TURNO 18 Contenido oculto Tadashi sabía que era el final; Botan también, se disculpó ante Tadashi diciendo que la perdonara por haberlo hecho hacer todo eso por ella; Tadashi le mencionó que lo volvería a hacer sin dudarlo. Riku eliminó al médico y al herrero del escuadrón 30 mientras desafiaba a su rival, quien apuntó con su arco hacia él; pero Riku fue mucho mas rápido y logró esquivar el ataque mientras el escuadrón Minamoto 18 lo apoyó desde atrás con el ataque que fulminó a aquel comandante, dejando el paso hacia Tadashi libre. Kuroki atacó la caballería del escuadrón de Tadashi para poder eliminarlos de una buena vez, pero fue Yuzuki quien con su escuadrón logró eliminarlos primero. Aun así, logró eliminar a la mujer que atendía a Tadashi antes de que Kirara lo hiciera. El ataque de ambos henshin colisionó; ambos atacaron a matar, su fuerza parecía precisa pues fue la justa para poder eliminar a su contrincante; pero Rengo tenía una ventaja, una que se interpuso entre él y la katana enemiga. Uno de los médicos del escuadrón de Yuzuki se sacrificó, cayendo instantáneamente junto a él. El ataque de Rengo dejó a Shire en un estado deplorable, moriría inevitablemente por la fuerza superior de shi, apenas lograba pararse por si mismo, aun así, su mirada era serena y una leve sonrisa rodeaba su rostro; en él aun había fuerza de espíritu. Shire cayó encima de Rengo acortando la distancia para después besar su frente. Un movimiento que tomó a Rengo desprevenido y quien inmediatamente parecía haberse quedado inmóvil sujetando a Shire. Había sido sellado con el sello de luz "¿Pretende Mara conquistar el mundo y hacer lo que quiera con él? No veo cómo podría tener éxito. El mundo es un recipiente sagrado que no puede ser manipulado ni dominado. Manipularlo es estropearlo y dominarlo es perderlo. El hombre firme se opone resueltamente al mal sin pensar en sí mismo. Hoy tu enemigo te da vida; tienes la oportunidad de renacer alejado de todo mal, se libre en mi muerte... Conoce el blanco, guarda el negro, y la iluminación de mente vendrá por sí misma" Tadashi clavó su mirada en Kirara, pues sabía que ese era el último ataque antes de que el tuviera el mismo final que su amada Botan. Era momento de dar su último ataque. Pero Kirara no cedió, le indicó a su escuadrón que lo acribillaran. El rostro de Tadashi mostraba incredulidad ante el comando de Kirara. Iba a ser aniquilado por un escuadrón completo "Sin piedad. Sin honor. Te he superado, no necesito volver a destruirte, porque no mereces morir como mi igual, eres inferior. Tú no vas a ver a mi padre; tu vas a ir a un sitio diferente a él; porque tampoco pudiste ser superior a él. Jamás." TURNO 19 El grito de guerra retumbó en todo el campo de batalla; todos se abalanzaron contra un hombre sin escuadrones que dirigir, ya no podía ser nombrado un General, ya no tenía nada. Togashi terminó con su enfrentamiento, dejando a su rival sobre el fango. Kato lo observaba pues si no terminaba ese ataque, él lo haría. Tetsuo bajó su arco y comenzó a buscar desesperadamente el cuerpo de su padre entre el grupo de cadáveres. Terunobu y Kintoki lo ayudaron. Todos se aglomeraron hacia dónde Kirara había dado la orden para atacar a Tadashi; ¿Qué podría sentir una persona en esa situación? Su muerte era algo que sucedería, no se podía evitar, terminaría completamente destruido. ¿Miedo? ¿Remordimiento? ¿Odio? ¿Alegría? Tadashi trató de encarar nuevamente a Kirara pero le fue imposible; fue rápidamente rodeado perdiéndola completamente de vista. "Larga vida a los Fujiwara...quienes sólo son polvo en el viento" mencionó Tadashi Fue entonces que Riku llegó hasta Tadashi, sus miradas se cruzaron. Y antes de que Tadashi pudiera dar su último aliento, Riku realizó un corte certero en el cuello; siguiendo el patrón que el mismo se había infringido cuando murió Taiyo, mismo movimiento que realizó Kirara para asegurarle a Riku que no estaba solo en su dolor. Porque los Fujiwara siempre estaban unidos, a pesar de las constantes traiciones, a pesar de todo el dolor de la pérdida, a pesar de haber vivido huyendo. Riku había tomado el trofeo perteneciente a todos los que pelearon en la Batalla de Shizuoka, un trofeo que sólo un Fujiwara debía tomar. Pues los Fujiwara no eran polvo en el viento; eran la ventisca que levantaba las grandes tormentas de arena. Los gritos de los soldados llenaron el aire de vitoreo; habían terminado con esa guerra y se alzaban victoriosos a pesar de las probabilidades. Shizuoka se mantenía en pie; y los aliados se mantenían juntos en esa tierra ahora llena de sangre. Kirara miró a Riku, estaba llorando; en sus brazos sostenía el pequeño y frágil cuerpo de Inosuke. Shinko reaccionó de inmediato El llanto de Shinko conmovió a Kirara quien trató de contenerse mirando al cielo. La batalla había terminado; pero aun tenían mas enemigos de los cuales defenderse. El campo mostraba la destrucción de una guerra, los cuerpos comenzaban a ser apilados y rodeados por carroñeros; la mayoría colocados en tapetes goza y cubiertos por los mismos para evitar que el sol los quemara aun mas. El conteo de las bajas se llevaba a cabo mientras se revisaba que los cuerpos del enemigo realmente estuvieran muertos. La guerra había culminado con el lado Minamoto victorioso; algunos Taira habían escapado, por lo que las noticias correrían rápido en Japón. Los aliados comenzaron a reunirse, en un campo de batalla desolador. Muchas vidas se habían perdido, Tetsuo y el resto de los Azai buscaban a su patriarca, mientras Hideyoshi informaba del trágico final de Kenzaburo a su General, Takeda; quien rápidamente buscó aquel lugar donde Hideyoshi protegió su cuerpo. "Kenzo..." pronunció Takeda, por primera vez lo llamaba con el diminutivo con el que Mao solía hacerlo. Cayó de rodillas frente a aquella imagen, una que Hideyoshi había procurado para honrarlo. Los Asakura se reunieron nuevamente con Ginko, quien había perdido a su comandante, lo abrazaron mientras veían como Takeda sufría la muerte de Kenzaburo Takeda debía honrar a Kenzaburo... su amigo "Fue un ronin. Nunca consideró ningún sitio su hogar; pero su hogar era con nosotros, de eso yo estoy seguro. Era un guía para mi, es por eso que le haré un honor tan alto como su nombre" Mencionaba Takeda señalando el faro de Shizuoka "Las llamas de la torre serán su despedida; pero su luz permanecerá siempre encendida. Guiando nuestro camino" Rengo se aferró a Yuzuki; no dijo nada, no lloró. Estaba allí con su rostro mostrando miedo y confusión. Los escuadrones de Yuzuki se mantuvieron a su lado, vitoreando el éxito de su comandante ante el enemigo. Takano llegó rápidamente junto con Hayato, ambos estaban bien, salvo un par de rasguños, algo que era nuevo en Takano que siempre terminaba al borde de la muerte en los combates. Todos se encontraban a salvo. Incluso Akari sonrió al ver que no debía atender a nadie de gravedad. Kuroki se incorporaba a su escuadrón el cual levantaron sus armas en solemne reconocimiento a su líder, que a pesar de ser joven, fue valiente y decisivo. Misato no tardó en reunirse con ellos, así como los Tao. Shiori se encontraba a su lado junto con Satou, quien limpiaba sus manos mientras observaba que las heridas de su hijo no se abrieran. Nagato avanzaba entre su gente, hacía recuentos y se levantaba satisfecho por sus logros; aun así las bajas que escuchó fueron un golpe fuerte para condecorar su victoria; su viejo rival, Takami ya no existía. Esto no le trajo alegría, sino un profundo rencor a las malas decisiones tomadas en esa batalla. Guardó sus palabras y su rabia para después, llevando a la traidora de Yume hacia Shizuoka junto a otros comandantes cautivos, a los cuales colgaría. Hoy mas que nunca, Nagato era respetado por todo Shizuoka, un defensor aguerrido y fuerte, capaz de obtener la victoria sin obtener innumerables bajas. Se había ganado; pero en una victoria no todo era alegría...
Todos después de la guerra. Era ya de noche cuando volvieron a la ciudad La guerra se había ganado; pero los nuevos aires seguían transportando malas noticias; no sólo había perdido valiosos guerreros en la reciente batalla, sino que Kamakura había sido atacada, los guardianes de Kamakura habían caído y gran parte de los civiles de Shizuoka habían perecido. Todos hubiesen caído si no fuera por la preparación de los civiles de Kamakura, que habían entrenado por años a cargo de Kato, quien en su locura creía que Kamakura sería invadido, y justo cuando el abandona esa ciudad, sucede lo que nadie ya creía que pasaría. La muerte de Takami fue un golpe muy fuerte para Tetsuo, quien junto con Terunobu y Kintoki buscaron su cuerpo para poder homenajearlo; pero no lo harían en Shizuoka; los hombres de Nagano estaban cansados y afligidos, aun así dispuestos a continuar su regreso a casa, dónde podrían despedir al hombre mas respetado de Nagano, su señor, el pilar de la fortaleza. Tetsuo se despidió de Togashi y Hideyoshi. Ahora debía asumir su nueva función como señor de Nagano. Tetsuo mantenía la fidelidad con el clan; a pesar de que los deseos de su padre no habían sido honrados. La muerte de Kenzaburo había sido un golpe muy fuerte para Takeda; quien lo había empezado a considerar un amigo muy cercano a él; alguien que había visto siempre por su tranquilidad, y que sus acciones de lealtad lo llevaron a ser considerado como guerrero valioso. Por ello y por los caídos en esta Batalla, se llevó a cabo una conmemoración donde varios de los miembros del clan Minamoto estaban presentes. Un mar lleno de linternas. "Kenzo... no hay luciérnagas esta noche; pero me he encargado de hacerlas en honor de los caídos. Tú me enseñaste que las luciérnagas son espíritus de samuráis que cayeron en batalla. Siempre iluminando, marcando el camino para aquellos que lo ven sembrado de dudas. Acudo a ti, lleno de dudas y dolor. Esa noche en Gifu dijiste que los Minamoto éramos la luz que se necesitaba expandir en la obscuridad; tú esa noche, sin darte cuenta me enseñaste algo muy valioso que llevaré conmigo siempre que mi vida siga encendida. Kenzo; amigo. Me enseñaste que se pueden encender miles de velas con una sola, y la vida de esa vela no se acortará. La luz de la vela es como la paz; nunca se disminuye al ser compartida. Descansa amigo mío... hasta luego..." Shinko cargaba con lágrimas el cuerpo de su amigo, Inosuke. Kirara y Riku ya esperaban junto a la reciente tumba de Taiyo, a su lado tenían una goza la cual estiraron para colocar el cuerpo del pequeño y cubrirlo. Nagato estaba en la casa feudal; a sus pies estaba Yume, amarrada y vigilada por Masashigue y Sanada. Junto a Nagato, de pie estaban Chiharu y Tsuna. Nagato encomendó el destino de Yume a Tsuna, quien mencionó que debía morir "Fui entrenado por un hombre fuerte; era evidente que crecería acorde a sus enseñanzas" dijo extendiéndole su katana a Sanada, mientras Nagato sonreía, en su arrogancia de creer que Tsuna hablaba de él pero hablaba de Sanada, como su figura paterna. Con esta acción abandonaba el camino del sable "Ya no viviré para impresionar a aquellos que me ignoran. Seguiré mi propio camino fuera de la sombra de ambos" Izamu () fue adoptado por Tsunayoshi En el puerto; Zeng revisó las bajas de sus hombres y navíos, mencionando a Yin y Ujihisa que tardarían en volver a casa debido a ese retraso. Yin en el exterior: Yin en el interior: Rengo había regresado a Shizuoka junto con Yuzuki y Takano. Aun no parecía reaccionar, había enfundado a shi y acompañó al resto a la despedida de almas en el puerto; mientras las linternas iluminaban el mar y a lo lejos la luz del faro guiaba a los barcos. Rengo le dijo a Yuzuki que había perdido su energía espiritual y que ahora era inútil para todos Yuzuki le reafirmó que ella estaría para él "En realidad no necesito que cuides de mí, Ren, ni que seas útil como si fueses un objeto o algo así. Necesito que te quedes con nosotros a pesar de todo, que confíes y pidas ayuda cuando la necesites. El resto lo solucionáremos juntos, como debimos solucionar tantas otras cosas" Los Fujiwara se despedían de su amigo Inosuke junto a la tumba de Taiyo. Riku le trajo un pescado para recordar ese momento en el que se conocieron Misato también lamentaba la partida de Kenzaburo, y prometío que ella cuidaría la vida que Kenzaburo había salvado. Hideyoshi le mencionó a Tetsuo que sería un buen líder, y que cuando se volvieran a ver podrían beber como buenos amigos Ginko fue al dojo, aun con dudas y tristeza en su mente. Togashi también reafirmó las palabras de Hideyoshi ante Tetsuo, y mencionó que a pesar de haber ganado, se había perdido mucho Rengo le mencionó a Yuzuki que debía volver a Kamakura, que debía volver al archivo a buscar opciones para lidiar con el sello de luz; mencionó que podía ir solo, pues era sólo ir a buscar documentos Kirara observó el ritual de Riku, aquel pescado con el que había atraído a Inosuke; mientras tanto, ella y Shinko cavaban el espacio junto a Taiyo, dónde ahora el pequeño perro descansaría a su lado. Kirara ofreció una partida de Kaidan; Shinko terminó de tallar los dados que estaba haciendo Kirara hoscamente "No eres muy delicada; eres tosca, atrabancada, careces de paciencia, eres muy impulsiva...si no son perfectos, no rodarán como se debe. Incluso una tarea como esta lleva tiempo y calma" Shinko le reclamó su impulsividad ocultándolo en sólo aquel tallado de dados. Riku sugirió apostar unas cuantas monedas. Terunobu miraba hacia el mar, y antes de despedirse hizo una reverencia hacia el azul nocturno para después reverenciar a los Minamoto frente a él. Pues en esta guerra, había perdido a su líder y a un buen amigo. Kato estaba en el dojo, limpiaba sus armas meticulosamente. Las puertas se abrieron con fuerza. Era Kojiro quien desenfundó su nodachi colocándose frente a Kato. Era momento de que Kato cumpliera su promesa: Un combate. Kato levantó la mirada, sujetó ambas katanas y se levantó para encarar a Kojiro. Fue en ese instante que Ginko entró al dojo, portando su espada de madera de un lado y la katana de Kenzaburo del otro. Tanto como Kojiro como Kato lo miraron, Kato enfocó la mirada en el arma que había pertenecido a su último discípulo. Kojiro le dio a Ginko sus respetos por la muerte de Kenzaburo mientras Kato le dijo que no tenía la mirada de un guerrero, por lo que no debería portar el arma de Kenzaburo Ginko le dijo a Kato que no debía preocuparse por ello pues las katanas no se blandían con los ojos (A mi si me dio risa, a Kato obvio no) Kojiro iniciaba el combate con Kato "Bien, acabemos con esto rápido, así el águila puede ir cazar sin que la golondrina moleste con su canto." Kojiro atacó con confianza; pero la confianza en su fuerza lo llevaría a un descuido importante, pues Kato esquivó su ataque, lo bloqueó y con ambas katanas destruyó su nodachi. El golpe se escuchó como un carillón al viento, melódico a pesar de que imponía la derrota de Kojiro; quien observaba con incredulidad mientras aquel filo en el que confiaba tanto, caía en pedazos a sus pies. "Aun no estás a la altura del vuelo del águila. La golondrina siempre vuela debajo de las nubes" Kato terminó destruyéndolo con esas palabras sin necesidad de hacerle un corte en carne, sólo en alma Kohaku se alejó de todos para ir a limpiarse la sangre. Misato y Yin hablaron juntos sobre Kenzaburo, después Misato mencionó que quería hacer un último paseo con él antes de que regresara a China. Yin mencionó que no se iría tan pronto de Japón como el creía Yuzuki le dijo a Rengo que iría con él a Kamakura; pues si no quería ayuda al menos le haría compañía Takano mencionó que sin Matsuda ni Kenzaburo; él debía estar junto a Takeda, por lo que el no iría a Kamakura con ellos. Yuzuki preguntó por Hayato y Takano mencionó que lo había dejado con Ukita cuidandode Hashimoto, Fuji y Tsubaki (quienes seguían siendo interrogados) Rengo dijo a Yuzuki y Takano que quería estar solo, que no iba a huir. Confiaron en él Kirara explicó por qué se llamaba Kaidan el juego con los dados Shinko mencionó que Taiyo siempre se arriesgaba en el juego porque era la analogía de siempre ir hacia arriba Rengo se alejó del resto por quería llorar en privado, pero se encontró con Kohaku diciéndole que por fin entendía por qué usaba la máscara Yin mencionó a Misato que se quedaría un tiempo prolongado en Japón; pues no sólo debían reabastecerse, sino que también le debían mucho a los Minamoto y saldarían eso con ellos Kojiro se puso super emo por perder ante Kato, tan emo que ni aceptó el opio que Ginko le ofrecía, salió del dojo para irse a tirar al río Kojiro salió del dojo mientras Tsunayoshi lo veía irse, lo miró confundido para después entrar al dojo y ver a Ginko en el interior, a un lado de él, estaba el zorro, Izamu. Tsunayoshi mencionó ante Ginko que estaba afectado por la muerte de Kenzaburo, pues era un guerrero muy fuerte y no entendía como lo habían podido derrotar Kirara le intentó devolver a Kosu (katana de Riku) a Riku, pero el mencionó que no se iba a deshacer de ella tan fácilmente, pues era un regalo para ella. Yuzuki le mencionó a Takano que si Takeda necesitaba hablar con alguien lo mandara con ella para después mencionarle que estaba feliz de verlo sin heridas fatales como las anteriores Yuzuki mencionó que su corazón era débil Takano le mencionó que ella no era débil, que lloraraba por los dos ya que el era incapaz de hacerlo. Kohaku le preguntó exactamente que entendía al usar la máscara Rengo le dijo que el quería ocultarse, porque se sentía vulnerable al estar expuesto. Kohaku le contó la historia de la máscara... de él. Habló con el corazón "La vergüenza, el miedo, los deseos que tengas, seguirán allí. O quizá los pierdas todos, quizá sea el precio que pagues por esconderte del mundo. Te perderás a ti mismo pero no desaparecerás, sólo te reemplazarás y a nadie va a interesarle. Tus ojos serán de arcilla, tus palabras caerán en oídos sordos. Con o sin máscara, te seguirán viendo y te seguirán juzgando" mencionó ante Rengo para después quitarse la máscara entregándosela a Rengo. Así vería el mundo atraves de la máscara. Yuzuki lloró ante las palabras de Takano, desahogando cada dolor que había contenido en su pecho, todo lo sacó en ese momento; la muerte de Mao, la muerte de Kenzaburo, Fujimi y Hayato, el dolor de su madre, la despedida de su padre; cada muerte que ya se había acumulado, los ojos de Rengo que la evadían, la culpa que sentía por no haberlo podido proteger Takano respondió "No puedes protegerlo de las batallas que él decidió tomar; si lo haces y llegas a fallar, él se sentirá mas perdido porque irremediablemente sería su culpa. Rengo está formando su espíritu...no siempre debes cargar con el dolor ajeno; pero si es algo que sientes es tu deber, puedes estar segura que yo estaré aquí para que llores nuevamente; porque no debes cargarlo sola. Así como le has dicho a Rengo" Kuroki habló con su padre, expresando la tristeza que sentía en ese momento, para después dirigirse hacia Takeda. Takeda no despegaba la mirada del horizonte, el cual se podía distinguir gracias a la luz de las velas sobre el calmo mar que las balanceaba suavemente. Era un brillo singular y en Takeda era un completo espejo, las lágrimas brotaban constantemente en un rostro impávido viendo la danza de luz. El mar viendo al mar. Takeda y Kuroki hablaron sobre la pérdida, pero como la memoria siempre permanecería. Riku observó al mar y vió como Kojiro flotaba en él miraba hacia el cielo, su expresión mostraba desilusión, posiblemente de no haber muerto en la olas Rengo miró las facciones de Kohaku; instintivamente tuvo miedo; pues el parecido que Kohaku tenía con Itami era innegable "Lo siento... lo siento... lo siento... Si tuviera que explicar en pocas palabras qué es hacer lo correcto, diría que es soportar el sufrimiento. No soportar es siempre malo, sin excepción" recitó como si frente a él estuviera Itami Rengo tardó un poco en darse cuenta que no podía ser Itami; Kohaku le preguntó por él, pues había quedado en hablar con Itami antes de separarse en Kamakura. Después lo cubrió con la piel de lobo. Ginko le preguntó a Tsuna que si él de ahora en adelante cuidaría de Izamu (el zorro de Kenzaburo) este afirmó. Hideyoshi y Togashi hablaron un poco, Hideyoshi le comentó a Togashi su sueño, dónde había visto en el suelo a Togashi, sus sueños habían sido premonitorios por lo que temía por su vida; por suerte sólo estuvo así, a medio morir; pero Togashi seguía en pie. TAKANO LE DIJO A YUZUKI QUE LA AMABA Kojiro escuchó a Riku a su lado y le explicó con poesía lo que había sucedido; después mencionó que debían nadar a la orilla, el buscaría a su padre para que le impusiera el castigo por haber sido derrotado (Algo que Jinrai nunca haría pero Kojiro es super dramático) Rengo mencionó ante Kohaku que no decía nada a nadie no porque consideraba débiles a los demás, sino porque tenía vergüenza de afrontarlos, porque no quería que le tuvieran lástima o que se preocuparan por él, no quería que nada cambiara. Rengo le comentó a Kohaku que Itami había muerto Kojiro abrió sus emociones ante Kojiro, le habló de lo que él sentía sobre el fracaso "Que me importa si eres invencible o no, o si eres el perdedor más grande de la historia. Me has aceptado como tu discípulo y responderé de la manera que se corresponde, no te dejare mientras siga siendo así. A cambio, no tienes derecho olvidarte de mí en estas decisiones" básicamente Kojiro se sintió ofendido y regañado por su alumno (porque es dramático) pero Riku ató a su maestro a la vida, recordándole que aun debía hacer su escuela la mas grande de Japón. Kojiro le mencionó que se sentía humillado, que la derrota no le importaba tanto como la humillación; y pues amenazó a Riku "No vuelvas a insinuar que soy un cobarde o un perdedor. Si lo haces, seré yo quien tome tu vida por deshonrarme. Qué buena charla, ¿Eh, Riku? Ven, a la orilla" YUZUKI TAMBIÉN LE DIJO A TAKANO QUE LO AMABA Y adivinen que pasó después... nada jajaja bueno si, se abrazaron; pero Kato los cachó a lo lejos Kohaku mencionó a Rengo que él aun tenía una voz, la cual no había perdido a pesar de todo; y que buscaba a Itami para que él lo ayudara Rengo le explicó a Kohaku que Itami había tomado su sangre para rastrearlo después. Era algo que Itami podía hacer.También le mencionó que él podía ayudarlo a pesar de ya no tener energía espiritual "También quiero ayudarte a dejar ir la máscara. Tú lo has dicho ¿No? Aun tengo mi voz, así que pienso usarla" Kohaku le preguntó a Rengo sobre la energía espiritual y si serviría de algo que él lo acompañara a Kamakura. Togasgi y Hideyoshi hablaron sobre Kenzaburo y su amistad perdida Misato le preguntó a Yin sobre el lalago que le había dado, ese amuleto que Masaki reconoció en Chiryu, quería conocer su historia. Yin dudó en contarle por unos momentos, pero al final lo hizo, le contó la historia de su nacimiento; cómo parecía que era un bebé que moriría; pero su madre le dio ese lalago para protegerlo, y una noche sonó descubriendo que uno de los médicos lo envenenaba lentamente en las noches, pues si Yin moría significaba que la dinastía Tao perdía fuerza. "Pero gracias a este lalago mi vida fue salvada. Y la carrera política de mi padre fue en ascenso desde entonces; pues consideraron que mi fuerza había sobrepasado el veneno, por lo tanto el linaje Tao era fuerte. Pero la verdad, es que el amor de mi madre era lo verdaderamente fuerte" Riku se disculpó ante su maestro pero Kojiro habló " no quiero que calles, quiero que explotes y me hagas sentir orgulloso... ambos dejaremos ir nuestro pasado" Rengo le explicó a Kohaku que él poseía energía espiritual, la había sentido desde que se conocieron en Shizuoka y por eso había tratado de conversar con él. Rengo y Kohaku regresaron hacia donde se encontraban Yuzuki y Takano Rengo volvió a verlos a distancia Rengo le dio las gracias a Kohaku, por la plática en la playa y por lo que había hecho por él en Kamakura. Ya eran dos veces que lo había cubierto con esa piel de lobo, y las dos veces la había ensuciado con su sangre, también se disculpó por mentirle en Kamakura "No soy un asesino. Bueno yo... tal vez ahora lo soy. Quiero decir, yo...yo no maté a Hana, sólo protegía a alguien a quien quiero" Hideyoshi recibió una misiva Hideyoshi leyó cada palabra y supo que debía partir de inmediato. Le encargó a Togashi avisarle a Takeda que iría a Mito en la