Ruinas de pueblo Brocha

Tema en 'Rutas' iniciado por MrJake, 1 Septiembre 2013.

  1.  
    Lucas Diamond

    Lucas Diamond Dios de FFL

    Aries
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    —Hoothoot, regresa. Y bien, Liza, ¿hay algún Ghost por ahí?—pregunté a la chica, pero mi pregunta se respondió sola al verles la cara y la velocidad con que venían. En poco tiempo, togekiss estaba surcando los cielos de Galeia de nuevo, ya a salvo de los Ghosts. Me encontraba algo confuso, puesto que no entendía muy bien qué podía pasarnos si nos pillaba uno de estos, pero tampoco tenía ganas de saberlo, así que lo dejé pasar y disfruté del viaje
     
  2.  
    Bruno TDF

    Bruno TDF Usuario VIP Certified Gakkouwiki

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    Hubert

    Pidgeotto y yo aterrizamos en las ruinas de lo que alguna vez fue Pueblo Brocha. El escalofrío que me recorrió era el mismo que sentí cuando vine a este lugar a obtener la MO Vuelo. Era un recuerdo en el que había nostalgia y tragedia, debido al ambiente que me rodeaba y los Ghost que no permitían acercarnos al norte.

    Sin embargo, hoy, los fantasmas no se mostraron hostiles. Podía sentirlos, pero no experimenté una sensación de peligro. Regresé a Pidgeotto a su pokébola y comencé a caminar hacia el Norte… Hacia el lugar más desolado de Brocha.

    A aquel agujero.

    Me paré en límite del mismo y traté de adivinar formas en su profundidad. No distinguí nada, pero la sensación de mirar hacia allí fue completamente desagradable. Pero no me iba a detener.

    Antes de introducirme en el agujero, envíe un mensaje al Holomisor de Effy:



    "Hola, Effy.

    Estoy en el Norte de Pueblo Brocha, ingresando al hoyo donde se encuentra el Espectro Etéreo. Creo que voy a necesitarte aquí, ya que tienes en tu poder el objeto necesario para invocarlo. Perdóname por hacerte esta petición a sabiendas de que te encuentras de viaje con Mimi y Emily. Mándales mis saludos."


    Iba a terminar el mensaje en este punto... Pero entonces, antes de apretar el botón de Enviar, agregué:

    "Te amo."

    No estaba mal, ¿verdad? A fin de cuentas, era lo que sentía y me gustaba expresarlo.
     
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  3.  
    Hygge

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    Liza White

    Togekiss descendió bajo mis indicaciones en las ruinas de lo que alguna vez fue Pueblo Brocha, y sentí una sensación horrible en el pecho nada más poner un pie bajo los restos de todo lo que anteriormente había sido un pueblo rústico lleno de vida.

    La sensación de dolor, de profunda tristeza y agonía, pareció decaer ligeramente nuestros ánimos. Me abracé a mí misma, comenzando a caminar hacia el norte, oyendo con cada paso crujidos bajo mis pies. No descendí la mirada bajo ningún concepto, en ningún momento. No quería saber lo que se encontraba bajo mis pies, sabía que, conociéndome, no aguantaría ver la cruda realidad.

    —Dios mio... —dejé escapar, casi en un susurro ininteligible. A medida que nos acercábamos al agujero, más y más restos de personas inocentes seguían apareciendo ante mí. Personas que no tenían la culpa de nada.

    Togekiss me observaba entristecida, sin mediar palabra alguna. El paradero que se mostraba ante ella parecía la manifestación de sus más terribles pesadillas, pero era real. Todo aquello era demasiado real para ser solo producto de su cabeza. Y por desgracia, ambas lo sabíamos muy bien.

    —Bien, aquí está... El Agujero Inmundo. —mi voz no sonaba convincente, pero ahora ya no había marcha atrás. Mi pokémon sin embargo se mostraba demasiado tensa, no podía dejar que entrase en ese estado—. Togekiss, ¿por qué no vuelves a tu pokéball? Lo que nos espera abajo puede ser mucho peor de lo que ves aquí, no quiero que sufras.

    La pokémon se mostró en un principio reticente a mi orden, se preocupaba por mi estado y el del equipo durante la aventura. Pero sabía que tenía razón, y su enorme inocencia y bondad le impedirían aguantar lo que allí abajo nos aguardaba. Regresó entonces a su esférico, no sin antes prometerle que todo iría bien para que no estuviese intranquila.

