Akihito Shishio Observó en su periferia al guerrero que no se había detenido con Seikanji y por un segundo pensó en tratar de intentar obtener algo de él, pero las palabras del comerciante le resultaron algo más curiosas, haciendo que se mantuviera en esa conversación, además, le estaban obsequiando algo. —Muchas gracias, me ayudará mucho —Se reverencio aun manteniendo un toque teátrico y luego lo guardó para no tener que estarlo cargando —, saber que he logrado alegrarlo hará que mi propio viaje sea algo más satisfactorio, es lo mejor que podemos oír. —¿Siempre lo ha considerado aburrido? Quizás siempre imaginé que podían hablar de sus viajes, casi como hacemos nosotros, como una cosa en común. —Sonrió dejando salir una corta risa, como si fuera algo infantil compararlos con unos artistas.
Ritto [Hoshi; Rengo; Dozan; Ryoshi; Seikanji; Akihito; Aoi] El vendedor de medicamentos afirmó ante Akihito —Se habla de negocios principalmente; y se puede ver que muchos están perdiendo ganancias; mientras los armeros incrementan sus ventas; los vendedores textiles pierden clientes. Yo como vendiendo medicamentos estoy bien posicionado; pero también sufro del desabasto de materiales, estamos perdiendo mucho comercio con China en capital. Akihito también había tratado de atraer la atención del guerrero, de la misma manera Rengo y Seikanji sin éxito. Aoi y Ryoshi también fallaron en cautivar al comerciante de ropa. Y Hoshi aun seguía observando al monje quién no detuvo su andar, concentrado en avanzar. Dozan suspiró y afirmó a las palabras de Seikanji —Tus palabras me han herido— dijo llevándose la mano al pecho; estaba exagerando en sus expresiones pero genuinamente consideraba que le había fallado a su música. Se posicionó y comenzó a tocar desde sus emociones. La flauta comenzó a llamar la atención del guerrero que había permanecido estoico, el cambio de ritmos, la fluidez... —Hace mucho tiempo no tenemos un grupo de artistas itinerantes en Ritto —dijo hacia Dozan; pero miró a cada uno de ustedes detenidamente. Contenido oculto: Guerrero Su indumentaria era formal; aun así, holgada para combate, parecía ser bastante joven. —Creo que es bastante sospechoso que artistas tan novatos estén en este cruce comercial tan importante. Contenido oculto Ayeah rapuma Nekita
Seikanji Yamagawa Quedó absorto en la canción que Dozan interpretaba; tan compenetrado en oír a su compañero que no se había dado cuenta que había dejado de tocar su koto. Miraba con la boca abierta hasta que se dio cuenta de ello y la cerró, pasándose la lengua por los labios. Aplaudió emocionado. —¡Bravo, bravo! —le festejó con fascinación. Dozan era un excelente músico. —¡Bravo, señor Dozan! Luego se giró al guerrero que también se había acercado, atraído como una serpiente por la flauta del marino. —La música es compañera en estos momentos para Japón, señor. —hizo una reverencia. —Y somos novatos, pero tocamos con el sentimiento de querer animar a las personas en estos días tan turbulentos para todos.
Akihito Shishio Asintió a las palabras del vendedor, no le parecía sorpresivo que con todo lo que estaba sucediendo fueran los guerreros quien estuvieran mejor posicionados en el mercado, pero, si era información nueva para él la perdida de clientes por el mercado Chino. —Espero qué pronto sus compañeros vuelvan a tener su clienta habitual y usted también pueda encontrar los ingredientes que necesita para que en un futuro no llegue a afectarle —Dijo con un tono esperanzador puesto qué realmente esperaba que eso sucediera —, no le quito más tiempo, qué tenga un buen viaje y una buena estadía señor. —No sabía qué era lo que iba a hacer pero, tampoco estaba mal desearle ambas cosas y ser educado, le dio una corta reverencia y volvió a acercarse al grupo al ver que al parecer se había tenido otro éxito, todavía jugando un poco con su abanico en sus manos de manera despistada para entretenerse. Y vaya, el guerrero no se equivocaba en dudar luego de que hubiéramos batallado un poco en conseguir lo qué necesitábamos. Al igual que Seikanji le hizo una reverencia para mostrar respeto —Llegar aquí ha sido un gran honor, señor, todavía nos falta algo de práctica pero esperamos que nuestro interés pudiera haberse reflejado, cada camino el cual recorremos nos enseña algo distinto.
