Rosas de colores [Sasusaku][Naruhina][Inosai][Nejiten][Shikatema][Gaamatsu]

Tema en 'Fanfics Abandonados de Naruto' iniciado por Clary Uchiha, 24 Octubre 2010.

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Que te ha parecido mi Fic

Poll closed 24 Noviembre 2010.
  1. Muy bien la conti plis

    17 voto(s)
    58.6%
  2. Está bastante bien

    5 voto(s)
    17.2%
  3. Normal. necesitas pulirlo más

    6 voto(s)
    20.7%
  4. No me ha gustado

    1 voto(s)
    3.4%
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  1.  
    Inaru Uchiha

    Inaru Uchiha Entusiasta

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    Hooolllaaa…..!!! como que en los últimos capítulos me estoy perdiendo… leeré otra vez para no perderme, me gusta que hallas sumado a esta historia a orochimaru porque el siempre es el malo de la historia, nunca me a caído bien en ningún fic… sigue asi Avísame cuando subas la continuación.

    Atte: Inaru♥
     
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  2.  
    AlexHerondale-sama

    AlexHerondale-sama Shhhhh Soy Batman

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    nbvcfghjkfghj HOLA!!!

    Perdon por comentar hasta ahorita pero es que no había visti tu fic y pues me puse a leerlo y asimn.

    Pero AMO esta historia!!! Tiene vampiro, tiene amor, tiene a los personajes de Naruto. Me vas a matar de un paro cardiaco x3
    Me encanta que cada vez pongas cosas mas interesantes en la historia y que como vas metiendo a todos los personajes y como describes las escenas!!

    Ademas de que las parejas que pusiste son mis favoritas!!! Solo el SasuSaku si me gusta pero Sakura me cae mal. Jejejejej

    Bueno yo me despido y... Me avisas de la conti!!!

    SAYONARA!!!

    Atte:Alex-sama
     
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  3.  
    Clary Uchiha

    Clary Uchiha Entusiasta

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    Título:
    Rosas de colores [Sasusaku][Naruhina][Inosai][Nejiten][Shikatema][Gaamatsu]
    Total de capítulos:
    34
     
    Palabras:
    4437
    Siii!!! No es un espejismoo!!! he colgado otro capítuloo!! Espero que lo disfruten como yo he disfrutado escribiéndolo! especial mención: Primera aparición de Kushina!
    CapXXVIII
    Narra Sasuke:

    ¿Porqué las cosas van tan rápido? Hace unos pocos meses era un tipo normal con notas un poco más altas que la mediana (por obligación hacia mis padres), salía con los amigos, era popular (no por gusto), tenía unos padres estrictos pero que me querían. Vamos, lo que se podría considerar una vida bastante normalita. Y en pocos meses, mi vida ha dado un giro de 360° para convertirse poco a poco en un caos de constantes descubrimientos y sorpresas. He pasado de ser un chico normalito a ser la reencarnación de uno de los primeros vampiros que creó Caín, alma gemela de una vampiresa de hechizadores ojos esmeralda la cual también es la reencarnación de una vampira más vieja que Matusalén y la que junto con el que yo soy la reencarnación (un tal Aliah) eran los que ejecutaban a los vampiros malos. Ahora tengo una familia nueva, muy alocada y de mentalidad muy abierta. Tengo una suegra que está loca y un suegro que sorprendentemente no me quiere muerto por pretender a su hijita (bueno, al principio sí), sino que a pesar de ser bastante estricto, ahora me da palmaditas en la espalda. Una tía que está como un queso (creo que no conozco vampiresa que no esté buena) y unos peligrosos ojos violetas, un tío que a veces da escalofríos pero que según mis compañeras de clase esta macizo, otra tía que parece una hada ya que se pasa el rato revoloteando alrededor de todo el mundo y otra que parece un animal salvaje. Y eso sin contar a Tenten que es la única que parece normal, Sai un tío MUY raro, tiene una chispa en los ojos que a veces me recuerda a algo de naturaleza bestial, Suigetsu el típico tipo malo de chupa de cuero pero que en realidad es un buenazo con Karin. Karin, otra que ya no reconozco, desde que perdió a su madre ha dejado de perseguirme y acecharme desde las esquinas y ha pasado a estar completamente tranquila con Suigetsu y a saber más que yo de vampiros. Ino como siempre está como una regadera y va a su bola. La única que sigue como siempre es Hinata, aunque ha perdido parte de su vergüenza (aunque ya le va bien, porque ser vergonzoso en esta familia es buscar morir de combustión espontánea). Naruto está más raro que nunca, entiendo que le han pasado muchas cosas, pero últimamente no habla, es como si no quisiera que se fijaran en él. Aunque esterarse que una tipa que creías que era tu compañera de clase es en realidad tu protectora ya que eres una llave para despertar a los dos vampiros más poderosos después de Caín no ayuda mucho a seguir siendo normal. Bueno, a mi lo único que me mantiene en pié y evita que me derrumbe es Sakura, mi ángel de ojos esmeralda, gracias a ella puedo soportar cada sorpresa y shock. Aunque cuando Tsunade atacó a Karin y todo se quedó tenso, sentí como si algo dentro de mí quisiera salir. Cuando Sakura estalló y sus ojos brillaron ligeramente, sentí…sentí ganas de lanzarme contra su cuello, era como si su rabia me encendiera. Ahí me asusté, pero casi entro en coma del susto al ver que no despertaba de su desmayo por lo que a saber qué le había dicho Temari a la oreja. Por suerte a los pocos segundos se recuperó y me miró con esos cristalinos ojos y me calmó con su contacto. Hace poco que me había dado cuenta que su contacto me calmaba y junto a ella me sentía más fuerte. Como si estando con ella fuera realmente lo que soy. Lo sé, no parezco muy cuerdo, pero es que ahora mismo estoy en una sala con tres tíos que nada más verlos me han entrado una serie de escalofríos que por poco parezco un surfista californiano en shorts en el polo norte. (Perdón me voy del tema, pero es que son muchas horas con Ino y eso lo que pasa, que se me pega su manera de hablar). Total, que Isa empezó a echarles en cara que no le habían felicitado su embarazo, Luc se picó con el tal Itachi que se parece bastante a mí. Entonces fue cuando Isa soltó la frase que hizo que todos callásemos.
    — Bueno, es hora de que os diga el porqué os he hecho venir.
    Y BOOOM!!! Soltó la frase estrella del día. Todos centramos nuestra atención en Isa. Ella sonriendo al ver el efecto que causó esa frase continuó.
    —Tenemos que hacer algo con el sello de Naruto. Aunque… ¿sabéis todos porqué está sellado?—Ninguno contestó. —Para despertar a Ari y Aliah se necesita una llave, esa llave se encuentra en la sangre de un niño vampiro que nace cada “X” tiempo, en una línea sanguínea determinada y cómo estaréis pensando todos, sí, Naruto es ese niño. Por eso cuando nació Orochimaru quiso raptarlo y por eso Kushina lo selló. Al sellarlo a él también selló su parte vampírica por lo que la llave está bajo un sello. Pero el sello se está debilitando ya lo veis, y cómo se rompa vamos a tener problemas, ya sea por que Naruto va a recibir el bombardeo de los sentidos vampíricos acumulados ya sea por que Orochimaru va a hacer su próximo movimiento. Así que os he reunido aquí para que decida lo que decida Naruto podamos ayudarle…
    —Quiero hacerlo.
    Todos nos giramos hacia Naruto sorprendidos, y nos encontramos con una cara de decisión y seriedad que nunca habíamos visto antes en él.
    — ¿Qué?
    Preguntó Sakura mirándolo incrédula.
    —Quiero quitarme el sello.
    —Naruto, no me has entendido, los he convocado para decidir en cualquier de los casos el cómo protegerte, no para que tomaras una decisión precipitada.
    Dijo Isa sorprendida con un Luc que aunque sorprendido también asintió para secundar la afirmación de su mujer, mientras que todos nos manteníamos quietos mirando a Naruto y a Isa alternativamente.
    —Ya, pero quiero hacerlo.
    Siguió el rubio muy serio. Isa lo miró a los ojos fijamente y al fin asintió suspirando.
    —Muy bien. Entonces tenemos que prepararnos para el ritual y tenemos que contactar con María, alguien tendrá que ir a buscar a Tsunade, aunque creo que de eso se encarga Temari…—Contó con los dedos de las manos lo que tenía que hacer y se giró hacia los tres del sofá mirándolos decidida, mientras que Lucian agarró el móvil y empezó a teclear a velocidad de vértigo. Isa miró a los tres del sofá fijamente y estos se cuadraron serios ante lo que ella les fuera a decir. —Vosotros, a cada uno os encomendare un protegido, no podemos arriesgarnos a que rapten a alguno, Orochimaru es muy capaz. Pero como alguno me aparezca con un rasguño…bueno, ni mi padre os podrá salvar. Ya me conocéis y sabéis como me las gasto. —Los tres asintieron, parecía que estaban acostumbrados al genio de Isa. —Itachi, eres el más tranquilo, reservado y comprensivo te asignaré a Hinata, es la pareja de Naruto, es muy dulce y todos la apreciamos mucho, por eso te la asigno a ti. —Dijo mirando a los otros dos, como si hubieran tenido algún percance con alguna protegida. —Hydan, tu protegerás a Neji…
    —Pero…
    Intentó cortarla Tenten, por lo que Isa la miró al principio seria, pero luego su mirada se dulcificó.
    —Cielo, sé que puede ser ofensivo que otro lo proteja, pero estas aún en fase de entrenamiento, no estás calificada como protectora, además seguro que puedes aprender mucho de Hydan, es un muy buen maestro. —Sakura le tocó la mano a Tenten y esta miró a Isa asintiendo. —Y sólo nos quedas tú Sasori, a ti te voy a asignar a Sasuke.
    Sasori me miró analizándome y luego posó su mirada en Sakura que seguía pensativa, la miró de arriba abajo y sonrió. En ese momento sentí el impulso de gruñir como advertencia….Espera, ¿Yo acabo de sentir eso? ¿Acabo de querer gruñirle a alguien? Definitivamente a mi me pasa algo, esto no es normal. Pero antes de que Isabel siguiera dando instrucciones Luc dijo.
    —Tenemos un problema. María viene hacia aquí.
    Miró a Isa a los ojos, ¿eso qué veo es miedo? ¿María venía hacia aquí? ¿Cuál es el problema? Suigetsu fue el único que se atrevió a preguntar.
    — ¿Y eso es un problema?
    —Se ha salido de control. —Sai, Suigetsu y Tenten lo miraron asustados, me sorprendió que Sakura también lo mirara interrogante, pensaba que sabría de que iba la cosa. Y Lucian, leyendo la muda pregunta en los ojos de su sobrina le respondió para beneficio de los que seguíamos sin enterarnos de nada. —Sólo ha ocurrido contadas veces, ocurre cuando María da rienda suelta a su poder a causa de alguna emoción fuerte y esta toma el control, la vuelve muy inestable ya que dentro de su cuerpo hay dos almas peleando. Y es en extremo peligrosa para los demás y para ella misma.
    —Pero tardará en llegar, nuestra casa está le…— No pudo terminar la frase cuando los cimientos del edificio empezaron a temblar. Los tres vampiros extraños se pusieron de pié y de unos agujeros negros sacaron armas en un parpadeo, Evelyn se situó delante de Naruto y miraba la puerta cómo si quisiera fulminarla, haciendo que aparecieran dos espadas gemelas en sus manos. Lucian también se situó delante de nosotros junto a Isabel que cubría el otro flanco del sofá.
    El temblor era cada vez mayor cuando una grieta cruzo la pared que teníamos delante rompiéndola en pedazos. Detrás de la pared había una persona. ¿Esa es María? Su figura estaba casi borrosa ya que el aire se arremolinaba a su alrededor haciendo que su figura se desdibujase y que su pelo ahora de un rojo intenso como la sangre se agitara alrededor de su rostro haciendo que sus ojos verdes oscuros brillaban como dos orbes amenazantes. Siguió avanzando hasta quedar a cinco metros de nosotros, entonces de pronto habló.
    —Mi hijo. Quiero a mi hijo.
    Su voz no era sedosa o como el repiqueteo de campanillas como siempre, no, era dura como el acero y tenía un eco metálico. Naruto se levantó del sofá e intentó salir del “perímetro de seguridad” que habían hecho los vampiros mayores para protegernos. Evelyn le agarró el brazo para volver a ponerlo detrás de su pequeño cuerpo cuando de pronto cayó al suelo retorciéndose de dolor y gritando. Itachi que estaba a su lado se agachó a ver que le pasaba, miré a María que tenía la mirada fija en la vampira que se retorcía de dolor mientras sonreía. María miró a Naruto que observaba horrorizado a su protectora y extendió una mano hacia él.
    —Ven. Kushina quiere hablar contigo.
    Naruto hizo amago de avanzar cuando Hydan intentó pararlo poniéndole una mano en el hombro, pero Isabel se la quitó enseguida, supongo que no quería que acabara como Evelyn que ahora jadeaba en el suelo con la frente perlada del sudor mientras Itachi intentaba calmarla. Naruto siguió avanzando hasta que se situó enfrente de María y le agarró la mano que esta le tendía.

