Se acabó. (ShikaInoSasu)

Re: Se acabó. (ShikaInoSasu)

Increible.

Había buscado un fic con este trío y nunca lo había encontrado. Felicitaciones por ser la primera en hacer algo así.

Está sumamente interesante. Eso de que Ino perdió a Sasuke desde el inicio y después lo encuentra. Qué gran índole...
Además de que me encantó la descripción del genjutsu. Apuesto a que Sasuke la ataca porque no quiere que sus sentimientos interfieran en su camino, ¿no? xD

Espero la continuación pronto.

 

Re: Se acabó. (ShikaInoSasu)

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[N/A]


¡Mis niñas! D: Se me había olvidado. ;___; Aquí la conti y espero que les guste. Hay OoC en Ino, espero que no les moleste... mucho. u_u



Bueno, ya lo dejo. *verguenza*

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Capítulo 4: Adiós.


En aquel bosque donde en ese segundo predominaba el silencio…

Se encontraba la joven rubia, hija única del clan Yamanaka; junto con el único sobreviviente de la tragedia Uchiha. Ambos de clanes totalmente diferentes, pero unidos por una promesa que fue rota.

Él sometido en un genjutsu, y ella que era la productora de ello. Deslizó su vista por todo el cuerpo del joven de cabellos azabaches, que actualmente se encontraba muy dolido a causa de las espinas que se dedicaba a maldecir.

La chica sonrió con ironía. Por fin podría hablar calmadamente con él… ¿O no? Pues obviamente la actitud de Sasuke Uchiha no era tan activa; o al menos no tanto como la de Naruto Uzumaki.

Suspiró y sintió cómo las cosas se iban regularizando finalmente para poder cumplir sus deseos. ¡Exacto! Por fin lograría hablar con él y tratar de llevarlo de nuevo a la villa. Después de todo, ¿por qué se negaría? Ya que estaba doblegado en aquella molesta, pero hermosa pesadilla de la que a nadie le gustaría salir.

Él se encontraba arrodillado a causa de la presión que ejercían las ramas a su organismo, y también por el hecho de tenerla a ella enfrente. Trataba de soltarse del agarre, mas era imposible.

Desenlazadamente comenzó a articular con voz tranquila.

—Sasuke-kun, sé que ésta no es la mejor manera de convencerte. Pero quiero traerte de una buena vez a la aldea con todos.

—¿Es esto… La Confusión de Alrededores? —preguntó el masculino observando todo a su alrededor. La muchacha asintió con una sonrisa pequeña. —Un genjutsu muy clásico y simple, pero muy potente si el usuario lo sabe controlar. —exclamó con sorna.

Comenzó a acercarse a él lentamente para poder encontrarse con ese “demonio” cara a cara. Sasuke bufó inundado en cólera al mismo tiempo, que desviaba la mirada bruscamente. Pero pudo notar que los ojos de su antigua enamorada estaban cristalizados; por lo que volvió a girar la vista para verla.

—S-Sasuke-kun por favor,… ¡Vuelve a Konoha! ¡Te lo imploro! —gritó mientras se lanzaba a él y lo abrazaba con fuerzas.

Sasuke quedó estupefacto ante la acción de ella. Pues, él pensaba que su acompañante estaría dispuesta a matarlo si decía que no; pero al parecer él no la conocía tanto como pensaba.

Ella se aferró a su cuerpo y lo apretó como si no quisiera que la apartaran de ese cálido maniquí con vida. Su mente se distanció ante aquel apretón pero él mismo sabía que si se dejaba llevar por ese sentimiento, sus planes de tener venganza serían frustrados.

Esa era la razón por la que no quería verla.

No quería tener que rebajar sus poderes y habilidades al observarla llorar. Sus labios paulatinamente fueron dibujando una sonrisa sádica, horrenda ante los ojos de cualquiera. Él sólo se dedicó a decir unas pocas palabras.

—Ino… —comenzó. —No tengo nada que perdonarte. ¡La que me deberá perdonar serás tú! —y dicho esto; la joven se inmutó abriendo los ojos en demasía y separándose un poco de él para poder observarlo a los ojos que en aquel entonces, se encontraban semiabiertos.

Ella se dio cuenta de que su ex-novio esbozaba una sonrisa que la intimidaba. ¿Por qué aquel gesto? Era su pregunta.

En ese instante, el joven de cabellos anteriormente azabaches tiró de las ramas que lo esclavizaban y de esa manera, las rompió; dejando así a una Ino totalmente anonadada y confundida.

<<¿Sería mi técnica… muy débil? ¿O es él muy fuerte?>>, pensaba mientras una nube de miedo surcaba su mente. Ahora que Sasuke estaba libre, ¿qué le haría?

La joven Yamanaka dio un salto hacia atrás para alejarse lo más posible del “demonio”. Ya un poco lejos de él, pudo presenciar como el ambiente lila y fucsia iba precariamente desapareciendo para así, volver al entorno común y corriente del bosque.

Al igual que todo la que la rodeaba, el kimono desapareció y su cuerpo volvió a tener sus típicas ropas púrpuras con vendajes blancos, idénticos a los de una momia.