    Me introduje finalmente en el agujero sin echar la vista atrás.
     
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  4.  
    Hey Miguel

    Hey Miguel Sobrevivió al Arceus Emo

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    Chad Redflame

    Montado en Yveltal, sobrevolé las ruinas del pueblo hasta llegar a la boca del agujero, el cual desde lejos se podía ver debido a su magnitud. Desde la altura apenas podía ver lo que se encontraba en tierra, pero por las historias que había oído del lugar, no era algo que querría ver de cerca. Una horrible tragedia había acontecido, segando la vida de miles de personas y pokémon inocentes. El lugar se había convertido en una suerte de festival del terror, cadáveres amontonados y esparcidos por doquier, y no quería ni imaginar lo que había en el agujero.

    Maldición... —susurré y tragué saliva.

    Yveltal pareció seguir el rastro de Hubert hasta el agujero, pues se precipitó en él sin esperar una orden de mi parte. En un abrir y cerrar de ojos la oscuridad de la fosa gigantesca nos consumió y descendimos al abismo. Un poderoso olor a cadáveres se desprendía de su interior, a Yveltal no parecía molestarle. Estar rodeado de muerte... era el lugar perfecto para él.
     
    Última edición: 30 Julio 2016
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  5.  
    Graecus

    Graecus uwu7

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    —¿Es aquí? Golbat, bajame—pedí.

    Recordaba este lugar. Había sido aquí donde había conseguido la MO que le permitía a Golbat llevarme de una zona a otra al volar. No parecía haber cambiado mucho desde la última vez que estuve aquí, y sin embargo..

    ¿Habían estado aquí todos esos cuerpos? No, esto no lo había visto. Ni tampoco el inmenso agujero que llamó mi atención desde que empecé a acercarme a la zona.

    Chatot volvió a su pokeball en segundos, era obvio que aquel lugar le aterraba un montón. Golbat solo le echó otro vistazo a la zona antes de seguir su ejemplo. Sableye, quien creía que no tendría problemas en salir, tampoco parecía tener muchas ganas de estar aquí.

    Así que fui yo solo quien decidió entrar al agujero, oscuro como boca de lobo.

    A descubrir que habría adentro.
     
  6.  
    Graecus

    Graecus uwu7

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    Luego de luchar contra ese extraño Dusknoir y que Hubert lo atrapase, no fue muy dificil salir del agujero. Los pokemon fantasma ya no parecían tan peligrosos como antes, y nos cedieron el paso.

    Sin embargo, apenas sali al exterior recibi un aviso: habia otra leyenda, otro de esos pokemon especiales como ese Dusknoir, y se podia encontrarse con él si se tenia un Legendario o leyenda en el equipo.

    La curiosidad pudo conmigo, y decidí ir a uno de los puntos que daban como consejo: el bosque pincel.
     
  7.  
    Bruno TDF

    Bruno TDF Usuario VIP Certified Gakkouwiki

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    Hubert

    Por fin, tras una lenta marcha cuesta arriba, Serperior y yo llegamos a la superficie. Sin embargo, yo en particular no podía sentirme especialmente aliviado por volver a poner pie en la corteza terrestre, pues las ruinas de Pueblo Brocha seguían tan desoladoras como la primera vez que las vi. Me pregunté si las autoridades de la región se dignarían a reconstruir este lugar algún día, pero no era para nada grato a la vista y los muertos, tan desprolijamente esparcidos por la tierra, merecían, mínimo, tener un descanso en condiciones. Al menos, los espíritus estaban por fin libres.

    —Vamos, Serperior.

    Mi inicial asintió con serenidad. Ambos nos fuimos de las ruinas. Esperaba no tener que volver aquí nunca más.
     
  8.  
    Nami Roronoa

    Nami Roronoa The Gif Queen Game Master

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    El viaje a bordo de Skarmory finalmente nos llevó a nuestro destino momentáneo: las Ruinas del Pueblo Pincel. Aterrizamos algo bruscamente entre los escombros, y bajé de un salto del lomo del ave de acero. Indicándole a Mimi que se quedara allí para que no tuviese que meterse mucho entre las ruinas, di media vuelta y encaré hacia el pueblo destruido; debía encontrar esa cosa, y rápido.

