Sangre de vampiro

Tema en 'Historias Abandonadas Originales' iniciado por Poison Kiss, 28 Enero 2009.

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    Poison Kiss

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    Re: Sangre de vampiro

    Capítulo XIV: Recuperación​

    Segunda parte​



    *Matthew
    Llegué al hospital, pero para mi sorpresa había un grupo muy grande de estudiantes con uniforme. Mientras pasaba entre ellos para llegar a la recepción, y cuando escucharon que preguntaba por Diane, pude distinguir unos pequeños susurros provenientes de varias chicas en diferentes direcciones.
    Greenwood salió, habló con el grupo pidiéndoles silencio y después me miró.
    Recordé que se había molestado ayer pues decía que había en cegado a Diane pues ahora prefería verme a mí. Me enfureció que pensara de tal manera, es decir, ¡el era su padre! Definitivamente había demasiada diferencia. Me había pedido que ya no la visitara, y recriminado que una vez me había informado sobre su salud a cambio de mi partida.
    -Deadmond… veo que haz regresado…
    -no dejaré de venir.
    Todos nos miraban, esperando que armáramos un alboroto. Un grupo de tres chicas salieron y se acercaron a Chase. Los chicos de ese colegio eran de clase alta, yo había estado en uno de esos colegios, y sabía que les desagradaban este tipo de hospitales, pero debían ser buenos amigos de Diane como para “sacrificarse”.
    -Doctor Greenwood, Diane ha preguntado por un joven “Matthew”.
    Lo miré, con una sonrisa por una parte burlona y con otra con aires de superioridad, pero era sincera pues Diane quería verme y eso me alegraba infinitamente.
    Suspiró.
    -pasa…
    No le di las gracias, pasé a su lado, desprendía un olor a alcohol. Había superado mi nauseabundo estado cuando entraba al hospital.
    Por una parte, de nuevo, me alegraba pues, aunque no quería ni pensarlo, la vida de Diane estaría conectada a uno.
    Entré y me besó suavemente.
    -¿cómo sigues?
    -bien, ya espero que me den de alta.
    -bueno, creo que eso tardará un poco.
    Suspiró resignada, era la verdad. Me di cuenta que se había entristecido, quise remediar mi error.
    -Ha venido un gran grupo de estudiantes uniformados…
    -¿es muy grande?
    -así es. Cuarenta y ocho, ¿algún problema?
    -no quisiera ser grosera, pero ya no quiero ver a nadie.
    -entonces no lo seas.
    -estaba preocupada…
    -¿ah si? ¿Por qué?
    -mi padre me ha contado que pelearon.
    Me molesté mucho más. ¡Aún cualquier alteración podía afectarle! Hasta yo sabía eso y parecía que el lo desconocía aunque fuese un doctor.
    -no te preocupes, linda, lo hemos solucionado.


    *Diane
    Quería tranquilizarme sobre el tema de la pelea, pero a mi la verdad no me afectaba demasiado. Ellos nunca se llevarían bien, por el tema del engaño y los vampiros.
    Cambié de tema drásticamente, sonriéndole.
    -¿y bien?
    Se quedo esperando que continuara con mi pregunta.
    -¿me invitarás al baile?-continué.
    -¿cómo sabes sobre el baile?
    -Annette vino anoche, le gusta llegar por las ventanas. Deberías hacerlo de vez en cuando.
    Sabía que no lo haría, era demasiado correcto.
    -Annette… creo que vino a distraerse.
    -¿me invitarás?
    Rió.
    -por supuesto que no.
    Me quedé indignada, ¿por qué no me invitaría?
    -seguramente ya debes haber hablado con alguien más sobre ese baile, ¿cierto?
    -Diane…
    -¿es linda?
    Vi que se molestó, pero me agradaba molestarlo, se veía tan hermoso con las cejas fruncidas.
    -no puedo llevarte a ese baile, y tampoco iré.
    -¿por qué? Es un baile muy importante.
    -Por tres cosas: una, no estás en condiciones de viajar, dos, tu padre definitivamente no te daría permiso, y tres, es un baile de vampiros.
    -¿y qué si lo es?-me enfoqué en la tercera respuesta.
    -que… serías la única humana débil y muy comestible.
    -estaré contigo.
    -Oh, la sed es muy traicionera, Diane. Y por supuesto, no te gustará la bebida y comida ofrecida-dijo sarcástico acompañado de una pequeña risa.
    Pensé dejar el tema un momento, pero aún me molestaba que no quisiera llevarme.
    Dos chicas entraron, eran de mi clase, aunque no les hablaba demasiado. Sabía que mi padre las había hecho pasar para no estar sola con Matt.
    Conversamos contentas, pero la situación se tensó cuando comentaron sobre un baile de fin de curso del colegio.
    -¡George piensa invitarte!
    -¡es una suerte, es el chico más guapo del colegio!
    -por lo menos alguien lo hará.
    Se enfureció, golpeó una mesa y se fue. Mis compañeras se asustaron al escuchar el fuerte golpe.
    -¡Dios mío! ¡A abollado la mesa!
    No respondí. Jamás pensé que las cosas se complicaran tanto.
    -¿es tu novio?
    -lo era… ahora se ha molestado y no estoy segura si quiera seguir siéndolo.




    ¡Dios mío! XD por fin mañana entrega de calificaciones. Para mañana estaré muerta, pero les enviaré conti desde el más allá =D!
    Regresaré pronto:3
    Mi imaginacion ha llegado por un par de días y regresará, estoy segura, a vacacionar :/
    Esperemos se quedé mas que un solo par de días y pueda darles lo más pronto posible conti(:
     
  2.  
    Bizet

    Bizet Guest

    Re: Sangre de vampiro

    Wai!!!
    Termino de leer tu hermoso fic, y cada vez lo amo más. xD
    Y bueno... el montón de corazones te los escribo por el msn haha, en fin espero que continúes prontoo >D éste viernes! :D! que no hay clases x3
    Ah por cierto... mañana quien sabe si esté =/ hay una marcha de la no violencia de no se qué... (obligación de una materia snif)
    ¡¡Te quiero!!
     
  3.  
    Poison Kiss

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    Re: Sangre de vampiro

    Capítulo XV: Noviazgo


    *Diane
    Se disculparon conmigo por ser tan imprudentes. Y es que lo habían sido, pero Matthew no debió reaccionar de tal manera.
    Se enfureció tanto que no volvió hasta el día siguiente. Aunque no mostraba expresión y simplemente leía en el sofá que estaba al extremo de la habitación. Había llegado y sentado directamente, no me dirigía la palabra.
    Era tan incómodo, pues yo no hacía nada, y el ni siquiera se molestaba.
    -¿entonces?
    Respondió con un “¿mm?” sin mirarme, dando vuelta a la página a la revista.
    Quise tocar el tema del baile, pedirle que me disculpara pero su actitud me dejó sin ánimos.
    -olvídalo.
    Me recosté e intenté dormir.
    Entró Susan con su siempre simpatía que contagiaba a cualquiera, pero no ahora, en estos momentos.
    Miró a Matthew y el entorno frío que nos envolvía.
    -Matthew, buenos días.
    -buenos días Susan-dijo con tono desinteresado, volviendo a dar vuelta a la página.
    -necesito hablar contigo-continuó Susan, después de hacer una pausa, examinar la situación y la actitud de él. Salió y éste la siguió.
    Volteé discretamente, miré que ella gritaba, apuntaba hacia mí, me asusté, creí que podrían verme, pero ninguno volteó.
    El se justificaba. En esta ocasión, mientras él seguía escuchando los gritos de Susan, volteó, nuestras miradas se cruzaron unos momentos hasta que se fue, dejando a Susan hablando sola.
    Ella también volteó después de suspirar y entró.
    Me encontraba un poco asustada. Jamás había visto que pelearan, ni siquiera se conocían, o eso creía. Entonces la examiné. Piel pálida y fría, muy hermosa para sus treinta años de edad, ojos completamente negros. Desvié la mirada pues me sonreía. Ahora me daba escalofríos.
    -eres una de ellos, ¿cierto?
    No respondió. Pude notar su tensión pues había tomado mi hombro momentos antes de hacer esa pregunta. La quitó.
    -¿cómo… puedes decir eso?
    -no mientas Susan, tu no, por favor.
    Apretó los labios y después de pensarlo, asintió.
    -Y Matthew te pidió que me cuidarás, por que no creo que otro vampiro se haya cruzado en nuestras vidas por coincidencia, no creo que nosotros atraigamos vampiros-seguí.
    -así es, Matthew me pidió que cuidara de ti, pero me enamoré de tu padre, no miento.
    -no dudo de tus sentimientos, por que me haz demostrado que eres buena, y hacen profundamente feliz a mi padre, pero ya no quiero que obedezcas a Matthew.
    -de acuerdo.
    Sonreí y ella prosiguió a abrazar mi cabeza.
    Comenzó a contarme sobre cómo lo conoció.
    -En Venecia, el baile de Venecia, mi primera invitación, hace treinta y dos años. Salí con su padre diez años. Nuestro compromiso no funcionó y me dirigí a Italia. Estuve allí trabajando como maestra, siempre mantenía comunicación con Matthew pues nos llevábamos bien.
    Hasta que hace unos meses me llamó para pedirme un favor… que cuidara de su prometida. Acepté dudosa. Al final me enamoré de tu padre y me encariñé de su hija. Ahora que Matthew te está haciendo sufrir no puedo dejar que siga. Ahora te he adoptado como mi hija, Diane. Y un vampiro no se desprende tan fácilmente de lo que le pertenece.
    Sonreí.
    Jamás habíamos tenido un momento así, madrastra e hijastra.
    Y supe entonces que ella era el destino de mi padre, por más que odiara a los vampiros debía aceptarlos para ser feliz.


