- Piensa un poco, Roy. Simplemente no puedes aparecerte en el despacho del Rey y decir “Lo siento, Señor, pero Nicole no puede casarse con usted porque se casará conmigo”
- ¿y por que no?
- Roy, por favor, no me hagas esto (volteando la cabeza a un costado y cerrando los ojos)
- Dime que no aceptarás la propuesta
- Dime que no le dirás nada al Führer
- ¿y como crees que me puse cuando oí esas palabras, eh? ¿crees que no quise decirle a todos acerca de lo nuestro? Te amo Nicole… ¿eso no es suficiente?
- Yo aún no he respondido nada, Roy.
- No me digas que pensaste en aceptar, Nicole… no serías capaz…
- Estás poniendo pensamientos dentro de mí que no son míos. Contrólate.
- ¡Como quieres que me controle!
- Shhh…. Roy por favor, baja la voz que pueden oírnos
- ¿eso es lo que tu quieres no? Quieres mantener una relación conmigo sin que nadie lo sepa
- Eso fue lo que acordamos, Roy
- Hasta el día de nuestra boda…
- Pero ahora las cosas se han complicado, entiende, por favor.
- No. Lo que tu harás es ir donde el Führer y contarle todo. Le dirás que estás comprometida conmigo y que no te casarás con él
- Nadie me da órdenes, Roy.
- Y nadie me desobedece tampoco, Nicole.
- ¡Eres un maldito arrogante!
- ¡y tú una maldita ambiciosa!
Ambos se miraron fijamente, y no evitaron besarse con toda la pasión y los sentimientos guardados que tenían. Toda aquella represión de aquellos momentos la desahogaron en un beso que les pareció eterno. Ambos se acariciaban y sentían la respiración agitada del otro. Por un momento les pareció que el tiempo se iba a quedar allí, y que nada de lo que había pasado fuera real excepto ellos dos.
Pero cuando el beso terminó, ambos se separaron, y tras mirarse detenidamente, se volvieron en sí, y tomaron rumbos distintos.
Nicole no pudo evitar dirigirse a la habitación de sus hermanos para hablar. Girando suavemente la perilla, entró y los encontró sentados en un sofá.
- Te estabamos esperando, Nicky – dijo Al amablemente
- De todas formas tu ibas a venir si o si a explicarnos algo que no me interesa – dijo Ed tratando de aparentar su frustración.
- Tenemos que hablar… - dijo Nicole en voz moderada y austera – no quiero casarme con el Führer – prosiguió – Ed por favor, no dejes que me case con él
- (sorprendido) ¿Qué acabas de decir?
- Estoy segura que será a ti a quien pida mi mano, y conforme a las costumbres de este país, está en tus manos dar la decisión final. Por favor Eddie, no quiero casarme con Bradley.
- Nicky, acabas de decirle “Eddie” a mi hermano
- ¿Ah? No me di cuenta…
- Estoy feliz que al fin se lleven bien ^^ - dijo Al con un tono alegre
- Que me diga como quiera, a mi no me importa lo que ella decida – respondió Ed
- Al, déjanos a solas un momento, por favor – dijo Nicole
- O.O oh, está bien Nicky, volveré en 15 minutos
- Suficiente. Es todo lo que necesito
- ¿Se puede saber que vas a hablar conmigo por 15 minutos? ¬.¬ - preguntó Ed
- ¿sentiste celos?
- ¿Qué? O.O (demonios… ¿tanto así se notó? – pensó)
- Tu rostro refleja que no quieres que me case con Bradley
- Me llega… ¬.¬
- ¿aún me amas?
- No. Desde aquella vez dijimos que eras mi hermana, y no la mujer que amé
- Como hermano, ¿quisieras que me case con Bradley?
- Como MEDIO HERMANO (enfatizando en su parentesco) no soy quien para decirlo
- Ahora serás tú el que represente a papá
- Yo nunca representaré a ese bastardo…
- Bueno, entonces representarás a mi hermano Edward Elric, a quien Bradley pedirá mi mano en matrimonio
- Estás loca diciendo tantas tonterías.
- Yo te quiero, Ed. Aunque no de la manera como tu quisieras que lo hiciera.
- (esta respuesta lo sorprendió más aún) tu… tu… ¿me quieres?
- Así es. Eres mi hermano después de todo. La única familia que me queda después de Al. Los quiero a ambos, y aunque nunca lo exprese me preocupa su futuro. Quiero ayudarlos a volver a la normalidad, y ayudar a Al a ser humano nuevamente.
- ¿Por qué nunca pudiste hablarnos así antes?
- Quizás por que al comienzo no lo sentía
- ¿y ahora sí?
- Sí.
- No te casarás con Bradley
- No si tu no lo permites
- Entonces no lo harás. Te quiero a mi lado siempre. (tratando de ocultar su sonrojo)
- (se oyó el sonido de una bofetada) ¡Ya te dije que nunca más me vieras como a una mujer!
- Es algo que no se puede evitar, “hermana” – respondió Ed mientras se frotaba su mejilla – Jajajajaja… tu sí que golpeas fuerte (entre risas)
- Soy muy buena en artes marciales – respondió Nicole con una ligera sonrisa
- Se nota. Debemos practicar juntos los tres algún día.