    Me apresuré a recorrer las ruinas de lo que alguna vez fue un pueblo feliz y lleno de vida, en busca de lo que solía ser la Farmacia. Finalmente, tras mucho buscar, hallé el lugar en concreto; era impresionante lo arruinado que había quedado el lugar tras el ataque de la Entidad, realmente no había nada con vida que creciera en aquella zona.

    —¡Ku! —oí que exclamaba Rowlet a mis espaldas.

    Me volteé a verlo y vi que el tipo hierba llevaba en su pico el dichoso disco que tan frenéticamente me hallaba buscando. Acaricié su cabeza como indicando que había hecho un buen trabajo y el pokémon sonrió, complacido. Tomando el disco de su pico, nos apresuramos a regresar junto a Mimi, y le hice entrega de la MO.

    —¡Aquí tienes! La MO Vuelo… de nada —sonreí, sin esperar un gracias de su parte; rara vez lo esperaba de Mimi, siendo sinceros, pero a esta altura realmente poco importaba—. Estoy segura de que sabes como funciona; con esto tu Braviary podrá llevarte a cualquier punto que quieras de la región. Así que dirígete a Ciudad Lienzo; encontrarás fácilmente el Laboratorio del profesor Abeto, es imposible no verlo en cuanto entras al pueblo.

    >> Así que… ¡nos veremos en Udan, Mimi!

    Y, sin esperar a oír las quejas de la Honda por dejarla ahí, monté en Skarmory y emprendimos vuelo. Al voltearme a verla, vi que ya había sacado a su Braviary, así que supe que ella sabía lo que hacía. Y, sin pensármelo dos veces, abandonamos el lugar y encaramos volando hacia donde el helicoptero nos esperaba.

    ¡OMG! Un día que no me conecto y ya parece que me estoy quedando atrás XDD

    Noir sorry que te dejé aquí, pero ya tienes la MO así que no deberás tener problema para moverte y llegar a Udan… aunque quizás Mimi no lo vea de esa manera (? XD
     
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  9.  
    Yugen

    Yugen D e p r e s s e d | m e s s

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    Mimi Honda

    Realmente yo... no estoy segura de que en momento aparecí en aquel cochambroso montón de ruinas. No... si estaba segura de como, pero los acontecimientos se habían precipitado de tal forma que apenas me había dado cuenta de ello. Cuando pude ser consciente me hallaba allí... en lo que Effy decía que eran las ruinas de Pueblo Brocha.

    Me hizo esperar fuera de todo el quilombo de escombros y regresó al poco tiempo con un extraño disco entre las manos. Cuando me comunicó que era la MO vuelo, solo alcancé a parpadear lentamente, confusa.

    —... ¿Eh?

    Estoy segura de que sabes como funciona— me dijo—; con esto tu Braviary podrá llevarte a cualquier punto que quieras de la región. Así que dirígete a Ciudad Lienzo; encontrarás fácilmente el Laboratorio del profesor Abeto, es imposible no verlo en cuanto entras al pueblo.

    —¿¡Eh!?— repetí. Esta vez sonó más como un grito. ¿Qué estaba diciendo? ¿Ciudad Lienzo? ¿El laboratorio del profesor Abeto? Había tantas cosas en mi cabeza... pero me decidí por la más imperante de todas— ¡Pero...! ¡Pero yo no sé donde está ciudad Lienzo!

    >> Así que… ¡nos veremos en Udan, Mimi!

    Y con las mismas se marchó. Me ignoró completamente, tomó a su Skarmory y desapareció en el cielo en un abrir y cerrar de ojos. Abrí la boca para decir algo, anonada, desconcertada, pero las palabras no lograron salir. ¿Había... había venido a buscarme a Pincel solo para traerme a unas horribles ruinas cochambrosas y después marcharse? Agradecía la MO vuelo, pero aún así... ¡Pero aún así...! No solo era molesto, sino terriblemente frustrante. Y para más inri, me había dejado sola... Sola en mitad de unas ruinas...

    Dejé de apretar los puños con rabia, cosa que me había mantenido haciendo desde que fui consciente de sus intenciones, y suspiré. Un profundo suspiro de circunstancias. Un suspiro que ni siquiera me había dado cuenta que estaba conteniendo. Más que rabia... me sentía tonta y decepcionada por pensar que Effy realmente podría haber querido ir conmigo. O esperarme. Es decir... ¿no se suponía que éramos compañeras de viaje? Sabía que Effy no era Alpha, pero ese modo tan apresurado y desconsiderado de tratarme seguía siendo terriblemente frustrante.

    —Creí... que iríamos juntas a Udan...