Estaban a unos diez metros de distancia el uno del otro. Y sus miradas colisionaban de manera fugas.

—¿Cómo…? —preguntó la muchacha rubia tratando de hallar respuesta por parte del Uchiha, el cuál sólo sonrió con ironía.

—Hmp. Mientras estuviste distraída abrazándome, pude canalizar chakra suficiente como para liberarme. —en ese instante la joven calló y se mostró impresionada. —Pues claro; cuando un usuario de genjutsu ejecuta una ilusión como La Confusión de Alrededores, es necesario que la persona se mantenga concentrado en su control de chakra. Pensé que lo sabías. —culminó impresionando en demasía a la joven.

Analizó todas las palabras del Uchiha y se dio cuenta de que otra vez le había ganado en cuanto a habilidades. Mordió con fuerza su labio inferior, provocando que éste se enrojeciera pero no al límite de sangrar.

Sus lágrimas estaban a punto de escurrirse por su cutis cuando se enteró de que ya casi no le quedaba chakra como para enfrentarse al menor de los Uchiha. Todas sus esperanzas se habían ido por el desagüe.

Pero luego de pensar unos segundos, la chica se levantó del suelo y se puso firme con tal de impresionar al chico; ya que quizá él pensaba que ella estaba acabada.

—¿Aún no te rindes? Eres muy persistente —habló bufando al instante en el que vio cómo ella se dedicaba a hacer una posición de manos.

—No me dejas de otra que usar la técnica de mi padre. ¡Jutsu de bloqueo men…! —pero no pudo continuar; ya que su energía estaba demasiado desgastada como para usar aquella habilidad.

—Estás muy cansada como para hacer eso —dijo con prepotencia mientras hacía varias posiciones de mano para ejecutar una técnica—. ¡Será mejor que termine de una vez por todas! —y dicho aquello, la mano del joven empezó a brillar de manera eléctrica. Un extraño sonido parecido al de unos pájaros comenzó a sonar, dando señal a ella de lo que era.

<<¿Chidori? ¿Piensa… ¡matarme!?>>, pensó demasiado mortificada como para hacer algo. Estaba tirada sobre el césped de sentón y con respiración agitada, entonces: ¿Qué podía hacer? Comenzó a desesperar mientras veía como el chidori del muchacho ya estaba completo en su mano y listo para colisionar con alguna masa.

En ese instante, el masculino comenzó a correr de manera imperceptible hacia la joven de ojos celestiales. Era una velocidad muy extrema, pero de alguna manera la Yamanaka pensaba que esa no era la velocidad límite del Uchiha. ¿Por qué?

La muchacha empezó a llorar silenciosamente dando pequeños sollozos delicados y frágiles como el vidrio. A medio camino, vio como le faltaban sólo unos cinco metros para que el Uchiha acabase con su vida. Sus manos aprisionaron el pasto de manera colérica.

Pero, por alguna razón, al momento en el que el chico tendría contacto con la atemorizada joven, aquel relámpago en su palma desapareció; en ese segundo, él empuñó su mano y dio un golpe fuerte en la mejilla de la chica. Mandándola a volar y estrellarse con un árbol mientras conservaba un hilerito de sangre en la comisura de los labios.

¿Por qué aquélla centella había desaparecido? Esas eran preguntas que todos se harían, mas él no. Por supuesto que Sasuke Uchiha tenía conocimiento de lo que había pasado.

Era por amor.

Él sabía perfectamente que si la golpeaba con el chidori la mataría; lo cual en ese momento de su vida, él no resistiría. Ella había quedado inconciente, por lo que él se acercó al fino cuerpo inanimado de su ex-enamorada y lo contempló.

Acercó peligrosamente sus labios a los de ella, intentando por lo menos un último roce. Pero se indignó a hacerlo, ya que sabía que no podía besarla después de haberle ocasionado tanto daño. Tan sólo se levantó y se largó de ése lugar, en donde sólo conseguiría dolor mirándola allí.

Sus pasos iban torpemente ayudándolo a irse de aquél sitio, mientras cada vez más, se iba internando en el profundo bosque. Su vista era ida y no podía sacársela a ella de la cabeza.

Sus cabellos rubios y cortos, sus orbes celestiales y hermosos como dos espejitos en sus cuencas, más su personalidad. Todo eso eran cosas que él extrañaría de ella, pero ya no había vuelta atrás. Lo hecho estaba hecho.

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Rápidamente llegó a la escena del hecho actual. Su respiración era agitada y estaba cansado de tanto correr y tratar de ubicarse, pero estaba decidido a encontrarla. Tenía los puños cerrados con fuerza y sus pantorrillas le punzaban con gran velocidad. Él debía descansar o se desmayaría por la fatiga.

En ese segundo, la divisó tirada bajo el techo de un árbol. Por lo que podía ver, estaba inconciente y maltratada. Corrió hacia ella.

—¡Ino, Ino! —exclamaba con terror el joven Nara, pensando que ella podía estar muerta—¡Responde, chica problemática! —inquirió con molestia mientras la sostenía entre sus brazos. Ella soltó un quejido de dolor, para en ese instante, empezar a reincorporarse.

