Seth (M), Patio Trasero Y la gente comenzaba a llegar. La mayoría de lo que estaban allí se conocían entre sí, alcé levemente mis hombros, suspiré y me eché en el suelo. Al menos el lugar era plano y de cierta forma "cómodo", las heridas ya no dolían, exceptuando la leve molestia en el hombro. Estiré mis piernas y coloqué mis brazos hacia atrás, mis manos tocaron la tierra y sentí como mis heridas de allí ya no dolían. Miré hacia el cielo, era lo menos que podía hacer, prefería estar allí hasta que llegaran los demás o simplemente el profesor decidiera comenzar. —El día será muy largo...—me dije mientras cerraba los ojos sintiendo la brisa en mi rostro, el entrenamiento me había dejado exhausto y no quería saber que cosa había dentro del establo...
Trevor (N)Patio trasero Al finalizar la clase de entrenamiento me tome un momento para descansar y reponerme para lo que seria la siguientes actividades. Para mi beneficio logre anotar unos cuantos puntos en la pelea con dagas, mi andar por la academia iba a paso lento pero seguro. Pero he de recordar que pronto tendré que subir la intensidad, se hacia tarde y luego de guardar entre mis pocas cosas mi primera arma, emprendo mi camino hasta el patio trasero de la academia. —Bueno creo que ahora llego a buen momento—llegue a la zona especifica, trone mis dedos y centre mi atención a las instrucciones de Scarsbury, no debia darme el lujo de distraerme por estos momentos, por lo cual a cruzarme de brazos y a esperar la primera orden.
Contenido oculto @Noir @Amane @Liza White @EN Auditore @Lineve Kyoko @LuKe @Nyxbel @Narue Feiler @Nekita @MiLady Blanc @Arno Dorian @Error Akazami Una vez que la mayoría estuvo reunida, Scarsbury decidió dar comienzo a la clase. Se dirigió entonces al establo, y abrió la puerta, para posteriormente entrar. Antes de que los estudiantes se preguntaran si debían entrar también, al menos una docena de caballos salieron del lugar: grandes, medianos y hasta algunos potros. Algunos blancos, otros marrones y algunos de pelaje dorado ó hasta negro. Scarsbury salió de allí en un caballo que bien podría ser su versión equina: un titán que sin duda era del mismo tamaño que su jinete, de color café oscuro y una gran potencia muscular. —¡Muy bien, señoritas, escojan uno de estos a su gusto!—ordenó Scarsbury—el que escojan será el que usen en misiones para transladarse. Tengan cuidado, algunos de ellos podrían ser agresivos. ¡Veremos si pueden domarlos en estos dos años! Los caballos se habían distribuido a través del campo, felices de poder estirar las piernas. Los estudiantes debían elegir uno y montarlo, y esperar que el suyo no fuera muy agresivo. Allison fue de las primeras en montar uno. Su yegua era de color blanco impoluto, y no tardaron en correr por ahí. La chica se veía bellísima de jinete, y ella y su yegua parecían llevarse muy bien. —¡Eh, ¿pero que te pasa?!—gritó Scott. Su caballo era negro, y parecía tener alma de toro. Apenas Scott se había montado encima, había hecho lo imposible por hacerlo caer. Scott estaba demostrando buena resistencia al mantenerse agarrado, lanzando insultos hacia su nuevo caballo. Scarsbury sonrió, esperando que los demás estudiantes terminaran de decidirse. Contenido oculto En misiones, para evitar desgastarse caminando hacia donde ocurra el peligro, los estudiantes irán en caballo. Algunos de estos podrían ser agresivos, o retrasar de alguna forma el viaje para su jinete. Una vez que se escoja un caballo, no es posible cambiarlo. ¿Quien determina la personalidad del caballo? ¡Los dados, por supuesto! Escojan un caballo y monten sobre él. Pueden elegir a voluntad el tamaño y color de su