Long-fic Resident Evil: Reanimated

Este es un nuevo proyecto que se me ocurrió empezar del videojuego, es una idea original, por lo que si esperar un clásico suvivar horror no esta aquí, sin embargo te aseguro dará un enfoque algo distinto a esto, espero les guste.


Han pasado ya 15 años desde quela Cooporación NewUmbrella se vio derrumbada antes de alcanzar la fuerza cumbre de su predecora. El uso de J´avos en los países quedo prohibido en un acuerdo dela ONU después de presenciar las terribles consecuencias de estos en todo el mundo. Después de infierno que vivieron los sobrevivientes de estas amenazas han intentado alcanzar una vida normal…lamentablemente la esencia de estos males radica en renacer…

Resident Evil: Reanimated

Capitulo 1: Pre mortem

Un sonido de una explosión rompió la pasividad que reinaba oscuridad de la noche, la imagen de la cámara mostró unas siluetas en el pasillo antes de que la estática se apoderara de ella, al ser atravesada por el proyectil de un arma de fuego.
Previamente lograr hacer un llamado de emergencia y sin ninguna piedad, los guardias de seguridad terminaron cayendo ante una lluvia de balas de los invasores. Uno de ellos, agonizante, vio como uno de usurpadores, en total eran nueve. Una mujer que solo que solo pudo reconocer por su físico pues su rostro estaba cubierto, libró sin ninguna dificultad el sistema de seguridad y apago las alarmas.

El hala principal de las instalaciones se encontraba ya a su completa disposición, varios anaqueles del mismo color plateado de toda la instalación donde yacían varios artilugios de todo tipo formaban la habitación, pero en el centro de estos, prevalece un tanque de agua iluminado con una luz fluorescente, en interior de este, flota una sustancia dentro de un tubo de ensayo sellado al vació. Ese era su objetivo. El agua del estanque comenzó a descender y uno de los hombres introdujo tomo la sustancia y la metió en un portafolio especial.

– Completamos la misión tenemos, tenemos el virus – anunció por un radio.

Mientras tanto.

Ahí un pasillo largo, al final del corredor un objetivo, un muchacho de unos 14 años de edad en un extremo. Hace su cabello hacia un lado con cierto estilo para que no nuble su vista, da un respiro, con sus dos manos toma bien el revolver que porta con cierta determinación.

– Me he preparado justo para este momento, no podemos perder, de esta misión depende demasiado y fallar no es una opción. – dijo para si mismo el muchacho.

Se puso en posición y comenzó a correr, lo hacia a toda velocidad, una línea roja surgió frente a él, se tenso un poco su mirada, se agacho apenas esquivándola y apenas lo logró varios discos salieron a su encuentro a una velocidad sobrehumana, tanta que apenas pudo verlos cuando uno ya casi lo alcanzaba, lo termino evadiéndolo con cierta maestría y con una pirueta sorteó los otros dos. Sonrió al alcanzar el piso, le gustaban los riesgos, y ya estaba tan próximo, estaba seguro que lo lograría.

– ¡ Adam Kennedy! – prorrumpió la voz de una mujer.

El muchacho paro en seco y abrió los ojos como platos.

– ¡Diablos!, es mama – dijo entre dientes, dispuesto a la primera oportunidad correr.

Una niña pequeña intento salir corriendo por el otro lado la habitación.

– ¿A donde crees que vas?, Sherry – replicó la mujer.

La niña sonrió picaramente. Una mujer hermosa, de pelo negro hasta el cuello, ojos rasgados y vestida con un traje rojo de oficina, le impedía el paso.

– Miren la pared ahí salsa de tomate y tus juguetes todos tirados, ¿Qué se supone que estaban haciendo? – agregó la mujer de pelo negro.

– Pero Ada solo hacíamos lo que tú y papa hace tiempo, en sus historias. – se justificó el muchacho poniendo una sonrisa cínica en su rostro.

– ¡¿Como que Ada?!, soy tu mama – dijo la mujer – espera, ¿tu padre les ha vuelto a contar historias sobre eso?... –frunció el ceño.

– Vamos amor, es que, así nos conocimos – la envuelve con sus brazos sonriendo y la besa la mejilla.

La chica sonríe.

– Te toca llevarlos a la escuela León.

– Lo sé nena, ¡vamos niños a la escuela con papá!

– Siiiiiiiiiii– la pequeña salía corriendo hacia el auto.

– Adam antes de irnos limpia esa pared, por favor – indicó León.

El chico se disponía a replicar

– Vamos muchacho y de regreso pasaremos por ese videojuego quieres.

El chico sonrió, asintió con la cabeza afirmativamente y se retiro a la cocina.

– El muchacho se parece a mi en la actitud, se como convencerlo. –expresó León

– Si por fortuna tiene unas de mis cualidades – contestó bromeando Ada – ¿terminará necesitando una chica que lo salve todo el tiempo?.

– Muy graciosa, como si yo no lo hubiese hecho también en unas ocasiones.

Mientras tanto, varios minutos más tarde.

Doblaban la esquina, era una calle demasiado transitada y más a esa hora pero no tenían otra opción. No les había terminado importando masacrar a varios hombres, entrar a una instalación del gobierno y con eso terminarse por poner un blanco en el pecho radicando en la mira de la mayoría de las agencias gubernamentales tras ellos, para estas alturas ya habrían logrado hasta inhibir por completo el aquel sudor frió que se puede llegar a sentir cuando tu vida es tan fortuita. Su líder Maxwell Osbord tenía la prueba de ese podría decirse, desprecio por su propia vida, que habían terminado obteniendo, en su rostro, ya claramente deformado por una cicatriz le cruzaba de lado a lado, causado por estallido de una granada de mano. Pero esto, esto por alguna maldita razón era distinto. Toda una instalación al cuidado de solo esa sustancia, tanta seguridad, la enorme cantidad que pagaría el hombre que los había contratado con la única condicional que no hicieran preguntas, ni sola. Eso los ponía nerviosos, ¿que era exactamente lo que habían robado?.

– Monitoreo las señales de radio, no se encuentran si cerca de atraparnos. – dijo la mujer revisando un el monitor de una tablet.

– Esos idiotas, como si alguna vez pudieran seguirnos el paso. – Comentó un hombre calvo.