Aoi Nobunaga En esta ocasión su frustración hizo que dejara de cantar, no le importaba no llamar la atención ya que llevaba toda una vida esforzándose por pasar desapercibida pero, que aquellos ignorantes decidieran ignorar el enorme talento de Ryoshi hacía hervir su sangre. Cuando el guerrero les habló Aoi se mantuvo en silencio, dejando que fueran sus compañeros quienes hablasen pero devolviendo la mirada de aquel joven con la picardía propia de quien busca unas monedas extra.
Ritto [Hoshi; Rengo; Dozan; Ryoshi; Seikanji; Akihito; Aoi] Ryoshi imitaba las acciones de Aoi, sin ningún miedo o provocación por aquel guerrero; pero no era arrogancia, había una confianza en él, y no era esta vez dirigida a Aoi, miraba a Dozan como esperando que este hablara, y así fue. —Lo que mi compañero ha dicho es verdad —dijo Dozan refiriéndose a Seikanji; después afirmó ante las palabras de Akihito —Cómo ha mencionado nuestro talentoso bailarín, tal vez desconocemos estas áreas, pero cualquier ruta comercial es un buen sitio para la música. El guerrero los miró y Rengo desvió la mirada al instante, temiendo por lo que podía suceder; pero Dozan intervino notando aquel movimiento corporal el cual mostraba el miedo. —¡Lo sabía! Ha venido a cobrarnos por ponernos en este sitio —Dijo mientras buscaba entre sus ropas un poco de dinero —Un guerrero como usted no tendría por qué acercarse a nosotros, distrayéndose de su deber de proteger la ciudad, si no fuera porque tuviera un impuesto que recolectar —No encontró monedas en su ropa y miró a Ryoshi, quien de mala gana buscó entre sus ropas y sacó su bolsa con monedas. —Son ocho monedas, ¿No es cierto?— preguntó Dozan mirando al guerrero —¿O acaso sólo se ha distraído de sus deberes? —Sonrió. Dozan estaba alegando al orgullo y deber del guerrero; por lo que este no tuvo más remedio que aceptar las monedas sin rechistar, las palabras de Dozan habían sido más filosas que cualquier acero, y no iba a arriesgar su reputación por una simple pelea con artistas itinerantes. El guerrero se fue sin más. —El búho —mencionó Ryoshi —Siempre el ave más inteligente. Hoshi afirmó satisfecho de que la atención hacia ellos había sido disipada. —Escuchen —mencionó Hoshi antes de que Dozan pudiera celebrar su victoria — Es muy difícil que un komuso cómo el que vimos no use o porte una flauta — un komuso era un estilo de monje como el que vieron con anterioridad, el que les dejó las monedas —Normalmente delincuentes suelen ocultarse en disfraces de esos monjes, así pueden ocultar sus rostros en plena luz del día y en un sitio ajetreado sin levantar sospechas —Al parecer, Hoshi se tomaba su tiempo en exponer sus ideas, tanto que el monje ya no estaba en los alrededores. Contenido oculto Pueden buscar al monje o ir a otro sitio dentro de Ritto Si deciden buscar al monje tiren un dado de 20 caras. Los tres tienen la habilidad de rastrear, por lo que obteniendo 10 o superior lograrán obtener algo. Ayeah rapuma Nekita
Aoi Nobunaga Mantuvo su sonrisa durante el intercambio entre el guerrero y Dozan, guardando silencio a pesar de no separar los ojos del individuo. Su sonrisa fingida se tornó cálida y sincera cuando Ryoshi hizo mención al Búho, ya que le recordó el pequeño mote que le había regalado a ella y que, por primera vez, le hacía sentirse parte integrada de un grupo. Se llevó una mano al pecho tratando de guardar aquel cálido sentimiento por unos instantes más y se volvió hacia Hoshi, quien había tomado la palabra. Era un buen disfraz, sin duda, incluso a Aoi se le había escapado aquel detalle sumida como estaba en su propia interpretación. Asintió hacia el hombre y oteó los alrededores en busca de alguna pista sobre el posible paradero del supuesto monje.
