Yamagata Sakata

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La ciudad de Sakata es parte de la Prefectura de Yamagata.
Una ciudad pequeña con un puerto enorme; es por ello que tiene mucho movimiento marítimo; su comercio es básicamente pesquero.

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Gobierno:
No tiene regente; pero hay un cuartel militar construido para la protección de la ciudad.

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Locales:

Shukusha
Casa de Armamento
Clínica
Comercio de alimentos: Comida variada
Comercio de pescados: Puedes vender pescados si tomas un barco y cazas
Cuartel: Es un sitio al cual ciudadanos o visitantes no tienen acceso, sólo está destinado para la guardia de Ibaraki y ciertos guerreros especiales.

 

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El rol de Aoi proviene de Sado​

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Puerto
[Aoi; Wu]

Habían salido de Sado, y los remos los habían traído hasta el puerto de Sakata, en la prefectura de Yamagata; los dos asesinos que remaron hasta allí bajaron del bote para reabastecerse y descansar; pasando un poco el tiempo, Wu y Aoi salieron de su escondite para estirar las piernas y pasar desapercibidos en aquella ciudad.

—Sakata...—dijo mirando el puerto —... ciudad de saqueadores—dijo ante Aoi —Enviaré una misiva para informar de la misión fallida; y veré los detalles de nuestro siguiente movimiento; por ahora puedes pasear por la ciudad, nos veremos al anochecer en el comercio de alimentos

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Ayeah me falta agregar en tu ficha la manutención por día

 

Aoi Nobunaga.

Cuando finalmente salieron de su escondite Aoi estiró los músculos y tomó una gran bocanada de aire con aroma a sal. Una sonrisa se deslizó entre sus labios por unos instantes y asintió a su maestro.

- Al recreo pues. - Respondió, ligeramente divertida.

Observó su entorno y comenzó a caminar sin rumbo por las calles, no sin antes arreglarse el cabello de modo que cayera de forma natural sobre su ojo oscuro, dejando libre el de tonalidad más clara al guardar su parche en el bolsillo. Arregló sus ropas dándoles un aire más provocativo y vistió su rostro con una expresión amable e inocente.

Sabía que así llamaba más la atención pero si se metía en líos esperaba que aquel aspecto dificultara relacionarlos con su persona.

Sus pasos la dirigieron hacia una edificación (casa de armamento), el aroma familiar del metal hizo que entrara sin pensárselo demasiado, necesitaba nuevas armas arrojadizas.

Contenido oculto: offrol

Tengo curiosidad por ver qué hay ahí xD.

Manutención de Aoi:
5 acomodado x6= 30 monedas al día (té, pescado; estadía en un Shukusha[hostal])
[bien alimentado +1 fuerza] [descansado]

 

Casa de armamento
[Aoi]

Al entrar; Aoi se encontró con un hombre frente a un cadáver; lo estaba arrastrando cuando Aoi llegó. El hombre levantó la vista y observó a la mujer, sonrió como si aquello no fuera nada; dejó caer los pies de cadáver y se acercó a Aoi.

—Una hermosa señorita — dijo sin reparo —¿Busca algo en específico?

El hombre vestía de un fuerte color esmeralda y parecía cargar consigo una flauta de bambú.

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Ayeah

 

Aoi Nobunaga

La escena sorprendió a Aoi durante una milésima de segundo pero si el hombre había decidido ignorar aquel cadáver ella no iba a ser quien llamara la atención al respecto.

Pasó con cuidado de no pisarlo y sonrió al individuo.

- Busco armas arrojadizas.- Explicó, echando un vistazo a su alrededor. No contaba con demasiado dinero por lo que esperaba poder negociar un precio aceptable.

 

Casa de armamento
[Aoi]

El hombre sonrió —Si claro...— dijo mientras buscaba entre aquel sitio al que evidentemente no estaba acostumbrado; tardó un poco pero le mostró las kunai que había encontrado —cincuenta monedas cada una

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Ayeah no tienes la habilidad de comercio; pero no por ello puedes perder la oportunidad de comerciar; tira un dado de 20 caras; si superas al que yo tiraré en este post puedes obtener una a mitad de precio y así consecutivamente (digamos, que si ganas en este, al siguiente post puedes volver a intentarlo para bajar la cantidad aun mas, o incluso sugerir tu propio intercambio)

 

Aoi Nobunaga.

Observó al hombre desenvolverse con torpeza hasta dar con los kunai que le interesaban, era un precio aceptable pero ella apenas llevaba dinero encima por lo que decidió tratar de sacar alguna ventaja de la situación.