– Como sea, ya quiero dejar esa cosa de porquería, me pone nervioso – concluyó Maxwell

Un desafortunado giro del destino, una confusión entre la señalética de los semáforos con retraso de unos cuantos segundos, un conductor distraído que pensó que por una ocasión que llamar desde su celular y manejar no sería mala idea, alguna sustancia en medio de la calle que complico por mucho la oportunidad de frenar, el efecto domino que termino provocando una carambola de mas de 20 coches que bloquearon toda calle.

Dos de los mercenarios solo pudieron escuchar crash del vidrio y el aluminio cediendo ante la fuerza aplastante del vehiculo de las de 20 toneladas que los impactabala Suburban que tripulaban, para luego morir por el impacto al instante. Mas50 metros la camioneta fue arrastrada hasta topar con la pared, después de varias volteretas, termino de cabeza, con el fuerte olor y dulzor olor a sangre manando de si misma, la mujer del grupo entre una vista nublada, logró ver el maletín abierto y la sustancia que resguardaba dentro, vertida en el techo del vehiculo entre restos de vidrios rotos.

– ¿Todos están bien? – preguntó una voz

– Osvaldo esta muerto y también Luís – contestó crudamente otra.

– Carajo, tenemos, tenemos que salir de aquí…tengo un maldito presentimiento – agregó otro mas mientras echaba el asiento a un lado.

Mientras tanto cerca de allí unos minutos antes.

En una calle perpendicular a donde ocurría todo Leon S. Kennedy esperaba al volante esperando poder avanzar, su trabajo actualmente era bastante pasivo, de oficina, aunque seguía siendo parte de la seguridad nacional. Terminó viendo a una Suburban doblar la calle desde la esquina y recorrer la calle a toda velocidad, recordando por segundo con extraña nostalgia otros tiempos. Apunto de esbozar una sonrisa, se vio paralizado al verla estrellarse varios metros mas haya y desencadenar un terrible accidente, fuerte fue el impacto que terminaron sintiendo el y sus hijos al verse envueltos en la contingencia, alcanzados por una 4x4 que a su vez se vio arrastrada por un colectivo. Por el retrovisor observó a Adam y Sherry que aunque por fortuna estaban sanos se mantenían paralizados.

– Tranquilos todo va estar bien – alcanzo a pronunciar mientras recuperaba el aliento – es como tus videojuegos ¿no Adam?, solo fue accidente, estamos bien…–intentó esbozar una sonrisa.

Desactivo el cinturón de la pequeña de 8 años que al instante lo rodeo con sus brazos asustada, Adam intento hacerse el valiente y termino liberándose el mismo.
– Intenta abrir la puerta de tu lado – el muchacho atendió al instante la orden de su padre.

– Esta, esta cerrada…– dijo el chico.

– Suele pasar intenta con la del otro lado…

Entonces ocurrió.
Inolvidable fue aquel escalofriante y desgarrador sonido que recorrió la manzana entera, arrastrado por el viento superando por mucho los claxon o quejidos de otras personas. Aquel maligno sonido que Leon espero jamás volver a escuchar es su vida, que maldijo tantas veces y por el cual había perdido tanta gente, un grito ahogado, estridente, necrótico, lastimero, asesino, el sonido de la muerte reanimándose.

 

Leon S. Kennedy después de años de retiró y en una vida normal, a formado una familia con Ada Wong, como si su destino estuviese ligado a estos acontecimientos termina envuelto en el mismo infierno, pero no es el mismo juego. Los años han pasado y no es el mismo guerrero, ademas hoy tiene a dos personas que proteger, el mal si no es arrancado de raíz tiende a renacer.

Resident Evil: Reanimated

Capitulo 2: Peri-mortem

Una respiración queda pero agitada, unas sombras reflejadas en la cortina semi abierta de un local donde estaba instalado un negocio de ropa, con rebajas del 50% en todas las mercancías, no es como que importara mucho en este momento. Sollozos de una mujer sentada en cuclillas presionando con fuerza una herida de la que manaba sangre, de aquel hombre herido a sus pies, sería un día de compras con su esposo al final terminó en el infierno mismo.

— Amor, amor, por favor resiste— acariciaba su mejilla con su mano llena de sangre. — saldremos de ésta.

— Lamento decirlo, pero no será así— exclamó imperativamente la voz de un hombre en la oscuridad.
Se dirigía hacia ella un hombre de pelo castaño formando dos bucles hacia los lados, vestía un saco negro y jeans, en su mano derecha portaba un hacha de bomberos ya pululando sangre, un adolecente le buscaba seguir el paso mientras del otro lado una pequeña de melena hasta el cuello se escondía temerosa aferrada a su mano izquierda. En este momento algo comenzó a ocurrir con el cuerpo del herido que catatónico comenzó a rodearse por un manto color blanco como una especie crisálida y su temperatura comienza a aumentar.

— ¡Aléjese de él!, ¡Por su seguridad aléjese! — ordenó.
La mujer asustada se levantó emanando un grito ahogado sin siquiera pensarlo, el hombre se aproximó al herido, mientras de este comenzaba a surgir una especie de ámpula de su frente que luego se tornó en un ojo, apunto a él con el arma hacia la cabeza y se dispuso a arremeter contra él, la chica aun desconcertada intervino.

— ¡Espera!, no le hagas daño— exclamó con voz temblorosa y entrecortada.

— ¡No te le acerques, niños alerta!— la mujer retrocedió asustada y los niños solo se dedicaron a asentar afirmativamente—…esa herida, haya afuera lo atacaron ¿no es cierto?, solo un contacto con tejido expuesto a una de esas cosas o al gas y eres uno de ellos…
Ante su realidad destrozada y este contacto con la muerte tan inesperada, ella quedo paralizada, sus manos temblaban. Los dos pequeños tiritaron, la más pequeña escondió su cabeza en el pecho de su hermano y este la rodeo con su brazo, seguro ya habían presenciado esta terrible transformación antes.