Seikanji Yamagawa —¡Dozan-sensei! —dijo feliz, tomando como referente al pirata; el hombre era inteligente y astuto con las palabras, y además era un excelente artista y eso era suficiente para él. —¡Es usted increíble! Luego miró a Hoshi con una expresión de confusión hasta que de pronto su rostro se iluminó con una idea. —Delincuentes... —puso sus brazos por detrás de su cabeza mientras pensaba en la palabra. Los delincuentes que podrían interesarle serían hombres o mujeres pertenecientes a grupos de espías, el propio el propio Minamoto incluido. Enemigos del Imperio. Silbó y Reiko, su loba, levantó las orejas y comenzó a olfatear un rastro invisible a los ojos de Seikanji pero que no dudó en seguir con una sonrisa en su rostro, intentando que no quede tan evidente que el grupo entero se lanzara contra el monje.
Akihito Shishio Mantuvo sus gestos desentendidos, mirando de manera curiosa la forma en la que Dozan y el guerrero hablaban hasta que puso solucionarse de una manera bastante creativa y que tampoco daba alguna clase de oportunidad a que ese sujeto pudiera volver sin verse demasiado sospechoso o descuidado, como mencionó Dozan. —Gracias, Dozan. —Agradeció con una sonrisa y una corta reverencia antes de escuchar las palabras de Hoshi, ¿era por eso que había continuado intentando centrarse en aquel monje? Asintió a sus palabras y miró a su alrededor en busca de algún rastro que seguir de aquel hombre y confirmar aquellas sospechas.
Ritto [Hoshi; Rengo; Dozan; Ryoshi; Seikanji; Akihito; Aoi] Aoi fue la primera en reaccionar, intentando buscar algo que pudiese ayudarlos a dar con el monje; pero este había sido astuto, no dejó nada fácilmente identificable para sus ojos expertos. Reiko trató de rastrear pero le resultó imposible, había fuertes aromas que confundieron sus sentidos haciéndola dar vueltas sobre si misma. Akihito también buscó la manera de dar con algo de utilidad; pero entre tanta gente comenzaba a resultar muy complejo. Ryoshi también intentó buscar algo pero le resultó imposible. Rengo no parecía ni querer intentarlo un poco, estaba distraído con el pequeño tambor. Hoshi se mantuvo calmo, no mostró un ápice de impaciencia, sólo miraba al horizonte como si este hubiese abandonado la idea de observarlos. Fue Dozan quién no le había quitado la mirada al monje —Yo sé ha dónde se ha dirigido — señaló a dirección hacia dónde Hoshi mantenía la vista — Se dirigió hacia el Oyaji —bufó molesto —Por supuesto que se dirigiría a ese sitio, viendo que regala sus monedas...— mencionó recordando el saco con monedas que le entregó a Hoshi sin chistar; esas acciones, para alguien que había crecido sin nada, era algo muy difícil de entender. —Ninguno de ustedes logró obtener muchas monedas, ¿Qué harán para entrar a aquel lugar? — preguntó Hoshi mientras seguía tocando su shamisen — Vayan, obtengan algo; sean inteligentes, y traten de sorprenderme con los resultados. Rengo miró a Hoshi mientras también seguía tocando el tamborcito. Hoshi cerró los ojos —Tú también debes ir... Rengo — mencionó Hoshi provocando una fuerte exhalación de resignación de parte del muchacho. Dozan los miró y sonrió —Necesitan salir más al mundo, yo les enseñaré cómo vivir con muy poco, afinar sus sentidos para ser más astutos —decía aun complacido porque su engaño, soborno y observación eran útiles para el equipo muy recién formado. —Que no se te suba a la cabeza — aclaró Ryoshi dándole un ligero golpe en la nuca. Oyaji [Rengo; Dozan; Ryoshi; Seikanji; Akihito; Aoi] Dozan los guió hasta el Oyaji, era una residencia enorme para ser considerada una simple posada; pero muy pequeño para ser un castillo o palacio, incluso la casa de algún señor feudal. Había árboles de sauce rodeando todo el complejo, y sólo había una entrada abierta al público; dónde un hombre en un fino haori recibía a los huéspedes acaudalados, demostrando el cuidado que se tenía para que no cualquiera pudiera ingresar. —Ryoshi...— dijo Dozan con una amplia sonrisa. Ryoshi lo ignoró. Contenido oculto rapuma Ayeah Nekita
Aoi Nobunaga Acompañó al resto del equipo hacia las afueras del Oyaji, observando cada rincón con detenimiento en busca de alguna posible brecha por la que colarse, incluidos los enormes sauces que rodeaban el terreno. Quizás pudieran escalarlos aunque, tras su experiencia con anteriores murallas, no estaba muy convencida de aquello. Con un gesto inconsciente, sus ojos se posaron en Dozan con un brillo de curiosidad cuando lo escuchó mencionar a Ryoshi. Se acercó a ambos y, dejando caer su mano con delicadeza sobre el brazo del joven moreno, se dirigió hacia Dozan. — ¿Qué es tan divertido?— interrogó, con genuina curiosidad.— ¿Acaso tienes un plan? Quizá podría tratar de asesinar al guardia desde las sombras, rápida y eficaz, pero seguramente hubiera más vigilancia oculta que el hombre del haori.