    *Matthew
    Seguí a Susan fuera del cuarto, por suerte Diane dormía, o al menos eso quería aparentar.
    Vi de reojo que se movió y nos miraba “discretamente”.
    -¡No puedes estar molesto con ella ahora! ¡Puedes hacerla enfermar!
    -¡no puedo evitarlo! ¡Debiste escuchar las cosas que dijo! ¡Cualquiera estuviera molesto!
    -no en esta situación, así que compórtate, por que ella-apunto a Diane por la ventana que estaba frente a nosotros-es la que podría pagar las consecuencias.
    Siguió gritando más cosas. Tenía mucha razón.
    -¡…si no puedes comportarte tendré que pedirte que te vayas y regreses cuando estés más calmado!
    Entonces la miré, serio, sin expresión, no quería que pensara que estaba furioso con ella por que Susan me estaba regañando.
    Me volteé y fui.
    En realidad todo lo que decía Susan era verdad. Y no quería que algo le sucediera a Diane por mi culpa.
    Caminé hasta la salida. Greenwood se atravesó en mi camino.
    -¡Deadmond! ¿Por qué haz salido tan temprano?
    -Susan… la señorita Carlton está con ella. Regresaré mañana.
    -¿te haz molestado con mi hija?
    No respondí. Con la mirada me amenazó, ya no necesitaba más, salí del hospital.
    Llegando a casa me encontré con Annette que se encontraba muy asustada.
    -¿qué sucede?-pregunté.
    -¡Es Demian! ¡No ha regresado!
    -¿desde cuando?
    -¡desde ayer que me dijiste que salió!-estaba demasiado asustada, preocupada más que nada por lo que pudiese hacer.
    -no te preocupes, Demian no es nada tonto.
    Sophie se encontraba en la sala, y para mi sorpresa, no se había metido en la conversación, ni siquiera parecía que escuchara.
    -¡debes ayudarme a buscarlo!
    -ya regresará… no te preocupes.



    *Demian
    -¡Demian! ¡¿Dónde haz estado todo este tiempo?! ¡Todos están buscándote como locos!
    -señorita Luppus, buenas tardes.
    -¿estás bien?
    Me miró con curiosidad, más bien me examinó de pies a cabeza, llevaba un traje y eso le parecía extraño para un desaparecido, secuestrado o como sea que me hayan tachado.
    -pareces estar muy bien… vamos, te llevaré con tus tías.
    -¡no!-grité.
    -¿por qué? ¡Tus tías están muy preocupadas!
    Me tomó del brazo.
    -usted es profesora de mitología, ¿cierto?
    -así es, pero, ¿eso que tiene que ver?
    -no le agradará saberlo.
    Me solté con fuerza. Me siguió.
    Salí del centro comercial, pero ella seguía insistente en que regresara.
    Me desvié accidentalmente, ya era de noche, aproximadamente las ocho, y había oscurecido.
    Pocas personas se encontraban en la calle, y parecía que Luppus no se cansaría hasta convencerme.
    Extraños pensamientos vinieron a mi mente. Tenía demasiada sed.
    -¡vamos Demian!-seguía gritando cansada, pero parecía que mis piernas apenas habían caminado uno par de pasos.
    Quería deshacerme de ella, y el olor de su sangre, aunque comenzaba a irritarme, me apetecía.
    Entré en una casa abandonada, solo tuve que tirar unas cuantas tablas que servían como “puerta”.
    Luppus insistía en seguirme. Me desvanecí en la oscuridad. Esperé a que entrara.
    -¿Demian? ¡Salgamos de aquí!
    Me puse tras de ella. Ahora ya no era yo. Estaba poseído por la sed y la lujuria.
    La tomé en mis brazos y susurré a su oído, rosándolo con mis labios. Pegué su cuerpo al mío. Su respiración se cortó, y después se agitó.
    -Luppus, Luppus, Luppus… te ves tan bella considerando la edad que tienes… ¿treinta y ocho?
    -cuarenta y dos-corrigió.
    -vaya… demasiado hermosa…
    -Demian…
    Repentinamente volteó hacia mí y comenzó a besarme salvajemente. En la oscuridad, aunque ella no podía ver como yo lo hacía, miré la hora. Eran las nueve, pensé en lo angustiada que estaría Annette, así que debía acabar con esto rápidamente. La golpeé contra la pared y levanté sus brazos, apresándola.
    Rió, le parecía un juego.
    Besé su cuello, y entonces la mordí. Gritó muy fuerte. Jamás pensé que así sería su final, el final de Luppus, la apodada “cazadora de vampiros” en nuestro colegio, solo por ser maestra de mitología. Golpeaba mi espalda muy fuerte, había soltado sus manos.
    Me distraje, y sacó de su saco un rociador de pimienta. Lo apretó justo frente a mis ojos y me ardió.
    Brinqué al techo, ella estaba apuntando con el rociador y giraba, buscándome, además se apretaba la mordida para que no fluyera el veneno. Muy inteligente.
    Ahora, por más que quisiera, no podía dejarla ir, pues seguramente iría a un hospital y examinarían el veneno, o tal vez se convertiría.
    -¡Demian! ¡Demian!
    Brinqué hacia ella, azotándola contra la pared, se veía débil, y había soltado su mano.
    Comenzaba a convulsionarse. Y aunque me daba lástima, me daba mucha más ver la sangre desperdiciándose en el suelo.
    Me acerqué a ella, ahora si me aseguré de que sus manos estuvieran vacías.
    Fue perdiendo la fuerza, pero igual agonizaba, hasta que bebí la última gota de su sangre, ya estaba muerta.


    *Annette
    De pronto, y para mi alivio, llegó Demian.
    Lo abracé, aunque estaba tieso, asustado, petrificado.
    Miré sus ropas, todo él estaba bañado en sangre. No podía preguntarle si había asesinado a alguien, pues era más que obvio que lo había hecho.
    -¿te han visto?-traté de ser comprensiva.
    Tardó un poco para negar con la cabeza.
    Mi padre pidió que lo llevaran a bañar lo más pronto posible, el olor era insoportable. Podía hacernos perder la razón.
    En nuestra habitación, quité su ropa. El parecía traumatizado.
    Lo metía a la tina helada. Tallé suavemente su cuerpo para eliminar cualquier rastro, macha u olor de sangre.
    -¿Quién ha sido?-pregunté, por curiosidad, no por que me importara.
    No respondió.
    -está bien, no tienes por qué contarme, será mejor que olvides por ahora.
    -…Luppus.
    -¿la profesora de mitología?-asintió-¿cómo…?
    -por favor-pidió que dejara el tema-a sido horrible, nunca pensé asesinar a alguien.
    -tendrás que acostumbrarte.
    -¿acostumbrarme?
    -si, Demian, acostumbrarte para poder sobrevivir.
    -no pienso asesinar a nadie más.
    -¿entonces cómo harás?
    Se quedó callado, pensando en la posible respuesta que me daría, más bien, pensando en que fuese perfecta para no seguir respondiéndole.
    No quise discutirle, se vistió, aún en un mínimo estado de shock y se recostó a mi lado.
    Ahora no me abrazaba, como todas las noches, pero me tomó de la mano con fuerza.
    -solo… iba a comprarte un vestido, para el baile. Luppus se atravesó en mi camino. No podía dejar que me llevara con mis tías, con mi madre… podría salirme de control. Intenté contenerme pero fallé.
    -deja de pensar en eso, Demian.
    -¿cómo fue… tu primer asesinato?
    -era una bestia, no recuerdo nada.
    Pensé en aquellos momentos cuando estuve con Nícolas, cuando creía en sus palabras, que estaríamos juntos por siempre, que me protegería y que defendería nuestro amor.
    Que tonta había sido, creía en cuentos de hadas, que sería mi príncipe y seríamos muy felices por siempre.
    Vine a encontrar el verdadero amor cien años después.




    Bueno aqui dejo el capítulo XV wow, ya es mucho XD
    ¡que estén bien!
     