— Ocúltate en la tienda con mis hijos, no quiero que vean esto y no creo que tú quieras presenciarlo…—dudó— todo va a estar bien, Adam cuida a tu hermana.
Entraron a la habitación por debajo de la cortina y presenciaron los rezagos de los primeros destellos de la transformación, escucharon un alarido necrótico que les heló las sangre y el ruido húmedo y desagradable del hacha destrozando el cráneo del j´avo. Cuando ya no escucharon nada salieron y solo pudieron observar una mancha de sangre en el piso pues el hombre se mantenía cubriendo el cuerpo lacerado, la mujer quiso llorar, pero él los obligo de cierta manera a continuar sin mirar atrás.

— ¿Tú no estás infectada o sí?— le cuestionó luego de avanzar un tramo.

— No, Ignacio, él… evitó que me hicieran daño…

— Buscaremos salir por la parte trasera del edificio, esperando que a los monstruos les lleve tiempo llegar haya, si quieres puedes seguirnos, no está de más tener alguien más cuidando la espalda aunque ya Adam es bastante bueno— dijo en un intento de levantar el animo

— Gracias papa…—dijo el muchacho en voz baja, mientras no separaba a su hermana de él.

— ¿Quién eres?—preguntó la mujer mientras intentaba asimilarlo todo.

— Soy Leon Scott Kennedy y créeme se de esto.

Mientras tanto.

Unos minutos antes Ada Wong había arribado apenas a su empleo. Vertía café en una tasa y daba un sorbo, contrario a lo que tenía contemplado para su futuro, su vida se había vuelto muy tranquila y llevaba un trabajo común en una oficina, pues de entre tantos misterios que la envolvían este era un sueño lejano que solía tener, se disponía sentarse en su cubículo cuando alguien la llamo.

— Ada, ven tienes que ver eso—una chica de pelo rizado y piel oscura la tomo de la mano y la guio al comedor.
La televisión se encontraba encendida todos los de la oficina se encontraban allí, transmitían el noticiera matutino.

— ¿Qué es lo que pasa?— preguntó confusa.

— Creen que hubo un ataque terrorista, en centro comercial.
Por segundos quedo paralizada y presiono sus puños esperando en vano que todo estuviera bien. Se puso atenta a la noticia.

— Para los que recién nos sintonizan— una mujer con un saco rosa pastel acomodaba las hojas de notas en sus manos— se está realizando la cobertura especial de un supuesto ataque terrorista realizado en un Center place de la avenida principal, se cree que todo esto dio inicio con un choque de autos—una pequeña pantalla a su costado mostraba imágenes difusas— les advertimos las imágenes mostradas pueden ser perturbadoras para unos televidentes les suplicamos que si hay niños frente al televisor los retiré y a la familia de nuestro corresponsal, lo lamentamos.
La imagen se agranda. Un muchacho de corbata azul y el pelo negro transmite.

— Transmitiendo en directo para CNN, se suscitado una sorprendente carambola de al menos ocho autos, provocada por la colisión de una Suburban color negro y un camión de carga, se presume que no ahí bajas humanas pero no hay nada oficial los equipos de rescate comienzan a arribar al lugar de los hechos.
Un oficial detrás de él intenta mantener el orden entre los automovilistas, un conductor revisa los daños a su unidad, pero al fondo se ve surgir una figura, retorcida, caminando erráticamente comienza a dirigirse hacia ellos, su cabeza parece colar de una manera extraña como si nada la hilara al cuello y da pasos lentos y leves, ya más de cerca se puede apreciar que de sus ojos y oídos surge sangre aún manando. El reportero al ver esta escena se paraliza.

— E-Emm…lo que están viendo es al parecer uno de los heridos, uno que ha sufrido bastante daño… ¡Por dios!...
Otras figuras emergen de la camioneta volcada y comienzan a seguirle el paso, la mayoría tienen heridas similares o peores que este, una mujer yace con algunos vidrios encajados en el parpado y la mejilla y aparentemente una muñeca rota, el oficial que mantenía el orden detiene a uno de ellos.

— Señor, ¿se encuentra bien?, por favor no se mueva, los servicios médicos lo atenderán.
Este solo voltea hacia él observándolo, aunque sus ojos solo vayan al vacío, de su boca surgen una especie de líquido hemático mientras los muestra a él como un animal salvaje, para su sorpresa y repulsión de su mejilla sale otro ojo que lo mira por segundo, al ver esto el oficial busca retroceder, pero es tarde pues la criatura acomete contra él emitiendo un rugido, los otros comienzan a ir entre los autos y hacer lo mismo, contra él conductor y contra él mismo reportero y su camarógrafo.

—¡¡Noo, Nooo!!— exclamó este previo a un grito ahogado.
La cámara cae de sus brazos y por el golpe la imagen se parte a la mitad pero aún sigue transmitiendo, se escuchan disparos, extraños ruidos como de explosiones, gritos, alaridos. Antes de la imagen ser cortada a causa de que la cámara es pateada por una de las personas que busca huir, Ada Wong observa con horror a su esposo y a sus hijos huyendo a los lejos en medio de todo.
La imagen se para y quien conduce el noticiero continua dando por menores del asunto. Ada da una respiración profunda postrando sus manos en una de las mesas del comedor, traga saliva y se muerde el labio inferior de manera impotente, se levanta y se dirige corriendo a su escritorio, buscando entre el ultimo cajón saca una caja pequeña de metal y con una llave su bolsillo la habré. La caja contiene una 9 mm de otras épocas, la empuña en sus manos y guarda los cuatro cartuchos en su bolsillo derecho.

— Resistan, iré por ustedes…— susurró mientras se dirige a las escaleras para salir del edificio.
Dentro del centro comercial dos horas más tarde. León su familia y la mujer que ahora los acompaña recorren el área de electrónica del comercio, en el piso permanecen varios zombis muertos, al parecer en este lugar alguien los estuvo combatiendo. Leon ha tomado en sus brazos a Sherry pues considera que esto es demasiado para una niña, mientras Adam busca despejar su mente de todo esto observando los aparatos. La mujer había permanecido silenciosa en todo el transcurso.

— Me llamo Elizabeth…— dijo en voz baja.

Él solo la observó.

— No te había dicho mi nombre, ese es…—sin recibir respuesta continuó— Ignacio y yo tenemos una hija, se parece mucho a la tuya, bueno cuando era pequeña hoy a partido a la universidad…—se quedó en silencio.

— ¿Cómo se llama?...—preguntó el agente mientras observaba sigiloso a todos lados.