—Shikamaru —llamó la chica con voz pobre el nombre de su actual acompañante, el cual la tenía cargada entre sus brazos—… Llévame a la aldea y no me preguntes nada. —murmuró entre sollozos y hundía su cabeza en el pecho del muchacho.

Él tan sólo asintió, y se la llevó entre sus extremidades superiores. Feliz de que ella siguiese con vida después de todo.

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Continuará…

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[N/A]


Nu me maten. ;______; No pude hacerla en mucho tiempo por razones determinadas. :mmm: Espero que les haya gustado. Quejas e insultos por MP; comentarios positivos, aquí. :3


¡Sayoo!

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Capítulo 5: ¡Se acabó! (Parte I)

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[N/A]

¡Hola, otra vez! :’D Esta vez tardé menos en traer continuación, ¿no es genial? X3 Es que las tareas han cesado y la inspiración ha vuelto milagrosamente. :amén: Gracias a todas por dejar sus comentarios. Son de gran apoyo y ayuda; lo digo independientemente. :3

Aquí la conti. 8D Espero que les guste. (L~ Dedicada a Kiiori Temari.

Advierto el OoC.

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Capítulo 5: ¡Se acabó! (Parte I)


Tres años después…

La aldea había cambiado mucho. Ya nada era como antes y los ninjas que hace mucho eran genin, en su mayoría, ahora eran chuunin o jonin. Habían cambiado tantas cosas desde ese día…

Sakura Haruno ya no era esa chica débil que necesitaba de protección además de que lloraba. Ahora ella era más fuerte y era una de las mejores ninja médicos de la lejana Konoha. Su relación con Naruto Uzumaki había perdurado todos esos años y aún seguía en pie, claro que con pequeñas discusiones en las cuales ella predominaba pero aún así se amaban mucho.

La joven Hyuuga tenía como pareja a un chico de cabellos negros y apariencia perruna. Kiba Inuzuka y Hinata Hyuuga se amaban por montones. Claro que ella al principio sentía algo extraordinario por el joven Kitsune de nueve colas, pero al éste estar junto a Haruno, la poseedora de los ojos perlados buscó la manera de ser feliz, y sí que la encontró.

Todos estaban muy contentos con sus parejas. Pero sólo faltaba ella.

Una joven de hebras craneales albinas y de piedras celestiales en sus cuencas. Una chica con carácter algo odioso pero por dentro muy dulce y con sentimientos infranqueables. Infranqueables por el amor de su vida que nunca pudo regresar.

Ella había cambiado mucho. Su cuerpo se había desarrollado de muy buena manera; esbelta y curvilínea. Y todo gracias a su excesiva dieta con la que estaba obsesionada. Había dejado crecer su cabello y su vestimenta había cambiado radicalmente, cambiando las vendas para dejar ver parte de su cuerpo.

Sus habilidades ninja habían mejorado en sobremanera y ya era una persona más madura e inteligente. Había mejorado bastante.

Caminaba sola por la aldea recordando todo lo que había pasado exactamente hace tres años. La chica ya no tenía trece sino que ahora tenía dieciséis pero podía recordar todo con suma claridad. Desde la transformación del Uchiha hasta el último golpe propiciado por el mismo.

La fecha era la misma que la de la partida del masculino, por lo que los recuerdos le caían mal. Tres años sin él, tres San Valentínes sin él, tres navidades sin él. Era toda una condena. ¿Qué había hecho ella para merecerse aquello? Eran preguntas suyas.

De pronto, una voz interrumpió sus melancólicos pensamientos haciéndola entrar en razón.

—¡Ino! —se escuchó la voz de su amiga que venía atrás de ella, por lo que volteó la vista y la divisó.

La joven de hermosos y exóticos cabellos rosáceos se acercaba corriendo y agitando la mano derecha para llamar la atención de la aludida. Tenía agarrado a su novio de la mano e iba arrastrándolo literalmente.

—Sakura… —murmuró de manera paulatina, secando aquellas gotas que habían rodado por su rostro con anterioridad. Sonrió—¡Hola Sakura! —saludó mientras la chica se acercaba.

—Ino, ¿dónde estabas? Estuve buscándote por toda la aldea porque ya es hora de ir al hospital —sonrió con simpatía a su mejor amiga/rival.

—¿Hospital, dices?

—Sí. Tsunade-sama quiere que ayudemos hoy, ¿te parece? —habló mientras su novio se estabilizaba.

—¡Hola Ino! —saludó el Hokage Uzumaki. ¡Claro! Ya se había vuelto el líder de la aldea junto a la mujer que amaba.

Ahora la quinta y anterior Hokage, Tsunade, era la jefa del hospital ya que pensó que no podría manejar más la aldea. Las ropas de Naruto eran diferentes, negras y con una especie de capa. Elegante y a la vez algo sexy.

—Hola Naruto. Pues, respondiéndote, Sakura, hoy no tengo ganas de ir a ninguna parte. No me siento bien, ¿sabes? —suspiró deprimida y llena de impotencia.

La joven Haruno bajó la cabeza en señal de tristeza. Sabía perfectamente a lo que se refería Ino, ya que ella también había visto el calendario y en la mañana había compartido la rabia y melancolía que sentía su amiga.

