Salón

El chico extendió la mano para ayudar a levantarme y, como buena señorita que era, la acepté con mucho gusto, dedicándole una sonrisa de agradecimiento mientras hacía una leve inclinación y todo. Puro teatro, en definitiva.

Y la verdad es que no podría ni quejarme del espectáculo que se montó después delante de nosotros, con los dos únicos chicos presentes comiéndose la boca así como nada. Espectáculo que, por supuesto, procedí a grabar desde mi posición. Ya le valía a Lena-chan agradecerme después, que solo material de calidad le estaba preparando~

Luego la chiquilla que parecía bastante más decente que cualquier de nosotros se equivocó con lo del tiempo y un poco de gracia me hizo, la verdad, aunque logré disimularlo bastante bien. Beso por aquí, beso por allá, y la suerte volvió a sonreírme. Me olía la clase de persona que era la castaña desde, aproximadamente, la entrada de la mansión, pero que me importase era otra cuestión. Más bien gracia me hacía que una escuela de niños pijos estuviese llena de esa clase de personas, a decir verdad.

La recibí con la sonrisa ligera plasmada en los labios, dejando que jugase con el mechón de pelo sin más antes de atraerme hacia ella. Me adapté a su ritmo y recibí su lengua sin más, soltando una risa suave cuando me guiñó el ojo después de separarse. Igual que con la otra morena de antes, me había quedado con ganas de más, pero nada que hacerle~

Al menos me estaba llevando unos buenos besos y un claro panorama de las personas interesantes de la academia, así que win-win~

En lo que me tomaba el shot de tequila correspondiente, vi de reojo como la botella volvía a señalarme y me bajé el trago algo más rápido de los debido con tal de ver quien sería la siguiente víctima. Eh~ Volví a reírme al descubrirlo y no tardé mucho más en acercarme de nuevo a la castaña.

Me hice con sus manos entre las mías porque, bueno, me apeteció y ya, y me incliné hasta depositar os labios sobre su mejilla. Fue más bien un roce superficial, como si fuese aquello un juego inocente entre niños, y apreté un poquito el agarre de las manos antes de volver a mi sitio.

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Bitch you know me (?)

1. Eris Tolvaj
2. Kou Shinomiya
3. Zeldryck Kasun
4. Catherine Whitman
5. Riamu Yumemi

 

A ver, ¿dónde habría metido Akaisa la puta cámara escondida? Ya que la botella me siguiera cayendo si siempre regresaba al mismo lugar era un cosa, pero que ya luego de la comida de boca con pelo de chicle, que me había cambiado de sitio y todo, me volviera a caer la botella es que desafiaba toda lógica estadística pero de verdad.

De cualquier forma tampoco me iba a quejar así que me quedé en mi espacio esperando a la siguiente persona, que encima fue la misma chica otra vez. Bueno otra a la que le iba a a tener que preguntar el nombre en un rato, claramente. La vi acercarse, me tomó las manos y la dejé montarse el numerito pues porque sí, luego de darme el beso de niños apretó el agarre antes de dejarme ir y regresar a su lugar.

La sonrisa de genuina diversión ya llevaba rato sin quitárseme de la cara.

Conecté miradas con el mozo, al que le hice un gesto indicándole que girara esa mierda otra vez.

Y dale con la fijación.

La botella me volvió a caer encima, obviamente, aunque al menos se dignó a variar a la persona esta vez, regresando al otro castaño. Contuve la risa, pasé por la mesa por otro shot de tequila, me lo bajé y caminé hasta el chico.

Le dediqué una sonrisa de dientes descubiertos antes de estirar la mano, hacerme con el nudo de su corbata y aflojarla lo suficiente para poder desbrochar un botón de la camisa, hice a un lado la tela para dejarle un beso sobre la clavícula. El labial le quedó en la piel.

Me enderecé y le acomodé todo en su lugar, antes de darle una palmadita en el pecho y alejarme.

