Está todo muy oscuro ¿había sol cuando llegué aquí? Realmente no lo recuerdo... mi ropa está empapada tanto como mi cabello, el frío del viento me ha hecho regresar a esta realidad y no se lo agradezco demasiado. A mi alrededor hay árboles, tierra, lápidas, hierbas... ¿cómo habré llegado al cementerio de mi ciudad? Lo último que recuerdo es una discusión con mis padres, un mirada desdeñosa de mi hermana y un fuerte vacío en mi pecho. Todo me dice que salí de casa sin importarme nada y sumido en mis pensamientos llegué a este sitio, aun cuando no tengo nada que ver aquí más que el deprimente olvido de algunas de las tumbas. No hay más sonido que las gotas mojando todo al caer, algunos lejanos automóviles y ya... no, ahí hay otro ruido. De repente todo lo demás es silenciado y sólo escucho esa leve música que me llama porque en un rincón de mi mente sé de lo que trata. Me levanto del lodoso suelo y camino hacia ese mágico sonido que ha hecho que mi corazón deje de doler tanto; salgo con facilidad del descuidado cementerio y me adentro por calles que no recuerdo haber cruzado antes, el sonido tan bello se acerca más. La ropa me pesa, los zapatos no dejan de hacer ruido, siento el frío tocarme hasta los huesos pero nada de eso me detendrá porque no lo dejaré ir. La gran e iluminada carpa se alza frente a mis ojos, el sonido es inconfundible y por unos momentos siento que puedo volver a sonreír. He entrado sin problemas, nadie me ha vendido o pedido un boleto, pero no estoy realmente consciente de ello. Camino hacia la única abertura, el sonido ha cesado y la iluminación ha disminuido, sin embargo no temo. Están reunidos en el centro, viendo el lugar por el que he entrado y varios me sonríen, doy sólo unos pasos antes de detenerme por culpa de la cordura ¿qué espero de ese lugar y esa gente desconocida? —No somos desconocidos, eres de esta familia ¿lo has olvidado? —ha hablado un hermosa mujer alta y bien peinada que me sonríe con la ternura de una madre, estoy completamente sin palabras, no comprendo el por qué de sus palabras. —Ven acá, déjanos secarte o te resfriarás. Me llevan detrás de la carpa donde esperan los cirqueros antes de empezar su rutina, me dan una muda de ropa y un espacio para cambiarme. No lo dudo demasiado y acepto la oferta, la ropa me queda muy bien como si conocieran mi talla... esto es muy extraño ya pero sigo sin tener miedo. Al salir me ofrecen un chocolate tibio que no dudo en tomarlo pues me había dado cuenta que no dejaba de temblar por el frío. —Te hemos estado esperando por mucho tiempo, llegamos a creer que nunca sucedería —esta vez un hombre es el que ha hablado, es adulto y sin barba. de apariencia tan respetable como amable —¿Te has calentado ya? —con su pregunta asiento y miro a todos los cirqueros que no han dejado de sonreír, algunos hacen una cara graciosa y otros me saludan con un gesto. —De verdad quisiéramos tenerte para siempre con nosotros, sin embargo hay un sitio al que debes regresar, ellos te esperan —me ha dicho un chico, es de edad similar a la mía, su mirada cálida y bondadosa me ha fascinado y rogaría por pasar más tiempo con él... sin embargo me ha hecho recordar que debo despertar... Estoy ahora en sus brazos, los ojos grises del chico me veían con una amabilidad que nunca había escrito, a su lado veo a los demás... sólo a esos nueve que de verdad conocen como me siento y que me dedican una sonrisa melancólica. —Perdón, he vuelto a caer —acarició la mejilla del que me sostiene antes de ponerme de pie —creí que no pasaría de nuevo —A todos nos puede pasar ¿no es cierto? —la que me había hablado lo sabía bien, todos ellos lo sabían antes de que tuviera que asentir. —No nos dejes mucho tiempo solos, por favor, te necesitamos —Sabes bien que aquí estamos, cuando de verdad lo necesites para ti estaremos —me dijo el chico al que más aprecio le tenía, lo abracé mientras las lágrimas caían sin mi permiso, los demás se unieron al abrazo. Esos nueve chicos son de lo más preciado que tengo, pues ellos entienden la forma en que suelo sentirme... no puedo decir que es un orgullo ya que si lo saben ellos es porque yo los cree sabiéndolo y ayudándome a saberlo. Esto es sólo un deseo, un sueño más que no se hará realidad más que en lo que escribo y con eso estoy más que satisfecha.
Me quedan algunas dudas ahora que termino de leer este pequeño escrito, y no sé si el chico (¿o la chica? es que escribiste "sumido" y al final "satisfecha") se quedó dormido/a en el cementerio y al final soñó que llegaba a un gran circo, o es que su mente le juega esas bromas o sentimientos lúcidos en donde el protagonista puede avanzar y sentirse identificado con los personajes que él mismo ha creado. Me gustó, de cualquier modo, toda la narración, es bastante buena, sólo que el antepenúltimo diálogo es bien confuso, porque no sé si es "acarició", o "acaricio" con corrección, porque no es congruente como está, y la tensión acá es brutal porque es en donde todo se expande y desarrolla la idea central. De cualquier modo, he de entender que se trata de un deseo reprimido, de nueve personas que en realidad no existen (o quizá sí, pero él/ella desea verlos juntos en una especie de sueño lúcido y se conforma con narrarlo). O que se traten de amistades imaginarias con las que siempre se sentirán bien y le darán el consuelo que necesita. Nada más que resaltar, lindo escrito. Saludos.
No termino de entender la situación que describes, pero hay algo que me gusta en cómo esta todo escrito. Por más que cada vez que lo leo me surge alguna duda, o mi percepción cambia, no siento que le falte nada. Saludos!
Son cosas que me han fallado, olvidé (mi maldita costumbre x.x ) releerlo antes de publicarlo, así que no me fijé que había usado palabras que demostraran en sexo del narrador, pues mi idea había sido que no se notara. Y sí, era acaricio, a veces me emociono con los asentos n.n' En si lo primero, en el cementerio, no despierta literalmente sólo se da cuenta de lo que hace; "regresa a la realidad" y es cuando va con el circo. Pero eso es el sueño, despierta con otros nueve chicos imaginarios, creaciones de la misma narradora pero no de un sueño, sólo de la imaginación. De verdad lo hice confuso @.@ pero en cierta forma, así era como quería que quedara. Muchas gracias por comentar y sobretodo, por leer.
Yo entendí algo así, como que la que contaba la historia era una especie de escritora y esas nueve personas eran sus creaciones y que "escapaba" con ellos cuando se sentía confundida. Hay un par de líneas que dan a entender que ella es quien los creó, en especial el "No nos dejes mucho tiempo solos..."