prefectura de Ibaraki, llevándose a sus seis hombres que lucharon con él en la guerra "Nanatsu no yama" Las siete montañas. Kohaku se despidió de Rengo, iría a descansar, lo dejó junto a Yuzuki y Takano "Dices que por algo vistes de negro, pero yo creo que el blanco te sienta mejor." Yuzuki agradeció a Kohaku Rengo respondió ante Kohaku "Y yo sé que algún día me dejarás ver tus ojos bajo el sol y no la luna" Misato recibió la historia de Yin, le preocupó el tema de los venenos pero le aclaró a Yin que no debía preocuparse por ella, que era bueno conocer la historia y el amor de su madre. Kojiro reveló que su querida nodachi fue forja de Kyuzo Kuroki mencionó ante Takeda que sentía que no había cumplido su función como guerrero ni como Minamoto, también mencionó que quiere seguir ayudando a Rengo, y no por ello estar lejos del clan. Takeda le reafirmó a Kuroki que lo veía como un guerrero, que no cargara con la culpa de separarse de él "Mi carácter es juzgado por las personas con las que me rodeo; es por ello que elijo bien a mis amigos. Soy yo quien no he sido suficiente para que ustedes no se sientan en armonía completa en este clan, pero día con día aprendo a ser un mejor líder, porque sé perfectamente que clase de líder quiero ser. No he sabido nunca ganar de principio a fin; sólo he sabido no quedarme atrás en ninguna situación" Takeda le dijo a Kuroki que Rengo ya era parte de ellos y que si él quería acompañarlo estaría bien, Takeda mencionó "Mostrando indiferencia al dolor de las personas que cometen errores no se les enseña a dejar de cometerlos; sólo les enseña a ocultarlos" hablando sobre Rengo ante Kuroki Shinrin le mencionó que la escama que tenía en las manos era un remedio para el veneno como el que atacó a Takano en Kamakura Riku se acercó a Takeda y le entregó la katana de Mao, la katana que Kenzaburo le había otorgado antes de ir a la guerra "Hay decisiones que quedan marcadas en el corazón de un guerrero, y siempre regresan, esta es la mía. Yo tomé la vida de Mao debido a su traición; así como Kenzaburo tomó la vida de Tenshin en Nara, y Obata la de Natsu en Iga" después regresó la katana a Riku, le dijo que la utilizara en nombre de los Fujiwara y cuando su misión terminara, que la llevera a Saitama y la dejara en el campo de flores blancas "Llevas contigo el arma de una persona que fue compasiva, que vio bondad en un corazón frío. Creo en su filosofía, creo en la compasión, aun así dejé caer la justicia apropiada ante su crimen. Usa con justicia este filo, eso es lo que quiero que hagas con ella." Togashi fue el siguiente en acercarse a Takeda, le traía noticias de la partida de Hideyoshi Casi todos regresaron a la casa feudal a descansar Takano había pasado la noche en vela junto con Ukita, lograron convencerse de que tanto Fuji como Hashimoto eran los verdaderos y no impostores, fueron liberados y guiados por el pequeño Hayato hacia el oyaji dónde pudieron descansar un poco. el interrogatorio hacia Tsubaki fue más exhaustivo; pues no le conocían y no podían asegurar su identidad, incluso por el hecho de que nadie sabía que Hiro Sugita hubiese tenido descendencia. Tsubaki estaba en la mazmorra arrodillado, sus facciones demostraban cansancio pues repetía su historia una y otra vez ante Ukita y Takano que no creían en sus palabras. Satoshi, el médico de los Azai seguía presente, al parecer listo para iniciar alguna especie de tortura mientras ordenaba sus utensilios con precisión. Tsubaki mencionó que si querían probar su lealtad, le dieran un tanto y él mismo se quitaría la vida "prefiero la muerte a ser negado de acompañar a quien en otra vida pudo haber sido mi hermano." Ukita le dejó caer ante sus rodillas un arma, e incrédulo vio como la tomaba; Ukita y Takano se prepararon para atacarlo pero Tsubaki se llevó el tanto al estómago y tuvieron que detenerlo para evitar que se sacara las entrañas allí mismo. Satoshi tuvo que intervenir para que no se desangrara
Habían despertado a un nuevo día, no se pueden evitar los pájaros de la tristeza sobrevolando por la cabeza; pero si se puede impedir que aniden en los cabellos. La tristeza seguía presente, pero la acción apremiaba, debían moverse. Se llevó a cabo una reunión menos formal que una audiencia en la casa feudal; varios de los aliados ya no estaban; los Azai, Kato y Hedyoshi entre otros; por desgracia, quien estaba muy presente era Nagato. Takeda tomaba té con los ojos cerrados mientras dejaba que Nagato descargara su verborrea; ya había advertido a Takano que no necesitaba que lo detuviera, pues había entendido que discutir con Nagato era un desgaste innecesario; pero que su alianza era todo lo contrario. Takano le dijo a Takeda que ya no podría andar solo de ahora en adelante, Tsubaki y él siempre lo acompañarían Hinata mencionó que el clan Asakura iría a Niigata y acompañaría a Takeda y comitiva a conocer al líder de los Asakura. Ukita aclaró que iría al norte a reclutar a los emishi Jinrai mencionó que iría con los Fujiwara a Sakata a intentar de reclutar hombres de mar Sora mencionó que Kato se fue a Kamakura y de allí partiría a eliminar a los traidores de Kanagawa; miró a Takano y le dijo que buscara a Oboro en Niigata, para después mencionar que ella iría a Tsu por unos asuntos pendientes. Rengo al saber que Kato estaba en Kamakura: Hashimoto mencionó que acompañaría al resto a Niigata, así como también lo haría el pequeño Hayato Shinrin iría a Iwade a perseguir la leyenda de Ogen; Takeda se preocupó pues sabía que esa mujer era shinobi de Koga, Takeda no quería que fuera sola. Zeng se ofreció a acompañarla junto con Ujihisa y Yin. Tsunayoshi fue asignado por Nagato a una misión a Nara, sería acompañado por Sanada y Chiharu Takeda mencionó que Hideyoshi ya había partido a Ibaraki Kojiro dijo que iría a Nagoya junto con Masamune para ir al taller de Yamamoto, Fuji también se uniría a esta misión. Kuroki mencionó que iría con Rengo, Yuzuki y Kohaku a Kamakura; Satou se anexó al instante Ginko preguntó a Ujihisa por qué su padre no había ayudado en la guerra, a lo que Ujihisa respondió que él era médico del señor de Kanagawa por lo que debería estar allí. Shiori mencionó que estaba feliz con el reencuentro que tuvo con Kuroki; Rengo inquirió en esa situación no sin molestar un poco a Shiori con su gran altura Togashi decidió seguir a Kojiro, Masamune y Fuji Misato se unió a Shinrin en su misión, de la misma manera que Riku Kohaku se acercó a Chiharu para despedirse y decirle que se cuidaraella le pidió lo mismo a él Rengo le pidió a Yuzuki si le arreglaba el cabello, entregándole el listón. Ella aceptó y le agradeció a Rengo el haber cuidado sus memorias de la infancia; pues si hubiera contado su historia antes... tal vez no tendrían la misma alegría que tuvieron en esos escasos momentos en Kamakura. Shiori decidió ir a Kamakura junto con Kuroki Kohaku fue a negociar con el herrero, quería ver si podía ayudar a Kuroki en una venta. Rengo habló con Shiori sobre su alimentación para crecer tan fuerte y grande como ella Yuzuki se fue a despedir de todos sus seres queridos; entre ellos su madre que volvería a Minami Takeda le entregó algo a Shinrin mientras ella acomodaba el hachimaki que le había regalado en su frente Kojiro se alejó sin realmente despedirse de nadie; no quería, no sin un arma a su lado; observó a Togashi y le indicó que lo siguiera. Sora también se alejó, era momento de emprender su camino. Los Fujiwara se retiraron siguiendo a Jinrai; sería un desafío para un clan pequeño, pero irían a saber un poco mas de su historia y su el viento soplaba a su favor, conseguir aliados poderosos. Satou y Kuroki salieron de cacería antes de ir a Kamakura. Yuzuki le pidió a Takano que se cuidara, algo que él también le pidió a ella. Yuzuki le entregó un listón amarillo a Takano y su katana con su nombre grabado. El negociante en la armería habló con Kohaku, quien había iniciado bien en el negocio, pero después perdió un poco. Kohaku no salió con el mejor negocio, así que le sumó unas cuantas monedas de las propias a la venta de las kunais que Kuroki le había encargado. Rengo fue a hablar con Takeda, este le dijo que estaba con ellos no para apoyar las guerras sino para ayudar a los suyos, Takeda le dijo que no le debía nada a nadie y le entregó su mala "La calma en medio de la quietud no es verdadera calma; mantenerse tranquilo en medio de la turbulencia, esa es la verdadera calma." Rengo estaba confundido por la amabilidad de Takeda "Eres a la persona que mas debería odiar en el mundo, mi existencia sólo fue planeada para servir el propósito de morir en tu lugar. Sin siquiera conocerte debía entregar mi vida sin poder preguntar nada... siempre me pregunté cómo alguien podía dar algo por una persona que desconocía ¿Por qué? Takeda respondió a Rengo con una sonrisa "Esa es una respuesta que sólo tu puedes encontrar. Y no estarás solo cuando la encuentres." Takano no tenía nada que darle a Yuzuki así que... ahora si adividen que pasó.....SE BESARON POR FIN Porque era lo único que Takano podía darle a Yuzuki "Eres un idiota. ¿Y así pretendes que me vaya? El mismo que me dijo que dejara las manos quietas, Dioses" Palabras de Yuzuki Takano la vio partir; estaba allí de pie, pensando en lo que había hecho, aun sintiendo el calor de su labios para después tallar sus párpados con fuerza, pues no podía quedarse allí, ante la vista de repulsión que le causaron a Nagato quien seguía en su casa esperando que las visitas incómodas por fin se fueran de allí. Akari estaba despidiendo a Yuzuki, le había informado de su regreso a Minami, dónde debía permanecer hasta ser llamada nuevamente; no volvería a Kamakura, no estaba en sus planes, por lo que acarició el cabello de su hija para después abrazarla con fuerza, deseándole lo mejor. Del mismo modo hizo con Rengo quien parecía estar absorto en el mala atado a su muñeca. Satou y Kuroki regresaron de la cacería, creando un buen suministro para su viaje a Kamakura. Shiori también estaba lista para su viaje; Tsuna se despidió de ella, deseándole un viaje libre de percances, esperando que el suyo también se desenvolviera de la misma manera. Y así, Sanada dirigió a Tsunayoshi y su hermana hacia la dirección opuesta a dónde Shiori se dirigiría ahora. Una carreta de paja llegó siendo tirada por Gon, y así, en ella subieron a Tsubaki mientras a todos se les entregaban sombreros de paja para ocultar sus rostros del sol. Los Asakura estaban reunidos junto con Takeda, Takano también ya había llegado con Hayato y Tsubaki. Tsubaki aun seguía atado de manos pero se veía bastante sonriente a pesar de su palidez inevitable por la pérdida de sangre por la madrugada, Takano lo ayudó a subir a la carreta para que descansara allí, de ese modo no se desmayaría y podría descansar. Ginko subió a la carreta, así él podría cuidarlo en el trayecto a Niigata Kohaku llegó al final con una gran bolsa de monedas las cuales entregó a Kuroki para por fin, emprender su camino hacia Kamakura, reuniéndose con el grupo. De ese modo, los grupos se separaron. La travesía iniciaba.
Misión de: Rengo; Kohaku; Yuzuki; Kuroki; Satou y Shiori El recorrido a Kamakura había iniciado, Rengo fue bastante callado por un gran trayecto, sonriendo ocasionalmente a los comentarios; pero absorto en sus propios pensamientos. A pesar de que algunos tenían caballos a su disposición, caminaron en el trayecto hacia Kamakura, así que en lugar de hacer un recorrido de un sólo día terminó volviéndose de dos; pero sirvió para que en ese segundo día, Rengo pudiera respirar con calma, alegando que antes de entrar a Kamakura y seguirlo en su misión, debían de conocer su pasado. Fue algo difícil de decir, no estaba cómodo hablando ante un grupo tan grande, en especial frente a dos personas que eran prácticamente desconocidos para él, aun así lo hizo, acabó su historia, aclarando que no quería compasión de nadie, sólo lo hizo para que fueran conscientes de lo que iban a hacer a Kamakura, lo que encontrarían allí. Subieron el monte Genji siguiendo a Rengo; el conocía el camino; pero esta vez fue uno mucho mas sencillo. El bosque estaba destruido, y lleno de cadáveres. El aroma era pútrido y nauseabundo. Y por un momento, Rengo se alegró de no poder oír las voces... Llegaron a la ciudad, cruzando aquella entrada donde Rengo observó el suelo por unos momentos, el suelo donde habría alcanzado la muerte, por una inercia desgarradora, volvió a cubrirse con la piel de lobo que Kohaku le había prestado, para después marcar el paso hacia adelante. Kamakura ya era una ciudad en abandono desde antes de la invasión; pero ahora se sostenía en escombros, era desolador ver la ciudad donde Rengo y Yuzuki crecieron de ese modo tan fatídico. Aun se podía oler la madera quemada, aun caía un poco de ceniza de lo que alguna vez tuvo vida. Rengo los guio al santuario, no entró a él. Lo rodeó para encontrar el campo de flores del infierno completamente destruido, ahora el fértil campo servía de cementerio, lleno de tierra recientemente sacudida para levantar montículos dónde ahora descansaban los cuerpos de personas que alguna vez se cruzaron en su camino por las calles de Kamakura. Observó el mala en su muñeca, el que recientemente le fue otorgado por Takeda, pero no sabía que hacer o decir; así que avanzó con la mirada en el suelo, evitando profanar las recientes tumbas. Así, avanzando entre aquel cementerio, llegaron a una pequeña capilla. Kuroki la reconocería perfectamente, era el sitio que Rengo le había dicho que era su lugar seguro... hasta aquel día. El templo había sido profanado, y donde antes estaba la estatua de Mara, ahora se erguía un Buda enorme. Rengo suspiró, se detuvo allí mientras observaba al Buda en el pequeño altar, intentó empujarlo sin poder moverlo ni un poco. Rengo pidió ayuda para mover aquella estatua. Yuzuki intentó mover aquella estatua pero sólo logró hacerlo ligeramente, sin poder abrir el paso; Rengo le sonrió, pues el tampoco había podido hacer mucho al respecto. Después Kohaku fue quien se acercó, y como si de un simple jarrón se tratara, cargó al Buda y lo colocó con delicadeza en el suelo, justo a un lado del ahora hueco que dejaba la escultura finamente tallada, hubiese sido una pena tener que destruirla para poder removerla. Satou ya le había traído la pequeña linterna para descender Kuroki mencionó sus preocupaciones por los rumores que escuchó al entrar a Kamakura, pues nadie en Kamakura parecía querer a Rengo de regreso Rengo le dijo que no se preocupara, que es con lo que siempre creció, nada era diferente. Era el mismo odio de siempre y ya estaba acostumbrado. También Kuroki le mencionó de Noroi y le entregó lo que quedaba de ella, Rengo la negó. Después comenzó a bajar por la escalera y le dijo en broma a Kuroki que no le fuera a caer encima... de nuevo Yuzuki y Kohaku también bromearon un poco. Bajaron con tranquilidad unos treinta escalones aproximadamente, lo que equivaldría a haber bajado dos pisos. El ambiente era frío y el viento se escuchaba retumbar alrededor. Rengo les pidió que esperaran, y así vieron como la linterna que cargaba avanzaba, y conforme avanzaba, iba encendiendo otras linternas en la habitación. Allí frente a ustedes se encontraba un viejo altar; alrededor había varios estantes con diversos documentos; el sitio era enorme; tanto que la linterna de Rengo comenzaba a parecer una luciérnaga cuando llegaba al fondo de aquel lugar para encender las linternas a totalidad. Rengo les presentó el archivo, conocido como: Onmyoryo Les mencionó que podían buscar entre los estantes. Satou tomó la iniciativa y comenzó a buscar, avanzó entre los documentos como alguien que sabía a dónde ir, levantó un rollo y comenzó a leerlo con una gran sonrisa en su rostro. Yuzuki también tomó un documento, era un papel simplemente, era una vieja nota de Rengo la cual le dio gracia El siguiente en buscar por el archivo fue Kohaku, algo parecía llamar su atención, y fue atraído como si una fuerza externa lo estuviese guiando. No había miedo en él, tampoco decisión; había un vacío, uno que lo guiaba sin que este se diera cuenta, tomó un rollo y lo extendió con cuidado para ir leyendo mientras desenrollaba lentamente. Allí, Kohaku lee la historia de Ebisu y Seiryu, algo que lo ligaba a él expresamente, había encontrado información muy valiosa para él, pues no sólo contaba aquella historia, sino que también mencionaba como poder comunicarse con Ebisu. Kuroki no tomó ningún rollo; pero encontró un pequeño pincel, estaba mordisqueado de la madera y las cerdas estaban completamente abiertas, descuidadas; seguramente alguien lo había dejado allí, olvidándolo. Yuzuki llamó a Rengo mientras este también buscaba, le mostró la notita y se avergonzó un poco, Yuzuki le pidió quedarse con la nota y él la dejo Rengo encontró algo que recitó de memoria a Yuzuki "...Si alcanzas la flexibilidad y la soltura de un recién nacido, entonces todos los objetos están vacíos de absoluto; conoce lo activo, guarda lo pasivo... conoce lo blanco... guarda lo negro." Shiori encontró un documento escrito por Rengo Mientras tanto, Kohaku terminaba de leer, acercándose a Yuzuki y Rengo, les contó que bajó a las cavernas de Tsu, y allí sintió algo...y ese algo dejó atrás escamas. Rengo tomó el documento mientras Kohaku hablaba, no tardó demasiado en reconocer el texto y sonrió. Pues siempre le gustaron los documentos con dibujos. Kuroki gritó que estaba seguro que Seiryu estaba en las cavernas de Tsu, Kuroki habló de Kibo y de cómo hasta se enfermó con él y Rengo en Nagoya... habían estado todo ese tiempo con un shijin. Rengo le dijo a Kohaku que seguramente en Tsu, Seiryu quería comunicarse con Kohaku pero Kohaku no supo escucharlo porque su energía estaba bloqueada Para seguir explicando, Rengo les mencionó que les mostraría su lugar seguro. Rengo los guio en el archivo hasta una sección secreta, siempre guiados por el viento. Aquel sitio era impresionante, era una tarima suspendida entre las rocas; una construcción adosada a la montaña. Kuroki tomó el látigo de Itami que se encontraba en el altar vacío. Los presentes disfrutaron de aquella vista tan calma Rengo le explicó a Kohaku que Seiryu estaba herido, que su energía disminuía conforme las escamas fueran usadas; y si usaba la escama para comunicarse con Ebisu, dañaría a Seiryu Rengo preguntó a Kuroki sobre el abuelo de Kibo, ya tenía esa sospecha de que ese hombre fuera Byakko, el tigre blanco, otro shijin. Kuroki afirmó También Rengo explicó lo que era el Qi "representa la vitalidad del ser que la porta; todos los seres vivos lo poseen, pero sólo los espiritistas saben usarlo a su favor." mencionó como por ejemplo el uso de la sangre toma parte de él. Kohaku decidió tomar la responsabilidad y hablar con Ebisu, Yuzuki le dio su apoyo a Kohaku, del mismo modo que Kuroki Kohaku aceptó y Rengo lo ayudó a completar el llamado a Ebisu Kohaku cerró los ojos, utilizó la escama y... escuchó... Al abrir los ojos, la escama se rompió en las manos de Kohaku; para acto seguido enfocar sus palabras en Rengo, le pidió hablar en privado. Guio a Kohaku por las escaleras adheridas en la montaña, guardó silencio hasta llegar a una distancia prudente, dónde nadie podía verlos o oírlos. Yuzuki regresó mientras al archivo a buscar mas detalles, allí encontró una ranita de origami que había hecho Rengo ya hace años "kero kero" Kohaku le dijo a Rengo lo que Ebisu le contó, la historia sobre dos almas. "una de luz, otra de oscuridad. Una vivía aislada, la otra oculta. Cuando Tsukuyomi venció a Amaterasu, el eclipse se cernió sobre el mundo y recrudecieron las calamidades. Entonces las dos almas abandonaron sus hogares y lograron encontrarse, guiadas por el eclipse. Ebisu dijo que Amaterasu necesita tanto de la luz como de la oscuridad para ser liberado, pero que hay... hay algo intentando apoderarse de la energía oscura...Dijo que era Mara, Rengo. Que Mara está intentando utilizar el eclipse para evitar la liberación de Amaterasu, y por eso... por eso existe shi. Ebisu dijo que no debemos destruirla, sino purificarla, y que para eso necesitamos encontrar a los cuatro Shijin" Rengo le explicó a Kohaku su fuerte vínculo con Mara y las responsabilidades que les obligaban a cargar tanto a él como a Kohaku "Busquemos a los Shijin. Sólo cuando sepa toda la verdad, decidiré que es lo que debo hacer. No puedo prometer nada ahora; no hasta que no exista duda en mi. No tomaré decisiones sin conocer todo. Eso es el camino del Sabio. Porque yo no conozco a Ebisu como tú; así como tú no conoces a Mara como yo. Debe existir un punto medio ¿No crees? Algo que ni tú ni yo hayamos visto" Ambos llegaron a la conclusión que dudaban aun de todo esto, y que aquello era sabio. Y no era lo único que Kohaku vería; ahora con sus puertas abiertas al vínculo entre la tierra y el cielo, su visión se expandía. Una visión que tal vez no deseaba tener pero ahora poseía. Por eso veía una imagen nublada detrás de Rengo que aparecía y desaparecía esporádicamente; así como veía a otra más nítida subiendo los escalones. Era un hombre, el cual parecía portar a shi. Rengo no parecía reaccionar ante la presencia de aquel sujeto. Kohaku veía al espíritu de Kaito. Y le preguntó a Rengo si lo veía Rengo negó y le preguntó que era específicamente lo que veía, le dió la descripción de Kaito y si era lo que veía debían correr Los dos corrieron nuevamente al archivo, los demás ya estaban allí, Yuzuki preguntó por qué llegaron corriendo de ese modo Rengo mencionó que era el espíritu de Kaito Harima, su abuelo. Era tarde, primero sólo Kohaku podía verlo; lentamente se fue materializando a los ojos de los demás. Era Rengo el único que no podía verlo. Kohaku entabló conversación con el espíritu, intentando entender que sucedía Yuzuki se colocó en posición de ataque defendiendo a Rengo, este no lo veía pero también desenvainó a shi Kohaku mencionó a Rengo que el espíritu quería hablar con Rengo, este se enojó "¿Hablar conmigo? No puedo, y si pudiera no querría hacerlo ¿Qué vas a decirme? Lo mismo que todos me dicen sobre Mara, me sé esas palabras; sé que me dirá que shi lo controló a él y pasará lo mismo conmigo ¿Qué es lo que debo escuchar del creador de esta katana? Yo no soy uno de ustedes, nunca lo he sido ¡Vas a darme tu sabiduría? La misma mentalidad que creó los problemas que ahora yo tengo que solucionar. Así que dime... ¿Qué quieres decirme que pueda interesarme? Los presentes pudieron ver las acciones de aquel ser; quien se abalanzaba a un ataque directo hacia Rengo; y éste, sin poder ver u oír nada; logró bloquear el ataque debido a una suerte innata; Rengo sintió la presión en shi mientras este era empujado por la fuerza de Kaito; pero no resultó herido, algo que genuinamente le sorprendió; por ello dejó escapar una ligera risa, la cual se difuminó casi al instante, una reacción de nerviosismo. Satou mencionó que tal vez Kaito quería que Rengo sangrara, pues esto era lo que potencializaba a shi Mientras tanto, Satou se puso a buscar mas cosas en el archivo Kuroki siguió las acciones de su padre pensando que era lo mas adecuado Satou mencionó que volvería, tenía una idea. Yuzuki mencionó el sello de luz de Shire; que tal vez aquello era lo primero que debían resolver, guardó su katana y también buscó algo en el archivo; dependían del conocimiento mas que de la fuerza Rengo se sentía muy preocupado, había traído a todos a esta situación y Kaito ya había atacado... comenzó a considerar las opciones que tenía Kohaku le dijo a Kaito que lo usara a él para hablar con Rengo, aunque este no sólo no pudiera oírlo, tampoco quería hacerlo. Todos intentaban darle soluciones a Rengo, le preguntaron que fue lo que hizo Itami para abrir la energía de Rengo. Las buenas intenciones de todos simplemente confundían mas a Rengo; pues Itami jamás lo ayudó, les había explicado que aquel que lo ayudó fue Mara y ahora no podía escucharlo. Rengo caí en la desesperación, si no hacía algo esto podía descontrolarse y tal vez Kaito dañaría a los presentes La información que encontró Kuroki fue escrita por el padre de Kohaku; hablaba del mal que causaba la energía obscura y como debía ser eliminada por completo Yuzuki encontró el significado del nombre de Rengo, y quien se lo había puesto: Hana. Kuroki dijo en voz alta lo que leyó "Alguien con esta energía, si pierde el control se le terminara por aparecerle Miasma y en resumidas cuentas, su propia