caballo, pero no su personalidad. Hagan el post eligiendolo, describiendolo y montandolo, y lancen un dado de cinco caras, el cual dictará la personalidad del caballo. Así: Si sale 1: Tu caballo es un sádico. Le importa un soberano pepino a donde quieras ir, y podrías tener una dura batalla de direcciones en cada cruce, retrasandote enormemente. Además, tratará de hacerte caer incontables veces, queriendo con todas sus fuerzas deshacerse de ti. Se necesita carácter para domarlo. Si sale 2: Tu caballo es un rebelde. Entiende a donde quieres ir, pero no le gusta que le den ordenes, así que irá siempre al lado contrario, retrasandote. Algunas veces podrías estresarle, dando como consecuencia que quiera tirarte de la silla. Se necesita mano dura para domarlo. Si sale 3: Tu caballo es un Tímido. Entenderá a donde quieres ir, y querrá ir allí sin muchos problemas para no hacerte enojar, pero algunas veces podría dudar y quedarse quieto, retrasandote un poco. Si lo asustas, podría llegar a tirarte de la silla y salir corriendo. Se necesita mucho cariño para domarlo. Si sale 4: Tu caballo es Común. Tienes suerte, no te ha tocado uno de esos caballos dramáticos que hacen retrasar tanto a sus jinetes. Tu caballo se portará bastante normal, y llegarás al lugar de destino sin retrasos. No habría razón para tirarte de su silla, asi que no te preocupes. Se necesita pasar tiempo a su lado y practicar para domarlo. Si sale 5: Tu caballo es Obediente. ¡Vaya suerte! Te ha tocado un caballo realmente bueno. Respetuoso, elegante, irá a donde quiera que elijas, e incluso puede que se adelante en tus decisiones, haciendote llegar al lugar incluso antes de lo previsto. No te bajará de su silla, se le ha enseñado a no hacerlo nunca. No necesita ser domado, pero está bien que le des algo de amor. Como ven, la personalidad de los caballos influye mucho en las misiones. Algunos podrian hacerte caer cada ciertos post, haciendote perder PS antes del encuentro, algunos haran que la cantida de post para llegar a un sitio sea mínima, mientras que otros harán que el numero de post se alargue. No se puede cambiar de caballo asi como asi, pero pueden cambiarlo entre ustedes. Es decir, si te salió un sádico, puedes cambiarlo con alguien, pero alguien debera tener a ese sádico. Hagan esto para seguir. Los que aun no han llegado, pueden llegar y hacer el post de una vez.
Jesse [N] Patio trasero Ni siquiera me detuve a escuchar la respuesta de Jev, ya que antes de lo previsto Scarsbury se dirigió al establo y sacó a varios caballos de distintos tamaños y colores, haciendo que rápidamente mi corazón se acelerara de repente, ¡caballos! ¡era completamente genial!, esos animales eran imponentes pero a fin de cuentas maravillosos y lindos. Ni siquiera podía dejar de sonreir y mirar a todos los equinos con genuina emoción, era una muy grata, grata sorpresa. Me importaba muy poco la personalidad a decir verdad, con esfuerzo y dedicación todo se lograba, estaba segura. Me acerqué al primer caballo que vi, un caballo pinto de colores negro y blanco, este ultimo le salpicaba parte del lomo y patas como si alguien le hubiese arrojado tiza o algo parecido, muy lindo, no era una yegua y por lo tanto estaba tranquila, no tenía nada en contra de las yeguas, para nada pero tal vez por la influencia de mi familia donde había mas hombres que mujeres me sentía mas cómoda de esta forma. — Veamos cuanto tendremos que trabajar, ¿eh amigo? — reí levemente y poco a poco lo fui acariciando antes de subir a su lomo, no quería que se asustara o algo parecido, no sabía cuanto tiempo tenían sin montarlos. Contenido oculto