Paseó la vista del cadáver de quien con casi con total seguridad era el verdadero dueño del lugar al hombre de la flauta de bambú y sonrió con fingida timidez, cubriendo sus labios con la manga como si tratase de ocultar un repentino rubor.

- Él me los vendía a 25...- replicó, en un suave ronroneo.

Contenido oculto: offrol

Los dados me odian, siempre dejándome al borde de conseguir las cosas xD.
Doy por hecho que solo tengo el dinero de la asignación de un día así que me tendré que ir sin armas T.T

 

Casa de armamento
[Aoi]

Aquel sujeto soltó una carcajada para después recargar sus codos en la mesa de madera que ahora los separaba —Y por eso ahora está muerto —sonrió —seguro sus precios bajos lo mataron de hambre —Bajó sus brazos de golpe —Linda ¿A quién tratas de engañar? —llevó una de sus manos al pecho —Toda mi vida he estado en este puerto, y jamás había visto tu rostro; créeme, lo recordaría —clavó una kunai en la mesa —Cincuenta monedas

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Ayeah

 

Aoi Nobunaga.

Se encogió de hombros y dejó caer su máscara de inocencia y para dedicarle al hombre una sonrisa torcida, esta vez sincera.

- ¿Y si a cambio te ayudo con ése?- Inquirió, inclinando la cabeza hacia el cadáver que yacía en el suelo ajeno a la conversación. - No tengo tanto dinero pero estoy segura que, dadas las circunstancias, podemos llegar a un acuerdo.

El tipo parecía peligroso pero, por algún motivo, a la joven le cayó simpático por lo que la sonrisa de Aoi se tornó genuína y un ligero rubor ascendió a sus mejillas.

Contenido oculto: offrol

Tiro dado porque yolo. Ni yo se lo que estoy intentando xD

 

Casa de armamento
[Aoi]

Miró al sujeto en el suelo y soltó una risa seca —No soy bueno en los acuerdos —volvió la vista hacia Aoi — dime; ¿De dónde vienes? ¿Qué buscas en este pueblo tan sucio? Talvez yo pueda ayudarte sin que pierda dinero haciéndolo.

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Ayeah

 

Aoi Nobunaga.

Decidió ser sincera con aquel tipo, al menos en la medida de lo posible sin dar demasiada información.

- Vengo de Sado.- Respondió.- Y me parece que estaba claro que busco un arma.- Añadió en tono irónico, enarcando una ceja.- Es peligroso para una joven caminar sola y desprotegida con los tiempos que corren.

Se acercó ligeramente al mostrador y se apoyó sobre el mismo haciendo un puchero.

-Y yo estoy muy, pero que muy desprotegida.- Se llevó una mano a la frente de forma teatral y dedicó un guiño a su interlocutor. - ¿Sabrías cómo puedo conseguir algo de dinero rápido? A fin de cuentas, es para ti.

 

Casa de armamento
[Aoi]

—¿Sólo buscar armas? ¿¡En Sakata!?—negó —No hay buenas armas aquí; puro desperdicio de metal — la miró hacer el puchero y sonrió aun mas, sus dotes histriónicos exagerados le parecían bastante cómicos —Una mujer no debe preguntar como hacer dinero rápido en un puerto como este — se acercó a su rostro — Tu no estás desprotegida, y si buscas estar mas armada de lo que ya estás es que buscas peligro —afirmó — Hay una embarcación en puerto; piratas —aquel sujeto no parecía parar de cambiar su forma de sonreír, de burlona a pícara, de simple a inocente; pero la que ahora había colocado era algo macabra —Y ellos tienen mucho oro. Podrías traerme un poco.

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Ayeah

 

Aoi Nobunaga

Sus ademanes desaparecieron tan pronto como escuchó aquella información y un brillo de codicia iluminó su mirada antes de volver de nuevo a su habitual máscara completamente neutra.

Aquello sonaba muy, pero que muy interesante. Iría a echar un vistazo y decidiría allí mismo si merecía la pena el riesgo.

Se volvió ofreciéndole su espalda en un alarde de confianza y voló hacia la puerta del local en silencio, deteniéndose en el umbral para dedicar una última mirada al hombre.

- Veré lo que puedo hacer.- Añadió, con una sonrisa de medio lado que hacía juego con la de su informante antes de desaparecer en el bullicio de las calles.


Aún tenía algo de tiempo antes de reunirse con su maestro, por lo que decidió acercarse al puerto y buscar a los mencionados piratas. Por suerte sus dotes de rastreo eran bastante buenas.

