Nikolah Cruz — La idea era solo desgastarlo un poco. Acabemos esto con un puño fuego, Vega. CONKELDURR: Lucha Lvl. 33 (200) Salud: 63/248 AP: 55/100 Ataque: 169 Defensa: 116 Ataque Especial: 58 Defensa Especial: 87 Velocidad: 52 (<39) Habilidades pasivas: -Agallas (multiplica la potencia de los ataques del usuario x1,5 cuando sufre un problema de estado) -Puño férreo (multiplica la potencia de los ataques de puños del usuario x1,5) Habilidades activas: -Guardia Baja (40 Potencia, Normal, ignora cambios de estadística en la defensa rival y efectos que aumenten el consumo de AP, -12 AP) -Corpulencia (+25% ataque y +25% defensa por dos turnos. -30 AP) -Puño Fuego (75 Potencia, Fuego, físico, -15 AP) -Lanzarrocas (30 Potencia, Roca, físico, -8 AP) -Demolición (40 Potencia, Lucha, físico, -10 AP)
¡Rillaboom sube de nivel! +2 PS +1 Velocidad ¡Dreepy sube de nivel! +1 Defensa especial +1 Velocidad ¡Morelull sube de nivel! +1 Ataque especial +1 Defensa especial ¡Conkeldurr sube de nivel! +2 PS +1 Ataque ¡Crustle sube de nivel! +1 Defensa +1 Ataque especial +1 Defensa especial +1 Velocidad Nikolah hizo otro cambio. Tres de sus pokémon habían caído... sin duda, el tipo sería un extremista y le faltaría materia gris, pero no era en absoluto negado para los combates, ¿eh? Sabía manejarse mucho mejor de lo que uno esperaría. Pero por suerte para el holder, ya no le quedaban más pokémon a su rival. Con eso, el tipo había sido derrotado. —... tsk. H-He perdido, pero... ¡ha sido solo porque me he descuidado! Ya verás, ya... cuando me entrene un poco y logre reunir al Team NeoCelthic... se te acabará la visita a nuestra región. ¡Nada de invasores por aquí! Los Celthic... retomaremos la libertad de la región. Y se marchó corriendo... qué tipo tan extraño. Bueno, al menos había logrado que dejase de molestar a la gente... por el momento, eso sí. ¡Misión cumplida!
Nikolah Cruz El tipo raro se fue, diciendo cosas sobre como iban a volver a independizarse y como los tal NeoCelthic iban a volver a formarse. La verdad es que no tenía mucho sentido seguirlo o algo. Parecía que al menos, iba a dejar de molestar al resto. Después de unos segundos, pude sentir como videomisor vibraba. Con más rapidez de la que debería, inspeccioné la pantalla, y pude ver que tenía un mensaje de Liza. Se me estampó una sonrisa en el rostro con solo ver ese nombre en la pantalla. Vaya, así que Lucas sí había ganado al final. Eso sentía... raro. O sea, conocía personalmente a un Campeón. Tampoco es que fuéramos super amigos, creo que había conversado con él un par de veces nomás. O tal vez una. Pero bueno. Lo conocía. Lo siguiente me llenó de curiosidad. ¿Un nuevo viaje? Yo iba recién por la mitad del mío. ¿Significaba que Liza iba a volver a irse? Un segundo, ¿yo también estaba invitado? ¿De verdad? Estaba seguro de que esa tal Maeve ni debía estar seguro de que existía. ¿Esto sería cosa de Sonia? La verdad era que estaba algo... conflictuado. De verdad. Recién me encontraba a la mitad del recorrido, suponía, o incluso menos de la mitad, y al fin estaba ganando algo de tracción. Era volver a empezar de cero, e incluso, dejar de vuelta a todo mi equipo. ¿De verdad podía hacerlo una segunda vez? MacAndino recién evolucionaba, y había nuevos amigos a los que conocer más. ¿Qué les iba a ocurrir? No sabía si dejarlos. Seguramente Sonia se quedaría cuidándolos, pero... Por otro lado, Liza me había invitado. Había estado meditando y pensando bastante sobre el efecto que ella parecía tener en mí. De hecho, si hubiera sido cualquier otra persona la que me hubiera invitado, habría agradecido, pero dicho que no. Empezar una nueva aventura sonaba cansador, en especial a mitad de otra. Pero ahora era empezar una nueva aventura con ella... Bueno, a la mierda. Siempre había seguido mi corazón. No había razón para no hacerlo ahora. Liberé a mi equipo y le expliqué la nueva situación. Obviamente, algunos no estaban demasiado felices. Yo tampoco lo estaba, no del todo. Pero ellos lo podrían tratar como unas pequeñas vacaciones. Se lo merecían también. Habían trabajado bastante arduo para llegar a este punto. Todas