    ... Creek...

    Ese sonido proveniente del corazón de las ruinas hizo que un escalofrío me recorriese la espalda. Fría como un témpano, eché un vistazo sobre mi hombro. Este lugar se sentía tan... siniestro. No tenía idea de lo que había pasado ahí, pero tenía la corazonada de que no había sido algo bueno. La pesadez del ambiente se hacía insoportable con el transcurrir de los segundos. De modo que liberé a Sean y le enseñé la MO de una vez por todas.

    El tipo volador agitó las alas, al parecer feliz de poder hacer uso de ellas después de tanto. Por un momento, me pregunté... me pregunté que pensaría Alpha al ver al pokémon que capturó para mí en la Torre siendo un fuerte y poderoso Braviary. Pero deseché ese pensamiento apenas se hizo un hueco en mi memoria.

    —Démonos prisa, Sean— le dije al Braviary, incorporándome sobre su lomo—. No necesitamos a Effy. Si uso a Dex para guiarme, estoy segura de que llegaremos de una pieza a Lienzo. O lo que sea, pero no quiero pasar ni un segundo más aquí.

    El tipo volador asintió, contundente... y agitó las alas. Cuando sus garras se separaron del suelo un par de metros, yo me aferré con más fuerza a su plumaje. Era el primer vuelo que hacía sobre un pokémon yo sola, seguía causando en mi cierta impresión... Aún con todo, dejamos las ruinas sorprendentemente rápido. Y partí poco después que Effy... pero en la dirección contraria.

    ¡Sin problemas Nami, lo comprendo! xD Solo que Mimi no es tan comprensiva como yo, era de esperarse (?Y yo que quería un poco más de Tsuntsun (?
     
    Última edición: 7 Mayo 2017
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    Nyxbel

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    Llegué al lugar en ruinas, el ambiente se sentía pesado y daba escalofríos estar ahí. Cadáveres por todos lados, niños, ancianos, pokemon, madres, esposas y aparentemente hasta bebés. —Dios mio, que dolor... —pensé, mientras caminaba entre los escombros.
     
  11.  
    Nyxbel

    Nyxbel ♣ El Orgen ♣ Game Master

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    Orgen

    Miraba de un lado a otro y solo observaba destrucción y muerte a mi paso. —¿Que rayos sucedió aquí? —me preguntaba.
    Mientras caminaba más a fondo... y mientras más caminaba, más me sentía en un ambiente hostil.
     
  12.  
    Nyxbel

    Nyxbel ♣ El Orgen ♣ Game Master

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    Orgen

    Entre uno de los escombros, observé un disco que brillaba y sobresalía entre los escombros. Me acerqué y he aquí una nueva Mo, contenía vuelo, así que me dispuse a darle provecho de una buena vez.
     
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  13.  
    Reual Nathan Onyrian

    Reual Nathan Onyrian Adicto

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    — Esto...no es Témpera.— dije, extrañado, mientras contemplaba las ruinas que se extendían frente a mí.

    ¿Qué...era este lugar? ¿Qué había ocurrido aquí? ¿Esto lo habían causado las aberraciones que Irvine había creado? No, las ruinas parecían mucho más viejas. Esto había pasado hace ya muchos años. Tomé a Tali y la bajé de mis hombros. Saqué a Pupper de la pokéball, y lo miré serio. Me agaché para verla directamente a los ojos, y la tomé por los homrbos.

    — Tú quédate aquí, Tali. Pupper se quedará contigo, por cualquier cosa. Yo voy a revisar. Todo esto hace que se me hiele la sangre, pero tal vez haya algo útil.— le dije, para luego darme media vuelta y adentrarme en las ruinas. "Y tal vez encuentre algo de comida, también", pensé, con el estómago rugiendo.

    Comencé a caminar entre los escombros, mirando alrededor. ¿Qué había ocurrido? Restos de esqueletos podían verse entre los destrozos, probablemente víctimas de lo que sea que hubiera ocurrido en este lugar. Me agaché y examiné un par de huesos que quedaban expuestos al sol. Estos eran...huesos de pokémon, al parecer. Vaya, nadie se habá salvado de lo que fuera que destrozara este lugar. Y nunca se había vuelto a recuperar, lo cual era lo más raro. Los esqueletos debían tener ya por lo menos dos o tres años. Me sorprendí al darme cuenta de que recordaba todo eso. Vaya, trotar por el mundo de verdad te da un poco de conocimiento de todo, ¿eh?