- Que conste que no respondo si te “pateo el trasero”
- Eso lo vamos a ver, “Nicky”
- No me llames asi ¬.¬
- Tu empezaste al llamarme “Eddie” ¬.¬
- -_-U mejor lo dejamos así…
- Muy de acuerdo…
Aquellos momentos sirvieron para desaparecer la tension entre Ed y Nicole. Poco después, Al entró y los tres aún tuvieron un tiempo para conversar. Sin embargo, Ed seguía molesto (por no decir furioso) ante la propuesta de Bradley. “No se que hubiera hecho si ella decía que aceptaba” – pensó mientras recostaba su cabeza en uno de los brazos del sillón donde estaba sentado
La hora terminó y era turno de los hermanos de ir a ver a Bradley.
- Bienvenidos, pasen por favor, pasen… no tengan miedo – dijo Bradley amistosamente
- Vamos directo al grano – dijo Ed cortante y amenazante
- Ah… tranquilo, joven Elric, aún no voy a conversar con usted – respondió el Rey – ahora, si me permiten, querría conversar a solas con Nicole.
- O.O ¿conmigo? – dijo intrigada y sorprendida Nicole
- Así es, querida. Quisiera unos minutos a solas. Sin interrupciones
- Un momento, un momento, todo lo que hable con ella me incumbe a mí, así que exijo que yo también esté presente – dijo Ed con un aire imperativo
- Hermano, no creo que sea tan buena idea… - dijo Al jalando un poco una de las mangas del abrigo de Ed
- Escucha Al, no quiero que mi hermana se quede a solas con él – respondió Ed volteando hacia su hermano y en voz baja
- No te preocupes, Edward, solamente quiero conversar algo con tu hermana en privado – dijo el Führer
- (¡Maldición! ¡me escuchó! – pensó) ¡Está bien, pero que sea rápido! – respondió (retirándose rápidamente)
- Al fin comienzas a actuar como un hermano – dijo Nicole en voz baja, pero lo suficiente como para que Ed escuche – eso me gusta…
- Se siente bien… - dijo Ed sonriendo levemente mientras caminaba a la salida
- Señorita Douglas – dijo el Führer – Atienda bien a los hermanos Elric por favor, mientras, yo converso con Nicole un momento
- Lo que usted ordene, Señor – respondió Jouliet – Síganme por favor, jóvenes (mirando a Ed y Al)
A pesar de que Ed miraba extrañado a la secretaria del Jefe, ella parecía permanecer inerte a cualquier mirada. Caminaba despacio, con la vista al frente y la barbilla erguida, pero hubo un momento, cuando ella preparaba un té, cuando Ed sintió algo familiar en su prescencia.
Sin embargo, la conversación de su hermana con el Rey lo tenía más preocupado…
- ¿Qué es lo que quería decirme? – preguntó Nicole, aún de pie frente a Bradley
- Por favor, Nicole, toma asiento. No me gusta hablarle a una mujer de pie (sentándose)
- (sentándose también) ¿Y bien?
- Quiero discutir contigo acerca de nuestro matrimonio
- ¡Un momento! ¡usted me dijo que le respondiera mañana! ¡además no puede estar precipitándose al hablar de “nuestro”!
- Jajaja. Esa actitud tuya es la que más llama la atención
- ¡Escúcheme bien! ¡Por más que ponga una cara sonriente y tranquila, esto no está bien! ¡está incumpliendo con su parte del trato!
- Solo quiero que me escuches… sé que esto va a gustarte
- ¡Sabe que! ¡NO ME IMPORTA QUE SEA EL REY DE ESTE PAÍS NI NADA! ¡NO ME CASARÉ CON USTED! ¡JAMÁS! ¿¡ESCUCHÓ ESO!? ¡JAMÁS! (levantándose y dirigiéndose a la puerta, furiosa) ¡NO ME IMPORTA SI MI HERMANO HUBIERA TENIDO QUE DECÍRSELO, PERO IBA A SER LA MISMA RESPUESTA! (girando la perilla de la puerta para irse)
- ¿y si te ofresco la piedra filosofal?
- ¿Qué? – dijo despacio Nicole mientras se detenía en seco
- Este es el trato, Nicole: tú te casas conmigo, te conviertes en mi reina y me das un hijo; y yo me encargaré de que cada libro, cada laboratorio, y cada experimento que desees realizar para crear una piedra filosofal serán permitidos. No te daré límites ni restricciones.
- ¿Cómo demonios sabe de la piedra?
- Vamos, querida, no es un secreto que tu hermano la está buscando desde hace años, y que tú lees sobre ella casi todas las tardes en la biblioteca. Para ser un buen rey debes saber lo que tus súbditos hacen, ¿no lo crees?
- ¡MALDITO CHANTAJISTA! – gritó Nicole mientras corría a golpear a Bradley con lágrimas en los ojos
Pero el Rey esquivó fácilmente el golpe, y en un rápido movimiento, rodeó a Nicole con una llave que la hizo arrodillarse de espaldas a él, mientras el la sujetaba por el cuello.
- piensa bien en lo que te ofresco… aquello por lo que sueñas y lo que más deseas en este mundo, a cambio de ¿que?... un simple matrimonio… ¿no es eso en lo que crees, o en lo que creen los alquimistas? Equivalencia de intercambio, mí querida Nicole.