Oyaji [Rengo; Dozan; Ryoshi; Seikanji; Akihito; Aoi] Dozan soltó una risa sonora ante Aoi —Mi plan es usar la fortuna de Ryoshi para que nos dejen pasar, seguro lo único que les interesa es que se pague la cuota de ingreso por estancia. —No usaré mi dinero para todo, Dozan. Si por algo lo conservo es porque sé invertirlo —dijo Ryoshi cruzándose de brazos. —O robarlo —atajó Dozan, soltando una leve sonrisa de orgullo en el rostro de Ryoshi. Contenido oculto rapuma para convencer a Ryoshi= d20 obtener 15 o superior Ayeah para convencer a Ryoshi= d20 obtener 10 o superior Nekita para convencer a Ryoshi= d20 obtener 15 o superior
Seikanji Yamagawa Observó al sirviente que franqueaba la puerta del Oyaji; no había sitio ahí dentro para unos músicos desaliñados y de ropas sucias del viaje. La única forma era el dinero del guardaespaldas de la discípula de Wu. Sin mirar a Ryoshi, con la vista clavada en el hombre que custodiaba el acceso al local, habló hacia el pirata. —Quizá sus monedas ayuden, señor Ryoshi. —dijo con inocencia, saboreando el triunfo de dirigirse a él por su nombre. —De este modo podrá evitar lo que sucedió en Higashiomi. —dijo en referencia a que Aoi había sido lastimada por la necedad de Ryoshi de quedarse de brazos cruzados.
Aoi Nobunaga Frunció el ceño en dirección a Seikanji y sacudió la cabeza, pues no le gustó el modo en que se dirigió a Ryoshi. En cambio, se acercó a él y le sonrió, posando una mano con delicadeza sobre su hombro para captar su atención. — No tienes por qué hacerlo.— Respondió con total sinceridad.— Pero quizás allí dentro podamos obtener un beneficio mayor del gasto que suponga nuestro ingreso. Le guiñó un ojo de forma elocuente y se quedó junto a él, manteniendo el contacto físico que cada vez le resultaba más familiar y menos incómodo.
Akihito Shishio Observó el lugar a dónde se dirigían con cierta curiosidad luego de alejarse de aquellos sauces para estar cerca del grupo nuevamente, era obvio la falta de problema con el dinero que no habían logrado obtener de su espectáculo pero, Dozan ya se había encargado de de salvar todo lo que estaban haciendo con su astucia entonces tampoco planeaba cuestionar mucho sus modos para poder acercarse a ese monje. —Ustedes dos entrando juntos sería bueno, los comerciantes aquí presentes incluso lo verían como lo más normal...—Si no recordaba mal, estaba seguro que incluso los habían relacionado ya como cercanos mientras intentaban hacer su espectáculo —, si es que realmente no te agrada la idea de hacer que pasemos también. Ya con esa posibilidad en su cabeza, sentía que iban a tener que buscar otras maneras, ¿hacer más entretenimiento? ¿Pegarse a aquel comerciante de medicina y ver si él también iba a entrar a ese lugar?