— Daniela, como su abuela paterna, su padre y yo queríamos que estudiara aquí pero quería volverse más independiente…

— Ella, mi hija se llama Sherry, como una vieja amiga mía, que bueno… es una larga historia…
Algo se movió de entre las sombras, unos cuantos metros entre unos aparadores, al menos cuatro de esas criaturas reptaban predadoramente, se encontraban más mutados pues dos de ellos tenían ya un brazo gigantesco y deforme surgiendo de ellos, al escuchar sus quejidos la niña tenso su mano en el hombro de su padre, Adam estuvo a punto de gritar cuando uno de ellos dirigió uno de sus ojos hacia ellos, pero León lo detuvo.

— Oyes Adam, ¿qué es no es el PSP 2X? y mira tiene el juego de assassin´s creed que esperabas, ¿porque no lo ves?— dijo señalando el aparador
El muchacho algo desconcertado se acercó.

— Si, papá es ese…— puso sus manos en el aparador y volteo hacía él.

— Escucha tú y yo hemos entrenado unas cuantas veces sin que mama lo sepa, ¿verdad?, no creo poder solo con ellos sin un arma de fuego, apuesto que tú puedes ser mejor que Aquilus y Ezio juntos, derrotaremos esas cosas entre ambos, ¿vale?.

— ¿Pero qué piensas hacer?— intervino Elizabeth.

— Tome a mi hija, ocúltense de una manera, esa cosas bloquean nuestro paso y derrotarlos es la única forma de pasar, en cuanto el camino este libre nos siguen, así que no se alejen tanto— le indicó mientras busco con la mirada otra arma, en el piso encontró un bate de beisbol— Toma Adam

— Pero papá, yo…no se…

— Hijo combatí estas cosas por años, está en tu sangre— le sonrió.

Esa sonrisa inspiro en el chico cierta confianza y tomo el bate fuertemente en sus manos.

— Será como cuando jugamos black ops, tu por el lado derecho y yo por el izquierdo, hijo…confió en ti, a la cuenta de tres, una, dos, ¡ya!
Elizabeth con Sherry en brazos corrió a ocultarse a uno de los aparadores. León logró arremeter con éxito contra una de las criaturas decapitándolo, mientras que Adam golpeo a uno en el estómago, esquivó su brazo enorme apenas por poco derrapando en el piso y lo dejo fuera de combato con un fuerte golpe en la nuca. Por desgracia dos criaturas restantes se les restantes se les adelantaron el paso y una embistió el aparador donde Elizabeth y Sherry se encontraban, la mujer gritó, mientras que la alacena completa junto con las chicas adentro se recorría varios metros.

— ¡Sherry!— prorrumpió León mientras corría hacía ellas.

El segundo J´avo lo terminó derribando y su arma fuera de su alcance por la caída, el monstruo busco atacar su cuello, por su fuerza le constaba lidiar con él, Adam dudaba a quien asistir mientras corría a toda velocidad.

— Ve por tu hermana, yo puedo con él —indicó Leon mientras buscaba alcanzar el hacha.
La segunda criatura asedio a través del aparador para atacarlas, la mujer solo gritaba paralizada, Sherry entre una mezcla de arrebato, miedo y desesperación escapó de los brazos de la mujer y antes de que pudiera alcanzarlas encajó uno de los lápices en el ojo del monstruo, este pero un alarido y se desconcertó por segundos, tiempo en que Leon logró alcanzar su hacha y acabó con él de él y Adam arremetió contra el ultimo. Agitado pero aliviado que su familia estuviera bien y él también, el agente se levantó, dio un respiro y fue hacía sus hijos, abrazo a su hijo orgulloso y la pequeña acudió a él.
— Papá, era mi lápiz favorito— dijo haciendo un puchero.
Él la abrazó con ternura.
—Saliendo de esto te compraré otro, acuerdo.
Mientras tanto afuera. Una camioneta para en la esquina del edificio, custodiada por dos hombres se ve descender una mujer de pantalón negro, blusa y saco. Su mirada es soberbia y su pelo está recogido en una sola cola.
— Idiotas, debí encargarme yo misma— gruñó mientras pateaba los restos de la Suburban volcada— solo resta desaparecer cualquier tipo de evidencia y por supuesto obtener unas cuantas muestras— se acerca a un camión— Oh, mi querido Jake para ti habría sido tan sencillo—sáquenlos— el camión abre dos compartimentos dentro de estos en una especie de líquido flotan dos Licker, el agua comienza a descender y despiertan— después de todo sería por tu padre—concluye liberándolos.

J´avos: Los J’avos (llamados así por la BSAA por la traducción en serbio de «demonio». Son enemigos muy inteligentes, con capacidad de comprender el lenguaje, trabajar en grupo y utilizar armas, son increíblemente agresivos y un buen puñado de sus acciones han experimentado una regresión hacia los instintos más puros, usan máscara para ocultar sus múltiples ojos.Su mayor característica en el juego es, que pueden regenerarse eficazmente. Son capaces de curar completamente las extremidades fuertemente dañadas e incluso mutarlas en un corto periodo de tiempo. La variedad presentada en este episodio es evidentemente los creados por una sepa del virus menos agresiva y menos eficaz pues sus habilidades regenerativas y de fuerza no son las misma, mas sin embargo si representan una gran amenaza.

Lickers:El Licker también conocido como el chupador es un B.O.W (Arma bio-orgánica) creada por Umbrella, se trata de un estado evolucionado del zombi. Estas criaturas se caracterizan por tener partes del cuerpo sin piel, cerebro desprovisto de cráneo y garras como cuchillas. Además, poseen una lengua muy poderosa capaz de atravesar en un instante el torso de cualquier ser vivo, incluso del ser humano.

 

Leon S. Kennedy después de años de retiró y en una vida normal, a formado una familia con Ada Wong, como si su destino estuviese ligado a estos acontecimientos termina envuelto en el mismo infierno, pero no es el mismo juego. Los años han pasado y no es el mismo guerrero, ademas hoy tiene a dos personas que proteger, enemigos ya derrotados aparecen frente a ellos, el mal, reanimado...

