DC Richard [Batman]

Tema en 'Fanfics sobre TV, Cine y Comics' iniciado por Fénix Kazeblade, 19 Septiembre 2014.

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    Fénix Kazeblade

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    Escritor
    Título:
    Richard [Batman]
    Clasificación:
    Para niños. 9 años y mayores
    Género:
    Amistad
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1750
    Hace una semana veía Batman Gotham Knight, desde que lo vi se me ocurrió hacer un relato como esos, hasta luego de una semana me llegó la inspiración.


    Escuchó un grito desgarrador, sin embargo por primera vez, tal vez por única vez, este grito significaba vida. Había sido una batalla brutal, Gordon le había llamado por que gusto en el centro de la ciudad se había desatado una guerra de mafias, entre el ruso de los puertos y Marconi que controlaba toda el área central desde su escondite debajo del puente, el primero había invadido el territorio del otro y los ciudadanos de Gotham había terminado en el fuego cruzado.

    Su armamento era más avanzado en esa ocasión, investigaría el tráfico de armas la siguiente ocasión, estaba seguro que había destrozado tecnología kriptoniana en una de sus armas, eso estaba más allá de lo que esos matones podían controlar. Lo habían aprendido a la mala, medio puente de hormigón había caído aplastando a varios mafiosos de ambas organizaciones así como sepultado a algunos automovilistas que para su mala suerte cruzaban por allí. Esa era su preocupación actual.

    Llevaba tres horas asistiendo a los equipos de rescate, ya había salvado al menos a una docena de personas, sin embargo los espacios cada vez eran más reducidos, su desgaste aumentaba y el terreno de volvía más inestable.

    —La excavadora está haciendo su trabajo en unos minutos podremos estar allí. —le indicó Gordon por el comunicador, el detective había puesto a su unidad a trabajar y el mismo estaba en marchas forzadas para ayudarlos.

    —Escuché algo aquí abajo.—Observó el techo, crujía. —el puente no va a resistir lo suficiente, para cuando lleguen aquí, será tarde.

    El comisionado de policía pensó en persuadirlo, pero sabía que la necedad del hombre murciélago era casi equiparable a la suya, si él estuviera allí tampoco lo dejaría.

    —Ten cuidado—concluyó y solo le respondió estática.

    Batman avanzaba ágilmente entre los automóviles que solo eran trozos de metal retorcido aplastados por enormes bloques de concreto, había activado su visión térmica, tardó pocos minutos en detectar una señal roja de calor siguiendo el camino del grito que había escuchado algunos momentos atrás.

    —¡Allí! —exclamó aumentando el paso hacia un taxi color amarillo.

    Otro grito desgarrador se oyó retumbando entre la oscuridad. Bruce Wayne intentó pensar ¿qué podía ser tan terrible para producirle algo así?.

    —Retroceda, busque algo con que cubrirse romperé el vidrio—le indicó mientras levantaba su codo frente a la ventana.

    —Está bien…—respondió una mujer desde el interior de manera ahogada como quien ha corrido demasiado y su voz se desvanece entre jadeos.

    Se produjo un ruido sordo cuando el cristal cedió, quedó hecho trizas pero sujeto a la ventana, él solo tuvo retirarlo y quitar el seguro de la puerta.

    —¿Se encuentra bien? La sacaré de…

    El caballero de la noche se había preparado para soportar el dolor, para sublimar sus miedos y proyectarlos a otros, tenía distintas disciplinas marciales y estilos de pelea, sabía sobre tecnología, los suficientes para tener medios para derrotar a la liga de justicia o desencriptar el sistema de seguridad de una raza alienígena. Sin embargo, no existía nada que lo ayudara a lidiar con lo que tenía en ese momento de frente.

    —Se me rompió la fuente cuando ocurrió el accidente y todo se vino abajo… ya no me pude mover…—dijo la chica frente a él entrecortadamente entre jadeos.

    Era una chica morena y hermosa, tenía unos ojos claros color celeste, labios delgados, vestía de manera casual como alguien de su edad, unos jeans y una blusa de manga larga, tendría unos veintidós años de edad y estaba en labor de parto.

    Ni siquiera un hombre con su temple pudo mantener la calma al ver una escena así, presiono sus labios al sentir como su piel se erizaba, pero al instante buscó mantenerse tranquilo controlando su respiración. Ella buscó su mano y la apretó con fuerza.

    —No tiene por qué tener miedo—dijo Batman, fue lo único que se le ocurrió.

    Ella exclamó un grito arqueándose mientras sus piernas se separaban más por instinto, transpiraba y su respiración se aceleraba cada vez más.

    —¿Por qué no temer?, aterrada es como he vivido toda mi vida…—Respiraba cada vez más rápido—…a los quince me escape de casa, desde entonces he vivido como puedo en las calles y ahora traeré a alguien más al mundo…no sé qué pueda ocurrir…—su voz se ahogó entre un grito.

    En encapotado la reclinó en el sillón trasero del auto donde estaba, la observaba mientras sin decir nada presionaba más su mano.

    Batman ni siquiera había considerado mandar llamar al equipo de Gordon ni el equipo de rescate que estaban afuera, sería inútil y absurdo el intentarlo, el tiempo que les tomaría localizarlos sería más que lo que a ella le llevaría tener a la criatura por lo que podría ver. Logró retirarse los guantes y sujetarlos al cinturón. Él siempre ha sido una de esas personas que dicen demasiado en una sola mirada, ya que sin decir una palabra había logrado la tranquilidad y seguridad de sus ojos apaciguar a la chica lo suficiente para que pudiera sacar adelante el parto.

