Contenido oculto Para que sepas, Chimuelo, el Bagon que acabo de atrapar, está afuera de la pokéball, junto con Bocazas, mi Trapinch. Tal vez Devan no le esté prestando atención, pero por las dudas. O tal vez Frogadier excede en su trabajo. Nikolah Cruz — Bueno, si no quieres responderme o no sabes, no hay problema.— dije, encogiéndome de hombros, y poniendo las manos detrás de mi cabeza. Anduve caminando un par de pasos más, y comencé a tararear una canción, que había escuchado sonar una vez en una casa, mientras dormía afuera, bajo la ventana. De pronto, se me ocurrió una idea. Me frené y me puse a rebuscar en mi mochila. De allí, extraje mi vieja armónica, que había me había regalado una vez un artista callejero, debido a que me había quedado conversando con él durante la noche. La canción creo que se llamaba "Dixie", aunque bien podría haber sido Pixie o incluso Trixie. Estaba bastante dormido cuando mencionaron el nombre. Así que llevé el instrumento a mis labios y comencé a tocar. Era bastante corta, pero el ritmo hacía que fuera fácil de repetir varias veces, y era bastante alegre. Así que caminando y tocando, seguí mi camino por la ruta, en dirección a Ciudad Óleo.
Contenido oculto Frogadier es capaz de capturar a otros Pokémon, obviamente también evita que Devan enloquezca (?) Nah, dejémoslo en que no se está fijando. Cuando hayamos terminado los posts su cabeza vuelve a explotar y ya está (?) — Bueno, si no quieres responderme o no sabes, no hay problema — ¿Qué...? Perdona, pensaba en otra cosa —dije. Los recuerdos seguían viniendo a mi cabeza, y más cuando Nikolah empezó a hacer sonar su armónica. El sonido de las armónicas era de los más habituales en los barrios bajos junto con los gritos por peleas y los estómagos rugiendo. Y aquella melodía me transportaba a ese pasado duro del que quería escapar. "Hambre... Por favor... deme algo para comer..." Lo decía entonces con una voz pálida y débil. Y lo dije al escuchar la melodía de Nikolah, como si mi pasado se hubiera confundido con el presente. Contenido oculto ¿Queríais a Devan loco? Tomad a Devan loco :3
Nikolah Cruz — ¿Eh, tienes hambre?— pregunté, al escuchar a Devan.— Lamentablemente, no tengo más comida. Ese sándwich fue lo último que tenía. Lo que hace más imperiosa la llegada a la ciudad. Necesito comer algo. Le dediqué a mi compañero una sonrisa radiante. >> Desde ayer que no como nada. ¿Sabrás si hay algo comestible acá cerca?
Contenido oculto Ya tenemos los posts (?) — ¿Te sirve aquello? Señalé hacia delante cuando respondí a Nikolah: Ciudad Óleo empezaba a verse en la distancia. Y lo cierto era que tenía hambre realmente, y no solo en mis recuerdos del pasado. En cierto modo era un alivio ver algo que pareciera civilización; una cama decente después de tanto tiempo siempre era de agradecer. Vi entonces a Bagon subido encima de Nikolah. ¿Pero no estaba en su Pokéball? Y sin embargo, al cogerla noté que sí lo estaba. No entendía nada, aunque tampoco lo necesité después de otro golpe en el estómago por parte de Frogadier. Aquella rana iba a acabar conmigo...
Nikolah Cruz — ¿Te sirve aquello? Miré en la dirección que Devan apuntaba. Mi mirada se topó con la ciudad que se asomaba a los lejos, como invitándonos a entrar. Mi panza rugió. — ¿Edificios? No puedo comerme edificios, ni que fuera un Tyrannitar que...— empecé a decir en tono jocoso, pero luego me interrumpí—ohhh, en la ciudad hay comida. Entonces sí, vayamos para allá. Saludé con la mano un Larvitar que se había cruzado en nuestro camino y nos miraba curioso, para luego correr a esconderse entre las piedras. Retomé mi armónica, y con un ritmo alegre que iba improvisando en el momento, resumí la marcha hacia Ciudad Óleo. Contenido oculto Una lástima el Deino, pero bueno xD En otra ocasión será :P
Estábamos ya casi en la ciudad, pero sentía que algo nos estaba siguiendo. Frogadier hizo un amago de intervenir y desvelar a aquello, pero le detuve con una señal. Si era un Pokémon salvaje, dudaba bastante que fuera a acercarse tanto como para suponer peligro alguno. El sonido de la armónica me empezaba a traer tantos recuerdos que decidí ignorarlo y adelantarme hacia la ciudad...
