La manera en la que ella se levantó fue algo extraña - Y sorprendente- Pero de cualquier forma me levante para estar detrás de ella. El lamiró molesto y ella reaccionó igual - Algo gracioso- Pero quizas pase algo.
Bostezó, estirándose como si de un gato se tratase, a medida que iba avanzando por los pasillos. Iba con los ojos medio cerrados, aún sin acostumbrarse a los focos con claridad, delatando lo adormilada que aún se encontraba. Porque sí, se acababa de despertar ahora, ¿y qué más daba? No fue capaz de encontrarse con ninguna otra persona en todo su camino lo que le decía que actividad, lo que se decía actividad... no había mucha por allí. Mejor, pensó para sí misma, encima de haber dormido tantas horas, sería la más puntual en llegar. Pero no tardó en desechar aquella idea de su cabeza en cuanto vislumbró a tres personas delante de la puerta que le conduciría a la sala de comunicaciones, el lugar donde se realizaría la reunión en teoría. Así que después de todo, sí que había más personas por aquí, ¿eh? —Dejadme que lo adivine: no soy la única a la que se le pegaron las sábanas, ¿no? —rio, despreocupada, apareciendo frente al trío con las manos tras su cabeza. No tardó en ladear su cuerpo para observar por la puerta al resto de reclutas, y sonrió divertida al comprobar que no llegaban ni a seis personas—. Como me lo suponía, y yo que pensaba que acabaría recibiendo una bronca por llegar tarde. Fue entonces cuando se detuvo a observar bien a las otras personas, y notó algo que le llamó la atención, tanto en la joven como los dos chicos. Casi con un deje de burla en su voz se permitió volver a hablar. —¿Y esas caras tan largas? No me digáis que estáis asustados por la misión, ¿me equivoco? Contenido oculto Me apunto a la misión, Nyx~
Había llegado otra de las reclutas, esta vez parecía ser la chica canadiense —Esto... Parece que hay un triángulo amoroso en progreso —se limitó a rascarse la nuca nerviosamente— No es que me importe pero no me gustan los ambientes tensos Una risa nerviosa escapó de sus labios a la vez que se la veía pálida de la preocupación por el mismo motivos, era sensible ante la presión
Ladeo la cabeza y veo de nuevo a aquella niña de la sala de entrenamiento, chasque la lengua molesta y bufo — ven Sahara — ordene a mi lobezno chasqueando los dedos, este se calmo un poco pero siguió en su estado salvaje, primero le ladro por ultima vez a James y al ver a aquella chica le ladro también con salvajismo, al menos el sabia reconocer a personas que no transmitían buena espina. — escucha niña, cuidado con lo que dices con esa lengua de plata que tienes — dije de forma cortante y fría — esa arrogancia puede llevarte a meterte con persona equivocadas — le di la espalda y me aleje con Sahara a mi lado quien le gruño y ladro a aquella chica — Josef...vienes? — mire sobre mi hombro esperando una respuesta.
Si, me sorprendí mucho al ver su reaccion, pero solo pude sonreir al verla, creo que me estoy enamorando. - Por supuesto preciosa - Corri y me puse a su lado para ir con ella.
James había entrado en eso una chica llega la era la del gimnacio, hizo un pequeño chiste con respecto a quedarse dormidos algunos. Adentro Kaylin se lanzó sobre James como para atacarlo, no entendía lo que pasaba. Mire a la chica cuando preguntó si teniámos miedo a la misión en eso responde Ayano, eso me dijo desertado, ya prácticamente el tema se estaba expandiendo entodos lados. —No ah pasado nada—dije nervio, Ayano se la veía un poco inquieta o mal. Escuche a Kaylin ganar a Josef una vez más lo mire con furia. —James ven aquí, ¿que sabes de la misión o tú no sabes nada aún?—dije llamándolo en el grupo que se formó afuera con Ayano y la chica. —Disculpa ¿como es tu nombre?¿Y que clase perteneces?—preguntrñe a la chica que se sumó último.
