Hubert La pokébola dio los típicos tres giros, hasta que la luz central se desvaneció lentamente en señal de que el juguetón Shaymin aceptó venir con nosotros. Había dado una gran pelea; la Descarga Mental del Hada Soñadora lo puso en seria desventaja, pero habría provocado una mini-devastación de haber logrado mostrarnos sus habilidades a pleno. Tomé el esférico y le hice lugar entre mis cosas, mientras los ojos del Hada Soñadora brillaban. —Cuídalo bien, Hubert. Te has ganado el aprecio del pequeño. —Tú también, Hada Soñadora—contesté—. De momento, regresarás a tu pokébola. Te vendrá bien algo más de descanso (apenas estás recuperada de la batalla contra Rhyperior). Iremos a Témpera. El motivo por el que elegí esa ciudad era para ver si tenía la suerte de cruzarme con Effy. El Centro Pokémon era su casa, después de todo. Aunque, eso sí, las probabilidades de encontrarla eran muy escasas, dada nuestra manía de movernos constantemente. Me confié a los caprichos del destino mientras regresaba a Serperior y, por otro lado, sacaba a Reshiram de su pokébola. —Nos vamos al Centro Pokémon de Ciudad Témpera —le dije—. Shaymin y Gardevoir necesitan un buen descanso. El dragón giró la cabeza para mirarme con sus ojos azules. Hizo un gesto parecido a un asentimiento, alzó las alas y despegó abruptamente. Tuve que llevarme la mano a la cabeza para que no se volara mi sombrero nuevo.