    Narra Naruto:
    Al tocarle la mano sentí un tirón en el estómago y de pronto me encontraba en un lugar completamente blanco, dónde sólo habían dos sillones verdes de terciopelo y en la que estaba de espaldas a mi había alguien de pelo cobrizo sentado.
    — ¿Hola?
    Mi voz resonó en aquella estancia que no parecía tener fin y la persona sentada en el sillón se movió, se giró y escondió la cara detrás de la silla. A los pocos minutos un par de grandes ojos turquesas me miraron avergonzados y temerosos desde el sillón. Yo me acerqué un pasó y volví a decir.
    — ¿Hola? ¿Hay alguien? ¿Quién eres?
    Con cada pregunta me acerqué otro paso más, uno detrás de otro, aunque mis piernas temblaban de incertidumbre, me obligué a seguir manteniendo la tranquilidad. La persona del sillón se volvió a esconder y extendió los brazos por encima del respaldo.
    — ¡Espera! ¡No te acerques más! ¡Necesito prepararme!
    Era una voz de mujer, la voz más dulce que había oído nunca, parecía la voz de una niña, recordaba al canto de un pitirrojo, a la primavera. Yo me quedé clavado en el sitio, pasaron los minutos hasta que volví a oír movimiento detrás de la silla y de ella salió una mujer alta y delgada, de curvas delicadas y piel de porcelana, con unos grandes ojos turquesas que me miraban inseguros, unos labios rosados apretados y el pelo liso y largo hasta las caderas. Vestía un ligero vestido de color esmeralda de tirantes finos y con mucho vuelo e iba descalza. Se acercó poco a poco a mi indecisa, pero yo no me moví ni un centímetro. Me sentía tranquilo, nervioso, triste, alegre, tenía ganas de lanzarme a sus brazos, de salir corriendo. Era como si estuviera dividido en dos, pero cuando ella me tocó la mano, apenas rozándola todo eso desapareció. Me sonrió cálida y en sus mejillas aparecieron unos adorables hoyuelos al hacerlo. Estaba paralizado, pero una sola palabra salió de mi boca, apenas cómo un susurro al aire.
    —Mamá.
    Ella abrió los ojos sorprendida y enseguida se llenaron de lágrimas y se lanzó a abrazarme y con un hipido dijo.
    — ¡Naruto!
    Yo la abracé estrechándola entre mis brazos, y aunque tenía miedo que se rompiera entre mis brazos en mil pedazos, la estreché todavía más fuerte. Y así pasamos un rato, hasta que sus sollozos se fueron apagando poco a poco y me miró sonriendo avergonzada secándose las lágrimas.
    —Lo siento, supongo que no es así cómo pensabas que ibas a conocerme.
    Yo negué con la cabeza, en realidad nunca pensé que la llegaría a conocerla. Me condujo hasta los sillones y me sentó en uno mientras que ella se sentó en el otro con las piernas cruzadas a modo de indio. Nerviosa se alisó un pliegue del vestido y entonces me miró y comentó como el que no quiere la cosa.
    —María me ha contado que quieres quitarte el sello. —Yo asentí incapaz aún de articular palabra alguna. — ¿Por qué? ¿Acaso eres infeliz con él?
    Me miró a los ojos y vi la preocupación pintada en ellos y eso hizo que sin más las palabras salieran de mi boca a borbotones.
    —No. No soy infeliz, pero quiero poder proteger a mis seres amados. Siempre he vivido repudiado por los demás vampiros, sólo los de la familia no me miraban cómo si fuese una aberración o con lástima. No soportaba asistir a las reuniones sociales, no podía. Y aunque nunca lo he expresado en voz alta, siempre me pregunte porqué papá se casó con María al poco tiempo de morir tú. Fue como si no te amara, como si nunca hubieras existido y el único vestigio de que existieras fuera el que yo era un vampiro sin colmillos ¿Por qué me condenaste de esta manera?
    Ella me miró sin entender.
    —Te puse ese sello para protegerte, quería alejarte de nuestro mundo, de los peligros de ser el hijo de la familia de sangres pura. Y sobre todo de Orochimaru. ¿Te han contado nunca la historia de nuestra familia con él? —Yo negué con la cabeza. Ella miró hacia arriba y preguntó. — ¿Puedo?—Se quedó quieta cómo si esperara una respuesta y supongo que la recibió porque asintió con la cabeza y me miró fijamente para empezar a hablar. —Para contarte el porqué te puse el sello tengo que remontarme a la época de los primeros vampiros. Hace mucho tiempo un vampiro se enamoró de una princesa, pero ella no le amaba y aunque era buena con él, nunca sintió nada más que una amistad, pero eso no era bastante para el vampiro. Un día descubrió que su amada se había casado con un muchacho con la misma condición que ella, y el vampiro furioso y cegado por los celos descubrió el punto débil del muchacho y lo mató, lo que no imaginó fue que al encerrar a la princesa en su torre para que no escapara, esta se suicidara no sin antes dar la llave de su resurrección a un gran amigo, un vampiro del clan Mylá, Anthony Uzumaki. Sí, Naruto. Tu abuelo. El vampiro, furioso por la segunda traición de su amada, intentó capturar a tu abuelo porque si lo capturaba podría resucitar a la princesa cuando esta se reencarnara en otro cuerpo. Pero algo salió mal y tu abuelo se selló a sí mismo y se escondió. Tu abuela se quedó cuidando de que nada nos pasara a todos junto a mis padres, pero el vampiro la capturó y la torturó durante décadas para que dijera dónde se encontraba su marido, pero ella nunca dijo nada y terminó volviéndose loca. Tu abuelo fue a combatirlo, pero al ser humano murió haciendo que fuera Luc el que terminara con el sufrimiento de su madre. Pensamos que la llave de la resurrección se había perdido. —Yo intenté decir algo pero ella me interrumpió alzando la mano. —Sí ahora te digo que tiene que ver contigo. Sabes que para tener un hijo los vampiros necesitamos crear un alma para el bebé ¿no? —Yo asentí. —En nuestra estirpe no existen los gemelos univitelinos, ya que al pelearse por el única alma que hay en la placenta el más fuerte mata al débil.
    —Pero papá y tía estela son gemelos.
    Le rebatí, ella sonrió complacida de que siguiera la historia y continuó.