Me apoye de forma amenazante en la pared viendo a aquel grupito con furia, no solo por lo que Max hacia, sino por la sonrisita burlona de aquella niña — Sahara, ve — le ordene de forma cortante, este solo gruño e hizo un movimiento con sus orejas, se refregó de forma molesta en mis piernas, siempre lo hacia cuando algo no le gustaba y lo mezclaba con gruñidos, luego se alejo eh hizo el mismo gesto con Max mordisqueando un poco sus manos y gruñendole a James y aquella niña en señal de amenaza con la piel erizada.
Debo admitir que esa actitud no me agradaba, pareciera que le molestaba lo que él hiciera. - Oye, creo que deberías dejarle en paz - Le dijo a Kaylin
Mire a Josef y entendí su punto, suspire y mire al frente. — no es el lo que me molesta — dijo con seriedad sin dejar de ver a aquella niña, en serio me alteraba los nervios — ya tuve un encuentro desagradable con esa niñata, con un comentario muy desagradable de ella — apreté mi mandivula con furia y me cruce de brazos — créeme, no soy persona de aguantar comentario infantiles y estúpidos.
Ella estaba molesta.... Y eso me estaba gustando, no se por que, pero su rostro molesto me gustaba mas, tenia ganas de picar sus mejillas o pellizacarlas - Creo que lo haré...No, me roperia la mano - - Sabes, a mi no me importan los comentarios, pero debo admitir, que te vez mas linda cuando estas molesta - No se por que lo dije, ni por que la miraba como un idiota.
—Así que tenemos un triángulo amoroso por aquí... Qué interesante. Y dime, chica, ¿por casualidad la recluta malhumorada que viene hacia mí no es la protagonista de todo esto? —inquirí con genuina curiosidad, y ante su asentimiento no pude evitar reír. Cómo no. Encaré a la chica sonriendo con suficiencia. Más que una amenaza, lo sentí como un intento para sorprender a su nuevo partido que claro, no dejaba de seguirla allá por donde iba como un perrito faldero. —Dime, chica malhumorada, ¿cómo se siente jugar a dos bandas? Digo, porque le habrás contado a tu nuevo noviecito cómo te encontramos mi hermana y yo en la sala de entrenamiento, ¿no? —mi mirada se posó en su acompañante, y sin borrar mi sonrisa, volví a mirarla con cierta insinuación—. Me pregunto hasta donde habrás llegado en mi ausencia, ya veo que no perdiste el tiempo... Y se fue, seguida del chico de nuevo a la sala. Tuve que contener una sonora carcajada más me encogí de hombros, mirando de vuelta al grupo. Esa chica no merecía que perdiese el tiempo en ella. —Evangeline Lee, tiradora a su servicio.
—Menos mal no tengo pareja —susurró, casi preguntando de manera irónica— La alegoría del chico como perro faldero le hizo gracia, por lo que no pudo evitar reír ligeramente —Esto... Me parece muy interesante ver este evento, Evangeline-san, juzgando por como se hablaron, he de suponer que han tenido algún encontronazo antes Y analizando finalmente la situación, llegó a una conclusión tanto ridícula como chistosa, aprovechando su vena nipona —Kawaii tsundere! Desu ne?
Estaba enloqueciendo, de la ira golpee la pared haciéndome una cortada en la mano — maldita sea, maldita sea, MALDITA SEA — grite llena de colera golpeando varias veces mas la pared, vi mi brazalete y eso hizo alterarme — malditos sean, por culpa suya debo pasar están malditas humillaciones — dije con ira, me arranque el brazalete de la muñeca y lo arroje lejos de mi, sentía como me dolía el pecho y antes de que me diera una ataque de asma salí corriendo al pasillo sin importarme si empujaba o tropezaba a alguien. Al llegar al pasillo volvi a golpear a la pared intentando de descargar mi furia — MALDITA SEA — grite enloquecida por la ira y sin dejar de llorar, dio un ultimo golpe y me deje caer de rodillas en el suelo llorando, mire mis manos llenas de sangre por los golpes — "jamas hagas amigos, jamas te encariñes con nadie y jamas te enamores" — recite mi mantra, era por esto que no me gustaba abrirme con nadie, era por esto que no me gustaba conocer o hacer amigos, me terminaba ablandando y mostrando mi lado mas débil y lo odiaba, odiaba que todos me subestimaran.