Oyaji [Rengo; Dozan; Ryoshi; Seikanji; Akihito; Aoi] Ryoshi clavó la mirada en Seikanji cuando mencionó lo sucedido en Higashiomi, al instante buscó en su cintura su arma, la cual no estaba; estaba con Hoshi en la carreta. Dozan notó ese intercambio, Ryoshi siempre tendía a reaccionar de esa manera, y se alegró de que no estuviera armado pero sabía que sus puños también hablaban. Por fortuna fue Aoi quién intervino antes; haciendo que Ryoshi se tranquilizara un poco para después escuchar la sugerencia de Akihito. —Entraremos todos; no quiero hacer su trabajo. Ustedes tratan de impresionar a ese anciano; pero olvidan que yo estoy aquí simplemente por... —miró a Aoi y sonrió sin terminar su oración. —Bien, bien, bien —mencionó Dozan con entusiasmo— déjenme las palabras a mi. Ryoshi, tú sólo extiende las monedas —le dio palmadas en los hombros. Todos avanzaron, y el hombre en la entrada los detuvo —Mis respetables viajeros, este no es una simple posada; se paga la entrada a este sitio con ciento cinco monedas individuales. —¡CIENTO QUÉ!— gritó Ryoshi pero fue interrumpido por Dozan con un golpe con el dorso de su mano en la frente. —Lo tenemos con nosotros, no debe preocuparse por ello —mencionó Dozan a el hombre quién comenzaba a observarlos con detalle. —Pero sus ropas, no pueden pasar con ropas de viaje... —Señor— habló Dozan con fuerza; haciéndose pasar por un hombre sumamente ofendido —¿Cree que vamos a viajar en nuestros mejores atuendos? ¿Acaso cree que vamos a exponer nuestra alcurnia en los caminos comerciales más conocidos? Además.... vi que dejó entrar a un simple komuso. Somos nosotros los que no deberíamos pisar un sitio como este. Pero es lo mejor que el camino puede ofrecernos —Mi señor... perdóneme —mencionó el hombre inclinándose en reverencia y extendiendo las manos para recibir las monedas. Ryoshi dejó ir con sumo trabajo todas sus monedas. Ya dentro del Oyaji, Ryoshi miró a Akihito —Debí haberte hecho caso... fueron demasiadas monedas —se llevó la mano al pecho; como si algo le doliera. El sitio era hermoso; los pabellones se dividían por un estanque de peces koi; no era un sitio bullicioso como una posada cualquiera, por lo que no debería ser tan complejo dar con un huésped poco común. Fueron recibidos por tres sirvientes, los cuales les entregaron yukatas, calcetines y sandalias nuevas para caminar por aquel sitio. Les mostraron sus habitaciones individuales para que pudieran cambiarse. Después los dejaron con una campanilla que debían hacer sonar si necesitaban algo de los sirvientes; aunque en su habitación ya había de todo; dulces, bebidas, etc. Se reunieron nuevamente en los pasillos; todos estaban menos Rengo quien seguramente se había quedado en su habitación, ignorando su misión. —Si a todos nos hacen uniformarnos... —mencionó Dozan mostrando las yukatas en juego que ahora portaban —será más difícil dar con ese komuso. Contenido oculto rapuma Ayeah Nekita Pueden ir a las siguientes áreas comunes: Estanque de Koi Balcón de meditación Balnearios Comedor Sala común Mirador A dónde decidan ir, habrá un huésped. Podrán conversar con cada uno para poder obtener información. Rengo no se unió a esta misión porque no le interesa, si alguien trata de convencerlo pueden ir a su habitación. Pueden moverse en grupo o de manera individual.