Seth (M), Patio trasero Mientras miraba el cielo, decidí decender la vista, el profesor estaba entrando hacia el interior del establo. Me levanté del suelo, limpié mis jeans y mis manos de la suciedad y me acerqué lentamente. Estaba dudoso de cuál criatura podría aparecer en el interior, antes de poder darme cuenta, el profesor salió con una inmensa bestia que estaba montando, casi podía decir que era una criatura de satanás, rápidamente, me di cuenta que era un caballo, pero era extrañamente inmenso. Estuve a punto de decir algo un poco asombrado, pero rápidamente otros caballos salieron como balas del establo y se dispersaron por el plano, corretearon un poco y se detuvieron o comenzaron a pastar, pero ya yo sabía lo que "Hitler", diría y no me gustaba: "...¡Muy bien, señoritas, escojan uno de estos a su gusto!el que escojan será el que usen en misiones para transladarse. Tengan cuidado, algunos de ellos podrían ser agresivos. ¡Veremos si pueden domarlos en estos dos años!..." Suspiré y respiré hondo, mientras me rascaba bruscamente el cabello.—¿Porqué necesitamos algo con cerebro propio entre nuestras piernas? ¿No es más fácil una moto o un auto? Es más, creo que un burro es más seguro...—me para mi, mientras juntaba mis dedos. Rápidamente, noté como Scott por poco lo mandan a volar por los aires por su criatura diabólica. "Rayos...", pensé. Aún así, debía hacerlo, mi confianza ante criaturas tan independientes era casi nula. "Si no puedo socializar con personas, ¿Cómo mierda se supone que lo haga con un animal?", me preguntaba, mientras miraba alrededor, debía escoger uno, lo sabía. Muchos de nosotros aún no decidiamos escoger alguno. Di una vuelta completa en mi eje intentando encontrar alguno que me gustase. La chica "Ángel" parece que encontró su caballo perfecto y por suerte no la tiró al suelo. Suspiré mientras seguía con la búsqueda alrededor mío. De pronto me fijé en uno, que pastaba un poco más alejado, pasé entre los demás, con cuidado que no me persiguiesen o me atacasen... o me asesinasen. Parecía tranquilo, pastanto, me acerqué con lentitud y me coloqué a un lado. —Tranquilo, chico o... ¿chica?—me pregunté mirando a la criatura.—¿Ambos?—le pregunté al animal como si me entendiese, suspiré, no estaba seguro de montarme encima de tal animal. Era más alto de lo que se veía en la lejanía y su color muy extraño, inusual, no era el típico negro o marrón, era una mezcla que no podía diferenciar. Me coloqué a su lado y con mis manos me impulsé para subir hasta arriba, estuve a punto de caer al otro lado de cara contra el suelo, pero logré tener balance. Lo seguí intentando y en algún punto logré pasar la pierna sobre su lomo y quedar sentado. —Bien, veamos que tal...—me dije, pero extrañamente.—¿Ahora qué?—no sabía que hacer y mucho menos creía que había llegado tan lejos con aquella criatura. Contenido oculto
Ashley [N] Sala de entrenamiento. Escuchaba curiosa y un tanto divertida la pequeña conversación de Jesse con ese chico; cuyo nombre no conocía. Lo note sonrojarse mientras veía a Jesse y esto hizo que una sonrisa maliciosa se formara en mis labios, jaja...interesante, esté chico trataba de flirtear con Jesse. Antes de hacer un comentario Scarsbury había entrado al establo y en unos minutos salieron varios caballos que me dejaron con la boca abierta; ¡Eran tan bellos! Jesse fue la primera en acercarse a algún caballo y yo por mi parte no me quede atrás. Mientras veía a los numerosos caballos uno con manchas blancas y cafes había llamado mi atención. A mi parecer se veía simplemente hermoso con su crin y cola doradas. Después de pensarmelo me acerque al caballo y acaricie su lomo. —Hola pequeño...¿O pequeña? Bueno, no sé que eres pero me da igual, eres muy bonito. Tras sonreírle me subí a su lomo con cuidado de no asustarlo y esperando a que el caballo que escogí fuera bueno. Contenido oculto