energía lo posee y comienza a esparcir caos por donde pasa... Es... es como si fuesen dos bandos que buscan anularse uno al otro, pero los oscuros... como Kaito son los más peligrosos" Yuzuki se acercó a Kuroki y mencionó que era un textó de Taiki Ishikawa para luego aclara a Rengo "No se puede poseer ambas energías, pero unirlas, ¿se pueden unir? Establecer un puente de una a la otra, algo diferente a los sellos. Lo que encontré es de Hana, sobre tu nombre." Rengo estaba al límite, no sabía que hacer o pensar, estaba triste pero desesperado, todo era su culpa Kohaku también estaba muy angustiado así como el resto, el conjunto de emociones y confusión era demasiado para ellos. "¿Quieres salvar a Rengo, Kaito? ¿Es eso? Porque es lo mismo que aquí intentamos todos. Detener a shi, detener a Mara. ¿No quieres que Rengo acabe como tú?... ¿Y si podemos ayudarte a ti? Kaito, ¿nos dejarías ayudarte a escapar de todo... todo este negro y rojo?" Todos querían ayudar, todos querían hacer algo; todos sufrían y nadie mas que Renfo sabía que hacer. Rengo lo sabía, debía hacer algo debía pensar rápido superando su enojo y miedo "Todo por dominio... por poder. El yin no es más peligro que que el yang; la oscuridad no es mas peligrosa que la luz. ¿Por qué creen que necesito ser salvado? No necesito ninguna salvación, no soy corrupción, no soy maldad. No soy tan débil como todos creen; no soy indefenso; no, no... nadie me conoce, porque nadie quiere verme como realmente soy. Porque represento a la oscuridad" El sonido de la caja de música; la música de Hana. El poder que había logrado sellar a shi por todos esos años. Rengo sintió el dolor recorrer todo su cuerpo, volteó a ver de dónde provenía ese sonido. Kaito se había desvanecido, no podían verlo; Kohaku no podía escucharlo. Ahora estaba la presencia de Kato sosteniendo aquella caja de música. Detrás de él estaba Satou. "¿Por qué? ¿Por que yo siempre soy el problema?" se preguntó Rengo mientras era sometido. Yuzuki volvió a colocarse en posición de ataque, lista para hacer lo necesario en defensa de Rengo. Kohaku la tranquilizó y le dijo a Rengo que nadie entendía lo que estaba pasando, que eran ciegos ante un tema que desconocían y sólo buscaban ayudar "No eres el problema, Rengo. Podemos ser la solución." Kohaku mencionó que Kaito dijo que sólo quería ser útil Esa palabras tranquilizaron el corazón de Rengo, aun herido, aun debilitado y sometido, entonces lo entendió. Yuzuki se disculpó "Perdónanos por lo que sea que hayamos dado a entender, no era nuestra intención. Porque el mundo nunca ha sido solo claros y oscuros. Porque no podemos solos, ninguno de nosotros y queremos tu ayuda para entender, entenderte y entendernos" Kato ignoró a los presentes, si mirada estaba en Rengo; estoica, fría. Satou escuchó la recriminación de Yuzuki y bajó la mirada, él también sólo hacía lo que creía correcto. Kato cerró la caja de música "Uno debe aspirar a ser útil, pero nunca lo será si no entiende la causa a la que sirve." mencionó Kato hacia Kohaku "Eres un demonio, así como también lo fue Kaito, así como también lo soy yo" mencionó Kato hacia Rengo dándole el control de la caja de música "...el miedo frena a quienes se ven superados sin siquiera haber chocado armas...Sé útil." Kato se fue dejando todo su desmadre atrás. "Ahora lo entiendo, soy un demonio, un instrumento, una perspectiva, una palabra, una declaración..." Rengo lo entendía todo, se disculpó y asumió sus responsabilidades. Rengo se sentó en posición de loto y frente a su pecho comenzó a realizar una serie de mudras; movimientos en sus manos como el que marcó con Kohaku para hablar con Ebisu. Rengo selló sus emociones, abriendo su Qi nuevamente Kohaku sintió una fuerte energía en su pecho, una energía que no había sentido antes, una energía que provenía de Rengo, quien abrió los ojos, no había duda en ellos"No mas confusión; no mas rebeldía... solo vacío... sólo paz" Kohaku lo entendió, y preguntó inmediatamente lo que Rengo acababa de hacer. "Lo que debí haber hecho desde el principio; sin exponerlos a peligros inútiles que sólo nos hacen perder tiempo. Entregué mis anhelos y rompí el sello" Rengo se había ido Rengo les entregó talismanes a los presentes con su sangre, esto los protegería de espíritus como Kaito "Me disculpo por mi egoísmo. No volverá a suceder" Yuzuki vio a Rengo, no sabía que hacer, mas que recordarle que se peinara por la mañana Kuroki lloró y salió de aquel sitio hacia el Puerto. Kohaku mencionó que la máscara nunca era la opción correcta "Tal vez todo este tiempo huyendo sólo retrasé lo que debía hacerse. Y ahora soy lo que siempre debí haber sido." después de esas palabras, se retiró, debía tomar un baño. Kuroki bajó al puerto nocturno; no había nadie alrededor, estaba desolado; sólo los viejos barcos encallados y la marea rompiendo en las rocas. Kuroki subió al barco y encontró una vieja kunai que guardó, utilizaría su fuerza en un momento de necesidad absoluta; después con toda su frustración, enojo y decepción usó el látigo para entrenar un poco en soledad. Algo que lo llevaría a una noche de desvelo. Satou siguió a Kuroki y lo esperó en la playa Yuzuki le pidió ayuda a Kohaku, a traer de vuelta al viejo Rengo. Kohaku aceptó, mencionando que aunque Rengo mencionó que no debía ser salvado, el no lo veía así. Kohaku y Yuzuki se dirigieron al castillo para procurar descansar La noche pasó lentamente; Yuzuki y Kohaku se dirigieron al castillo dónde fueron recibidos; esta vez era algo distinto, el sitio estaba lleno, sus puertas habían sido abiertas y su gente descansaba en el interior; no había nadie quejándose, sólo movimiento constante, entrenamientos en el patio central. Jiin los reconoció, sus heridas habían sanado gracias a Sasaki quien parecía seguir atendiendo a varios de las personas mas heridas, ya no había sangre; pero si dolor. Ryohei estaba a un lado de Jiin, quien se notaba cansado. Hablaron un poco de lo sucedido en la guerra, también les explicó que estuvo en las mazmorras nuevamente, otra idea extremista de Kato debido a que Jiin le había ocultado a su familia, la cual no estaba ni estaría en Kamakura. Le explicaron un poco lo sucedido en el archivo y el rostro de tranquilidad de Jiin se convirtió en enojo; trató de relajarse para después llevarlo hacia las habitaciones dónde podrían dormir, para después mencionar que tendría que salir a encargarse de algo.
Misión de: Rengo; Kohaku; Yuzuki; Kuroki; Satou y Shiori La mañana había llegado, en el puerto, Satou y Kuroki mantenían sus ojos abiertos cuando el sol ascendía en Kamakura; pero las nubes no dejaban apreciarlo, sería un día de lluvia ligera, un día frío. En el castillo la brisa de la mañana se sentía por cada rincón; las flamas de los fogones se habían disipado, y los dejaba ante el frío de ese día. Pero nadie estaba despierto, parecía que por primera vez en mucho tiempo, habían dormido tranquilos, sin una sola pesadilla. Jiin parecía ser el único despierto, y Kato no parecía estar a la vista. Kuroki salió del barco para encontrarse con su padre; allí soltó sus frustraciones "¿Algún día podré dejar de detenerme a preguntarme con una seriedad de muerte si estoy haciendo bien las cosas?" Satou habló con su hijo, fue severo pero debía aclararle que las responsabilidades que el decía cargar, no eran suyas; y que si quería cargarlas, no se quejara de ellas. Satou se abrió ante Kuroki, le explicó que la frustración que Kuroki sentía con los eventos sobrenaturales, él también lo sientía, incluso con mas odio, pues le contó que no era el único de sus hijos, tuvo una hermana mayor, la cual fue robada por tener energía espiritual; y que toda su vida, Satou se a enfocado en recuperarla sin éxito. Y odiaba que Kuroki hubiera caído en ese mismo camino por culpa de Rengo. Satou también mencionó que seguiría a Kato en su misión. Yuzuki le preguntó a Jiin por la ubicación de Kato Kuroki se impactó por la revelación de su padre, no podía creerlo, tenía una hermana. Kohaku decidió ir a la cocina a preparar té Jiin mencionó que Kato saldría pronto de Kamakura y se estaba alistando porque su misión era eliminar a los demonios carmesí, agregando que entre ellos estaban la mamá de Shinrin y Takano. Y para la cereza del pastel, Jiin iría con él para intentar frenar una locura, por ello Kamakura debía quedarse a cargo de Rengo. Yuzuki le pidió a Jiin que le explicara sobre la madre de Shinrin y Takano; que le explicara lo mejor que pudiera. Jiin acepta y la guía a el viejo barrio de Kamakura. Satou quería que Kuroki entendiera que no debía complacer a nadie; que no le debía ni siquiera a él o a su madre, que ellos sólo buscaban verlo feliz. Kohaku se encontró con Take buscando algo en la cocina Jiin le hizo prometer a Yuzuki que no fuera a hacer algo precipitado con la información que estaba por darle, que no la usara de arma. Yuzuki lo prometió. Jiin le contó la historia de Kato Satou y Kuroki comenzaron a entrenar, después Shiori se acercó a ellos a observar Take le dice a Kohaku que no hay nada para hacer té por el desabasto de materiales e ingredientes debido a la guerra Yuzuki escuchó la historia, y entre mas información había mas incógnitas, le preguntó a Yiin cual era la razón de la misión contra los demonios carmesí; Jiin explicó que Kato peleó con Dai, el líder de los demonios carmesí en Saitami, y al ser el líder que peleaba con los Taira, debían los demás ser eliminados por traición, no sólo a Kamakura sino a los Minamoto. Jiin mencionó que iría con Kato para ver que no cometiera un acto vil sin una justificación pues Kato era demasiado severo en sus convicciones, pues sentía que el apego era una debilidad "A veces creo que ese hombre sólo busca darnos una escusa para matarlo" Kohaku fue a buscar miel junto con Ryohei Yuzuki le pidió a Jiin que detuviera a Kato de hacer imprudencias, Jiin lo prometió Yuzuki husmeó en aquel sitio pero no encontró nada útil sobre Kato (por sus dados de un dígito) Kohaku y Ryohei regresaron con la miel que consiguió Kohaku para preparar té a toda Kamakura como el buen niño que es El entrenamiento de Kuroki con Satou terminó, Satou venció pero estaba muy orgulloso de lo fuerte que su hijo se había vuelto. Shiori se acercó a ellos y ambos escucharon a Satou decir que debía irse ya Yuzuki se dirigió al santuario donde encontró a Rengo ordenando documentos Rengo le pidió a Yuzuki ayuda, pues pensaba ayudar a Kamakura a regresar a lo que era, pero sabía que para lograrlo no podría solo. Yuzuki aceptó ayudarlo Ryohei le indicó a Kohaku dónde encontrar a Rengo, así que Kohaku se dirigió al santuario, y obvio llevó tecito Satou se despidió y Kuroki y Shiori se quedaron pescando en el puerto Rengo mencionó a Yuzuki que quería que ella fuera a recuperar a Yorokubi y Kotono (hijo y esposa de Jiin) en Odawara para traerlos a Kamakura, dónde él podría cuidar de ellos. Kohaku llegó con el tecito entre la conversación con Yuzuki y Rengo Yuzuki le pidió dos cosas a cambio: la seguridad de que ambos estarían con bien bajo su protección, y también le pidió un abrazo Rengo propuso un pacto de sangre con Yuzuki para que ella supiera que él no rompería aquella promesa, y también le dio el abrazo, aunque sin emoción alguna Tanto Kohaku como Yuziki aceptaron la misión a Odawara; después de escuchar las palabras de Rengo, quién les explicó el por qué había tomado la decisión de abandonar sus sentimientos. Rengo le entregó a Kohaku la base del estudio del Omnyodo, con pensamientos claros y no dispersos Se hizo el sello de sangre entre Rengo y Yuzuki Kohaku los esperó afuera para evitar entrometerse en ese tema tan personal. Rengo le mencionó a Yuzuki que el hecho de enviar a Kohaku con ella era para que él no se sintiera abrumado con tanta información que había caído en él en tan poco tiempo, era una manera de alejarlo un poco para que pudiera respirar e internalizarlo Rengo mencionó que iría a buscar a Kuroki De ese modo, Yuzuki y Kohaku partieron a Odawara Rengo se reunió con Shiori y Kuroki en el puerto Shiori trató de decirle a Rengo que podía sentirse en libertad a su alrededor y que comprendía lo que había pasado, Rengo quien ya no tenía un atisbo de emociones, sólo supo ser cortés ante sus cálidas palabras. Kuroki se abrió con Rengo sobre sus dudas y emociones; pero nuevamente, las palabras caían en una persona sin emociones; quien respondía con cortesía, aceptando las emociones ajenas pero sin esperar reacción en él Rengo nota el látigo junto a Kuroki y sólo le dice que sea prudente, que no desvié su camino Hablaron sobre las responsabilidades y Rengo mencionó a Kuroki que él debía quitarse la atadura que tenía con el viejo Rengo, porque ese ya no existía. Rengo le encomendó a Kuroki y Shiori la misión de ir a Yamato a buscar a Sho Kamino y entregarle una misiva. Tanto Kuroki como Shiori aceptaron
Introducción de: Seikanji; Kaien; Akihito y Junpei Kaji y su esposa Midori contemplan lo que quedó del fuego alrededor de Otsu, había quemado el bosque "Es por ello que los recibo con los brazos abiertos, Midori. Ellos son el fuego de esta nación. Y nadie puede ir en su contra... El fuego no es sólo destrucción, Midori. También es vida." Los Ikeda avanzaron por el pasillo de puertas deslizables que se abrían para dar paso a los jóvenes. Fureku caminaba nervioso a un lado de Junpei, ninguno decía palabras, sólo avanzaron hasta llegar al fondo del corredor, donde una tarima central al centro los esperaba, un asiento central y dos almohadillas, una a un lado de aquel asiento central. Ikeda se sentó en la almohadilla de la derecha mientras Fureku en la de la izquierda. Allí permanecieron en silencio, hasta que el sonido de los pasos los obligó a levantar la vista hacia la entrada. Eran guardias quienes guiaban a otros tres jóvenes por aquel pasillo silencioso, llegaron hasta el fondo, dónde Fureku e Ikeda los miraban de frente, sentados en las almohadillas en aquella tarima, demostrando que ellos tenían una jerarquía mayor; aun así, el asiento central aun no habían sido ocupado. Tres sirvientes avanzaron hacia aquel salón y colocaron las almohadillas redondas para que los invitados tomaran asiento dejando el espacio pertinente para que el avance al asiento central no fuera entorpecido, no dejaron pequeñas mesas, lo cual demostraba que aquella ceremonia sería corta, aun así formal. Se presentó a Seikanji; protegido de la familia Yamagawa de Uji Se presentó a Akihito Shishio; tercer hijo de Rei Shishio de Kameoka Se presentó a Kaien Sabaku; protegido de los samurái de Muko Se presentaron a los jóvenes Ikeda; Fureku y Junpei Después de esas breves presentaciones, los tres invitados tomaron asiento y se mantuvieron en reverencia completa, con la frente en el suelo, pues el señor de Shiga, aun no estaba presente y no podían mostrarle sus espaldas mientras este avanzaba por el pasillo. Mientras tanto, los Ikeda quienes esperaban en las almohadillas en la tarima, bajaron la frente para ver al suelo, así no demostrar su irreverencia viendo directamente a los ojos a su señor. Así esperaron por varios minutos, sin poder hacer mas que eso, esperar. Por fin llegó el señor de Shiga; Kaji Akamatsu Kaji al inicio les dejó en claro que él era su nuevo dueño Kaji recibió los regalos de los invitados, un detalle de conducta entre la nobleza Kaji mencionó que la misiva que entregó Seikanji además de su obsequio era una noticia importante directamente de Shino Tair. Básicamente menciona que cada uno de los presentes tiene potencial, no sólo como guerreros sino también como futuros prometidos de su hermana menor Tomoe. Kaji se fue de aquella habitación seguido de sus guardias, dejando a los chicos solos. Fureku estaba interesado en los presentes, les dio la bienvenida a Otsu. aclaró que Kaji era su tío, su hermana estaba casada con su padre y que básicamente no eran libres de salir del castillo Seikanji inmediatamente sugirió salir y visitar la vieja casa de armamento Kaien mencionó que tal vez la regla de no salir era sólo para los Ikeda Fureku cedió, estaba convencido de intentar escapar para ir a pasear a esa vieja casa de armamento Todos salieron sin problemas del castillo, evitando a la guardia sin demasiados problemas; aquel lugar no estaba lleno de ellos pues la gran mayoría se mantenían a un lado del señor Akamatsu. Salir a las calles tampoco representó un problema para ninguno, ni siquiera Kaien que no eran tan sigiloso, logró burlar miradas inquisitivas y fluir con los demás sin retrasarlos un poco. Llegaron a la casa de armamento, aquel sitio estaba protegido por guardias, seguramente para evitar que miradas curiosas entraran, justo como las que acababan de entrar. Junpei entró por una de las viejas puertas corredizas sin hacer ni un sólo sonido. Ahikito logró adentrarse por una de las ventanas que tenía el papel de arroz destruido. Kaien se escurrió por debajo de los cimientos para salir por los respiraderos del tatami. Los tres se miraron mientras buscaban a Seikanji y Fureku. Seikanji se encontraba en las vigas del techo observándolos con diversión pues nadie podía percibirlo, había sido la sombra discreta, el silencio, la noche misma. Seikanji había entrado a aquel sitio por un pequeño hueco que se había hecho en el techo, y con su ojo entrenado logró aprovechar esa oportunidad para entrar rápidamente y así esperar a los demás en el interior. Allí en las vigas, algo llamaba su atención, un sable oxidado estaba incrustado entre la viga que sostenía a Seikanji y la columna que daba al suelo. El sable no tenía mango, sólo tenía tela atada al nakago una tela amarillenta. Aquel sitio estaba desolado; una fragua sin fuego; una piedra de afilar sin agua; no había leña cerca de la hoguera, sólo viento que se colaba entré el papel de las ventanas y puertas corredizas; aun así, aquel lugar era acogedor. Por una de las ventanas podían ver como a Fureku lo llevaban de regreso al Castillo no había logrado entrar a la casa de armamento. Pero gracias a eso, el sitio dejaba de estar rodeado por guardias; dejando aquel sitio abandonado para ustedes; podían entrenar en aquel sitio. Y para su fortuna, había armas de madera de todo tipo; podían elegir un arma a utilizar. Seikanji retó a Kaien y Akihito a un combate, aceptaron El combate había dado inicio; Kaien aprovechó la conversación amable que llevaban Seikanji y Akihito para atacar al primero desprevenido; si buen logró rozarlo con su arma, no implicó un gran daño como el que recibió a continuación, Seikanji empujó con tal fuerza a Kaien con una de sus kodachis que golpeó una de las columnas de la edificación; la cual soltó polvo sobre los presentes. Pero Akitito no se detuvo y también atacó hacia Seikanji, causando un daño menor en el joven de sonrisa amable. Un aplauso se escuchó al fondo, una quinta presencia. No estaba allí cuando ingresaron ¿No? Habían revisado cada recoveco con la mirada, y aun así no notaron su presencia. Había alguien mas y al parecer estaba descansando. Estaba vestido informalmente, mostrando su torso desnudo y cubierto de cicatrices. No estaba armado a simple vista y no parecía llevar un obi en su mano, lo que podía hacerlos llegar a la conclusión de que aquel hombre caminaba así por la calle, y no parecía importarle si lo tachaban de vulgar o indeseable. Levantó la barbilla y lentamente abrió sus ojos. Sonrió. Eran negros como la sombra, no.... no es que el iris fuera un color negro; en esas cuencas no había orbes, era vacío. Un vacío profundo e hipnotizante. Les dijo que tenían buenas habilidades de sigilo; pero eran descuidados en combate, tanto que el golpe de Kaien en la columna había desestabilizado la estructura y aquel sitio se desmoronaría, que lo siguieran. Negó. Para después escuchar a Kaien. Todos eran de voz atenta, jóvenes y de ligero andar. Tenían todas las cualidades e incluso mas que desconocía de aquella primera impresión, eran perfectos. La vieja casa de armamento se desmoronó frente a ustedes "¡Acostumbren sus ojos a esta vista! Porque nadie mas estará sobre ustedes, donde caminen todo caerá a sus pies" mencionó aquel hombre Guardias los rodearon, apuntando con sus lanzas hacia ustedes; el polvo no los dejaba verles los rostros; y fue aquel hombre que levantando su haori, creó una ligera ráfaga de viento alejando el polvo con un sólo movimiento. Abrió sus párpados y los guardias titubearon, sin decir nada levantaron sus lanzas y los dejaron avanzar sin repercusiones. Ya en las calles de Otsu avanzaron entre las personas que los observaban con admiración mientras cuchicheaban al verlos caminar detrás de aquel hombre. Les do una flor para que la entregaran a Kaji, una manera de decirle que ya había visto suficiente "Probaron no sólo sus habilidades ante mi, sino su determinación al escaparse de la jaula de oro. Porque cualquiera puede mantener pequeños gorriones enjaulados; pero los colibríes siempre escapan. Si no quedó claro ese hombre era Murai Sugita Seikanji mencionó que quería entrenar en ese momento, Murai los puso a prueba, podían escapar ahora con él o regresar con Kaji. Kaien y Seikanji siguieron a Murai; mientras que Akihito y Junpei se quedaron para avisar a Kaji Kaien le dijo a Akihito que no tardaran mucho antes de irse con Murai Murai se dirigió a Akihito "Tú juegas a favor de las reglas, aun tus pies caminan con miedo a quebrar el hielo debajo de ti, temiendo caer a un lago helado; pero las reglas son normativas que te atan. Si vuelves a mi; te enseñaré a volar. Porque yo, al igual que tú, viví con mucho miedo atado a las consecuencias de mis actos. Pero no importa que hagas, sea bueno o malo para la moral de quien te mira; nunca te respetaran si no aprendes a pisar sobre el hielo frágil. Sólo cuando aprendas a correr sobre el hielo sin romperlo, los demás te verán desde la orilla, incrédulos ante tus acciones, e incapaces de poder seguirte " De esa manera, Junpei y Akihito se quedaron atrás; y al parpadear, ya no pudieron verlos. Se había evaporado en el horizonte. Akihito y Junpei fueron guiados con respeto en el castillo; no los trataron como prisioneros ni los sometieron a tratos rudos; fueron llevados hacia el dojo; donde Kaji ya esperaba a un lado de Fureku, quien estaba cabizbajo. Kaji los observó notando la ausencia de los otros dos, inmediatamente llevó su mano a los ojos para cubrirlos, se mantuvo así unos momentos antes de separar la mano y erguir su espalda. Kaji estaba molesto por lo que había sucedido. Junpei y Akihito se disculparon, este último le entregó la flor que Murai le había dado. Kaji se tranquilizó, sabía que no podía enojarse con ellos porque fue él quien les puso las ataduras que no tardaron en romper, pero Junpei y Akihito se habían ganado el respeto de Kaji por volver a pesar de saber que habría represalias. Eso era valor. Kaji mencionó que Murai siempre rompía protocolos de cortesía así que no le sorprendía lo que había hecho. Kaji mencionó que Fureku debía quedarse en Otsu, pero tanto Junpei y Akihito habían ganado su oportunidad de ir a Koga, sólo que esperarían al amanecer porque quería mostrarles, algo. Kaji les entregó yorois a Junpei y Akihito "Se nos recuerda por los regalos que dejamos a los nuestros..." Fureku estaba sorprendido de ver a Kaji de ese modo, pues lo veía muy poco pero consideraba que el señor de Shiga era un hombre sin sentimientos. Al parecer si los tenía. Akihito preguntó a Fureku si había sufrido un severo regaño por ser atrapado antes. Fureku le mencionó que sólo trataron de sacarle información sobre la ubicación de los demás y el no dijo nada Fureku estaba sorprendido también de que no lo regañaron o castigaron como el creía, entendiendo que el señor Akamatsu era alguien que los trataba mas como familia que como objetos. Fureku estaba triste porque se despediría de todos, siendo que había pensado que por fin tendría mas compañía en el castillo Fureku les advirtió que se cuidaran porque al parecer Murai había perdido ya muchos alumnos Se reunieron a una cena ligera, incluso bebieron un poco de sake que fue enviado por el señor Akamatsu, fue poco; pues no los quería con resaca al día siguiente, pues debían hacer un viaje y siempre mostrar su completa integridad y no se flaqueza en vicios como esos. Los rumores entre la nobleza eran dardos despiadados que se debían evitar. Acabada la cena, regresaron a sus habitaciones las cuales habían sido calentadas; el futón era sumamente suave y su aroma era reconfortante. Lavanda.
