Me sorprendí un poco por lo que hizo --Bueno, esta bien ¿Quieres ir de pie o en esto?--Le dije sonriendo mientras sacaba a Aerodactyl de su pokeball
— No tengo problemas con caminar — digo a la chica — quizás encuentro cosas interesantes...He oído sobre un bosque cerca.
Regresé a Aerodactyl a su pokeball --Bueno, si...hay un bosque....--Me quede pensando un poco--Si, esta el bosque Pincel--Le dije sonriendo levemente a Drake
— ¡Si! Es ese. Aunque también podríamos ir volando hacia allá...—agregue al ver la cara de Aerodactyl cuando Mizuki lo encerró de nuevo.
Aerodactyl salió otra vez de su pokeball con una pequeña sonrisa --Claro, como tu quieras--Le dije sonriendo levemente mientras me dejaba de caer en Aerodactyl
Me monté en Aerodactyl. Que gracias a mi esté afuera debe ponerlo de buen humor. O debo pensar en eso para evitar morir de miedo.
Me monte en Aerodactyl de un salto --Entonces.....¿vamos al bosque Pincel?--Le pregunté curiosa a Drake
--Jaja, genial--Le dije sonriendo para despues escuchar lo que dijo--Naah, tranquilo, no lo eres....solo agarrate bien si no quieres caerte--Le dije sonriendo mientras Aerodactyl empezaba a volar hacia el bosque Pincel
—¿Agarrarm...AAHH? — solté cuando Aerodactyl empezó a volar — ¡¿DE QUE ME AGARRO?! — sin pensarlo me aferré a su cintura, lo unico que podría evitarme caer — lo siento — me disculpé, pero sin soltarla.
Suspire un poco, no hacia nada si me quedaba solo sentada, así que me puse de pie y regrese a Sneal. para luego sacar a Doddy y montarme en su lomo y ya ahí, me puse a pensar...¿donde podría encontrar a alguien con ganas de un combate?. Volvi a suspirar y mire a Doddy. —Quisiera hacerte evolucionar...—le dije sonriendo, este solo volteo sus dos cabezas para verme, solo hacia falta entrenar duro—bueno...vamos a pueblo pincel—le dije sonriendo, este volteo otra vez sus dos cabezas al frente y tomo vuelo hacia el pueblo.
Saque a pidgeotto y esta supo a donde iba a ir, ahora tenia mis logros --Hay que entrenar! Y ganar todos los torneos!--Dije sonriendo decididamente mientras pidgeotto despegaba a ciudad tempera--
—¡Clefairy, ahí estás! —exclamé, atrapando con ambos brazos a la tipo hada en cuanto llegué a la ruta fuera de Lienzo. Dejé escapar un suspiro mientras que la pokémon me miró como si no comprendiera que era lo que había hecho mal. —Ugh, no vuelvas a hacer eso, es desconsiderado hacia tu pobre entrenadora —suspiré, jadeante, recuperando el aire tras la corrida. Contenido oculto @Gabriela Kagamine
Contenido oculto @Noir Sobrevolaba las rutas con Starptor hasta que divisé precisamente a dos personas, una que me conocía bastante bien, ¿cómo no reconocer a Effy a donde fuera?, uno no olvida la cara de la chica que siempre le da palizas a diestra y siniestra pero había alguien mas al lado de ella siguiéndola de cerca pero.. ¿quién era la persona que...? — Staraptor para ahora, ¡ahora! — le pedí a mi pokemon dándole leves golpes en el lomo incitándolo a parar de golpe. Necesitaba saber quien era esa persona, necesitaba saberlo, de lejos no podía reconocerla del todo y mucho menos de espaldas, así que mientras descendía Staraptor del cielo para intentar tocar tierra la pude ver, a lo lejos pero la vi, ¡Emily!, ¡Emily, Emily, Emily!, no esperé a que Staraptor tocara el suelo, a un par de metros decidí hacer la cosa mas estúpida que se me pudo haber ocurrido: saltar. Caí mal-no lo podía negar-provocando que girara un par de veces en el suelo pero estaba vivo, estaba bien... me levanté rápidamente del suelo dejando mi mochila atrás, ignorando a mi Staraptor que estaba claramente furioso por que su entrenador hubiera hecho eso. Pero allí estaba, su presencia estaba allí junto con la de Effy, no podía estar alucinando, no podía, mi mente no me jugaría algo como eso. Poco apoco empecé a correr más rápido hacia donde se encontraban ellas — ¡Emily! — le grité con todas mis fuerzas para que a pesar de la distancia en la que se encontraba de mi me oyera, llamar su atención o cualquier cosa, un año o más desaparecida, sin dar una explicación o una señal. Vale, yo tampoco daba señales de vida en mis desapariciones, ¡pero yo volvía! siempre volvía... ella parecía que nunca iba a volver otra vez. Cada vez me iba acercando más y más y cuando estuve lo suficientemente cerca sin inmutarme le abracé justo cuando pude frenar después de esa carrera, pasando por detrás de Effy para no chocar con ella — Emily... volviste... estas bien...