Jev (N) Patio trasero Antes de que pudiera decirle algo mas escuche unos galopes y de inmediato voltee: unos hermosos caballos salieron a toda prisa del establo, aparentemente contentos de estirar sus patas. De inmediato sentí una sonrisa en mi rostro: ¡Que hermosos eran todos!, mi hermana sería feliz aquí, siempre le gusto ver los caballos salvajes que de vez en cuando nos encontrábamos. El profesor nos pidió escoger uno y la mayoría se apresuro a uno, yo mire atento a mi alrededor y entonces lo vi: Con su mayoría de un hermoso pelaje negro, la mitad de sus patas traseras blancas y también un poco de blanco en la frente, precioso...o preciosa. Me acerque mirándole hipnotizado, una vez cerca estire mi mano y le toque la frente, acariciándolo, para después subirme a su lomo, esperando su respuesta. Contenido oculto
Trevor(N)Patio trasero Llego el momento en que el instructor hace su aparición, trate de ver mejor de que trataban los ruidos que tras este se daban, de un momento a otro veo como Scarsbury aparece montado en un caballo que curiosamente iba con su personalidad, algo como el viejo dicho de que hay cosas que se parecen a su dueño. Ahora cada uno de nosotros debemos escoger quien sera nuestro fiel corcel. —Solo espero no sea tan salvaje como aquel— dije observando como a uno le plantaba una dura batalla con el fin de tumbarlo de su lomo, entre la multitud de caballos me llamo la atención uno que era oscuro como la noche y de aspecto formidable. —Ok amigo, segun veo tengo que montarte— dije con cautela, debía evitar que se enfurezca o asuste, no queria la marca de su herradura en mi rostro. acaricie al equino para gradualmente ganar confianza y decidí montarlo. Contenido oculto
Max [M] Patio trasero Me quedo con la boca abierta en cuanto Scarsbury abre las puertas y salen los caballos del establo. Estoy embobado viendo lo preciosos que son. Hay de todas las clases, los que salen corriendo con toda la clase del mundo, orgullosos de ellos mismos. Los que se quedan rezagados y no se les ve muy convencidos de salir o no, o de que hacer. Los chicos comienzan a elegir a sus propios compañeros de fatiga. Al parecer, vamos a pasar mucho tiempo con el caballo que elijamos. Miro en derredor, observando el comportamiento de los animales y su precioso pelaje. Se me hace muy complicado elegir a uno, me los llevaría a todos a casa. Entonces, una preciosa yegua, mezcla de blanca y grisacea moteada, pasa por al lado mio. Parece no notarme, porque sigue con su trote por el patio. No puedo apartar los ojos de ella. Es la indicada. Me acerco cautelosamente en un momento que se queda quieta para mover su cabellera. —Hola, preciosa. ¿Me dejas acercarme? — alzo una mano mientras me acerco con cautela, no quiero asustarla. Estoy tan cerca que apoyo mi mano en su hocico, y le acaricio con delicadeza. Contenido oculto
Evelyn (N) patio trasero Tras la batalla contra Alex, Eve había hecho poco más que rondar en silencio la academia y sus alrededores. Acostumbrada a ser una persona metódica, estudiar la situación y prepararse para cualquier imprevisto era algo vital para ella. No solía actuar por instinto. No solía dejarse llevar por sus emociones, un pálpito o una mera corazonada. Solía ser lógica, pragmática y fría como el mismo hielo. Pero cuando Scarsbury abrió el establo y salieron a tropel aquella manada de equinos, dejó de escuchar la voz de la razón un sólo instante. ¡Que criaturas tan hermosas! ¡Tan puras! ¿Había animal