Rivalidad

Mana observa con disgusto al pequeño nuevo miembro de la familia, y este a su vez la mira, muy concentrado en lo que ella está haciendo. Se encuentran en la sala de la casa de su prima.

—Desde este día, te declaro como mi némesis, mi enemigo mortal, mi… —Se ve interrumpida por una llamada entrante a su teléfono, por el tono, Sound of Silence, sabe que quien la llama es su tía, la madre de su prima Alice, con quien vive actualmente. Corta la llamada —. Como decía, por tu culpa Ali ya no me presta nada de atención y eso tiene que cambiar.


El pequeño se lleva el pie derecho a la boca, sin perder a la joven de vista en ningún momento.

—No me intimidarás presumiendo tu flexibilidad. Yo también puedo hacer eso, supongo, lo tengo que intentar. —Sacude la cabeza, sacándose el impulso de hacerlo —. Me encargaré de acabar contigo, pequeña molestia. Ah, y me sacas la lengua, te atreves a burlarte de mí. Ya verás quién ríe al último cuando te lleve a un orfanato de otra ciudad.

—Mana —la interrumpe Magnus —. No estoy seguro de qué estás haciendo, pero ya detente.

—No hago nada, ¿cierto, pequeña molestia?

—Estoy bastante seguro que declaraste al bebé como tu némesis o algo por el estilo.

—¿Cómo…? No, claro que no. Solo hablaba con él sobre el clima, nada más, ¿cierto?


El bebé la observa detenidamente, intenta estirar su manita para alcanzarla.

—Mana, en lugar de estar jurando venganza contra un pobre infante que ni levantar la cabeza puede, deberías tratar de llevarte bien con él.

—Ese malvado ser del inframundo aleja a Ali de mi lado. Casi no hemos pasado tiempo juntas en los últimos meses. Estuvo insoportable los últimos meses y desde que nació esta cosa, o sea, hace como un mes, que ni la sombra le he visto a Ali.

—En realidad es tu culpa y de nadie más. No has venido en todo el mes, y cuando finalmente conoces al bebé lo amenazas con dejarlo en un orfanato. Te escuché decirlo, así que no intentes negarlo.

—No iba a negar nada. Solo ve esa criatura, frunciendo el ceño al verme, y ahora se esta riendo de mí. De seguro planea algo maligno en mi contra.

—En realidad, eso quiere decir otra cosa muy diferente.

—¿Qué es esta peste? ¿Acaso está usando armas químicas en mi contra?

—En lugar de quejarte, te propongo esto. Mañana Alice va a ir de compras y, por primera vez irá sola con el bebé. No creo que pueda hacerlo sola, va a terminar decidiendo si vuelve con el bebé o con las compras. Así que ve y dile que quieres acompañarla y así pasan el día juntas —propone Magnus, levantando el pequeño niño.

—¿Tú no irás? —cuestiona ella, mirando con enojo al bebé.

—No, tengo que ir a la oficina sí o sí. Hay muchos papeles que firmar, cosas que aprobar y muchos etcéteras aburridos que mi asistente ya no puede retrasar —confiesa él, mientras lleva a su hijo a la mesa especial para cambiarle el pañal.

—¿Y el bebé tiene que ir? ¿No lo puedes llevar a la oficina y archivarlo en la m de molesto? —Comienza nuevamente a sonar el teléfono de la chica. El mismo tono que antes —. Espérame un momento. — Saca el teléfono y cuelga la llamada —. Es solo tía, de seguro que quiere saber por qué casi me expulsan hoy.

—¿Por qué razón casi te expulsarían? —cuestiona él, tratando de no enojarse frente al infante mientras le cambia los pañales sucios, para así evitar asustarlo.

—Lo de siempre, ya sabes —menciona ella, tomando asiento tranquilamente en el sofá.

—Claro. —Tira el pañal sucio en el basurero que se encuentra al lado de la mesa —. Te daré la oportunidad de decidir quién te castigará. Tu tía, Alice o yo. Elige sabiamente, porque una de las opciones no es exactamente muy agradable —amenaza, manteniendo la calma.

—Tía, elijo a tía —escoge ella sin pensarlo, luciendo completamente pálida —. Tengo más posibilidades de salir viva si es ella la que me castiga.

—Ahora, si tu tía te lo permite, podrás salir con Alice mañana para hacer las compras. —Ella asiente nerviosa —. Y te llevarás bien con este guapo pequeñito —le besa la frente a su hijo, haciendo que este sonría —, porque si intentas algo contra él, bueno, ya sabes.

—Sí, señor, no haré nada contra la pequeña molestia.

—Ahora, ve a casa de tu tía, y más te vale parecer arrepentida de lo que hiciste. —Termina de limpiar al infante y le pone un pañal nuevo.

—A eso iba. —Dice, antes de salir corriendo en un instante.

—Esa chica sigue siendo rápida para escapar cuando le conviene —murmura él. Vuelve a poner al pequeño en la cuna.

—¿Y Mana? —interroga Alice, llegando con limonada y galletas de coco, que traía para su prima.

—Tuvo que irse a casa para hablar con tu madre.

—No me digas que se volvió a meter en problemas.

—Está bien, no te lo digo.

—Voy a tener que hablar seriamente con ella —se dice, suspirando pesadamente.

—No te estreses por eso, de seguro tu madre se encargará de eso mejor que nadie más en el mundo. Tú saliste muy bien gracias a ella, ¿no es verdad? —se acerca a su amada esposa y la besa con pasión.

—Tienes razón —susurra ella, sonrojada.

Contenido oculto: Notas del Autor

Para la actividad "Soundtrack".
La canción del tono del teléfono es "Sound of Silence" de Simon & Garfunkel.

Parece que el video no se deja compartir en el foro. Hay que entrar en youtube para verlo.