las batallas las habíamos ganado medio raspando. Ahora era el momento de que se soltaran un poco y se distendieran. Y quien sabía, tal vez iba a poder volver a verlos lo antes posible. Con eso resuelto, decidí dejarlos libres, para que se entretuvieran un rato, y yo me senté a la vera del camino, para contestar. Contenido oculto Hola Liza! No hay problema, suponía que estabas ocupada o algo. Me alegro muchísimo por Lucas! Que raro, no? Conocer a un Campeón de manera personal y todo. Supongo que lo voy a felicitar en cuanto lo vuelva a ver. Y vaya, es... es raro, la verdad. La propuesta, digo. Ustedes ya terminaron, pero yo estoy recién llegando a la mitad. Todavía ni llegué al cuarto gimnasio, así que no tengo idea de como será el desafío, pero venimos bastante bien. Y la verdad, te soy sincero, si hubiera sido cualquier otra persona, diría que no. Comenzar un nuevo viaje a estas alturas suena complicado. Pero quiero verte. Tengo muchas ganas de verte. Sé que tampoco es que pasamos taaaanto tiempo sin vernos, como otras veces, pero ahora se siente mucho más. Y empezar una nueva aventura contigo la verdad es que suena muy bien. Eso sí, me puedes pasar a buscar? Je. Que no tengo ideas de que había una ciudad llamada Entrerríos. Y si me dices direcciones, puede que me pierda. No, seguro me pierdo. Y tardaría mucho, y no te quisiera atrasar. Estoy en la ruta 13, al final, al lado de... de la ruta 16. ¿16? Ah, sí, porque la 14 ya estaba al lado de Cruce, cierto. Bueno, ahí. En el cruce entre ambas. Bueno, te espero entonces! Contenido oculto Hygge
Liza White Los chicos escogieron sus iniciales y partieron hacia la isla Milagro. En su lugar yo decidí quedarme para aguardar por Nikolah. Además, la tensión que había entre geriénses y teselianos era... bastante notoria, más aún cuando precisamente yo me encontraba en tierra de nadie. Era un poco extraño, de modo que decidí no involucrarme demasiado. Mientras esperaba por una respuesta, haciendo compañía a Maeve y el resto de pequeñajos sentí un tacto cálido en mi pierna. Intrigada, dejé de observar mi videomisor para notar a una pequeña criatura, un reptil de fuego que parecía observarme con curiosidad desde abajo. Se había separado del resto, intrigada por mi presencia y, creía, por la luz que emitía la pequeña máquina en mi muñeca. Parpadeé, buscando la mirada de la mujer, y ante su sonrisa supe que pensaba lo mismo que yo. La pequeña inicial me había elegido a mí. Y yo no iba a negarme. —Bienvenida al equipo, cielo —saludé, agachándome para tomarla en brazos. Su cuerpo emitía un calor agradable y no tardó en engancharse esta vez a mi brazo, observando todo desde arriba con curiosidad. Acaricié su cabeza con suavidad—. Tendré que buscarte un nombre pronto. En esas estaba, habituándome a mi nueva compañera cuando la pantalla del aparato volvió a brillar. Con cierta dificultad (porque Snutch no me dejaba ver el mensaje con su cabecita) supe que Nikolah había respondido finalmente. En un primer momento pensé que se negaría. No le hubiese culpado en cualquier caso. Aún tenía mucho viaje por delante. Pero... no lo hizo. En su lugar especificó que si había aceptado era únicamente porque se trataba de mí. Porque tenía ganas de verme. Disimular la sonrisa tonta que me provocó aquel mensaje y el cosquilleo en el estómago fue francamente imposible. Arribamos al final de la ruta 13 a lomos de Zazú, siguiendo las indicaciones del rubio. Snutch, ahora haciéndome de bufanda alrededor de mi cuello, parecía contemplar el paisaje con un brillo de emoción evidente en sus ojillos. Era francamente adorable verla. Todo un bebé. Cuando divisé al chico en la distancia, sentado a un lado del camino con sus pokémon paseando por el lugar alcé mi mano, captando su atención. —¡Niko, aquí! —exclamé. Cuando se acercó extendí mi mano hacia él. Al mirar a sus pokémon no parecía del todo seguro sobre lo que hacer. Era comprensible—. Aún estás a tiempo de negarte, cariño. No durará mucho tiempo, pero debo preguntar... ¿Estás seguro de que quieres hacerlo? Suavicé mi expresión entonces. >>En caso de aceptar, te pondré al día por el camino.
