One-shot Resident evil - planes

Tema en 'Fanfics sobre Videojuegos y Visual Novels' iniciado por rapuma, 8 Julio 2014.

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    rapuma

    rapuma Maestre

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    Escritor
    Título:
    Resident evil - planes
    Clasificación:
    Para adolescentes. 13 años y mayores
    Género:
    Acción/Épica
    Total de capítulos:
    1
     
    Palabras:
    1527
    -¡Agárrenlo!

    El grito no pudo menos que sacar una sonrisa en el rostro de Jack Krauser; todo se había ido a la mierda, o al menos lo que se podría decir respecto a la idea de pasar como incognito ¿Qué más podía esperar? Esconderse como una mariquita estaba muy lejos de su estilo, pero realmente le preocupaba la idea de dar una mala impresión.
    Tomó al primer aldeano que se le acerco con una llave de brazo, y con la mano libre golpeó su nariz, hundiéndola con un sonido pastoso; el aldeano retrocedió mareado, y cayo al suelo. Otro aldeano lo tomó del cuello, pero con una sonrisa en su rostro, Krauser dio un cabezazo al mismo, sintiendo escurrir un liquido por su nuca…
    Sacó su cuchillo y lo arrojó con rapidez en la garganta de otro aldeano que se acercaba. El cuchillo penetró el cuello del sujeto; mirando alrededor Krauser contó otros dos aldeanos y algunos mas que venían corriendo. Se preguntó brevemente de que le servia continuar matando aldeanos; tenia la ligera certeza de que en realidad era algo inútil. No sabia cual era el siguiente paso. Matar a sus enemigos no era el problema, el problema es que necesitaba saber exactamente quienes eran sus enmigos. Llevaba cerca de dos semanas en ese pueblucho y no había conseguido aun una sola idea de quien diablos diriguia la organización aquella, aunque le quedaba claro que los miembros de la secta era ABSOLUTAMENTE todo el pueblo, y también le quedaba claro que estaban marcadamente perturbados, aunque eso le venia dando igual. Lo que aun no alcanzaba a comprender era de que diablos iba toda aquella secta, si realmente tenían algo que ver con armas bio-organicas o virus mortales, y cuales eran los objetivos de ellos. Si, se movían muchísimo, pero nunca salian del pueblo; no había transmisiones, no había entregas, no había nada realmente relevante. Algo raro sucedia en el pueblo, era obvio, pero exactamente QUE era lo raro que sucedia ahí, no le quedaba claro.
    De pronto salió de sus reflexiones cuando el aldeano al que le había hundido la nariz se levanto con cara de enojo.

    -¿Qué diablos?- exclamo Krauser sorprendido.

    -Me las vas a pagar, cabron- dijo el aldeano cogiendo un hacha del suelo.

    -Eso no es normal- exclamó Krauser sacando su pistola y disparando al brazo del hombre.

    El aldeano recibió el disparo y soltó su arma, pero permaneció de pie mirándolo con infinito odio; sus ojos brillaron en un antinatural tono rojizo. Y de la herida de la bala, salieron pequeñas ramificaciones como tentáculos en el aire… Muy pequeños, pero Krauser tenia una vista perfecta para estar seguro de no haber alusinado.

    -Esto es lo que buscaba- sonrió Krauser mirando alrededor-. Ustedes son las armas… como no lo vi antes?

    El aldeano de la quijada rota se levanto, el que lo había tomado del cuello; el del cuchillo en la garganta, lo arranco con un sonido desagradable, aunque no logró ponerse de pie. Si, eran más poderosos que humanos normales, pero no dejaban de ser humanos.

    -No son como esos zombies- pensó en voz alta Krauser mirando a su alrededor; estaba a punto de sacar su metralleta cuando algo llamo la atención del soldado.

    Todos los aldeanos se detuvieron en seco y se agacharon temerosos, haciendo una reverencia; Krauser alzó una ceja confundido, mirando alrededor. Y entonces la vio. Bajando de una colina cercana, una mujer rubia ya entrada en años caminaba con un paso firme y elegante hacia él; su mirada era desgarradora y su semblante perturbador, reflejando conocimientos impuros. Esa impresión le dio a Krauser, que aun contra su voluntad, retrocedió unos pasos al verla acercarse.

    “Contrólate…”

    Se recrimino haber demostrado debilidad y dio unos pasos al frente para recuperar el terreno perdido; la mujer llevaba un vestido estilo oriental, pero era marcadamente americana. Se detuvo a unos metros del soldado, cuando aun estaba a buena altura sobre él. Mirando hacia abajo con interés, le dedico una sonrisa conciliadora.

    -¿Quién eres?

    -Mi nombre es Jack Krauser- declaró el aludido-. Y seria un placer conocer mas sobre usted…

    -Llamame Ann- dijo la mujer tranquilamente-. Y procede a explicarme porque vienes a atacar a los fieles servidores de Lord Saddler; es obvio que no estas aquí por casualidad.