  4.  
    jesulib

    jesulib Iniciado

    Cáncer
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    Re: Sangre de vampiro

    hola ^^ despues de meses sin aparecer aqui estoy dejendo un comentario, pero es habia estado full de examenes y por fin ya casi terminan las clses n.n....

    estuvieon genial los capis, debo decir que me dio un poquito de pena con lupuus, pobre ;).... ah y me encate ver que matt se pone celoso,..... ya quiero que sea el baile, bueno ambos bailes =)

    cuidate saludos

    :)
     
  5.  
    Bizet

    Bizet Guest

    Re: Sangre de vampiro

    Asdfasfas había escrito un comentario largo... y esta cosa no lo envió =/
    En fin insultaba a Luppus~ xD Y te decía que ya mero vacaciones =D
    ¡¡Te quiero!! ~♥~

    Feliz 6 de Junio... tu primera vez :D
     
  6.  
    Aes sedai

    Aes sedai Iniciado

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    Re: Sangre de vampiro

    Me ha encantado . ¿Podria usarlo en mi periodico? Por supuesto que dire que es tuyo
     
  7.  
    Poison Kiss

    Poison Kiss Entusiasta

    Virgo
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    Palabras:
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    Re: Sangre de vampiro

    Solo que me cuentes a que periòdico te refieres n______n muchas graciaas!


    Bueno, disculpen mucho la tardanza, esta vez no traigo continuaciòn, la publicarè el mièrcoles a primera hora ^^. Esta vez se trata de mi laptop, se le ha roto el cable de energìa y no me durarà demasiado hasta que compre otro -.- asì que estoy incomunicada cibernèticamente u___u
    lo siento mucho.

    Pero por supuesto que no dejarè asì este fic hasta que salga el finaal!
    >D!

    Entonces, hasta el mièrcoles!
     
  8.  
    Poison Kiss

    Poison Kiss Entusiasta

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    Sangre de vampiro
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    Re: Sangre de vampiro

    Como dije, aquí esta la continuación (:


    Capítulo XVI : Libertad


    *Demian
    Por fin salía de la prisiòn que en mi caso era la casa Deadmond. Annette consideraba que, a pesar del asesinato, habìa progresado mucho y que habìa hecho lo anterior pues me encontraba bajo presiòn. Sin embargo su padre no estaba de acuerdo. Y estaba dispuesto a no hacer quedar mal a Annette. Depositaba toda su confianza en mí.
    Habìa pasado una semana desde el "incidente", como Annette preferìa llamarle. Y me habìa enterado que Diane iba a ser dada de alta hoy. Querìa estar con ella para apoyarla, pero no podrìa soportar la peste del hospital.
    Al bajar del automovil, donde viajaba con Annette, vi mi casa por fuera. La admirè como nunca lo habìa hecho. Ella me tomò del brazo con una pequeña sonrisa en su rostro y me jalò. Querìa que entràramos. Por fin.
    Toquè un par de veces la puerta. Mi tía Angélica abriò y gritò de gusto, de alegrìa y emoción al verme. Las demás casi se desmayan, pero querìan abrazarme. Como antes, hicieron a un lado a Annette para demostrarme su cariño. Ella, esta vez, no estaba molesta. Más bien, reía con una pequeña làgrima en sus ojos.
    Durante la semana, la noticia de mi aparición había sido la sensación del momento, pues prácticamente me habían dado por muerto. No me pedìan explicaciones, al contrario, insistían en que no querían escuchar lo horrible que había sido mi vida por los últimos meses. Violaciones, abusos, golpes, tal vez se imaginaban eso. Querían olvidar el pasado, y no interrumpir la dicha que sentían.
    Y sinceramente, no tenìa una respuesta por si me lo preguntaban.
    Annette se levantò del sofà y se despidiò educadamente.
    -cariño, volveré más tarde.
    -¿a dónde vas?-preguntó mi tìa.
    -Demian debe estar con ustedes...
    -¡por favor! ¡quèdate querida! Hemos preparado el desayuno.
    Nos acercamos a la mesa. No habìa comido un bocado de comida en mucho tiempo y siendo honesto, al ver los waffles sobre la mesa se me hizo un nudo en el estómago. Comencé a sentir náuseas, muy mínimas, pero las ignoré.
    Tomé uno de ellos y lo cubrí con lo que se suponía era miel. Annette solamente tomó chocolate. Y cuando no la veían hacía gestos graciosos de repulsión.
    Me animé, sorprendentemente, a comer un trozo. Pero solo sentía un bulto entre mis dientes, sin sabor. Un pedazo de masa en mi boca sin el màs minimo sabor. Y eso me daba asco. Pero lo traguè. Me preguntaba como sería la bebida pero no me atreví ni siquiera a tomar la taza.

    *Diane
    Mi padre y Susan me ayudaron a sentarme en una silla de ruedas. Por fin iba a salir de aquì. La comida era la peor, y estaba cansada de estar acostada todo el tiempo.
    Ya no vestía la horrible bata azul. Susan me había comprado un hermoso vestido blanco, sencillo.
    Aunque me dolìa que Matthew no estuviera aquì. Aùn seguìamos molestos, sobre todo por que habìa aceptado la invitaciòn de Mike.
    -querida, te he preparado un buen desayuno.
    -todo es mejor que los de aquí.
    Para mi sorpresa ninguna de mis amigas se encontraba esperándome afuera. Y aunque no me agradó salir solo en compañía de mi padre y Susan, por una parte me tranqulizaba. Ahora solamente quería llegar a casa, ver mi habitación de nuevo, retomar mi vida, pero ahora con un nuevo y sano corazón.
    Entramos. El olor de la casa, a madera por los muebles y flores, pues a Susan le encantaba decorar la casa con ellas. Me alegré tanto.
    Nos sentamos a la mesa. Pronto, Susan me ofreció un plato de frutas y jugo de naranja. Ella no comía y yo sabía muy bien por qué.
    Subí a mi habitación, la silla de ruedas solo era una exageración de mi padre. Todo estaba justamente como lo había dejado. Me desilucioné un poco, Matthew no estaba aquí para recibirme.
    Me parecía que su molestia había pasado los límites en tan solo una semana. Tal vez ya no quería verme. Tal vez ya no sentía la necesidad de protegerme pues ahora ya no podía sufrir ningún daño. ¿Lo volvería a ver?

    La tarde pasó muy rápidamente. Mi padre y Susan veían el partido en la televisión. Pedí permiso para salir a caminar un poco. Tuve que, prácticamente, rogarles para que me dejaran, pero ni un salió de sus bocas.
    Regresé a mi habitación, ideando un plan para escabullirme. El viento entrante de la ventana me dió una idea, peligrosa.
    Salí por allí, cuidandome de las traicioneras cortinas que se movían violentamente. Antes de salir, tomé un abrigo, pues hacía frío, mucho.
    Salté cuando el piso ya no estaba muy distante de mis pies. Asomé mi cabeza por una ventana para confirmar que mi padre seguía demasiado entretenido.
    Ahora, me dirigí al norte. Las personas regresaban a sus hogares después de un día atareado, y yo apenas lo comenzaba.
    Cuando al fin llegué a mi destino, toqué la puerta. Abrió Matthew.
    -Diane...-se sorprendió.
    Hacía una semana que no nos veíamos,y para nosotros era demasiado. Estaba tan sorprendido de mi visita.
    -¿puedo pasar?-pregunté con una sonrisa.
    -por supuesto...
    Cerró la puerta cuando entré. Estaba Sophie, y su padre.

    *Matthew
    -¡Diane! ¡es un gusto verte! ¿cómo te sientes?-preguntó mi padre
    -bien, señor Greenwood. Excelente para haber salido del hospital hoy.
    -Oh... ¿haz salido hoy? Matthew no me lo comentó-dijo con un tono duro.
    -tal vez lo ha olvidado.
    -Definitivamente, se la ha pasado todo el día leyendo.
    -¿ha que haz venido?-pregunté
    -A hablar contigo, ¿podemos?
    Mi padre y Sophie se fueron en cuanto nos escucharon. Le ofrecí sentarse y accedió.
    -no era necesario que vinieras, debes estar cansada. Mañana por la mañana iría a verte.
    -quería asegurarme que estabas bien, ya no no haz ido la última semana a verme.
    -no quería darte más disgustos. Además, partimos en unos días a Venecia, y tu debes estar muy ocupada con Mike, ¿o me equivoco?
    -¡por supuesto que te equivocas!
    -Oh, pues mis más sinceras disculpas. Por favor, dile que te entregue a una hora razonable a tu casa de mi parte. Por experiencia, claro.
    Sus comentarios no le causaban la más mínima gracia que a mí. Me di cuenta que molestarla no sería la solución.
    -¿qué es lo que quieres?-preguntó.
    La respuesta era simple.
    -Que rechaces a ese tipo, que dejes de insistir en acompañarme al baile de Venecia y te quedes en casa esa noche. Es todo lo que quiero.
    -¿por qué no puedo acompañarte?
    -¿te das cuenta que es una locura estar rodeada de vampiros?
    -¿y por qué no te quedas tu conmigo, aquí?
    -No puedo...
    -¿por qué?
    -Es un gran problema, asunto de Annette, pero es mi hermana, debo ayudarla.
    -¿què sucederà?
    -Esa noche, Annette podrá vivir tranquilamente de una vez por todas.
    Apreté los puños. No podía explicarle que sucedería. No podía preocuparla diciéndole que nos enfrentaríamos a un vampiro mucho más poderoso que nosotros. Que tal vez esa noche... podría morir.
    Me miraba fijamente. Sabìa que ocultaba algo, y quería descubrirlo.
    Se levantó molesta.
    -Si no puedes ser sincero conmigo, entonces no debo complacerte. Ve a tu baile, que yo iréal mío.
    -¡Diane!-le seguí hasta la puerta. Me le adelanté velozmente para impedir que saliera, atravezándome en la puerta.
    -Lo siento, creo que ha sido un error venir.
    No quise impedirle el paso más. Estaba muy dolida y además, pronto llegarían Annette y Demian, y éste último no podría soportar el olor su sangre.