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1. Eris Tolvaj
2. Kou Shinomiya
3. Zeldryck Kasun
4. Catherine Whitman
5. Riamu Yumemi

No puede ser normal esto xDD Insane, cuando contestas tiras los dadillos

 

Era un poquito gracioso que aun cambiándonos de sitio todo el rato, la botella siguiese empeñándose en ciertas personas durante un periodo de tiempo. ¡Y eso que se había ido ya la rubia de la que se había encaprichado sobre todo al principio! Aunque al menos estaba bien que le diesen un descanso al castaño con pintas de príncipe, que quería tener la oportunidad de recibir una probada suya y para eso mejor no cansarlo~

Y bueno, que de nuevo me tenía que agachar por alguien, qué cosa~ Al menos era la chica aquella bonita con el vestido degradado, no tenía muchas quejas al respecto. Lo que sí me temía era tener que lidiar con esa falda tan pomposa, pero bueno, gajes del oficio~

Por pura comodidad más que otra cosa, decidí alzar solo un poco la tela cuando llegué a su lado, y dejé un beso cerca de su tobillo, por encima de la hebilla de cierre. Al final no había sido tan difícil, oye~

 

Para sorpresa de nadie, la princesita se sonrojó con tan solo ese beso y me provocó una sonrisa entre enternecida y condescendiente al mismo tiempo. Es decir, que agradeciese que el vestido que había decidido llevar me lo había puesto especialmente difícil, porque no habría tenido mucho reparo en buscar otra zona más divertida para besar, y seguramente le hubiese sacado una reacción aun más digan de ver.

Cuestión de que luego le tocó besar al señorito que parecía sacado directamente de Versalles o algo así, y la chica fue tan suave los nueve segundos que la escena casi podía pasar por el beso final de un cuento de hadas o algo por el estilo. Eso, claro, si el príncipe en cuestión no tuviese pinta de ser un estirado de cuidado.

—¡Eh! ¡Un momento! —exclamé, alzando el brazo para llamar la atención de los presentes y que pausasen el juego para que se fijasen en mí.

Me acerqué a la posición del chico con paso tranquilo, como si no acabase de parar todo un juego solo porque a mi culo le apetecía ser el centro de atención, y miré al grupillo con una sonrisa divertida.

>>Ahora todos habéis besado al castaño guapo de aquí y me ha dado envidia, que lo sepáis~

Me giré después para encarar al chico, ignorando al resto de presentes como si tan solo necesitasen saber eso de mi parte y pudiesen continuar con el juego si así les apetecía. Ni que dependiese de mí, por mucho que yo creyese que sí, pero bueno~

>>¿Puedo pedirte yo también uno, aunque sea fuera del juego~? —pedí, bajando la voz para que la conversación pasase a ser más personal—. A cambio me tomaré todos los shots que me digas, por caprichosa~

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this attention whore, i cannot control her jsjsjsjs

 

Supongo debía agradecer que la cojonuda botella hubiera decidido darme un respiro. Luego del beso del chico mantuvimos la atención en el otro hasta que tocó la siguiente dupla, y al iniciar el espectáculo escondí una sonrisa torcida detrás de la copa. Qué cosas interesantes uno podía encontrar en una fiesta de mocosos, ¿verdad?

Me quedé allí sin más, comiéndome todo el show sin nada particular en mi expresión. En cierto punto sentí una mirada sobre mí, sonaba casi sobrenatural pero era mi puta habilidad para mantener controlados los alrededores y, bueno, al parecer no relajaba el culo sin importar que llevara ya unas cuantas copas de champagne encima. Topé con la mirada oscura del otro muchacho, de cierta forma volví a sentirlo en mi boca y no hice nada en particular, sólo le sostuve la atención un par de segundos antes de regresar a la escena del juego.

Como si fuera a obviar su presencia allí.

Tras un buen rato la botella recordó mi existencia y para el peor nivel, ni más ni menos. Llegados a esta altura tampoco me importaba demasiado, hipócrita yo si me quejaba luego de haberme comido prácticamente a todos allí. Esta vez fue el turno de la que parecía un cordero entre lobos, seguía estúpidamente ruborizada por el besito de la niña punk y algo de gracia me hizo. ¿Qué clase de beso iba a ser capaz de darme si el corazón le fallaba ante algo tan insignificante?

Mantuve mi atención en ella pues porque sí, la dejé acunarme las mejillas pero, como venía siendo lo usual, mis manos no se movieron de su lugar. Como si, al final del día, nadie lo valiera. Su beso fue lo que esperaba, suave y delicado, pero tampoco me apetecía forzarme sobre una chiquilla así que la dejé ser, contando mentalmente los segundos que debíamos rellenar. En cuanto se separó, deslizó las manos hasta mi pecho y la observé en relativa seriedad en lo que se marchaba.