Nikolah Cruz Me había dispuesto a descansar, después de haber enviado el mensaje a Liza, en la vera del camino. Mi equipo también necesitaba un recreo. La batalla contra el independentista había sido mucho más dura de lo que esperaba, y eso había causado una mella fuerte en mi equipo. Varios terminaron bastante malheridos. Era obvio que no estaba listo para esto, todavía. Quedaba un camino por recorrer. Y la verdad, la idea de empezar de nuevo era aterradora, pero suponía que era mejor que nada. Tal vez, iba a adquirir más experiencia como entrenador, y poder darle a mi equipo lo que de verdad merecían. Una sombra pasó por encima mío, y al alzar la vista, pude ver a Liza, que me hacía señas con la mano. Involuntariamente sonreí, y me levanté, tal vez un poco rápido, para recibirla. Me acerqué hacia ella, pero me detuve a unos pasos, con un extraño nerviosismo atenazándome la garganta. ¿Por qué se me hacía tan difícil saludarla? Era como si tuviera miedo de que el más mínimo desliz la molestara. Miré a mi alrededor, ante la pregunta, viendo a cada uno de mi equipo. Bueno, como dijo, no iba a durar mucho, ¿verdad? Tampoco es como si me fuera y los dejara abandonados. Me cruzó una mueca con el rostro al recordar mi equipo de Galeia. ¿Y si estaba atrasando volver a reencontrarme con ellos? ¿De verdad debería arriesgarme a...? No pude continuar porque sentí como alguien me daba una fuerte cachetada en la nuca. Me froté la zona afectada, y miré hacia atrás, hacia MacAndino, que simplemente me miró como si fuera un idiota, y luego se fue, a causar más problemas. Suspiré, y los volví a meter a todos en sus pokéballs. Miré a Liza, sonriendo, para luego examinar una última vez a mi alrededor. — Sí, estoy seguro. Hagámoslo.
Givan Velren Una vez gastado bastante dinero en recolectar cosas interesantes, me fui con Levay, está vez a pie, hacia la Ruta 13, debido a que salíamos de su lado sur, no pude ver si había alguien presente. Cómo fuese, solo quedó detenernos en otro punto y continuar con la recolección... Contenido oculto - Agricultura (2 tiradas) 1- Zanahorias 2- Zanahorias 3- Hierbajos 4- Trigo 5- Trigo 6- Zanahorias 7- Hierbajos x1 Zanahorias x2 Trigo x2 Hierbajos (Por Zigzagoon) -100 Arlines
Cayden Dunn El combate había terminado rápido, si éramos honestos, así que ahora que me había quedado sin entrenadores suponía que no quedaba más opción que ponerme a recolectar para preparar algunas cosas antes de meterme al gimnasio de Aqualia. ¿Tenía ganas? No demasiada, hubiese preferido que alguno de los otros dos entrara antes que yo, pero tampoco quería quedarme esperando fantasmas. Si debía avanzar solo, iba a hacerlo porque de por sí era lo que había querido al principio. Los deseos se me habían cumplido un poco al revés, ¿no? Con los haters y ahora con esto. En cualquier caso, llamé a Cinis que se había quedado dando vueltas por ahí mientras yo combatía y subí a su lomo indicándole que me llevara a la ruta 13. Por algo se empezaba. Contenido oculto: Recolección dont mind me Cuatro tiradas de agricultura: 200 arlines Recolección: Hierbajos x2 Trigo x2 Zanahoria x4