    —Sí pero de placenta distinta. Cuando mi madre quedó embarazada de gemelas univitelinas se suponía que el más fuerte se comería al débil, pero no fue así. El alma se dividió en dos. Pero al crecer nos dimos cuenta el porqué uno de los gemelos no puede nacer. Yo era el gemelo débil y maría el fuerte. Y aunque pasaran los años y yo practicara y me entrenara mi salud era más frágil que la de un vampiro normal y mis poderes no tan fuertes como los de María que pronto se convirtió en una maestra en nigromancia. Nunca entendí el porqué no se me comió en el útero de nuestra madre, pero cuando se lo preguntaba ella me contestaba que ¿Cómo iba ella a matar a su hermanita? Y viendo que yo no era fuerte ella decidió convertirse en mi protectora. Siempre estábamos juntas y lo compartíamos todo, hasta los pensamientos. Pero un día conocimos a tu padre. Al compartir alma él era el alma gemela de las dos, pero ella en su afán protector se hizo a un lado para que yo fuera feliz con Minato. No puedo imaginar lo mal que lo pasó observándonos desde lejos para seguir protegiéndome de todo, no puedo imaginar el dolor que soportó, pues nunca dejó que ese sentimiento se filtrara a través de nuestro vínculo. Tiempo después naciste tú, por mi cuerpo débil casi morimos tu y yo, ya sabes cómo es un embarazo vampírico. Pero María estuvo las cuatro semanas encerrada sin comer ni beber, sin moverse transmitiéndome casi toda su energía para que los dos sobreviviéramos. Eso por poco la mata a ella. Pero al nacer tú nos dimos cuenta que la llave de la resurrección estaba en tu sangre, se había saltado una generación, y Orochimaru también se enteró y quiso robarte. Dios mío, eras un bebé, mi bebé no podía perderte. Y ese monstruo casi te tenía, María estaba muy mal herida y débil por mi reciente parto, Minato también estaba muy mal herido, Orochimaru había derrotado a casi toda la familia que había intentado protegernos. Isabel y Luc luchaban contra Kabuto y el ejército del clan Amía estaba yo sola contigo en brazos frente a ese hombre desquiciado. Así que hice lo que pude para proteger a mis seres queridos. Y sobre todo a ti. Mi bebé. Sellé tu parte vampírica que contenía la llave y le devolví mi alma a María, eso me mató. María se curó de sus heridas y te rescató de los brazos de ese monstruo y aunque había salido de control por mi intromisión en su cuerpo, conseguimos herir lo suficiente a Orochimaru como para que este nos dejara en paz y tuvieran que emprender la retirada con su líder herido. Pero todo este tiempo he estado viva en María. Tu padre de casó con ella poco después porque al juntarse las almas la atracción que sintieron fue demasiado para ambos. No los culpo, además siempre tuvo que ser así, nunca me arrepentiré de haber vivido lo que viví, pero al unir mi alma con María mi único deseo fue que Minato encontrara a una buena mujer para ser feliz y sé que María es esa mujer. Después de todo mi alma y la suya son una.
    Se quedó en silencio con la vista en sus manos y la nostalgia invadiéndole los ojos. Yo si abría más los ojos seguro que rodarían fuera me sus cuencas. Increíble, la historia de mi familia es simplemente increíble, y seguro que aparte de esta hay muchas más. Ella me miró con toda la dulzura del mundo en sus turquesas ojos y se acercó a mí, me abrazó y dijo.
    —Espero que seas feliz como yo lo fui cuando viví y que no culpes a maría o Minato por sus actos, ellos sólo quieren verte feliz. Aunque tendrías que saber que antes de casarse hablamos los tres largo y tendido. Sabes que siempre te querré y te protegeré aunque tú no puedas verme. Estoy muy orgullosa de ti y creo que te llevarás una sorpresa cuando te quiten el sello, intenta no asustar mucho a Hinata, es una buena chica. Para deshacer el sello tenéis que ir a Alamut.
    Ella me giñó un ojo y cuando yo iba a preguntar volví a notar ese tirón en el estómago. Todo empezaba a desvanecerse a mi alrededor Yo intenté agarrarla pero ella se apartó poco a poco aún sonriéndome y vocalizó “Adiós Naruto” y todo se volvió negro. Al abrir los ojos volvíamos a estar en el despacho de Luc e Isa y tenía a María delante mirándome expectante, yo la mire a los ojos y vi esa sabiduría maternal que tenía siempre que me miraba. Nos enzarzamos en un sentido abrazo y una tímida voz sonó a mis espaldas.
    — ¿Naruto?
    Reconocí la voz enseguida mi Hinata. Al girarme la vi que se acercaba cautelosa con Itachi pisándole los talones. Le sonreí para indicarle que estaba bien y podía acercarse y automáticamente todos los presentes se relajaron. Yo abracé a Hinata y le besé el pelo aspirando su dulce fragancia. María fue hacia Isabel y la abrazó por la cintura la morena aunque al principio se sorprendió, de inmediato la abrazó y le acarició el pelo que ahora era rojo sangre. Luc le puso una mano en el hombro a la pelirroja y esta se la agarró. Sakura vino hacia mí y lo le cogí la mano y con la mirada me regañó, supongo que los he preocupado bastante. De pronto por al agujero que había hecho María en la pared aparecieron Temari que tarareaba y Tsunade que había recuperado su serio porte. Temari miró la pared y con un gesto de dedo la arregló igual que las ropas de María que se transformaron en unos ajustados pantalones de cuero negros y una camisa de tirantes negra junto a unas botas de tacón muy fino también negras. Temari se acercó a mí y me preguntó.
    — ¿Kushina te ha revelado cómo deshacer el sello?
    —Bueno, dijo algo de ir a un lugar llamado Al-no-sé-que.
    Dije poco seguro a lo que Isa me miró sorprendido y dijo.
    — ¿Alamut?
    Yo asentí y Luc puso mala cara. Suigetsu se rió al ver la cara de su padre y este le dirigió una mala mirada. Sai fue a la Sai se levantó y fue a buscar a Ino y Karin que estaban en una habitación continua. Al entrar los tres Karin fue con Suigetsu que no le quitaba ojo a Tsunade e Ino se dirigió hacia Sai que le plantó un ardiente beso en los labios. Luc miró a Tsunade y dijo.
    —Cómo falta una semana para empezar las clases y antes que el sello se descontrole más tenemos que deshacerlo iremos con Naruto a Alamut a ver a mis suegros.
    Lo último lo dijo con un deje malhumorado. A lo que Isa se rió bajito y negó con la cabeza.
    —Pero tenemos que preguntaros algo. ¿Queréis venir? Es que tenemos que llevarnos a Naruto, por lo que Evy también vendrá y estoy casi segura que Hinata también. —Dijo Isa guiñándole un ojo a Hinata que ahora estaba a mi lado pero seguía abrazándome. — Sakura y Sasuke también vendrán, tenemos que vigilaros de cerca cuando Naruto se deshaga del sello. Tenten, tú tendrías que visitar a Mamá y Papá. Y seguro que papá quiere conocer a Neji. —Neji se puso blanco cómo la cera al escuchar eso. —No te preocupes, también vendrán Matsuri y Gaara, Suigetsu supongo que tu también querrás venir y no dejarás sola a Karin así que os lo pregunto a vosotros, ¿Queréis venir?
    Les dijo a Sai e Ino que se miraron y asintieron sonriendo. Isa fue hacia una pared y nos miró muy seria. Luc abriendo los brazos nos dijo.
    —Juntaos todos, vamos a viajar por el abismo, un universo alterno lleno de demonios, os recomiendo que os mantengáis agarrados a vuestras parejas y no les soltéis. Para los vampiros que nunca hayáis viajado antes seguid a los demás e intentad no mirar mucho a vuestros lados, los demonios se pueden ofender ante un grito de horror por su aspecto. ¿Listos?
    Algunos asintieron decididos y otros simplemente para hacer saber que lo habíamos entendido. Sin más isa abrió un portal en la pared y fuimos entrando todos, pronto la negrura nos invadió y sentimos frío, gruñidos grotescos y algún que otro cuerno suelto, pero al verlo apartemos la mirada. Después de andar unos minutos que se hicieron eternos, Isa abrió otro portal y una luz dorada nos invadió cegándonos.