Seikanji Yamagawa Una vez más pudo admirar la exquisita oratoria de Dozan, el cual, a fin de cuentas, tenía las malas pintas de un pirata sin escrúpulos. Nadie podría imaginar que aquél sujeto tuviera un intelecto tan fino y despierto que daba admiración oírle con la labia del bribón de calles y el toque fino de la alta sociedad. Seikanji volvió a aplaudir cuando pudieron ingresar al Oyaji. Reiko observaba los peces tras su reflejo del estanque mientras Seikanji observaba todo con fascinación. Nunca antes había estado en un sitio como lo era ese. Era como un pequeño oasis mental en medio de tanto ajetreo de carretas y voces a gritos. —¿Has estado antes en un sitio como este, Akihito-kun? ¡Es asombroso! —exclamó abriendo sus brazos y con los ojos encendidos de alegría. —¡Qué limpio se encuentra todo! Cuando llegó a su habitación, atiborrada de comida, alzó los brazos con triunfo. Y como consecuencia, llegó con dolor de panza a la reunión entre los pasillos de aquél pequeño pueblo que parecía ser el Oyaji. Al no notar a Rengo fue hacia su habitación y le dejó sus dulces para que le evitara nauseas por comer demasiados y volvió junto a Akihito y el resto del equipo. —Buda dijo que todos somos iguales. —bromeó un poco a las palabras de Dozan. —Para no levantar sospechas quizá podríamos separarnos. No contamos con ningún cuchillo, eso también tendríamos que recordarlo. Y se quedó entre ellos, alerta, en espera de alguna voz más.
Akihito Shishio Asintió ante las palabras de Ryoshi, si esa su lógica para dejarnos encontrar con ellos no lo iba a cuestionar, así que tan solo se limitó a sonreírle con amabilidad para observar todo lo que Dozan tuviera en mente para que todo pudiera realizarse, sorprendido y bastante divertido de cómo simplemente aquella actuación solo iba tomando mas complejidad conforme les concedía mucho más importancia para superar las sospechas de aquel hombre. Mas cuando finalmente entraron y Ryoshi se dirigió a él, no pudo evitar darle una pequeña caricia en su hombro con gesto ligeramente avergonzado por si haber sido una gran cantidad de dinero —Mejor no pensar en eso de momento...—Murmuró antes de terminar el contacto y centrarse en el bello lugar que estaba seguro, habría sido el favorito de Fureku de haber estado con ellos en esa misión. —Tampoco he estado en lugares así, yo diría que más que asombroso, magnífico.—Dijo con una sonrisa hacia Seikanji mientras aquellos sirvientes les entregaban sus nuevas prendas las cuales tampoco tardó en agradecer luego de que le indicaran cuál era su habitación para poder arreglarse de una manera más aceptable antes de aquella reunión con sus demás compañeros. —No deberíamos tener necesidad de usar la fuerza como para necesitar armas —Eso era el mejor escenario, obviamente —, si lleva tiempo escondido con aquel disfraz no creo que quiera romper su farsa al atacarnos, así que busquemos ser precavidos, para obtener la mayor información que podamos y de paso quizás disfrutar un poco esto. Quizás hasta Rengo podría si salía de su habitación, pero eso lo podría ver un poco más adelante. Contenido oculto Si nos vamos a dividir, me pido el mirador (?
Aoi Nobunaga Mantuvo el semblante altivo y dirigió al guardia una mirada de desdén para corroborar las palabras de Dozan. Cuando finalmente atravesaron las puertas dedicó a Ryoshi una sonrisa de disculpa. No esperaba que fuera a ser tan costoso. Muy a su pesar, no pudo evitar maravillarse con el entorno y sus ojos volaron por el lugar tratando de no perder detalle. Cambió sus ropas por unas más lujosas y suaves, aunque algo más incómodas con la falta de recovecos... Pero tampoco tenía armas que ocultar. Aplicó maquillaje sobre su rostro, ocultando las cicatrices y resaltando sus rasgos más femeninos y observó el resultado con cierta sorpresa y timidez. Se sentía desnuda y expuesta, y la falta de armas no hacía sino acentuar aquella sensación por lo que buscó a Ryoshi cuando hubo terminado para al menos reconfortarse con su presencia. Fue la última en llegar al lugar de reunión, pues había requerido de la ayuda de los criados para arreglarse a tales extremos, con la excepción de Rengo quien no estaba presente. Agachó la cabeza con cierta timidez y sé colocó junto a Ryoshi para asentir en dirección a Dozan. —Quizás sea más fácil encontrar pistas si nos separamos.— Murmuró, tomando el brazo de Ryoshi dejando claro que al menos de él no se separaría.