Nikolah Cruz A medida que avanzamos a la ciudad, pude notar como alguien nos seguía. El Larvitar (¿o era un la?) que había saludado hace unos momentos estaba detrás nuestro, oculto tras las rocas, asomándose para espiarnos cada tanto. Incliné la cabeza un poco, y el pokémon hizo exactamente lo mismo. Me acerqué lentamente hacia el pequeño, que se encogió más en su escondite, pero no huyó. Así que hice lo más sensato. Lo tomé en brazos, me di cuenta que era una ella, ella me arañó la cara con vehemencia, yo le sonreí cálidamente, y la metí en una pokéball. Así, con una nueva amiga, que de inmediato saqué de la pokéball y se escondió detrás de mi pierna, agarrándose con sus garras, lastimándome la pantorrila y no dejándome ir, lo cual hacía que fuera bastante difícil caminar con un peso extra de 72 kilos, me puse al lado de Devan, y continué mi marcha hacia Ciudad Óleo.
Nikolah Cruz Me troné la espalda, mientras me frenaba a descansar un rato. No había pasado ni un día de que habíamos dejado esa ruta, y todo seguía exactamente igual. Bueno, no debería sorprenderme eso. Aunque todo lo que había visto en este corto tramo de mi viaje me decía que cualquier cosa podría pasar. Quién sabe, tal vez todo esto era un mar seco, y de la nada, se llenaba de agua y nos inundaba todo. Si una llanura pacífica podía convertirse en cuestión de minutos en un ¿...campo? No, sería cielo; en un cielo minado de rayos (aunque decir cielo minado queda raro. Un cielo minado. Que frase rara. ¿Quién habrá sido el tonto al qué se le ocurrió? Ah, fui yo, cierto. Maldita voz en mi cabeza); cualquier cosa podría pasar. Así que simplemente me encogí de hombros, liberé a Chimuelo y Fennekin de sus pokéball para que estiraran las piernas, y el Bagon se mostró con bastante iniciativa, pues subió corriendo un peñazco, saltó, y cayó con sus mandíbulas abiertas sobre mi cabeza. Fennekin se puso a reprocharlo, aunque Chimuelo no le prestaba atención. Con sangre corriéndome por la frente, lágrimas de dolor en los ojos, y una sonrisa llena de esperanza, me dirigí hacia la Llanura de los Relámpagos. Contenido oculto Morde
Contenido oculto Los Deino están ocupados intentando suicidarse y yo acabo de hacer una referencia (?) Habíamos salido de Ciudad Óleo por el mismo camino que habíamos tomado para llegar a ella y Frogadier no tardó en situarse delante de mí tratando de bloquearme la visión de algo — Algún día sabré qué es lo que no quieres que vea —le susurré. Frogadier soltó una carcajada. En cualquier caso, no le di mayor importancia y seguí adelante...
Orgen [1/10] Llegué a la ruta y ya podía sentir que los pokemon salvajes se encontraban por la zona. Comencé a caminar y le hice señas a Chespin de que me avisara si observaba algun pokemon más. Contenido oculto Perdon, error de cara del dado relancé nuevamente.
Orgen Los pokemon parecian casi extintos pero Chespin me hacia señas de que en realidad si habian, solo que muy pocos. —No me rendiré Chespin, sigamos buscando —le comenté.
Orgen [3/10] De repente entre la maleza apareció un inusual Deino. Me emocioné y no dudé en atraparlo. Pero quería agrandar aún más a mi equipo, asi que seguí buscando.
Orgen Caminé alrededor de unos pequeños arbustos esperando encontrar algo digno de mi amor por los Dragones. De pronto uno de los arbustos se mueve y me lancé rápido al lugar para ver de qué se trataba.
Orgen Al observar no había nada, parece que llegue muy tarde y de seguro el pokemon había corrido a otro lugar, a lo lejos habían otros arbustos. —Solo pudo haber ido allí. —comenté con Chespin mientras caminaba a dichos arbustos.
Orgen Observé y no había nada de igual manera, un poco decepcionado volví al camino para continuar hacia las Llanuras del Relampago. —Sería más divertido si Kai estuviese por estos lares. —pensé.
Orgen [7/10] Seguía caminando y pude comenzar a escuchar los relámpagos al Este, —por allá se escucha Chespin. —le dije mientras comenzaba a doblar hacia el este y caminar hacia dicha dirección.
Orgen Seguí caminando y la vegetación comenzaba a ser mas verdosa y pastosa, parece que el agua y caudal que corría por las torrenciales tormentas de la Llanura daban vida a esta pequeña parte de la ruta trescientos seis.
Orgen [9/10] Llegando casi a la Llanura observé a un Bagon tomando agua, —vaya, vaya pero que sorpresa —comenté y lancé mi pokeball para añadirlo a mis compañeros. Seguí caminando hacia la llanura.
Orgen [10/10] Una vez llegados al tope, decidí sentarme y descansar un poco para continuar mi travesía. Mis compañeros ya eran once y estaba bastante contento de tenerlos conmigo.