más libre, noble y majestuoso que un caballo? Actuó no guiada por la razón, sino por sus emociones. Aunque en su semblante no se reflejó la dicha que sintió en aquel momento mas que en el brillo de sus ojos. Ya había encontrado a su corcel. El que sería su compañero y fiel amigo de ahora en adelante. Daba igual si era apacible, salvaje o el mismo Satanás, Eve conseguiría domarlo porque tenía la paciencia de sobra para ello. Se trataba de un caballo de pelaje flamígero, que brillaba como una llama a la luz del sol. Era grande y de porte recio, y aunque se le veía tranquilo, en sus ojos negros, tan puros, había un brillo de sabia inteligencia. —Uriel...— susurró ella, colocando la mano en la estrella de su frente.—"El fuego de Dios". La fuerza todopoderosa del espíritu de la vida. Uriel, uno de los siete Arcángeles. Ese sería su nombre a partir de ahora. Ese sería su caballo. Contenido oculto
Retnuh (M) - Patio Trasero Rápidamente me dí cuenta de lo estupido que parecería ruborizado y traté de calmarme, pero no sabía que volvería a hacer el ridículo. Al instante escuche unos galopes, moví mi cuello un poco para ver detrás de Jesse y allí estaban; unos hermosos caballos de distinto tamaños y colores, — vaya, no montaba en ellos desde que me alejé de casa.—Comenté con los demás mientras salía corriendo y trataba de acariciar uno. Rápidamente Scarsbury venía montado en un Boloñes de gran tamaño, era muy enorme, quizás, un Boloñes de las Tundras, los cuales supuestamente estaban extintos. Scarsbury nos mandó a elejir a uno, y obviamente, yo no me quedaría atrás. A lo lejos vi uno blanco, de los cuales hay muy pocos en el mundo, por naturaleza suelen ser agresivos y salvajes, pero si los dominas tendrás a un poderoso alíado; un Brabantino de color blanco se encontraba comiendo pasto, asi que me acerqué a él. No hablé con él, pues éste se me quedó viendo y yo hice lo mismo, cuando ambos teníamos nuestras miradas fijas, coloqué mis manos atrás mientras seguía erguido, de esa manera le daba a entender que lo respetaba pero que no me intimidaba. Tratar con ésta raza de caballos es un poco difícil, pero cuando llegan a ser domados, serán leales a su domador. Luego de una larga espera, el caballo se acercó y es aquí donde él decidirá si merece la pena ser domado por mí o no. Le acaricié la espalda y de un salto me subí; ambos seguíamos mirándonos y ahora me preparaba para cualquier reacción. Contenido oculto
Amalia (M) Patio Trasero Estiré mis brazos al aire una vez hube salido al exterior, recibiendo como bienvenida una refrescante brisa sobre mí. Sonreí, cerrando los ojos y sintiendo esa apacible sensación por unos instantes. Pocas veces había podido disfrutar de un ambiente de paz así en la academia y sabía que no era ni sería muy habitual aquí, por lo que permanecí allí un par de minutos antes de dirigirme junto al resto de estudiantes. Realmente hacía el tiempo ideal como para dar una clase en el exterior, y a pesar de que no me apetecía mucho saber qué próxima tortura nos tendría preparada Scarsbury el solo hecho de alejarme un poco del clima cargado de la academia merecía la pena. Caminé por el extenso patio que se situaba a las traseras de la academia, siguiendo la dirección que nos había sido indicada y comenzando a escuchar voces y ruido al otro lado. Pude oír relinches y trotes, y un brillito de emoción apareció en mi mirada, haciéndome correr hasta donde debía doblar la esquina para llegar finalmente a los establos. ¿De verdad sería una clase de...? La imagen que tuve ante mí al dar la vuelta y llegar hasta donde se encontraban los demás me hizo corroborar mis sospechas, y la emoción se hizo