Oyaji [Rengo; Dozan; Ryoshi; Seikanji; Akihito; Aoi] Dozan afirmó ante Seikanji y justo cuando iba a comenzar a sugerir; Akihito tomó la iniciativa avanzando hacia el mirador. Dozan notó que Aoi no se separaría de Ryoshi, bufó y se resignó —Pueden ir como pareja a todos lados, supongo — dijo para después observar a sus alrededores —Akihito ha decidido ir al mirador, tendrá la vista más alta y posiblemente vea cosas que nosotros no; mi tez va a destacar demasiado en los balnearios, por eso mejor me dirigiré al comedor, veré que logro encontrar allí. —miró a Seikanji — tal vez puedas revisar la sala común —volvió ante Aoi y Ryoshi — pueden ir a los balnearios; así uno puede entrar al de mujeres y otro al de hombres —Dozan alzó la vista hacia las habitaciones, resignándose a que Rengo apareciera —después podremos revisar los demás lugares si es necesario. Mirador [Akihito] Al subir al último piso llegó al mirador; una mujer estaba recargada en uno de los barandales disfrutando el aire en su rostro; al parecer reía por algo que veía entre los árboles. Akihito se acercó un poco y notó que se trataba de Rengo; quien había intentado escaparse pasando desapercibido entre los árboles alrededor del Oyaji; pero su listón se había atorado en una de las ramas, y estaba batallando para desamarrarlo, haciendo que varias hojas de las ramas cayeran, sacudiendo el árbol entero. —El pobre quería ser discreto— dijo la mujer hacia Akihito — Seguramente quiere espiar a las mujeres en el balneario, así es la juventud. Contenido oculto Contenido oculto: Etiqueta Nekita Sala común [Seikanji] Era un conjunto de pasillos con diferentes salones conectados uno con otro; no había muchas personas en ellos; Seikanji se fue guiando por un par de voces que destacaban. —...Fuiste demasiado amable con ellos, sólo digo...— mencionó una voz madura. —Por favor, déjame disfrutar del silencio de este lugar, ve a otro sitio, diviértete un rato — era una voz más suave. —Bien... iré al comedor; me emborracharé. Lo merezco por aguantar todo ese recorrido. Tú también deberías emborracharte, vivir un poco; ya te digo, desperdicias tu juventud— la voz más madura mencionó. Cuando Seikanji encontró el pequeño salón de dónde provenían aquellas voces, sólo vio la espalda de el hombre que se retiraba hacia el comedor, dónde Dozan se encontraba. Y en ese sitio sólo quedó el joven que disfrutaba de una taza de té. Contenido oculto Contenido oculto: Etiqueta rapuma Comedor [Dozan] Dozan se encontraba sentado, parecía que consumía sake; pero había sustituido el licor por simple agua. Un hombre grande con un parte en un ojo entró a aquel sitio, llamando la atención de los poco presentes. Contenido oculto —¡Traigan el sake! —gritó, haciendo que los sirvientes respondieran de inmediato a sus requisitos. Dozan sonrió y bebió de su masu con "sake". Balnearios [Aoi; Ryoshi] Ryoshi se separó de Aoi muy a su pesar — No hay gran distancia de un sitio al otro; sólo una pared de madera nos divide, si necesitas ayuda sólo di mi nombre —mencionó Ryoshi dándole un beso a Aoi antes de separarse por completo. Balnearios/mujeres [Aoi] Aoi no estaba sola, había una mujer recargada en una de las piedras; aquel sitio estaba lleno de minerales basálticos; minerales que Aoi reconocía. La mujer parecía estar llorando silenciosamente, sus ojos cerrados con fuerza, mordía su labio inferior; se tensó al escuchar como Aoi entraba a aquel sitio, por lo que contuvo su sufrimiento. Contenido oculto Contenido oculto: Etiqueta Ayeah Balneario/hombres [Ryoshi] Se dejó caer en el agua, disfrutando de la zambullida a pesar de que el otro huésped le dedicara una mala cara. —Lo lamento; pensé que estaba solo — se disculpó Ryoshi. Mentía. Contenido oculto Aquel hombre lo fulminó con la mirada.