    Y hasta aquii!!! espero haber aclarado algunas cosaas!! Y como siempre si tienen alguna duda
    PÓNGANLA EN SUS COMENTARIOS espero que les haya gustado y sobretodo espero con ansias sus comentarios :D
     
    Última edición por un moderador: 4 Septiembre 2013
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  4.  
    Rein

    Rein Once

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    ._________________________________________________.
    ¿Sabes que me has hecho morir? Tanto en la historia como ahora? xDDD GOSH!!! Amo tu historia *O*
    Además de que me haces feliz porque hice una aparición ;A; Aunque yo tengo los ojos grises violetosos xD pero qué más da! Aparecí *O* Que es lo que importa :33
    Aunque ;A; TARDASTE DEMASIADO en subir capítulo :c Aunque sí muchos errores!! D: los tolero porque adoro tu historia xD <3 <3
    Ahora van a quitarle el sello a Naruto *O* Sabes que muero? xD Ya lo he dicho sí sí lo sé xDD pero ;A; no lo supero :33 Afortunadamente, me metí al foro y i que actualizaste xD si no ;A; yo ni en cuenta :c Espero la conti *O* Que está buena :33 Aunque se me olvida ;A; Sayo! :33
     
  5.  
    Shani

    Shani Maestre Comentarista empedernido Usuario VIP

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    Clary, en los fanfics debes utilizar el tamaño de letra predeterminado (4). Edito este capítulo, pero recuerda esa norma la próxima.

    Un consejo: separa los diálogos de los párrafos de narración. Y también separa los párrafos de narración entre sí. Está todo demasiado junto y dificulta un poco la lectura. Saludos :)
     
  6.  
    Clary Uchiha

    Clary Uchiha Entusiasta

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    Lo sé....me he demorado demasiado, pero quería que este ca saliera perfecto ya que se presenta un lugar que digamos....Está regido por uno de los vampiros creados por Caín....Y tenía que dejarlo todo muy claro! Aunque al final se me ha ido la pinza un poquito...he tenido en cuenta las condiciones del foro y no he puesto gore ;) me he controlado un poquitin.

    CapXXIX
    Narra Lucian:

    Siempre que iba a ver a mis suegros me invadía el mismo sentimiento. Era una especie de nerviosismo crónico mezclado con una incertidumbre más que espeluznante. Me explico; mi suegro era y sigue siendo, a desgracia mía, Asad el Rey del clan de los asesinos SUPER experimentados al que pertenece mi esposa (el clan Tenebris) y resulta que no es que nos llevemos muy bien que digamos. Yo al haber nacido en la Edad Media en Francia he sido criado con la religión del momento, el Cristianismo. Y aunque el abuelo (Caín) siempre refunfuñaba cuando asistía a esa clase en particular con los monjes del castillo (cabe recordar de que Dios lo convirtió en vampiro), dejó que escogiéramos las creencias que quisiéramos. Por ejemplo, yo escogí el Cristianismo, Alcide, el padre de Sai, escogió adorar a la Madre Tierra, Shikamaru sigue adorando a los dioses que había en su época, los dioses egipcios y a Temari no hay quién la saque de su querido y mujeriego Zeus. Os cuento todo esto porque de todas las religiones que hay que conviven con la mía, va y mi alma gemela pertenece a la única religión que es MUY contraria a la mía. La musulmán. Con Isabel nunca hemos tenido problemas, hace tiempo que superamos esa nimiedad, en cambio con su padre terminamos discutiendo siempre que nos encontramos. Por eso adoro tanto a mi suegra Anwar, es una revelación. Es maternal, cariñosa y sabe hacer algo increíble; controlar a Asad. Pues lo dicho, ahora nos dirigíamos con un grupo de asustados jóvenes y María, hacia uno de los lugares más peligrosos y seguros de toda la Tierra hacia las dos únicas personas que pueden convencer a mi mujer de alejarse de mí. Mi mujer siempre dice que exagero, pero nunca puedo evitar el ponerme en estado de alerta con todos los sentidos desplegados al ir a ese lugar. Y por desgracia llegamos a la fortaleza de mi suegro. ¿Es normal que me caiga así de mal? La gente dice que no, pero nada más cruzar el portal, una daga vino directa hacia mi corazón, la desvié con un dedo y se clavó hasta la empuñadura en el suelo. Miré a mi suegro sonriente, este frunció el ceño y un criado arrancó la daga y se la tendió respetuosamente. Miré a Anwar y vi es maternalidad tintada permanentemente en sus ojos y al momento me recordó a la ternura de los ojos de mi madre. Mi gesto de relajó automáticamente y fui a abrazarla, describiendo una curva lo más alejada de Asad posible, más que nada para que no le entrase la tentación de volver a desenvainar la daga. Cuando Asad vio a Isabel corrió a su encuentro, la agarró en brazos y dio vueltas gritando.