Misión de: Takeda; Takano; Tsubaki; Clan Asakura; Hayato; Hashimoto El recorrido fue ameno, la carreta era dirigida por Gon, a un lado sentados iban Rei y Hinata quienes conversaban con Takeda y Takano quienes iban recostados sobre la paja, mientras que Ginko y Tsubaki descansaban recargados en ella. Hayato iba también en la parte trasera, muy cerca de Ginko y Tsubaki, pero él iba sentado con sus piernas colgando de la carreta. El viaje fue divertido, pues Takeda parecía estar molestando a Takano por su relación con Yuzuki, algo que Takano no negaba, pero trataba de desviar el tema sin éxito alguno. Hinata reía constantemente debido a la interacción de ambos mientras Hayato se entretenía tallando sus flechas, esporádicamente volteaba a ver a Ginko, pues al parecer algo quería preguntarle; pero jamás se atrevió, pues no quería inmiscuirse en temas de "adultos". Tsubaki durmió gran parte del tiempo, recuperándose de la pérdida de sangre y simplemente porque disfrutaba dormir. La ciudad era enorme, muy hermosa y con un aroma fresco; al entrar, fueron recibidos con cortesía; ocultos bajo el sombrero de paja. Bajaron de la carreta para dejar a los dos caballos que tiraban de ella; y fue bajando de ella que a Rei se le cayó el sombrero de paja. El encargado de los caballos abrió por completo los ojos, pues lo reconoció automáticamente, su fachada se había caído. La comitiva no tardó en aparecer El sonido se acercaba, era melodioso y estaba lleno de vitoreas y cantos alegres. Takeda sonrió mientras Takano y Hayato no parecían demostrar emoción alguna a lo que se aproximaba. Tsubaki, aun con manos atadas las levantó en júbilo; mientras que los Asakura ocultaban sus rostros de vergüenza; y así, el gran palanquín había llegado. Todos subieron e hicieron un recorrido por las calles, dónde las personas aclamaban al pasar, era una gran ciudad con gran vitalidad y alegría; así como lo eran los Asakura. Lentamente llegaron a un castillo, los Asakura seguían sumamente avergonzados; algo que a Takeda le causaba mantener aun mas su sonrisa. Al bajar del palanquín los recibieron dos siluetas reconocibles. Rei bajó la mirada para después reverenciarlos, Hinata y Gon hicieron lo mismo, seguido del resto. Los recibió un hombre quien se presentó como Toshikage Asakura, y él presentó a su esposa, Kaori Asakura. Kaori reconoció a Takeda porque en él vió a Sogo y Hana. Toshikage estaba muy feliz de ver Ginko nuevamente, porque amaba su cocina Los Asakura miraron a Takano, lo reconocieron como hijo de Kato, Hinata suavizó la presentación diciendo que su plan hizo que le ganaran a Kato en Kamakura Luego preguntaron por Hayato, este se presentó Por último preguntaron por Tsubaki, quien se presentó con todo y su apellido: Sugita Al instante Toshikage apuntó su naginata hacia Tsubaki; seguido de la reacción de Kaori con su katana acercándose al cuello de Tsubaki, quien ya había levantado sus brazos atados al aire. Takeda se interpuso diciendo que tenían mucho que explicar. Ginko también se interpuso diciendo que no necesitaban ser violentos. Toshikage y Kaori se detuvieron ante la voz de Ginko, respiraron profundamente al unísono y dejar salir el aire del mismo modo. Bajaron sus armas y relajaron su postura. Aquellos movimientos eran bastante coordinados, estaban en sintonía perfecta al momento del ataque. Preguntaron después por qué estaban en Niigata, Rei mencionó que por entrenamiento. Sus padres acusaron a Rei ante Takeda, diciendo que este escapo de Niigata porque quería darle la noticia directamente a Takeda de que los Asakura apoyaban su futuro matrimonio. Y que por esta imprudente acción tuvo que mandar a sus primos y Ginko y su padre a buscarlo Toshikage mencionó que si Takeda estaba allí era porque había aceptado llevar a cabo la ceremonia en Niigata Takeda no tenía idea de que hablaban Toshikague le explicó de la boda Tsubaki se enteró que Takeda estaba comprometido con Shinrin pero sijo que no habían llegado a Niigata por eso, pues la novia no estaba ni cerca de la prefectura se dirigirían a Sado Takeda se quedó petrificado por unos instantes, sus recuerdos lo llevaban constantemente a esa isla, sabía perfectamente lo que encontraría allí... o mas bien, lo que faltaría allí. Tsubaki explicó que Takeda debía despedirse como era debido de su maestro, así como Tsubaki. Y así cerrar por fin esa ausencia. Los Asakura no podían creer que Hiro tuviera hijos, pero vieron el parecido en Tsubaki, no sólo con Hiro sino con Murai. Le preguntaron por su madre, a lo que Tsubaki respondió "La mejor médico del clan Taira, es lo único que voy a decirles; porque no quiero decir mas, así de sencillo" Takeda mencionó que si quería ir a Sado Los Asakura aceptaron el deseo de Takeda, le dijeron a Rei que el no podría ir y que Gon y Hinata eran libres de hacer lo que quisieran. Ginko decidió ir a Sado; y convenció a Hinata también de ir con ellos Gon se quedaría Toshikage afirmó a las palabras de Ginko, satisfecho en que alguien se ofreciera a acompañarlos. Takeda observó a Ginko, aquella katana de Kenzaburo le traía los recuerdos de aquel a quien consideró un amigo, un arma que lo definía a él como guerrero, y ahora un médico la portaba. Takano mencionó que también Hashimoto iría a Sado y volverían lo más pronto posible para hablar de alianzas con los Asakura y de los posibles castigos que deben implementarse para los Harima sobre sus crímenes en Kamakura Kaori le agradeció a Takano, tomando el apellido Turusuke, que era de su madre; no Harima, de su padre.
Misión de: Takeda; Takano; Ginko; Hinata; Hayato; Hashimoto Introducción de: Besshou y Aoi Viajaron por mar en un bote; la isla no estaba tan lejos de la capital, y por el mar tardarían aun menos. En el camino, lograron ayudar a un grupo de pescadores, estaban perdidos pues una tormenta los arrastró lejos de las costas; lograron orientarlos y en agradecimiento les dieron monedas a cada uno de los presentes, pues habían salvado sus vidas, además de una buena ración de pescados. Era de noche cuando descendieron del barco en la pequeña isla de Sado; pero no estaban solos; había alguien acosando entre las sombras. Un ataque certero; uno dirigido exclusivamente a Takeda; quien inmediatamente trató de reaccionar pero fue en vano, su velocidad no fue suficiente. Incluso la visión de Tsubaki no fue suficiente, a pesar de su experiencia, a pesar de su habilidad no pudo hacer nada. Takeda sintió un dolor agudo que le recorría todo el brazo derecho; una punzada que le provocó una arcada mientras trataba de levantar su brazo sin éxito; llevó su brazo izquierdo al hombro derecho para sentir el calor de su sangre. Takeda comenzaba a desangrarse El atacante le preguntó a Takeda si recordaba a su hermano: Kumon Tokamatsu Ya Takano y Hinata se habían colocado frente al hombre misterioso. Aquel ataque no pudo ser predicho por nadie de los presentes. Ginko de inmediato acudió con Takeda a ayudarlo, su humor hizo que Takeda sonriera a pesar del dolor. Allí en la arena, Ginko pudo notar la gravedad de la situación, su brazo derecho estaba destrozado, era como si un oso lo hubiera desgarrado por completo; el hueso seguía intacto, pero no podía decir lo mismo del músculo y los tendones. No tenía remedio. Takeda lo miró y lo supo instantáneamente. Takeda mencionó a los presentes que aquella arma tenía tres filos Tsubaki se sentía confiado por la ventaja que tenían pero este hombre se había preparado por años, no estaba solo Aquel hombre presentó a su equipo: Shunkashūtō (las cuatro estaciones) Haru (primavera); Natsu (verano); Aki (Otoño); Fuyu (Invierno) este último fue el primero que atacó a Takeda Takano lanzó hacia Hashimoto la katana que el viejo le había entregado en Iwakura, pues estaba desarmado. El portó la de Yuzu pues vio el listón amarillo atado a su muñeca y pensó que no quería llenarlo de sangre. Hayato ya tensaba el arco en el fondo; mientras Hinata se preparaba en posición. Era un todo contra todo, nadie parecía parpadear en ese instante. Ginko se unió a la pelea dejando a Takeda descansando Natsu y Haru murieron Aoi intentó secuestrar a Takeda y falló Pero llegó su aliado y juntos se llevaron a Takeda mientras los demás peleaban Ni Tsubaki ni Fuyu se hirieron el uno al otro; habían esquivado constantemente, Fuyu fue el que gritó que se llevaban a Takeda Vieron un cuervo salir volando. Takano miró a Tsubaki quien afirmó y salió corriendo a la dirección de dónde provenía el cuervo. Fuyu lo siguió. Takano le indicó a Hayato que derribara al cuervo pero falló, Ginko también lo intentó y falló también Mientras tanto, los secuestradores estaban en una caverna escondidos. Eran tres: Sasayaki; Aoi y Besshou. Aoi jamás dio su nombre. Besshou sólo dio su apellido. En la playa, Hinata sugirió buscar pistas; Ginko las encontró como un gran detective. Mientras la mayoría concentraba sus energías en el área dónde Takeda había estado, Ginko avanzó un poco mas hacia el bosque de bambú, justo dónde aquellas personas habían permanecido ocultas; allí había huellas pero sólo llevaban hacia la arena dónde ahora sólo quedaba la sangre de Takeda. Y en lugar de seguir esa pista inútil, se detuvo a observar detalles más minúsculos, tal vez debido a su simple curiosidad, o a su habilidad para buscar entre las hierbas; fue entonces que notó como en el bambú había unas marcas, todas a la misma altura. No eran marcas usuales, y no se veían viejas, aun se sentía un poco del jugo del bambú fresco; esas marcas no tenían mucho tiempo allí. Takeda habló con los secuestradores quienes no lo habían amordazado, ni vendado ojos o atado de manos (aun tenía las dos pero la derecha ya no servía) Takeda entendía la posición de sus secuestradores, pero les aseguró que no confiaran en los Taira, el lo hizo en su infancia y le arrebataron todo, trató de convencerlos de abandonar la idea de entregarlo a los Taira. Aoi apresuró al grupo para movilizarse en la cueva Hinata y Hayato se quedaron en la playa mientras, Hashimoto y Takano siguieron a Ginko; la preocupación se le notaba en el rostro mientras seguían aquellas marcas las cuales los guiaron a una entrada a una caverna que a simple vista pasaba desapercibida. Fue entonces que el sonido del aire alertó a Ginko de una manera magistral; desenvainando la katana que perteneció a Kenzaburo y bloqueando el ataque directo de Fuyu, quien atacaba con gran velocidad. Ambos igualaron su fuerza y no hubo daño. Takano miró a Ginko, aquel médico que no quería matar, aun así con las cualidades para ser un verdadero guerrero. Takano les dijo que se quedaría a eliminar a Fuyu, que ellos persiguieran el rastro de Takeda. Fuyo mencionó a Takano que los destruiría a todos, pero Takano respondió "A veces olvidan que Takeda se convirtió en maestro cuando era tan sólo un niño." Fuyu escupió a un lado, preparándose para pelear después de escuchar tal insulto de Takano. Takeda trataba de convencer a sus secuestradores para que se unieran a él en lugar de servir a los Taira. Besshou pensó en traicionar a los Taira para unirse a Takeda Aki estaba preparado para sorprender a Takano con un ataque sorpresa y así dejar a Fuyu el camino libre para finiquitar su cometido; pero fue Tsubaki quien lo detuvo; iniciando un fuerte combate en su contra; ambos esquivando y bloqueado los ataques. Takeda escuchaba sus conversaciones; y veía como les era inútil poder escapar; Aoi trató de buscar una salida diferente, algo que pudiera ayudarles; no logró encontrar una salida pero si la verdadera naturaleza de aquella caverna; era una mina de oro. Sanezaku también trató de ayudar sin éxito; mientras Sasayaki también trató de crear una nueva salida sin éxito, pero al igual que Aoi, logró encontrar oro. Takeda intentó escapar entre la duda de los presentes al no escuchar ningún interés en su ofrecimiento; pero por su estado físico no logró hacer demasiado. Fue en ese instante que Ginko y Hashimoto se colocaron frente al enemigo; era un joven; una mujer y un hombre oculto en un sombrero de paja; este último parecía comenzar a temblar. Ginko había logrado encontrarlos en muy poco tiempo Sasayaki miró a Takeda e hizo lo que mejor consideró, llevando su antebrazo al cuello de Takeda mientras amenazaba su yugular con su kodachi. Era la única manera de salir con vida; era la última de las salidas. Takeda giró su rostro para dedicarle a su captor la mirada mas molesta que este había mostrado jamás. "Apelar ante la benevolencia de mis compañeros; jamás permitiré que me usen para dañarlos..." Takeda no podía mover su brazo derecho; pero esto no le impidió desenvainar a Genji con el izquierdo, y clavar su filo en las costillas de Sasayaki; quien desde el inicio no era rival para un maestro; era sólo un aprendiz aparentando ser mejor de lo que realmente era "Mi vida no está sobre ninguna otra. Son mis iguales... son mi familia. Y defenderé a los míos sobre cualquiera que busque hacerles daño. Esa es mi razón de existir: proteger" Aoi vio que eso no funcionaría, lanzó una bomba de humo y huyó. Sasayaki murió y Besshou se rindió ante ellos "Sólo era un emisario anónimo del Clan Taira, no tengo posibilidades de sobrevivir afuera con ellos persiguiéndome... tampoco el valor de quitarme la vida" Ginko mencionó que debían apurarse porque Takano peleaba fuera de la cueva solo contra Fuyu Takeda se apresuró mencionando a Besshou que iría con ellos Hashimoto se encargó de cuidar que no huyera o intentara algo mas, le quitó su katana. Fuyu explicó a Takano que para él, Takeda era un asesino a sangre fría y por eso quería matarlo. Salieron de la cueva para acostumbrar su mirada nuevamente al sol; allí encontraron la pelea de Takano contra Fuyu. Takano era la mano derecha de Takeda; mientras Fuyu era quien buscaba asesinarlo. Takeda pidió a Ginko que curara a Takano, el pelearía con Fuyu quien le recriminó "Vienes directamente a mi a aceptar tu castigo; bien. Cuando vine a esta isla a terminar el trabajo que le impediste a mi hermano continuar ¿Sabes qué fue lo que encontré? A tu maestro muerto ¡UN MALDITO SOL DE DIFERENCIA! ¡Me quitaste a mi hermano para siempre sólo para que tu maestro viviera una luna mas!" Ginko escuchó a Fuyu, aquello no le parecía justo, por lo que le preguntó a Takeda si aquello era cierto. Besshou se ofreció a ayudar a Takeda en la pelea, pero Hashimoto lo mantenía en resguardo. Mencionó a Takeda y Fuyu que se detuvieran, que guardaran energías y reanudaran su pelea cuando ambos estuvieran en la mejor de las condiciones. La verdad es que quería ganar tiempo y evitar una pelea. Ya era medio día, la pelea de Tsubaki y Aki continuaba; distanciándose un poco de la pelea que tendría Takeda y Fuyu. Takeda le dijo a Ginko que era cierto lo que decía Fuyu, él había matado a su hermano "Así es, mi verdadero nombre es Yagyu Takamatsu. Y aun traes la espada que forjó mi padre; no sólo vengaré la muerte de mi hermano, sino también recuperaré lo que le pertenece a mi familia. Ese hombre es un asesino, ¡un maldito asesino!" Yagyu, el verdadero nombre de Fuyu Takeda se mantuvo en silencio dejando que Fuyu descargara su odio hacia él, mientras este recordaba aquel día... el día que tomaría su primera vida en sus manos hace doce inviernos. El día que perdería sus emociones por años. Pérdida... dolor... ausencia... su vida se había definido por eso, la necesidad de llenar un hueco que siempre que creía empezar a llenar, se lo arrebataban. Takeda no diría nada ante Fuyu, no le arrebataría su dolor con sus palabras de justicia, porque su justicia era maldad para Yagyu Takamatsu; y nada que dijera o hiciera lo haría cambiar de parecer. Por lo tanto... debía pelear; porque eso era lo único que era adecuado, era la única respuesta que Yagyu aceptaría. Takeda no era cruel, sabía perfectamente que remover en el pasado en un combate alteraría el resultado; lastimaría aun mas al portador de la muerte. Porque no hay nada que decir cuando se es culpable; no hay disculpa suficiente para sanar un corazón encolerizado en combate; la verdadera justicia en ese momento era su muerte; debía pelear y que la justicia se definiera con el desenlace de la pelea. En esta historia; Takeda era el villano. Y Fuyu, la víctima. Ambos se abalanzaron al ataque; y las katanas chocaron. Ambas del mismo herrero; espadas hermanas que al chocar terminaron destruyéndose al instante. Algo dentro de Takeda retumbó; la voz de su maestro, la voz de Hiro. Llevó su mano al pecho como si eso retuviera el recuerdo, mientras sujetaba lo que quedaba de Genji cerca de su corazón. Era el mismo dolor, como si lo perdiera nuevamente allí. Se escuchó el aullido que Fuyu emanó; un dolor tan profundo como el de Takeda. Fuyu estaba vencido "¡Vamos! ¡Humíllame mas y manda a tus hombres por lo poco que queda de mi ¿Qué mas puedes quitarme?" Y cuando Fuyu levantó la mirada, se encontró con un Takeda con semblante estoico; como si aquello no hubiera herido su orgullo; como si el perder el brazo no implicara una desventaja; como si el invierno no le afectara..."Vive; vete ahora. No estabas destinado a tomar mi vida; como yo no tengo poder sobre la tuya; la respuesta es sencilla para mi." Fuyu estaba de : "Dejarme ir significa que dejarás escapar a un rival que de nuevo buscará la oportunidad para matarte" "Que así sea" Mencionó Takeda Fuyu prometió hacerse más fuerte y volver a buscarlo, escapó junto a Aki. Tsubaki le recriminó su decisión de dejar ir a ese hombre, su enemigo. "No, yo soy su enemigo; él no es el mío" (Amo a Takeda en Sado, lo siento) En ese momento Takano lo entendió. El por qué dejaba ir a Fuyu, el por qué había traído a Besshou con ellos. La idea básica del liderazgo es saber lo importante que son los militares para el país. Un verdadero líder debe marcar la pauta para el grupo, y por ello decide establecer su propia inteligencia y rectitud personal, preservando la humanidad desde el principio hasta el final, convirtiendo la justicia en su lema. Para Takeda, la justicia en ese escenario era su muerte a manos de Fuyu; pero ambos quedaron desarmados a la par, ambos destruyendo el arma que los sostenía; ambos quedaron vulnerables para el otro; y en ese estado, eran iguales. La justicia estaba mas allá de las manos de Fuyu, la justicia era vivir. Tal vez Takeda no seguía inadvertido en su crecimiento; pero se había convertido en un verdadero líder ese mismo día que perdió absolutamente todo. Takeda se dirigió hacia Besshou "Este es mi clan, mi familia. No es dar la vida por mi o mi apellido; es dar la vida por la justicia" Besshou se unió a los Minamoto Ginko agradeció las palabras de Takeda, su honestidad. Aoi en las cavernas se encontró con alguien, le preguntó por qué debía dejarla con vida si había fallado su misión, Aoi mencionó que viva sería mas útil. Aquel sujeto estaba de acuerdo Takeda le pidió a Ginko que cortaran su brazo por completo Aoi se convirtió en alumna de aquel hombre, que respondía al nombre de Wu Yon Ginko aceptó y sacó una cierra al ver esto Tsubaki se ofreció a cortarle el brazo y evitar la tortura que Ginko quería someter en Takeda. Aoi y Wu esperaron para escapar, escondidos en el bote en el que Fuyu y Aki escaparían. Anocheció; se mantuvieron alertas pero Hinata y Hayato no pudieron ver a nadie acercarse a la isla; sólo dejaron ir a Fuyu y Aki a órdenes de Takeda, al parecer los refuerzos del grupo que buscaba secuestrar a Takeda nunca llegaron, o lo hicieron de una manera muy discreta. Takeda descansaba en aquella vieja casa que alguna vez fue su hogar junto a Hiro Sugita y Obata Hattori; había caído inconsciente por el dolor y pérdida de sangre; pero Ginko había hecho un trabajo excelente después de que Tsubaki le cortara el brazo de un tajo. Takano hacía guardia junto con Hashimoto; mientras Hayato y Hinata permanecían en la casa abandonada Ginko se acercó a Takeda extendió la katana que perteneció a Kenzaburo "Necesito que aceptes portarla, al menos hasta salir de esta isla, te protegerá más si tú la blandes. Y yo, total, aún no recibido el llamado a la senda del guerrero" Takeda observó aquella vieja katana; había pertenecido a quien fue un amigo cercano, quien había intentado recuperar a Genji cuando esta fue arrebatada. Los ojos de Takeda se nublaron, torpemente limpió su rostro con una sola mano, sintiendo aun ese miembro fantasma; era así como se sentía perder a un amigo, a veces era difícil la pérdida porque el recuerdo aun estaba presente, como si se sintiera aun la presencia de esa persona. "Eran katanas gemelas ¿Lo sabías? La mía y la de Kenzo" Besshou habló con Tsubaki asegurándole que ahora pertenecía al clan Minamoto Takeda sugirió que Ginko y Besshou entrenaran con él (no quería sentirse inútil) Besshou estaba preocupado por Takeda, entrenar en ese estado era peligroso, hizo analogía sobre la agricultura, algo que conmovió a Takeda; Ginko peleó con Besshou al respecto, alegando que él si entrenaría Takeda mencionó ante Besshou que él no era la semilla, que él era el agricultor que debía proteger la cosecha; y como agricultor no podía descansar. El objetivo de Takeda no era mantenerlos en forma; eso es responsabilidad de cada guerrero; pero su verdadero deber como líder, era mantenerlos unidos, enfocados a un objetivo en común. Besshou y Ginko se unieron con Takeda al entrenamiento El entrenamiento terminó. Tsubaki se aproximó a Takeda diciéndole que era momento. Takeda explicó que la razón para venir a Saso era poder despedirse propiamente de su maestro, quien murió en ese sitio. Ginko acompañó a Takeda y Tsubaki mientras Besshou se quedó con el resto en la casa abandonada. Hashimoto mencionó en la casa abandonada como él también había servido a alos Taira, ni mas ni menos que a Sakurai Taira (parde de Shino Taira:Emperatriz) Los presentes se presentaron con Beshhou. Y sin más demoras, decidieron avanzar entre el bosque siguiendo a Tsubaki; quien los guio hasta la costa, donde la luz de la luna iluminaba con intensidad el mar. Frente a ustedes estaba aquel pilar, al cual Takeda se acercó para recargar la saya con Genji destruida. Takeda se colocó de rodillas, recargando su peso en sus piernas mientras contemplaba aquel pilar Tsubaki explicó que su madre habría creado esa tumba como despedida a Hiro Se guardó silencio un momento frente al pilar; después Tsubaki rompió ese silencio con el sonido de un descorche; había llevado mas sake. Repartió unos pequeños vasos de madera que seguramente recogió de aquella casa abandonada, tuvieron que soplarles un poco para quitar el polvo por completo. Tsubaki sirvió a cada uno sin demasiado cuidado. Ginko no bebió pero fumó Allí hablaron de los recuerdos, como Takeda veía a Hiroy lo que había significado para él Terminaron bromeando mientras se terminaban el sake y el resto lo vertían en la tumba. Se mantuvieron allí hasta que el frío los obligó a volver a la casa abandonada. Lentamente; Takeda, Tsubaki y Ginko entraron a la casa abandonada; olían a opio y alcohol pero no estaban perdidos en sus sentidos; era momento de descansar, para al siguiente día, dejar Sado atrás.