- Maldito bastardo… ¡nunca aceptaré! ¡jamás!
- Piensa bien Nicole… no quiero obligarte a hacerlo…
- ¿¡y que demonios crees que estás haciendo ahora!?
- Acepta de una buena vez, no quiero seguir presionándote…
- (escupiéndole en el rostro) ¡JAMÁS!
- (volteándola hacia él y sujetándole el rostro con una mano) ¡ahora tú escúchame bien chiquilla insolente! ¿¡con que no puedo obligarte!? ¡CLARO QUE PUEDO!... ¡PIENSA EN TUS HERMANOS! ¿¡O COMO TE SENTIRÍAS SI MISTERIOSAMENTE SE LES ENCONTRARA MUERTOS!?
- ¿qqq…qqq… que? (sorprendida y callada)
- ¿ahora no tienes palabras para responder, querida? – dijo Bradley mientras se limpiaba el rostro
- No te atreverias…
- ¡claro que sí!; ahora, ¿Cuál es tu respuesta?... piensa Nicole, piensa… eres tu o tus hermanos… yo estoy seguro de que querrás devolverle lo que perdieron… ahora dime… ¿tú o ellos?
- …………
- ¿tú o ellos, Nicole? El tiempo se acaba…
Nicole y el Rey salieron a la sala de espera donde se encontraban Al y Ed. Ambos se sorprendieron al ver que el rostro de su hermana permanecía pálido como siempre pero esta vez su rostro reflejaba tristeza.
- Ed, Al… tengo que decirles algo.
- ¿Qué está pasando aquí? – preguntó Ed con una cara extrañada
- Ed, lo siento mucho, pero me temo que lo que conversamos hace un rato no podrá llevarse a cabo
- ¿A qué te refieres? – preguntó Ed acercándose a ella
- Bradley y yo vamos a casarnos, Ed.
- ¿QUÉ? – dijo sorprendido Al
- No lo puedo creer – dijo Ed
- ¡Pero como que no! ¡vamos muchachos, alégrense! Mi Nicole finalmente aceptó ser mi reina, y ahora todos seremos familia – interrumpió Bradley con una sonrisa hipócrita en el rostro
- ¿Por qué haces esto? ¡ya me lo imaginaba! ¡eres una maldita hipócrita! – dijo Ed mientras abofeteaba a Nicole
- Al menos déjame explicártelo… - respondió ella deteniendo el brazo de Ed
- ¿Por qué Nicky, por que? – dijo Al un poco triste
- Se casará conmigo para que ustedes dos puedan crear la piedra filosofal – respondió Bradley
- Tendremos todo a nuestra disposición… libros, materiales, laboratorios… - agregó Nicole
- Después de todo… nada se le puede negar a la Reina… y menos a una tan bella, ¿no lo creen? – dijo Bradley soltando una carcajada
- ¿eso es verdad? Dimelo Nicole… ¡responde! – gritó Ed desesperado
- Es verdad, Edward. Finalmente podrás devolverle a Al lo que ha perdido…
- NO hagas esto Nicole… ni siquiera por nosotros.
- Es algo que ya decidí, y no pienso dar marcha atrás.
- ¿para cuando será la boda? – preguntó Al con la cabeza baja
- Al… - dijo Nicole acercándosele
- Si no nos necesitas para tomar una decisión, tan solo me queda preguntar cuando te casas… al menos así podremos asistir…
- Al por favor, no te pongas asi…
- ¡y de que otra manera quieres que me ponga! ¡quiero estar solo al menos una vez! – gritó Al saliendo de la habitación
- ¡Al espera! – gritó Ed mientras corría tras de el
- ¡Ed! – dijo Nicole encaminándose hacia la puerta
- Un momento Nicole… aún no hemos terminado – dijo el Führer mientras la sujetaba por un brazo
- ¿Qué quieres?
- Aún no te pusiste algo… señorita Douglas.. si me hace el favor
- Inmediatamente Señor… - respondió su secretaria mientras sacaba de una de las gavetas del escritorio una cajita negra
- Ah… gracias – respondió el Rey recibiendo la caja – Nicole… quiero que uses esto… perteneció a muchas Reinas antes que tú, y ahora tu debes llevarlo (mientras abría la caja mostrándole un gran anillo de diamantes)
- Lo que sea… - dijo ella con indiferencia.
- Con este anillo, te convertirás en mi prometida, y muy pronto, en mi esposa… - dijo el Rey mientras le colocaba el anillo en la mano izquierda – ahora, mi querida… ¿no le das un beso a tu futuro esposo?
- ¿Qué? – dijo ella reaccionando y tratando de apartarse de él
Pero el Führer no la dejó retroceder y le robó un beso, que a ella le pareció el más repugnante que le habían dado en toda su vida. Sin responderle, y al terminar aquella situación desagradable, dio unos pasos atrás, y sin hablar, se fue de la escena, con una lágrima corriendo por su mejilla.
Corrió hacia su habitación, sin pensar en nada, y al entrar, se tiró en la cama boca abajo y lloró todo lo que sus ojos le permitieron.