Dioses. Aquí el ambiente está muy tenso, apesta a Odio, ira, enemistas, celos y esas cosas...Odio ese olor, aunque debo admitir que esa chica tuvó razon en algo de lo que dijó. Yo soy nuevo, y no conozco a nadie aquí. Sembró la duda en mi. Soy muchas cosas, antisocial, demente, sadico, el que se roba las monedas y el mejor jugador de Guitar Hero, pero tambien soy desconfiado, muy desconfiado. - Tal vez debo hablar con otras personas - Me dije a mi mismo
La llegada de Evangeline solo consiguió avivar más el momento incomodo de la Sala. Casi pensé que se entrarían a golpes allí dentro.Aún cuando Ying Fa me habló la ignoré completamente, y me centré en Max que me preguntó sobre la misión. —Oye no tengo idea alguna de la próxima misión, aparentemente es en México. —Esperemos que llegue rápido el general.
—¡¡¿CARAJO!!!, CALMESEN ¡YA!—Grite el problema era entre Kaylin y yo, pero me puse de lado de Evangeline, pasé hermosos días y tiernos con Kaylin y de un día para otro eso se cortó cuando apareció "El diablo" que ya me imaginaba como era. Ella golpea la pared enojada, y sale corriendo por el pasillo, yo la observé, esto sinceramente lo había iniciado ella, si no hubiera lanzado esa aguja e irse a jugar con Josef, que pareció algo un tanto inmaduro, tal vez no fue la forma en que debió actuar al menos debió hablarlo, no voy a mentir en que me dolía verla así pero ella tampoco prestó a buscarme cuando me sentí muy mal cuando pasó lo que pasó. Examiné la situación y yo no había hecho más que amarla como la sigo amando, esta vez Josef se quedó allí sin ir tras ella. —Ya fue chicos calmemos un poco tendremos una misión—me hacerque a Kaylin y traté de levantarla vende sus puños sangrando no sin antes limpiarlo con el pañuelo, la perla que me dió lo podía ver ya que estaba por fuera. —Trata de cuidarte no quisiera que vallas toda lastimada a esa misión podríamos necesitaré en buenas condiciones—dije calmadamente.—Luego de la misión deberíamos juntarnos y hablar—dije sin más para darme vuelta y hacercaba a James. —Mexico aquel ¿ ese que está allá es de México verdad? O ese me parece por su acento—dije calmadamente para después proceder —Lo mejor que tenemis a Evangeline un tirador, Ayano especialista, James Asalto tú vas ¿no?, Y nosotros Kaylin, aquel, y yo de comando. Kaylin es más rápida que yo eso es ventajoso, yo soy rápido y sigiloso, y el otro no se... Podríamos obtener información más rápido si así lo deceamos—dije como para sacar el quilombo del medio y pensar en lo que nos enfrentamos .
