-Pues para que lo sepas prefiero irme de paseo con él aunque parezca que tenga miedo antes que quedarme contigo-le dije a Ukita con una sonrisa burlona en mis labios mientras me acercaba a Dante y lo cogía del brazo
Suspire... esos dos tardarían mucho para poder llevarse bien sin pelear — Yo solo iba a ver que otras cosas hay por ahí, no se como bayas... o observar a los pokémon — me gire hacia Emily y luego le lance una mirada seria a Ukita — Quiero que te quedes con él, no quiero dejarlo solo y con él estaras mas segura que con un chico que lanza ascuas a un pokémon tipo agua — lo ultimo lo dije entre risas al recordar mi "seria" batalla con Ian, luego senté a Emily al lado de ukita y les sonrei
-¡Espera! ¡Dante! ¡No importa! ¡Yo también hubiera usado Ascuas!-grité pero él ya se había ido Suspiré y me tumbé en el suelo mientras Tepig se acurrucaba a mi lado para darme calorcito. “Voy a dormir con dos chicos en una tienda de campaña” fue lo primero en lo que me puse a pensar. Me levanté sonrojada y asusté a Tepig. “No Emily, por Dios, no pienses nada raro”
—Te vi rara... y sobre Dante, es mejor que no lo sigas, suele darse esos paseos solitarios para sentirse mas calmado y despejado—disimuladamente me sente a su lado, mientras Bulbasaur seguida comiendo— Hey amigo... no es bueno comer mucho de noche, mejor ya ven... —le avise de donde estaba.
Saqué de la Pokéball a mi nuevo pokémon para que saludara y conociera más el ambiente. Cuando lo saqué, no tenía mucha cara de felicidad. Me puse de cuclillas, para poder ver mejor a Poochyena. --Hola pequeño, me llamo Destiny y seré tu nueva entrenadora.--Le dije mientras le acariciaba la cabeza, pero la apartó de inmediato.--Oh, vamos.--Extendí mi mano, para que cogiera más confianza. Charmander se acercó a Poochyena, parecía que mantenía una conversación... Al acabar de hablar Charmander, Poochyena empezó a olerme la mano y el brazo, luego, me empezó a lamer. Confiaba en mí, pero parece que no mucho. --Gracias Charmander.--Agradecí a mi pokémon.--Bueno Poochyena. ¿Quieres caminar o ir en la Pokéball?-- Poochyena miró al camino, y enseguida supe que quería caminar. --Bueno White... ¿Caminamos o quieres atrapar a un pokémon? --Le pregunté a mi compañera.
-Ya veo-respondí y luego miré a Tepig el cual se había puesto otra vez al lado de mis piernas (yo estaba sentada con las piernas recogidas hacia mi pecho)-Siento haberme puesto así contigo pero no me gusta que se rían de mi por que soy algo miedica-miré al cielo-Que bueno no lo soy tanto pero me siento más segura muy acompañada-lo sonreí y volví a mirar al cielo-¡Qué bonitas son las estrellas!
Mi pokemon obedeció por primera vez sin replicar... se acerco a mi, y sin demostrar mucha blandes por su orgullo, se echo a mi lado a descansar, muy satisfecho. —No importa Emi... no me hago lios ^^— pense dos veces en decirlo, no solia hablar con chicas, y me habian dicho que no era lo mismo que convesar con un varon— Eh... y disculpame a mi si aveces soy molesto.... eh... no suelo socializar mucho, solo con Dante y mi padre...— trague saliva— Y si! dicen que si te fijas bien, encontratas algunas con formas de pokemon!
-¡No has hablado con chicas! ¡Pero bueno!-le dije sonriente mientras lo miraba-Aunque yo tampoco hablaba antes con chicos...ni con chicas-miré al suelo y empecé a hacer dibujitos en el suelo con el dedo-Pero una vez que estaba hablando con mi única amiga me dijo que era más divertido tener muchos amigos y me empujó para que hablara con unas chicas. Fue ahí cuando empecé a relacionarme con la gente pero rara vez me acercaba a los chicos pues una vez...-borré los dibujitos con la mano-Bueno, no es nada-volví a mirarlo ya no tan sonriente
Me quite la gorrita, mi corto y castaño cabello empezaba a sudar.— Oh anda... cuéntame... ¿que paso? —pregunte curioso como siempre solia ser.
-B-bueno, no quiero molestarte con mis problemas-le dije con una sonrisa sincera-Pero...¿sabes lo que es el Bully?
Había encontrado unos arbustos con diferentes tipos de bayas algunas comestibles para los pokemon y otras para nosotros y ellos. Todas y cada una de ellas las había colocado en una bolsa de plastico para poder guardarlas. — Afuera es realmente distinto... — dije al aire, sabía que nadie me escucharía, afuera era todo más tranquilo y pacifico... muy distinto a donde me acostumbre a crecer en pocas palabras
-Bueno, en realidad es Bullying pero yo le acorto a Bully. La cuestión es que, bueno...es acoso escolar-miré a mi Tepig, el cual se había quedado dormido y luego volví a mirar a Ukita, al cual me acerqué un poco. Con esa historia siempre lloraba así que me preparé-Pues lo que pasó es que unos chicos un par de años mayores que yo...mejor empiezo un poco antes. En la penúltima clase pedí permiso para ir al baño y la profesora me dejó. Fui hacia el cuarto de baño y cuando salí me encontré con esos chicos que siempre estaban molestando. Empezaron a acercarse a mi y me rodearon. Ellos...intentaron quitarme...la cami...seta y otros la falda-me sonrojé en esta parte-Pero logré escapar y a partir de ese día empezaron a amenazarme para que yo no volviera a clase porque siempre lograba escapar cuando venían a por mi...y una vez...me pegaron pero...-no podí más. Las lágrimas empezaron a salir de mis ojos
La situacion se salia de mis manos ¡¿Donde estas Dante?! Intente hacer lo que pude para calmarla, sea como sea, no me gustaba ver a las personas llorar. —Oh cielos... que horrible debio ser... —me acerque levemente y le di un pañuelo que tenia en mi bolsillo para que secase sus lagrimas. Habia tomado una aire serio. —¿Y por que nunca le avisaste a los profesores? Algo asi... pues yo creo que no es permitible...
Acepté el pañuelo y me sequé las lágrimas. -Finalmente lo hice y los expulsaron hasta final de curso además de que hablaron con sus padres. A la mayoría los mandaron a una reformatorio y los otros ya no eran tan fuertes. Y ya sé que no todos los chicos son así pero siempre tenía miedo...-intenté sonreír-¡Pero ya pasó! No debí contártelo, es algo que no es bonito de escuchar...por cierto, ¿no está tardando demasiado?-dije refiriéndome a Dante
—Debio ser muy feo Emily... pero me alegra lo que hayas logrado superar—le sonrei de igual manera y le di una palmada levemente en la espalda, como para reconfortarla. — Pues, él suele tardarse, ten por seguro que esta bien— animé, y para alegrarle le ofreci una Friz! era algo inutil pero tenia la excusa de siempre preguntar por educacion.— ¿quieres una Friz? Rebusque entre mi mochila una o dos latas.
— Eh perfecto! ¡Por fin alguien me acepta uno! —solte una risa, y de mi mochila saque dos latas, le entregue una y espere a que la abriera para tomarlas al mismo tiempo— Emm Dante dice que son muy amargas... y bueno, de echo a casi nadie les gusta jeje