Post-mortem –parte 1-:

Frank Miller era un muchacho decidido, veraz, valiente, él podía lograr todo lo que se propusiera con solo su voluntad, siempre había pensado en que todo en su vida podía ser mejor, siempre iba un paso más allá, lo nombraban rebelde o le decían que era un idiota, pero es que nadie veía la vida como él, sabía que estaba destinado a algo, algo grande y sin precedentes. Y ese día, ese instante, en el que las puertas de cristal del centro comercial donde él trabajaba en uno de los múltiples restaurantes de comida rápida fue atacado por esos muertos vivientes y la gente corría peligro, Frank Miller encontró su lugar, se vio frente a frente a su destino y su misión, debía ser un héroe, corrió con todas sus fuerzas para encontrar algo que hacerle frente.

— ¿Oye tu a dónde diablos crees que llevas eso?— exclamó uno de los guardias cuando observó que el muchacho se ponía una escopeta al cuello.

— Voy a salvar al mundo— dijo con decisión y corrió hacia el exterior.
Al apenas hacerlo, arremetió contra de las criaturas en la cabeza mientras este buscaba atacar a una chica. El disparo le destrozó al monstruo el cráneo y calló inerte al piso, la chica corrió hacia el asustada y se refugió en su pecho llorando, él como era natural la consoló.

— Sal de aquí, es peligroso…— le indicó poniendo su mano en el hombro.

La chica lo observó con admiración y como agradecimiento lo besó en la mejilla.

Ante las balas de aquel nuevo salvador cayeron varios de esos zombis, el muchacho antes solo un chico ahora se perfilaba como un guerrero, armado con un machete en las espaldas, un revolver en el bolsillo, una recortada en la mano derecha y un motosierra en la izquierda, estaba seguro que salvaría el día, se quedaría con la chica y derrotaría el malo, todo antes de la cena.
Como un cazador reptaba en la oscuridad, esperando enfrentar a cualquiera que se pusiera enfrente y arrebatar de sus manos cualquier posible víctima, observó una silueta en las sombras, un hombre de mediana estatura, estaba seguro, deambulaba entre uno de los pasillos como buscando algo, Frank tenía muchas cosas en la cabeza, pensó que éste podría necesitar de su ayuda, pensó en que por su forma de vestir sería alguien importante y al final lo recompensarían, asimiló esa adrenalina en su cuerpo que había surgido por pelear, sintió el latir de su propio corazón acelerarse, sintió cada gota de sudor recorrer su frente, el frio acero del gatillo de la escopeta en sus manos, pero lo que más sentía Frank Miller en este momento era una daga atravesando su abdomen de lado a lado y una mano apretando su cuello, suspendido en el aire de un momento a otro, tan repentino y rápido como un disparo aquel hombre que observaba en las sombras había ido hacía él y lo había atacado sin que nada más pudiera hacer, agonizante escuchó una voz antes de caer inconsciente.

— ¡¡Wesker!!— prorrumpió una voz en la oscuridad y el hombre que lo sostenía volteó hacía ese lugar.

Horas antes.

En el interior del aire acondicionado del centro comercial, podían escucharse los quejidos muertos de aquellas criaturas, reptando por debajo de ellos, Leon intentaba siempre mantenerse cerca de su pequeña para ella estuviese tranquila y a su vez observaba hacia atrás que él resto de las personas que ahora lo seguían fueran tras él, de alguna manera se sentía un poco más tranquilo, Adam su muchacho a pesar de su edad se había transformado en un mano derecha y ya no se encontraban muy lejos de la salida.

— Esto, joven, joven— dijo un hombre robusto vestido con traje de oficina que a duras penas cabía por el conducto— me puedes decir ¿quién te envió?, ¿cómo es que sabes tanto de estas cosas?.

Leon suspiró.

— Nadie me ha enviado, solo soy una persona que estuvo en el lugar y momento equivocado, intentando mantener bien a su familia, pero en pasado…bueno yo había lidiado con estas cosas…

— Pero esto, es una ataque terrorista ¿verdad?, dijo un muchacho pelirrojo unos cuantos años menos que Adam— en Facebook anunciaban algo así, lo recuerdo…

— Beto mejor cierra la boca eso es solo una leyenda urbana, esto es real…—intervino otro.
Elizabeth y una chica de veintitantos años iban murmurando entre ellas.
Un crujido, el metal torciéndose poco a poco delante de ellos, un fuerte estruendo, enérgicos golpes por debajo de ellos, una garra de pronto rasgo el aluminio como papel hasta la pierna de aquel hombre que grito de dolor, el conducto ahora roto cedía ante el peso hasta por fin caer hacia los lados, dividiéndolos; en un extremo yacía Sherry, Leon y uno de los estudiantes, del otro el hombre obseso apenas sosteniéndose, Adam y el otro chica y las dos mujeres, suspendidos en el vacío, mientras la criatura saltaba para alcanzarlo.

— ¡Un Licker!, Adam, todos ¡retrocedan!—exclamó Leon.

Buscó desde su extremo con mirada y observó que el túnel por donde iban se extendía por los dos lados solo debían de retroceder y lograrían salvarse.

— Solo deben de dar la vuelta y nos encontraremos del otro lado, ¿está bien?— agregó.

Se disponían a hacer lo indicado cuando, a causa de su herida y al lastimarse a sí mismo, el hombre ejerció presión extra sobre el metal ya maltrecho provocando que otras de las vigas que los sostenían cedieran, el tubo se torció por completo, Adam y las dos chicas sin tener de donde sostenerse salieron volando por los aires, el muchacho cayó entre unas ropas, Elizabeth la mujer cerca de un aparador lastimándose el pie, antes de que pudiera tocar el piso un segundo lamedor atrapó al estudiante en los aires, mientras que el primero extendió su lengua hasta el hombre que luchaba por sostenerse del metal roto, hasta que cayó.

— ¡Adam!, no te muevas te ayudaré— exclamó Leon mientras buscaba la forma de bajar.

Mientras tanto.

Ada recorría las cercanías del edificio observando cual sería la ruta más fácil de acceso para entrar a este, en uno de los extremos en el área de carga había unas escaleras para incendios y en la cúspide de estas, una puerta de aluminio a medio derrumbar, por allí entraría.

— Ahora a ver si no lo he olvidado— dijo a modo de murmullo, posando sus manos en el primer escalón que se encontraba por encima de ella para de allí dar un salto.