    — ¡Mi niña! Mi preciosa Ibna ha vuelto.

    Ella rió por lo bajo, acostumbrada ya a las reacciones de su padre y le contestó con un beso en la mejilla. Al bajarla miró nuestro grupo y corrió hacia Tenten para repetir el proceso, aunque a ella la riñó por no haber aparecido por Alamut en un tiempo ni por haber dado noticias. Al deshacer el abrazo con Anwar, ella me besó la mejilla con delicadeza, muy característica en ella. Entonces, un borrón marrón entró en la sala y se plantó delante de Isabel. Los chicos, asustados retrocedieron e Isabel abrazó a una Matsuri con el pelo cortado en una melenita corta y vestida con seda naranja llena de arabescos bordados en oro. Esta sonrió y de una entrada apareció Gaara. Supongo que tendría que describir un poco la estancia, antes de seguir. Nos encontrábamos en una de las torres de la fortaleza, en las paredes se dibujaban hermosos arabescos hecho de oro, oro blanco y pintura de colores muy vivos, con grandes ventanas cubiertas por celosías de madera perfectamente pulida. El techo era una bóveda sixpartita también en oro y llena de arabescos con varias ventanas abiertas con celosías por dónde entraba una luz que al reflejarse tenía un todo dorado precioso. El suelo era de azulejos de varios colores y al lado de cada ventana había un banco de ébano con cojines bordados con flecos dorados. Esta era la sala de recibo de visitas privadas de Asad. Y sólo tenía una entrada, sin puerta, que conducía a las escaleras para bajar de la torre. Cada rincón de la fortaleza estaba iluminado usando un complicado sistema de ventanas y espejos, para que ningún Tenebris enemigo pudiera crear un portal y colarse allí, sólo en una zona controlada se permitían las sombras, esa sala tenía vigilancia más de las veinticuatro horas diarias. Sólo cuando las visitas eran importantes, privadas o de la familia, se recibían en esta torre. Y aún así, había siempre dos asesinos guardando la entrada. Si por algo era conocido Asad, era por su precavicidad. Pues lo dicho, con Anwar encabezando la marcha, después que ambos anfitriones saludaran a María, nos encaminamos a una de las salas de visitas. Una de las múltiples salas del mismo tipo que había en Alamut. Llena de arabescos, con oro, azulejos y sobretodo, fuentes y muchos, realmente muchos cojines. Cuando llegamos a la bendita sala pudimos por fin sentarnos. He de añadir que ninguno de los chicos apartaba la mirada de las paredes, suelos y ventanas, casi iban topándose entre ellos por no mirar por donde andaban. Yo me senté lo más alejado posible de Asad y senté a Hinata en mi regazo. Ella sorprendida se puso roja como un tomate y en su mente se activaron varias alarmas, pero aunque la muchacha no se lo crea es bastante importante para todos nosotros, y aunque es una de las principales protegidas de Minato y María ella ejerce sin saberlo un efecto calmante sobre nosotros, y yo ahora mismo necesito algo que me calme un poco o tendré que salir de aquí e ir a buscar a Naena, mi otro bote salvavidas. Ya que en Alamut, el acercarse a Isabel, Tenten o Matsuri (si no eres mujer) supone la pérdida de las partes nobles en menos de lo que se tarda en decirlo. Y al parecer Neji lo ha entendido, ya que se ha pegado al lado de Sakura con cola, y no deja de observar nerviosamente a Asad, como si temiera que se diera cuenta de su relación con su hija. Bueno, pues la sensación es mutua, aunque en mi caso ya lo sabe e intenta matarme a la primera de cambio, ya sea con dagas, venenos, la mirada, etc... (Para lo que le interesa tiene mucha inventiva) Naruto me miró curioso al sentar de esa manera su novia, pero con una mirada lo entendió y se sentó a mi lado dándole la mano a la pobre muchacha que tenía una avalancha de preguntas que le revolvían los sesos. Sakura se sentó al lado de Naruto con Neji y Sasuke con ella y a mi otro lado Ino se echó contra mí con un suspiro con la cabeza de Sai apoyada en su regazo. ¡Qué cómodos esos dos! Están a gusto en todas partes. Aunque María no se quedaba corta, se había echado con toda la pachorra al lado de Isabel y apoyó la cabeza n su regazo. ¡Maldita! Sabe que me jode no poder acercarme a mi mujer y me lo restriega. Delante nuestro habían muchos cojines juntos casi a manera de trono, nadie se sentó allí pues reconocimos ese sitio como el de Asad. Mi suegro se sentó en su lugar de preferencia con Matsuri e Isabel a cada lado y Tenten en el regazo de la primera. Anwar pasó por mi lado acariciándome el pelo y se quedó de pié detrás de su marido. Yo le volví a dedicar una sonrisa cargada de cariño y ella me la devolvió siempre silenciosa. Siempre me maravilló la manera en que Isabel había conseguido ser el opuesto de su madre de manera tan natural. Anwar era menuda y delgada, como una niña, pero muy delicada y elegante. Tenía un cuerpo fino y la piel tostada, los ojos violetas maternales que reflejaban los eones de experiencia que tenía acumulados, ese era el único vestigio que el tiempo había dejado en ella. Pues no tenía ninguna arruga o marca en la piel, los labios eran delgados y cincelados y su pelo largo, liso y negro. Siempre silenciosa al lado de su marido, dócil pero fuerte, un pilar fundamental, pero cuando abría la boca, verdades salían directas y a veces demasiado concisas. Todo al contrario que su progénita, que cuando la conocí a los dieciséis años tenía ya un cuerpo dedicado al pecado. Unas piernas largas y tonificadas, una cadera redonda, una cintura estrecha (que me encanta rodear con el brazo), unos pechos redondos y firmes que se marcaban deliciosamente en los vestidos medievales de lino. Su piel tostada se ondulaba encima de los huesos y músculos con cada movimiento, y sus ojos violetas avispados lo analizaban todo con perspicacia, las consecuencias del entrenamiento de su padre. No poca gente sabe que Asad se jacta de Isabel como su obra maestra en lo que al arte de asesinar se refiere. Cuando la conocí era todo nervio y orgullo que desde un inicio me cautivó con sus curvas y movimientos, con sus labios llenos y rojos, con su pelo negro y hasta media espalda pero sobre todo por su reticencia a darme lo que quería y su adorable manera de intentar ocultar su sonrojo cuando sabía perfectamente que yo le afectaba, tanto como ella me afectaba a mí. Y mientras yo rememoraba el inicio de mi relación con Isabel, Asad se había puesto cómodo y con un vaso bajo de cristal fino y arabescos en oro lleno de un líquido incoloro, en la mano, les preguntó a los chicos.

    —Bueno, ¿Y a qué habéis venido? No creo que ninguno de vosotros quiera unirse a nuestro clan, ¿verdad?

    Isabel hizo amago de intentar hablar, pero una mirada de su madre la hizo callar. Siempre tan estrictos con el protocolo, si el Rey no se dirigía a ti, tu no podías iniciar la conversación. Yo no iba a soltar prenda, en Alamut es mejor que yo no abra la boca, más que nada por propia seguridad, así que estreché un poco el abrazo con el que sostenía a Hinata y aspiré su olor calmante. Al ver que nadie respondía y que Suigetsu se había situado lejos del foco de atención con Karin en su regazo, Sakura se aclaró la garganta y empezó.

    —Si me lo permite, señor, seré yo quien explique el motivo de nuestra visita. —Isabel sonrió complacida y Asad asintió en dirección a mi sobrina concediéndole el permiso para hablar. —Kushina, la madre de mi hermano nos ha dicho que para quitarle el sello debíamos venir aquí. Que ustedes sabrían como hacerlo.