Misión: Kojiro; Togashi; Masamune y Fuyi El recorrido fue de dos días, ninguno viajaba a caballo así que fue un poco cansando, aun así los espíritus estaban al máximo debido a que Fuji trataba de dar lo mejor de si para mantener los ánimos arriba, a pesar de lo que había acontecido en la guerra, pues ella también recordaba a Mao y Kenzaburo, cuidó las katanas de ambos, conocía el pasado de ellos y por eso le dolía su partida, aun así no podía permitirse caer en una tristeza imposible de superar; a pesar de también estar preocupada por el paradero de Matsuda. La entrada a Nagoya tenía un precio. Quince monedas que cada uno tuvo que entregar, para después entrar a las calles atiborradas de personas que corrían de un lado a otro, era una ciudad comercial por lo que no podían pararse a detener y observar las nubes con calma. Avanzaron hacia la armería, aquel sitio parecía una casa, no un taller; era enorme y en su exterior había dos guardias quienes los acompañaron al interior. Yamamoto estaba lijando una kodachi, se mantuvo así por un tiempo sin siquiera levantar la mirada y verlos. Cuando terminó sujetó el filo y lo miró a contraluz para después sonreír al ver el brillo y la hoja recta. Yamamoto se sorprendió al ver a Masamune Kojiro se presentó y Yamamoto lo reconoció por ser hijo de Jinrai Fuji se presentó y la reconoció porque Matsuda le mostró su arma semanas atrás y allí estaba la firma de Fuji Yamamoto vio el arma de Togashi y pidió verla, Togashi se presentó como Minamoto y le entregó la katana Yamamoto sonrió ante Togashi, tomó el arma con cuidado para después desenfundarla colocarla en una mesa de bambú con gran cuidado y desarmarla. Por un momento, Fuji mostró preocupación en su mirada, después el semblante se relajó; pues ya no ocultaban nada. Yamamoto le dijo que aquella katana fue forjada por Kato Harima, algo que no sólo confundió a Togashi sino también a Fuji, ella no había visto el nombre Harima, y Togashi sabía que era un arma de Masamune Yamamoto le contó la historia de como los Minamoto siempre usaban forjas de Masamune; pero Hana le había pedido a Kato un regalo para su último hijo porque Masamune ya había desaparecido de Japón, pero sabía que Sogo no aceptaría una forja que no fuera de Masamune, por eso Hana lo engañó con ese sello falso Mencionaron que venían a entrenar como herreros y que Kojiro buscaba una nueva nodachi Yamamoto miró a Togashi, lo tomó del hombro y lo guio al exterior en su patio, allí había tres grandes piedras: hierro, carbono y plomo; le entregó con pico de excavador Kojiro salió para observarlo, se recargó en uno de los árboles de aquel patio, bajo la sombre y observó atento a Togashi, sin perder interés alguno. Kojiro le dedicó un haiku Y así, entre tanto trabajo, la noche descendió sobre Togashi; Kojiro dormía ya debajo del árbol mientras el herrero veía el resultado de su esfuerzo de ese día. Al parar con los golpes en la piedra, Kojiro despertó, como si la melodía de cuna hubiese terminado. Kojiro le dedicó otro haiku para después decirle que era fuerte Togashi le contó la historia de su hermano a Kojiro y cómo extrañaba la poesía de Gonsake; y Kojiro en cambio le contó su pasado con Kaori, aquella que sería su primera alumna [Nuevo bromance?] También, Kojiro confesó que quería romper la katana de Togashi al enterarse que era forja de Kato Kojiro le mencionó a Togashi que los herreros tenían una perspectiva diferente; pues destruían la piedra para construir algo mas fuerte y aquello le parecía poesía pura Kojiro pensó que tal vez por esa razón Kato lo dejó con vida, para destruirlo y después construir algo mejor "El filo del sable tiene dos opciones, destruir o construir. Si decides matar estás destruyendo; pero si dejas vivir, estás construyendo" Kojiro le dijo a Togasho que su hermano siempre estaría con él, porque ahora Togashi era poeta, decía que cada movimiento de Togashi era parte de la esencia de su hermano. Kojiro gritó con fuerza y le dijo a Togashi que debía hacer lo mismo, así dejar libre su espíritu "¡Yo, Togashi, seré el mejor herrero de Japón! ¡Y en mis armas impregnaré el poder y la poesía de mis hermanos y los Minamoto!" Gritó Togashi con fuerza Kojiro avanvó para adentrarse a la armería; la cual desprendía un calor abrasador. Y allí se encontraban los otros tres herreros, golpeando en sincronía aceró al rojo vivo. Togashi había recolectado materia prima para crear bloques, regresó a la armería, listo para iniciar su entrenamiento en la forja Yamamoto le indicó como trabajar la materia; como separar sus componentes, limpiarlos y dejarlos perfecctos para la fundición Lo guio a la forja dónde los moldes de arcilla para los bloques estaban listos, le entregó los guantes de piel que el llevaba puestos; Togashi ya no era un simple principiante, sabía que hacer. Fundió los materiales y al esperar a que estos estuvieran en el estado perfecto, dejó fluir el material en los moldes. Yamamoto vio el hachimaki en la frente de Togashi, la cresta Arau; habló de ellos como de los Okudera, herreros de herramientas de cultivo y hogar, Yamamoto respetaba sus forjas, e incluso le mostró a Togashi un arador de los Arau Descansaron un poco, los bloques estarían listos en unos momentos mas, debían reposar y volverse sólidos nuevamente. Pero esta vez renacerían sin ninguna impureza; perfectos para trabajar con ellos. Togashi formó todos sus bloques: uno de acero, uno de cromo y otro de carbono Yamamoto le dijo que continuarían por la mañana, ya que el material debía de estar completamente frío. Togashi decide explorar un poco Nagoya y se dirige al santuario. Togashi entró al santuario; era un sitio amplio y muy hermoso; contaba con un patio central dónde un estanque se mostraba pulcro; detrás una pagoda completamente cuidada, nada estaba fuera de lugar, su pintura era impoluta. Al centro del patio se encontraba un monje barriendo las hojas; pero no era un monje común, portaba a su espalda distintas armas, y a su muñeca un mala de madera, como Takeda; algo que le indicó a Togashi que aquel hombre debía ser budista. El monje reparó en la presencia de Togashi: Era Benkei Una pequeña también se acercó para vigilar que Benkei no asustara a los visitantes con su apariencia: era Kawa Togashi mencioono a Kawa que la había visto de lejos en el santuario en el barrio moderno de Tsu Kawa observaba a Togashi para tratar de reconocerlo, no parecía preocupada en lo más mínimo. Benkei observó a ambos confundido, no sabía si debía prepararse para otro enfrentamiento. Se presentaron, y el ambiente se relajó Togashi pidió que le enseñar a rezar por las almas de aquellos que ya no estaban mas. Benkei le explicó que en el budismo el alma trasciende para volver a renacer; le explicó que los ritos funerarios eran pasajeros; pero que el budismo se enfocaba en honrar su memoria viviendo una vida bajo el dharma: caridad, cumplimiento de preceptos; humildad; energía; meditación y sabiduría Togashi le contó su pasado a Benkei; algo que sólo había hecho con Tetsuo. Y así habló para honrar la memoria de los caídos, desde su hermana hasta Kenzaburo, Takami, Mao e incluso Chikusa. Benkei al sentirse conmovido por la historia de Togashi, también contó su pasado, explicando el por qué había recurrido al budismo Togashi preguntó por el significado del mala en la muñeca de Benkei, algo que también había visto en Takeda; Benkei le explicó su funcionamiento Togashi le pidió uno y Benkei afirmó Togashi pasó la noche en el templo.
Misión de: Akihito y Junpei Amaneció y Fureku los siguió a la salida del castillo; allí estaba la esposa del señor Akamatsu; Midori, quien se despidió de ustedes con una sonrisa El señor Akamatsu no estaba presente para despedirlos; pero pidió a su esposa que les dijera que tuvieran un buen viaje Fureku se veía triste pero aun así sonreía mientras los despedía Fureku les dijo que sería un entrenamiento difícil, que se cuidaran entre ellos Así, subieron a las carretas tiradas por caballos; eran escoltados por cuatro guardias que los cuidarían en el camino. Se dirigieron a Koga, llegarían rápidamente al no ir a pie.
Misión de: Takeda; Takano; Ginko; Hinata; Hayato; Hashimoto y Besshou Por la madrugada; Hinata y Hayato cambiaron la guardia con Tsubaki; quien se dedicó a pescar en su tiempo libre; había logrado capturar suficientes pescados para darse un buen desayuno por la mañana con todos los presentes. Hayato fue el primero en despertar, estaba aburrido; así que decidió salir a explorar; Takano quien siempre se mantenía alerta, despertó al escuchar los pequeños pasos de Hayato alejándose, por lo que decidió seguirlo, no sin antes despertar a Hashimoto para que cuidara a los que aun descansaban; Ginko merecía dormir, había trabajado demasiado el día anterior; Takeda aun se recuperaba y Besshou seguramente había pasado malas noches a órdenes de los Taira. Takano también estaba agotado; pero no podía perder a Hayato en una isla, debían estar preparados para saquear la mina y después irse sin perder tiempo. Takano siguió a Hayato, gritándole en el bosque y con ello provocando que la presa de Hayato escapara alertada de los gritos de Takano Hayato recriminó a Takano por ser tan ruidoso Takano se sentía humillado; siempre se había quejado de lo ruidoso que era Takeda y Chikusa; e incluso como Jiin o Yuzu; y ahora se daba cuenta que se había vuelto como ellos [Se está convirtiendo en lo que juró destruia! xD] Ginko avanzó hacia Tsubaki y le pidió permiso para cocinar los pescados que había obtenido, Tsubaki se emocionó pues la verdad él se consideraba mal cocinero, así que le dio derecho creativo a Ginko Pero nadie se emocionó mas que Hinata porque amaba la cocina de Ginko Hayato y Takano se acercaron, Hayato se alegró de que Tsubaki había conseguido comida, ya que Takano espantó la que el cazaba. Takano informó que después del desayuno irían a conseguir oro a la caverna Besshou preguntó si debía emocionarse o alegrarse de que Ginko cocinara Ginko cocinó cual chef Todos se maravillaron con la comida que Ginko preparó Comieron con calma a pesar de que Takano los observaba para presionarlos; pero no dijo nada, a pesar de que parecía querer hacerlo. Soportó el impulso de ponerse a gritar, no por ello bajó la guardia. Hashimoto los guio por las cavernas, recordando el sitio dónde habían encontrado a Takeda; allí seguía el cuerpo de Sasayaki, comenzaba a descomponerse por lo que el aroma no invitaba a permanecer mucho tiempo allí abajo. Era momento de sacar oro! Sólo Takeda pudo obtener oro Regresaron a Niigata
Misión de: Hideyoshi y sus seis jinetes: Yuta; Masaharu; Keitaro; Genichi; Reijiro y Shinkai. El trote fue constante y nadie sobre exigió a su monta; llegaron a Mito sin contratiempos; y al ser inspeccionados por los guardias del cuartel general, recibieron reverencias Reijiro observaba todo con su silencio usual mientras Masaharu y Keitaro bajaban de sus montas para entregarlas en el establo todavía en las afueras de la ciudad. Los demás no tardaron en hacer lo mismo, al igual que Hideyoshi. Aquellos seis jinetes eran tratados con sumo respeto, así que le atribuyeron su buena fortuna a Hideyoshi, su señor Hideyoshi mencionó a sus hombre que ninguno le debía nada, después les dijo que irían por unos buenos tragos Fueron al shukusha y fueron recibidos de inmediato por una joven seguida de varios sirvientes los cuales les entregaron calcetas nuevas para pisar la madera del lugar; el sitio tenía un aroma de fresco abedul, algo que relajaba los sentidos. Los llevaron a una habitación privada dónde toda una mesa los aguardaba, las almohadillas estaban completamente esponjadas, como si fueran nuevas; algo que se podía apreciar. Les fueron a traer alimentos y bebidas Había una persona en la entrada a la habitación; llevaba la indumentaria de un noble de corte, pero su tocado indicaba que aun no era tan alto en estrato, aun así era alguien con poder en la política interna; se presentó ante Hideyoshi como: Eiji Nakamura Eiji mencionó que la casa Miura lo invitaba a una presentación de caligrafía Eiji los dejó y Hideyoshi y sus hombres disfrutaron de una comida bastante amena, estómagos vacíos estaban nuevamente llenos y gargantas secas podían volver a sentirse humedecidas. Hideyoshi se levantó para dirigirse a sus menesteres dejando a sus hombres libres, como había ordenado, así que ninguno lo siguió. Tampoco es que Hideyoshi necesitara una escolta, por lo que no parecían preocuparse demasiado. Al llegar al dojo escuchó los golpes característicos de la madera golpeando una contra otra, era un sonido bastante relajante a pesar de que indicaba una explosión de energía. Allí logró verlo, con la misma vitalidad de siempre, con el cabello más largo pero en ese mismo blanco ya muy característico de él: Aoshi, su maestro. Hideyoshi mencionó que había vuelto a terminar su entrenamiento Su maestro le enseñó la técnica de su escuela: "La respiración es algo que damos por sentado: no nos detenemos a analizar que sobrevivimos por algo que haces sin racionalizar; pero cuando se nos es privado, el pánico a la muerte viene instantáneamente a nosotros. Eso es el combate, Hideyoshi. El combate es el aire, debemos hacerlo sin detenernos a analizarlo, respira Hideyoshi, respira..." Hideyoshi la replicó una y otra vez para lograr perfeccionarla Aoshi regañó a Hideyoshi por no defenderse del ataque una y otra vez... Los alumnos que estaban presentes se retiraron; pues Aoshi había terminado el entrenamiento por hoy, debía conversar con su alumno Hablaron de la guerra; para que después Hideyoshi le preguntara sobre su vida personal. Aoshi mencionó la muerte de su mujer: Ayaka Aoshi le sirvió tecito a Hideyoshi Aoshi le mencionó que ahora entrenaba a aquellos dos estudiantes: Hamasaki y Shima quienes habían perdido su hogar en la ciudad de Kobe Aoshi le preguntó por Takeda Hideyoshi mencionó que Takeda aun estaba creciendo como hombre y líder del cla "Takeda es el último Minamoto de sangre, y con sus errores y virtudes, elijo sus virtudes." Aoshi entendió que su objetivo era derrocar al Emperador y eliminar al clan Taira; por lo que preguntó si eso era realmente suficiente, pensaba que estaban desperdiciando su tiempo Aoshi aclaró ante Hideyoshi que si el objetivo de los Minamoto era tan simple; no se separaban mucho del clan Taira Hideyoshi reafirmó a su maestro que no era así "Maestro, nosotros somos diferentes a los Taira por la gente que llevamos con nosotros. Gente que respeta los códigos y costumbres de los japoneses. No pisoteamos a los débiles. ¡Somos diferentes!" Aoishi le aplicó el meme de "No lo sé Rick, parece falso" Aoishi mencionaba que sólo tenían la idea de como llegar al poder; pero no escuchaba nada de lo que harían después, no tenían planes y eso le preocupaba a ese vieje maestro Hideyoshi no había pensado en eso, por lo que en ese momento dejó su mente correr "En principio le recomendaría reformar la corte, para quitarle peso a las decisiones del emperador y que la autoridad del gobierno se la divida con la gente de su corte, y no que la misma sea un mero adorno como es hoy en día. La segunda medida que le aconsejaría a Takeda sería fomentar la unión de Japón. Pero con tanta querella interna es difícil, por eso no hay nada mejor para consolidar el sentimiento de unidad entre los japoneses que un enemigo en el exterior. Una invasión a la península de Corea" Aoshi también habló "la mentalidad de un artista marcial no es el conectar el golpe; es ir más allá de eso. No debes marcar el golpe en la madera; debes tener la mentalidad de que vas a traspasar esa madera, y si no piensas de esa manera, la madera siempre estará en pie por mas que la golpees. Tanto tú como Takeda siguen marcando los golpes en la madera, mientras que Akishino y el clan Taira rompe cada madera en su camino. Veo que tienes razón; son diferentes a ellos" Hideyoshi trató de contradecirlo, pero mejor desvió el tema, preguntándole que haría ahora. Aoishi le dijo que iría a la presentación caligráfica en el palacio No ahondaron mas en el tema, no lo necesitaban; el tiempo hablaría. Podrían tener diferencias; pero nunca se perdería el cariño y respeto entre ambos. Sin mas dilación, Aoshi y Hideyoshi se dirigieron al castillo. Le castillo era un grupo de edificios rodeados de un jardín en los que prevalece la simetría, con elementos situados a izquierda y derecha de un eje central, lo que da cierta formalidad natural. Los hombres de Hideyoshi tuvieron que esperar fuera del recinto. Los cuchicheos no tardaron cuando vieron entrar a Hideyoshi junto a su viejo maestro, un par de sirvientes se acercaron y los guiaron a un gran salón donde ya varios se reunían alrededor detrás de pequeñas mesas con alimento y bebida, todos posicionados a los extremos para dejar el pasillo principal despejado hasta llegar al centro de la tarima, por el momento vacía. Los nobles se fueron sentando mientras algunos hablaban de mesa a mesa aun sin tocar nada de los alimentos. Entre los presentes, destacaban siete individuos: Momoi Tadao; diplomático del clan Nomiya de Gifu. Osaki Waotaka; diplomático del clan Murakami de Aichi. Coda Katzumi; diplomático del clan Ashikaga de Gunma. Seto Atsumori; diplomático del clan Imagawa de Ishikawa. Tanaka Tadao; diplomático del clan Shingen de Yamanashi. Ryutaro Okada diplomático del clan Oda de Fukui. Basho Takechi diplomático del clan Mori de Fukuoka Una mujer entró caminando por aquel pasillo hacia la tarima. Todos inclinaron levemente la frente. Aoshi y otros guardias hicieron reverencia; era Shoko Miura, señora de Ibaraki Aquello tomaba desprevenido a Hideyoshi; quien sabía que Junichiro Miura era el líder de Ibaraki; si aquel hombre no estaba allí sólo significaba dos cosas: había caído enfermo así como el señor de Mie; o había muerto, así como el señor de Nagano. Un joven de al menos unas veinte primaveras ingresó al salón, los sirvientes colocaron una mesa al centro del pasillo que había permanecido libre; allí tomó asiento el joven Hiruma Miura. Allí, los diplómaticos hicieron varias preguntas al joven Hiruma quien debía responder en caligrafía, por lo que se limitaba a una respuesta de pocos kanjis. Hideyoshi hizo su pregunta al joven quien respondió: 名誉 [Meiyo- Honor] La ceremonia de caligrafía terminó. Casi todos los presentes aplaudieron, aquellos que se contuvieron fueron Momoi Tadao y Basho Takechi quién observaba a Ryutaro Okada, era difícil entender aquella mirada. Hideyoshi y Okada conversaron un poco; Okada era un poco chismoso lo que desesperó a Hideyoshi, no sólo por sus palabras sino también por su constante uso del abanico Hideyoshi; harto de Okado se acercó a Takechi; pues era curioso al saber cual era el roce político que tenía con Okada. Takechi mencionó que Kukuoka ya no estaba en buenos términos con Fukui, así como tampoco con Shizuoka o Kanagawa Takechi le mencionó que tenía un mensaje para que entregase a Takeda; pero no podía dárselo allí, le mencionó que lo vería por la noche en el santuario El santuario era sintoísta, y estaba ataviado de gencianas azules rodeando un arco torii en vívido color rojo. Takechi se encontraba esperándolos rodeado de dos linternas de piedra, la llama no danzaba, no había aire para hacerlo. Hideyoshi se reunió con Takechi junto a sus hombres y Aoshi. Takechi le dijo que su señor le dirigiría unas palabras Y ese señor... era AKISHINO "El origen del sasarindo, el emblema de los Minamoto; el maravilloso brillo azul que me trae el recuerdo de Sogo Minamoto. El ingenuo defendía con orgullo el significado de esta flor, la cual florece dos veces al año... dos inicios; de allí que a los Minamoto se les conozca también como Genji; la genciana florece en primavera y verano ¿Pero que tiene de especial florecer bajo el sol? Y aun así se atrevían a llamarla la flor de las cuatro estaciones, por eso tuvieron que agregar el bambú al emblema, pero nadie ve al bambú, sólo ven los pétalos de la genciana sólo porque es más llamativa. Es una flor tan frágil ¿No lo cree así, señor Soga? Una flor a fin de cuentas, al igual que el crisantemo..." Akishino desenvainó su katana e hizo un corte rápido a la genciana frente a él. Hideyoshi levantó la genciana con el movimiento de sus kodachis "Esas flores crecen en la adversidad, pueden ser cortadas y caer al suelo. Pero pueden retomar vuelo con el impulso del viento de la historia. Tarde o temprano perecen, como todo en este mundo, pero antes de perecer la flor logró volar por el firmamento." Las palabras de Akishino no parecían ser tan claras "Hay un viejo proverbio que le enseñé a Takeda hace ya varias estaciones. La hoja que cae no culpa al viento. He cortado la flor; sólo esperaba verla caer al viento. Pero hoy has vuelto más interesante el juego; ahora quiero ver cuan alto la levantas antes de la estrepitosa caída" Takechi hizo una reverencia mientras el anciano se alejaba con paso firme hacia el interior del santuario; el cual se iluminó de inmediato en el interior, en la entrada estaba Eiji Nakamura deteniendo las getas del hombre al que ahora parecía estar sirviendo. La luz ahora presente, demostraba a los guardias que esperaban en el piso superior con flechas, los cuales relajaron la tensión de sus arcos al verlo entrar. Todos portaban yoroi dorado. Takechi tomó de su obi una antorcha apagada que llevaba consigo; la prendió en el fuego junto a él haciendo que la linterna titilara mientras la antorcha absorbía la llama en su punta; al prenderse, Takechi la arrojó cerca de una mancha de sangre junto a una de las montañas de Hideyoshi. Takechi miró aquellos abanicos, Hideyoshi los reconocía, eran de Okada Takechi mencionó que Okada había muerto; y que gracias a que Aoshi no estaba en el castillo, fue sencillo eliminar a los Miura. Salieron del Santuario, no había demasiado por hacer allí ahora que habían visto el grado de protección el cual poseía aquel hombre. Al salir una voz se escuchó entre los bosques de los alrededores "No vayan al castillo..." la voz era tenue, se escuchaba herido. Aoshi lo ignoró y fue de todas formas Hideyoshi indicó a Yuta; Keitaro y Shinkai que se quedaran con él y el resto siguieran a Aoshi. La voz en el bosque era Tanaka Tadao; diplomático del clan Shingen de Yamanashi. Estaba gravemente herido, no sobreviviría aquella noche Tanaka le dijo a Hideyoshi y sus montañas que el Emperador tendría un heredero próximo a nacer. Fukui caería. Planeaba una guerra contra Nagano, y que había tomado Ibaraki. Tanaka le dijo que huyera a Kofu en Yamanashi, allí tendría aliados que podrían apoyarlo, porque responderían a un Soga. Tanaka muere Hideyoshi miró a Shinkai y le dijo que fuera con su hermano y los demás, que informara todos los detalles y se reunirían detrás del dojo o en Kofu. Shinkai fue en búsqueda del resto. Hideyoshi comenzó una búsqueda seguido de Yuta y Keitaro, iniciaron revisando el cuerpo de Tanaka Tadao; una herida en el estómago de manera horizontal; aquel hombre había sufrido demasiado, las heridas al estómago siempre