iCarly Risk it [iCarly]

Título: Risk it
Summary: Pon las cartas sobre la mesa, aunque lo más probable es que él no te ame.
Pareja: Seddie, posible Creddie luego.
Advertencias: Posibles errores, sin betear.
Género: Angst.
Cantidad de palabras: 568.

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Risk it. ​

Una sonrisa socarrona y el comentario sarcástico de turno, es todo lo que necesitas. Pero, no puedes y la incapacidad te está matando.

Lo has ocultado por tanto que no debería estar mordiendo tu garganta y ascendiendo a la punta de la lengua, sin ninguna discreción. Estás acostumbrada a reprimir el suspiro ahogado al perderte en sus ojos, pronunciar una clara demostración de interés, retirarte, fingir. Maestra en eso como eres, te es imposible dejar de acercarte y arriesgarlo todo.

¿Cómo, por qué puede creer que de verdad puedes querer algo con Brad? ¿Cómo se atreve a repartir juicios y miradas compasivas que no logran más que desear golpearlo, gritar y estallar en alaridos?

¿Cómo pretende suponer que Sam Puckett le tenga en menor consideración que un tipo que apenas conoce? No significan nada acaso, se pregunta prensando el puño, estos años y la frase –“pienso en nosotros como amigos muy cercanos”.

El sueño mudo se despedaza en su gesto conciliador.

Las fotografías en el sitio web hacían ese sueño más plausible, porque es una necia fantasía, ni más ni menos. Y pese a todo, devorabas los miles de comentarios diciendo que es posible, que tienes una oportunidad y que, tal vez, tal vez, quizá, no desperdiciabas el tiempo ideando modos de lograr que te preste un segundo de atención. Claro, le sonreía a Carly hasta hartarse después, pero eran sólo detalles sin importancia.

Seguro, él siempre repetía que la ama y la amará siempre, pero son pequeñeces que las esperanzas ilusas se empeñan en ignorar. Ahora, sin embargos, son justo los hechos los que reaparecen viciosos, junto a lo tangible.

Y mi odio sigue creciendo.


—No sabes si la persona que te gusta te corresponderá. —pronuncia en una de las extrañas charlas serias que encuentras en tu memoria. Ignoras si la expresión en tu rostro plasma cuán punzante es la ironía trepando las paredes del muro construido por protección. Desde la noche estrellada de aquel maldito beso supiste que si alguien rompería alguna vez ese muro, sería él.

Cuando le dijiste te odio sin creerlo, le sonreíste inconsciente y sin querer, ya lo sospechabas.
De hecho, cuando encontraste la grieta inicial ya era demasiado tarde. Así que negaste, luego aceptaste y te limitaste a empujar los sentimientos tras la cortina amical diaria. Te rebajaste a pedirle ayuda, a dar consejo, a preocuparte, a hacer aquellas pequeñas cosas que te juraste no cumplir nunca por un chico, porque el amor debilita y con la amistad de Carly te bastaba para ser feliz.

Ir por él. Tomar la oportunidad. Buscar esa felicidad de verdad y con quien desearías disfrutarla. El día del baile de “elección” de las chicas entendiste que Freddie no esperaría a que ordenases lo que sea que ocurriese contigo. Comprendiste la opción: olvidar todo en cuánto has creído y esperar porque esto no arruine el concepto que él y Carly tienen de tu persona.

Elegiste mal entonces, no obstante ahora estar a un paso de lo contrario.

—Nunca sabes lo que podría pasar.

No tienes chances de ganar, pero es nunca te detuvo antes. Das dos pasos, descomponiéndote y sintiendo un tremor recorrer tu espina dorsal, y lo observas fijamente por fracciones de segundo antes de cerrar los ojos y tirar las máscaras por la ventana de la habitación.

Sólo sabes que mañana, entre Sam y Freddie y los instantes tejidos, ya nada será lo mismo.
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Notas de autora. Es una serie de one-shots. Algunos Seddie, otros Creddie; creo que incluso haré una reacción de cada una, dependiendo de mi tiempo.