Shiki Sangre (Megumi Shimizu) [One Shot]

Megumi era mi personaje favorito, y detesté como terminó con ella la serie. Siempre será la mejor en mi opinión, y este mini-escrito es mi pequeño tributo a ella. ¡Disfruten!

Título: Sangre
Fandom: Shiki
Personajes: Megumi, Tatsumi
Palabras: 595
Rating: T
Summary: Megumi prueba la sangre por primera vez.


La joven de cabello rosado miró alrededor con curiosidad. No estaba en la mansión de la colina, que los Kirishiki habían nombrado suya, sino en otro lugar. Parecía ser una mansión por lo grande que era, habían recorrido tantos pasillos que se había perdido con facilidad, pero no era el mismo estilo. Más rural, más antigua.

Más como el resto del pueblo.

Cuando se detuvieron, se tomó un instante para recordar como le habían enseñado a hablar. Afortunadamente, lo recordó correctamente, y pudo hablar como si respirara con normalidad.

—¿Dónde estamos? —preguntó Megumi, al tiempo que su acompañante se daba vuelta para encararla.

—Ya sabes hablar bien —le dijo él con voz que detonaba clara sorpresa—. Sabía que no me había equivocado contigo. Eres diferente a los demás.

El rostro de Megumi se ruborizó ligeramente. No fue porque él se lo dijo, sino por lo que le había dicho. Diferente a los demás. Ella siempre se había sentido así, era distinta a ese montón de aldeanos anticuados y desvergonzados. Que alguien lo reconociera le daba ganas de ponerse a bailar de la alegría.

El hombre que la acompañaba no era mucho más alto que ella, pero era mayor de eso no había duda. Sus brazos eran musculosos y su cabello era extraño, parecía como si tuviese orejas de perro. Pero lo más peculiar era su atuendo. Una musculosa sin mangas y unos pantalones oscuros. Vestimenta común, pero que la gente del pueblo jamás aprobaría.

Tal vez por eso, porque era tan diferente, era por lo que ella lo había seguido casi inmediatamente.

—¿Qué hacemos aquí?

—Esta es nuestra guarida —le explicó el hombre que se hacía llamar Tatsumi—. O al menos una de ellas. Aquí puedes pasar los días y descansar, porque créeme, no quieres volver a ver la luz del sol.

Megumi le creía. No era ninguna estúpida, sabía que la luz solar podía asesinarla si permanecía el tiempo suficiente expuesta a ella.

Pero aún así, no podía comprender del todo lo que era. Tatsumi y el señor Kirishiki, a ambos los había visto durante el día, cuando aún era humana. ¿Por qué no habían estallado en llamas, como en las películas?

—¿Qué soy... exactamente? —preguntó Megumi, aún no le había aclarado ese pequeño detalle.

—Un vampiro. Un espíritu. Un demonio. Los humanos nos ponen muchos nombres —Tatsumi se encogió de hombros—. Elige el que más te guste, lo importante es que sepas que ya no eres humana. Ya no vives o respiras como una humana. Ya no comes como una humana.

Tras decir estas palabras, abrió la puerta que se encontraba frente a ellos. Una forma se movió allí, temblando. Era un hombre, no mucho mayor que ella, no podía tener más de dieciocho años. Se preguntó de donde había salido, no parecía ser de Sotoba, ¿tal vez lo habían traído de otro pueblo?

Cuando observó la mirada de Tatsumi, comprendió de inmediato lo que quería que hiciera.

—Buen provecho —susurró el sirviente de los Kirishiki al salir, cerrando la puerta tras de si.

Megumi miró por un minuto a su potencial víctima. No tenía la culpa de nada de lo que le había pasado, pero sin embargo no sentía lástima por ella. Todos tenían un destino, y el de esa persona era ahora proveerle de vida para poder seguir, para alcanzar sus sueños.

"Voy a irme de esta maldita aldea" pensó para sus adentros, al mismo tiempo que sus nuevos colmillos surgían en su mandíbula.

La sangre tuvo un gusto más satisfactorio tras ese pensamiento. Se sintió impresionantemente... bien.