Liza te esperamos alli--Le dije sonriendo mientras empezabamos a volar--porfavor Quilava no hagas ninguna trastada porfavor--murmure
Desperte y mire a todas partes...me habia dejado aca tirado...ultima vez que ayudaba a algun novato. En un poco de tiempo guarde mis cosas y emprendi el vuelo a la ciudad de Tempera.
Aterricé en esta ruta e inmediatamente entré a la Cueva Témpera: Algo me decía que el estaba allí; siempre sintió predilección po los lugares frios y oscuros... ademá de putrefactos.
Aterricé con calma sobre el pavimento… la ruta que parecía más propia de una ciudad que un lugar de paso, la ruta 304. Aquella que recorrí por primera vez hace tanto tiempo en compañía de Yair, una entrenadora novata que recién comenzaba su viaje. Ah, que diferente era todo en aquella época… Liberé a Pidove al instante, y el pequeño pokémon tipo volador miró alrededor con curiosidad, examinándolo todo lo que allí veía. Estaba de regreso aquí… ahora, ¿para qué? Esa era la cuestión.
Aerodactyl aterrizo en la ruta 304 me baje de Aerodactyl de un salto y lo regrese a su pokeball y ne puse a buscar a Effy Vi a Effy a lo lejos por lo que me acerque a ella--Bien, ¿Y ahora que hacemos?--le pregunté a Effy sonriendo
—¿Has visto al Togekiss de Liza? —comenté en voz alta cuando la noté acercarse—. Antes era tan sólo un pequeño y débil Togepi… la encontré en la Caverna Témpera, extraviada, y cuide de ella hasta que encontré a Liza… y cuando pasábamos por aquí, encontramos un Pidove y lo atrapamos para nuestro equipo, pero nunca pensé… Alcé la mirada para ver a Pidove, mi Pidove, rodeado de muchos otros de su misma especie… toda una bandada de Pidoves volando a su alrededor, sonriendo, felices con el regreso de aquel querido compañero mío… y dos Unfezant, un macho y una hembra, evidentemente sus padres… —Lo he quitado de su familia… lo he quitado de su familia y ni siquiera lo supe, ¿qué clase de entrenadora soy? —musité, algo enojada conmigo misma—. La pokedex dice que en esta época emigran… debió querer regresar con su familia, los extrañaba… y yo ni me daba cuenta...
Ohh, vaya Effy, pero tu no tienes culpa, ya que no lo sabia si lo hubieras sabido le hubieras traido aqui ¿no? Es mas cuando te distes cuenta vinistes para que Pidove volviera con su familia--Le dije a Effy intentando tranquilizarla
Pidove se separó un momento de los suyos para descender… bajó hasta que estuvo a mi altura, me miró directo a los ojos y asintió, como confirmando las palabras de Mizuki. No me tenía rencor por haberlo sacado de su hogar… me eché hacia adelante y lo abracé en el acto. —Pidove, hemos tenido una gran aventura… —murmuré, sosteniéndolo con ternura—. Pero… supongo que tienes una aventura propia que recorrer por tu cuenta, ¿eh? Prométeme que volverás en la próxima estación, por favor, no me olvides… Me separé y el ave asintió nuevamente… se alzó por los cielos hasta llegar con su bandada, la cual desplegó vuelo y se alzaron por los cielos… alto, bien alto, y pronto se perdieron de vista… mi Pidove, perdido de vista, quizás para siempre… —Adiós, Pidove —susurré, más para mí misma que para otro, intentando apartar la cara para que Mizuki no viera la delgada lágrima que se deslizó por mi mejilla ante la partida… nadie debía verme llorar, los débiles lloraban, y esa no era yo, no podían verme así...
Vi toda la escena en total silencio y despues mire a Effy --Effy, llorar no es malo, y menos si estas entre amigas, todo el mundo llora aunque uno no quiera, así que desahogate--Le dije a Effy
—N… no estoy llorando, maldición —repliqué, mirando en dirección contraria a la chica para que no viera mi cara. Me sequé rápidamente con la manga de mi chaqueta sin que me viera, y luego puse las manos unidas detrás de mi espalda—. Se me metió una basurita en el ojo, nada más… estoy bien… vayamos a Pueblo Pincel, es un poco más adelante, podemos comer algo ahí. ¿No tienes hambre? Yo estoy que me desmayo… Y sin más, comenzamos a dirigirnos hacia la ciudad al final de la ruta, mientras la bandada de pájaros avanzaba por el cielo, ahora puntos lejanos en el horizonte… y detrás de nosotras, un pokémon salvaje observaba con cautela y curiosidad, pero sin acercarse mucho. Pero ni yo ni Mizuki lo notamos, y comenzamos el camino hacia Pueblo Pincel.
Bueno vale--Le dije sonriendo mientras empezaba a caminar hacia pueblo Pincel, el cual no estaba muy lejos de donde estabamos
Llegamos a la ruta tomando algo de altura. En poco comenzamos a bajar, en la tierra baje de Skarmory y le hable a la chica. — Aquí puedes encontrarlo. (@Kawaii Blossom)
Le dí un abrazo a Alpha y le di una gran sonrisa. --¿Me podrías llevar?--Le pregunté agarrando su brazo.
Liberé a mi Charizard. — Ruge.— El pokémon varicolor dio un gran rugido provocando a aparicion de algunos pokemon salvajes. En poco un pequeño y atemorizado pokemon se acerco a mi: Clefary.
Vi que había un Clefairy solo que salía, lo tomé con delicadeza. --Eres mia pequeñita.--La acaricié con delicadeza también.
— Ashley, me voy, Skarmory volvera por ti. Nos vemos— Me despedi montando al ave de acero el cual volvio a por la chica en un rato.
La ruta 304 era diferente a las demás rutas por las que había pasado, esta estaba asfaltada y decorada con bancas, basureros, luces y pokémon salvaje correteando de aquí para allá. De momento el lugar me habia dejado una buena primera impresión,podría considerarla mi "Ruta favorita". Fósvoro y yo avanzamos por el camino mirando los pokémon que había.