Un Corphish y un crustle pasaron delante nuestro jugando en la arena, sonreí levemente al ver al crustle huir del pequeño corphish
Miré hacia arriba y pude ver arboles, supuse que eran del Bosque Pincel dada la ubicación de la ruta. — Tanto recorrido para estar a unos kilómetros de un lugar en el que ya he estado... —dije en voz baja. Seguí avanzando camino al siguiente pueblo en el mapa.
Pude ver el pueblo a lo lejos, un anciano se cruzó conmigo de camino a la playa, llevaba una caña de pescar y varias canastas.
¡Finalmente la playa!, hace demasiado tiempo que no me psaba por esta ruta... la última vez que vine aquí caso no la recordaba, pero desgraciadamente no venía aquí para admirar su belleza nocturna, si no venía aquí para seguir avanzando a pesar de las horas que eran, ¿sería yo la única persona despierta a estas horas?, esperaba que no... así no me sentiría la única persona con problemas de sueño que decidía pasar "a pie" las rutas necesarias para llegar a su destino. Llevé mi mano al cinturón de pokebolas y liberé a un dormido Floatzel que yacía recostado sobre la arena, me acerqué a él y empecé a moverlo ligeramente — Floatzel... despierta...— murmuré por un par de veces hasta que logré que mi pokemon despertara claramente desubicado, había pasado de estar en el centro pokemon a la area de una playa —Necesito que me lleves...— mi pokemon frunció el ceño levemente pero finalmente accedió, así que acompañado de floatzel me adentré a la ruta 311
—Buf, al fin en tierra. Te toca descansar, Slowbro, muchas gracias por tu ayuda. ¿Vamos, Mudkip? —pregunté abriendo mis brazos a modo de señal para que saltase.
—¡Mira, Mudkip, un Corphis! ¿Te apetece entrenar? —el tipo agua saltó de mis brazos y se preparó para atacar—. ¡Bien, comienza con hidropulso!
El Corphis vio venir el ataque y lo esquivó a tiempo. Luego, contraatacó con un fuerte matillazo, golpeando de lleno a Mudkip. —¡Mudkip! ¡Claydol, sal a ayudar! —tomé el esférico y liberé al pokémon, pero para entonces el cuerpo de Mudkip empezó a brillar, recuperando toda su energía.
—¿Qu-qué es eso? ¡¿No irá a evolucionar?! —pero la cosa quedó ahí, en una simple conjetura. Mudkip no evolucionó, pero adquirió un gran poder, derrotando al Corphis de un solo ataque. Y de nuevo, me volví a quedar boquiabierto—. V-vaya. S-sigamos, pues...
—Bueno, parece que no hay más pokémon para seguir entrenando, Mudkip. ¿Probamos con la puntería? Dispara a esa roca de allí. Un hidropuslo más emanó del tipo agua y se desvió a unos centímetros del objetivo. —No te preocupes, a la próxima lo conseguirás.
Continuamos el camino buscando objetivos contra los que disparar, pero no todos los ataques acertaban, lo que provocaba la molestia de algunos de los habitantes de la ruta. Por suerte, entre Mudkip y Claydol acababan con todos.
La ruta proseguía, pero al fondo se podían observar un par de casas. ¡Genial, ya pronto llegábamos al siguiente pueblo!
Ya estaba cansado de encontrarme en mitad de la nada, sin entrenadores a mi alrededor, ni pokémon, ni batallas. Era hora de dar el último sprint.
—¡Mira, Mudkip, allí está, vamos! —el tipo agua bajó de mis brazos y empezó a correr conmigo. En poco más de cinco minutos habíamos llegado.
Lucas Diamond Guau... Mi victoria contra Msita fue holgada en esta ocasión. Lucario había demostrado con creces ser una excelente aportación a mi equipo que pensaba conservar durante mucho tiempo. Obtuve la marca y algunas joyas, y ante el aparente cansancio de mi equipo, decidí darles un respiro. Resguardados en la jungla, se encontraban en su hábitat natural tanto Lucario como Decidueye y Chatot. Scrafty y Aegislash tampoco tenían gran inconveniente en descansar allí, junto a sus compañeros. Lo único que me preocupaba en esos momentos era Chandelure... Afortunadamente, Msita siempre estaba en la jungla y no permitiría que el pokémon hiciese ninguna trastada. Además, debilitado como estaba, lo único que haría sería reponer fuerzas. En cualquier caso, regresé a la región de Galeia, con intenciones de pasar poco rato por aquí. Quería completar aquello que dejé pendiente, pero al parecer, aún no dominaba lo suficientemente bien la técnica de transporte con la que nos movíamos entre ambas regiones. Cuando quise darme cuenta, estaba muy lejos de dónde yo quería realmente llegar. Concretamente estaba.... Espera, ¿Dónde estaba? Miré a mi alrededor y pude ver una zona costera. Al levantar la vista, vi cómo el sol, reluciente, acababa de salir. Parecía un gran día de playa para relajarse y disfrutar en compañía de mi equipo...
Lucas Diamond Meganium fue el primer pokémon liberado desde hacía mucho tiempo. Pudo finalmente sacudir sus piernas y estirar sus antenas, así como disfrutar del cálido clima. Posteriormente, Tangrowth decidió salir también y aprovechar los rayos de sol, seguido de Slowbro, Mismagius, Haxorus... Pronto, la playa estaba totalmente repleta de pokémon de todas las clases. Fue la situación perfecta para dar una ojeada global a mi equipo. En líneas generales, consideraba que mi paso por esta región había sido fructífero. No solo había conseguido rodearme de un equipo de lo más variado, sino que además habíamos vivido juntos muchas aventuras, como fue la derrota de la trituradora chispeante. ¡Incluso habíamos podido presenciar el encuentro con dos legendarios! ¿Qué más nos pasó? Un secuestros de un crío, un asesinato que involucraba a la compañía óleo... Ciertamente, un gran número de peripecias que quedarían grabadas en mí por mucho tiempo.
Lucas Diamond Algunos Crustle se unieron a nuestra reunión. Adentré mis piernas en el agua, remangándome el pantalón, sin intenciones de meterme. El tiempo era apacible y ciertamente apetecía bañarse, pero no contaba con ropa de baño. Swampert y Slowbro si que se sumergieron al agua, sin más. No podía negarles aquello, pues habían pasado mucho tiempo encerrados y probablemente quisieran estirarse. ¿Cómo debía ser para un pokémon de tipo agua estar sin agua? Sería algo así como vivir en agua para nosotros, supongo. Debe de ser algo incómodo. Al salir del mar, me tumbé sobre la arena, apoyando mi cabeza sobre mi mochila, para no llenarme el pelo de arena.
Lucas Diamond Mientras descansaba, pude ver a un Kingler acercándose. Los Crustle, asustados, salieron corriendo al verle aparecer. ¡Pobres pokémon! Ambos cangrejos estaban en desventaja, pues Kingler, al ser un pokémon de tipo agua, tenía clara ventaja sobre los pokémon de tipo roca como Crustle. Sin embargo, el Kingler no se acercó demasiado hacia donde estábamos nosotros, lo cual agradecí. Si hubiese tenido que combatir contra él, ya no sería un descanso, ni un momento de relax, ¿no?