**** Fin del Flash Back ****
Nicole despertó poco a poco. Cuando por fin pudo abrir los ojos completamente, percibió que se encontraba en una habitación pequeña, con una sola ventana y una mesa con cuatro sillas al frente.
Estaba recostada en una cama y cubierta por algo que parecía ser una gran capa.
Estaba un poco mareada, así que decidió permanecer recostada por cinco minutos más. Cuando recuperó totalmente sus sentidos, decidió salir de la habitación, pero ni bien se estaba levantando de la cama, Scar entró por la puerta, con una bolsa de víveres en el brazo.
- Veo que ya despertaste – le dijo suavemente
- ¡Pero quien demonios te crees! ¡que crees que estás haciendo!
- Simplemente reclamando lo que es mio – dijo Scar con un tono amenazador e imperativo
- ¡dejame irme inmediatamente o lo lamentarás!
- NO.
- ¡maldición Scar! ¿¡que no puedes entender de una buena vez que YO NO SOY TUYA!?
- Si no eres mía tampoco lo serás del Führer, maldita ambiciosa…
- No vas a impedir mi boda, ¡escuchaste! ¡voy a casarme quieras o no con él! ¡de hecho, ahora debe estar buscándome toda la milicia!
- Bien, así tendré más pecadores para redimir…
- ¡Déjame ir Scar… no te enfrentes conmigo que no te irá nada bien!
- Estoy listo Nicole…
- Si gano me dejarás en paz…
- Tú lo dijiste… “si ganas”…
Una gran explosión proveniente del cuarto donde estaban alertó a los militares de la zona.
Tras una cortina de humo y escombros, tan solo se distinguían las siluetas de dos personas aparentemente luchando, y específicamente una de esas siluetas completamente sangrante, que se defendía más de lo que atacaba.

 

Re: Secretos del Pasado … Nicole, ¿la primera Elric?

Secreto 33: ¿Por qué duele tanto un corazón roto?

Un chorro de sangre manchó el pavimento de rojo. Y uno de los dos combatientes cayó al suelo, casi sin fuerzas para continuar luchando.

- ¿Ya te rendiste? – preguntó
- Nunca voy a rendirme…
- Es tu decisión entonces (indiferente)… no será mi culpa si termino matándote.
Las uñas de Nicole, a manera de dagas de hielo, llevaban hilos de sangre entrelazados entre ellas. A su lado, Scar trataba de arrastrarse un poco lejos de ella, pero al notarlo, Nicole le impidió esto, colocando una de sus botas sobre el pecho de Scar.
- no escaparás de mi. Tu mismo dijiste que no ibas a rendirte nunca…
- no pienso hacerlo… simplemente necesitaba distancia para atacarte – respondio Scar mientras tosía
- (sacando el pie de su pecho) vamos entonces, hazlo… ¡atácame!
- (levantándose a duras penas) no tienes ni por que decirmelo… ya te lo dije… prefiero verte muerta, que casada con ese maldito…
- No vas a impedir que lo haga… (cabisbaja) tengo razones muy fuertes para hacerlo ._.
Sin esperar respuesta, Scar atacó a NIcole con todas las fuerzas que le quedaban. Su pecho sangrante, a causa de las muchas cortadas que le había echo ella con sus “dagas” a manera de dedos, sangraban con mucha fluidez, lo que hizo que poco a poco su vista se le nublara.
Por mas del ataque de Scar, para Nicole le fue muy fácil esquivarlo. Sin darse cuenta, había comenzado a descontrolarse, y a aflorar su lado no humano.
El tatuaje de ourobouros de su muñeca comenzó a aparecer poco a poco, y sus ojos comenzaron a tornarse negros, como aquella vez que cambió, excepto que esta vez, su cabello seguía del mismo color. Como su nombre de homúnculo lo dice, descargó toda su furia contra Scar, y atacándolo con más rapidez y frecuencia, finalmente logró atinar una de sus dagas contra el hombro derecho de éste, clavándolo contra la pared, y salpicándose todo el rostro y la ropa de sangre.
- Este es el fin, Scar.
- No lo es.
- Te tengo en mis manos, y no podrás escapar
- (fijándose en los ojos de Nicole) ¿pero que dem…? Tus ojos… ¡que demonios le pasó a tus ojos!
- (reaccionando un poco, soltando a Scar y tapándose los ojos) ¡Demonios no! (corriendo a buscar algo en que reflejarse) ¡esto no puede estar pasando! ¡no de nuevoooo! (mirándose en la luna de un automóvil)
- Ahora es cuando me pregunto que demonios eres tú… tú… no eres humana… no eres normal… ¡QUE DEMONIOS ERES NICOLE!
- (volteando lentamente hacia el, con los ojos completamente negros y una mirada maligna) soy a quien desde este momento vas a olvidar como humana… soy algo que odias y a quien perseguirás si te dejo vivir…
- ¿en que te has convertido, maldita sea?
- ¡Mírame bien Scar! ¡Mira esto y ve quien soy! (mostrándole su tatuaje de ourobouros)
- (completamente sorprendido) eres… tu eres… ¡ERES UN HOMÚNCULO!
- Y tu eres alguien que no vivirá para contarlo…
En una acción rápida, Nicole corrió hacia Scar, con una lanza de hielo en sus manos.
Nuevamente la sangre manchaba el pavimento.