Nikolah Cruz De Villa Cruce a Ruta 16 [1/6] Liza me tomó rápidamente de la mano, en cuanto notó que me estaba dirigiendo hacia cualquier otro lugar excepto la dirección que debíamos seguir. Ya nos habíamos acostumbrado a caminar de la mano, y se sentía tan natural que ni lo cuestioné, la verdad. Me comentó algo sobre revisar las medallas que ya había obtenido. La miré algo confundido durante un principio, hasta que recordé que, justamente, me encontraba en ese camino juntando justamente eso, medallas. Le dedicó una sonrisa triunfal en cuanto encontré el estuche y lo abrí, revelando tres medallas. Vaya, ya llevaba tres. ¿Cuántas eran en total? Bueno, lo iba a averiguar luego, suponía. La sonrisa se me borró un poco en cuanto mencionó que iba a necesitar algo con que pagarle. No tenía nada encima para darle. Torcí un poco el gesto, mientras me devanaba los sesos, pensando que pudiera ser. El rostro se me iluminó en cuanto una idea se alojó en mi cerebro, pero la lengua se me trabó en el momento en el cual iba a decirla. Por alguna razón, pensar en eso hacía que mi rostro se calentara, mi garganta se secara, y mi corazón se acelerara. Bueno, tal vez eran los nervios por volver a empezar a una aventura. Mejor se lo comunicaba luego. Así que simplemente le devolví la sonrisa, y dejé que me arrastrara. Teníamos un gran camino por recorrer. — Bueno, ¿y qué estuviste haciendo tú durante estos días? ¿Por dónde estuviste viajando? Hace bastante que no hablamos —comenté, mientras nos dirigíamos por la ruta, aún agarrados de la mano. Contenido oculto: Lista de encuentros 1- Nada 2- Entrenador 3- Nada 4- Entrenador 5- Pokémon salvajes 6- Entrenador 7- Nada 8- Pokémon salvajes 9- Nada 10- Nada
Liza White La ruta 13 seguía tan viva como siempre. Con la llegada del segundo torneo decenas, si no cientos de participantes se veían dispuestos a conseguir el resto de medallas, y aquella ruta conectaba con muchas otras. Era lógico verla llena de vida, así como era lógico ver Villa Cruce rebosando de vitalidad por ser... bueno, eso. El cruce. —Oh, ¿yo? —Alcé las cejas, hasta entonces distraída. Los engranajes se pusieron en marcha y tan pronto como recordé dónde había estado me asaltó la emoción. Apreté su mano ligeramente—. ¡Ah, no te lo vas a creer! ¡El idiota de Lucho me contactó! Después de, ¿cuánto? ¿Seis años? Estaba super enfadada cuando me llamó, ¡te lo juro! Pero luego se me pasó y me invitó a pasar un tiempo de calidad con él, y... La confusión en su rostro fue más que evidente, y entonces caí en la cuenta de que Nikolah nunca había oído hablar de él. Oh, cierto. No era algo que soliese comentar a menudo. Aflojé el agarre, retomando la marcha, y pensé en cómo resumirle el cuento lo mejor posible. —Lucho es mi hermano mayor. Nos llevamos cinco años, y quieras que no, cuando eres aún una niña y tu hermano ya quiere salir a viajar por el mundo, pesa —Observé el cielo despejado, con aire ausente—. Mis padres depositaron demasiadas expectativas en él, y estar en casa parecía asfixiarle, así que se fugó sin decirle nada a nadie cuando tenía 12 años. Al principio nos mandábamos correspondencia, pero en determinado momento no volví a saber de él. Hasta ahora. Me llevé un mechón de cabello castaño tras la oreja con mi mano libre, liberando un pesado suspiro. >>Fue una de las razones por las que empecé mi viaje, de hecho. Creí que encontraría alguna pista de su paradero. Y cuando ya me había resignado... ¡Bum! ¡Me llama, así como si nada! —Hice un pequeño mohín inconsciente, buscando refuerzo en su mirada—. ¿No te parece feo, Niko?
