--Gra...gracias. --Dije antes de desplomarme en el suelo seguido de mi Osawhott, por el cansancio y los picotazos del maldito demonio con alas.
Vale, ya llegamos --le dije a Jenna--, ahora si me disculpas debo atrapar un pokémon. --Salté directo a la hierba, tal vez me apresuraba mucho, pero no podía perder tiempo. Al final no conseguí que saliería un pokémon.
Llegamos. Y me dijo que se iba a atrapar un pokémon. --¡Perfecto! ¡Perfectísimo! --dije con sarcasmo mientras abría los brazos.-- ¡Y me dejas sola! ¡Gracias! ¡Muchas gracias! ¡Qué buen amigo eres! --le gritaba a la nada y me llevé una mano a la frente. Al menos... dormiría... Me recosté y me fui a dormir.
--Bueno, bueno --Traté de tranquilizarla mientras salía de la hierba--, podemos hablar de... --No terminé la frase cuando me dí cuenta de que se había quedado dormida. ¿Como era si a caso eso posible, cuando apenas unos segundos antes me acababa de hablar? No había duda, para Jenna dormir era un arte. --Vale, sigue durmiendo en lo que yo busco un pokémon que atrapar --le dije mientras me aventaba de regreso a la hierba, callendole de lleno a un pokémon. Era un Bidoof.
Contenido oculto Soy un arte para dormir entre horas xDDD pero luego por la noche no puedo dormir... FUCK LOGIC! ¡OLÉEEEEEE! Seguía durmiendo, pero de alguna forma no lo hacía. Me quería despertar, ero tampoco quería, era raro. Al final me desperté. --Que extraño... con el sueño que tengo... --musité mientras me frotaba el ojo derecho. Y... ¿Qué hacía ahora?
Seguí concentrado en lo que hacía, necesitaba un pokémon que remplazara al extrañ@ de mi Zigzagoon, así que me adentré más en la hierba. --Te tengo --grité mientras cogía algo del suelo, ojalá no fuera un Bidoof. Terminó siendo un Pidove, no era lo que buscaba, pero igual lo atrapé.
Me levanté y suspiré. Miré la pokédex, ningún pokémon salvaje me llamaba la atención excepto Shinx. Desde bien pequeña me gustaban los Shinx, quería uno y me adentré en la hierba. El primer pokémon fue un Bidoof, lo dejé pasar.
Seguí adentrandome en la hierba con malos resultados, hasta que al fin di con algo que, en primera instancia recordaba mucho a un shinx. Mas pronto me di cuenta de que era otro pidove, así que lo dejé irse.
Seguí caminando escuchando música, a pesar de ir con cascos, siempre podía oír lo demás y los ruidos. Poco después vi algo parecido a un pokémon: --¡Un Shinx! --exclamé, corriendo hacia él, tirándole una poké ball para capturarlo. Lo conseguí. --¡Que bien! No pensaba que me iría a ser tan fácil --sonreí y saqué al pequeño de la bola, presentándome y al resto de sus próximos amigos.
Llevaba un buen rato sin lograr algún avance, y que Jenna de repente se despertara y encontrara al pokémon que yo buscaba no mejoraba mucho las cosas; así que me acerqué hacia donde estaba ella, ya que por lo general los shinx no andan solos, por lo que empezé a buscar por allí.
Llevaba aproximadamente tres horas y no encontraba ni un Shinx. --¡Es que el mundo me odia! --grité, con fuerza--Supongo que lo mejor será seguir buscando. Así que me abalancé por todos lados hasta encontrar el pokémon que quería. Pero solo hayé otro pidove, a este paso empezaría a venderlos.
Me alejé un poco de donde estaba y me interné un poco más en la ruta, dejando sola a Jenna, quién al parecer estaba a punto de caer dormida...otra vez. Empecé a deprimirme un poco, así que pateé una lata que estaba en el suelo y que fue a estrellarse en lo que me pareció una roca.
Seguí jugando con la lata, cada vez más molesto, hasta que decidí que lo mejor sería sacar a mis pokémon para entretenerme. Jugamos un rato a las carreras (algo injusto para ellos), y luego inventé un juego: lanzamiento de Squirtle. El juego consistía en lanzar a Squirtle lo más lejos posible, y cuando estuviera por tocar el suelo debía lanzar una potente pistola agua que lo impulsaba un par de metros extra. En uno de esos tiros mi pokémon fue a estamparse contra un extraño objeto.
--¡Si! --grité de emoción al ver un pequeño Shinx completamente noqueado-- Lo has hecho bien Squirtle, te mereces un descanso. --Y dicho y hecho guardé a mi pokémon en su ball, antes de lanzar otra al Shinx que yacía inconsiente, por lo que atraparlo fue sencillo.
Empecé a correr en dirección en donde dejé a Jenna, para contarle las nuevas buenas, pero la encontré dormida, así que le dejé una nota. "Debo partir, nos volveremos a encontrar y veremos como le fue a cada quién; a falta de una linterna para ayudarte contra la oscuridad te dejo mi gameboy, usalo con cuidado que la bateria se le está agotando". No era muy bueno dejando mensajes, así que eso fue lo mejor que escribí. Inmediatamente me dirigí a la ruta 303.
Entre corriendo a la ruta 302- Bien ahora un pokémon que pueda aprender corte- emepece a buscar algo para usar la MO entregada por el artista Me aparecio un pequeño Shinx, pero con solo verlo el mio lo ataco
-Vamos aparece Bidoof- continue mi busqueda por el pokémon que mas odio Aparecio rapidamente y solo le lance una ball- ¡eres mio!-
Ya tenia mi nuevo compañero y estaba listo para irme al torneo- bien al torne......¡carajo mi caña!- empeze a correr a direccion a la Gran catarata.