eran agónicas. Pero Hideyoshi notó el detalle de que esa herida tuvo que haber sido hecha muy cerca de allí; el recorrido de sangre no provenía del castillo, la siguió hasta encontrar un tanto. En el tanto encontró un Jisei no ku, un poema de despedida que se hacía antes de morir. ¿Acaso Tanaka Tadao había tomado su propia vida? Pero, si eso fuera cierto sus palabras no tendrían sentido, ese hombre no había tomado su propia vida, aquello era un teatro. Se escucharon unos pasos y Hideyoshi detuvo a Keitaro y Yuta para evitar que hablaran. Una mujer se acercaba al tanto junto a dos hombres detrás de ella, la mujer levantó el tanto y avanzó hacia dónde Tadao había llegado, unos cuantos metros más adelante. La mujer dejó el tanto desenvainado en su mano. No dijo nada, simplemente sonrió ligeramente para después desenvainar su katana y limpiarla con la ropa del difundo para después encaminarse hacia el santuario, seguido de sus dos escoltas. Hideyoshi se enfrentó verbalmente con la mujer Yuta y Keitaro intentaron detener a su señor pero fue inútil; y al oírlo hablar sólo se colocaron a su lado, esperando respuesta de la mujer que los observaba con una expresión seca, no era inexpresiva; pero parecía contener una mueca de disgusto. La mujer le indicó a sus dos hombres que lo eliminaran mientras ella se iba hacia el santuario El combate iniciaba. Keitaro y Hideyoshi en contra del enemigo que usaba naginata; y Yuta con el enemigo de la katana. Yuta le dijo a Hideyoshi que huyera y dejara esa pelean en sus manos y las de Keitaro; pero Hideyoshi no huyó, planeaba ganar y recuperar la kodachi que le habían arrebatado Keitaro murió; dejando a Hideyoshi desprotegido y sin la posibilidad de escapar Hideyoshi intentó escapar con Yuta pero fue imposible "Usted tiene un arma mas filosa que sus kodachis; su lengua es tan mortal como hábil; recuerde eso. Y sobre todo recuerde que nos dio una segunda vida; esto que hemos vivido junto a usted ha sido un regalo; yo le estoy..." Yuta fue asesinado allí mismo en su intento de defender a su señor. El hombre de la naginata volvió a reír; para después amarrar los brazos de Hideyoshi; despojándolo de cualquier objeto de valor. Y arrastrándolo iniciaron su recorrido hacia el santuario; dejando atrás los cuerpos de Yuta y Keitaro. El hombre de la Naginata respondía al nombre de Sonoda, y el de la katana se llamaba Iori. Ambos discutieron pues Iori quería eliminar a Hideyoshi como fue la orden de su señora; pero Sonoda decía que sería un rehén útil para el Imperio La mujer reapareció con otra indumentaria, calló a sus hombres y le propuso a Hideyoshi elegir: si tomar su vida o volverse un prisionero. Hideyoshi no se quitaría la vida "Hablas demasiado, y tu voz es intolerable. No creo que pueda ser sometido a una tortura mayor que el escucharte tararear tantas estupideces en un tiempo tan breve." Esa mujer respondía al nombre de Sayuri. Se adentraron de nuevo al santuario; repleto de guerreros de yoroi dorado; avanzaron hacia el jardín dónde varios hombres estaban arrodillados a los pies del viejo hombre con el cual Hideyoshi había conversado; Takechi estaba a su lado, mientras que fue Eiji quién los recibió con emoción al ver nuevamente a Hideyoshi; pero ahora en esas condiciones. Eiji le dijo que sus hombres y Aoshi habían caído, y aquel que corrió al palacio había sido atravesado con una flecha directamente al corazón "Aun quiero ver cuan alto levantas a Takeda; veré de que madera está hecho, calaré su ímpetu y su claridad de mente... enviaré a mi halcón a Kamakura; le dejaré una pequeña muestra de mi compasión al verdadero señor de Kanagawa. Le propondré un trato, veremos que tan valioso es este hombre para él. Tal vez terminemos con esta insensatez de guerras si simplemente agacha la cabeza ante mi " las palabras de Akishino fueron finales. Hideyoshi le tiró tremendo discurso al Emperador "Sobrestimas la importancia de mi vida si piensas que Takeda se expondrá a un truco de esa característica. No soy más que un peón y puedo ser reemplazado. Si las alianzas que obtuve al servicio de Takeda se ven agrietadas por el transcurrir de los hechos de la política y la guerra, entonces otro diplomático aparecerá para revitalizar esos vínculos...La guerra nunca es insensata, señor Akishino. No hay buenos ni malos en la guerra. Por como lo veo yo es tan insensato el que Takeda quiera recuperar su lugar, como la tenacidad con la que ustedes intentan conservar su sitio." Akishino dejó escapar una ligera sonrisa mientras miraba a Hideyoshi; el rostro de aquel hombre era cambiante; Hideyoshi entendía perfectamente esos rostros como un intercambio político; había cortesía pero detrás de esa pasividad había una mente elaborando un plan, una mejor respuesta, o simplemente una burla disfrazada de amabilidad. "Takeda tiene una gran debilidad, y esa es venerar a los suyos; por lo tanto puede ser fácilmente atormentado. La guerra es estrategia, a veces no se necesitan ejércitos para demoler ciudades" Akishino culminó meintras liberaba al halcón que se dirigiría a Kamakura.
Clan Fujiwara: Kirara; Shinko acompañados de Jinrai Clan Taira: Wu y Aoi La mañana era cálida, no había demasiado viento por lo que los barcos en la mayoría pesqueros se mantenían en el puerto, los marineros parecían aprovechar aquel momento para comer en el comercio mientras algunos pescadores desenredaban redes o cosían nuevas. Kirara caminaba en las estrechas calles del puerto junto a su hermano Shinko; su mirada era un tanto melancólica; Jinrai, un marinero experimentado paseaba por esos comercios, mientras los hermanos Fujiwara parecían dispersos en sus pensamientos. Pero alguien los había reconocido, alguien los seguía con katana en mano y los emboscó en una calle vacía. Jinrai notó esto y se interpuso entre los Fujiwara y aquel extraño, al ver a Jinrai sonrió, lo reconoció a él y a los Fujiwara por la indumentaria. Aquel hombre habló de Fujiwara Sumitomo y sus saqueos de esa manera aseguró que los Fujiwara no eran bienvenidos. El hombre comenzaba a desenvainar su katana, lo que iniciaría un duelo ruidoso en una calle muy estrecha; Jinrai reaccionó noqueando a aquel sujeto instantáneamente; después abrió uno de los barriles para arrojarlo allí y luego lo "marinó" con sake así cuando despertara nadie le creería porque olía a ebrio. Habían entrado a un sitio peligroso para los Fujiwara y no lo sabían; pero no era todo, aquel hombre no era el único que había reconocido el emblema Fujiwara, un joven estaba escondido detrás de los barriles, escuchando todo lo que acontecía. Pero jamás salió de allí Jinrai mencionó que esperaran allí, iría por ropa nueva para ocultarlos. Aoi y Wu habían salido de Sado, y los remos los habían traído hasta el puerto de Sakata, en la prefectura de Yamagata; los dos asesinos que remaron hasta allí bajaron del bote para reabastecerse y descansar; pasando un poco el tiempo, Wu y Aoi salieron de su escondite para estirar las piernas y pasar desapercibidos en aquella ciudad. Wu mencionó a Aoi que mandaría una misiva, que se verían por la tarde Aoi se dirigió a la casa de armamento, dónde encontró un hombre frente a un cadáver; lo estaba arrastrando cuando Aoi llegó. El hombre levantó la vista y observó a la mujer, sonrió como si aquello no fuera nada; dejó caer los pies de cadáver y se acercó a Aoi para preguntarle que se le ofrecía Aoi mencionó que buscaba armas arrojadizas; el hombre buscó entre las cosas que había en aquel sitio, tardó un poco en encontrarlas pero sacó kunais para Aoi mencionando que el costo era de cincuenta monedas por pieza Aoi trató de negociar pero este hombre no la dejó Aoi mencionó que ella podía ayudarla con ese cadáver a cambio de las armas; pero él mejor le propuso un trato, robarle a un barco pirata en puerto Aoi aceptó Aoi utilizó su rastreo; no le fue tan difícil dar con el barco en cuestión; pero no sería sencillo ingresar, o al menos no lo sería para alguien sin habilidades como las tuyas. Sería muy fácil entrar a aquel sitio, había pocos hombres a bordo por lo que se podía ver del exterior y en su mayoría estaban cubriendo la borda, descuidando el ingreso por mar. El mar, era allí dónde radicaba el problema; Aoi sabía nadar pero no lo sabía hacer con tanta delicadeza, del mismo modo que escalar. Tendría que recurrir a estas habilidades para poder ingresar al barco. Mientras tanto, Jinrai se reunió nuevamente con Kirara y Shinko, dándoles sus nuevas ropas para ocultar las propias. Era momento de seguir con su misión. Aoi no logró ingresar en el barco y cayó al agua haciendo alboroto, diciendo que la habían lanzado y robado. Nadie en puerto o abordo de los barcos parecía importarles; pero Shinko saltó para ayudarla porque es un amor Aoi hizo un drama con Shinko; pero Kirara llegó para despegarla de su hermanito e irse El hombre de la armería los vió alejarse y llegó hasta Aoi para burlarse de su chapuzón Aoi le lanzó su ropa mojada y lo fulminó con la mirada El hombre rio y mencionó que el podía lograrlo, y así compartir el botín Aoi aceptó; por lo que aquel hombre dejó sus pertenencias con ella, principalmente su flauta. Le guiñó un ojo para después comenzar a nadar hasta el barco, se deslizaba en el agua con gracia para después trepar por la embarcación como si eso hiciera en sus tiempos libres, no resbaló y no parecía estar desgastando demasiada energía. Había entrado al barco por la parte trasera con sigilo mientras despistaba a aquellos que hacían guardia. Tardó un poco para después salir y colocarse en el techo mas alto; estaba ataviado de nueva ropa elegante la cual estaba empapando con su cabello mientras levantaba la mano hacia Aoi, saludándola a la distancia. Aoi sacudió la cabeza con una sonrisa y volvió a centrar la vista en el joven para dedicarle un exagerado, lento y silencioso aplauso de reconocimiento. El sol estaba en su cénit; iluminando con fuerza la costa. El joven sonrió al ver que Aoi respondía a distancia; después brincó del techo hacia dónde los guardias protegían la entrada; esto los alertó y rápidamente apuntaron sus lanzas hacia él, para casi de inmediato separarlas. Llamando a aquel hombre por su nombre: Ryoshi Se acercó al borde del barco, recargando su peso en el barandal mientras observaba a Aoi en la costa para decirle si le pasaba sus cosas Ella aceptó y subió al barco, Ryoshi preguntó por el nombre de Aoi; pero fue en ese momento que una kodachi reposaba sobre cuello de Ryoshi, la kodachi era sostenida por el nuevo maestro de Aoi. Los guardias apuntaron con sus lanzas hacia Aoi y Wu. Wu mencionó que eran asesinos y sus nombres jamás eran revelados Ryoshi levantó su mano para calmar a sus guardias, los cuales relajaron su postura. Ryoshi llevó su mano al cuello y lo masajeó; aquella situación lo había tensado, aun así no dejaba de sonreír. Ryoshi les ofreció el trato de ayudarlo con un asesinato, pagaría bien Aoi aceptó y Wu y ella acompañaron a Ryoshi al interior del barco para hablar con mayor privacidad Mencionó que quería eliminar a un hombre llamado Jinrai, y para ello dijo que en la noche habría una reunión de comerciantes; por lo que sería un momento perfecto para el asesinato Los comerciantes se reunieron. Ruru; Taka; Gempachi; un anciano; Jinrai; Ryoshi y sorpresivamente: Wu Jinrai convenció magistralmente a todos los presentes a unirse a los Minamoto levantando el nombre de los Fujiwara Pero... AOI MATÓ A JINRAI con un ataque a distancia sin ser percibida por nadie Llevaron a cabo un funeral para Jinrai y dividieron sus cenizas entre los marinos presentes para repartir sus cenizas por todo el mar. Kirara conservó las que pertenecían a Kojiro Aoi se reunió después con Ryoshi y Wu en el barco de Ryoshi; dónde la felicitaron por tan pulcro trabajo Partieron de Sakata hacia Fukui
Misión de: Shinrin; Riku; Misato; Kiba; Yin; Zeng y Ujihisa Siguieron a Kiba todos galopando a un paso constante; el viaje fue pesado y tuvieron que ser bastante discretos; al llegar a Wakayama, siguieron un día entero por bosques muy espesos; aun así podían seguir en su monta. Lentamente llegaron a Iwade, una ciudad rodeada de espeso bosque y un perfume en el ambiente. La ciudad aromática: En la cual se pueden encontrar los ingredientes de ricino, durazno y sauce; arbustos con nueces; así como también campos de flores con campanillas de invierno y manzanilla. E incluso agua estancada con sanguijuelas y ranas. Al llegar fueron instantáneamente atacados por agujas Shinrin no reaccionó a tiempo, ni siquiera logró ver la dirección de la aguja que se clavaba en su cuello Zeng logró ver la aguja y casi logra esquivarla; pero su giro no fue lo suficientemente rápido así que la aguja perforó su hombro Riku logró esquivarla al igual que Yin, sus reflejos ayudaron a evitar que fueran víctimas del veneno. Misato lo había visto desde antes, no sólo sus reflejos eran buenos sino su percepción; nada podía sorprenderla, Misato era una shinobi; si bien, los Iga habían caído, aun existían las semillas que habían sembrado con los Minamoto. Mientras todos reaccionaban, Ujihisa simplemente se quedó allí parado, sin intenciones de esquivar o moverse; observando el opio que su sobrino le había proporcionado. Así que la aguja se clavó en su cuello y a este no parecía importarle, pues no la sacó de allí. Shinrin atendió rápidamente a Zeng y a Ujihisa; así quedándose sin material. Una anciana se hizo presente; les dijo que mencionaran sus nombres y las razones por las que estaban en Iwade Misato fue sincera; dijo que buscaba mejorar en venenes y descubrir para que servían los inciensos Riku dijo su nombre completo, algo que no había hecho antes al ocultar el apellido Okudera, sin decir nada del clan Fujiwara. diciendo que venía por conocimientos de herbolaria La anciana les mencionó que sabía que representaban al clan Minamoto, Fujiwara y Harima La anciana preguntó por la presencia de Zeng; Yin y Ujihisa pero Ujihisa sólo preguntó si iba a ayudar a Shinrin, Misato y Riku Al parecer Tsubaki le había comendado a la anciana recibir a sus aliados, por lo que estaba obligada a cuidar de ellos y aceptar en ayudarlos con sus tareas, pues tenía una deuda de honor con Tsubaki También les ofreció un trato, ella era una shinobi y poseía un rollo; por lo que si aceptaban estar en deuda de honor con ella, ella les daría el conocimiento de su rollo. Misato; Riku y Shinrin aceptaron La anciana sonrió al escuchar la decisiva respuesta de ambos. Shinrin titubeó mas, quería hacer más preguntas antes de aceptar un trato; pero a veces estas oportunidades eran como en la cacería, si te acercabas demasiado a la presa, esta atacaría o saldría huyendo, y no podía arriesgarse Al parecer la anciana quería también que Ujihisa se uniera a una especie de trato con ella; pero Ujihisa negó mencionando que no le gustaba deber favores La mujer mencionó que no daría sus conocimientos frente a todos, así que debían separarse de los que no pertenecían al mundo shinobi Zeng negó, recordando su promesa a Takeda; Yin también se veía disconforme, no dejaría a Misato sola, no quería. La anciana los llevó hacia la entrada de las cavernas justo detrás de la casa de armamento; allí había una entrada cubierta de rocas y musgo; era visible, no parecía querer ser ocultada de ninguna manera; incluso había piedras a su alrededor; lentamente fueron reconociendo aquellos monumentos, no eran simples piedras, eran tumbas. La anciana mencionó la misión que debían realizar dentro de una caverna, indicándoles el camino de entrada, dónde detuvo a Zeng, Yin, Ujihisa y Kiba mientras se adentraban a la obscuridad total. No necesitaban la luz. Descendieron para poder irse acostumbrando a la carencia de luz, alertando a todos sus demás sentidos, eran lo suficientemente hábiles para poder evitar tropezarse con algo y por supuesto, no hacían ruido alguno mientras avanzaban, la respiración de Riku y Shinrin era lo único que podría llegar a ser perceptible por alguien con un entrenamiento en las artes de la sombra; pero Misato, era como si hubiese desaparecido por completo, como si no hubiese bajado a la caverna; pero ella estaba allí. Shinrin avanzó hacia uno de los rincones de la caverna; Riku detrás de ella y Misato detrás de Riku, cada uno colocándose en distintas zonas de la caverna. Y fue que el frío los recorrió, uno que estremeció sus cuerpos de manera involuntaria. Primero ese frío avanzó hacia Shinrin, para después acercarse a Riku. Unas voces extrañas hablaban con ellos, una masculina y seseante y una femenina, más dulce. Recorrieron las cavernas, y por cada cambio de ruta, sentían un fuerte golpe en sus espaldas, como el de un látigo; pero a cambio del dolor recibían conocimiento e ingredientes, y de vez en cuando un simple regalo material. Lentamente aquellas voces fueron frenando a quien yano podía continuar para que esta persona no sufriera daños de gravedad; primero detuvo a Misato y luego Shinrin, por último Riku Pero cuando iban saliendo de la cueva se materializó una sombra de ellos mismos; y casi al instante, todos sus malos recuerdos surcaron por sus mentes, invadiéndoles de la negatividad de la que escapaba constantemente. Por instinto atacaron a las sombras; pero sin éxito alguno, no sufrían daño físico. Shinrin parecía debatirse en recuerdos de la infancia; en como debía entrenar para mejorar en venenos y medicina; en cómo debía usar a las personas como conejillos de indias; recordando específicamente como había nacido la bufotoxina... y cómo descubrió el número de dosis necesarias para matar. Misato recordaba uno de los momentos más álgidos de su infancia, uno decisivo, el como buscaba aprender de Murai, el como por ello casi deshonra a su familia Riku recordó varios momentos, Dazai,su viejo amigo; y el sake... el como ahogaba todo en sake. Cobardía y verguenza. "BUSSSQUEN EN SSSUSSS CORAZONES... ¿Cuál es la respuesta para derrotar a sus sombras?" aquella voz les decía Shinrin aun peleaba con su sombra; sus recuerdos de asesinato sin emociones, un entrenamiento que sólo un Harima era capaz de soportar, era por eso que su padre le entregó su apellido, desde pequeña logró pasar cada prueba sin dudar lo que hacía. Nunca dudó de su habilidad, y siempre juzgó a sus hermanos al cuestionar a su padre, al revelarse ante él. Ella podía ayudar a Takano en la celda, a Jiin en la mazmorra y a Rengo en el bosque; aun así dejaba a Takano días en la celda, no ayudaba a alimentar a Jiin en la mazmorra y dejaba a Rengo caer en los venenos en el monte Genji. Porque eso era lo correcto, debían entenderlo. Pero fue Takano, Jiin y Rengo quienes crecieron en sus habilidades de manera vertiginosa, dejándola a ella atrás Mientras que Shinrin se debaría, en Riku y misato no había duda, conocían sus sombras. El corazón de Misato y Riku estaban en el lugar que deberían. La sombra de Riku extendió su mano estrechando la de Riku; y la sombra de Misato abrazó a su contraparte "Somos nuestro errores; somos nuestras vergüenzas; somos nuestras traiciones; porque de la perfección no se aprende. Un raspón nos hace recordar el dolor; la sangre nos hace conscientes del miedo; errar nos da conocimiento." Misato y Riku pasaron la prueba, el conocimiento era suyo. Podían salir de esa caverna con los ingredientes y recetas obtenidos su heridas fueron sanadas de una manera... mágica. Misato y Riku salieron de la caverna; allí esperaban Yin y la anciana; Zeng y Ujihisa no estaban a la vista. Estaban intactos, no había sangre ni cansancio, a pesar de ello, había muchas dudas. Yin se mostraba tranquilo al ver que nada había sucedido con ellos, la anciana no mentía, por lo que pudo relajarse. Misato por fin pudo ver que el objeto material que le regalaron aquellos seres era un prendedor de jade; a Riku le habían dado sake La anciana miró hacia la entrada, esperando ver salir a otra silueta; pero no era así, se mantuvo alerta por unos momentos para después desviar la mirada al suelo, suspirar y después levantarla hacia Misato y Riku. Yin se separó para que la anciana pudiera darles su conocimiento secreto. La anciana se presentó como Ogen Sugita y les enseño el rollo de su escuela shinobi Riku preguntó a Ogen si vendía recetas; que aunque había obtenido algunas en la cueva, no todas. Ogen afirmó diciéndoles que la herbolaria podrían ver eso. Ogen era una mujer que consideraba que el conocimiento era caos, y por eso no guardaba el conocimiento si podía obtener algo a cambio "El conocimiento es peligroso, y por ello se dice que quien es maestro debe ser cauteloso; pero yo no lo veo así. Si todos los maestros fueran cautelosos... mucho conocimiento moriría con ellos, y díganme ¿De qué sirve morir sin dejar algo en este mundo?" Shinrin logró salir de la caverna, también con sus heridas sanadas y un regalo material además de los ingredientes y recetas obtenidas: una vieja saya Misato preguntó por el regalo material dado por aquellos seres en las cavernas (como el prendedor, el sake o la saya) allí Ogen les explicó que los Shijin (las criaturas de los cuatro puntos cardinales) daban obsequios a aquellos en quienes confiaban. El nombre de ese shijin en concreto era: Genbu Misato mencionó que ya había visto a Seiryu (otro de los shijin) en las cavernas de Tsu Fueron a la herbolaria, el lugar era pequeño; tenía un aroma césped recién cortado. Había una mujer joven que molía ingredientes mientras tomaba un poco de té. Ogen ya no estaba mas detrás de ustedes. Riku compró una receta y Misato incienso Misato preparó venenos y Riku medicamentos Shinrin parecía estar pensando en lo que Misato mencionó sobre esas criaturas, pensando que tal vez tenían ingredientes secretos con los cuales podían crear nuevas recetas; así como la escama Shinrin mencionó que volvería a la caverna y negociaría con Genbu, así descubrir si había ingredientes secretos; Misato y Riku decidieron acompañarla Todos fueron con sigilo hacia la caverna, logrando ser discretos sin llamar la atención de nadie Se adentraron a la caverna con éxito para ser recibidos nuevamente por las voces que ya conocían. Shinrin explicó por que habían vuelto; Genbu los consideró codiciosos pero los tres pidieron a Genbu que les enseñara Shinrin lo pedía por amor; Riku con valor y Misato por el deseo libertad Una fuerte sacudida en el suelo los alertó; parecía ser un temblor, del techo les cayó un poco de escombro, pero ese movimiento no duró demasiado. En cambió una tenue luz inundó la caverna; se podía ver ligeramente; suficiente para ver sus cuerpos y el suelo cercano. Lentamente escucharon unos pasos acercarse, era un hombre y portaba una katana negra. Era Genbu en versión humana. Iniciaban una nueva prueba, una mucho más difícil Genbu se alejó, y su katana negra parecía tomar otra forma; mientras que el cuerpo de Genbu parecía materializarse en otra cosa. La katana se transformó en una mujer y el Genbu que ya habían visto se trasformó en un látigo Genbu era dos entidades De esta manera pelearon con Genbu, quien cambiaba de forma constantemente. Genbu hombre