    *Annette
    Me despedí de Demian. Sería la primera noche que no dormiría conmigo después de varios meses. Lo extrañaría tanto, pues ahora volveríamos a nuestras vidas separadas. Pero confiaba plenamente en que podìa controlarse, y no asesinar a su familia.
    Lo abracé. Era como despedirse para siempre.
    Entré en el auto y éste arrancó a la casa.
    Abrí la puerta, y un olor singularme llamó la atención.
    -¿ha venido Diane?-arrojé mi abrigo sobre Matthew, quien se encontraba recostado en el sofá.
    -dejame en paz-dijo, se levantó y se fué a su habitación molesto.
    -Creo que será un dura noche para todos-comentó mi padre,en sus manos había una copa de vino.
    -¿por qué lo dices?
    -Bueno, Matthew y Diane se han disgustado, y Demian ya no vivirá aquí, a tu lado.
    -Si, pero de alguna manera... ya lo veía venir.
    Mi padre sonrió, se acercó a mi, me dio un beso en la mejilla y se fué a descansar.
    Caminé a mi habitación y me recosté en la cama, sola. Pero algo me animaba, y a la vez, me alteraba.
    El romántico baile de Venecia. Bailaría toda la noche con Demian, quien había aceptado la invitación.
    Me lo imaginaba, pues siendo vampiro me atraía mucho más, le daba un aire de misterio,superioridad, auqnue el en realidad era sencillo.
    Y después, a lo que en realidad iba.
    Quería creer que Nícolas asistiría, aunque nunca lo hacía. Tal vez este año sería diferente.
    Cada año asistía solo para encontrarme con él, hacerle pagar lo que me había hecho. Pero nunca iba. Ni Elliot ni el.
    Tal vez por que a Nícolas le encantaban las mujeres humanas, y nose divertía igual con los vampiros.
    Desperté pues los rayos de sol entrando por la ventana me molestaban.
    Bajé y todos se encontraban ya despiertos.
    -discúlpame... por mi actitud anoche-dijo Matt, sin duda mi padre le había obligado a disculparse.
    -no te preocupes.-No quise disculparme por haberlo molestado, pues lo que había dicho no era sincero.
    Me senté en el sofá. El día era nublado, y el aire a nuestro alrededor daba pereza.
    -Sophie y Catherine se irán.
    -¿Cuándo?-preguntó Matthew ojeando una revista.
    -Mañana, deberán ir a Paris para prepararse para el baile.
    -Osea que irán...-comentó Matt en tono aburrido, no quería lidiar con Sophie ese día.
    -Claro.
     
  9.  
    Bizet

    Bizet Guest

    Re: Sangre de vampiro

    Cuando sea grande quiero ser como tú =D!
    Emm estoy tratando de continuar lo mioo pero no te desesperes xDD no todos tenemos tanta imaginación como tú :D cofsobrecoftodocofparacoflocofheterocof u.u pero me esforzaré :D
     
  10.  
    kamsayu

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    Re: Sangre de vampiro

    hola!!! me encanta tu fic!!! voy apenas por el cap 7 y no puedo dejar d leerlo!!
    me parece muy interesante la historia, principalmente la pareja de Damian con Annette
    ojala q lo pueda ponerme al dia pronto:D
     
  11.  
    Poison Kiss

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    Re: Sangre de vampiro

    Dios, estuve buscando mi fic y ya no lo encontraba. Asumía que ya estaba en la página 20 tantos XD
    pero bueno , aquí está uno de los capítulos finales!
    ¡Ya se acaba! Oh, no estaba preparada para estos momentos. SNIF SNIF SNIF
    ¡Disfrútenlo!

    Capítulo XVII: Viaje
    Días después

    *Matthew
    Miré los boletos que sostenía. Me concentré solamente en el destino: Venecia.
    Miré a la pantalla gigante, mientras escuchaba a una mujer dando la segunda llamada para abordar al avión.
    Annette me tomó el hombro y con un “vamos” que daba lástima me hice la pregunta que merodeaba por mi mente. ¿Debía regresar con Diane o apoyar a mi hermana?
    Cuando tomé la decisión ya me encontraba sentado al lado de mi padre. Era la decisión correcta. Ella ya tenía planes y yo también.
    Por mi cabeza pasó la idea de separarme de ella. Ya estaba a salvo, ya no corría peligro y no necesitaba estar allí por si sucedía algo. Pero aunque ahora estaba completamente sana, no podía alejarme de su lado. Simplemente Diane se había vuelto parte de mí. Debía protegerla contra todo, incluso de mí.
    Recordé nuestra discusión hace un par de horas cuando le rogaba una vez más no asistiera a ese baile.
    -Por favor Diane, me iré más tranquilo si te quedas en casa con tu padre y Susan.
    -¿Y por que no puedo quedarme también contigo? ¡Haz asistido a ese baile por muchos años!
    -Pero ninguno tiene tal importancia como la que le estoy dando. Es muy difícil irme y dejare.
    -Entonces creo que esta discusión no tiene fin. Lo siento Matthew. Iré con Mike.
    -¿Mike? ¿Qué su nombre no era George?
    Se molestó mucho más.
    -¿Por qué no quieres que me divierta por lo menos una vez?
    -No es eso… el solo hecho que bailes con otro tipo, que te toque, ¡que te admire Diane! ¡Me invade la rabia, los celos!
    Note como su rostro se iluminaba, tal vez confiaba en mi palabra, pero volvió a enseriarse.
    -También me lleno de rabia al saber que nunca seré demasiado para ti, que hay demasiadas mujeres que están a tu altura.
    Sabía que no llegaría a nada con desmentirla. Besé su frente, le dije que la amaba y me fui.
    Trataba de confiar en ella, que podía cuidarse sola, y como no podía, había ido a visitar a ese joven, George. Tomándolo del cuello le advertí que la protegiera, no la perdiera de vista y si algo sucedía me avisara cuanto antes. Le entregué una tarjeta con mi móvil, y al preguntarme quien demonios era yo, le respondí que su hermano.
    Reí un poco al mirar de nuevo a los pasajeros, Annette dormía recargando su cabeza en el hombro de Demian y éste también lo hacía recargando su cabeza en la de Annette.
    Mi padre leía con sus gafas. Miré por la ventanilla, y solo veía pequeñas ciudades. Esperaba regresar lo antes posible, y sobre todo, encontrar a Diane bien. Pero un temor, nerviosismo, ansiedad me llenaba. Y por alguna temía demasiado por ella.




    *Annette
    Me encontraba frente a el, finalmente, me sonreía. Estaba a punto de ceder de nuevo a sus palabras de amor. Nícolas sabía engañar muy bien y lo estaba haciendo conmigo. Pero no podía negarme. Lo acepté y entonces volvió a traicionarme.
    Fui sacudida bruscamente y abrí los ojos, aliviándome al ver los asientos azules frente a mí y sobre uno se encontraba Matthew moviéndome.
    -¡Despierta!-dijo una vez más-¡Ya todos han bajado!
    Me disculpé, y salimos. Demian me esperaba al lado de mi padre y caminamos hacia el aeropuerto.
    Estaba agotada y un poco pensativa por ese sueño. Demian tomó mi mano y sonrió, sabía que algo estaba mal pues no lo ocultaba ni un poco.
    -Estoy bien-comenté.
    Cuando estábamos lejos de las personas, comenzamos a correr a gran velocidad. Por supuesto yo debía ser la guía de Demian. Nos adentramos en un bosque, que siempre estaba cubierto de neblina.
    Nos adentramos demasiado, debía recalcar, puesto que un palacio lleno de vampiros no debía estar a la vista de algún humano.
    Nos detuvimos.
    Frente a nosotros un enorme palacio, con un hermoso diseño arquitectónico colonial. Mi acompañante estaba impresionado, encantado. Pero mis ojos ya se habían acostumbrado a este bello castillo y no se sorprendían más. Lo que esperaba con ansias era el baile, siempre tan elegante, formal… cosa que en estos días no se mira. Velas, rosas, candelabros, alfombras, vestidos, música clásica, romance… esa era mi época. En la cual yo había nacido y quería seguir viviendo. Le reprochaba a la vida los drásticos cambios, la tecnología y la actitud de las personas.
    Lo único más moderno era la recepcionista, quien ahora registraba nuestros nombres para evitar algunos colados.
    -¿Sus nombres por favor?-dijo amablemente.
    -Somos la familia Deadmond, y el joven Demian Hesse nos acompaña-explicó mi padre.
    Revisó en lista en hojas, bastante grande, y confirmó nuestra asistencia.
    -Familia Deadmond, bienvenidos. Sus habitaciones son las 509,510 y 511. ¿Necesita una más para el joven?
    -No-respondí rápidamente.
    -Comprendo-dijo, nos entregó las llaves de las habitaciones y subimos. Era un gran palacio hecho especialmente para este tipo de eventos. Era como un hotel antiguo, solamente contaba con demasiadas habitaciones y un enorme salón.
    No tuvimos problemas en subir rápidamente. Matthew a veces se comportaba como un infante, y me lo recordó cuando le arrebató una llave a Adam.
    -¡Mi habitación será la 510!-y se metió en ella.
    Demian tomó la última, la 509. Entramos y pronto colgué el vestido en el clóset. No quería que se arrugara.
    -Demian… iré a hablar con la recepcionista.
    -¿Es por lo que imagino?
    -Si, necesito saber si…