El mozo estuvo a punto de hacer girar la botella cuando una voz se alzó sobre el silencio general. Volví el rostro, encontrándome a la niña punk, y cuando comprendí por dónde iban los tiros esbocé una sonrisa torcida, de las de toda la puta vida. Pero bueno, que si tuviera dos dedos menos de decencia probablemente estaría revolcándome en mi necesidad de atención o algo así. ¿A qué venía el cuentito? ¿Tantas ganas me tenía la niña?

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—¡Correcto, correcto, CORRECTO! Oh, ¡no puede ser, tenemos una ganadora! ¡Un primer premio en el concurso de R-a-g-t-i-m-e! ¿¡Puedes creerlo, puedes, puedes, PUEDES!?





—¡Es asombroso, asombroso, ASOMBROSO! La mejor participante hasta ahora, LA MEJOR.

—¡Este programa se acaba, y su ganadora más premios se gana!

Luego de que le hablara al grupo se giró hacia mí, recibí sus ojos rosados y un poco por la gracia la recorrí con la vista. Bajó la voz, dirigiéndose únicamente a mí, y la puta suficiencia que debía haber en mi expresión tenía que ser insoportable. Saqué la mano libre del bolsillo, repasé la línea de su mandíbula con roces delicados y afiancé el agarre debajo de su barbilla. Le alcé el rostro sin ser brusco, le eché un buen vistazo a sus ojos y finalmente la dejé ir, regresando la mano al bolsillo.

—Me halagas —solté en tono burlón, y alcé el brazo de la copa para indicarle al mozo que girara la botella—. Pero ¿interrumpir el juego? Eso es de mala educación.

Relajé el brazo y regresé la vista a ella. Le concedí una sonrisa de mierda.

—Lo tendré en mente~

No sonaba nada mal, ¿verdad?

Para cuando me cansara de esos idiotas.

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1. Eris Tolvaj
2. Riamu Yumemi
3. Zeldryck Kasun
4. Catherine Whitman
5. Kou Shinomiya

 

Así en primera instancia, lo cierto era que no sabía que esperar del chico. No había rechazado a nadie, claro, pero una cosa era ceder por cuestión del juego y otra era por algo externo a ello, así que estaba un poco expectante por saber su respuesta. Pero luego sentí que me recorría con la vista y digamos que no haría falta mucho más para sentir que podía seguir con la tontería, cosa que me hizo bastante feliz a decir verdad.

Me gustaba que las cosas saliesen como quería~

Encima vi cómo paseaba la mano desde su bolsillo hasta mi mandíbula y una sonrisa de lo más estúpida me decoró los labios, adquiriendo la misma un tono algo más felino cuando sentí que me agarraba de la barbilla para poder mirarme a los ojos. El señorito no había tocado en ninguno de los nueves segundos a la castaña, pero ahí estaba conmigo, y me pregunté si no sería hoy mi día de suerte o algo.

Me encogí de hombros después, relajando la expresión y recuperando la diversión que me caracterizaba. Bueno, un poquito mal educada sí podía llegar a ser cuando me apetecía, pero ya se había dado cuenta solito así que no hacía falta aclararlo.

—Maravilloso entonces~

Me giré después de responderle y, vaya, ni oportunidad tuve de perder la sonrisa de mis labios porque fue darme la vuelta y que la botella se parase señalándome. Ah, ¿pero qué iba a hacer yo con tanta atención ahora~?

El afortunado fue de nuevo el otro chico y, asumiendo ya que no me rechazaría, me dirigí a su posición. Tuve que ponerme un poco de puntillas incluso con los tacones y dejé la mano sobre su hombro para poder apoyarme y alcanzar su mejilla con los labios. Sin añadirle nada más al asunto, me hice con otro shot de tequila y a esperar a las siguientes víctimas~

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Así está la lista, ahí ves tú si la mixeas o quieres que Zel siga en el puesto maldito, Insane (?
1. Eris Tolvaj
2. Riamu Yumemi
3. Zeldryck Kasun
4. Catherine Whitman
5. Kou Shinomiya

 

Mentiría si dijese que no me había decepcionado un poco ver como el chico se iba de la sala, llevándose consigo a la princesita que tenía pinta de estar ya bastante borracha. Había que ver, si es que las dejabas sin vigilancia un rato y, puf, se les iba todo de la mano. Que, en fin, no me importaba tanto que se fuesen salvo por el hecho de que el juego con tres personas muy divertido no sonaba.