Nikolah Cruz De Villa Cruce a Ruta 16 [2/6] En la ruta había un montón de gente, cosa que recordaba, pero me parecía que el número se había incrementado durante el tiempo que había pasado fuera de la región. Además, me había desacostumbrado un poco a las muchedumbres, así que andaba algo abrumado. Por suerte, nadie parecía prestarnos mucha atención, cada uno viviendo su día a día, así que mientras nos mantuvieramos por el borde del camino, podríamos seguir transitando tranquilos. Miré a Liza algo sorprendido cuando sentí como me apretó la mano. Comenzó a contarme toda emocionada como un tal Lucho, que la parecer era un idiota, la había contactado después de tantísimos años. Yo le sonreí, porque obviamente parecía importante para ella, pero la confusión debía ser patente en mis ojos, porque la muchacha se detuvo, y se puso a explicarme, más tranquila. Su hermano mayor, ¿eh? Nunca se me hubiera ocurrido que la chica fuera la menor, la verdad. No sabría decir por qué, pero su carácter, su calidez, hasta su mirada parecía de una hermana mayor. Tal vez fuera la del medio. O quizás así fuera ella desde el principio. O bueno, que se yo. Le estaba dando muchas vueltas al tema. Al parecer, el muchacho había huído de su casa hace muchísimo ya, cuando tenía doce años. Había estado comunicado con Liza durante un tiempo, pero luego había habido silencio de radio por parte de Lucho. Miré a Liza, inclinando un poco la cabeza, mientras esta se llevaba un mechón de cabello tras la oreja, y suspiraba. Cuando volvió a mirame, con aquel pequeño mohín, posé mis ojos hacia adelante, en el horizonte. No había sido solamente porque aquel gesto había hecho que mi corazón se acelerara, si no porque de verdad estaba reflexionando sobre la pregunta. — No sé si de verdad es feo. Es decir, sí, no se comunicó contigo durante muchos años, pero al menos lo hizo ahora. Y pudiste hablar con él, e incluso volverlo a ver. En cierta manera, cumpliste el propósito de tu viaje, ¿no? —me encogí de homrbos.— No sé como alguien se escaparía voluntariamente de una familia, la verdad. Eso sí me parece feo. Pero todo terminó bien al final, ¿no? Lo pudiste encontrar, y encima pasar tiempo junto a él. Supongo que después le habrá avisado a tus papás. Eso sería otra cosa fea, si no les avisó nada. De pronto, un pensamiento se abrió paso entre todos los demás. >> Espera, si ya encontraste a tu hermano, y ese era el motivo de tu viaje... ¿ya vas a terminar tu viaje? ¿Vas a volver a tu casa? —pregunté, sin poder evitar que la desesperación me tiña un poco la voz. Contenido oculto: Lista de encuentros 1- Nada 2- Entrenador 3- Nada 4- Entrenador 5- Pokémon salvajes 6- Entrenador 7- Nada 8- Pokémon salvajes 9- Nada 10- Nada
Liza White Niko desvió la mirada al frente y me respondió. Fruncí ligeramente el ceño cuando no me dio la razón, pero poco a poco su explicación hizo que relajase mi expresión, al menos un poquito. —Bueno, sí... Pero fueron muchos años sin saber nada. Y al contactarme parecía que los años no habían pasado para él, como si todo aquello no hubiese sido la gran cosa —mascullé, aún algo molesta en el fondo. La tranquilidad que me irradió Nikolah, sin embargo, fue algo contagiosa. Al poco tiempo reculé, y agregué algo más—. ...Aunque quizás solo estuviese intentando esconder la vergüenza o la culpabilidad, fingiendo normalidad. No lo sé. Siempre me ha costado leer a ese chico. En cierta medida se sintió bien contárselo a alguien más. Mimi ya lo sabía, pues nos llamábamos a menudo para contarnos nuestros avances, pero Nikolah y Mimi eran tan distintos que se sintió como recibir puntos de vista totalmente distintos. Asentí ante su pregunta de si todo terminó bien al final, volviendo también la vista al frente. >>Sí... supongo que sí. Pudimos hablar, me explicó mejor sus motivos, y supongo que aunque no comparta sus métodos puedo llegar a entenderle. Le animé a llamar a casa, también —sonreí algo culpable, rascándome la mejilla—. D-Digamos que yo también seguí su ejemplo en su día, y me escapé también de casa. Después de su partida mis padres no querían que su última hija se fuese de casa, pero yo necesitaba emprender mi viaje cuanto antes —Ante su mirada me apresuré en agregar, agitando las manos con nerviosismo—. ¡Pero yo sí les llamé en su día, que conste! Me dio algo de vergüenza contarle esa parte, más aún cuando dijo que no era capaz de comprender algo así. ¿Cambiaría su forma de verme al saber de esa época medio rebelde? Aparté a un lado ese miedo cuando me hizo una última pregunta. Guardé silencio unos segundos, notándole algo preocupado, y entonces solté el aire por la nariz en una risa ligera. Pero qué mono. —No, claro que no, cielo —le tranquilicé, acariciando con el pulgar el dorso de su mano—. Ese era uno de mis motivos al principio de mi viaje, pero con el paso del tiempo fue perdiendo peso, y añadí muchos otros. Aún quiero encontrar cual es mi verdadera pasión. Si de verdad quiero ser entrenadora... o algo más. >>En definitiva, aún te queda Liza para largo —bromeé, liviana—. Por suerte o por desgracia.
