El cañón de la pistola llenó su visión. El hocico, negro y brillante, sólo prometió la muerte. Levantó sus manos temblorosas en una súplica muda de piedad, pero antes de que tuviera tiempo para completar el gesto, el arma se resistió en las manos de su agresor, el informe de manera explosiva, que quedó sordo. Rojo floreció delante de sus ojos, dejándolo ciego y él sintió caer hacia atrás. Aterrizó duro, un grito se alojó en su garganta, pero el dolor nunca llegó...
[ Por fin has vuelto y fue un regreso estupendo. O al menos a mi me lo parece ;v Me gusto mucho el relato, solo ten cuidado los sueños se pueden volver reales Saludos.
¡Gracias, papu! Ahora unos 4 meses más para volver a escribir algo. x'D Bueno, si un día no vuelvo... Ya sabes por qué fue. v': Nos leemos~