Aun así el mozo siguió girando la botella, cosa que tuvo sentido porque, bueno, era su trabajo, ¿no? De repente me pregunté si se pararía a girarla aun con dos personas, o con ninguna, ya que tan dedicado parecía a su labor. Me hizo un poquito de gracia imaginármelo, la verdad.

Volviendo al salón, la botella nos señaló a la otra chica que quedaba y a mí (¡ya era casualidad!) y estuve a punto de acercarme, a pesar de todo, cuando noté al castaño bajándose un trago de vodka así por amor al arte. Eh~ Qué curioso.

Él también salió, así que solo quedábamos la chica y yo. Caminé hasta quedarme enfrente de su cuerpo y no tardé mucho en enterrar la cabeza en su cuello, dejándole un par de besos antes de deslizar la lengua por la zona. Bueno, había que aprovechar nos habíamos quedado solas, ¿no~?

—Un placer, linda, pero creo que me esperan~ —murmuré tras separarme, llevando la mano hacia su cabello para acariciar con un par de dedo un mechón de los blancos—. ¡Me gusta tu pelo por cierto! A ver si nos vemos por ahí~

Me despedí así de ella y me tomé otro shot de tequila, un poco porque me apeteció más que nada, antes de salir del salón.

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Gabi: venga, ri-chan, que tienes una cita
also Gabi: pero antes cómete a esta señorita no sé

 

Alisha se mantuvo al margen de las negociaciones, en sí digamos que era normal teniendo en cuenta que el negocio grande del dinero de la sukajan lo había tirado Kurosawa y en sí la jodida cabrona de mierda tenía confianza en su capacidad, estaba segura de que me iba a arrastrar y con ello tendría una buena pasta entre las manos, además de la pura satisfacción de lograr la estupidez de arrastrarme. Sería como si le hubiese dado la hierba de gratis.

El orgullo me iba a dejar sin un cinco cortado a la mitad.

Podría recuperarlo en la semana si lo perdía, lo sabía bien, pero la idea era no perderlo y llevarme más pasta todavía, porque ya había invertido más de lo que quería en ese trío de hijos de puta.

De cualquier forma ya me había metido hasta el cuello, si quería salvar el pellejo tenía que haberme ido a la mierda desde el segundo en que topé con ellas en la entrada y ya. Eso cualquier imbécil lo sabía, al final si terminaba jodido tampoco habría muchas otras personas a quienes culpar más que a mí mismo, cosa que no era nueva así que un poco igual sí que daba.

Alisha acabó por montarse el numerito con Kurosawa, apagó el porro y se le fue encima para comerle la boca, cosa a la que la otra obviamente no se negó. No tenía idea de cómo mierdas había terminado de voyeur, pero estaba dentro de las opciones también, quiero decir estaba aquí jugando al fetch con una de las cabezas del guardián del Inframundo.

Iba a quedarme sin un brazo, joder.

La rubia se separó y sentí la mirada de Shiori encima, midiendo reacciones aunque no debía encontrar en sí la mayor cosa, al menos todavía tenía suficiente sangre en la cabeza correcta para pasar de sus mierdas un rato. Sus ojos se afilaron casi como los de un gato, me recordó un poco a Akaisa por un segundo, y siguió los movimientos de Welsh hasta mi posición.

Solté el aire despacio cuando la idiota se me colgó al cuello, recibí el cigarro entre los labios y la cabrona se puso a meter mano, quiet literally; acabó sacando el mechero del bolsillo para encender el porro. Le pegué un jalón breve que me sirvió al menos de distracción para no descojonarme y me lo quité de los labios unos segundos. Acababa de regresármelo a la boca cuando sentí la siguiente movida de la jodida salida aquí presente.