Nikolah Cruz De Villa Cruce a Ruta 16 [3/6] — Claro, supongo que también tienes razón —concedí.— Que te haya hablado como si no se vieran desde anoche puede resultar algo insultante, me imagino. Escuche el resto de la historia con una sonrisa. Así que ella también se había escapado. La verdad, me costaba un poco entender que uno pudiera escaparse de su casa. Supongo que sus experiencias habían sido extremadamente distintas a las mías, por lo que tal vez uno se pudiera sentir sofocado y demás. Igual, no me parecía muy lindo. No cambiaba la manera en la cual veía a Liza, la verdad. Suponía que todos los holders habíamos tenido que dejar nuestra casa, de una manera u otra. Tal vez el camino de cada uno era distinto, pero en cierta manera, éramos parecidos. Soltó una pequeña risa en cuanto hice mi pregunta, por lo que fruncí un poco el ceño. ¿Qué era gracioso de todo eso? Para mí era algo serio. Sin embargo, en cuanto acarició el dorso de mi mano con su pulgar, relajé el gesto. Escuchar sus palabras me alivió bastante. Asentí, dándole la razón en algo. — Ah, yo diría por suerte —añadí, cuando dejó de hablar.— Y espero seguir teniendo más suerte, así que te quedas más tiempo a mí lado. Lo había soltado simplemente al aire, con una sonrisa, en un arrebato de honestidad. Fruncí un poco el ceño luego. >> Pero tienes razón. Las metas de uno cambian, a medida que viaja —a mí me había pasado lo mismo, aquella vez, en cuanto encontré a Zekrom. O más bien, lo vi de pasada, mientras batallaba con su compañero.— Se podría decir que yo estoy igual. No tengo idea de que hacer, ahora. Me gusta ser entrenador, pero siento que me falta algo —me encogí de hombros.— Quien sabe, puede que termine trabajando como detective o lo que fuera. Contenido oculto: Lista de encuentros 1- Nada 2- Entrenador 3- Nada 4- Entrenador 5- Pokémon salvajes 6- Entrenador 7- Nada 8- Pokémon salvajes 9- Nada 10- Nada
Liza White El color volvió a arrojarse a mi rostro cuando dijo que el hecho de que siguiese allí, con él, era toda una suerte. Niko tendía a hacer comentarios así, brutalmente honestos, y siempre conseguían darme un vuelco al corazón. En el fondo también me daban algo de miedo, porque me hacía sentir especial. No quería ilusionarme demasiado, pero ya era un poquito tarde para eso, ¿no? Terminé volcándome en sus propias reflexiones, sin ocultar la curiosidad en mis gestos. —¿Te gustaría vivir de eso el resto de tu vida? —inquirí, intrigada—. Parece un trabajo interesante. También algo sacrificado, pero si tienes vocación y disfrutas del fruto de tu esfuerzo, eso apenas termina notándose. Me quedé unos segundos rumiando una nueva idea. >>¿Qué tal chef? Se te dan muy bien los dulces. ¿O sibarita?
Nikolah Cruz De Villa Cruce a Ruta 16 [4/6] Seguí caminando, ignorando completamente la reacción de Liza ante mis palabras. Hacía un día precioso, y estaba distraído con todas las cosas que estaban ocurriendo a mi alrededor. Y un montón de cosas estaban pasando, pero parecía como si el mundo hubiera decidido dejarnos solos a nuestro ritmo, mientras este avanzaba a nuestro lado. Estaba dividido. No me molestaba para nada, así podía conversar sin problemas con Liza, y seguir agarrado de la mano con ella. Pero también no me olvidaba que tenía que todavía pelear en un gimnasio. No sabía cuan preparado iba a estar mi equipo. De hecho, hacía mucho que no combatía con ellos. Quería desentumecerme antes de tener un verdadero desafío al frente. Encogí mis hombros ante su pregunta. La verdad que no tenía ni idea. — No sé, la verdad. Supongo que es lo único otro que me sale bien, ¿sabes? O que al menos, lo intento y me entretiene. Nunca me puse a pensar en que otras cosas hacer. Siempre me contente con simplemente recibir lo que sea que la vida me ponga al frente —me rasqué la nuca ante su siguiente pregunta.— ¿S...si...barita? ¿Qué es eso? Contenido oculto: Lista de encuentros 1- Nada 2- Entrenador 3- Nada 4- Entrenador 5- Pokémon salvajes 6- Entrenador 7- Nada 8- Pokémon salvajes 9- Nada 10- Nada
Liza White —No es lo único, bobo. Le regañé por su actitud, frunciendo ligeramente la nariz. Se le daban bien muchas cosas, y seguro que tantas otras aún ni siquiera las había descubierto. Como la papiroflexia, por ejemplo. ¿No me había bordado también una manta? Aún la tenía en mi mochila (y no iba a admitir que a veces dormía abrazada a ella, no). ¡Y también se le daba un instrumento! Era una persona multifacética, en realidad. No iba a permitir que hablase así de sí mismo. —Sibarita es una profesión algo similar a los criadores pokémon, quizás —le expliqué—. Se encargan de identificar la compatibilidad entre entrenador y pokémon, y aconsejar de qué forma fortalecer ese vínculo. Digamos que tienen esa facilidad para entender y comunicarse con los pokémon, una conexión especial. Es una profesión muy típica de Teselia, pero creo que no es muy conocida fuera de mi región. Hablar de profesiones tenía su encanto. Saber que los dos estábamos igual de desorientados daba pie a apoyarnos el uno en el otro durante esta nueva fase de nuestras vidas. Mimi ya había encontrado su vocación. Ella quería ser modelo desde hacía mucho y finalmente lo había conseguido. Nosotros no nos podíamos quedar atrás. >>Quizás sea un proceso lento... —murmuré, y me miré el dedo meñique de mi mano libre. Volví el rostro hacia él—, pero descubramos nuestra vocación juntos. ¿Promesa?