    Demian
    Toda la impresión y emoción de estar en un lugar como este había pasado cuando Annette me avisó que debía ir con la recepcionista. Recordé entonces el por qué ella estaba realmente aquí.
    -¿Es por lo que imagino?-pregunté.
    - Si, necesito saber si… Nícolas está aquí.
    -Te acompañaré.
    -De acuerdo.
    Bajamos algunos pisos, esta vez caminando.
    -¿Sucede algo, señorita Deadmond?-preguntó la joven vampiro.
    -¿Nícolas Maclean ha confirmado su asistencia?-cuestionó Annette con una sonrisa y tono curioso.
    -No puedo proporcionarle información, señorita. De todos modos, ya lo verá o no en el baile.
    -Pero necesito saberlo ahora.
    -Lo siento, son órdenes.
    No pudimos hacer nada. Esperamos a que la mujer saliera por unos momentos para checar la lista nosotros mismos pero eso no ocurrió.
    Esta noche sería el baile, y comenzaba a hacerse un poco tarde.
    Regresamos a la habitación, tomé una ducha y me puse el traje que me había seleccionado Annette. No sabía como era su vestido, pues lo había ocultado muy bien.
    El traje, incluyendo la corbata y camisa eran blancos. No creí que me quedaría bien, pero me sentó perfecto.
    -¿Annette?-miré en toda la habitación, pero ella no estaba.
    Quise mirarme al espejo para ver como lucía, pero en la habitación no había ninguno. Recordé que mi reflejo había desaparecido.
    Tocaron a la puerta y tuve que abrir, preocupado por mi pareja.
    -Siempre he dicho que Annette tiene mal gusto-bromeó Matt, refiriéndose a mi traje.
    -¿Sabes donde se encuentra?
    -¿No es tu pareja?
    Volteé los ojos, pero era verdad. Yo sabía saber donde se encontraba y por mi cabeza solo pasó ir a buscarla al salón.
    -Bueno, tal vez se adelantó.
    -Eso espero-suspiré.
    Conforme íbamos bajando de plantas la música se escuchaba más cerca. Era algo emocionante, puesto que era música clásica.
    Pasamos al lado de la recepción, donde miré a Annette escondiéndose y desordenando unos papeles.
    -¿Annette?
    -¡Demian! ¡Siento haberte dejado!
    -¿Qué haces?
    -¡Nícolas ha confirmado asistencia! ¡Nícolas está aquí!
    -Baja la voz-pidió Matt.
    -Su habitación es la 850.




    Diane (Londres, esa misma noche)
    Estaba comenzando a aburrirme y a cansarme de bailar. Necesitaba sentarme, aún no estaba acostumbrada a esforzarme tanto.
    -Mike, debo descansar-dije alejándome de la multitud, escuchando un “Pero soy George” tras de mí.
    El vestido verde que Susan me había obsequiado comenzaba a molestarme, puesto que era algo esponjado. Nada ideal para este tipo de baile.
    Me senté un poco.
    Un joven me acompañó, sonriendo. Me daba un poco de desconfianza, pero lo recordé. Era el hombre que una vez me había auxiliado y acompañado a casa.
    Y recordé.
    Desaceleré el paso, ya caminaba, pero seguía teniendo los mismos sentimientos encontrados dentro de mí. Me recargué sobre la pared para respirar, se me dificultaba hacerlo. Un chico alto, cabello negro, delgado y tez pálida se puso frente a mí y me tocó el hombro.
    -¿estás bien?- me preguntó.
    -si, ya lo estoy, muchas gracias.
    -¿quieres que te lleve a un hospital? Estás pálida.
    -no, me tomaré el medicamento.
    -te traeré agua.-dijo. Enseguida se alejó a un puesto y compró una botella de agua. Me la trajo y tomé mis pastillas.
    -mi nombre es Nícolas Maclean, mucho gusto- sonreía.
    Y ahora que lo volvía a ver sentía la misma desconfianza que la primera vez.
    -¿Me recuerdas?-preguntó.
    -Creo que si. ¿Qué hace aquí?
    -He acompañado a una estudiante, pero ha sido una velada aburrida.
    Solamente levanté las cejas, comprendió que era un “dígamelo a mí”.
    -Vaya, parece que el destino nos une de nuevo bajo las mismas circunstancias. ¿Te encuentras bien?-preguntó tras verme un poco pálida.
    -Solo necesito algo de tomar.
    -Enseguida te lo traigo-respondió. Su tono me preocupó un poco, pues cuando lo dijo era algo diabólico.
    Pero en verdad necesitaba una bebida, así que la acepté cuando volvió con ella.
    -Déjame llevarte a tu casa.
    -No… vengo con Mike. El lo hará.
    -Parece que George está un poco ocupado con mi acompañante. Vamos, necesitas descansar.
    No reaccioné hasta que caminábamos hacia mi casa, que no le había comentado sobre mi pareja.
    -¿Cómo sabes su nombre?
    -¿Disculpa?-dijo prestándome atención, pero con tono desinteresado.
    -¿Cómo sabes que es George?
    No respondió, y mi primera reacción fue correr, pero estaba mareada y caí.











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  12.  
    kamsayu

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    Re: Sangre de vampiro

    ahhh me encanta tu historia!! cada vez c pone mas interesante
    ojala q Nicolas no transforme a Diane :s
    lastima q ya son los ultimos capis :( me hubiera gustado q durara mas xD
     
  13.  
    Poison Kiss

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    Re: Sangre de vampiro

    Capítulo XVIII: Asesinato

    *Annette
    Me apresuré en alistarme para el baile, mi cabello se encontraba de forma estratégica y no tuve que arreglarlo demasiado, nunca hacía falta.
    Mientras Demian tomaba el baño bajé a la recepción. No pensé que demoraría más de cinco minutos. Pero esperando a que la mujer se descuidara y en buscar la lista de confirmación, no tuve conciencia del tiempo.
    Entonces encontré una copia, busqué como Nícolas Maclean, pero los nombres estaban ordenados por apellido, así que pasé directamente a la “M”. Y allí estaba su nombre. Suspiré preparándome para cualquier respuesta. Me guié con el dedo al otro extremo de la hoja. Una pequeña paloma señalaba que él estaba aquí. Por fin.
    Comencé a husmear más, encontrando que Sophie y Catherine también habían confirmado su asistencia.

    Me llevé un gran susto cuando Demian y Matthew me pillaron, pero a la vez me alivié. Me metería en problemas si la mujer me descubría.
    -¿Annette?-preguntó reconociéndome.
    -¡Demian! ¡Siento haberte dejado!-me disculpé levantándome rápidamente.
    -¿Qué haces?
    -¡Nícolas ha confirmado asistencia! ¡Nícolas está aquí!
    -Baja la voz-pidió Matt mirando si alguien me había escuchado.
    -Su habitación es la 850.
    Me precipité y ambos me detuvieron un poco asustados, el sentimiento fluía de sus ojos.
    -¿Estás segura, Annette? ¿Crees que sea ya la hora?
    -Matthew… han pasado cien años, y desde los primeros días la sed de venganza me ha dominado.
    -De acuerdo.
    Subimos a la habitación 850.
    Ni siquiera tendríamos tiempo de disfrutar el baile. Y pronto nos encontrábamos frente a la puerta. A diferencia de las demás, ésta hedía a sangre humana. La peste provenía desde el interior de su habitación.

    “¿Crees que debamos tocar?” “¿Qué tal si lo interrumpimos?” se debatían Matt y Demian, como si se tratase de una que merecía respeto.
    Abrí la puerta, decidiendo no tirarla de un pequeño golpe. Demian, en cuanto percibió el olor de sangre decidió marcharse. Matthew entonces quedo helado en su lugar. Su rostro mostraba sorpresa, pero sobre todo terror ante lo que veíamos. Pensé que tal vez el asombro de ver a la mujer que se encontraba sobre la cama, tapada con una sábana blanca, y la cama cubierta por el líquido rojo.
    Aspiré profundamente, reconociendo el olor. Mis pensamientos se hicieron intensos y confusos cuando Matthew corrió hacia el cuerpo.
    -¡Diane!-gritó histérico, tomando el cuerpo en sus brazos y agitándolo con la esperanza de que despertara.
    -¡Matthew está muerta!-lo alejé del lugar mientras el lloraba e intentaba acercársele.