***********************************************
*** Días atrás ***
El Führer se había encargado personalmente de comunicar la “buena noticia” a todo el personal militar. No tardó mucho para que Hughes y Armstrong se enteraran, y más aún para que se quedaran tan sorprendidos con la respuesta de Nicole.
- Me he quedado pasmado – dijo Hughes rascándose la cabeza – aún sigo sin imaginar cómo Nicky ha podido aceptar casarse…
- Nicole Elric, “la mujer indomable” al fin ha sido domada – asintió Armstrong
- Sin embargo, hay algo que no entiendo aquí – comentó Hughes
- ¿Qué es?
- Que ella aceptó muy fácil la proposición. Digo, cuando el Rey se lo dijo delante de todos, su rostro no era el de mayor alegría, y esto que ella nunca sonríe, pero lo más inusual es que tan solo unas horas después haya aceptado tan gustosamente como el Führer nos los dijo.
- Es verdad. Nicole no es ese tipo de mujer…
- Debe haber algo más que la hizo cometer tal imprudencia…
- ¿Quizás ambicion? Digo, a que mujer de Central no le gustaría convertirse en reina…
- ¿tu lo crees? – preguntó Hughes frunciendo el ceño – mi Nicole no es así…
- ¿“Tu” Nicole? – preguntó intrigado Armstrong
- Bueno, me refería a que… ¡tu sabes! ¡esta chica no es de tomar decisiones a la ligera!
- ¿de que están hablando ustedes dos, eh? – preguntó Roy interrumpiendo la conversación
- ¡Vamos Roy! ¡No me digas que tú tampoco estás sorprendido! – dijo Hughes mientras le golpeaba el hombro
- ¿sorprendido por qué? – preguntó Roy extrañado
- Acerca de Nicole, Coronel… - añadió Armstrong.
- ¿y ahora que es lo que pasó con Nicole?
- O.O ¿no lo sabes? – dijeron ambos
- ¿saber qué? ¬.¬
- Bueno, lo de la bod…
- ¡Coronel! – interrumpió Rossana saliendo de la nada
- ¡AAAAAAAAAAYYYYY! – gritaron todos saltando del susto
- ¬.¬ gracias por el recibimiento – dijo ella
- ¿Qué sucede teniente? Ò.ó – preguntó Roy mientras se componía del susto
- Ejem.. ejem… u.ú … disculpe señor, pero se ha olvidado de firmar unos papeles importantes, y así no podré mandarlos a Ciudad Oriental.. u.ú
- A ver, a ver, deme esos papeles que los firmo ahora mismo… (quitándole los papeles de las manos) … llega usted en mal momento, ¿no vio que estaba conversando de asuntos importantísimos con el Teniente Coronel y el Mayor? (nota de la autora: si como no ¬.¬U)
- ¬¬ no es mi culpa que ande tan distraído últimamente como para olvidarse de firmar esto (susurrando)
- ¬¬ ¿Qué fue lo que dijo?
- ¬.¬ nada, Señor…
- ¬.¬ mas le vale, teniente…
- ¡ah por cierto! – añadió Rossana – Le llamó por teléfono una tal “Señorita Smith” diciendo que mañana lo espera donde quedaron ¬.¬…
- O.O ¿dejo algún número telefónico? (nervioso)
- No señor u.ú
- ¡Vaya Roy! ¡tu si que no pierdes el tiempo! – dijo Hughes – ¡Más bien ya me extrañaba que no recibieras llamadas de mujeres tan seguido! Uyyyy… ¿no será que ya hay una especial?
- ¡Ja! ¿Qué cosas dices? – dijo Roy mientras recordaba su promesa a Nicole
- Señor… ¬.¬… ejem… - interrumpió Rossana
- ¿y ahora qué? – respondió Roy
- Los papeles, señor ¬.¬…
- Ah si, ya los firme…
- ¿me los puede dar? ¬.¬
- ¡Cierto!... ejem ejem u.ú… aquí tiene… (entregándole los papeles)
- De acuerdo Señor, ahora iré a enviarlos…
- Me parece muy bien, Teniente… u.ú
- Con su permiso Señor u.ú
- Pase u.ú
- Jajajaajaja… veo que no te llevas muy bien con tu secretaria, ¿o no Roy? – dijo Hughes mientras se reía junto a Armstrong
- No es eso… es que ella siempre aparece así de la nada, toda callada… y eso me desespera…
- ¿tiene miedo a que lo sorprenda haciendo algo que no se debe hacer? – dijo Armstrong pícaramente
- (“Ni que lo pienses… - pensó – Nicole y yo ya nos salvamos varias veces de que nos viera… “) ¡Ja! Yo no me preocupo de esas cosas
- Si claro u.uU – respondieron Hughes y Armstrong a coro
- Es verdad!!!! La Teniente Rossana es muy eficiente… y en algo se parece a Riza, creo que llegará lejos si aprende a controlar ese carácter chismoso que tiene ¬.¬
- Se me hace que Roy está comenzando a sentir algo por alguien… - insinuó Hughes pícaramente - ¿Qué tan rápido olvidaste a Nicole?