real. ¡Caballos, esta clase tenía que ver con ellos! Nunca había tenido la oportunidad de montarlos pero siempre tuve fascinación al verlos a una distancia prudencial, normalmente escondida detrás de mis padres. Esta vez los vería de cerca verdaderamente y parecía que íbamos a montarlos, ¡qué bien! Bueno... s-solo esperaba no acabar en el suelo, claro. Cada estudiante debía escoger su propio caballo y la gran mayoría ya se había acercado al suyo, o al menos lo intentaba, en el caso de... ¿Scott? Sí, creo que así se llamaba. Parecía tener problemas, ojalá lograse domarlo. Yo busqué con la mirada al que sería mi amigo equino, pero muchos de ellos se encontraban alejados y no era capaz de encontrar uno que llamase mi atención. Hasta que vi jugar en el barro a un caballo realmente adorable de dimensiones algo más pequeñas que el de los otros animales, pero sin llegar a ser un potro. Su pelaje era de un marrón claro y su crin y cola blanquecinas, al igual que algunas manchas en sus patas y en el hocico. Se veía muy lindo, y parecía pasárselo bien por allí. Me acerqué con cierta precaución en un principio hacia donde se encontraba y el caballo dejó de trotar de un lado al otro para quedarse viéndome, tratando de entrever mis intenciones. Me sorprendí un poco al ver que comenzó a acercarse hacia mí, y cesé mis pasos algo temerosa aún. —H-Hola amiguito... —le saludé tratando de irradiarle confianza, mientras que una mano la situé en mi pecho y la otra la acerqué temblorosa hacia su hocico. El caballo sin dejar de observarme acercó su cabeza hacia mi mano, hasta tocar con la punta de su hocico la palma de esta. Mi corazón dio un vuelco del susto y entrecerré los ojos asustada, pero al abrirlos pude ver que él seguía allí, observándome curioso, y que quizás no se trataba de un animal tan salvaje. Sonreí cogiendo más seguridad, y le acaricié con cariño—. Aw, eres muy lindo... ¿Cómo podría llamarte? Contenido oculto
Contenido oculto LOL, venga ya, que no es justo xD @Liza White solo a efectos de que los dados han querido ser malos solo contigo, y que Amalia no se llevaría nada bien con un rebelde, y el caballo que escogiste es demasiado perfecto para ella como para que lo cambie con alguien, haremos una excepción: tu caballo sube de Rebelde a Tímido.
Ya la mayoría con sus caballos, Scarsbury les ordenó dar un paseo por el bosque, el cual se encontraba mucho detrás de la Academia, lleno de arboles y arbustos y mucha más vegetación. Él, mientras tanto, iría a buscar agua para cuando los caballos volvieran. Caballos Obedientes: 8 Post para llegar al fondo del bosque. Caballos Comúnes: 10 Post. Caballos Tímidos: 12 post. Contenido oculto Vale, seguimos. Como se muestra, cada caballo tarda lo suyo en llegar a algun lado, segun su personalidad. Lo normal para cruzar el tramo es lo que tarda en llegar un caballo común, es decir, diez post. Según su personalidad, los obedientes tardan menos y los tímidos tardan más, como se muestra. Por ahora a nadie le ha tocado Rebeldes o Sádicos, pero les digo que a ellos les tomaría más tiempo aún (14 y 16 post respectivamente). Para los que tienen caballos tímidos, a la mitad del camino vuestro caballo se asustará, y podría querer tirarlos de la silla (por ahi en el post 6). Para saber si lo logra o no, deberán lanzar un dado de dos caras en ese sexto post. Si sale uno, logran calmarlo y continuar. Si sale dos, se caen y encima deben hacer un post fuera del conteo en donde lo persiguen y lo atrapan, antes de seguir, además de perder 5 PS por la caida. Solo pasará a mitad del tramo. El primero en llegar al fondo del bosque debe etiquetarme, los demás llegan y esperan.