    Asad arqueó las cejas sorprendido, señaló a Sakura con el dedo y miró alternativamente a su mujer y a Sakura.

    — ¿La encarnación de la Princesa Esmeralda me está pidiendo que desactive el sello de la Llave? ¿En serio? ¿Es eso correcto Anwar, querida?

    Anwar lo miró con dulzura y asintiendo dijo.

    —Así es mi señor.

    —Están locos. —Dijo negando con la cabeza, se terminó lo que sea que había en el vaso y lo dejó en una bandeja que le tendió una muchacha vestida con seda semitransparente y con un trozo de tela que le tapaba media cara. Dejó ir un suspiro y añadió. —Pero los occidentales nunca se han caracterizado por su sensatez. Bien, os vamos a ayudar. Lo primero es asignaros unas estancias adecuadas. Vais a pasar unos días aquí. Lo de liberar sellos no es coser y cantar y quiero disfrutar de la compañía de mis Ibnas, así que: Lys, Jhyra. —Aparecieron por la puerta, supongo que para no asustar a los jóvenes. En dos siglos no les he visto ni un tatuaje, y en lo que llevo conociendo a los amigos de Sakura, ya los he visitado tres veces. ¡Lo mío es suerte! Y no es precisamente que esos dos sean muy discretos en apariencia. Son unos de los mejores asesinos y guardaespaldas. Los guardaespaldas de Isabel, más concretamente. Y no hace falta decir la tirria que me tienen. Lys es una chica menuda, bastante bajita, con el pelo negro corto, a la altura de la mandíbula, bueno, así era anteriormente porque lo único que queda de esa muchacha es la longitud de pelo (que no es mucha), ya que ahora lo lleva mitad de color rosa claro y la otra mitad, más larga y de color fucsia chillón. En la cara destacan un par de ojos verdes claros y unos labios llenos con un pircing a cada lado de color plateado. La oreja con el pelo más corto (izquierda) lo llevaba lleno de pendientes en forma de aritos que iban desde negro hasta verde y rosa, y en la oreja derecha un pendiente largo que terminaba en un puñal plateado. Tenía el cuerpo lleno de tatuajes negros que para los humanos eran formas abstractas, pero para los vampiros eran marcas de su rango, títulos, habilidades y de los hechizos que contenía en su pequeño cuerpo. Vestía completamente en cuero negro y cadenas plateadas, con unas botas hasta medio muslo, unos shorts y un chaleco de cuero con un sujetador negro. Cosa bastante sorprendente por el calor que hacía en el lugar, pero bueno, Jhyra no se quedaba atrás. Era alto, muy alto, metro noventa por ahí. Musculado, lleno de tatuajes negros igual que su hermana Lys pero este llevaba el pelo muy corto, al uno y tintado de verde lima a juego con sus ojos. También vestía de cuero negro con cadenas de hierro que se le enredaban por el cuerpo y tenía la ceja derecha con tres pircing y ambas orejas llenas de ellos aunque esos eran dorados. Parecían muy amenazantes, pero no siempre tuvieron ese aspecto, antes parecían personas normales, morenos de ojos verdes, fue cuando Asad les dio el título de protectores de Isabel ella tenía diecisiete años y acababa de conocerme. Por eso me odian, porque su misión era protegerla de mí, y mis dos hijos son la prueba de que fallaron. Así que nada más verme, se tensaron y me frieron con la mirada. Yo les saludé con la mirada y les sonreí. Asad les sonrió no con dulzura, pero si como un padre orgullosos de sus hijos, ya que así se consideraba a sí mismo, el padre de todos los asesinos que gobernaba. Les tendió la mano indicándoles que se adelantarán hasta ponerse delante de los muchachos y les dijo. —Mis muchachos, estos son nuestros invitados especiales. Me gustaría que les dierais unas estancias apropiadas a su rango. Dad el aviso a todo habitante de la fortaleza, que nadie los toque.

    Dijo soltando una pequeña risita, cómo si se riera de un niño travieso.

    Narra Sasuke:

    ¿Se acaba de reír ante la idea de que uno de sus experimentados asesinos nos ataque? Vale, acabo de llegar a una conclusión. Los vampiros como más viejos, más locos. Cómo más han vivido, más tornillos han perdido. No hace ni media hora que acabamos de llegar a lo que parece una fortaleza dorada llena de asesinos y aún no hemos muerto. ¿Tendría que estar agradecido? No lo sé, aquí la única que parece cuerda es la madre de Isa, por lo menos cuando estamos cerca de ella no tenemos la sensación de que alguien nos va a matar, en cambio su marido...Que no sé cómo calificar, si de loco obsesivo o simplemente de viejo con impulsos infantiles, parece que tienes que agradecerle el respirar en su presencia y como lo cabrees estás más que muerto. Ya que nada más llegar ya ha intentado matar a Luc varias veces. La primera con la daga, y durante el recorrido hacia la sala donde estamos, las miradas que le lanzaba eran de "muérete, muérete, muérete...". Luego, como por arte de magia, se materializaron delante de la puerta, dos tipos que más que árabes parecían un par de punk que se habían escapado de una tienda de tatuajes. ¡Tenían el cuerpo cubierto! Aunque he de reconocer que lo del pelo de colores molaba. Realmente muy divertido todo, íbamos a pasar unos días aquí, y yo ya tenía ganas de lanzarme por una ventana, y seguro que encuentran la forma de hacerme pagar la ventana aunque esté muerto. Pero todo hay que decirlo, bajo esa luz dorada Sakura estaba más que hermosa. Así que la pareja de punk que creo que voy a llamar Hansel y Gretel nos condujeron a través de los pasadizos hacia nuestros "aposentos". Las tres hermanas (Isa, Tenten y Matsuri) se quedaron con sus padres y Luc, María e Evelyn (que acababa de aparecer dándonos un susto monumental a todos) nos siguieron. Luc se veía tenso y se acercaba a Hinata mientras que María le daba la mano y Evelyn se reía de él. Supongo que es difícil para él estar aquí. Después de cruzar varios pasillos, largos hasta lo indecible con arcos de herradura sosteniéndolos, llegamos a un patio interior donde daba el sol. Tenía una fuente en forma de estrella de ocho puntas en el suelo, el fondo estaba hecho de pequeñas baldosas de diferentes azules, en el centro se erguía una fuente la cual parecía una flor y de la cual salía un pequeño surtidor de agua que aportaba un refrescante ruido en el silencio que reinaba en el patio. El patio constaba de dos cuadrados, el interior era donde daba el Sol y tenía la fuente y varios naranjos esparcidos con algún que otro banco de piedra grabado con arabescos y con cojines morados y dorados, para dar sombra y confort al visitante. Bajo uno de los naranjos más grandes había una mesa de mármol, mosaicos y hierro forjado con sillas de hierro forjado y cojines. El suelo era de baldosas con dibujos abstractos al igual que los del cuadrado exterior. Ambos se conectaban mediante cuatro escaleras a cada lado del cuadrado, lo demás estaba rodeado por un muro de un metro de madera y varias bigas robustas también de madrea que sostenían una galería (el cuadrado exterior). En cada lado de la cuadrada galería había dos puertas que seguramente serían las “estancias”. Al entrar en el patio nos encontramos a una figura sentada en el borde de la barandilla que separaba los patios que al vernos se puso de pie bajando de un salto. Era James e iba vestido con unos pantalones de chándal anchos, grises que se aferraban a su baja cintura y una camiseta de tirantes blanca, contrastando con su bronceada piel. Nos sonrió y saludó a Luc con una inclinación de cabeza.

    —Isa me ha enviado para asegurarme de que no hacéis trampas con las indicaciones del Señor.

    Dijo mirando a Lys y Jhyra que lo fulminaron con la mirada, a lo que él les respondió sonriendo con suficiencia. Cuando todos hubimos entrado en el patio se giraron hacia nosotros y extendiendo el brazo abarcando toda la sala, Lys dijo.

