Resonancia [Rogue & Lucy]

Título: Resonancia. ​

Resumen: Porque Lucy y Rouge se entienden con sólo una mirada... ​

Personajes: Rouge Cheney, Lucy Heartphilia.​

Palabras: 824​

Tipo: Song-fic.​

Advertencias: Crack Pairing. Rogue x Lucy. Basada en la canción Resonance de TM Revolution.​

Resonancia [Lucy & Rouge]​

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Ambos se miraron, divertidos por la situación. Sting y Natsu peleaban, como hacían siempre que se veían. Había pasado un tiempo desde los Grandes Juegos Mágicos y Sting y Rogue, junto con Frosch y Lector habían decidido pasar unas largas vacaciones en Magnolia.​

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Ambos Dragon Slayer se habían convertido, poco a poco, en una rutina para Lucy. Despertaba y echaba a Sting, Natsu, Happy y Lector de su habitación; se vestía y comenzaba a hacer el desayuno. Muchas veces amenazaba a Natsu y a Sting con un cuchillo, cuando no la dejaban cocinar.​

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Pero siempre aparecía por allí Rogue, normalmente tirado en el sofá, leyendo un libro, a echarlos para que pudiera cocinar. Él sí que la entendía a la perfección, no hacían falta palabras, tan solo una mirada para saber que pensaba el otro.​

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Si pudieras unirte a mi alma, no sería necesario decir ni una palabra, para que sientas mi amor.​

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Después de aquello y durante el desayuno, Lucy se pasaba largos ratos pensando en Rogue y en lo que había cambiado su vida últimamente; todo gracias a los Dragon Slayers Gemelos, más concretamente gracias al más callado del grupo.​

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Finalmente, cuando Natsu y Sting comenzaban a desesperarlos a ambos, Lucy los sacaba a dar un paseo por Magnolia, usualmente a grandes parques donde pudieran correr y pelear a gusto sin molestarlos a ellos o a las demás personas.​

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Este era el tiempo que Lucy más disfrutaba, charlaba largo y tendido con Rogue, sobre cualquier tema que les viniera a la mente. A primera vista él podría parecer algo callado, pero era realmente abierto cuando lo conocías.​

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Cuando tu mirada se cruzó, tu destino y el mío se fundieron, ​

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aunque fue sólo un momento, ya no te pude alejar de mí.​

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La maga estelar sonrió, recordando el día que se conocieron. No fue nada agradable, ni siquiera algo satisfactorio. Realmente había sido uno de los peores momentos de su vida, aquella vez Rogue realmente le había dado miedo.​

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Pero desde aquel entonces, y superadas las disputas iniciales, todo había marchado viento en popa. Lucy y Rogue estaban cada vez más unidos, hasta convertirse en aquello que la gente clasifica como… “amigovios”.​

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Reían, se divertían, peleaban, lloraban… (más concretamente, Lucy lloraba) juntos. Rogue había sido el apoyo de Lucy tantas veces que no podía recordarlo. La había consolado, ayudado, aconsejado… Había sido su paño de lágrimas, incluso.​

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Y era en aquellas noches, donde las pesadillas la asaltaban con recuerdos pasados, cuando ella despertaba gritando, dónde agradecía más la presencia y compañía del Cheney. Él siempre estaba allí, dispuesto a calmarla, él estaba allí para decirle que todo había pasado; que no tenía por qué tener miedo, estando él allí para protegerla.​

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Y en las noches, cuando sueño con pesadillas…​

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Tu mirada está allí para salvarme.​

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Para Rogue, cada mirada que Lucy le dedicaba, era un mundo. Sin darse cuenta, se había acostumbrado a su presencia, y no solo a eso, sino que también había comenzado a anhelar la compañía de la rubia.​

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Todo en ella le encantaba; cada vez que pasaba ante él, pidiéndole su opinión para éste o aquel conjunto, su perfume a camelias y fresas embriagaba sus sentidos. Por no hablar del deleite que le producía observar los desfiles que Lucy le dedicaba. Natsu le llamaba pervertido, Sting lo hacía más fácil; violador y bastardo acosador. Y no era para menos, dado que muchas veces le habían cogido comiéndosela con la mirada.​

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Por eso Rogue amaba a Lucy con locura, deseándola y protegiéndola desde las sombras. Ambos eran el uno para el otro, comprendiéndose sin necesidad de palabras.​

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Si pudieras unirte a mi alma, seríamos uno los dos.​

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El día en el que la conoció su belleza le había impactado, su carácter y su voz le habían rematado. Pero por aquel entonces él decidió rechazar sus sentimientos, envolviendo su corazón en una fina capa de hielo. Había intentado atemorizarla, apartarla de sí… Pero ella siempre aparecía en sus sueños, aquella hermosa doncella a la que debía proteger.​

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Ya no importa cómo nos conocimos, quedé atado a ti.​

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Le costó un tiempo admitirlo, pero Rogue Cheney se había enamorado de Lucy Heartphilia. ​

Junto a ella el mundo parecía detenerse, podía hablar con Lucy de cualquier cosa, ella nunca lo juzgaría o se burlaría de él. Junto a ella, las heridas del pasado habían sanado por completo y el dolor y el sufrimiento habían quedado olvidados.​

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Cualquier herida sana si estás conmigo, por favor ya no te alejes de mí.​

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Su vida se completaba si estaba con ella, en aquellos momentos moriría en paz, habiendo invertido gran parte de su tiempo con Lucy.​

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Pero él no se permitiría morir, la protegería por y para siempre. Nunca se alejaría de Lucy Heartphilia; porque, como todos los Dragon Slayers que tenían a su presa, él por fin había conseguido la suya.​

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Rogue Cheney amaba y amaría por siempre a Lucy Heartphilia. ​