Se me erizó la piel, ¿qué coño iba a hacer con las respuestas automáticas de por sí? Ya bien visto estaba que no era de piedra. Pero aunque pretendí controlar el desastre una sonrisa de mierda, de las que les había visto a los lobos más de una vez, se me formó en los labios y cuando solté el aire contenido acabó por ser un suspiro prácticamente.

Cuando terminó el espectáculo me regresó el mechero al bolsillo y regresó la atención a Kurosawa, que seguía en su putísima salsa aunque se quedó allí, mirando. Estaba leyéndome, ¿no? Leyendo por qué mi personalidad retraída había acabado por acercarse a personalidades abrasivas, ya fuese por amistad, negocios, cualquier mierda.

—Seguro si no nos dieras la pasta a los camellos tendrías el dinero para pagarme hoy mismo, Ali-chan, ¿pero quién soy yo para hablar si literalmente dependo de que sigas metiéndote droga en el cuerpo? —Una verdad a medias, no dependía solo del dinero que sacaba de eso. Que lo dijeran los otros negocios paralelos y el dinero que se sacaba mi padre del bolsillo cada mes, pero por la gracia—. En fin, lindo show~

Bueno, ¿qué cojones?

Siempre había sabido que era un grano en el culo, pero parecía que hoy quería coronar.

Pasé bastante del asunto en rasgos generales, me moví para tomar el vaso que había dejado en una mesilla cercana e inicié el camino al salón, me desvié la cocina un segundo para rellenar el vaso de agua nada más. Noté la mirada de Akaisa encima, acababa de abrir la puerta asumía que cuando Welsh estaba en medio de su teatro o lo que fuese.

—Me alegra ver que se divierten, idiotas —dijo para los tres, me pareció que Kurosawa evitó su mirada adrede pero en sí me dio igual.

—Podría decirse lo mismo. —Tuve que tragarme la gracia—. Lástima que no me interesa demasiado.

Una vez en el salón Shiori se adelantó, apoyó la cintura en la mesa de bebidas y le sonrió a Alisha como si nada. Aproveché el intermedio para lanzar el saco en el sofá luego de bajarme un par de tragos de agua.

—La última copa que me serviste sabía bien, ¿qué habías dicho que era? ¿Una margarita? —dijo de nuevo con el airecillo infantil aquel.

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Cayden lleva la mitad de la noche horny af y me estoy riendo mucho (??

se me paSÓ ETIQUETARTE GABI sos

 

—Supongo que tienes razón, redhead, ¿pero cómo puedo dejar de gastar el dinero en algo que me hace sentir tan bien? Sería todo un desperdicio~

Le eché un simple vistazo por encima del hombro, guiñándole el ojo cuando recalcó lo del show, y seguí el camino hacia el salón después sin decir nada más. No era como si me gastase el dinero solo en maría, a decir verdad, pero teniendo en cuenta que todo en lo que lo invertía era por una adicción estúpida u otra, pues su punto seguía siendo válido.

Más bien agradecía que me lo estuviese gastando solo en hierba y no en algo peor, como podía haberse dado el caso si, no sé, me hubiese seguido juntando con Eris estando mal con Joey o algo así.

Al final dejé los tacones por ahí, porque de todas formas la jodida mansión estaba llena de alfombras de los más suavecitas, pero sí que me llevé el bolso conmigo por... si necesitaba algo de su interior, nunca se sabía~ Saludé a Katrina con la cabeza y una sonrisa ligera, pero no añadí nada más porque poco me interesaba meterme con ella en ese instante, de ninguna de las maneras. Si se lo estaba pasando bien, pues bien por ella~

Tiré el bolso al sofá también y me acerqué a la mesa de bebidas junto a Shiori, alzando un poco las cejas mientras echaba un vistazo a las botellas que quedaban. Si ella decía que le había preparado un margarita, tomaría su palabra, porque por mi parte no recordaba una mierda de lo que le había hecho antes de llevármela a la cama. Aun así fingí bastante bien el hecho de no tener ni puta idea, le sonreí asintiendo con la cabeza y cogí lo correspondiente para poder preparárselo.

Le extendí la copa con el contenido ya servido y, aprovechando que había una botella de tequila abierta a apenas unos milímetros de mi cuerpo, pues decidí tomarme un shot directamente de la misma, con todo el proceso de la sal y el limón añadido.