Colocó el dorso de su mano en el hombro de la Yamanaka.

—Comprendo Ino. Sabes que si necesitas algo, puedes llamarme —habló con seguridad. Ino sólo le asintió con cara tristona para después ver como su amiga se marchaba.

Sintió frío recorrer su espalda. Sus manos abrazaron su cuerpo tratando de buscar calor de alguna manera. Notó que el viento comenzó a soplar fuertemente una brisa fría y poco amigable.
Caminó hasta su casa al darse cuenta de que la capa celeste sobre su cabeza estaba nublada y grisácea.

Al llegar a su domicilio, ingresó empapada por la lluvia que había experimentado de camino al sitio. Su padre le llamó la atención pero ella hizo caso omiso y se incorporó a su habitación.

Se tiró a las sabanas y lloró crudamente apretando las mismas. Se colocó de rodillas sobre la cama observando lo que había fuera de su ventana. Era la maldita lluvia nublando su mente nuevamente.

POV Ino.

Sasuke-kun, te extraño tanto que incluso ya no puedo salir de mi casa sin pensar en ti. ¿Por qué no he podido olvidarte? ¿Por qué tu recuerdo me da tantos azotes sin misericordia? Pero lo más importante es… ¡¿Por qué te fuiste?! ¿Por qué me dejaste? No sólo a mí, también a todas las personas que te quieren: Sakura, Naruto, Kakashi-sensei… e incluso más gente que necesitan de tu presencia.

Me siento mal al saber que estás con Orochimaru y en estos tres años no he podido hacer nada para traerte de vuelta. Me he acobardado todo este tiempo desde que me ganaste en el bosque y no he querido volver a tu búsqueda. Me siento inútil.

Exacto. Soy una inútil aquí llorando, por eso ya ideé un plan. Te traeré sin lágrimas, Sasuke-kun; porque no quiero demostrarte que soy débil como la última vez. La otra vez fallé por mis sentimientos a ti, pero ahora te traeré aunque tenga que romperte todos los huesos.

Fin POV Ino.

Ella se levantó y sin equipo ni nada. No necesitaba eso para una sola noche; salió de allí hacia la salida de la aldea con apenas unos pocos kunais equipados. Al llegar divisó unos hombres que vigilaban la enorme puerta. Sabía que ellos no la dejarían pasar, además de que Naruto no era de los que se emborrachaban, al igual que Tsunade.

Rápidamente pensó en un plan, y utilizó un genjutsu con los vigías de la enorme puerta y salió en busca del Uchiha menor ella sola. No se rendiría sin encontrarlo. Comenzó a saltar de árbol en árbol para poder hallarlo. Estuviese en el mar, bajo tierra o en el cielo.

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Por medio de varios jonin se supo la noticia de que Yamanaka había desaparecido de Konoha, el informe corrió a todos lados. Desde las pequeñas casas hasta los oídos del Hokage. Quien había estado hablando con un hombre de apellido Nara acerca de una misión, que sería obviamente cancelada por la ida de la joven floristera.

El Uzumaki se sorprendió por lo que le había informado Kotetsu y protestó.

—¡¿Cómo es eso de que Ino ha huido?! —cuestionó sumergiéndose en cólera, golpeando su escritorio con su puño derecho.

—P-Pues Hokage-sama, ella al parecer utilizó un genjutsu con los que estaban de turno. Cuando fui a tomar mi puesto, todos estaban dormidos —habló con miedo. Claro que Naruto no era tan rabioso como Tsunade, pero había que tener cuidado.

El joven bufó por lo bajo haciendo que su vista descendiera. Sus ojos quedaron semiabiertos y su paciencia por los suelos. El papá del joven Shikamaru había oído todo con sabiduría, por lo que pidió permiso para retirarse e ir a su casa. Se suponía que lo enviarían a una misión en ese atardecer, pero tenía que decírselo a él.

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El joven estaba sentado jugando shoji él solo. Si que estaba muy aburrido presente en soledad dentro de aquel cuarto. Movía las piezas como si compitiera contra si mismo; qué problemático era aquello.

De pronto, aquel hombre de varias cicatrices ya mencionado de edad mayor entró a la habitación con tranquilidad; llamando la atención de su hijo. Shikamaru sólo le dirigió una mirada aburrida y se atrevió a preguntar.

—¿Qué pasa ahora? —cuestionó el joven Nara con poco interés.

—Shikamaru… Ino se ha ido —habló clara y directamente el hombre de peinado extraño igual al de su descendencia.

El chico Nara abrió los ojos en demasía sin poder creerlo. ¡Pero ¿de qué rayos hablaba su padre?! ¿Cómo era eso de que Ino se había ido? Simplemente no se lo creía ni siquiera por tener la clara evidencia enfrente.

El chico se levantó de su asiento donde anteriormente había estado de cuclillas jugando él solo con aquel tablero de madera. Su mirada sólo gritaba un gran “¡¿Qué?!” y la de su padre seguía siendo tranquila.

No pudo hacer nada más que hablar.

—¡¿Cómo es eso?! —preguntó molesto y a la vez sorprendido.

