¡Un instante en la vida de mis hermanos favoritos! Señales. — Ya, te gusta esa chica. Paul frunció el ceño, mirando fijamente a Reggie. ¡Aquello era una tontería! No porque él se estuviera interesando un poco más en conocer a esa chica, quería decir que le gustaba, simplemente era que ya no le parecía tan tonta. Además, tenía la seguridad que era una coincidencia que se encontraran todas las tardes en el parque de la ciudad, ¡Él jamás la buscaría! No porque él la mirara a los ojos hasta perderse completamente en ellos, quería decir que sentía algo más que amistad hacia ella. ¡Por supuesto que no! Era sólo que… Le caía bien. Sí, eso era. —No digas tonterías, hermano. Reggie suspiró con tranquilidad, volviendo a retomar el paso de esa peculiar caminata. Se descubrió a si mismo riendo al ver a su pequeño hermano sonreír al ver a esa persona la cual no le gustaba. ¡Cómo si él fuera un ciego! Y es que, el ver a Paul caminar hasta llegar a ella cómo si no la hubiera visto en años y dejarse abrazar con fuerza por esa muchacha, ¡O ella era bruja, o realmente le gustaba!