Liza White Togekiss descendió en la ruta boscosa cercana a la entrada de la calle Victoria. Descendí de su lomo con cuidado, estirando mis brazos entumidos mientras una oleada de emoción me recorría el cuerpo. Desde que supe de la apertura del frente batalla siempre deseé ser lo suficientemente fuerte para poder entrar... ¡Y ya podía hacerlo! Togekiss parecía tan contagiada como yo, sin lugar a dudas. —Llegó el momento, ¿eh? Vamos a darlo todo. Y así, con un nuevo objetivo en mente, ambas nos adentramos en la calle Victoria.