—¿No es obvio, Shikamaru? Deberías haberlo predecido desde hace mucho ya que eres tan inteligente… —comenzó el padre del joven—¿Viste el calendario, y la fecha de hoy? En esta fecha exactamente hoy fue la partida de Sasuke Uchiha hace tres años. ¿Recuerdas que Ino estaba enamorada de él? —habló indirectamente el hombre.

Shikamaru entendió a lo que se refería su padre. No podía creer lo tonto que había sido al no vigilar a la rubia todos esos días. Pero claro, el joven Nara había pensado que ella al fin había dejado de lado el recuerdo del joven renegado.

<<Así que… ¿ella aún no lo olvida?>>, pensó Shikamaru mientras sus dientes castañeaban y apretaba su mano convirtiéndola en un puño. Bajó la mirada aguada.

Le dolía aquello. El hecho de que la joven Yamanaka no hubiese borrado de su memoria a su antiguo novio le molestaba en sobremanera, sobretodo por los sentimientos que él tenía hacia la floristera. Sintió tristeza y rabia por lo que estaba pasando, además de que ella se hacía daño a si misma, le hacía daño a él también.

—Cómo me molesta esa rubia problemática —sentenció con voz quebrada mientras se dedicaba a observar el monótono suelo de madera.

—Entonces ¿qué piensas hacer, Shikamaru? —preguntó su padre, a lo que el chico lloró unas pocas lágrimas y salió de ese lugar. El padre tan sólo lo observó salir del territorio con su uniforme de jonin mientras se dirigía hacia el comienzo de su nuevo plan.

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Espero les haya gustado. :3 Comenten y den quejas si las tienen. Las sugerencias siempre las resivo pasivamente con una bazuka en la mano OK, no. xD

¡Adiós! :rosa:

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Capítulo 5: ¡Se acabó! (Parte II)

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[N/A]

*verguenza* No tengo nada que decir en mi defensa. Aquí está el último capítulo. Este será el capítulo en que un personaje de la pareja morirá… ¿Quién será? ¿Qué pasará? ¿Todo terminará en ShikaIno o en SasuIno? ¿O se alargará inesperadamente la trama?

Lean y comenten. <3 Sé que muchas me matarán por esto, pero vale la pena. e__e

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Capítulo 5: ¡Se acabó! (Parte II)


<<Kunais, shurikens, píldoras de chakra…>>, el joven equipaba todo lo necesario esa noche enfrente a la puerta de la aldea. Tenía el permiso del Hokage para dirigirse él solo al rescate de la fémina más problemática que había conocido en su vida.

—¿Estás seguro de ir solo, Shikamaru? —preguntó su padre que estaba a su lado para despedirlo—Si quieres voy contigo.

—No, papá. Quisiera que enviaras refuerzos si no vuelvo en tres horas. Ya deben ser las 12:00 de la madrugada, así que quisiera que los enviaras a las 3:00 —habló decidido el joven Nara.

Esta vez su rostro no era aburrido o expresaba algo como “problemático”, sino que estaba muy seguro de lo que hacía.

Su padre le sonrió de lado y lo dejó partir a la búsqueda de la chica que él anhelaba; de la cual él velaba por su seguridad, pero al mismo tiempo era la chica que nunca puso atención a la preocupación que él le daba. Igual, el masculino la amaba.

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POV Ino.

Sé que estás cerca, Sasuke-kun. ¡Puedo sentirte cerca de aquí! Estoy segura de que te encontraré y te llevaré a la aldea. ¡Al fin estarás con nosotros nuevamente! Estoy tan feliz que creo llorar por dentro. Igual, aún tengo que encontrarte y traerte.

Siento como cada paso mío me está llevando más cerca de tu persona. Cada metro que avanzo es uno menos para llegar a ti, aunque parezca extraño. Pero, ¡amaría saber donde estás, maldita sea! ¿Por qué siempre es tan difícil encontrarte?

Ya quiero saber como estás, todo lo que has cambiado y el cómo reaccionarás cuando esté enfrente de ti. Ya quiero saber… si aún me amas.

Fin POV Ino.

En un momento, la chica de cabellos albinos se detuvo y miró hacia un lugar alto. Un lugar donde podía ver una extraña silueta negra que al parecer, pertenecía a un macho.

La sombra estaba situada justo a en la posición en la que alumbraba con poca intensidad el astro rey. Pues ya habían pasado seis horas desde su partida y estaba amaneciendo levemente.

Colocó su mano ligeramente sobre su frente para poder visualizar mejor al masculino que la observaba a ella también.
Dejó sus orbes semiabiertos ya que aunque la luz del sol era tenue, lastimaba las piedras de la joven que no había dormido toda la noche y que ya no tenía muchas fuerzas.

Y ahí estaba él. Al fin y al cabo había encontrado al Uchiha anhelado.

Su vista ya era clara y podía divisarlo en totalidad: sus hebras craneales azabaches, sus ojos profundos además de obscurecidos y su torso libre. El chico mantenía una pose arrogante con su mano en su cintura y su sharingan activado. Al parecer, no se había dado cuenta de la presencia de la chica.

A lo lejos divisó unos cuerpos que se acercaban. Realmente era uno y más a lo largo otros cuatro.