era muy fuerte en ataque y Genbu mujer en defensa; una defensa que parecía inquebrantable. La primera en caer fue Shinrin, quien se interpusó entre el ataque de Genbu hacia Misato, pues Misato era mas fuerte que ella, por lo que tenía mejores oportunidades para dañar a Genbu y lograr su objetivo. Riku causó grandes daños a Genbu hombre y Misato logró perforar la defensa de Genbu mujer, impresionándola. En equipo, habían logrado lo que se creía imposible; dañar lo suficiente a Genbu para obtener la recompensa máxima y a su vez perforar la coraza de Genbu mujer lo que les daría un pequeño regalo adicional. Genbu volvía a transformarse, el suelo volvió a retumbar a sus pies mientras la caverna soportaba el peso de la enorme criatura que se colocaba frente a ustedes. Era una gran serpiente envolviendo a una tortuga aun más grande, esa era la verdadera forma de Genbu; la serpiente se deslizó hasta ustedes y dejó veinte frascos. Genbu hombre (serpiente) Genbu mujer (Tortuga) Genbu avanzó hacia dónde estaban, el rostro de la tortuga se colocó sobre cada uno, dejando caer una lágrima sobre ustedes, dándoles una bendición muy especial La luz de la caverna nuevamente desapareció; volvían a una total obscuridad; una gran ráfaga de aire los empujó ligeramente, y pudieron notar la ausencia de aquella presencia, Genbu no respondería mas Esta vez, sus heridas no fueron sanadas; Shinrin y Riku estaban muy dañados mientras que Misato se mantenía sin un razguño. Después el grito de Riku hizo que el ambiente cambiara, habló sobre la carga de esa bendición; y Shinrin lo entendía, fue por ello que le entregó a Riku los venenos que él solicito, lo demás lo guardó en su bolsa amarrada a su obi, dejándole a Misato diez frascos. Sin detenerse mas, Shinrin los encaminó a la salida, era momento de atender sus heridas. Era ya de noche cuando salieron, y los esperaba una sorpresa, la flecha fue silenciosa; Misato alcanzó a oírla ya cuando era muy tarde. Había dado en el blanco. No había dañado a nadie, sólo logró de manera perfecta arrebatar del obi de Shinrin su bolsa con pertenencias clavándolas en un árbol cercano, a una altura imposible de alcanzar incluso brincando. Miraron al culpable que había disparado la flecha, estaba hincado detrás de uno de los pilares ceremoniales en aquel cementerio, era pequeño y de complexión delgada que portaba un arco. Les sonrió y brincó rápidamente hacia los árboles con agilidad, parecía algo que no le implicaba esfuerzo alguno. Shinrin trató de subir al árbol fallando por completo; Riku subió con su agilidad desarrollada en años; alcanzaba a aquel sujeto que quitaba la flecha para liberar la bolsa, pero fue inútil, aquel joven lo esperó simplemente para esquivarlo sin problema. Misato también había logrado subir a los árboles pero el desafío por la bolsa fue un completo desastre, aquel sujeto tenía una velocidad envidiable, los había burlado pero no huía; simplemente subía más arriba en los árboles, para después husmear en la bolsa viendo que encontraba en ella. Sonrió burlonamente. Dejó un listón azul atado a una de las ramas "Les dejo esto ¡Ah! y lo olvidaba... denle mis saludos a Ogen; díganle lo siguiente: Cuando golpeen los shinobi de Iga, serán como relámpagos; cayendo con estruendo sobre la montaña de Sawa." Aquel sujeto se perdió entre los árboles con gran rapidez, dejándolos con las manos vacías. Shinrin golpeó el árbol con fuerza, estaba frustrada por los sucedido. Yin; Zeng y Ujihisa aparecieron después de aquel evento, Ogen diciendo que habian hecho que Genbu se fuera de Iwade Misato no sólo estaba frustrada, sino genuinamente enojada; pues se llevaba venenos "¡Pagaras con tu vida si gente inocente muere con ese veneno ¡Yo misma te haré pagar!" Riku también sentía el mismo pesar "Deberemos hacernos responsables" Shinrin atendía sus heridas en silencio mientras los demás también liberaban sus frustraciones. Yin observó a Misato, la dejó descargar sus emociones, no creía justo obligarla a calmarse, él también entendía que a veces uno debía desfogarse para después iniciar el proceso de aceptación, no por ello la dejó sola, miró aquel listón azul ondeando y se mantuvo a su lado. Ujihisa terminó de curar a Riku mientras este informaba a Ogen quien se veía muy molesta, no dijo nada ante Riku sobre lo que escuchó pero si sabía perfectamente por qué se movería Genbu, se giró ante Misato y uso su deuda de honor, obligándola a darle un veneno de Genbu. Shinrin curó sus heridas y miró aquel listón, se giró a Riku y le preguntó si podía pasárselo, porque iba a rastrear al hijo del... Ogen decide usar su deuda de honor con Misato; obligándola a entregar uno de los venenos de Genbu. Ogen explicó a sus alumnos lo que era la frase que aquel sujeto les dio; mencionando que era un acertijo que dejó hace años Kaze; a quien considera el mejor shinobi de Japón. Ogen se retira, diciendo que partiría de Iwade. Shinrin menciona que seguirá la pista del ladrón; no obligó a nadie a seguirla pero mencionó que necesitaba de su ayuda, algo que tomó en cuenta gracias a las palabras de Misato: eran un equipo. Misato y Riku seguirían a Shinrin Yin; Zeng y Ujihisa decidieron seguir a Shinrin; Riku y Misato Kiba marcó el camino hacia el nuevo destino; pero serían vistos por el enemigo
Misión de: Seikanji; Kaien; Akihito y Junpei Después de su encuentro con el armero, Murai no les había dirigido la palabra; por lo que el viaje fue silencioso. Siguieron la ruta marcada por Kaien llegando a Koga; pero pudieron ver que la gran muralla a su alrededor era impenetrable. Murai avanzó hasta la orilla levantando el rostro hacia lo alto de la muralla, donde dos arqueros con rostros ocultos parecían apuntar hacia ustedes; pero quitaron la tensión de su arco para después dejar caer tres cuerdas. Así comenzaron su ascenso. Uno muy difícil; el cual requería habilidad, en especial para bajar de la misma forma hacia el otro lado. Ambos subieron con éxito para después descender a Koga, donde ya había varios rostros esperándolos. Mako, esposa de Murai; Haku, hijo mayor de Murai; Oshin, prometida de Haku; Kozaru y Dojun, shinobis al mando de Haku; Kodoku, Hajime y Hiro, otros hijos de Murai. Seikanji y Kaien se presentaron ante los presentes. Seikanji quería ir a entrenar un poco mientras que Kaien quería conocer un poco mas de venenos. Oshin guió a Seikanji al dojo, pudieron ver que en el exterior había dos personas practicando con el arco, apuntando a papeles colgados en un árbol, los papeles ondeaban al viento. Eran Aki y Konan. Oshin presentó a Aki y Konan con Seikanji y viceversa. Kaien fue guiado por Kodoku hasta la herbolaria; Hajime los siguió discretamente; al llegar allí no había nadie atendiendo, pelearon entre ellos por ser quien atendiera; pero escucharon como se cayeron cosas en uno de los estantes. Avanzaron hasta los muebles que habían caído, y allí encontraron a una mujer con mirada de culpa, mientras trataba de limpiar todo lo que allí había. La mujer era de estatura baja, y trataba de alcanzar algo de la parte mas alta del estante. Kaien ayudó a la chica alcanzando uno de los frascos, aunque ese no era el que quería Oshin llevó al interior del dojo a Seikanji, no quería entrenar junto a los arqueros "Hay algo en los ojos de los arqueros que siempre me estremece de miedo, mas que un guerrero en cólera gritando con su katana; mucho mas que un caballo corriendo hacia mi con su jinete y una lanza. Siempre he deseado que si muero por una flecha, sea sin encontrarme con la mirada del arquero... siempre meticulosos y fríos; asesinan con sólo un suspiro" Oshin le explicó a Seikanji que aquí se entrenaba con filos, no con armas de madera. Kodoku le presentó a Kaien a Tomoe y viceversa. Tomoe mencionó que tenía un regalo para Murai y quería verlo; pero Kodoku mencionó que estaría... ocupado. El medio día llegaban a Koga Akihito y Junpei mientras una pequeña caravana esperaba afuera de la gran muralla; tardaron un poco mientras eran investigados y la misiva del guardia que los escoltaba era revisada con minucioso detalle. Cuando se aceptó el ingreso; dos cuerdas descendieron de la muralla; eran para que ustedes ingresaran a Koga. Akihito subió la muralla demostrando su fuerza y resistencia; bajando hacia Koga con la misma gracia con la que había subido. Allí, un hombre los esperaba; era Haku Oshin le mostró su técnica especial con kodachis a Seikanji Akihito se presentó ante Haku y se sorprendió por su formalidad Seikanji fue hacia la armería Seikanji avanzó por Koga hasta llegar a dónde podía sentir el calor de la fragua; al entrar allí, Seikanji veía algo atípico en una casa de armamento, y por unos momentos dudó que estuviera en una. Un hombre mayor lo veía con mirada calma mientras leía un rollo; y frente a él había mucho más documentos que armas. Haku notaba muchas dudas en las palabras de Akihito "Supones... crees... La razón por la que no lo habías contemplado tu objetivo es debido a que nunca has podido tomar tus propias decisiones. Aquí aprenderás a deslindarte de tu deber ser, así poder entender tus deseos, y moverte conforme a ellos. Aquí no buscamos que hagas todo a la perfección y acates nuestras reglas; eso limita tu creatividad e ingenio, aquí te enseñamos a crecer y no tener miedo. No eres la hoja que se mueve con el viento; tú eres el viento, tú decides a dónde va a caer la hoja. Ese es tu poder, nadie limita al viento" Kaien decidió entrenar con Kodoku, este le explicó lo mismo que Oshin a Seikanji: se entrenaba con filos y no con armas de práctica Seikanji le preguntó a Hoshi (el herrero) si no era peligroso tener tanto papel cerca de una fragua, Hoshi parecía no tenerle paciencia a tantas preguntas que hacía; por lo que lo cortó en seco diciéndole que volviera por la noche y tendría sus armas Haku le preguntó a Akihito si quería entrenar con él; Akihito aceptó Kodoku dañó a Kaien demasiado así que detuvo el enfrentamiento, pues no quería arrastrarlo a la clínica. Seikanji preguntó si podía leer un documento, Hoshi le dio permiso Seikanji tomó un que tenía pequeños dibujos de distintas armas, detalles de como afilar y mucho texto bastante técnico sobre como el calor debe cuidarse al momento de forjar. Hoshi se acercó a Seikanji, caminaba con lentitud, como si estuviera fatigado, observó el documento y luego miró a Seikanji con indiferencia "Lo escogiste porque tiene dibujitos ¿Cierto?" Haku enfundó su katana y sostuvo a Akihito antes de que este cayera al suelo; lo cargó y se dirigió tranquilamente hacia el dojo. Haku en el exterior: Haku en el interior: Oshin regañó a Haku por dejar a Akihito en ese estado Aki se inclinó para saludarlo mientras avanzaba hacia la clínica, dónde atendería a Akihito mientras Haku aun seguía cargándolo. Llegaron a la clínica dónde no había nadie, Akihito fue colocado en una de las mesas de madera para ser atendido por la pequeña Aki. Haku hizo una reverencia en disculpa. Seikanji le dijo a Hoshi que le daría unos mejores dibujos para sus documentos; Hoshi mencionó que su sobrino también dibujaba Hoshi le mencionó que serían quinientas monedas para esa noche por ambas kodachis Akihito le aseguró a Haku que estaba bien, pero Haku se sinceró con él "No quiero volver a perder a alguien bajo mi mando; ya he cometido suficientes errores. No quiero cavar mas tumbas" Kaien sugirió a Tomoe entregarle ese regalo a Murai, ella emncionó que era momento de reunir a todos en Koga, los hizo seguirla hacia el cuartel general. Tomoe guió a todos hasta lo más alto del cuartel; la torre más alta dónde descansaban cuervos y búhos. Tomoe se acercó lentamente hacia una que destacaba del resto, un búho blanco. Acarició con delicadeza su cabeza para después indicarle que volara. Cuando esta lechuza lo hizo, los demás búhos lo siguieron, dejando a los cuervos descansando. Tomoe soltó a Genzai, un búho blanco que pertenece a Konan, aquel búho volaba junto al resto en una coreografía perfecta, haciendo sonar cada furin de cada edificación en Koga. Konan y Oshin corrieron hacia el cuartel; Seikanji los siguió Aki también trataba de darle confianza a Haku así como Akihito; pero Haku mencionó que era difícil para él pues auque ya no estaban los Hattori, aun los Fujibashi seguían por Japón. Haku salió de la clínica al sonido del furin; Aki lo siguió junto con Akihito recién curado Mientras al cuartel ingresaban los miembros principales del clan Sugita, de este también salían diferentes shinobis completamente ataviados de negro, de puertas, de ventanas, del techo. Estos subieron la muralla y se colocaron en guardia; Junpei quien permanecía en el exterior podía sentir la gran amenaza que una muralla completamente defendida causaba, era imponente. Todos fueron guiados por los intrincados pasillos, no era un cuartel común con elementos clásicos de construcción, aquel sitio parecía un laberinto. Llegaron hasta una habitación en el subterráneo, donde una junta se llevaba a cabo. Kaien ya estaba allí junto a Kodoku, Hajime y otra chica. La cual estaba al centro con una gran sonrisa; los siguientes en entrar fueron Haku, Aki y Akihito; mientras Haku observaba en confusión a aquellos que habían convocado la reunión; por último entraron Oshin; Konan y Seikanji junto a Reiko, su loba. Un aplauso se escuchó en la habitación, era Murai quien entraba a la habitación y todos guardaron silencio mientras este avanzaba al centro, seguía desaliñado, su haori abierto mostrando su pecho; y aquellas cuencas en dónde debían estar sus ojos se ocultaban en una gran obscuridad. Murai calmó a Huku, diciéndole que no debía preocuparse mas, pues Murai volvía a tomar las riendas de Koga Konan se colocó a un lado de Tomoe mientras Kodoku y Hajime avanzaban a un lado de Haku y Oshin. Tomoe y Konan miraban fijamente el rostro de Murai, Konan con completo estoicismo mientras Tomoe mostraba un dejo de tristeza en su rostro. Hablaron brevemente de la muerte de Kozaemon Tomoe habló de lo que debía decirle a Murai, los demás escucharon Se reveló la identidad de Tomoe Murai entregó conocimientos a los presentes, junto dos frascos con veneno a Seikanji y Kaien, un premio por escapar de Otsu a su lado Salieron de cuartel y Seikanji mencionó que le debía dinero a Hoshi Kodoku sacó el sacó que había tomado de los Fujiwara diciendo que el invitaba; pero Murai se lo arrebató diciéndole que no debía consentir a los nuevos, debían ganarse las cosas Oshin recriminó a Kodoku por bruto Varios ofrencieron diversos trabajos para juntar monedas Seikanji sugirió robarle a Murai y Kodoku lo apoyó Oshin, Haku, Aki y Konan no se unieron a las tareas Primero empezaron reuniendo a los búhos con Tomoe; Kaien, Seikanji, Akihito y Kodoku fallaron; fue Hajime quien logró atrapar a los búhos y se fue con ellos hacia el cuartel Después decidieron ir a hacer flechas al dojo; Seikanji apostó que el que hiciera la mayor cantidad de flechas ganaba un extra. Kodoku aceptó. Llegaron al dojo y fueron recibidos por Aki; Konan les entregó la madera mostrándoles como se hacía y después comenzaron a crear sus flechas; Seikanji y Tomoe crearon flechas decentes por lo que Aki les entregó cincuenta monedas a cada uno. Akihito y Kodoku crearon flechas perfectas; Konan las revisó y no dejaba de asentir; estaba feliz a pesar de no sonreír; por lo que entregó ochenta monedas a cada uno. Kodoku hizo responsable a Seikanji de su apuesta, Seikanji no de buena gana le entregó las 50 monedas a Kodoku Kodoku notó las reacciones de Seikanji, no dijo nada; sólo aceptó las monedas, la verdad es que no las necesitaba y pensó que Seikanji le rogaría por ellas; pero el que le lanzara las monedas habló demasiado para él, no sólo la fuerza del lanzamiento sino la acción misma, Seikanji era un joven que cumplía sus palabras y sobre todo, para aprecio de Kodoku, no era un llorón. Decidieron ahora irle a robar a Murai Seikanji le dijo a Aki que quería dibujarla, y darle el¿so como regalo; ella aceptó y le entregó una de sus flechas rojas...como regalo Avanzaron hacia una de las casas de la aldea; era sencilla, nada mas extravagante a las de los demás, no buscaba ser ostento, esa era la casa de los Sugita. Kodoku explicó que él distraería a Murai, mientras ellos entraban a robar. Akihito y Seikanji entraron con éxito a la casa y allí buscaron entre las pertenencias Akihito encontró los calzoncitos de Murai Seikanji dio con las cosas personales de Murai: viejas cartas de amor entre él y Mako; diversos prendedores con distintas crestas familiares; una misiva con el sello imperial; un inro: un contendedor de medicamentos; un yatate: un set de escritura para viaje; una caja de bambú con un listón que la mantenía cerrada; un rollo; un pequeño saquito con monedas; otro saco mas grande, este lo reconoció de inmediato pues era el que buscaban. Seikanji tomó el saco de monedas grande y revisó el contenido de la caja de bambú: encontró 4 papalotes en forma de pez koi y tres vasos de porcelana para sake, en cada uno de ellos estaba escrita una leyenda "No nacimos el mismo día, pero buscamos morir el mismo día" y debajo de cada vaso había un nombre: Murai; Kozaemon; Sakurai. Seikanji puso todo nuevamente en su lugar, sólo llevándose la bolsa con dinero. Y él y Akihito salieron de la casa dónde encontraron nuevamente a Kodoku Los tres se dirigieron felices a la casa de armamento ya era de noche En la casa de armamento; Hoshi esperaba a Seikanji con ambas kodachis listas Seikanji pagó y ayudó a Akihito también a pagar por la mejora de su katana; así que ambos salieron con armamento listo como los buenos camaradas que eran Se fueron a sus casitas a dormir :3
Misión: Kojiro; Togashi; Masamune y Fuji Al amanecer, Togashi platicó con Benkei sobre la delicadeza del mala y de cómo debía cuidarlo estando cerca de la fragua. Togashi le preguntó a Benkei el por qué del uso de tantas armas a su espalda; y le mencionó que quería dejarle una que él forjara como recuerdo Benkei le explicó que son armas de todos aquellos a los que ha derrotado, un símbolo de la carga que lleva sobre sus hombros; le explicó que era su plan para poder encontrar al guerrero del cual sólo conocía su voz, el guerrero en la prisión de Fukuoka Benkei mencionó que no podía aceptar su arma, debía ganarla en un duelo. Mientras tanto... Kojiro se fue a enfrentar a Seijuro "Kenpo" Yoshioka. Kenpo dio sus reglas; diciendo que si Kojiro perdía, su apellido quedaría colgado en la pared como muestra de derrota; por lo que preguntó por su apellido y Kojiro señaló uno que ya estaba colgado en la pared "Sasaki" Kenpo le preguntó que era de Jinrai; Kojiro mencionó que era su hijo Inició el enfrentamiento y Kenpo tenía la ventaja acomodando un fuerte golpe que dejó a Kojiro jadeando Kojiro rompió el arma de madera de Kenpo; y después dejó caer la propia indicando que seguirían peleando en igualdad de condiciones. Kojiro después rompió el brazo de Kenpo, este mencionó que el combate aun no había terminado pero Kojiro avanzó hacia su espada de madera, después a la tablilla negra que decía "Sasaki" y la descolgó con ayuda de su arma, la tabla cayó en sus manos. "Si terminamos el combate, te terminaré matando, y mi padre no me lo perdonaría. Es por él hombre que consideraste débil que hoy permaneces con vida, esa es la fuerza que tiene sobre mis acciones; ese es el poder que tiene el apellido Sasaki sobre mis hombros." Kenpo lo observó con respeto; a pesar de que su orgullo estaba completamente destruido al igual que su brazo. Y Kojiro le ordenó que jamás volviera a pronunciar el nombre de su padre: Jinrai Sasaki Togashi se dirigió a la casa de armamento a seguir son su entrenamiento Togashi llegó y se atavió de la vestimenta del herrero como todo un profesional, Yamamoto afirmaba concienzudamente, pues esos detalles siempre destacaban ante sus ojos, el cómo un herrero cuidaba cada mínimo detalle. Togashi sorprendió a todos con una primera forja perfecta Togashi continuó trabajando logrando un nuevo sable perfecto; algo que volvió a impresionar a Yamamoto pero sólo se limitó a seguir observando, los siguientes dos intentos fueron infructíferos, desperdiciando dos de los bloques; continuó con la forja de un sable de baja calidad; por lo que Yamamoto comenzaba a creer que sólo había sido un poco de suerte de principiante; el siguiente fue un sable común y después, Togashi recuperó el fuego en sus ojos, absorto en su tarea creando un sable común adicional, dos de calidad perfecta; pero uno mas... había uno mas que a los ojos de un buen herrero era como mirar jade. Masamune y Fuji también lo observaron, Fuji sonrió emocionada; aquello era increíble. Togashi había creado un sable de calidad sublime, una nodachi para ser exactos!!!! Pero Togashi no se detuvo allí, siguió forjando como todo un Dios de la forja, obteniendo dos kodachis perfectas, una de baja calidad y una katana perfecta Togashi siguió adelante perfeccionando su arte; las miradas ya estaban sobre aquel herrero; que parecía haber nacido para el oficio, era un don que muy pocos poseían, no sólo era habilidad; era algo mas, algo único que había estado oculto en Togashi, así como el oro en una caverna; debía ser escarbado para ser encontrado, debía ser pulido para llegar a su máximo valor. Esta ocasión creó dos sables perfectos de manera consecutiva; desperdició el tercer bloque y el cuarto creo un sable de calidad baja; pero aquello ya no molestaba a los ojos de los herreros, era parte del oficio desgastar algo del material ocasionalmente; ya no lo veían como un mero error de Togashi, sino como un camino a la comprensión de la materia. Y así fue, culminando su forja con un sable perfecto. Kojiro entró a la forja y arrojó la tablilla negra al fuego Togashi le preguntó a Kojiro cómo le había ido en su enfrentamiento; ya no le quedaban bloques para forjar pero aun quería seguir entrenando. Kojiro le comentó que había ganado; pero no estaba completamente satisfecho; pero no por ello decepcionado " Hoy, frente al fuego de la forja, ambos hemos renacido." Yamamoto le enseñó a Togashi a ensamblar armas; crear sus detalles, adornos y demás. Después le enseñó a afilar cada sable con cuidado. Togashi se pasó la noche perfeccionando su arte, y así, creó su firma de herrero. Por último, le dio nombre a la nodachi sublime que había creado "Haiku" realizando el primer corte y con ello, darle vida. Tras terminar los ensambles y afilados, Yamamoto lo dejó con Ginza, su comerciante, para terminar los negocios de venta. Ginza y Togashi tuvieron un duelo de comercianttes; ambos cediendo, ambos ganando. Fue un negocio exitoso para ambos Togashi trabajó toda la noche; Yamamoto se despidió de él, confiando en que no quemaría o robaría nada de su fragua. Ginza permaneció allí, aquello no le molestaba, era alguien que disfrutaba organizar la mercancía y eso hizo mientras Togashi trabajaba. Masamune y Fuji también se habían ido, y Kojiro jamás avisó a dónde iría; pero tampoco estaba presente. Togashi era un trabajador arduo, sus martilleos duraron hasta la madrugada.
