One-shot Responsabilidades de hermano mayor [Nikolah & Talía | Pokémon Rol]

Título: responsabilidades de hermano mayor.
Fandom: Pokémon Rol Championship | AU.
Personajes: Emily Hodges, Talía Wells, Nikolah Cruz.
Palabras: 884
Summary: "Nikolah. Eres un buen hermano mayor, ¿vale? Todos lo creemos, Talía la primera, así que no te preocupes, todo saldrá bien."
N/A: Espero no haber hecho mucho OoC con vuestros personajes /u\ Se me ocurrió esta idea con lo que estabais diciendo por el grupo de Nikolah siendo el hermano mayor de Talía y eso, no sé uwu Reual Nathan Onyrian SweetSorrow

Talía se encontraba en su cuarto, mostrándole dos perchas con diferentes vestidos a Emily, quien sentada en la cama, se llevó la mano al mentón, pensativa.

—No sé Tali… el de la derecha es bonito, pero parece demasiado formal para ir a tomar un café… el segundo es más apropiado, pero si os quedáis hasta tarde pasarías frío…

—N-no nos vamos a quedar hasta t-tarde, Em… —farfulló la rubia, apartando la mirada con el rostro sonrojado.

—¿Eh? —Emily sonrió de forma maliciosa—. Venga ya, Tali, tengo mucha experiencia en citas como para sab-

—¡No es una cita!

—¡Tali! ¿Qué quieres para cen-?

La voz de Nikolah y posteriormente su cabeza asomando por la puerta sorprendió al par de sobremanera. Talía escondió con rapidez las dos perchas detrás de su cuerpo y Emily se puso en pie, tapando como pudo a su amiga.

>>¡Emily! No sabía que habías venido…

—S-sorpresa, jajaja…

—¿Te vas a quedar a cenar? —preguntó el chico, aparentemente inconsciente de lo que estaba sucediendo en el cuarto segundos atrás—. Justo estaba preparando algo.

—Lo siento, no puedo. He venido para ayudar a Talía con una cosa pero esta noche tengo una cena con Dante. ¡Gracias por la invitación!

—Claro, os dejo tranquilas.

Cuando vieron al chico salir, cerrando la puerta tras de sí, las chicas finalmente soltaron un suspiro de alivio. Eso había estado cerca.

Se miraron y empezaron a reír, soltando la tensión del momento en esas carcajadas.

—Cómo te decía, Em… esto no es una cita. Solo vamos a tomar un café, somos amigos…

—Claro que sí, Tali. Yo también me tomo muchos cafés de amigos con Dante…

* * *

Tras mucho debate, Talía finalmente decidió su conjunto para la cita-no-cita. Se decidió por un conjunto de camisa y falda con medias, así no pasaría frío en el peor de los casos e iba arreglada pero desenfadada. Emily se encargó de maquillarla y peinarla.

Habían llegado ya a la parte más difícil del plan: mentir a Nikolah y que no se diese cuenta. Eso no era difícil, claro, mientras no viese a la rubia con atención y se percatase de que iba demasiado arreglada.

Lograron, sorprendentemente, pasar su control sin mayor dificultad.

“Vamos a ver a Liza, que nos tiene que prestar un libro para mañana.” “Está bien.”

Lo que, por supuesto, no supieron las chicas era que Nikolah estaba sospechando que algo pasaba y decidió seguirlas. Hacía mucho que no “investigaba un caso” (realmente nunca había sido un detective, pero él se lo creía, claro).

Logró seguirlas hasta una cafetería, donde detrás de unos matorrales, observó cómo Emily se quedaba unos minutos junto a Talía antes de despedirse con un abrazo. Al hacerlo, otro par de minutos después, fue un chico quien apareció y se acercó a Talía.

¿No iría ese chico a acercarse a…? Oh, no importa, ya se estaban abrazando. Poco después el chico la invitó a pasar al interior de la cafetería y ahí Nikolah perdió visibilidad de la situación.

Se puso en pie, mirando a su alrededor con las manos alrededor de sus ojos, en un intento de imitar unos binoculares. Debía encontrar un mejor sitio para poder vigilarles.

Lo que encontró, sin embargo, fueron unos ojos morados que lo miraba con curiosidad.

—¿Emily? —exclamó, exaltándose.

—Nikolah, ¿qué haces aquí? ¿Nos has seguido? —la intensa mirada recriminatoria de la chica hizo al rubio dar un paso hacia atrás, riendo nerviosamente.

—¿Qué tonterías dices? Estaba… estaba… regando las plantas. Sí, es que me gusta venir a este arbusto a regar, ¿sabes?

—Claro… Anda, vamos.

Y lo cogió del brazo, tirando de él hasta que se alejaron lo suficiente de la zona.

* * *

Llegaron así a un parque donde Emily se dejó caer en un banco, cansada. Nikolah se quedó de pie, dando vueltas ansioso.

—¿Puedes tranquilizarte? —la chico rio.

—Perdón.

Finalmente Nikolah se dejó caer junto a Emily, llevando sus manos a la cabeza. Estaba bastante preocupado, sí.

—Nikolah, tranquilo, solo es una quedada entre dos amigos. No significa nada de lo que estás imaginando.

—No… no es eso, Emily.

El chico tomó un tono serio bastante inapropiado en él, pero lo cierto es que la situación lo requería. Emily lo escuchó atenta.

>>Si fuese algo importante, Tali me lo diría. Es solo que… está creciendo… muy rápido. Y antes de darme cuenta tendrá novio y… ya no querrá que yo la cuide, ¿y qué haré entonces, Emily?

La morena se quedó en silencio, acariciando la espalda del otro con suavidad.

—Talía nunca va a dejar de querer que la cuides, ella siempre te va a querer. Entiendo esa sensación, Alice también está creciendo muy rápido y a veces siento que no voy a estar a la altura, que no voy a saber darle consejos o que ni siquiera va a querer preguntarme o contarme sobre su vida… —confesó la joven, mirando al cielo—. Pero… eso sería totalmente normal, ¿entiendes? Empiezan a tener sus vidas propias, cosas que no van a querer contarnos… Eso no significa, claro, que ya no nos necesiten. Créeme, siempre nos van a necesitar, ¿sí? Nikolah. Eres un buen hermano mayor, ¿vale? Todos lo creemos, Talía la primera, así que no te preocupes, todo saldrá bien.

Todo saldrá bien.

Eso era todo lo que necesitaba oír.