    *Demian
    En cuanto el viento rozó mi rostro percibí que una cortina de olor a sangre le acompañaba. Decidí mejor retirarme unos minutos para controlarme.
    Estaba rojo de hacer fuerza y no volver corriendo a tragar el cuerpo. Quería demostrarle una vez más a Annette que podía controlarme.
    Me encontraba en el salón principal, rodeado de vampiros. A mi lado estaba Sophie, quien me había visto minutos antes y me acompañaba.
    Entonces escuché un grito que estremeció a todos los vampiros presentes.
    Por aquel sonido estruendoso, todos se detuvieron unos momentos y después siguieron bailando. Excepto yo.
    Ese había sido Matthew, si no me equivocaba. ¿Qué estaba sucediendo allá arriba? Pero no podía subir.
    El olor a sangre comenzaba a llegar hasta acá y todos lo percibían. Era muy distinta que la sangre que servían en las copas.

    Me di cuenta que tal vez Annette estaba en problemas. Me debatía entre ir o quedarme, tal vez sería un estorbo.
    -¿Quieres bailar?-preguntó Sophie.-No te preocupes… seguramente Diane está bien.
    ¿Diane estaba aquí? ¿Esa sangre provenía de ella? Temí pensando lo peor… el doctor Greenwood se me vino a la mente. Si el había salvado a mi madre, mi obligación era ayudar a su hija. Corrí dejando a Sophie con deseos de bailar.
    Veía las puertas y luces distorsionarse por la velocidad a la que corría.

    Llegué en unos segundos, y encontré a Matthew en un rincón siendo sometido por Annette. El cuerpo de Diane se encontraba sobre la cama, el cuerpo sin vida. Su sangre ya no olía a vida.
    -¡Ayúdame!-pidió Annette.
    Matthew se retorcijaba en su lugar tratando de liberarse de mis brazos, pero si lo dejaba ir seguramente haría más difícil la labor de Annette: revisar la mordida.
    -¡El cuerpo está caliente! ¡Por el veneno en su mordida supongo lleva muerta cinco siete minutos!
    Recordamos que contábamos solo con diez minutos para transformar a un muerto, y quedaban solo tres.
    Se quedó atónito, en shock pensando en que hacer.

    Entonces repentinamente se soltó de mí, con una gran fuerza y los ojos llenos de lágrimas. La miró, retiró su cabello de la frente y le dio un beso.
    Comenzó a succionar la sangre para inyectar su veneno, dejándonos confundidos, aunque nos alegraba que no la dejara morir.
    Al terminar la cargó y la abrazó, ella seguía inconsciente. Salió de la habitación.
    Un hombre salió del baño con una toalla blanca enrollada en su cintura. Era alto, delgado y muy pálido. Annette se enderezó, el hombre se recargó en el marco y la puerta y llevó su mano a sus labios, sonriendo, mirándola.
    -Annette…-murmulló, no mostraba ni un poco de sorpresa.
    Era el tan nombrado Nícolas Maclean, el enemigo de Annette y ahora de Matthew.

    *Matthew
    Recosté delicadamente a Diane en la cama de la habitación de enfrente. Corté una sábana en gruesas tiras y la até de manos y pies. Debía hacerlo, por lo menos para controlarla un poco cuando despertara.
    Volví a darle un beso, mirándola tan tranquila y delicada. Eso desaparecería en algunos minutos. Diane ya no sería la misma y me preocupaba que sucediera de ahora en adelante. Su padre, Susan, la salud de Diane… todo daba vueltas en mi cabeza tan rápido. Recordé que el desgraciado que le había hecho esto se encontraba a unos pasos de mí. Quería venganza. Quería asesinar a quien había lastimado a mi hermana y ahora a mi amada.

    Regresé y allí se encontraba, cubierto solo por una toalla blanca y tan tranquila. Me hizo pensar lo peor. Me miró, pero regresaron sus ojos rápidamente a Annette. Ella era por el momento su máxima atracción.
    -Annette, pensé que estabas muerta…
    -Por primera vez tus planes fallan…-respondió.
    -Segunda, Annette, segunda vez… no te preocupes, no he podido tocar a la chica-se dirigió a mi-vaya que es fuerte…
    -¡Maldito!-grité, pero no quería comenzar tan rápido una batalla, debía controlarme.
    -Era tan encantadora… pero desafortunadamente no podía escaparse de ser mi víctima. La tentación me traicionó.-Sonrió de una manera que me hizo querer matarlo en ese momento.-Era tan deliciosa, debes envidiarme por haberla probado antes que tu.
    Corrí hacia él pero desapareció. Apareció tras de mi unos segundos más tarde ya vestido con un traje negro. Me empujó y rompí la puerta de madera.
    Con su índice negó varias veces.
    -No debes actuar antes de pensar.

    Entonces se dirigió a Annette, rodeándola varias veces, admirándola, oliéndola.
    -Veo que Elliot me ha traicionado… y supongo quieres una explicación sobre lo sucedido.-Annette se mostraba fuerte, firma y seria, aunque parpadeaba muy seguido, en señal de un posible llanto.-Fuiste una más de mis víctimas. Pero a excepción, tu tenías algo especial, lo supe desde que te vi. Tu sangre olía tan deliciosa. Y como tonta te enamoraste de un completo extraño que te prometía amarte falsamente.
    -Quiero saberlo todo-interrumpió Annette.
    -¿Crees poder soportarlo?-rió-De acuerdo. Tu madre era un gran estorbo, así que tuve que asesinarla, haciéndolo pasar como un suicidio. Necesitaba que buscaras consuelo, pero insististe en esperar hasta el matrimonio. Cinco meses desperdiciados, me hablabas de amor, matrimonio, hijos… estaba a punto de partir cuando te entregaste a mí. No puedo negarlo… fue fabuloso, y tu sangre… la más deliciosa que haya probado hasta ahora.
    Annette le propinó una bofetada que visiblemente le afectó.
    -¡Maldito!-gritó ella.
    -Es la primera vez que pienso en ti en cien años.
    Seguía sonriendo, pensé que lo hacía solo para molestarnos, pero no era así. Se creía superior. Y lo era. Mil veces más poderoso que nosotros.
    -Veo que me haz reemplazado-comentó mirando a Demian.


    *Diane (Varios minutos antes.)
    Desperté en una cama de la que suponía era un hotel. Del baño salió él… Nícolas.
    Me asusté demasiado.
    -¿Qué haces?-pregunté.
    -Lo siento, es que me pareces tan… irresistible.
    -¡Estás demente! ¡Déjame ir!
    Se posó rápidamente sobre mí, demasiado rápido. De hecho apareció y desapareció.
    -Eres uno de ellos…-murmullé.
    Su respiración me hizo sentir incómoda, y comenzaba a aprovecharse.
    -¡Detente, que haces!
    -Solo quiero disfrutar del momento, ¿tu no?
    -¡¿Qué momento?!-pregunté histérica.
    -Donde mueres… cuando bebo toda tu sangre-respondió como si fuese obvio.-No te preocupes, aunque será lento y doloroso, te prometo que trataré de recordarte.

    Grité con todas mis fuerzas saliendo de la presa de sus brazos. Corrí a la puerta pero estaba cerrada. Me empujó de nuevo a la cama y comenzó a besarme.
    Me sentía tan pequeña, tan débil, tan… estúpida.
    Debí haber hecho caso a Matthew. En estos momentos deseaba estar en mi habitación, aunque estuviese aburrida.
    Me solté y lo bofeteé. Me miró.
    -Vaya… eres fuerte para ser una humana. De acuerdo… no abusaré de ti. No deseo que esos pequeños chillidos de terror salgan de tu boca.
    Volvió a mi cuello, dio un suave beso y me mordió.
    Como había dicho: lenta y dolorosamente fui asesinada.
    Sentía que me quemaba, que mi cuerpo se rompería, que me faltaba el aire y de vez en cuando estaba helada. Un sinfín de sensaciones que deseaba acabaran.
    Quería morir ya y no sufrir más.

    Ahora no contaba con que Matthew viniera a rescatarme. Ni siquiera sabía donde estaba muriendo.
    Cerré los ojos para finalmente encontrarme en un lugar completamente oscuro. Lo único que podía ver era el color negro, como si tuviera los ojos cerrados.
    Me desesperé, pues tampoco lograba escuchar nada.
    Como si estuviese sorda.
    Ni siquiera podía ver mis manos que se encontraban frente a mí.
    Comencé a desesperarme, temiendo volverme loca. Gritaba pero no escuchaba absolutamente nada. Sabía que lo estaba haciendo, pues sentía el mover de mi boca, pero no omitía ningún sonido. Como si estuviese muda.
    Mis pasos no se escuchaban. Sentía las lágrimas en mis mejillas.
    ¿Acaso ésta era la muerte? ¿En verdad estaba muerta, o era un sueño? ¿Una pesadilla?
    No tenía ni idea cuánto tiempo había pasado, y estaba segura era una eternidad.
    Entonces escuché una voz: Matthew, quien gritó mi nombre.
    Pronto vi por primera vez desde hacía no sé cuanto tiempo una luz blanca, como se dice.
    ¿Debía ir hacia ella? ¿Qué habría al final?
    Caminé hacia la luz, una intensa luz blanca que se intensificaba con mi caminar.