    -Puedo argumentar en mi defensa que nunca fue mi intención atacarlos- exclamó Krauser avanzando unos pasos y mirando alrededor, estudiando a los aldeanos que temerosos agachaban su mirada aun-. Ellos me atacaron y no tengo por costumbre morir en manos de unos debiluchos…

    Agitando los brazos con tranquilidad, Krauser propinó una patada al aldeano de la nariz sangrante; el mismo rodó pero rápidamente volvió a retomar su posición de temerosa sumisión. Eso realmente perturbo a Krauser.

    -Eso contesta una pregunta, pero deja pendiente otra- replicó Ann con un tono perturbador-. No me hagas formularla, Jack…

    -Estos no son humanos normales- comentó casualmente Krauser-. Tienen parte de lo que yo busco: poder. Aunque su poder es demasiado bajo; espero que no es lo mejor que el gran Lord Saddler pueda ofrecer.

    -¿Cómo te enteraste de nosotros?

    -¿Los iluminados?- inquirió Krauser sonriendo-. Parece que antes de que se aislaran en este rincón del mundo, ya eran conocidos de alguna forma. El rumor simplemente me llego, y yo solo vino a confirmarlo en persona.

    -¿Qué clase de rumor?- pregunto la mujer interesada.

    -No es sobre los iluminados en realidad, pero atando cabos y con el tiempo que llevo aquí, he descubierto la realidad de este pueblo- fanfarroneó Krauser-. Aunque no sabia quien diriguia todo esto o que tan poderoso es…

    -Creeme- dijo sonriendo la mujer-. Es muy poderoso…

    -Y eso realmente me interesa- dijo sonriendo Krauser-. El poder llama al poder; por eso estoy aquí…

    -Es obvio que eres alguien de cuidado, Jack- dijo burlonamente la mujer-. Pero no sabes con quien estas tratando; estas son ligas mayores, soldado. No se de donde vengas, o porque mencionaste a los zombies, pero creeme que esto es muy distinto a lo que sea que conozcas.

    -Me enfrente al virus T en el pasado…

    -El T es solo de aficionados- dijo la mujer-. Lord Saddler busca algo mucho mas complejo que el T, mucho mas manejable que el G… Lord Saddler busca la perfeccion; poder, inteligencia y maniobrabilidad. Tu no eres digno de ello…

    -Ponme a prueba- exigió Krauser desafiante.

    La mujer sonrió al escuchar las palabras del hombre y termino de bajar la colina, con el mismo paso elegante que antes; se acercó hasta quedar a un metro escaso del soldado. Lo miró fijamente a los ojos, y a pesar del temor, Krauser no cedió ante la mirada. Y eso causo buena impresión en Annn.

    -Normalmente no perdemos tiempo con “reclutas”- comentó Ann girándose-. Pero veo potencial en ti; acompáñame a conocer a Lord Saddler y entonces él decidirá si le eres de utilidad o no…

    -¿Eres su mano derecha?

    La mujer soltó una carcajada sonora, pero no se molesto en voltear para atrás

    -No soy yo su mano derecha- exclamó la mujer alejándose-. Ese puesto esta disponible, si te interesa; pero Lord Saddler no es fácil de complacer. Una mano derecha es un puesto muy importante…

    Krauser se quedó de pie, confundido; a medida que Ann se alejaba, los aldeanos comenzaron a levantarse y huir despavoridos; el soldado, siguió en silencio a la mujer. Algo muy dentro de él le indicaba que acababa de meterse en algo mucho mas gordo de lo que Wesker o él mismo habían pensado en un principio. De cualquier forma, estaba seguro de que lograría una victoria. Wesker era el futuro; desde su punto de vista, Wesker continuaba siendo mas perturbador que Ann… Mucho mas perturbador…

    ...

    El encuentro con Saddler había sido fortuito; había satisfecho en gran manera al hombre, aunque la lealtad estaba en juego. Para ganarse la confianza de Saddler, debía secuestrar a la hija del presidente, cosa que en realidad no seria nada fácil, pero contaba con la ventaja de conocer el sistema. Ademas, Ann le había proporcionado una agradable ventaja: una muestra del virus T.
    El plan era simple: el dos días Ashley asistiría a una fiesta de su colegio privado; las instalaciones eran hermeticas y de difícil acceso, y eso facilitaría la propagación del virus…
    En una hora exacta, Ashley estaría en el tercer piso de las instalaciones, mientras el virus se propagaba en los pisos subterráneos; se trataba solamente de asegurarse de que Ashley no fuera contagiada, sacandola sana y rápido del lugar. Aproximadamente contarían con una hora antes de que alguien se enterara del desastre; pero el tiempo solo era un aproximado. Saddler bloquearía las comunicaciones en el lugar en cuestión, y seria trabajo de Krauser sacar a la mocosa lo mas rápido posible. El virus debía estar ahí para eliminar al personal de seguridad y crear caos y temor; era la única razón por la cual usarlo, pero en pocas palabras era muy necesario. Krauser no tendría una mejor oportunidad para secuestrar a la chiquilla, asi que era el todo por el todo.

    -Y asi será- sonrió Krauser-. Asi será…
     
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