- Es cierto… tanto odio que le tienes a Nicole te hará terminar enamorando de ella – añadió Armstrong
- ¡NO! – contestó Roy tajantemente – ¡ahora, si me disculpan, estoy muy ocupado, con su permiso! (caminando rápidamente lejos de la escena)
NI siquiera Roy se imaginaba de lo que en realidad estaba pasando.
*************************************
“No puedo creer que no pude contárselo” decía Winry mientras caminaba en círculos en su habitación… “Esa maldita Nicole… todo lo que es capaz de hacer, y Ed tan enamorado de ella como un idiota…” murmuraba mientras apretaba los puños.
“Ahora él se ha ido al Cuartel, donde sabe que yo no puedo ingresar… ¡quien sabe que demonios habrá hecho esa! ¡espero que Ed la haya desaparecido del mapa!” decía furiosa mientras se sentaba en un sillón. “Tengo que decirle que fue Nicole quien asesinó a la familia del Führer, y que ahora planea casarse con él… sí… eso debo hacer… de hecho, ¡VOY A HACERLO!”
Dicho esto, Winry emprendió su camino rumbo al cuartel General.
- Por favor, necesito hablar con Edward Elric, el alquimista de Acero… - dijo Winry dirigiéndose a un soldado en la entrada del cuartel.
- ¿de parte de quién debo informarle? – preguntó el Soldado
- Dígale que Winry Rockbell está aquí, y que quiere hablar con él inmediatamente.
- Un momento por favor. ¡hey tú! (llamando a otro soldado) busca a Edward Elric, y dile que alguien lo busca en la entrada del Cuartel.
- ¡Inmediatamente!– respondió el otro soldado
Pasaron tan solo 15 minutos para que Ed apareciera en la puerta, y que Winry le diera alcance.
- Necesito hablar contigo, Ed… de algo muy importante.
- ¿y ahora de que se trata? Mi automail aún no necesita reparación…
- ¿es tan solo para eso que me necesitas? – respondió ella lastimeramente – ¿crees que solamente vendré a arreglar tu maldito automail?
- No Winry… (confundido y nervioso)… no es eso, pero…
- ¡Nada de peros! ¡sobre que yo vengo a protegerte tu me tratas de esa forma!
- ¿protegerme? ¿de qué?
- ¡Eres un idiota! ¡yo me preocupo por ti siempre! ¡y justo ahora que necesitas saber algo que te hará por fin reaccionar y volver a ser el de antes!
- ¿de que demonios estás hablando? (con el ceño fruncido)
- ¡de que tu adorada Nicole no es mas que una asesina!
************************************
*** Ahora ***
Scar corría lejos del campo de batalla. Nicole se había detenido tan solo a centímetros de su cuerpo con aquella lanza que iba a terminar con su existencia.
Pero no fue por compasión que lo hizo. Fue por miedo.
Sin predecirlo, Scar pudo levantar el brazo del tatuaje, y justo cuando ella iba a clavarle aquella lanza, uno de los dedos de Scar rozó ligeramente su muñeca, aquella donde estaba su marca de homúnculo. Inmediatamente, la reacción se hizo evidente, y ambas marcas brillando, se separaron inmediatamente.
Nicole simplemente había cerrado los ojos un segundo cuando al siguiente, se encontraba parada frente a “La Puerta”
- Bienvenida de vuelta, Nicole… ¿ya te cansaste de ser perfecta? – preguntaron unas voces como de niños proviniendo de la puerta
- ¡NO! ¡NI SIQUIERA SE LO QUE HAGO AQUI! ¡QUIERO IRME!
- Pero ya estás aquí… ¿quieres más acaso? ¿más conocimiento? ¿más poder?
- ¡NO! ¡YA NO QUIERO MÁS! ¡DÉJENME TRANQUILA!
- Sin embargo, Nicole… incumpliste tu promesa… - dijeron aquellas voces mientras la puerta comenzaba a abrirse
- ¡NO POR FAVOR! ¡NO QUIERO REGRESAR ALLA!
- Te enamoraste… y comenzaste a sentir algo por alguien… - continuaron esas voces mientras pequeñas manos negras salían por la puerta y rodeaban el torso de Nicole
- ¡DÉJENME! ¡NO ME TOQUEN!
- Esto es nuestro – respondieron las voces, mientras miles de ojos se veían por una rendija de la puerta – recuerda que diste esto a cambio de poder… (tocando su corazón) Renunciaste a tus sentimientos por el conocimiento máximo… Renunciaste a poder sentir emociones a cambio de que te enseñaramos como hacer una piedra filosofal… a transmutar humanos… a darte los conocimientos prohibidos… y sin embargo ahora nos traicionas… y comenzaste a sentir de nuevo…
- ¡NO FUE MI CULPA! ¡FUE LA SUYA! ¡USTEDES DIJERON QUE NO VOLVERÍA A SENTIR NUNCA NADAA! - gritó Nicole desesperada mientras trataba de safarze de aquellas manos
- No, no… arrancar los sentimientos es como arrancar un tallo a una planta… por un momento no aparece nada, y así se mantiene por un tiempo, pero luego comienza a crecer nuevamente… hasta regenerarse completamente…
- ¿quieren decir que puedo volver a sentir?
- Pero si la planta es muy débil, o no tiene los nutrientes necesarios, no vuelve a crecer…
- ¡DE QUE DEMONIOS HABLAAAN!
