One-shot Sake

—M-Mi sake… ¡Mi hermoso y amado sake! — gritó con espanto una voz masculina.

—Meito, ¿qué ocurre? — Meiko se le acercó, su hermano parecía sumamente desesperado.

—No hay sake, Meiko… ¡No hay! — la mayoría de las cosas de la nevera se encontraban afuera, parece que Meito había entrado en pánico al no encontrar ninguna botella.

—Ay, hermanito… Siempre tan ingenuo — suspiro y le dio un par de palmaditas en la espalda — Guarde un par en el congelador, observa — le dijo con orgullo mientras abría el congelador.

—Meiko, ahí no hay nada — respondió el otro simplemente.

—Lo sé, soy un genio… Espera, ¿¡qué!? — miro de inmediato, y como el castaño había mencionado antes, allí no había nada, hubo un momento de silencio entre ellos — ¡Meito, no hay sake! ¡No hay! — gritó desesperada la mayor.

—¿Qué haremos ahora? — cuestiono el otro de inmediato.

—Alguien debe tenerlas — aseguro, Meito estuvo a punto de replicar pero Meiko hablo nuevamente — No te las has tomado tú ¿verdad? — él negó con la cabeza — Lo sabía, hay alguien que lo hizo y lo descubriremos.

—Pero…

—¡Vamos, Meito! — ciertamente la investigación de los hermanos Sakine no tenía ningún orden en particular, así que decidieron entrar a la habitación que se encontraba más cerca, que resulto ser la de Kaiko y Kaito Shion, Meiko abrió la puerta sin ninguna piedad.

—¡Kaito! — le grito cuando lo vio, este solo la miro con curiosidad.

—¡Hola Mei-kun! — saludo Kaiko alegremente.

—Eh… Hola Kaiko — le dijo de vuelta, para simplemente acercarse a su hermana sigilosamente — Hey hermanita, no creo que hayan robado el sake… Tan solo míralos — le susurro, los dos de cabello azul compartían un bote de helado.

—¡No seas débil, Meito! Todos son sospechosos… ¡Todos! — parece que a la amante del sake le había afectado en sobremanera todo esto — Kaito, Kaito, Kaito… ¿Dónde está el sake? ¡Sé que lo tienes! — golpeó la mesa que tenía al frente.

—Mei-chan… ¿De que hablas? Yo ni tomo sake — Kaito parecía totalmente confundido ante la actitud de su compañera – ¡A menos que sea en forma de helado, claro! — menciono con gran alegría.

—Oh, Kaito-nii nunca he probado ese helado — le dijo Kaiko, Meiko suspiro y se acerco a Meito.

—Definitivamente no son ellos — le murmuro.

—Te lo dije — susurro de inmediato, los habían dejado un momento solos y los hermanos Shion ya se habían enfrascado en una conversación sobre el dichoso helado de sake.

—Bueno, sigamos preguntando ¿no? — suspiro.

—Me gusta tu optimismo. No lo comparto, pero me agrada — le sonrió Meito.

—¿Qué quieres decir? — preguntó.

—Meiko, Kaito dijo algo bastante… Cierto — dio una pequeña pausa — Prácticamente somos nosotros los únicos que tomamos sake… Entonces, ¿por qué alguien tendría nuestro sake? — era una pregunta realmente difícil de responder.

—Creo que… Tienes razón — se resigno finalmente — Vayámonos de aquí.

—Por cierto, Mei-chan… — le llamo la atención Kaito — Creo que vimos una lata en la sala ¿no, Kaiko? — ella asintió. Meiko no tuvo tiempo para reclamar el porqué no había dicho eso antes.

Meiko se percató que Kaito dijo “una lata” ¡Una! Si no se apuraba, Meito la tomaría. La castaña comenzó a correr, pero su querido hermano le llevaba un par de pasos de ventaja .

Cuando llegaron a la sala, Meito tomo la lata de sake, para luego alejarse de Meiko rápidamente.

—No te acerques — le advirtió.

—No te atrevas a hacerle algo a la lata — se miraron desafiantes, ella estaba totalmente segura de que él no podría hacerle algo a la lata, así que corrió para tratar de quitársela, la sorpresa de ambos fue grande cuando a Meito se le resbalo el sake y este se cayó por la ventana

—¡Meito idiota! — gritó Meiko, y sin previo aviso, los dos comenzaron a correr, quien llegará primero abajo se llevaría el amado sake. Lamentablemente iban demasiado igualados y no parecía que ninguno ganaría.

Cuando salieron de la casa, se comenzaron a dirigir al jardín que fue donde el sake había caído. Ellos llegaron en el perfecto instante para ver como la aplanadora de ciertos gemelos aplastaba sin ninguna piedad la pequeña e indefensa lata.

—¡Noooooooooooooooooooo! — gritaron al unisono.

—¿Q-Que sucede? — pregunto Rin, Meito le hizo una seña, dándole a entender que no le tomará importancia. La rubia le resto importancia para después irse de allí. Meito suspiro con fuerza y se sentó en el césped, Meiko se sentó a su lado.

—¿Crees que si lamo el suelo me verán extraño? — preguntó Meito.

—Si lo hacemos los dos, seguro no será tan extraño — compartieron una mirada por unos segundos para luego comenzar a reír fuertemente.

***​

—Meiko — La llamo luego de un tiempo.

—¿Mmm? — Se limito a responder.

—¿Y si vamos a comprar sake? — Ofreció Meito.

—Suena bien — Acepto Meiko.

Contenido oculto: Notas de autor :3

Hola hola ♥
Estoy un poco apurada así que no puedo decir demasiado.
Esto es para la actividad frasemanía.
Frase: Me gusta tu optimismo. No lo comparto, pero me agrada.
Alguna falta de ortografía, avisenme :D
Gracias por leer ♥♥♥