—Compañía, ¿eh? —pronunció para si mismo para después desactivar sus ojos rojos.

Fue lentamente virando sus ores hacia la izquierda para poder encontrarse con ella. La joven Yamanaka se dio cuenta de esto y de la mirada tan atravesante e inexpresiva del Uchiha menor, por lo que de su pequeño compartimiento en su cintura sacó un kunai y lo empuñó con fuerza y decisión.

—¡Sasuke-kun! ¡Vine por ti! —exclamó desde lo bajo que estaba hacia el chico del clan maldito. Él sólo sonrió de lado.

—Ino. Demasiado tiempo sin ver esos ojos tuyos —habló con presunción pero en estado de seriedad.

En ese instante, el joven renegado pudo sentir que los latidos de su corazón aumentaban en demasía, al igual que sus ojos estaban abiertos con sorpresa ante aquella reacción por parte de su organismo.

Se acordó de aquello. Aquel sentimiento que tanto le impedía poder lastimarla; un sentimiento que quería borrar de su mente para poder completar su venganza. Era todo lo que quería: ser libre de ella y dar por finalizado su plan. Pero por alguna razón, le era difícil.

En el momento dicho, el joven bajó del pilar hecho con rocas en el que anteriormente había estado parado y se situó al lado de la joven, pero al mismo tiempo dándole la espalda. Se limitó a pensar mientras ella permanecía en shock. Pero de una vez tomó una decisión.

—¿Sasuke-kun? —preguntó ella al ver que el chico estaba dispuesto a hablarle al oído. Una descarga eléctrica se deslizó por su espalda sin misericordia.

—Ino —empezó él—… espero que me perdones. —y dicho aquello, el Uchiha que con anterioridad estaba situado al lado de la muchacha desapareció. Pero de pronto, apareció el verdadero detrás de ella.

El chico tomó el cuello propiedad de la joven y alzó su delicado y fino cuerpo en el aire para tratar de asfixiarla. Ino colocó las palmas de las manos sobre el brazo de su atacante y comenzó a clavar abruptamente las uñas, batallando así por su libertad; lo cual no conseguía de manera tan “sencilla” como ella pensaba que sería.

Por parte, al moreno le dolía hacerla sufrir de esa horrible manera. Pues claro que ella se lo había buscado, pero él aún la amaba y era algo que debía aceptar le gustase o no. Sin embargo, quería deshacerse de esos “ridículos” y tontos sentimientos que no le permitían enfocarse en su mayor deseo.

Debía olvidarla. Y la única manera de olvidarla era matándola.

En ese instante, desde lo lejos se vio una silueta saltando de árbol en árbol. Era Shikamaru. El chico de peinado de piña observó la acción del renegado hacia la floristera y se sorprendió.

<<¿Acaso pretende… matarla?>>, pensó él desde la distancia. Tan sólo se quedó estático y miró lo que Sasuke planeaba hacer.

Con sus dedos pulgar e índice comenzó a apretar la garganta de la flor y a tratar de extirpársela de manera brutal, para así aumentar el proceso de muerte. El Nara observó aquello y corrió hacia la escena lo más rápido que le permitían sus piernas adoloridas.

—¡Inooo! —gritó a los cuatro vientos avanzando a poca velocidad a causa de todo lo que había corrido con anterioridad.

El Uchiha presenció el grito y lo interpretó. Era él. El chico que había estado enamorado secretamente de su ex-novia durante su estadía en su anterior domicilio, la aldea de Konoha. Lo miró correr dando pasos torpes y poco equilibrados. Sonrió de lado.

Sasuke soltó a la joven en el suelo, tirándola con la menor delicadeza que se tiene con un pimpollo, para así desenfundar su katana y cargarla con un chakra azul. Se dispuso a articular.

—Te acercas un paso más y la mato —habló gélidamente mientras señalaba a Ino con su hoja de metal. Ella entró en pánico pero no supo qué hacer. Tan sólo quedó quieta—. Sé que ella vale mucho para ti; así que no te acerques.

—¡Shikamaru! —exclamó la joven al ver a su compañero de equipo en fatales condiciones—. ¡Vete de aquí, no eres rival para Sasuke-kun! —trató de levantarse pero el moreno bajó nuevamente su cuerpo colocando su pie sobre el dorso de la chica; sometiéndola a estar en el suelo.

Shikamaru entendió lo que le decía su amiga y paró la corredera. Él estaba dispuesto a resignarse a aceptar los términos del Uchiha, si él no le hacía daño a su conocida y al mismo tiempo mejor compañera de antaño. Frunció levemente el ceño.

El renegado sonrió con sorna y arrogancia al ver que el joven chuunin hacía lo que le ordenaban. Se dedicó a hablar.

—¿Por qué quieres salvar a un remedo de kunoichi como ésta? —preguntó indirectamente al Nara. Él suspiró.

—Porque es mi compañera y amiga. Además no dejaría que le pasase algo y mucho menos por parte tuya —habló con astucia mientras se colocaba en posición y así, corrió hacia el chico dispuesto a atacarlo.