    —¿Debo pujar verdad? —dijo la chica ya entonces bañada en sudor.

    Él afirmó con la cabeza. Recordaba que cuando entrenó con aquella mujer en la India a tolerar el dolor, le explicó que parte de este era causado por lo que las otras personas nos transmitían, esos sentimientos de pena y temor que se reflejan en los ojos de la otra persona provocan que lo que se siente se multiplique, de manera que mostrándose tranquilo, todo estaría bien.

    Se escuchó un fuerte golpe en ese momento, un gigantesco trozo de concreto se había impactado con el techo del auto donde estaban y lo seguía comprimiendo a cada segundo, sin decir nada la chica lo entendió, presionó sus dientes y empujó su interior lo más que pudo, tenían que salir de allí.

    —¡Ya viene! —gritó la chica rasgando con sus uñas el tapiz del taxi donde estaba.

    En aquellas ruinas provocadas por una lucha de poder y codicia emergía un tierno llanto, como lo haría un pequeño retoño en un bosque que ha sido incinerado, indicado que incluso del peor desastre puede emerger algo bueno.

    Logró filtrarse una sonrisa debajo de antifaz del hombre murciélago, más cuando observó el rostro de la mujer iluminado al menos brevemente al sentir en su interior ese incomparable sentimiento de haber dado vida.

    Lo puso en sus brazos y ella sonrió, lagrimas se desbordaban de sus ojos mientras abrazaba al pequeño que la observaba curioso a sus ojos.

    —Tal vez sea una señal que hayas sido justo tu quien me ayudara—señaló la chica a Batman sin dejar de ver a la criatura entre sus manos, que ahora hacia pucheros—siempre me pregunté qué fue lo que te impulsó a ser lo que eres, debió de ser algo lo bastante intenso para mantenerte de pie, no creo que cualquiera pudiera resistir lo que has pasado, cada batalla, el sentimiento de impotencia ante algunas injusticias, para mí ha sido demasiado difícil, muchas veces la ciudad entera te ha juzgado y sentenciado lo peor, pero sigues aquí cuidándonos..

    Los cristales de la ventana reventaron y apresuradamente el caballero de Gotham tomó a la chica con el recién nacido y los sacó del auto, el brusco movimiento asustó al niño que estalló en llanto, mismo que en segundos fue apagado por el terrible estruendo del auto destrozado, habían salido a tiempo, todavía no se disipaba la nube de polvo el hecho se repitió de nuevo, otro trozo de concreto caía detrás de ellos. El puente entero se estaba viniendo abajo.

    La mujer abrazó a su hijo protegiéndolo con su cuerpo, lo mismo que Batman con ella, lanzó un batarang hacia uno de los pilares que le parecían más estables, cuando el alambre se recogió los impulsó a gran velocidad a través de los autos y los trozos de cemento cayendo, el héroe pudo sentir como uno de estos le alcanzaba a golpear la espalda pero lleno de voluntad siguió sin chistar.

    Entre las nubes de polvo buscaban casi en la completa oscuridad una salida, el derrumbe buscaba engullirlos y cada segundo contaba. Al girar la cabeza por tercera ocasión pudo verlo, era un pequeño resplandor a lo lejos, la luz al final del túnel.

    —Encontré mi razón hace tiempo y me aferraré a ella hasta el último momento para vivir, ahora tienes la tuya entre tus brazos y por él no te rindas ni hoy ni nunca. —pronunció Batman mientras veía a la chica a los ojos.

    Luego de haber dicho esto corrió con todas sus fuerzas hacia la salida sin mirar atrás.


    Prefacio:


    Había un hombre de traje, era bien parecido y con buen porte, tendría unos treinta años de edad, esperaba afuera de una puerta con un ramo de lirios y una sonrisa.

    — Te vez hermosa esta noche, mira, he traído algo para ti—dijo mientras le entregaba las flores a una mujer que había abierto.

    Ella las olfateaba y sonreía dándole un beso en los labios luego.

    —Gracias Thomas, son hermosas—respondió con un ligero rubor.

    En este momento un niño se asomó por uno de sus costados y le ofreció una sonrisa tímida al hombre que le saludaba amigablemente.

    —Hola Rick, tu mami me hablado mucho de ti—decía el hombre ofreciendo su mano, el niño saludaba apenas abrazando más algo que traía entre sus manos—me la prestarías un poco, queremos festejar su ascenso en industrias Wayne—esto último lo dijo más para ella, el pequeño afirmó con la cabeza.

    —Ahora vuelvo cariño—dijo la mujer mientras lo abrazaba—Barbara la niñera sabe que solo tienes permiso de estar despierto hasta las diez, así que no hagas trampa.

    El niño dio una risita traviesa y salió corriendo hacia dentro.

    —¿Por qué lleva ese trozo de tela negra con él todo el tiempo? —cuestionó el muchacho mientras ofrecía su brazo.

    La chica levantó la mirada sonriendo hacia el cielo, entre las nubes como el resplandor que destellaba la luna, era el símbolo del eterno guardián de Gotham llamándolo para una nueva batalla.

    —Es una larga historia, podría contártela si gustas. —lo besó y comenzó a caminar.



    El nombre del relato es por que la chica decidió ponerle al niño así, pues significa Fuerte, dando a entender que el le da fuerza.
     
    Última edición: 23 Septiembre 2014
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