    —Este es el patio privado que se os ha otorgado, no pueden salir de aquí sin una escolta. Esta no es fortaleza para humanos. Al no traer ropa con vosotros nuestro Rey y señor ha tenido la extrema bondad de prestaros atuendos.Lo encontrareis en los baúles en los pies de las camas. Hay una estancia para cada uno.

    Entonces Jhyra continuó retomando el hilo de su hermana.

    —Evelyn hemos tenido en cuenta que tu protegido esta aquí y tus aposentos están al lado.—Ella inclinó la cabeza en señal de gratitud por haberla tenido en cuenta y Jhyra se la devolvió levemente.—Se nos ha informado recientemente que hay más de vosotros bajo la protección de los de nuestro clan, pero dado su rango y que os encontráis aquí no se encontraran a la vista.—Entonces miró a James y con un todo más bien condescendiente le dijo.—Dado que se te ha enviado aquí, ¿suponemos que debes encargarte tu de él y del grupo?

    James les sonrió y divertido les contestó.

    —Sí, supongo que sí.

    Entonces ambos punk asintieron y a la vez le respondieron en tono seco.

    —Lo dejamos en tus manos entonces.

    Y salieron por donde entramos sin dirigir una mirada a nadie. Nos quedamos en silencio y muchos se relajaron notoriamente ante la liberación de la presencia de ambos hermanos. Fue entonces cuando James se estiró como un gato y soltando un suspiro dijo.

    —Bueno, ya que lleváis aun los uniformes del colegio os daremos tiempo para cambiaros. Pero creo que os gustará ver el resultado del entrenamiento de Tenten en la arena. El combate es dentro de veinte minutos.

    Muchos cogieron aire entrecortadamente al oír la palabra "arena" o "combate" pero nos dirigimos hacia distintas puertas hablando entre nosotros observando el patio y sus decoraciones dándonos prisa para llegar a tiempo al "encuentro". Entré en lo que sería mi habitación en el tiempo que pasaríamos en este lugar. Era una habitación cuadrada con el techo en forma de bóveda sixpartita llena de arabescos dorados con paredes de yeso tallado recubierto de distintos tipos de oro. La pared de en frente había una gran cama con cuatro postes de madera con sábanas blancas con bordados y distintos tipos de armarios de maderas nobles también. A cada lado de la cama había una alfombra en el suelo que tenía pinta de ser muy mullida y en una de las paredes había una puerta de ébano que daba a un amplio baño con una gran bañera de mármol blanco y pulido, una ducha de cristal y un lavamanos de jade. Tenía pinta de moderno y todo con los grifos de acero y las toallas blancas inmaculadas. Cerré la puerta del baño y me dirigí hacia el baúl y me encontré un pantalón de una tela resistente negra con refuerzos de acero y cuero negro, una camiseta negra de tirantes, un cinturón negro con múltiples aros y mosquetones supongo que para colgar armas y pistolas, una chaqueta llena de bolsillos que metiendo la mano parecían infinitos y finalmente unas botas también negras, para variar, con refuerzos en la suela y las puntas. Extrañado me miré la ropa y abrí la puerta de la habitación y vía a James y Lucian hablando, el primero sentado en la barandilla y el otro simplemente apoyado en ella con soltura. Me percibieron al instante y me miraron esperando mi pregunta.

    — ¿En serio tenemos que ponernos esas ropas? Aquí hace un sol y un calor que achicharra y eso es negro con refuerzos.

    Luc me sonrió indulgente y me respondió.

    —Tienes que ponértelo, el ala de la fortaleza destinada a los combates es muy fría ya que se sitúa bajo tierra. Además, sería una ofensa hacia Asad.

    Yo lo acepté a regañadientes y entonces vi sus ropas. Las de Luc seguían siendo el pantalón de vestir y el chaleco grises y James vestía chándal.

    —Pero vosotros...

    —Yo soy el ghoul de Isa, por lo que aquí gozo de privilegios, y respeto aunque no de mucho cariño, pues respeto a Luc. Y no es muy confiable que Luc se ponga algo que Asad le dé, podría estar envenenado o algo mucho peor.

    Dijo soltando una risita y Luc sorprendentemente también se rió. Yo me di por respondido y decidí no perder más tiempo. Entré en la habitación y me cambié el uniforme por las ropas prestadas que resultaban pesadas por los refuerzos. Guardé el uniforme en uno de los armarios y salí al patio compartido donde ya estaban casi todos. Todos vestíamos con las ropas prestadas que se parecían enormemente, pues todas eran negras con remaches de acero y cinturones gruesos para soportar el peso de las armas que no llevábamos. La única que destacaba, aparte de los dos hombres que no se habían cambiado, era María que vestía como los hermanos punk y llevaba unos pantaloncitos de cuero negro, una camiseta de lino verde con enredaderas plateadas, un chaleco lleno de aritos y tachuelas y unas botas negras. Se había atado el cabello, ahora rojo como el fuego, en una cola alta que revelaba unos símbolos y letras estampados en la espalda del chaleco. Su piel parecía extremadamente clara con el negro y al lado de James todavía más. El ghoul junto a María nos condujo por los pasadizos que nos seguían asombrando por su extrema belleza, supongo que dirigiéndonos hacia la "arena". Las ropas nos pesaban a todos y dificultaban ciertos movimientos, aunque a medida que íbamos descendiendo en las entrañas de la fortaleza el aire se volvía más frio, hasta que la mayoría agradecimos las chaquetas y su resistente material a pesar del peso. Me fijé que curiosamente no había lugares oscuros o esquinas que no tuvieran un espejo cerca, todo estaba iluminado con una tenue luz aquí abajo. Era curioso, hasta extraño. A los pocos minutos de andar empezamos a oír un rumor de voces que se oían amortiguadas y resonaban por las paredes. Se oían cada vez más fuerte hasta que llegamos a unas grandes puertas de madera, ya que cuando James abrió las puertas cesaron de golpe. Entramos en una gran sala cilíndrica hecha de piedra. Había un agujero que ocupaba casi todo el centro de la sala que tendría como mínimo unos treinta metros de profundidad y cuarenta de diámetro, y la piedra era lisa. A partir de los diez metros del suelo arenoso se encontraban distintos pisos que tenían "ventanas" para ver lo que pasaba abajo que se componían de rejas de hierro negro como el carbón. Habían varios hombres y mujeres de pié al lado de las ventanas que vestían de negro y sus ropas se parecían a las que nos habían prestado, y que cuando entramos restaron en silencio mirándonos, algunos con los colmillos fuera y otros con miradas de recelo y hasta de desprecio. Descendimos por unas escaleras bastante gastadas que casi estaban talladas en la piedra viva y llegamos al primer piso que se alzaba sobre la arena. Allí estaban Asad, la madre de Tenten y Matsuri de pié andando en círculos por la sala con Gaara sentado en la repisa de la ventana. Asad tenía un puesto privilegiado delante de una

    De las ventanas cómodo entre cojines y su esposa en el regazo dándole fruta a la boca. Al ver a Luc las tres reacciones fueron muy distintas, Asad frunció el ceño y se enfurruñó mirando la ventana, su esposa nos miró con maternalidad y le sonrió a Luc con un cariño casi infinito pero ninguno de los dos se movió de su posición, en cambio Matsuri vino corriendo y se subió al cuello de Luc como una niña pequeña. Él la abrazó y la estrechó un poco antes de dejarla en el suelo y dirigirse hacia la ventana donde había unos cojines junto con todos nosotros.

    Narra Isabel:

    Tenten estaba demasiado nerviosa. Cuando llegamos a la fortaleza y saludamos a nuestros padres. Padre empezó a acribillarla a preguntas sobre el avance de su entrenamiento y ella se bloqueó. Intentó preguntarme a mí, pero le contesté que fue Suigetsu el que se encargó durante el tiempo que yo no estuve y que él ya era consciente de los últimos avances que hizo conmigo pues leyó mi último informe. Entonces Madre intervino y le propuso a Padre de ver los avances de Tenten él mismo. Padre con su afán de demostrar a los demás que su dinastía era la mejor de todas propuso un combate en la arena sin poderes, sólo armas de filo y conmigo como adversario. Pues lo dicho, ahora nos encontrábamos en los "vestuarios" de la arena ultimando los detalles para salir. Nos pusimos los uniformes de combate en la arena que constaban de unas mallas negras hasta medio muslo y una camiseta blanca de tirantes, sin ningún tipo de armadura. Cuerpo a cuerpo real. Fuimos a la armería y Tenten dudó.