Seth (M), Paseo en el Bosque [1/8] Finalemente el animal debajo de mí se mantuvo tranquilo casi obediente. Volvió a pastar con tranquilidad y sonreí levemente, no me había tirado y eso era un milagro. Esperé unos segundos miré alrededor, la mayoría de los que estaban allí habían tomado sus caballos. Toqué suavemente el cril negro del caballo y su lomo, aún no tenía suficiente confianza, pero al menos se mantenía apacible, tranquilo. Eso era algo bueno. —Creo que te llamaré...—me detuve un momento y coloqué un dedo en mi barbilla, pensando en algún nombre posible para la criatura.—Amm, "Gran César", sí, me gusta ese nombre...—respondí alzando mis hombros levemente.—Casi un nombre de la realeza.—respondí, en ese momento "Hitler" nos dijo que dieramos un paseo por el bosque. Suspiré: "¿No me puede dejar las cosas fáciles por una vez?", me pregunté en mi cabeza.—A ver, ¿cómo se hacía ésto en las películas?—pregunté en voz alta de forma incosciente. Tomé las riendas del caballo y le di un par de golpes leves en sus costados, comenzó a moverse. Primero en una dirección contraria y tuve que intentar manejar las riendas para dirigirlo hacia el interior del bosque. Tardamos un poco, pero "Gran César", logró adentrarse en el matorral de árbole y plantas, miré para atrás, aún nadie salía de su "fascinación" con los animales. Yo simplemente me limité a cabalgar hacia el interior del bosque intentando no caerme o perderme.
Jesse [N] Paseo en bosque [1/8] Sonreí complacida cuando note que el caballo estaba cómodo, acaricie levemente su cril y di un par de palmaditas amistosas a su cuello para que supiera que le depositaba mi completa confianza al animal, tomé algo de aire y visualicé el bosque, sin mucho que hacer tomé la rienda con una de mis manos y tiré delicadamente hacia la derecha para encaminarlo hacia el bosque. — Mucha suerte en el tramo~ — dije con cierta emocion hacia los demás que aun no se animaban a salir y al darle un par de golpes para que comenzara a trotar hacia Seth quien ya había iniciado su trayecto y me adelantaba por poco, cuando estuve a su lado tiré un poco hacia atrás para ir bajando la intensidad y caminar al lado de él — ¿Primera vez en un caballo? ¿Cómo se llama? — pregunté con una sonrisa tranquila, apoyando mi mano libre en la parte trasera de mi silla, estando levemente inclinada hacia atrás. — Creo que le llamaré Pinto por su gran mancha blanca~
Retnuh (M) -- Paseo en el Bosque [1/8] Mientras le veía a los ojos, la tensión se dejaba sentir en el aire, pero para mi gusto, Bravan (nombre que decidí darle a mi nuevo amigo) bajó su cabeza y comió pasto, es decir, me gané el respeto del caballo y ahora pude acariciarle el cuello. Scarsbury nos ordenó pasear por el bosque, no obstante algo tramaba. Miré hacia lo lejos y pude darme cuenta que habían pocas personas con problemas para manejar su caballo. Uno de ellos se adelantó al bosque con "Gran Cesar" según había escuchado. Tomé las riendas y le silbé a Bravan, éste volteó y le guiñe el ojo mientras le dije, —Listo amigo, vamos a dar un paseo. Aún sin tirar de él, éste se comenzó hacia le bosque, como si ambos tuviéramos sinergia. Aunque tiendo a ser un cazador, mi clan nos inculca la enseñanza de respetar a la naturaleza. Y de esa manera me gané la confianza y el respeto mutuo con Bravan. Alcancé al joven que se adelantó y comencé a cabalgar junto a él. —Lindo caballo ¿Cual es su nombre? —le pregunté mientras seguíamos el camino. Justamente venía Jesse, la cual se unió a nuestra trayectoria. Contenido oculto @EN Auditore @Nekita
