Ramsay llevo a la mujer con el chiquillo en brazos a una celda, allí donde mantenía a los perros, cerro la puerta y le empezó a hablar sobre el tema de heredero al poder. La mujer viendo por donde iba le pedía que no lo hiciera, que a ella le matara pero que dejase al pequeño tranquilo, diciendo que era su hermano. Entonces el hombre esbozo una sonrisa siniestra mientras abría una de las puertas. —Lo siento, prefiero ser hijo único—Responde el hombre. Dio un silbido y la jauría de perros se abalanzaron sobre la pobre mujer que no pudo hacer nada por protegerse de semejantes bestias.
DESGRACIADO. Ese tipo no tiene otra descripción, es un maldito sádico de pie a cabezas. Merece la muerte que tuvo, y si hubiese habido una peor, también la merecía. Debían haberlo violado antes de lanzarlo a sus perros.