- ¿últimamente no has sentido que todos los conocimientos que poseías antes de entrar al Cuartel han disminuído? ¿acaso no has sentido que la alquimia ya no te es tan fácil como antes? ¿no te cuesta acaso transmutar tus manos en hielo?
- ¡FUERON USTEDES! ¡MALDITOS FUERON USTEDES!
- Equivalencia de intercambio, querida Nicole… Por cada sentimiento que vuelvas a tener… un conocimiento menos… es simple. Y ahora… es tiempo de que regreses a donde perteneces… (jalándola con esas manitos hacia el interior de la puerta)
- ¡NO! ¡NO QUIERO REGRESAR ALLA! ¡DÉJENME TRANQUILA! ¡NO POR FAVOR NOOOOOO!
Una luz en medio de ella y la puerta impidió que regresara.
Al abrir los ojos, se encontró con una imagen de Scar mirándola detenidamente, mientras ella lo apuntaba con su lanza. Reaccionando, dejó caer lo que tenía en la mano, y salió corriendo de allí, mientras dejaba perplejo a su oponente, quien también se alejaba de la escena.
Corrió con todas las fuerzas que tenía, mientras lloraba desconsolada. Al llegar al Cuartel General, decidió entrar por la puerta trasera, ya que no quería ser vista.
Caminó por los pasillos, agitada, llorando. Su vista se nublaba y evitaba parpadear para no volver a encontrarse con la puerta. Caminar de ese modo le recordaba lo pasado hace días.
**** Flash Back ****
Estaba aterrorizada cuando abrió la puerta de la oficina de Roy. Aún tenía muchas lágrimas en su rostro y sus ojos rojizos cuando él la vio.
- ¿Qué sucedio? ¿Nicole que pasó? – preguntó Roy mientras se acercaba a ella
- Tenemos que hablar – respondió cortante mientras hacía su rostro a un lado para evitar que él la bese
- ¿Por qué estás asi? ¿Qué tienes?
- Es algo importante (limpiándose las lágrimas de los ojos)
- Por el tono de tu voz, parece serlo – contestó Roy con serenidad
- Acabo de hablar con el Führer…
- Ya le dijiste que no te ibas a casar con el, ¿verdad? Supongo que no lo tomó de la mejor manera para que traigas esa cara.
- Voy a casarme con él, Roy. Lo siento, pero lo nuestro no tiene posibilidades.
- ¿Qué es lo que estás diciendo? Estás bromeando, ¿verdad? – dijo el con la voz entrecortada
- No, Roy. Voy a casarme con el Führer.
- ¡Estás bromeando, no! ¡dime que estás bromeando! – gritó Roy mientras zarandeaba a Nicole entre sus brazos
- Piénsalo Roy… Tú eres un Coronel, y me ofreciste una vida diferente, mientras que Bradley es un Rey, y me ofreció el mundo… ¿a quien se supone que debo escoger?
- ¡TU ME DIJISTE QUE ME AMABAS! ¡TU TE VAS A CASAR CONMIGO!
- ¿me puedes ofrecer la Piedra Filosofal? – preguntó ella en una de las actitudes más apáticas e indiferentes que pudiera tener
- ¡¿DE QUE DEMONIOS HABLAS?!
- Ese será mi regalo de bodas. “La piedra Filosofal”
- ¿me estás diciendo que prefieres esa piedra en lugar de amar?
- La piedra Filosofal representa una nueva vida para mí y mis hermanos. Es la única forma que tengo para devolverles lo que perdieron, y Bradley me lo está dando… Me permitirá hacer una, me dará los medios… Eso es darme una nueva vida, Roy…
- ¡PERO JUNTOS PODEMOS HACER UNA NUEVA VIDA! ¡¿QUÉ NO ENTIENDES QUE TE AMO?!
- El amor no es suficiente Roy… (sacándose su anillo de compromiso, y estirando la mano para devolvérselo a Roy) No se puede vivir “simplemente amando”…
- (recibiendo el anillo) Sin embargo tu quisiste hacerlo…
- Estaba equivocada… pero menos mal me di cuenta de mi error a tiempo…
- ¡MENTIRA! ¡NO ERES MAS QUE LO QUE APARENTABAS SER AL COMIENZO! ¡UNA MALDITA AMBICIOSA, PERRA FRÍA!
- Quizás sea cierto lo que dices…
- ¡QUEDATE CON TU BRADLEY, NICOLE ELRIC! ¡QUE SEAN FELICES LOS DOS! ¡SON EL UNO PARA EL OTRO!
- (dándole la espalda y cerrando los ojos para contener el llanto) Mejor te dejaré tranquilo, hasta que comprendas la verdad de las cosas… (cerrando la puerta tras de ella.
*** Fin del Flash Back ***
***********************************************
Roy en ese momento se encontraba recordando lo mismo. Con una botella de Whisky sobre su escritorio, y un vacio medio vacío en sus manos, recordaba como el amor de su vida se había ido.
Estaba completamente borracho, y todo su uniforme estaba maltrecho.
En los días que Nicole se perdió, Roy no había salido de su habitación para nada. Ni porque el mismo Bradley le encomendó buscar a su prometida, le hizo caso. Es más, cada que lo veía sentía su sangre hervir de rabia, y unas ganas desmesuradas de abalanzarse sobre el y darle su merecido por llevarse a la mujer que amaba.
