Pisé tierra firme nuevamente, ahora sí estaba cerca de mi destino. Decidí sentarme un rato, saqué el huevo y a todo mi equipo. --¡Amigos, ya estamos cerca!
Todos estaban contentos. Decidí sacar el Fragmento de Roca Musgo para examinarlo, y de repente Eevee se veía como algo indispuesto... --¡Eevee!, ¿qué tienes? Eevee no decía nada, y al acercarme a él, su cuerpo comenzó a brillar.
Al mismo tiempo que Eevee emitía aquel resplandor, su cuerpo comenzó a hacerse más grande y... ¡Evolucionó a un Leafeon!
--¡Claro!, ¡fue el Fragmento Musgo! --exclamé con alegría mientras acariciaba a Leafeon. Todos los pokémon miraban con curiosidad al recién evolucionado; pero luego dirigieron su atención al huevo.
--Oh, éste será nuestro próximo compañero, todavía no sabemos que tipo de pokémon será, es cuestión de tiempo para saber --les dije a mi equipo pokémon. Ellos asintieron admirados.
--Bueno, amigos, hora de irnos. Devolví a mis pokémon a sus pokébolas, con una excepción... Munchlax. El pokémon hacía todo lo posible por quedarse afuera; ya que parecía que olía algo de comida...
De repente, Munchlax empezó a correr y encontró un coco caído de una palmera y se lo mandó de un sólo bocado.
Ya satisfecho, el pokémon volvió conmigo y seguimos nuestro camino, y a lo lejos ya veíamos al lugar a donde nos dirigíamos...