Nikolah Cruz De Villa Cruce a Ruta 16 [5/6] Sonreí algo avergonzado ante la respuesta de Liza. La verdad, no sabía por qué me había salido decir eso. De hecho, no se me había dado muy bien, aquella vez que lo intenté de verdad, hacía lo que parecían años atrás. No era un recuerdo muy bonito, así que decidí no revisitarlo. Me concentré en la explicación de la castaña sobre lo que era un sibarita. Vaya, no lo hubiera adivinado nunca por el nombre. Me sonaba a algo más relacionado con la música, la verdad. No sabía por qué. — Vaya, sí, ese es un trabajo que suena super interesante. Y divertido. Podría ser una opción. Pero igual, si es la primera vez que lo escucho, tal vez no sea muy común, como dijiste. Sin embargo, una idea me había quedado revoloteando en la cabeza desde que ella había mencionado el ser chef, y lo bien que se me daban los dulces. En ese momento, una imagen se me había venido a la mente. Una en la cual los dos estábamos detrás de un mostrador, rodeados de confites, dulzuras, y demás panificación. Así como también de café y té. Supongo que sería... lindo llevar entre los dos una tienda así. Aunque no tenía ni la más remota idea de como llevar adelante una tienda. ¿Cómo se ponía una tienda, en un principio? La mera idea, sin embargo, hizo que me sonrojara, y cuando Liza volteó su rostro hacia mí, sonreí nervioso. Suspiré, para calmarme, y levanté el meñique, para unirlo al de ella y sellar la promesa. — Promesa. Descubramos en qué somos buenos. Después de todo esto. Y si es que alguna vez dejamos de viajar —bromeé, y miré hacia el frente. Suponía que íbamos a estar juntos mientras siguiéramos con nuestra promesa. Así que la verdad, si lo pensaba bien, no me molestaba para nada nunca encontrar mi vocación. Contenido oculto: Lista de encuentros 1- Nada 2- Entrenador 3- Nada 4- Entrenador 5- Pokémon salvajes 6- Entrenador 7- Nada 8- Pokémon salvajes 9- Nada 10- Nada
Liza White Satisfecha con su respuesta, asentí más animada, y me concentré en lo que quedaba de camino. Durante el resto del trayecto permaneció aquella sensación cálida en mi pecho. Había estado tan entretenida que no me había percatado de que habíamos llegado prácticamente al final de la carretera. —Mira Niko, esa es la señal. Extendí el brazo hasta señalar la flecha que indicaba el desvío. Si seguíamos hacia delante llegaríamos hacia el Rancho Melodía, pero ese no era nuestro plan de momento. Busqué a algún entrenador con la mirada, algo consternada. Agradecía que ninguno nos hubiese interrumpido, pero él necesitaba entrenar. >>Uhm... Si nadie nos interrumpe quizás tengamos que buscarles nosotros —Mis ojos se encontraron con los de un joven acompañado de sus pokémon—. ¿Qué tal ese chico de allí? Parece entrenador también. Contenido oculto Si al siguiente post no te sale nada, tienes tres entrenadores para enfrentarte. Nomás dime a cual y te lo pongo, son estos: - Joven (Arrokuda, Dubwool) - Médium (Golurk-Gérie) - Señora (Swoobat, Boltund)