La mirada del Uchiha se volvió seria y sin expresión. Glacialmente como sólo él sabía hacerlo. Tomó su espada ya atribuida con una descarga azul relampagueante para así, dar por terminada la vida de la joven ninja.

Ella cerró los ojos con fuerza esperando lo peor. Esperando el momento de su muerte sin sufrir mucho.

Todo se volvió negro en ese instante.

Aún conservando los ojos cerrados, ella pudo oír un quejido de dolor suave y a la vez atravesante. ¿Acaso Shikamaru había matado o herido a Sasuke? Eso fue lo que se preguntó feliz por la noticia de que al fin le habían bajado la defensa y se lo llevarían con tranquilidad a Konoha.

Fue abriendo los ojos lentamente para visualizar; pero lo que vio no la hizo muy feliz. No quería creer lo que veía, pero debía hacerlo…

Sasuke estaba atravesando a Shikamaru con su katana; y, por lo que podía ver, había sido directo al corazón. La joven humedeció sus ojos y no contuvo su grito.

—¡Shikamaru!

Ella se levantó del suelo y corrió hacia la escena que transcurría un poco lejos de allí. Sólo a unos cinco o seis metros ya que la hoja de la espada fue tan fuerte que el impulso hizo que ambos jóvenes se alejaran un poco.

Sasuke mantenía al genio contra una roca mientras lentamente traspasaba la capa de su piel con la herramienta de aniquilación. El afectado tocía sangre y trataba de liberarse; pero por más que trataba, no podía. Sus fuerzas estaban agotadas.

El renegado lo miró con decepción.

<<¿Cómo es que hay gente tan estúpida en el mundo? Él obviamente es uno de ellos tratando de sacrificarse por Ino>>, pensó con molestia al no haber podido matar a la verdadera presa.

Su mirada giró lentamente hacia la chica que permanecía quieta desde un poco lejos observando la escena.

—Que esto te sirva de lección —habló con arrogancia pero con firmeza al mismo tiempo—. “Esto” es lo que le pasa a las personas estúpidas —y finalizado aquel renglón, el moreno fue sacando su espada del organismo del herido, dejando así que cayera en el suelo.

Ella se alarmó y avanzó hacia el cuerpo del recién afectado. Cuando llegó se tiró al suelo de rodillas, volteándolo boca arriba para ver la gravedad de su herida. El moreno la miró detenidamente.

Ella estaba justo a su lado, y debía matarla de veras; pero por alguna razón no quiso y ascendió hacia el pilar donde anteriormente había estado desde el principio y la observó.

—¡Shikamaru, Shikamaru! —gritaba ella histérica al cuerpo del aludido—. ¡Vamos, levántate! —lo movió un poco y notó que aún respiraba, pero lo hacía de manera tenue y pobre—. ¡¿Por qué, Sasuke-kun?! —dirigió su rostro a la silueta masculina. Él enfundó su arma cortante.

—Hmp. No iba a dejar que él te tuviese —remarcó con muchísima arrogancia cerrando sus orbes negros—. Recuerda que no te maté porque estabas con él.

Y dicho aquello, el Uchiha desapareció dejando nada más que una nube de humo. Ella quedó absorta por unos segundos a causa del comportamiento del chico, y luego prosiguió a tratar de curar al herido.

En ese instante, llegaron un grupo más de personas. Al parecer eran unos tres jonin junto con el compañero regordete de la rubia. Ellos eran los refuerzos. Observaron la escena y acudieron rápidamente sin hacer esperar más a su amiga y al recién herido.

—¡Ino, ¿qué pasó?! —preguntó Choji algo molesto y preocupado—. ¿Por qué Shikamaru está así?

—¡Shikamaru-san! ¿Qué ha ocurrido? —preguntó uno de los jonin casi o más histérico que el Akimichi.

La chica suspiró con irritación. No podía creer que ella había dejado que todo pasase tan rápido… Además de que todo el conflicto se generó y sólo había un culpable: Ella misma.

—Fue Sasuke-kun —habló con tristeza de recordar ese nombre—. Él me iba a matar, entonces Shikamaru llegó y… —no quiso continuar. Además de que los presentes ya sabían a lo que se refería.

Ella trató de sanar la gravísima herida del Nara; pero se dio cuenta de que era inútil. El agujero en su pecho era muy profundo y un tratamiento normal no sanaría algo como aquello.

<<Es una herida en el pecho y es muy grave…>>, pensó con sentimiento impotente y funesto. <<No puedo hacer nada…>>

Inhaló y exhaló como sus pulmones le permitían. Al momento de la exhalación, no sólo expulsó aire de su boca, sino también agua de sus ojos. Sintió un gran peso encima, el cual nadie se lo podría quitar.

—¿Y bien? —preguntó el Akimichi desesperado; buscando la respuesta que quería. Ella negó con la cabeza y él ya sabía lo que había pasado. Sus ojos descendieron al suelo y lagrimearon.

Comenzó una lluvia torrencial en aquel “cementerio”, si así se le puede llamar. Todos los ninjas presentes inclinaron la cabeza en acto de luto y algunos lloraron. Pero la más destrozada era la chica, que apenas pudo oír unas pocas palabras más de su amigo.