Jesse [N] Paseo en bosque [2/8] Antes de que Seth pudiera responder cualquiera de las cosas que había dicho, Retnuh había llegado montando un gran caballo blanco algo más musculoso que mi propio caballo pero era normal, su raza era bastante fuerte y el mio siendo un trotón o trotador era más de una consitutución mas ligera, supongo que cada quien encontraba una raza de acuerdo a su personalidad o gusto. Me incliné hacia el frente para estar más cerca de su cuello y con pequeñas caricias me animé a murmurarle algo — Oye Pinto, hay que adelantarnos un poco, no queremos interrumpir su charla, ¿no? — reí levemente antes de reincorporarme y juntar mis rodillas un poco en la silla y elevarme para evitar "rebotar" en esta cuando le di la indicación a Pinto de que comenzara a trotar para recorrer más camino
Amalia (M) Paseo en el bosque [1/12] El caballo agachó su cabeza y se dejó acariciar, casi podría decir que parecía a gusto con el cariño con el que lo estaba tratando. ¡Qué mono, era realmente adorable! Abracé su cuello una vez dejó que me acercase y le sonreí; empezaba a cogerle cariño a este nuevo amiguito. —Está bien, creo que... umm... podría llamarte Kazuma. Sí, me gusta —llevé un dedo a mi labio inferior mientras pensaba en algún otro nombre, pero ese encajaba con el mío. El animal me observó curioso y le miré con simpatía—. Significa caballo único, pero para abreviar... ¡serás Uma-chan! ¿Te parece bien? Y creo que estaba en lo correcto, porque el caballo relinchó al instante, como confirmando mis palabras. Asentí, contenta al haber elegido ya su nombre entre los dos, y me subí con cuidado a su lomo. Al principio me quedé colgando un poco al no tener práctica en esto, y realmente me costó coger el impulso y la fuerza necesaria para colocarme sobre él (casi parecía que Uma-chan se estaba riendo en su idioma), pero finalmente pude agarrarme a su cuello delicadamente y poner rumbo hacia el bosque. —Vamos peque, sigamos a los demás por aquí —acaricié su lomo y tras darle dos palmaditas, nos pusimos en marcha. La sensación allí arriba era gratificante, se sentía bien cabalgar sobre él y era muy divertido, ¡ojalá repitamos esto más veces!
Seth (M), Paseo por el Bosque [2/8] Nos adentramos en el bosque, el paso era más rápido de lo que esperaba, sólo deseaba que no avanzara o que comenzara a correr sin control. Seguimos algún tipo de línea recta hacia el interior, pasando por árboles y arbustos sin demasiado problema, de pronto sentí los pasos de otra criatura que se acercaba, probablemente fuese otro compañero, así no le di importancia: "...¿Primera vez en un caballo? ¿Cómo se llama?..." Era Jess que se había colocado a mi lado, haciéndome esa pregunta, alcé levemente mis hombros sin darle demasiada importancia.—Supongo, no soy muy "fan" de éstas criaturas...—respondí alzando levemente mis hombros nuevamente mientras miraba el animal de la chica, sonreí levemente, era extraño, poco común, supongo que todo lo de los "Ángeles" es poco común.—Bueno, es un semental, su nombre es: "Gran César"...—repentino otro "jinete" llegó y mi conversación fue interrumpida con su pregunta: "Lindo caballo ¿Cual es su nombre?" —Gran César...—volví a decir y estaba a punto de preguntarle primero a la chica, pero ésta simplemente se emocionó y se marchó, me alcé de hombros. Volví a mirar al chico que jamás había visto o hablado, aunque, bueno, no he hablado con relativamente nadie, así que cuenta para todos.—Y simplemente desapareció...—respondí con una leve sonrisa refiriéndome a la chica, luego volví a mirar al chico.—¿Cómo te llamas?—pregunté extraño.—¿Y el caballo?—respondí levemente mientras mi caballo seguía su propio camino por el bosque