— ¡Señorita!, no puede estar aquí— exclamó un policía corriendo hacia ella con un arma.

— Yo…yo, no me siento bien…—fingió acercándose a él desfalleciente—ayúdame…
En oficial al instante corrió hacia ella y la buscó rodear con sus brazos, pero al acercarse, esta le propinó un puñetazo, con una patada en la mano lo desarmó y remató con un codazo en el rostro.

— No es nada personal, pero no tengo tiempo para explicaciones— dijo mientras le daba la espalda y ascendía con agilidad por la escalera hasta la puerta.
Empuño el revolver ente sus manos y de una patada abrió la puerta, con la media luz de la calle observó que no hubiera nadie en el interior, he ingresó.

— Genial, la tienda de mascotas…
La salir al pasillo se encuentra rodeaba por cientos de perros zombificados.

— Pero miren a quien tenemos aquí, una traidora, entonces aquel que ronda por aquí si es Leon, lo mataré luego que acabé contigo— un militar se acerca hacía ella.

— No puede ser… ¡tú!...—le apunta con el arma.

— William Birkin—ofrece una sonrisa hipócrita.

Continuará.

 

Leon S. Kennedy después de años de retiró y en una vida normal, ha formado una familia con Ada Wong, como si su destino estuviese ligado a estos acontecimientos termina envuelto en el mismo infierno, pero no es el mismo juego. Los años han pasado y no es el mismo guerrero, además hoy tiene a dos personas que proteger, enemigos ya derrotados aparecen frente a ellos, el mal, reanimado...

Post-mortem –parte 2-

Crujió en cráneo de uno de los Lickers ante el golpe certero de un bate que León portaba entre sus manos, mientras que caía sobre él, un pulso de dolor en el tobillo le recorrió todo el cuerpo, el haberse arrojado desde esa altura, observó por segundos el conducto de ventilación desde donde su hija lo observaba preocupada, dirigió rápidamente la mirada al otro extremo, una de las criaturas arremetía contra una de las chicas, mientras otro iba tras Adam, tenía que pensar rápido eran ya cinco las criaturas a su alrededor sin contar la muerta.

— ¡Adam, Elizabeth, muchacho intenten llegar hacia mí!— ordenó Leon
La chica lo observaba petrificada pero comenzó a correr lo más que podía con su pierna lacerada, el Licker sacó su lengua y la enredó en su pierna comenzando a atraerla hacia él, ella solo gritaba, Adam salto entre los aparadores y llego hasta ella, con un trozo de vidrio en sus manos arremetió contra la extremidad de la criatura, rebanándola, mientras el engendro emitía un chillido. Herido la criatura se tornó aún más hostil y saltó sobre ellos, Leon alcanzó a golpearlo con el mismo bate, con la intensidad que éste terminó roto en dos parte, así el segundo monstruo cayó.

—¡Papi! —exclamaba Sherry desde el tubo asustada, mientras que otro de ellos buscaba atraparla.

El otro estudiante permanecía inmóvil como era de esperarse ante tanto percance, siendo de los chicos que comúnmente molestaban en la escuela, no era muy seguro de sí y rara vez tomaba la iniciativa, pero esta clase de situaciones forman los héroes y él se transformó en uno. Entre tantos hubiera juntos en una misma situación, si el tubo hubiese se resistido, si el peso extra del hombre no hubiera tirado a tantos, si Sherry hubiera huido por el tubo, si el muchacho no hubiese ocultado su infección a los demás. Su temperatura comenzaba a aumentar mientras que la herida de su pierna oculta debajo su suéter le quemaba, el aroma que tenía la niña le comenzaba a parecer suculento y no sabía cuánto tiempo más podría controlarse, la lengua de una de las criaturas le rozó la mejilla y entonces entendió que sería la única forma, al menos así les daría más tiempo, tomo la viscosa extremidad entre sus manos y se arrojó hacía ella, interponiéndose entre la criatura y la pequeña niña, las dos figuras cayeron desde lo alto, el muchacho habiendo practicado algunas clases de judo, se aseguró que su peso fuera el suficiente para matar al monstruo, la niña inconsciente de lo que hacía buscó atraparlo cayendo ella también, pero siendo atrapada por su padre antes de tocar el suelo.

— Sherry, mi pequeña — Leon la aferró entre sus brazos brevemente.

Para su desgracia la pesadilla continuaba, dos de ellos aún seguían con vida y cada segundo contaba, las criaturas corrían dispuestos a lanzárseles encima cuando una enorme y monstruosa mole entro a la habitación destrozando la pared aplastándolas de manera inevitable mientras se estrellaba contra el otro extremo.

Unos minutos antes en otra parte del centro comercial.

— Me atrevo a cuestionar tu lealtad Birkin, la última vez que hablamos no tenías esas ideas sobre la organización, aunque he de decir tu demencia y tu apariencia son las misma— dijo Ada mientras esquivaba uno de los golpes del golem.

Apenas cruzaron unas cuantas palabras y con la facilidad de quien emitiera un estornudo aquel hombre delgado y rubio de gafas se mimetizado en aquella criatura que ilustraba el aspecto más retorcido y oscuro de su humanidad.

— ¡Debemos hacerlo volver! ¡Debemos hacerlo volver!—Solo repetía el monstruo — tu traidora de la corporación Umbrella no puedes impedirlo.

Con gran maestría Ada se deslizó en el piso esquivando las fuertes arremetidas de la criatura, pronto comprendió que es lo que era, solo un clon, tal y como lo había hecho con ella años atrás, guardo un poco la respiración y dio dos fulminantes disparos que hicieron chillar a la criatura.

— Seguramente no has venido solo— dijo Ada mientras comenzaba a correr al extremo donde venía, la bestia
Birkin la seguía de cerca— increíble, me canso con más facilidad…perfecto lo sabía estarían allí…

Dos soldados de que resguardaban un equipo de armamento cayeron por un par de golpes de Ada, antes de que la criatura pudiera alcanzarla, reaccionó con rapidez y de entre los paquetes tomo un lanza granadas, esquivó un golpe del monstruo y arremetió con la ráfaga del arma, el monstruo salió volando hacía la pared y la atravesó estrellándose contra ella hasta el otro lado.

Ada respiró profundamente, cerrando los ojos se dispuso a caminar cuando a lo lejos escuchó disparos.

