Una vez mas entré al bosque pincel seguido de Gabite al cual le nombre "Earth-Dragon" y con mi Charmeleon, Flame delante mio.
(Por aquí, @Fabian) Saltando de rama en rama se iba la mar de bien pero recordé que Ukita me seguía y me paré sobre una rama y me quedé esperándole junto a Ray.
Agitado y sin aliento llegué, Bulbasaur se notaba al contrario... Parecía contento de que su entrenador haya recuperado la memoria, y que "El campeón" se haya alejado de nosotros.--Uff, vamos vamos Liza! No te detengas! Aún nos queda camino--Quise hacerme el fuerte y le animé a seguir sin interrupciones.
--Pero si estas cansado. --reí y de un salto bajé del árbol. --Sigamos caminando, no hay prisas. --dije llevando mis manos a la nuca tranquilamente y caminando al ritmo de mi pokémon ratón.
Por dentro agradecí que haya decido seguir a pie.--Puf bueno jeje como quieras Liza...--Seguimos caminando, pero algo paso por mi mente.--Oye y... ¿qué paso con Destiny? ¿No viajabas con ella?
Una punzada en el pecho me hizo relentizar la marcha pero no me pare. Me llevé los brazos a su posición normal y miré al horizonte sin girarme. --S-se fue por otro camino. --mentí con un leve temblor en mis labios. Raichu me miró apenado, sabía que no lo había superado aún.
Bulbasaur notó el gesto de Raichu, quizás le comunicó algo que nosotros no pudimos entender, quedó entre Pokemon. --Umm...--Noté mas o menos el leve cambio que había producido mi comentario, decidí dejarlo ahí--Está bien... Mejor sigamos
Entré a la ruta, y contemplé su curiosa forma... --Así que esta ruta da a tres caminos diferentes, hmm... ¿a cuál voy primero? --pensé.
Revisé el mapa de mi pokédex y vi que dos de ellas daban a lugares de interés para mi en ese momento: Ruta 301-Ciudad Lienzo y Ruta 303-Casa del Artista Batista...
Había vuelto a la ruta con forma de cruz una vez más... Me detuve a mirar los caminos y me pregunté: ¿qué camino es?
--¡Scizor, corta ese árbol! El Caballero Rojo derribó ese árbol de un sólo golpe, y seguí mi camino hacia el Bosque Pincel.
(@Fabian) Llegamos de una vez a nuestro destino: la ruta 302. Samurott se detuvo al saber que era aqui a donde ibamos y se agacho para que pudieran bajar todos. Yo no sabia que habiamos llegado pero algo extraño sentí, ya que me estremecí y me fui espabilando poco a poco.