    A medida que me adentraba más y más en las ruinas, podía sentir como el ambiente se volvía un poco más...opresivo. Me percaté de que no solo no quedaba nadie con vida, sino que directamente, allí no crecía vida. Todo se encontraba en un estado desértico, incluso antinatural. Lo que sea que pasó allí, fue tan horroroso que ahuyentó hasta a las mismas ganas de crecer de las plantas. Miré serio a todos lados. No se veía nada especial, salvo ruinas y cadáveres resecos.

    Por un segundo, sentí una presencia, como si algo estuviera cerca mío, a mi espalda. Me di vuelta rápidamente, pero no pude ver nada. Sin embargo, la sensación de opresión continuaba. No había duda de que lo que fuera que afectó a este pueblo seguía lantente, aunque de forma débil. Un escalofrío me recorrió la espalda. Mi curiosidad era fuerte, pero no era estúpida. No tenía nada que hacer allí. Lo que fuera que hubiera todavía en estas ruinas era mejor dejarlo solo.

    Me apresuré a regresar, pero en el viaje de vuelta, un reflejo llamó mi atención. Los rayos del sol hacían que algo brillara bajo una pila de cascotes. Me acerqué, y con algo de esfuerzo, logré removerlas, para develar lo que parecía una extraña especie de disco. Incliné la cabeza, curioso. Era lo único que parecía utilizable en toda la pila de escombros que era el pueblo. Me encogí de hombros y lo tomé, para revisarlo. MO Vuelo, ¿eh? Iba a sernos bastante útil. Antes de irme, me arrodillé en el lugar, y junté mis manos, cerrando los ojos y apoyando mi rostro en ellas. Dan me había inculcado el respeto por los muertos, y si iba a tomar una de las pocas cosas que tenían, más valía agradecerles.

    Pude sentir en ese momento de vuelta aquella sensación de tener a alguien detrás de mi espalda, y me giré, esta vez despacio. Por un segundo, creí ver la silueta de una persona, pequeña, observando de forma curiosa, llevando lo que parecía un peluche en el brazo. Sin embargo, al pestañear, la figura se borró completamente de mi vista. Sonreí, y saqué algo del papel de colores que había comprado en Témpera antes de que todo el desastre ocurriera. Rápidamente, lo doblé hasta lograr una flor, y la deposité en el suelo. Volví a girar la cabeza y sonreí hacia el lugar en donde había visto a esa aparición. Seguramente el hambre y el propio ambiente del lugar me estaban jugando una muy mala pasada, pero eso no quitaba que no podía regalar flores de origami a quien yo quisiera.

    Me incorporé y me saqué el polvo de encima. Volví hacia donde Talía y Pupper se encontraban, sonriendo, y volví a subirme a la pequeña a los hombros.

    — Vámonos, no hay mucho más que hacer aquí. No tiene sentido seguir molestando.— le aseguré, mientras me alejaba del lugar, con Pupper detrás mío.

    Pupper se frenó de improviso y giró la cabeza, gruñendo. Parecía que había algo detrás nuestro. Yo me acerqué hasta el pokémon, y le acaricié la cabeza, para tranquilizarlo.

    — Tranquilo, no pasa nada. No creo que nos hagan nada, ahora que nos vamos y que no molestamos más.— le dije, mientras retomaba mi camino.

    Me giré una última vez, y levanté la mano, en forma de saludo, mientras sonreía levemente. Había ocurrido demasiada muerte allí. Un poco de alegría no vendría mal.
     
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  14.  
    Lucas Diamond

    Lucas Diamond Dios de FFL

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    Lucas Diamond

    No podía creerlo... ¿Realmente tenía la Diamansfera conmigo? Me pellizqué ligeramente el brazo para ver si no estaba soñando; no era el caso. Todo era bien real. Y ahora solo faltaba encontrar al Pokémon y tener una batalla. Una batalla digna de un Pokémon legendario.

    Le pedí nuevamente a Latios que me llevara a un nuevo lugar volando. No sabía bien dónde buscar, pues debía ser, según la información de Karina, algún sitio cercano al núcleo. Y por mi cabeza, en ese instante, solo pasó un lugar. Las ruinas de lo que hace tiempo fue el pueblo Brocha.

    Y aunque probablemente no estuviera ahí, era un buen sitio para comenzar a buscar.

    GalladeLucario soy muy optimista but :D
     
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