Mientras tanto en otra parte.

Permanecía inerte el cuerpo de aquel hombre, deforme, casi destrozado, su ambición había sido su perdición, pero hoy era una especie de ídolo para muchos cuya insensata afición era la inmortalidad, su nombre era Albert Wesker.

— Querido pronto volverás a mí, tanto tiempo lejos de ti, seremos una familia de nuevo— sonreía la mujer con una sonrisa torcida.

Sus unidades se habían encargado de infiltrarse entre los policías y custodiaban la zona para su beneficio, ella
Angelina Wesker como se hacía llamar yacía frente a ese enorme contenedor que contenía a su difunto esposo.

— Señora, encontramos a uno vivo, el virus C puede atraerse desde él. —anunció un soldado mientras arrastraba a un J´avo.

El soldado, deposito a criatura en el piso y le extrajo una muestra de sangre que luego introdujo en el catete que nutría el cuerpo de Wesker.

— Pronto querido—sonrió.

Pocas personas conoces lo que Angelina sufrió desde el arribó de Wesker a su vida, su relación era una especie de síndrome de Estocolmo donde la victima termina ligada a quien es su captor, su perdida sorprendentemente la había afectado más que nadie, Jake en cuanto tuvo edad, ante la actitud de su madre huyó de casa y el resto era historia, pero para su madre y su demencia, él había muerto.

— ¿Cree, que funcione?

— Él es fuerte lo hará, ya lo veras, vamos amor te necesito— acarició el contener con cierta ansiedad.

Rápidamente cada extremidad destruida y tejido muerto comenzaron a regenerarse, la combinación conjunta de cada virus lo había hecho posible, para eso los mercenarios habían sido contratados, él había sido reanimado.

— Señora, localizamos a ciertas personas que pueden causarnos problemas, Leon S Kennedy y Ada Wong…—anunció otro de los soldados

El rostro de la mujer se ensombreció.

— Querido tienes un trabajo que cumplir.

Mientras tanto.

Ada Wong observó a la persona que amaba venir hacía ella, él y sus hijos se encontraban a salvo. La tomó en sus brazos, ella se sintió reconfortada, la beso y le sonrió.

— Aún sigo haciéndolo Leon, después de todos estos años sigo cuidándote la espalda—dijo con una sonrisa un tanto orgullosa.

—¡¡Mami!!—exclamó la pequeña Sherry mientras la abrazaba.

—Mi pequeña— la abrazó maternalmente— han sido muy valientes, veo que has estado ayudando a algunas personas, ¿Todos están bien?

—No, perdimos a varios, un hombre, una chica, dos muchachos, uno de ellos lo hizo por salvar a Sherry.—dijo Leon cabizbajo.

Un pequeño quejido a lo lejos, una leve señal de esperanza.

— ¿Escucharon?—dijo Elizabeth dirigiéndose al sonido— el muchacho, el estudiante, está vivo.

Aunque gravemente herido el muchacho de unos 12 años, esbozaba una sonrisa.

— ¿Les ganamos?...tenía que hacerlo, una de esas cosas me mordió y he visto lo que pasa, deberían irse— dijo en forma de susurró.

Todos de acercaron, Ada Wong se puso frente a frente a él.

— Tu intentaste salvarla, mereces otra oportunidad— diciendo esto saco de entres su ropa una jeringa y la clavo en el pecho del muchacho— esperemos estar a tiempo.

—¿Entonces hay una forma de revertirlo?— preguntó la mujer

— Tiene que administrarse la vacuna dentro de un tiempo determinado, para que surja efecto Elizabeth—explicó Leon— Ada ¿Cómo supiste que estábamos aquí?, esa cosa, ¿es lo que creo que es?.

— Lo vi en las noticias y si Umbrella o los vestigios de esta están detrás de esto, ese era un clon de William Birkin, tenemos que sacar a nuestros hijos de aquí Leon.

— Ada, amor, sabes que si ellos están detrás esto no acabara aquí y no habrá lugar seguro, tenemos que detenerlos, que dices ¿tienes más de con lo que acabaste con Birkin?— puso una leve sonrisa, fuera como fuera esto era tan similar a los viejos tiempos.

— Claro, para escoger…—esbozó una sonrisa cómplice.

Algunos minutos después.

El ultimo zombi a su paso caía por una certera bala en la frente de un revolver con silenciador que portaba

Leon, el plan estaba establecido, Elizabeth, el muchacho herido, Adam y Sherry saldrían por la misma puerta por la que Ada había entrado, ellos dos regresarían a enfrentar a cualquier cosa que pudiera dar paso a un apocalipsis.

Sherry hacía un puchero, era difícil para ella toda esta situación, el ver a sus padres desvanecerse en la oscuridad temiendo no volverlos a ver.

— Los quiero papas, muchísimo— dijo la pequeña entre lloriqueos mientras los abrazaba.

Adam permanecía serio y cabizbajo, de esta manera se acercó a ellos y los abrazo, se separó y volteo hacía
Sherry con ojos cristalizados.

— Hermanita, no has visto que han hecho ellos el día de hoy, ellos son invencibles, son unos héroes que acabaran con cualquier malo, no debes de preocuparte— le sonrió.

— Gracias por ayudarme, nunca los olvidaré, les deseo la mejor de las suerte— dijo Elizabeth mientras tomaba a ambos niños

— Creí que personas como ustedes solo existían en los comics, pero es bueno saber que en la realidad también existe gente a quien admirar— dijo el chico.

Leon puso la mano en el hombro de Adam.

— Cuando esto terminé recuérdenme no volver a comprar en este centro comercial, ¿quieren?

Todos sonrieron levemente, Ada y Leon caminaron se perdieron en la oscuridad.

Minutos más tarde.

Frank Miller caía al piso con pocas señales de vida, su asesino observaba inclemente a quien lo había llamado en las sombras, del mismo lugar surgió una ráfaga explosiva de una bazuca, el proyectil lo impactó en el pecho, antes de que siquiera tocara el piso una segunda figura buscó atacarlo con una escopeta pero una

Licker surgió como llamado por él y la atacó.

—¡Ada!— gritó Leon

— Estoy bien— arremetía a la cabeza de bestia con dos disparos de la escopeta— ¡acaba con ese desgraciado!