—Ino —escuchó decir, por lo que abrió los orbes en demasía y observó al Nara tratando de ponerle la mayor atención posible—… Quiero decirte que yo… te aprecio mucho —él sonrió pero ella no entendía.

—¿Qué? —pronunció la rubia.

—Así es... Yo s-siempre te quise, pe-ro nunca me hacías caso; no sabía cómo expresarme… —tartamudeo a causa de la enorme herida en su pecho.

—Shikamaru…

—Eres una rubia m-muy problemática, Ino —y dicho aquello, el joven dejó caer su mano en señal de pérdida. Cerró sus ojos y se encaminó a sabrá Kami donde.

Pero antes de morir, reflejó una sonrisa llena de paz y alegría al mismo tiempo. Era cierto que no iba a estar con ella jamás, pero por lo menos la había salvado de un destino peor.
Pues claro, en el amor no importa si estás o no estás con la persona que amas; lo importante es que veles por ella y te adviertas de las consecuencias.

Eso era algo que Sasuke Uchiha no sabía y nunca entendería. Porque él no amó a Ino como lo hizo Shikamaru, quien dejó todo de lado por la fémina.

Comenzó a gritar y llorar apoyando su cabeza en el pecho del masculino todo ensangrentado —provocando una escena cruenta—. Su lloriqueo era incesable pero todos los presentes lo comprendían.

En medio de tanto dolor, sólo se atrevió a decir una última cosa para sí misma:

—Se acabó…

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[N/A]

Qué final taaan gay. D: Sé que a muchas chicas no le va a satisfacer, pero así va la historia Y ASÍ SE QUEDA. D:< (?) xDU

El epílogo lo traeré pronto. Chauz~

PD: Sí, yo también lloré por eso. ):

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Epílogo.

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[N/A]

¡Hola! :3 Al final traigo el epílogo. ·w· Quizá no las voy a satisfacer con esto, pero al menos espero que les guste. ;________;

Epílogo dedicado a Vanille, Kiiori Temari, Lilinette y a EYERLIN, quienes han seguido este fic. Las amo, tontas. ;D;

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Epílogo​

Sus pies le ayudaban a trasladarse de manera paulatina por aquel sendero lleno de césped. Su mirada era vidriosa, mientras que aún sus músculos hacían lo posible por no flaquear y caer como si fueran de trapo.

En sus manos llevaba aquel ramo de pompones; los mejores que había podido recolectar en la florería, o mejor dicho, los mejores de toda la aldea. No se sentiría digna en llevarle flores que no valieran la pena.

No supo cuándo ni cómo empezaron las lágrimas a descender por sus ojos cerúleos, llenos de nostalgia. Es decir, ¿cómo? ¿Ino Yamanaka… llorando? Sí, era cierto que la fémina era muy fuerte de carácter, pero también tenía un lado sensible.

Automáticamente, unas palabras resonaron en su mente…

<<Ino… Quiero decirte que yo… te aprecio mucho>>

Quedó cabizbaja por unos segundos, justo enfrente de aquella lápida que con letra cenicienta decía “Shikamaru Nara” y un “descanse en paz”.

<<Así es... Yo s-siempre te quise, pe-ro nunca me hacías caso; no sabía cómo expresarme…>>

Dos largos ríos amargos empezaron a bañar el rostro pálido de la joven, logrando que ésta sintiera un dolor de garganta —típico de cada vez que lloraba—. Apretó el ramo con impotencia, a punto de caer.

<<Eres una rubia m-muy problemática, Ino>>

Las últimas palabras del Nara la estaban torturando y haciéndole sentir una abrumadora sensación funesta e iracunda. Juntó con fuerza ambos párpados y empezó a sollozar. No sabía qué hacer. ¿Tenía perdón de Kami por haber sido tan ignorante?

Miró fijamente la tumba, dejando el regalo en ella. Eran botones naturales, en poco tiempo se marchitarían. Pero a diferencia de eso, su recuerdo no lo haría.

—Shikamaru…

El susurro fue suave, tanto que podría haber sido sustituido por una canción de cuna entonada por una matriarca.

~o~O~o~​

Se sentó cerca del alfeizar abrazando ambas rodillas y mirando el atardecer desde su ventana. Sintió cómo la suave brisa acariciaba las hebras rubias, casi albinas. Suspiró tratando de que toda la carga se fuera, de que ya no existiera; era imposible.

Una gota resbaló por la comisura de sus párpados, luego se dio cuenta:

¿Había nacido para estar sola?

No y no. Ella debía alcanzar sus sueños. Aquello que había pasado hace dos años —la muerte de Shikamaru— no le arruinaría la vida, pero claro, tampoco podía estar feliz por ello.

Era feminista y como tal no se dejaría vencer tan fácilmente.

Sólo una cosa era totalmente segura en ese momento: Vengaría la muerte de Shikamaru Nara algún día.

Fin~​

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[N/A]

Final abierto, babe. xD Quizá haga una secuela, pero por ahora no. Ando muy ocupada con los concursos y todo eso.

Final triste para una historia triste… ;w; Erm... Este epílogo me recuerda al ending 7 de Naruto Shippuden. :love:

Nos veremos en otro long-fic. <3 Byes~

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