>>¿Tú vas a querer algo, handsome?

Había dicho que había bebido ya bastante, ¿verdad? Bueno, pero un poquito más no le haría nada malo, salvo, quizás, bajarle un poquito más las defensas para mi beneficio~

 

En sí tampoco había que tener una mente digna de la NASA para saber que eran las adicciones las que movían las grandes cantidades de dinero del mundo, drogas lícitas o no. Un montón de estúpidos nos aprovechábamos de eso y otro montón de imbéciles se aprovechaban de nosotros también, así funcionaba el mundo de sombras, era imposible negarlo, por eso estaba casi seguro de que había firmado mi sentencia de muerte hace unos minutos.

—Por mí como si me quieres tirar todo el dinero encima.

—Para no tener cara de matar una mosca juegas a cosas peligrosas, ¿no, senpai? —escuché que preguntó Kurosawa con cierta diversión en la voz.

—Podríamos decir lo mismo de ti.

En respuesta soltó una risa nasal, recordó un poco más a un bufido ciertamente, pero ya que se estaba divirtiendo a mi costa que se aguantara y se jodiera. Era amigo de su hermano, tenía la promesa de mierda de Shimizu por en medio de cuidar de la chica, pero no por eso me iba a comer sus juegos así de puro gusto; habían límites para el carácter de todo el mundo, el mío no era una excepción.

Shiori acabó por recibir la bebida por parte de Alisha, le dio un trago antes de dirigirse hacia el sofá donde habíamos lanzado las cosas y dejarse caer sin pista alguna de delicadeza. Cuando regresé la vista a Welsh la estaba pegándose el shot de la botella y luego me habló.

—Me bebí hasta el agua del florero, gracias —respondí dándole un trago al vaso de agua que me había traído al pasar por la cocina y giré sobre mis talones para ir a sentarme sobre el brazo del sofá. Eché la cabeza en el respaldar y sentí que el cabello se desparramaba encima—. Pero no necesitas bajarme los filtros a punta de alcohol, ¿no? Porque si fuese el caso perdiste esa oportunidad, así que vas a tener pensar nuevas opciones.

 

Ganásemos o perdiésemos aquella estúpida apuesta, la verdad es que no me iba a importar mucho teniendo en cuenta que solo con el proceso ya me lo estaba pasando de puta madre. La respuesta del chico me pilló con la botella de nuevo en la mesa y el cigarro a medio consumir de nuevo en mis labios; y aun con la boca ocupada, la carcajada que me sacó fue bastante sonora.

—Qué problema, parece que me he encontrado con un chico de lo más listo que cree que se sabe todas mis movidas. What am I gonna do~? —no tuve ninguna intención de esconder la ironía de mis palabras, claro, y seguí fumando sin inmutarme en lo más mínimo—. Tranquilo, no necesito emborracharte para conseguir lo que quiero. Ni que fuese un hombre~

Lo recorrí con la mirada desde mi posición, sin haber perdido ni una pizca de confianza en mi misma para poder conseguir el objetivo. El alcohol hubiese facilitado la tarea, claro, pero solo eso, no era nada imprescindible.

Acabé por fin el porro, habiéndome tomado mi tiempo para disfrutarlo hasta el último segundo, y dejé la colilla ya apagada por ahí sin importarme absolutamente nada. Me hice con otra botella, en aquella ocasión de vodka, y le di otro trago importante antes de acercarme al sofá dónde estaban ambos. Le dediqué una sonrisa a Shiori cuando los alcancé, llena de complicidad, y me senté en el hueco libre al lado de Cayden con cuidado.

Deslicé un brazo por sus pierna, en un movimiento vago que casi podía pecar de inconsciente, y después de un rato dejé caer mi cabeza sobre su regazo. Utilicé un brazo a modo de apoyo, el pelo se desparramó hacia abajo por sus rodillas y comencé a hacer dibujos aleatorios con el dedo índice sobre el dorso de su mano libre.

>>Cayden~ —murmuré, arrastrando las sílabas como si estuviese saboreándolas—. Lindo nombre. ¿De dónde viene? No he reconocido tu acento hasta ahora, sorry~

 

Se carcajeó, obviamente, raro hubiese sido si no en realidad y no le respondí solo porque no se me apetecía andar perdiendo tiempo. Me movía en la calle, no era que pretendiera sabérmelas todas, pero nada que hacerle pasaba viendo en los putos pandilleros con sus jugadas de mierda, había tenido que meter la nariz con Arata en algunas cosas raras un par de veces, y luego estaban las jodidas gyarus.