Leon dio un segundo disparo hacia Wesker, pero este lo esquivo con suma facilidad gracias a su suma facilidad.

En otro lugar.

— Comenzó el confrontamiento, tomaron parte de nuestro armamento.

La mujer frunció el ceño.

— Deben de morir, envíenlo.

Mientras tanto.

Leon apenas alcanza a saltar desde el segundo piso, antes de Wesker le lance una de las dagas hacía él, mientras va cayendo, intenta arremeter contra él con una metralleta, pero cada uno de sus disparos es esquivado y su enemigo lo empuja de un golpe varios metros hacía haya, el golpe aunque en apariencia leve ha causado mucho daño, a Leon le cuesta respirar, se dispone a terminar el trabajo cuando Ada contraataca por la espalda dándole dos disparos en la nuca que lo hacen caer al piso.

— ¡Leon, ahora!— exclamó Ada.

Leon suelta desde su bolsillo una granada de mano hasta donde esta Wesker, provocando que su cuerpo salga volando por los aires. Esto todavía no termina, cuando.

—¡Cuidado, Ada detrás de ti!—alcanzó a advertir Leon.

Un enorme martillo destroza el piso, segundos después que la chica logra moverse, frente a ella esta una gigantesca y tétrica criatura con una vestimenta oscura, harapienta y corroída, cubierta la cabeza con una capucha en punta con varios clavos atravesados en esta.

— ¡¿Un verdugo aquí?!—arremetió con él con otros dos disparos, esto apenas lo hace tintinear.—me encargaré de él, tu acaba con Wesker—indicó la chica mientras esquiva otro pesado golpe del martillo del monstruo.

— Esta bien—respondió Leon.

Wesker ya no estaba, se había desvanecido, antes de que pudiera percatarse, este lo golpeo por la espalda, pero Leon también alcanzó a rozarlo del rostro con un cuchillo que portaba en su pierna y arremeter con además con varios disparos con una nueve milímetros en el rostro.

Ada se comenzaba a quedar sin municiones y apenas le había hecho un daño mínimo a la criatura. El monstruo rugió y volcó de nuevo su martillo hacia ella mientras ella le disparaba en la cabeza.

Leon, lo entendió se regeneraban demasiado rápido y pronto se quedarían sin balas tenía que causarle un daño del que no pudieran recuperarse, miro hacía alrededor y lo vio. Era un Camaro modelo reciente, color amarillo, seguramente estaba de exhibición en ese lugar, no lo había visto días anteriores, por lo que casi seguro que lo habían llevado en esos días y probablemente tenía combustible.

— ¡Nena, tengo una idea!—gritó— mantenlo ocupado solo un momento más.

Comenzó a correr hacía el auto tomando la bazuka en sus manos, Wesker iba tras él pero antes de que lo alcanzara, Leon utilizó su ultimo disparo y lo dejo fuera de combate unos momentos. Arribó hasta el auto, rompió el cristal y cruzando unos cuantos cables lo encendió, piso el acelerador a fondo mientras de su bolsillo sacaba dos granadas de mano y les quitaba el seguro, antes de que Albert Wesker se pusiera de pie, fue arrastrado por el auto a toda velocidad, Ada apenas alcanzó a hacerse a un lado cuando el Verdugo también fue arrastrado, Leon saltó del auto rodando en el piso, metros más haya el auto explotó.

—Demasiadas películas de acción amor—sonrió Ada.

— ¿Quién diría que terminarían siendo tan útiles?—correspondió.

Auptopsy:

En cuanto su plan había fallado Angelina Wesker y sus colaboradores se las habían arreglado para salir del centro comercial, desapercibidos confundidos entre supervivivientes y policías. De las 300 personas que había en ese lugar solo 110 personas estaban vivas, el resto de los infectados fue destruido y la zona estuvo en cuarentenea por varios meses, luego que la gente comenzó a olvidar lo ocurrido, el centro comercial reabrió y lo ocurrido tiempo atrás quedo como una leyenda urbana.

Varios meses después.

Arabia Saudita.

En un pasaje árido se vieron surgir dos figuras entre la arena, dirigiéndose a lo que es un viejo aeropuerto ahora utilizado para intercambios clandestinos por traficantes del medio oriente, un helicóptero militar mantiene sus aspas andando levantando una gran polvareda.

— ¡Esta haya adentro! Es un poco excéntrico pero seguro la ayudara.

La mujer solo le dirigió una mirada de superioridad al guerrillero y entra al vehiculo.

— Soy Angelina Wesker, quiero comprar sus servicios, tengo una misión para usted, su reputación lo precede.

— Le han informado bien— su acento del extraño que yacía de espaldas en una de las sillas era irreconocible— pero cobro por mis servicios una gran cantidad de dinero.

— Eso no es problema, Lucius— un hombre se acercó y abrió un maletín— Diez mil millones de dólares.

— Tenemos un trato, solo una cosa mas.. — volteó la silla— Soy Cris Redfield, de la BSAA y están bajo arresto— los apuntaba con un arma— localizamos cada uno de tus laboratorios secretos, cada sustancia cada virus fue destruido, solo faltabas tu.

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Leon surgió consternado de la habitación de aquel hospital, le temblaban un poco las manos por lo nervios y por mas que lo intentaba no podía calmarse.

— Solo quiero que este bien— murmuró mientras paso la mano sobre su rostro.

—Espera Beto, creo que ocupa ayuda—Adam se levantó de la silla donde estaba el otro chico—calma papa— dijo Adam compasivamente poniendo su mano sobre él, mientas Sherry lo abrazaba— todo saldrá bien, veremos a mi mamá pronto.

— Pero… —suspiró — como sucedió, no lo entiendo, se supone estaba protegida…

— Papa creo que sobreactuas un poco— sonrió un poco Sherry

El doctor salió de la habitación.

— Terminó el procedimiento de rutina, es muy inusual esto, pero probablemente con cuidados todo salga bien señor Kennedy.

— ¿Pero ella esta bien?

— ¿Harás lo mismo con cada vez que vaya a tener un niño?, solo me realizaba un ultrasonido para confirmarlo llamaré a Eli para organizar el Baby Shower, son gemelos— dijo Ada con una sonrisa.

Leon abrió los ojos como platos y quedo paralizado.

Fin