 

Puerto
[Aoi; Jinrai]

Aoi utilizó su rastreo; no le fue tan difícil dar con el barco en cuestión; pero no sería sencillo ingresar, o al menos no lo sería para alguien sin habilidades como las tuyas. Sería muy fácil entrar a aquel sitio, había pocos hombres a bordo por lo que se podía ver del exterior y en su mayoría estaban cubriendo la borda, descuidando el ingreso por mar.

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El mar, era allí dónde radicaba el problema; Aoi sabía nadar pero no lo sabía hacer con tanta delicadeza, del mismo modo que escalar. Tendría que recurrir a estas habilidades para poder ingresar al barco.

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Ayeah
Si quieres entrar debes tirar un dado de 15 caras y que sea superior a 15; si fallas caerás al agua y te escucharán
Si no quieres ingresar por este método, puedes intentar otro método creativo, pero seguramente también requerirás tirar dados.

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Puerto de Sakata
[Kirara; Shinko; Jinrai]

Jinrai se reunió nuevamente con Kirara y Shinko, dándoles sus nuevas ropas para ocultar las propias. Era momento de seguir con su misión.

 

Aoi Nobunaga

Observó el barco con sumo interés, no parecía una misión tan complicada sigilosa como era ella por lo que se armó de valor y decidió entrar por babor, deslizándose sobre el cabo que amarraba el barco al puerto.

Tan pronto sus pies se posaron sobre el mismo fue consciente de la terrible idea que acababa de tener. El sol brillaba con fuerza y cualquiera podría verla por lo que, algo que en la noche hubiera sido sumamente sencillo, se complicaba ahora con la necesidad de hacerlo a toda velocidad para que los hombres de cubierta no reparasen en su presencia.

Aceleró el paso, tratando de correr sobre aquella inestable superficie cuando sus dedos tropezaron en un fragmento especialmente resbaladizo por el agua.


¡¡SPLASH!!


El ruido de su cuerpo al romper la superficie helada del mar se escuchó por todo el puerto. Con una sonora maldición sacó la cabeza del agua y, buscando una rápida excusa para justificar lo ocurrido, comenzó a gritar.

- ¡¡Auxilio!! ¡¡Al ladrón!!- Exclamó, llamando la atención de todos a su alrededor. - Ese hombre me ha empujado al agua y me ha robado. ¡Qué alguien lo atrape!

Señaló a ninguna parte con una mueca de disgusto reflejada en su rostro mientras chapoteaba enloquecida esperando que su charada surtiera efecto.

 

Puerto
[Aoi]

Los hombres a bordo escucharon el sonido del agua pero no se separaron de sus posiciones; pero Aoi logró escuchar a alguien mas brincando al agua mientras todos en puerto ignoraban sus gritos.

El joven nadó hasta llegar a Aoi para sujetarla y ayudarla a nadar a la orilla.

—Lamento que no pudiera perseguir al ladrón, no pude verlo — dijo aquel niño, no podía superar los dieciséis inviernos —Pero al menos pude ayudarte a salir del agua

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Ayeah

 

Aoi Nobunaga

Tras ver que nadie le prestaba atención la tensión en su cuerpo disminuyó hasta que sintió al joven tirar de ella.
Le dedicó una sonrisa agradecida y se dejó impulsar hacia tierra firme, desde donde oteó el barco para captar la indiferencia total de todos sus ocupantes.

Una vez sobre la calzada se permitió un largo y pesaroso suspiro.

-¿Qué voy a hacer ahora? - exclamó de forma lastimera.- Mi señor me matará cuando sepa que perdí su dinero.

Ahogó un sollozo con las manos, sin molestarse por escurrir su ropa ni su cabello, que caía en cascada sobre su ojo más llamativo.

 

Puerto
[Aoi; Shinko]

Shinko la observó llorar sin saber que hacer —Lamento por lo que ha pasado, yo...

—¡Hey!— se escuchó una voz, era femenina pero no cuadraba con el caminar masculinizado de la silueta que se acercaba a ambos —No te dejes engañar— dijo hacia el joven para darle un golpe leve en la nuca, para después mirar hacia Aoi.

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—Si te han robado es por tener guardia baja en un puerto como este— mencionó ante Aoi mientras jalaba al pequeño del brazo y le devolvía su katana para que este la guardara —Recomiendo que seques tu katana; el agua salada no es buena para su filo.

La mujer jaló al niño el cual siguió su paso mientras se alejaban de Aoi.

A su lado pasaba el mismo joven que Aoi había encontrado en la casa de armamento, iba tocando su la flauta tranquilamente; lentamente se fue acercando a Aoi —Entonces... te caíste al agua —sonrió

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Ayeah