    —Coge un arma grande y las demás pequeñas o arrojadizas.

    Ella me dio las gracias y su mirada se volvió hacia las hachas. Cogió una grande con doble hacha y de la colgó con un cinturón grande en la espalda. Y como teníamos derecho a cinco armas agarró cuatro tomahauk y los puso dos en las fundas de los muslos y los otros dos en el cinto de la cadera. Yo siempre había tenido preferencia por las espadas, así que agarré un par de katanas y las crucé en la espalda. Siempre me gustó la sensación del acero japonés contra mi cuerpo, me hacía sentir segura. Colgué una espada corta de la cadera y puse dos cuchillos arrojadizos en las fundas de los muslos. Esperamos junto a la puerta de salida de la arena y sentí un nerviosismo que crecía emanando de mi hermanita. La miré y le sonreí, le agarré la mano y le dije para tranquilizarla.

    —Piensa, estocada, defensa. Si te ves superada recuerda que una buena defensa es mejor que cualquier ataque e intenta evadirme o buscar una posición elevada. Verás como todo irá bien.

    Ella asintió y su mirada se volvió fiera, y en ese momento, la estela de la sangre del Rey de los Asesinos brilló con fuerza en sus ojos. Sonó una campana y las puertas se abrieron. Salimos al cilindro que era la arena. Todo estaba en silencio, no era como en el coliseo romano aquí todos se tomaban en serio la concentración del examinado. Aunque por la cara de Tenten podía deducir que el silencio la había acobardado un poco. Nos dirigimos hacia el centro del círculo. Cabe decir que íbamos descalzas y al menos para mí la sensación de esa arena en los pies era agradable, incluso nostálgica. Entonces nos pusimos una delante de la otra y la voz de Padre resonó por toda la sala.

    —Estamos aquí para examinar a Tenten Ama, miembro de nuestro clan e hijita mía. En este día se examinará de Nivel 6 B de cuerpo a cuerpo. Cabe recordar las reglas del examen. El examinado no puede entrar en frenesí, tiene que aguantar media hora sin ser desangrado completamente, ni huir y si se da el caso que desarme a su oponente o este se rinda antes de tiempo se le será adjudicada la victoria inmediata. Que el examen empiece.

    Y con otro toque de campana el combate empezó. De un salto Tenten se alejó de mí unos tres metros. Yo lentamente saqué las katanas de sus fundas y ella alargó el brazo tocando su hacha de dos cabezas midiendo mi reacción. Cuando la punta de las katanas tocó el suelo la miré a los ojos intentando transmitirle el mensaje de que empezara a moverse. Ella lo captó y di por empezado el combate. Me moví a velocidad vampírica hacia ella arrastrando las katanas y la atrapé antes de que echara a correr blandiendo mis katanas en forma de cruz. Con el hacha paró la estocada y me la devolvió. Yo paré al golpe casi sin esfuerzo, aún no está metida en el combate, su mente sigue dispersa. La tendré que forzar. La velocidad de mis estocadas fue en aumento y ella consiguió seguir el ritmo a medida que se iba concentrando en el combate. Entonces me empujó con la parte intermedia del hacha y me apartó de ella unos metros para lanzarme uno de los tomahauk, si no me hubiera apartado se me hubiera clavado en un costado. Yo le sonreí maliciosa y recogí el tomahauk y se lo devolví apuntando al hombro, ella lanzó otro para pararlo y se dieron en el aire, seguido me lanzó otro. Bien, solo tengo que hacer que lance otro y podré probarla. Corrí hacia una de las paredes y clavé el par de puñales en la pared, salté y puse un pié encima de cada empuñadura. Ella lanzó su última arma arrojadiza y se clavó en mi hombro. Una punzada de dolor se esparció por mi brazo y cuello. En sus ojos pude leer el triunfo de haberme dado. Miré el tomahauk clavado en mi hombro y lo arranqué de golpe. Hubo otra punzada de dolor y lamí la hoja empapada con mi sangre. Por suerte era una herida superficial y se curó rápidamente. Se lo arrojé a Tenten que no lo esquivó y se le clavó en el costado izquierdo justo debajo de las costillas. Ella se incurvó por el dolor y sacó el hacha arrojadiza y presionó la herida con una mano mientras la otra sostenía el hacha. Me lancé contra ella y la tumbé en el suelo haciendo que soltara un grito por la herida todavía abierta.

    —No muestres dolor. Recuerda que padre te mira. —Ella cerró los dientes y los apretó. Es valiente. —Esto no es un entrenamiento. Es un examen. Piensa en mí como alguien que te quiere matar.

    Ella me miró asustada y negó imperceptiblemente con la cabeza. Yo le susurré. “tú misma, sabes las reglas”. Eché la cabeza hacia atrás y mis colmillos salieron de sus fundas haciendo que mis ojos se encendieran rojos. Intensifiqué mi presión sobre su cuerpo y cerré mi mandíbula en su cuello clavándole los colmillos hasta las encías. Ella se quedó sin aire y empezó a patalear. Entonces agarró la espada corta en mi cinturón y me la clavó en el costado izquierdo, pero yo me resistí a soltarla y volvió a clavarme la espada dándome en el pulmón y yo escupí sangre. Tenten me miró con los ojos rojos ante la visión de mi sangre y su dolor. Y de una patada me tiró de espaldas, pero de un salto conseguí ponerme de pié. Hice un repaso de las armas que me quedaban. Los puñales en la pared a metros del suelo, mis katanas siguen en mi espalda y la espada corta ahogándome el pulmón izquierdo de sangre. Escupí más sangre al tiempo que Tenten agarraba su hacha de dos cabezas y se lanzaba contra mí. Paré su estocada con la mano desnuda y ella gruñó enseñándome los colmillos. Me hizo dar una vuelta y me lanzó mientras sin que lo notara me cogió una de las katanas, y me la lanzó clavándose en mi estomago, entonces me gritó.

    — ¡Deja de contenerte! — ¿En serio? ¿Qué quieres? ¿Qué te mate? De un salto llegó hacia mí y de una patada lateral me tumbó en el suelo. Ella empezó a llorar y me dijo. —Parame. No quiero seguir Isa. No quiero hacerte más daño.

    Yo le sonreí con la boca llena de sangre y con un grito me arrancó la última katana y la clavó en el centro de mi estomago.

    Yo me desplomé cansada de servir de saco de boxeo y entonces la campana sonó. El combate se había terminado, Tenten había conseguido sobrevivir y me había desarmado.

    Como siempre....si tienen dudas....coméntelas y con la subida del nuevo cap la RESPONDERÉ ENCANTADA!


     
    Última edición: 20 Enero 2014
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  7.  
    yuuki haruno

    yuuki haruno Iniciado

    Leo
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    Holi soy una nueva en este foro, y encanta tu historia así que te suplico que la continúes porfi-plis ya que seguía este fic desde hace mucho lo que pasaba era q no estaba registrada jejeje creo que me salido del tema pero bueno espero que pronto publiques la conti.
     
    Última edición: 18 Marzo 2015
  8.  
    usuratonkachii

    usuratonkachii ►BEHIND BLUE EYES◄

    Leo
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    Pluma de
    Escritora
    Buenas buenas.. nunca comenté, pero sigo tu historia. Me encanta la trama y la relación de los personajes, amaría que la sigas...
    Noté
    un avance muy grande desde los primeros capítulos hasta ahora; mejoraste la ortografía y la redacción, aunque falta pulir un poco mas, vas muy bien. Te felicito.
    Nos vemos! espero actualización! :3
     
    Última edición: 20 Marzo 2015
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