Recordó que por esos días, había hasta contratado los servicios de la “Señorita Smith”, la modista más famosa de Central, para confeccionar el vestido de Nicole, iba a darle esa sorpresa. Y ahora esa misma modista iba a confeccionar el gran y lujoso vestido de bodas de Nicole, pero para Bradley.
Lloró durante unos momentos. Quizás esa era su manera de desahogarse.
Se sirvió un poco más de licor y se lo tomó de golpe. A medida que pasaban las horas más le dolía no tener a su Nicole cerca. Eso era: “Su” Nicole.
Pensaba que él había sido el primero hombre en su vida, el primero que le había robado un beso, el primero que había hecho el amor con ella, el primero que le había pedido matrimonio.
Extrañaba su olor, su cabello, aquél rostro a manera de ángel que lo visitaba todas las noches para entregarse a él. Recordaba todo lo que había pasado junto a ella. Estaba seguro de que lo amaba. De otra forma nunca se hubiera portado así. La conocía perfectamente: era su otra mitad.
¿Qué es lo que la pudo haber tomado esa decisión? Estaba mas que seguro de que ella lo seguía amando como antes, pero que el Rey la estaba obligando.
“¡Brindo por la mujer que jamás tendre!” dijo mientras levantaba el vaso y se lo tomaba de un golpe. “¡Salud por tí!”
- Señor, ha tomado demasiado ya. Es hora de que vaya a su habitación – interrumpió Rossana mientras entraba a la oficina de Roy
- ¡Tu no sabes nada de tomar! ¡ni siquiera estoy ebrio! – contestó Roy tratando de incorporarse - ¡Aun puedo pararme! (cayendo al suelo)
- No digo… usted ni puede mantenerse en pie… vamos, sin excusas, es hora de que se vaya a dormir (apoyando uno de los brazos de roy en sus hombros y arrastrándolo hacia su cuarto)
- Espera que no termino mi botella… ¡hip!
- ¡nada de botellas! Con el respeto debido, señor… no voy a dejar que tome una copa más
- ¡pero aún no termino de brindar!
- Lo siento señor, pero ya tomó demasiado u.ú
- Tu siempre me estás cuidando, Rossana… te lo agradezco… ¡hip!
- O ////// o ¿me acaba de llamar Rossana?
- ¡Si y que!
- Nada, nada… listo, ya llegamos (entrando a la habitación de Roy, y recostándolo en la cama)
- Gracias… zzzzzzzzzzzzzzz (quedándose profundamente dormido)
Rossana se quedó toda la noche vigilando el sueño de Roy. Después de todo, no solamente era su jefe, sino que le gustaba.
- Tenías que ser tan guapo - dijo acariciando el rostro de Roy - lástima que seas tan mujeriego ù.ú
Dicho esto, se acomodó en un sillón a un costado de la cama de Roy, y se quedó dormida también.
A la mañana siguiente, Rossana abrió los ojos lentamente. Al hacerlo, vio que Roy la estaba observando atentamente, y que le había colocado su chaqueta encima.
- ¡Oh Dios mío! (incorporándose rápidamente) ¡Coronel lo siento mucho! - dijo avergonzada
- Descuida, te debo un favor muy grande.
- No, pero… perdon por haberme quedado dormida… y sobre todo aquí…. Dios… que pensará usted de mi ahora o ////// o
- Pensaré que eres una buena muchacha. Alguien que se preocupó por como estaba y me ayudó.
- Ay Coronel, pero que cosas dices… (levantándose y caminando hacia la puerta)… o/////o será mejor que me vaya…
- ¿Sabes Rossana? Estoy pensando en rehacer mi vida… de conocer una mujer buena, de mantener una relación seria, tu sabes…
- O ///////// o no se de lo que me habla…
- O simplemente volver a ser el de antes, y tener tantas mujeres me plazca…
- ¬¬ ahora ya se de lo que está hablando… (dándole la espalda)
- No me había fijado que fueras tan bonita…
- ¬.¬ si si seguro… con la borrachera que tiene seguro hasta le pide matrimonio a Hayate y… ¡QUE HA DICHO! ¡QUE LE PAREZCO BONITAA! O //////////// O
- Tienes una cara juvenil y fresca (volteándola hacia él y acariciandole el rostro)… me recuerdas tanto a… me gusta tu rostro…
- Coronel, ¿aún sigue borracho o que?
- No lo estoy… simplemente te estoy compensando por las molestias que te tomaste anoche…
- O ///////// O Coronel… no diga esas cosas… no fue molestia… para nada jeje
- Entonces esto tampoco será molestia para mí – le dijo suavemente.
Roy se acercó poco a poco al rostro de la joven, mientras ponía sus manos en su cintura, y delicadamente la besó, mientras que Rossana se estremecía.
No pasó mucho para que ella le respondiera el beso y se abrazara a su cuello, mientras ambos caminaban hacia la cama.
“Salud por ti, Nicole Elric… si tu comienzas una nueva vida, entonces yo regresaré a la que yo tenía antes, y la que me robaste…” pensó Roy mientras seguía besando a Rossana.