Caminé tranquilamente, me detuve por un rato para quitarle el disfraz a Warto por el calor, aceptó con una sonrisa y se quitó su disfraz pero se quedó con su juguete, luego seguimos andando
Caminamos todos juntos con tranquilidad, me encontraba pensando cómo podría evolucionar a Wartortle a Blastoise, se me hacía agua la boca de solo pensar su potencial, pero escuchar a Warto piropear a Sylveon, en su idioma, claro, se me esfumaron las ideas, así que pensaba evolucionar a Magby hasta Magmortar
Decidí parar un momento para descansar e hidratarme, no tomaba agua desde hace días, más el peso de una caja pesada que llevaba repleta de bolsas con comida y botellas de agua, provisiones de campamento, tenía pensado acampar en el Bosque Pincel
Ya repotenciado, me levanté y seguimos, íbamos a mitad de la ruta, mientras, pensaba en la mala pasada con Pauline, pero enseguida olvidé eso y me puse a dudar de mis dotes de entrenador, de mis cuatro Pokémon, sólo una ha logrado evolucionar hasta su última fase evolutiva: Sylveon, pero entre mis planes estaba evolucionar a Wartortle a Blastoise, me quedaba un largo camino para ese propósito...
Miré curiosamente las entradas de mi PokéDex, la de Blastoise me captó la atención —Blastoise, el Pokémon torreta marina y la forma evolutiva final de Squirtle, se puede decir que Blastoise es el Pokémon de tipo agua definitivo, es muy apreciado por los entrenadores por su fuerza y resistencia, suele atacar con los cañones de agua que tiene en su caparazón —narró la PokéDex—
Luego seguí caminando leyendo mis anotaciones en el Diario... —Ups, le había tomado accidentalmente la mano a Pauline, ésta estaba tan roja como un tomate, me soltó y miré al piso apenado, pero por dentro me partía de la risa, luego tuvimos un combate, me enfrenté a su Grovyle, y le gané pírricamente, es una buena entrenadora —estaba escrito en el diario—
Me cansé, pero estaba cerca, eso ponía un cartelito que apuntaba a la ruta 302 Me volteé para ver a Sylveon abrazar al sonrojado Wartortle, seguí caminando, estaba cerca
Ya este era el final de la ruta, pero por algún motivo intenté pasar pero no pude (@GalladeLucario, ¿será que puedo pasar sin combatir?, que no hay entrenadores por aquí)
Caminé y caminé hasta llegar a la ruta 301. Estaba más que cansada, así que en compañía del Pidgeotto de Yair, me senté a comer unas cuantas galletas mientras admiraba el paisaje.
De pronto, sentí unos ruidos a mi al rededor. ¿Qué era, qué era? Me levanté asustada, esparciendo algunas galletas en en el piso. —¿Quién anda ahí?—Pregunté con miedo.
De la nada apareció un pequeño Sentret. Me miraba con curiosidad, así que le sonreí y le lancé una galleta para que comiera. La tomó y desapareció a la nada otra vez. Me encogí de hombros y miré a Pidgeotto que seguía un tanto sorprendido. Lo acaricié para calmarlo y volví a sentarme. Parecía que la ruta habían muchos pokémon salvajes.
Pidgeotto comenzó a insistirme en irnos, pero yo le negué con la cabeza. —Me quedaré aquí, regresa con Yair si quieres—. Le abracé y me despedí de él. Desde ahora seguiría sola.
Pidgeotto se quedó, no se fue. Era un pokémon muy leal y servicial, así que con una sonrisa, le entregué una galleta para que comiese. Continué caminando como si nada, acariciando de vez en cuando a Pidgeotto. Cada vez tenía más ganas de tener un pokémon volador en mi equipo.
Escuché otro ruido más y volteé rápidamente, llevando una mano a mi bolso. ¡Esa ruta sí que era bastante activa! Me sentía paranoica entre tanto ruido.
Un pequeño Lillipup pasó corriendo a mi lado, casi sin darme tiempo de reaccionar. Salté hacia atrás, sorprendida por la repentina aparición y la rapidez con la que había corrido el pequeño pokémon. Miré a Pidgeotto que observaba con semblante serio, le sonreí y le aclaré que todo estaba bien.
Tomé mi mochila y saqué otro paquete de galletas, esta vez de chocolate. ¡Tenía mucha hambre! Cerca había un pequeño árbol, me acerqué allí para refugiarme un momento. Un Zigzagoon se acercó, le di una galletita y se alejó.
Un furioso Poochyena apareció, me miró mal y se alejó. Vaya, qué extraño. Me levanté y recorrí el árbol, se notaba que era viejo.
Dos Zigzagoon pasaron corriendo, perseguidos por un Starly un tanto matón. —¡Oye, déjalos en paz!—Le grité al pokémon. Saqué a uno de mis pokémon, a Smoochum, y me preparé para hacerle frente al malvado—. ¡Smoochum, usa Puño Hielo! SMOOCHUM: Hielo/Psíquico (Equilibrado) Despiste: inmunidad a provocaciones: mofa, señuelo, etc. Salud:90/90 Fuerza: 115 Resistencia: 80 Agilidad: 2/2 (65 de Velocidad) Movimientos: -Puño Hielo (50 Potencia, Hielo) -Canto (Duerme) (Usos: 2/2) -Puño mareo (20 Potencia, Normal; además, confunde) (Usos: 2/2) -Llanto falso (Baja 20 resistencia rival) (Usos: 4/5) El golpe le dio de lleno a Starly, quien cayó rendido. Aproveché ese momento y lancé una pokéball, para capturarlo. Tras una eterna espera, ¡Starly era el nuevo miembro de mi equipo!