One-shot Rotten girl, Grotesque Romance

¡Hola! Regreso con otro escrito para dañarle los ojos ewe, bueno no sabía que... género ponerle así que no me culpen ;w; pero bueno lo hecho, lo hecho esta... espero que no de duerman al leer mi nuevo escrito y sin más que decir aquí esta la historia.​

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Rotten girl, Grotesque Romance​

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—Tu ni siquiera me conoces — decía para si misma una hermosa joven de cabellos azul verdoso a la que miraba las paredes de su habitación las cuales estaban llenas de imágenes de un joven de ojos, cabellos y una bufanda azul — pero yo te aseguro que vas a ser mio —besa una de las imágenes

La muchacha se puso de pies con su delicadas manos tomo una de las fotografías de su pared y la presiono contra su pecho, se aproximó hacia su cama y se recostó en ella, abrazo mas fuerte la fotografía y se quedo dormida. A la mañana siguiente la joven movió un poco la cortina de su cuarto observo por al ventana del cuarto de su amado y vio a una chica de cabellos rosados en ella, cerro fuertemente la mano haciendo un puño y con una mirada de odio toma su cámara y le saca una foto a esa chica, la cual salió inmediatamente de la cámara.

—Listo...—Sonrió mientras sacaba una hacha de debajo de su cama—Tu… eres solo para mi…—Río de manera psicópata—¡Solo mío!

Fue a su armario y se colocó su uniforme escolar, el cual era una falda de color azul oscuro con una blusa blanca, zapatos negros y medias blancas. Guardo el arma en su bolso y salió de la casa comenzando a buscar a la chica de cabellos de rosados, después de buscar un rato la encontró, se acercó a ella como tomo su mano y se la llevó corriendo con la escusa de la que estaban siguiendo y tenía que aparentar de que se acababa de encontrar con alguien.
—Lo siento me estaban siguiendo y me dio miedo—Seguía corriendo mientras se acercaba a un callejón.

—No hay problema, comprendo—Sonrío la pelirosa mientras veía que su acompañante dejaba de correr.

Ahora que estaban en el callejón, la chica de cabellos azules verdosos saco su arma y se acercó peligrosamente a la pelirosa, la cual grito por ayuda pero para su mala suerte en ese momento no había nadie cerca, con el hacha le cortó la cabeza la cual metió en una caja, guardo su arma y se fue como si nada hubiera pasado.

—Me pregunto… si nacimos para estar juntos—Decía para si misma la chica de cabellos azul verdoso

Llego a la casa de su amado y dejo la caja en la puerta –la cual ya estaba cerrada-, comenzó a alejarse. El joven de los cabellos azules llego después de varias horas a su casa puesto que recién habían terminado las clases, al llegar a su casa observo la caja. Teniendo un mal presentimiento alzo la caja, entro a su casa y se fue a cuarto, una vez allí abrió el paquete y con una cara de espanto cayo hacía atrás bruscamente.

—No… No… ¡No!—Comienza a llorar—No… no puede ser…

La chica de las dos coletas vio por su ventana de nuevo para ver a su amado pero observo que estaba llorando.

—¿Qué pasa? ¿Por qué estas llorando?—Vio que el paquete estaba abierto—Ah… es solo por eso
El joven optó por llamar a la policía pero entonces prendió el televisor para calmarse un poco y vio el caso del asesinato…

“Ahora estamos en la avenida Sakura, en donde a ocurrido un homicidio brutal. La joven Megurine Luka fue brutalmente decapitada y tal parece que el asesino se ha llevado la cabeza”

Escucho que decían por la televisión muchacho ya asustado por lo que pasaba y presionado por la decisión de llamar o no comenzó a torturarse con sus propios pensamientos.

—Si llamo… me van a culpar a mi, entonces me mataran y… ni siquiera podré vengar a mi amada Luka… —Ya asustado y sin saber que hacer se recuesta en la pared deslizándose hasta llegar al suelo lleva sus manos a la cabeza—No sé que hacer… no sé que hacer.

Después de horas de analizar decidió no llamar, pudo haber sido una mala decisión pero ya estaba tomada y no había nada que hacer, se fue a su cuarto y vio la cabeza de nuevo solo comenzó a llorar nuevamente y por raro que parezca comenzó a cepillarle el cabello entonces vio algo poco común de su cabello tan rosado salieron varios cabellos de color azul verdoso, sorprendido y a la vez asustado se puso a pensar quien pudo haber sido no sabía de nadie con ese color de cabello. Pudo haber sido el destino que le dio buena suerte o mala dependiendo de como lo vean pero una corriente de aire movió las cortinas tanto suyas como de su vecina de al frente, una vez que vio por la ventana quedo más asustado.

—Ella…—Quedo petrificado y un recuerdo pasó por su mente.

“—Prometes que cuando regreses a la cuidad ¿Esteremos juntos?—Decía una niña de ocho años de cabello azul verdoso

—Claro que si, Miku ¡Es una promesa!—Sonrió el niño de tal vez unos doce años.

—Te quiero mucho, Kaito.—Se sonrojó al decir esto.

—Y yo a ti, Miku.”

Recordando quien era esa chica y como se había distanciado de ella, también recordó que ella tenía algo característico y era un problema mental el cual aunque por raro que fuera solo estaba controlado cuando estaban juntos, más asustado que nunca la imagen de ver a esa chica de las dos coletas limpiando un hacha ensangrentada de en la cual había unos cabellos rosados simplemente le revolvía el estomago como a cualquier persona. Todo lo que podría hacer es llamar a la policía y asunto solucionado pero no, él no lo hizo hundido en el coraje y la tristeza seguía peinando los cabellos de su amada, así paso horas y más horas incluso tal vez un par de días en los cuales obviamente no pudo dormir pero lo que si pudo hacer fue pensar pero… pensar una manera de vengarse de Miku la chica que le había quitado a su amada Luka. Aunque fuera algo sucio y cruel su plan era ir a su casa y hacerse el meloso con ella para que baje la guardia y así matarla.

Miku, por otro lado solo estaba en su casa con la foto de la chica pelirosa en una mano y un encendedor en la otra, entonces de un momento a otro le prendió fuego, sonriendo satisfactoriamente dejo caer la fotografía al suelo que se consumió antes de que llegara a este, abrazo un peluche y se recostó en su cama.

Kaito después de días sin dormir su rostro estaba con ojeras pero no le importo, se visto con una camisa azul oscuro, unos jeans negros y su bufanda celeste, salió de la casa y fue a comprar unas flores, tragando saliva se acercó a al casa de Miku y toco su puerta, ella le abrió y sonrío de oreja a oreja cuando lo vio, lo invito a pasar y fue a poner las flores en agua, el muchacho estaba viendo la sala cuando ve el hacha ya limpia pero a un lado de un mueble se acercó ella y la tomo entre sus manos, se dirigió hacía Miku que estaba de espaldas arreglando las flores y cortando uno que otro tallo con una tijera que tenía en sus manos –grande y puntiaguda-, Kaito alzo la su brazo en la cual tenía el hacha.

—Miku… ¿Cómo pudiste?—Enojado pero si poder bajar el brazo la mira con odio.

—Yo… ¡Dijiste que serías solo mío!—Sin que se diera cuenta tomo las tijeras y de un momento a otro las incrusto en su pecho haciendo que suelte le hacha y caiga al suelo sin vida—Y… si no eres mío no serás de nadie.

Si tan solo hubiera bajado en brazo antes o hubiera llamado a la policía esto no hubiera terminado así… pero lo hecho, hecho esta ahora es hora de que Miku… encuentre a alguien más para amar…