— le dije algo entrecortado sin dejar de abrazarla, me separé de ella por muy corto tiempo examinándola rápidamente: sin ningún daño y ya comprobando la volví a abrazar por un largo tiempo antes de separarme finalmente de ella y colocar mis manos en sus hombros — ¿Dónde estuviste?...¿por qué te fuiste así?...— le pregunté mirandola con una mezcla de felicidad y preocupación — ¡Estuve preocupado por ti! ¡sabes lo que es irte a dormir un día y al siguiente ya no este alguien de tu grupo! — le miré levemente después de ese "regaño" y suspiré para después relajar el agarre de sus hombros hasta soltarla finalmente y pasarme una de mis manos por mi cabello y dejarme caer al piso para estar sentado. Miré a Effy y le sonreí con entusiasmo como una forma de saludarla después de lo que había armado al ver a Emily después de tanto tiempo en el que no había estado
Miré divertida cómo el pokémon se alejaba y a su entrenadora siguiéndolo. Silbé para llamar a mis pokémon y me siguieron mientras nos introducíamos en la ruta. Estaba feliz por saber que Dante seguía bien, muy feliz de hecho. Seguro estaba enfadadísimo conmigo pero eso no me quitaba la ilusión y ganas de verlo. Antes lo digo… Justo cuando llegué al lado de Effy noté como alguien me paraba, abrazándome por detrás. Hubiera gritado pero al escuchar la voz solo pude taparme la boca con las manos y notar como empezaban a formarse lágrimas en mis ojos. -Lo siento mucho…-dije con la voz entrecortada y me agaché para quedarme de cuclillas enfrente suya-De verdad que lo siento-me froté los ojos quitándome las lágrimas-Es sólo que yo soy muy impulsiva y tuve la necesidad de volver a casa. En un principio iba a ser una semana o dos como mucho. ¡Iba a avisaros! Pero pasaron cosas y no pude-dije bajando el tono de voz para luego sonreír quitándole importancia-¡Pero bueno! ¡Estoy aquí para seguir molestando! ¡Y ya no me voy! Me tienes que contar muchas cosas ¿eh?
La escena fue un tanto enternecedora, nos quedamos al margen junto con Clefairy para darles a los dos amigos que acababan de reencontrarse la oportunidad de abrazarse y contenerse por fin tras lo que parecía ser mucho tiempo… Pero hubo un destello de mi bolso, y emergió a mi lado Blissey. El pokémon de la felicidad debió haber sentido las fuertes emociones de los dos entrenadores, porque se encontraba conmovida al máximo y se acercó a ambos en grandes pasos. Sin perder esa gran sonrisa, Blissey aprisionó a ambos, a Dante y a Emily, en sus brazos en un abrazo contenedor, tierno y… sofocante, probablemente. Pero era la felicidad que invadía a Blissey, no podía evitarlo, era su característica como pokémon de la felicidad. —¡Blissey, los vas a asfixiar! —exclamé, entre divertida y preocupada, haciendo que la tipo normal liberara finalmente a sus prisioneros.
Esperé a que el chico contestara sin poder evitar una sonrisa en mis labios. “¡Espero que se dé cuenta de que he crecido! ¡Si no me enfado!” pensé para después sentir un abrazo asfixiante. Cuando, al rato volvía a respirar con tranquilidad, miré el causante y sonreí dulcemente hacia el pokémon. -Debo entender que Dante también está feliz de verme ¿no?-pregunté mirando y de laguna manera entendí, o quise entender, que la respuesta a mi pregunta era sí.
Emily trato de disculparse por haber hecho eso y también me explicó el porque de su decisión -aunque eso no quitaba el hecho de que me había preocupado demasiado e que incluso había pensado lo peor- pero mi oportunidad de decirle que lo único que realmente me importaba ahora es que ella estaba bien y estaba aquí ahora fue tomada por uno de los pokemon de Effy que nos dio un abrazo bastante... Asfixiante hasta que Effy logro que nos soltara. — Con decir que estoy feliz me quedo corto... Bastante corto, tengo que admitir que siempre me tuviste bastante preocupado y que ahora el verte aquí es como quitarme una gran preocupación Emily — sonreí una vez más y me levanté del suelo ¿qué tanto espectáculo abre dado? Bueno eso no importaba ahora — Y has crecido un poco ¿verdad? — pregunte intentando ahogar algo de la felicidad para no notarme tan...emocionado
-Lo sé, y aunque no te sirva para perdonarme, me he sentido culpable muy culpable. Siento mucho haberte preocupado-otro par de lágrimas amenazaron con salir y me agarré a su cuello para abrazarlo-¡Sí! ¡Casi soy más alta que tú!-dije sonriendo y llorando a la vez. Obviamente eso era imposible pero me hacía ilusión decirlo-Hablando de estaturas, ¿y Ukita? ¿Qué ha sido de él?-pregunté sin soltarme.