    ¡Espero lo disfruten! :O
     
  14.  
    kamsayu

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    Re: Sangre de vampiro

    ya me estaba preocupando q no subieras el capi jeje :p
    me encanto el capi!!! un poco triste x el asesinato de Diane pero me gusto q fuera Matthew quien la transformara x lo menos eso logro hacer :s pero quien la manda a ser tan necia y a el tan celoso jeje
    ahora Nicolas se gano mas enemigos. ojala q uniendo fuerzas todos lo maten xq c lo merece xD
    solo espero q podas subir el proximo capi pronto, si es q tienes tiempo jeje :p
     
  15.  
    Poison Kiss

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    Sangre de vampiro
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    Re: Sangre de vampiro

    Mañana mismo por la tarde publico el capítulo.
    Siento mucho la demora, pero pongo este
    aviso para que no me lo vayan a cancelar :S
    Gracias por la espera ^^ y de nuevo me disculpo.
     
  16.  
    Poison Kiss

    Poison Kiss Entusiasta

    Virgo
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    Sangre de vampiro
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    Re: Sangre de vampiro

    Aquí esta el final de esta historia que tanto me costo y disfruté escribir ;(

    Capítulo XIX: El final

    *Diane
    Desperté en brazos de Matthew, quien no me miraba a mi, si no a otro lugar. Me dolía la cabeza, y el cuello me ardía. Miré mi vestido cubierto en sangre. Me dio tanta repulsión y miedo, que no pude evitar gritar. Por fin Matt se dio cuenta de mi despertar y me abrazó, pero estaba demasiado asustada como para calmarme con solo un abrazo.
    -¡¿Qué sucede, donde estamos?!
    -Tranquila, todo está bien. Debemos salir de aquí.
    Pasé mi mano por mi cuello para calmar el dolor, pero sentí los pequeños orificios y recordé. Nícolas sobre mí, tratando de aprovecharse, pero lo único que deseaba era mi sangre. El dolor ya no era tan intenso, pero no dejaba de quemarme.
    Sabía que pronto podría salirme de control, como Demian, y por eso le pedí que me sacara del lugar rápidamente. Pero Adam que se encontraba con nosotros no se lo permitió.
    -No es necesario. La ponzoña hace efecto al despertar. Parece que eres inmune.
    -¿Entonces… no la he convertido?
    -Diane ahora es una de nosotras, pero ha tenido la fortuna de saltarse el dolor del efecto. Lamentablemente el veneno ya esta en su sangre.
    Aunque jamás había tocado el tema sobre transformarme, sabía que Matthew no lo quería hacer, pero ahora que era como el… estaba feliz por que estaríamos juntos siempre.
    Muchos gritos provenientes del la planta baja sonaron alarmándonos. Bajamos corriendo, aun me encontraba confundida sobre la inmunidad y lo que había sucedido.
    Pronto miramos que todos salían corriendo, trepando paredes y arrojándose salvajemente por las ventanas, tratando de huir de lo que ocurría.
    Demian caía sobre las mesas al ser empujado por Nícolas, pero parecía no dolerle.
    Annette se arrojaba sobre éste último sin causarle el mínimo daño, en cambio era golpeada. Matthew me dejo sola y se precipitó a atacarlo fallidamente, mientras me preguntaba que relación tenían.
    Adam me jaló del brazo para ocultarme, y se arrojó por sus espaldas, logrando someterlo. Pero Nícolas era mucho más fuerte, y apenas con un movimiento pudo librarse.
    Sonreía malévolamente, y no lucía agitado como los demás.
    Temía demasiado, pues me encontraba ante una situación delicada, y a pesar de que ahora era un vampiro, no le prestaba la menor importancia a ello por ahora.
    Sujetó una copa y tomó de ella, no parecía satisfecho.
    -Lastima, aquí ya no hay humanos.
    -No saldrás de aquí-dijo Annette.
    Al parecer la batalla ya había comenzado minutos antes de que despertara.
    -Te propongo algo, Annette. ¿Por qué no dejamos todo esto? A cambio te perdono la vida.
    En verdad era muy engreído, creía que sería el vencedor, y los demás también. Solo querían arriesgarse y tener una mínima probabilidad de ganar.


    *Demian
    Todo pasaba tan rápidamente, corríamos a atacar a Nícolas y en un parpadeo nos encontrábamos en el suelo.
    Para el era un hecho el matarnos, y por primera vez en tantos años Matthew y Annette temblaban de horror al pensarlo. Parecía que se encontraban ante un ser invencible.
    -No quiero que me perdones la vida, ¡quiero que te refundas en el infierno!
    -Vaya… haz cambiado demasiado. Ya no eres la pequeña niña tímida e inocente a la que pensé que había matado. Pero bueno, la traición de Elliot parece haber servido de algo.
    -¿En que pudo haberte servido?
    -Diversión-sonrió-nada más diversión.
    Eso nos molestó demasiado, parecíamos demonios poseídos, nos arrojamos a atacarle, y al fin logramos, juntos, propinarle algunos rasguños y mordidas que sin duda le dolieron. Chocó contra el enorme candelabro del techo y se liberó de nuestras manos.
    Verlo gritar de dolor y sangrar nos dio algo de confianza.
    Antes de dejarlo hablar nos arrojamos de nuevo, pero ésta vez no pudimos hacer nada. Elliot se encontraba tras el, tomándolo del hombro, dándole su apoyo. O eso parecía.
    Pero todo dio un giro de trescientos sesenta grados cuando un cuchillo salió del estómago de Nícolas. Lo debilito, lo cual nos facilitó acercarnos y seguirle atacando. Pero después se elevo hasta el techo, apoyándose del candelabro.
    -¡Elliot, traidor! ¡Nunca más volveré a perdonarte! ¡Tu castigo será… la muerte!-Esas últimas palabras resonaron por todo el castillo, provocando un eco.
    La siguiente batalla fue intensa, exhaustiva y sangrienta. Pero queríamos acabar con el de una vez por todas, y mostrar que en realidad no era un ser superior.
    Nunca imaginamos el tiempo que había pasado, pero era demasiado. Finalmente Nícolas cayó debilitado, su cuerpo destrozado no le permitía ponerse de pie.
    -Annette… por favor…-rogaba.
    Pero estaba llena de odio, y deseaba ahora vengar la muerte de su madre.
    Le arrojó una botella de vino, lo cual causó un enorme dolor a Nícolas. El líquido penetraba sus heridas, y su sangre se disolvía. Después tomó una vela y con una lágrima en sus ojos lo quemó. Mientras gritaba, la maldijo, deseándole el infierno.
    El cuerpo quedó en el suelo, calcinado. Estábamos aliviados de que el verdadero infierno de Annette hubiese terminado.
    Diane corrió hacia Matthew y lo abrazó, feliz de que estuviese bien. Hice lo mismo con Annette.
    Nuestra próxima preocupación fue al regresar a Londres. Debían avisar al doctor Greenwood que su hija había sido transformada. Posiblemente nos odiaría, por no protegerla, por no haber llegado unos minutos antes a esa habitación.
    Pero lo hecho, hecho estaba.
    Diane parecía muy tranquila, como si confiase en la reacción de su padre. Adam nos había explicado que Diane había desarrollado el don del control, por lo cual ella podía ser capaz de controlar su cuerpo y sus instintos como quisiera. Por más hambre que tuviera, no se volvería una bestia. Por más odio que sintiera, podría comportarse como un humano.
    Ese sin duda era el don que todos deseábamos.


    *Matthew
    Ahora estábamos frente a la puerta. Diane me tomaba de la mano y abría.
    Su padre corrió y la abrazó. Susan se unió.
    -¡Hija, estábamos muy preocupados! ¿Dónde estabas?
    -Papá, necesitamos hablar…
    Nos sentamos en el sofá. Susan ya lo sabía, pero estaba muy tranquila. Sonreía.
    -Anoche… un vampiro me engañó y…
    La interrumpí cuando su voz comenzó a quebrarse.
    -La llevó inconsciente a Venecia, donde pretendía aprovecharse de ella.
    -¿Qué dices?-preguntó helado.
    -No lo logró. Lamentablemente no fue todo…
    Un silenció se apoderó de la habitación, esperábamos que lo adivinara. Su reacción fue levantarse y aproximarse a la ventana, con lágrimas en los ojos.
    -¿Diane ahora es… como tu? ¿Es lo que quieres decirme?
    Confirmamos cuando bajamos la mirada.
    -Lo siento señor, se que lo he defraudado…
    -No te disculpes, Matthew. Solo quiero…-hizo una pausa-que me prometas que siempre la protegerás.
    -Papá…-susurró Diane sorprendida.
    -No importa lo que suceda… siempre estarás al pendiente de ella.
    -Se lo prometo, señor.
    -Chase.-Sonrió secando sus lágrimas.- Llámame Chase.
    Por fin dejaríamos a un lado las diferencias.
    Aclaró que no quería ser transformado cuando se lo propusimos, pues quería reunirse con su esposa, la madre de Diane, al morir. A Susan no le molestaba su comentario, ella respetaba sus deseos.
    Ofrecimos una cena para celebrar nuestra reunión como familia. A partir de estos momentos las cosas comenzaron a cambiar para bien.
    Finalmente Diane y yo teníamos la bendición de su padre, Chase, para salir. Annette y Demian no se separaban, y las tías de él ya estaban enteradas de quien realmente era. Su madre comenzó a mejorar.
    Era realmente una carga menos que Diane pudiera controlarse, ya que me dolería verla en esas condiciones.
    Ahora lo único que pensaba era que ella estaría a mi lado para siempre, lo cual me hacía profundamente feliz. Por toda la eternidad.