Igual como ya había pensado la cabrona confiaba en su habilidad, el trago hubiera sido solo por la gracia posiblemente pero mejor prevenir que curar. Tampoco iba a defender a todos los que habíamos nacido con polla, si había un alto porcentaje que merecían estar bajo tierra o pudriéndose en la cárcel, había que ser muy retrasado para ir a agarrarse de ese comentario.

Me libré por lo menos de ver la sonrisa que le tiró a Kurosawa, que obviamente le regresó desde su lugar, solo la noté ocupar el espacio a mi lado y pronto sentí su tacto. Inhalé aire despacio, tratando de mantener la tensión lo suficientemente a raya para seguir con el puto teatro. Echó la cabeza en mi regazo y no fue hasta que sentí el tacto en el dorso de la mano que despegué apenas la cabeza del respaldar.

¿Algo de atención para mi culo de attention whore? La jugada tenía su gracia.

Se me escapó una risa nasal y aproveché para darle otro par de tragos al vaso antes de arreglármelas para estirar el brazo, dejándolo en el suelo. Cuando regresé a mi posición me incliné apenas sobre ella, el cabello siguió el movimiento e hizo algo de sombra en mi rostro, lo suficiente para oscurecerme los ojos.

—Guess what, blondie. It's Irish —respondí en voz baja y regresé la espalda al sofá. Sentí la mirada de Kurosawa encima, por una vez en todo el rato no tenía aquella doble intención de mierda y me tuve que aclarar—. Irlandés, Kuro-chan.

—Hablas japonés como nativo —dijo bajándose otra parte de la margarita—. Al menos no se te nota el acento hasta que te tocan los huevos, quiero decir.

—Porque soy japonés en los papeles, nací aquí. Luego el cerebro me pone a traducir y se nota, pero ya lo dijiste es cuando me tocan los huevos. —Miré a Alisha de reojo—. El Sakura está lleno de americanos.

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te juro que estaba acostada y me levanté para responder esto JABDJES

 

Entorné la mirada al recibir la suya, ensanchando un poco la sonrisa al notar el tono oscurecido que había adoptado debido a la sombra de su pelo. Se veía un poco más amenazante, eso tenía que dárselo, pero su carita de no haber roto un plato en su vida seguía bastante presente y perdía parte del efecto. Tampoco era como si yo me fuese a intimidar por algo tan simple como eso, la verdad.

Mientras hablaba con Shiori deslicé los dedos hacia arriba, pasando a centrar las caricias en parte de su brazo, y le dediqué una sonrisa suave cuando volvió a mirarme de soslayo.

—Is it? —pregunté, sin subir el tono de voz en ningún momento, e hice una mueca con los labios al adoptar un gesto pensativo—. Yo solo conozco a otros dos... ah, no, creo que a tres. Pero ninguno es como yo~

Me erguí, subiendo ambas rodillas al sofá para usarlas de apoyo, y pasé un brazo por encima del respaldo del sofá, a un lado de su cabeza, comenzando a jugar con un par de mechones rojizos entre mis dedos. La otra mano acabé por deslizarla hasta alcanzar su cuello y comencé a repasar las facciones de su rostro con las yemas de los dedos, en un movimiento vago.

>>Parece que Irlanda también tiene chicos muy guapos, eh~ —murmuré, pasando el índice por su labio inferior y buscando su mirada en ese mismo instante—. Nada que envidiar a los ingleses~

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Y yo me he despertado, he cogido el portátil y directo a postear aquí wow we love messes

 

No era que yo fuese la carta maestra para intimidar a nadie, vamos, si tenía cara de mocoso y era un jodido palo de dientes. Mi especialidad no era esa este universo, posiblemente tampoco lo era en cualquier otro, ese trabajo de mierda era trabajo de cabrones como Shimizu, incluso la misma Yuzu con su cara de princesa que no le tocaba un pelo a nadie, te descuidabas un segundo y te metía una navaja hasta el pulmón.