Ya no sabia que hacer, pero maldita sea, soy tan débil y patético, yo y mis malditos trastornos y la necesidad de salir de la soldad. ¿Que hago? ya no puedo mas necesito una respuesta clara para saber que hacer. Como mi padre lo decía, ojos que no ven, corazón que no siente. Prefiero una fantasía que valga la pena a una realidad que no - Me preguntó si lo que dije tiene sentido? - Como sea, tengo que hablaron Kaylin de una vez para evitar próximos problemas. -Ying Fa, podemos hablar un momento? - Le dije suave y atratando de ocultar lo que estoy pensando Contenido oculto @Sweet Guardian Angel
Sala de comunicaciones Abro los ojos en cuanto suena la alerta. Unos destellos rojos recorren mis ojos, hasta que me doy cuenta que es un aviso. Me incorporo en la cama, estiro los brazos para desperezarme, y escucho con atención el mensaje. Una misión. Es lo que mejor sienta después de una buena siesta. Un poco de acción. Me visto con lo que pillo en el armario (parece que han puesto mi ropa en la habitación, si no ya iba a rajar a alguien), y marcho hacia la sala de comunicaciones. Al parecer, el punto de reunión va a ser ese. Con paso tranquilo, con la sensación de cansancio aún presente en mi cuerpo, busco entre todas las indicaciones de esta base gigante la ubicación exacta. Como por arte de magia, como si el destino me hubiese escaneado y supiera lo que necesito, por el camino aparece ante mi una pequeña sala abierta con máquinas expendedoras. Y para deleite mío, una máquina de café. ¡Bendito café! Vuelvo a seguir mi rumbo, esta vez con una taza bien caliente de café en las manos, disfrutando el aroma con una cara de satisfacción plena. Cuando por fin descubro la puerta que da a la sala de comunicaciones, acelero mi paso y tiro la taza en una papelera que encuentro de camino. Es entrar a la sala y abrírseme los ojos como platos. No se cuanta gente anda por la habitación, porque mis ojos solo tienen cabida por la bola del mundo iluminada que se encuentra en el centro. Sin pararme a nada más, corro hasta allí, y cuando me coloco justo delante, con la iluminación reflejándome la cara, hecho los brazos hacia atrás y lanzo: ¡¡¡¡Woooooow!!!!! No puedo parar de mirar ese orbe luminiscente, identificando cada continente, cada país, cada indicador de colores que indica posiciónes de... Que más da. Como un niño pequeño, lo rodeo, vuelvo hacia atrás, y saco uno de mis cuchillos para jugar en la mano con el mientras.
—Evangeline es tiradora... Ayano especialista... tenemos a Max y Ying que son comandos, y dos asaltos contando a Josef y mi persona. —pensé, mientras de pronto otra silueta se situaba en la Sala de Comunicaciones. Era Cole, con quien ya tenía el honor de haber participado con él en una misión anteriormente. —Parece que tendremos un médico también. —dije a todo el grupo, mientras alzaba mi mano y saludaba a Cole, el cual se había sentado en uno de los muebles y había sacado a relucir sus cuchillos. —¿El diablo? Jajajaja más miedo me da Mordecai —pensé mientras soltaba una carcajada frente a todos. —Lo siento. —le dije al grupo mientras me acercaba a saludarlo.
Sala de comunicaciones De tanto paseo, me siento en un mostrador que encuentro cerca del planetario, y me quedo con las piernas colgando y agitándolas adelante y atrás. En uno de estos momentos, noto algo en la nuca. Como una sensación, un cosquilleo. ¿Ese era mi nombre? Giro la cabeza hacia donde se encuentra un grupo, lo que parecen ser reclutas. Reconozco a uno de ellos, un chico moreno que habla con el resto, y de repente se acerca en mi dirección, saludándome. Cuando se acerca lo suficiente para ver que solo quiere charlar un poco, relajo la mano que tenía en el bolsillo aferrando uno de los cuchillos. —Suerte que no me has dado una sopresa por la espalda, o te hubiese rajado el cuello de un corte limpio - mi voz se vuelve oscura, terrorífica. No es bueno jugar conmigo, y eso pocos lo saben (no llegan a más...). — ¿Y que se cuentan esos de allí? Me agobian un poco tan reunidos todos — le sonrío poniendo cara angelical, hoy me encuentro con más ganas de socializar. Hasta que no tenga ganas. —¿Has visto a la pequeña Alisson por algún lado? Contenido oculto @Amane