Nikolah Cruz De Villa Cruce a Ruta 16 [6/6] El viaje por la carretera fue bastante rápido, o al menos, entretenido, por lo que transcurrió en un abrir y cerrar de ojos. Además se sumaba el hecho de que nada ni nadie nos había interrumpido en todo el trayecto. Liza señaló un cartel adelante, indicando que habíamos llegado ya al desvío que debíamos tomar. Leí las otras localizaciones, pero no les presté mucha atención. Si Liza decía que no debíamos ir para allá, no tenía sentido gastarse en aprenderse los nombres. Además, me los iba a olvidar dentro de unos minutos, probablemente. Frené al mismo tiempo que ella, y seguí su mirada. Asentí, mientras paseaba también la mirada por los alrededores. Antes de avanzar, era mejor sacarse un poco la herrumbre que tenía encima. Vaya, ¡hasta podía ser que me hubiera olvidado como combatir! Contenido oculto: Lista de encuentros 1- Nada 2- Entrenador 3- Nada 4- Entrenador 5- Pokémon salvajes 6- Entrenador 7- Nada 8- Pokémon salvajes 9- Nada 10- Nada
Antes de que la pareja pudiese acercarse a aquel chico, una señora apareció en su camino, dando toquecitos a la espalda de Nikolah. —Disculpad que interrumpa vuestra cita, ¿pero querrías echar un combate rápido, jovencito? —El Swoobat en su hombro batió las alas, animado—. Este pequeñín tiene ganas de volver al ruedo. Oh, vaya... Bueno, un combate es un combate, ¿no? SWOOBAT: Normal/Volador Lvl. 29 Salud: 190/190 AP: 100/100 Ataque: 50 Defensa: 80 Ataque especial: 120 Defensa especial: 80 Velocidad: 150 (<112) Habilidades pasivas: -Halo refuerzo (al caer debilitado, el aliado que entre tendrá +50% ataque y ataque especial por un turno) -Simple (recibe un 25% más de subidas y bajadas de stats) Habilidades activas: -Resonancia (transmite todos sus cambios de stats a un pokémon en el equipo. -30 AP) -Aire afilado (30 Potencia, Volador, especial, -8 AP) -Esfuerzo (Iguala los PS actuales del usuario con los del rival. -40 AP) -Psicorrayo (40 Potencia, Psíquico, especial, -10 AP) -Amnesia (+50% Defensa especial por dos turnos. -35 AP) +200 experiencia
Nikolah Cruz Sentí un toquecito tras mi espalda, y al darme cuenta, pude encontrarme con una señora mayor. Le dediqué una sonrisa, mientras escuchaba lo que nos decía. ¿Cita? ¿Esto... esto era una cita? ¿Así eran? ¿Una cita no conllevaba ir a cenar a algún lado todo pintoresco, y luego caminar en un parque a la noche? Al menos, en todas las películas que había visto era así. Volví a la realidad con el sonido de un pokémon saliendo de su ball. Miré algo perplejo al Swoobat, parpadeando un par de veces, para luego asentir. — ¡Oh, sí, claro! ¡Sin problema! A mí también me vendría bien, de hecho. ¡Led, te toca! El Toxtricity salió al campo, me miró de arriba a abajo por el rabillo del ojo, y se encogió de hombros, como si no estuviera para nada impresionado. Incliné la cabeza, más confundido aún. — Eh, bueno, vamos con Alarido. Supongo que pasó bastante tiempo, ¿eh? >> Alarido TOXTRICITY: Eléctrico/Veneno Lvl. 32 (40) Salud: 186/186 AP: 65/100 Ataque: 117 Defensa: 86 Ataque especial: 139 Defensa especial: 90 Velocidad: 99 (<74) Habilidades pasivas: -Punk Rock (+20 potencia a movimientos de sonido) Habilidades activas: -Moflete estático (20 Potencia, Eléctrico, físico, lanza un dado de 3 caras, si sale 1, el rival queda paralizado. -35 AP) -Gruñido (-50% ataque rival por dos turnos. -20 AP) -Ácido (30 Potencia, Veneno, especial, -8 AP) -Alarido (50Potencia, Siniestro, especial, baja el ataque especial del rival en un 25% por dos turnos, -35 AP) -Alboroto (60 Potencia, normal, especial, si se usa, quedará atrapado en el movimiento por 3 turnos, repitiéndolo cada turno, y gastando AP cada vez. Si se queda sin AP, dejará de hacerlo y quedará libre en ese mismo turno. -10 AP)