Aún así habían manías de la calle que se pegaban como la puta gripe, nada que hacerle.

Tan siquiera podía decirse que estaba terminando por habituarme al tacto de la idiota aquí presente, lo que terminaba de cavar mi tumba pero también me libraba de a poco de la tensión, así que me regresaba ligeramente los cinco sentidos, todavía algo embotados por el rescoldo de alcohol que tenía encima claro, pero aún así ya era algo. Pude aflojar los músculos ya sin tener que hacer tanto esfuerzo consciente y aunque sabía que a la estúpida le daba igual porque su objetivo era uno solamente, bueno, era posible que quedara curado de por vida. Era probable que acabara de desaparecer la reacción a su tacto a punta de terapia de choque.

Mantuve la mirada en ella cuando sentí que deslizaba la caricia hacia el brazo y si era muy honesto, la verdad es que me estaba dando más sueño que cualquier otra cosa.

—Cinco, contándote a ti y por apellido de otra, posiblemente seis —añadí echando la cabeza de nuevo sobre el respaldar y noté que Kurosawa regresaba a su modo voyeur, por discreto que fuese, siendo que no era que nos tuviera la mirada encima directamente—. Y puedo testificar que todos están igual de salidos que tú incluso si no son igual de mano suelta, así que si esto fuese un juego de encontrar las diferencias no hay mucho que buscar.

La única que se salvaba era Liza, honestamente, ¿pero el resto? Akaisa, Sonnen y Mason, uno salido de mierda y dos confianzudos, posiblemente igual de jodidos pero no resaltaban por eso en particular. Igual era que todos los extranjeros eran así, qué iba a saber yo, lo único que tenía claro era que Tolvaj estaba más loca que cualquiera de estos tres.

Alisha siguió con sus mierdas, su tacto pasó al cabello, al cuello y al rostro. Se me escapó una risa floja por el comentario y el resto de la estupidez, mira que eso de andarle tocando la boca a la gente no debía ser muy normal ni para los que no tenían problemas con el contacto.

—Lástima que el que te fuiste a encontrar salió así de amargado, ¿no?

Me tragué la gracia y seguí, no sé, vendiéndole mi alma al demonio o algo del estilo porque estaba subido en el tren a medias. El caso fue que incliné apenas la cabeza, acentuando la caricia en mi cabello un poco porque sí, como un gato.

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yo sigo sin saber qué coño pasa aquí pero

 

La verdad es que a esas alturas no sabía si reírme por la gracia que había soltado o por el hecho de que se pegó más a mi mano como si fuese un jodido gato o algo, pero la cuestión es que un poco de gracia me estaba haciendo toda la situación y acabé por reflejarlo soltando el aire por la nariz, casi con mofa.

Aunque tenía que darle la razón en algo, en lo que de éramos todos unos salidos. Es decir, por mi parte conocía a Katrina y Maze, y aun con todo lo sucedido estaba segura que este último era otro mujeriego así que se confirmaba la teoría. Luego estaba la florecilla, que tenía un acento americano que te cagabas, y supongo que era la excepción que confirmaba la regla o algo así.

Igual poco me interesaba los otros que él pudiese conocer, la verdad sea dicha.

—¿Amargado? Para eso ya tenemos al alemán, cariño.

Pasé una pierna por encima de las suyas, sentándome en su regazo aunque intenté no echarle todo el peso encima, y bajé la mano que había estado repasando su rostro hasta el cuello. Ladeé la cabeza hacia el lado contrario, dejando que la melena siguiese el movimiento, y le sonreí con ese brillo felino una vez más.

>>¿Y sabes qué? Hasta ese ha acabado cayendo~

Bueno, se suponía que había decidido tener la mínima decencia de no ir contándolo por ahí, teniendo en cuenta la situación en la que esa comida de boca se había dado, pero con todo lo que me había metido ya en el cuerpo, mucho era que no estuviese siendo más explícita. De cualquier modo, tampoco le di mayor importancia en ese momento, y me incliné apenas terminé de hablar, empezando a dejar besos por su mentón hasta acabar hundiendo la cabeza en la curvatura de su cuello.

Un poco lo sentía por andar ignorando a la pobre Shio-chan de esa manera, pero mira que se lo merecía por haberme metido en ese lío, también sea dicho~