    *Annette
    Nuestras vidas siguieron, pero mejoraron.
    Por mi parte, me sentía libre, sin rencor, emocionada. Era como si comenzara una vida, una buena vida.
    Tenía todo lo que alguna vez había deseado: Demian a mi lado y una gran familia.
    Aún asistíamos al colegio, ya que a todos nos interesaba.
    Descubrimos que Sophie salía con Elliot, a eso se debían sus salidas misteriosas.
    La madre de Demian había mejorado y me había aceptado, lo cual me hacía más feliz.
    Pero nuestro secuestro, el de ser vampiros, aún debía mantenerse como tal.
    Al final cada uno de los obstáculos que nos prohibían ser felices se desvanecieron.
    Matthew y yo intentábamos cambiar el pensamiento sobre nuestra vida. Ahora deseábamos vivir por siempre, ya que teníamos a alguien a nuestro lado.
    Demian me había prometido estar para siempre a mi lado. Y sabía que no me fallaría.
    En algunos años debíamos partir, como siempre, ya que la notarían que nuestro físico no cambiaba, y eso nos dolía, pues realmente nos habíamos encariñado con Londres. Nuestra siguiente parada, según mi padre, sería Alemania.
    Justamente esos años pasaron como susurros. Nos encontrábamos empacando, todos en el colegio se encontraban muy cambiados, excepto nosotros. Les parecía extraño que todos nos fuéramos, pero alegábamos que era por una buena universidad.
    La madre de Demian había mejorado tanto, que había conseguido un empleo, y se había animado a acompañarnos. Sus tías en cambio decidieron quedarse, pero hicieron a Demian prometerles que las visitaríamos.
    Por supuesto que el padre de Diane también iría con nosotros. Sophie y Catherine regresarían a Francia, pero ahora en compañía del esposo de la primera, Elliot.
    Así es, Sophie y Elliot habían contraído matrimonio en Venecia. Demian me había propuesto lo mismo, y aunque lo deseaba con todo el corazón, pensaba que aún no estaba lista.
    Llegamos a Alemania, el clima, la gente, la esencia era diferente. Me agradaba.
    Entonces vi que el destino había movido algunas cartas para brindarnos esta felicidad, que de alguna manera merecíamos. Nos propusimos convertirnos en vegetarianos, es decir, beber sangre de animales. El nuevo colegio también nos sonreía. Una casa más grande y hermosa nos recibía. Una nueva vida junto a la persona que amábamos.
    Una nueva aventura nos aguardaba y estabamos ansiosos por comenzarla.
    agradezco a mis lectores (: que siempre me dieron animos para continuar! Muchas gracias!
    A mis papás xD aunque ni lean esto, pero igual (: ellos también me animan & saben que me encanta escribir, a mis hermanas ^^ que tambien lo saben y me apoyan.
    A mis amigos, que me hicieron comentarios positivos y constructivos para seguir adelante, que muchos por algunas cosas que digo, dicen que debo ser escritora xD
    A Dios por darme tanto derroche de inspiración y por ayudarme a plasmarlo, por todo lo que
    me ha dado :) por mis lectores, familia, amigos & conocidos.
    Ya lo he comentado a varias personas, esta historia es la que más me ha gustado escribir, la que más he disfrutado y de la que estoy más orgullosa. Tal vez es solo un comienzo, eso espero, pues ser escritora es algo que deseo desde hace muchos años.
    Muchas gracias por haber leído lo que es algo importante para mi, espero no haberlos decepcionado y que lo hayan disfrutado.
    ¡Gracias!
     
  17.  
    kamsayu

    kamsayu Entusiasta

    Géminis
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    Re: Sangre de vampiro

    awww me encanto el final *-*!!! me sorprendio bastante que Sophie y Elliot terminaran juntos, aunque hacen una bonita pareja jeje

    me encanto toda la historia xD, la forma en q la narraste me parece muy original, por el punto d vista d cada uno d los personajes, cosa que me gusto mucho!

    espero poder leer en un futuro otra de tus historias ^o^
     
  18.  
    jesulib

    jesulib Iniciado

    Cáncer
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    Re: Sangre de vampiro

    hola^^^disculpameeeee¡¡¿ ,u.u lo siento se que abandone el fic, tenia demasiado tiempo sin dejarte un comentario ni leer los nuevos capis, y veo que ya termino.

    de verdad idsculpame , es que hace mucho tiempo que no entro al foro , haces unos dias entre y vi que habias actualizado pero era muy tarde y no podia ponerme a leer :(

    pero por fin me decidi y retome la lectura del fic , voy en capi 16, de verdad que estuvo muy bueno, que lastima que no lo habia leido antes...[ espero que diane y matt se contenten de nuevo ;) ]... pero en fin ya mismo me pongo al leer el resto n.n

    mil disculpa en serio´, ah y espero poder leer otra de tus historias que en verdad me gusta como escribes =D

    saludos cuidate

    PD:perdon jejejeej

    :)
     
  19.  
    surisesshy

    surisesshy Usuario popular

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    Re: Sangre de vampiro

    hola
    Me he leido tu historia ¿y sabes qué? me ha encantado muchísimo, tenia mucho tiempo que no veia nada de mis seres mitológicos favoritos, los vampiros.
    Me he quedado estupefacta, ¿de verdad existen personas con una imaginación tan grande? ni yo que soy escritora y dibujante de comics.
    Me encanto desde un principio, me atrajo desde que vi el titulo, es increible como se desarrolla la trama, tambien me encanta como va la narracion, algo muy nuevo que distintos personajes narren la historia, además de que lo haces en el momento adecuado.
    Se ve que investigaste mucho sobre estos seres, algo que te favorece y te da puntos extras, de verdad te sacaste un diez en esta historia.
    Me gusta mucho la actitud de todos, tanto que en la encuesta no podia decidirme por mi personaje favorito, me encanta como todos van cambiando conforme avansa la historia.
    algo que tambien me llamó la atencion es que no pusiste a los vampiros tan deviles como siermpre lo ponen, es decir, son fuertes a la luz del sol, no le temen al ajo y cosas así.
    Tambien es bueno como los mesclas con los humanos, entre los cuales encontraron su verdadero amor.
    Esta ha sido una historia que me ha sacado muchas emociones, hasta llore con el pasado de Annette y de solo pensar que diane se podria morir por su enfermedad o por ese cruel de Nicolas.
    me encantó el final, ver que por fin el padre de Diane y Matt se llevaran bien es algo que me alivio en gran manera, me sentí pertenecer a esta historia.
    me gustaria leer otro de tus trabajos, asi que me pasare de ves en cuando por aquí a ver si publicas algo, es una promesa.
    Por cierto, suerte con ser escritora, de verdad que se te da muy bien, bueno, eso digo yo (creo que exagere un poco con el largo del post)
    beys.
     
  20.  
    surisesshy

    surisesshy Usuario popular

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    Escritora
    Re: Sangre de vampiro

    hola
    Me he leido tu historia ¿y sabes qué? me ha encantado muchísimo, tenia mucho tiempo que no veia nada de mis seres mitológicos favoritos, los vampiros.
    Me he quedado estupefacta, ¿de verdad existen personas con una imaginación tan grande? ni yo que soy escritora y dibujante de comics.
    Me encanto desde un principio, me atrajo desde que vi el titulo, es increible como se desarrolla la trama, tambien me encanta como va la narracion, algo muy nuevo que distintos personajes narren la historia, además de que lo haces en el momento adecuado.
    Se ve que investigaste mucho sobre estos seres, algo que te favorece y te da puntos extras, de verdad te sacaste un diez en esta historia.
    Me gusta mucho la actitud de todos, tanto que en la encuesta no podia decidirme por mi personaje favorito, me encanta como todos van cambiando conforme avansa la historia.
    algo que tambien me llamó la atencion es que no pusiste a los vampiros tan deviles como siermpre lo ponen, es decir, son fuertes a la luz del sol, no le temen al ajo y cosas así.
    Tambien es bueno como los mesclas con los humanos, entre los cuales encontraron su verdadero amor.
    Esta ha sido una historia que me ha sacado muchas emociones, hasta llore con el pasado de Annette y de solo pensar que diane se podria morir por su enfermedad o por ese cruel de Nicolas.
    me encantó el final, ver que por fin el padre de Diane y Matt se llevaran bien es algo que me alivio en gran manera, me sentí pertenecer a esta historia.
    me gustaria leer otro de tus trabajos, asi que me pasare de ves en cuando por aquí a ver si publicas algo, es una promesa.
    Por cierto, suerte con ser escritora, de verdad que se te da muy bien, bueno, eso digo yo (creo que exagere un poco con el largo del post)
    beys.
     

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