Misión: Kohaku; Yuzuki Ambos llegaron a Odawara y entre los campos encontraron a una mujer; los miró y reconoció el emblemático cabello de los Minami; ella era Kotono, la esposa de Jiin; madre de Yorokubi Kotono al principio reaccionó reacia por la máscara de Kohaku; pero esta sólo tenía detalles rojos y no era en su totalidad roja; por lo que se relajó y los saludó, preguntándole a Yuzuki el por qué de su visita a Odawara Kotono preguntó a Yuzuki si venía por sus hermanas, algo que impactó a Yuzuki Yorokubi salió de entre los arbustos Yuzuki confirmó la identidad de Kotono y Yorokubi, fue muy fácil encontrarlos. Kotono los guio hacia la herbolaria para poder hablar mejor, le indicó a Kohaku que podía dejar a su yegua fuera, allí podría tomar agua junto al río. En el interior pudieron sentir los aromas a los que ambos ya estaban acostumbrados, y allí estaban... ambas hermanas: Himawari y Kyoko Yuzuki explicó que Jiin no los había enviado, sino que había sido Rengo Las hermanas escucharon la voz de Yuzuki e intentaron huir, avergonzadas de no haber seguido las órdenes de su hermana mayor de no moverse de la ciudad Yuzuki las detuvo diciéndoles que lo que importaba es que estuvieran bien, y que las había extrañado muchísimo La reunión fue emotiva; y las gemelas explicaron que habían visto días atrás al ejército dirigiéndose a Kamakura y estaban preocupadas por ello y le preguntaron a Yuzuki si ella había estado all. Yuzuki explicó la guerra de Shizuoka y cómo consecutivamente se había atacado a Kamakura; también dejándoles en claro que su madre se encontraba bien en Minami Yuzuki mencionó a Kotono que había sido enviada por Rengo porque él creía que su ubicación estaba comprometida y debían ir a Kamakura que era más seguro. Kohaku se mantenía al margen, en secreto se alegraba de ver a familias que podían reunirse Mientras que Chiasa hacía lo suyo Himawar y Kyoko no sabían si acompañar a su hermana a Kamakura o reunirse con su madre en Minami. Pero todo fue interrumpido cuando dos hombres rompieron las puertas, ¿Dos demonios carmesí atacaron! Kotono refugió a Yorokubi en sus brazos, el pequeño no lloraba, miraba atentamente a Kohaku, Kotono lo cubrió para que no viera más. Mientras que las gemelas se escudaban entre ellas, ambas tenían tantos pero jamás habían entrenado con ellos. Himawari temblaba mientras Kyoko trataba de mostrarse mas fuerte ante la situación; pero sus manos temblorosas la delataban. Yuzuki y Kohaku se enfrentaron a sus rivales, Yuzuki contra el enmascarado de pelo largo y Kohaku con el enmascarado de pelo corto. El tener venenos les resultó inútil ante el esquive y bloqueo de sus rivales. Kotono vio en peligro la vida de Yuzuki y Kohaku; se despidió de Yorokubi decidida a pelear para ganarles tiempo en su huída. Pero antes de que lo hiciese, una voz los interrumpió. Era Take quien al parecer ya se había enfrentado con ellos y estaba gravemente herido Kohaku derrotó a su oponente quien cayó al suelo sujetándose de su katana clavada al suelo; aun no moría. El enmascarado de pelo largo fue desarmado por Take quien se quedó con su arma en mano, usando dos; y este le quitó a su compañero el arma que lo mantenía de caer por completo al suelo, con ella se defendió del ataque en conjunto. Take mencionó al resto que debían huir, que él se encargaría del resto Yuzuki huyó con Kotono y los niños mientras Kohaku se quedaba junto a Take para pelear. Yuzuki y los demás se ocultaron en el bosque, allí Yuzuki curó sus heridas El enemigo esquivaba todos los ataques, y Kohaku perdía sangre. Take insistió en que se fuera con el resto Kohaku accedió con gran pesar, disculpándose con Take; alejándose del combate; lloró. recuperó algo de energía y buscó al resto "Jamás podía salvar a nadie." fueron los pensamientos de Kohaku Take y el demonio carmesí colisionaron en un feroz ataque; el demonio recuperó su arma y con ella traspasó el pecho de Take mientras este clavaba su naginata en el pecho de su rival y su katana directamente en el corazón; en esa posición permanecieron por un breve instante en silencio. Take arrancó sus armas del cuerpo de su rival para también escapar de la katana de él; aquel sujeto cayó muerto al instante; Take logró mantenerse de pie; pero su cuerpo se desvanecía a ojos de el otro hombre que estaba en el suelo, incrédulo ante lo que veía. Take se desarmaba en fragmentos de papel y pétalos de sakura. Take levantó su mano para ver como se evaporaba en el aire "Yo soy el que lo siente; Kohaku. Me hubiese gustado compartir el té nuevamente... jamás había probado la miel... fue dulce... muchas gracias" Kohaku se reunió con Yuzuki, él lloraba y ella lo contuvo; lo curó y procuró. De ese modo podían regresar con Take y ayudarlo Avanzaron nuevamente hacia la herbolaria, temerosos en sus pasos. Kohaku entró directamente y miró al enmascarado de cabello corto, aun con algo de vida en sus pupilas agónicas, les dijo que se habían matado entre ellos y que Take se había convertido en flores y ceniza. Yorokubi señaló el suelo; eran pétalos de flores de cerezo, alrededor de papel quemado. Kotono se hincó frente a los pétalos y papel quemado bajando a Yorokubi, ambos se miraron y no se necesitaron palabras, simplemente comenzaron a recolectar esos trozos, arrastrándolos para crear pequeños montículos. Las hermanas también se acercaron e hicieron lo mismo; a pesar de que sus manos temblaban ante la presencia del enemigo que aun seguía con vida. El demonio carmesí fue interrogado por Kohaku sobre sus intenciones bajo un sello de luz, no podía mentir "Nuestro objetivo... matar a todos los de familias nobles como ustedes. No habrá Imperio... no habrá nuevos líderes. Todos seremos libres de las familias de casta ...Ustedes... ignoran a todos las personas, no se detienen a hablar con campesinos, no se detienen a escuchar las quejas de un comerciante... sólo buscan muerte y guerra; ustedes son el mal en nuestra sociedad. Y lentamente caerán todos esos apellidos... todos sus emblemas arderán ante nosotros. Así, gente como este tal Take no serán simples piezas que deben sacrificarse para salvarlos; porque la gente humilde también tenemos valía y no somos inferiores a ustedes ¿Fui demasiado honesto? malditos sean los samurái y sus señores... que mi sangre ensucie su estirpe..." le escupió sangre a Kohaku. Kohaku propuso enterrar a sus enemigos ahora muertos Yuzuki quiería llevarse los restos de Take Kotono; Himawari, Kyoko y el mismo Yoro ya habían recolectado lo que fue de Take; fue Kotono la que tomó un jarrón y guardó allí todo con cuidado, fue un proceso dónde un silencio grande hizo que el sonido de los restos caer en el jarrón se escucharan fuertes; como un palo de lluvia, como una pequeña cascada a lo lejos, era un sonido hermoso para un acto tan triste. Yoro se acercó a Kohaku, lo jaló de la ropa para obligarlo a inclinarse hacia él; ya a su altura, limpió su máscara, quitándole la sangre embarrada con su pequeña manga, no dijo nada, no mostró ni una sonrisa ni una lágrima; su vista estaba enfocada en limpiar. Kotono le entregó el jarrón a Yuzuki Y así, en silencio iniciaron el entierro; fue en el bosque, no junto a la herbolaria, fue un silencio de voz; pero los elementos hablaban, el aire; la tierra; la madera... era naturaleza, era vida y muerte. En ningún momento removieron las máscaras; se quedaron allí, sepultadas junto a sus portadores, ocultándose entre cada terrón, perdiéndose para siempre.
Misión: Kuroki; Shiori Llegaron a la ciudad en caballo, habían recuperado energías descansando en una casa abandonada y siguiendo el consejo de Rengo sobre descansar un poco. La ciudad de Yamato no era muy grande; por lo que se distinguía el palacio al fondo de la ciudad. Kuroki y Shiori hablaron sobre lo que había sucedido entre Kuroki y Rengo; todo su pasado. Kuroki le hizo prometer a Shiori que debía ser prudente con la información en especial la parte dónde hablaba de Natsu Shiori prometió no decir nada y continuaron su avance sigiloso por la ciudad, llegando al Palacio. Al llegar allí Kuroki escaló al segundo nivel para infiltrarse para después esperar que Shiori hiciera lo mismo pero ella no lo logró Shiori cayó alertando a los guardias los cuales la llevaron a las mazmorras mientras Kuroki seguía su misión silenciosa. Desde el balcón, Kuroki logró ingresar al palacio; recorrió esa segunda planta en silencio evitando ser detectado, se guio por un llanto, lo siguió llegando a una parte de los pasillos que llevaban a una habitación grande; pero para entrar debía noquear al guardia que la custodiaba, el llanto provenía de esa habitación. Shiori fue llevada a las mazmorras; las cosas se repetían, ya había estado en unas en Shizuoka pero esta vez estaría sola, sólo siendo vigilada por un guardia que no parecía nada amigable, el cual le cuestionaba que había planeado robar en el palacio Kuroki logró noquear al único guardia que se encontraba en aquel sitio; dejándole la oportunidad de seguir el sonido del llanto al interior de la habitación; una niña se giró en dirección a Kuroki y sonrió con sus ojos nublados por las lágrimas, ella creía que era su hermano. Era ciega Kuroki trató de utilizar la confusión de la pequeña; pero ella reconocía la voz de su hermano, sabía que Kuroki trataba de engañarla y gritó para ser ayudada; pero su guardia ya había sido noqueado Kuroki explicó que venía de parte de Kanagawa, la pequeña confió rápidamente sin esperar grandes explicaciones. Después le dijo que le ayudaría a liberar a su amiga y explicar que todo había sido una equivocación El guardia le menciona a Shiori que detesta a la casta samurái sin dar demasiadas explicaciones al por qué de ello. Kuroki y la pequeña llegaron a las mazmorras; el guardia se alertó pues creía que Kuroki mentía. Kuroki convenció al guardia, siendo cauteloso con la información que proporcionaba; el guardia confió y liberó a Shiori, mencionando que confiaría en ellos; pero esperaba que los samurái no los decepcionaran... de nuevo Decidieron ir a buscar a Sho; Hina también decidió acompañarlos. El guardia se oponía pero Kuroki mencionó que sería buena idea porque Hina conocía más que nadie a Sho. Se hicieron presentaciones; el nombre del guardia era Shika Shika los guio al norte de Yamato para llegar a un bosque allí pudieron ver un río sin mucha vida, corría silencioso; no era profundo. Les mostró la ruta que Sho y sus hombres tomaban y no había una pista a simple vista, ni una explicación a su desaparición. Shika y Hina buscaron algo de utilidad pero sin dar con nada que fuera de vital importancia; la preocupación de Hina era evidente; la situación parecía extraña. Los presentes observaron los movimientos de Kuroki con cuidado; el chico demostraba su habilidad al subir a los árboles con una facilidad y cuidado que sorprendió a Shika, quién le narraba a Hina lo que estaba sucediendo; pero ella no parecía estar tan entusiasmada, su nerviosismo era evidente; ella escuchó algo, no fue a Kuroki en los árboles debido a que sus pies eran carentes de sonido; como si el chico pudiese flotar. Pero había un ruido, uno que Hina escuchaba a distancia. Aparecieron dos personas, un hombre y un joven. Y el corazón de Shiori dio un vuelco; el más joven era Matahachi, su viejo amigo; los años no lo habían cambiado, parecía ser la misma persona de antes. Éste también miró a Shiori, pero la desvió hacia Hina, y la señaló, mencionando que sería de utilidad. Matahachi señaló después a Shiori, resaltando que era una traidora a su tío: Gendo Mori Kuroki lanzó su última kunai sobre el hombre del parche; faltó un poco más de fuerza para clavarla con mayor presión en el cuello; pero hizo un daño considerable; el hombre sangraba y miraba hacia Kuroki. Matahachi le dijo a aquel hombre que había sido lento, y expuso su nombre: Rei Shika miró a aquellos enemigos; debía escapar con Hina; pero Matahachi seguía con el arco tensado; si Shika hacía un movimiento equivocado, sería la víctima de la flecha. Mientras tanto, Rei miraba a Shiori para mencionarle que odiaba al clan Mori Matahachi también reconoció a Kuroki al verse ahora expuesto, sabía que por él; Shiori lo había traicionado. Matahachi disparó a Shika; quién había intentado huir; mientras que Kuroki se abalanzaba tomando el látigo de Itami; Matahachi sonrió y mientras Kuroki dejaba que el látigo se adelantara, Matahachi tomó la cuerda con su mano enredándola en su antebrazo con una agilidad impresionante, a su vez, escuchaba la tajante respuesta de Shiori de por qué lo había abandonado y por qué no miraría atrás; Matahachi jaló el látigo con tanta fuerza mientras Kuroki lo sostenía con la misma fuerza del otro lado, allí se mantuvieron unos momentos hasta que lo que cedió fue la cuerda, rompiéndose al grado de llevarse consigo la costura de la empuñadura; el arma se destruyó por completo. Rei atacó a Shiori pero ella corrió hacia Matahachi para atacarle; quién la esquivó con una gran sonrisa. Indicándole a Rei que detuviera a Shika y Hina quienes intentaban huir; así él se encargaría de Kuroki y Shiori "Todos matamos para salvarnos a nosotros mismos. Todos moriremos por una decisión que no fue nuestra. Somos hombres y mujeres de guerra, sólo servimos para matar y morir." Fueron las palabras de Matahachi mientras dominaba el combate con ambos. Tanto Shiori como Kuroki trataban de dialogar con él; haciéndolo entender que su visión era la errada a sus ojos, pues cada vida valía; pero aquello sólo hervía más la sangre de Matahachi quién se sinceró con ellos en un discurso de frustración ante sus palabras: "Tal vez, antes me veías con los ojos de una amiga, y entendías mi pensar; ahora lo juzgas. Toda vida vale, ante ti, ¿Mi vida vale? no seas hipócrita, si atacaste a hurtadillas para asesinar. Todos somos animales, atacamos para sobrevivir, tú moral me parece equivocada y confusa ¿No ven que de sus bocas sólo sale ponzoña? ¿En verdad ustedes se creen los justos? Yo soy lo que llaman calaña... Shiori... en ningún momentos me diste la oportunidad de nada, tomaste la katana y atacaste; eso signifiqué para ti, eso es tu nivel de lealtad. ¡Tú no me buscaste aquel día! En cambio, yo callé... ¿Crees que no te busqué en el campo de batalla? ¿Crees que no me preocupé al no verte? Y aun así... después de verte huir, no dije nada; a pesar de todo...Se te olvida que fuiste tú quien decidió ir a esa misión; en tu mente estuvo la idea de matar; de que te acobardaras al último momento no habla de tu noble moral, habla de tu falta de convicción" Kuroki también explotó ante Matahachi "¡Dices que solo decimos idioteces, que nos falta lealtad y que somos hipócritas! ¡¿Tienes idea de lo que es perder tu hogar, tu clan, tu familia?! ¡¿Tienes idea lo que es sufrir todos los días sabiendo que no hay NADIE a tu lado?! ¡Vinimos a buscar a un hombre y ahora vienen apareciendo que quieren eliminar cabos sueltos y que tan pronto vuelvan van a matar! ¡¡Sus palabras bastan para saber que solo buscan hacer daño!! Shiori cambió para bien... Deja de gritar que te preocupaste por no verla, de acusarla de moral débil y de llamarme hipócrita. Porque tú nunca vas a entender lo que es perder todo lo que ustedes me han arrebatado. El hipócrita aquí eres tú, en lugar de intentar entender sigues disparando... Se nota cuanto te importo Shiori también. Si tu intención es hacerme sentir miserable... no lo conseguirás. ¡Jamás! Matahachi... No eres mejor que nosotros, tu calma no te hace intimidante, eres tan irónico que simplemente hace me reafirme que lo único que mereces es tener un destino miserable, Shiori no se fue porque le faltó convicción. Se fue porque no mereces tener su compañía" Fue entonces cuando de los arbustos apareció una mujer; la cual buscaba detener la pelea: Era Momoka Los insultos cesaron de parte de Matahachi; Kuroki y Shiori; fue esta última la que mencionó a Matahachi que nunca quiso lastimarlo; ahora quería que pararan los ataques y que se detuvieran a hablar. Pero los ataques no se detuvieron Rei regresó con Hina únicamente; totalmente ensangrentado, dando a entender el triste destino de Shika. Kuroki; Shiori y Momoka fueron derrotados, ahora con Hina de rehén y Shiori a merced de una flecha de Matahachi; no tenían opción más que rendirse Rei miró a Momoka, preguntándose si la conocía de algún lado; le preguntó a Matahachi y negó, diciendo que seguramente era una comerciante que vieron en algún camino Rei terminó de crear una cadena de amarres entre las manos de los tres para después tirar de ellos; estaban completamente desarmados, e incluso sus posiciones les fueron arrebatadas. Rei le recriminó a Matahachi el no haber matado a Shiori antes de que él apareciera "¿Sabes que lo que dijo esa niña es sólo para no morir ¿Cierto, Matahachi? No me hagas dudar de tu inteligencia ahora. Ser blando no te traerá ningún beneficio, no tienes casta ni futuro si cambias todo por una mujer que no se preocupó por ti; pero eres bueno en el sabotaje, sabes que mover para desestabilizar todo; y por ello has escalado con los Taira; eres inteligente, y eso lo sabe perfectamente nuestro Señor. Estás en el sitio correcto. Mira a estos... por eso están atados. Son perdedores" Momaka le mencionó a Rei que Matahachi había visto algo más en las palabras de Shiori, y eso era su convicción. Y mencionó que Matahachi no debería buscar aprobación de un superior. Rei se burló de ella, diciéndole que él no era el grado superior en esa misión Se mantuvieron en el camino en silencio, siendo guiados a una cañada, entre las dos paredes de roca, había una gran muralla, su construcción era perfecta, avanzaron subiendo por un camino empinado rodeando una de las paredes de la roca; al llegar a la cima notaron que la muralla tenía un propósito: desviar el cause de un río. Rei miró a los prisioneros mientras Matahachi se alejaba "Este fue el plan de Matahachi. Desvió el río que se dirigía a Yamato, les quitó el agua . Hemos estado aquí varias estaciones; esperando el momento en el que Sho entendiera que ese riachuelo no abastecería a su gente, para que siguiera su camino al origen. La mente de un cazador. Uno que espera con calma para atacar. No caigan en su trampa. Atacará en el momento que menos lo esperen, en el momento en el que los haga sentir... seguros" Matahachi los miró desde la lejanía, en su mano aun cargaba el arco. Allí le indicó a Rei con su mano para que avanzara. Rei afirmó y jaló a los prisioneros llevándolos al interior del barco, era pequeño, no había ninguna habitación superior, el barco era de tarima plana; pero debajo de sus pies había una reja en donde en una celda encontraron a un joven bastante herido. Matahachi hizo una última revisión en sus ropas; sacando de Kuroki la misiva de Rengo. La cual guardó entre sus ropas. El prisionero levantó la vista hacia ustedes mientras Rei levantaba la reja y todos eran arrojados a la misma celda; junto con Hina. El joven sujetó a Hina con preocupación, evitando que cayera en el suelo obscuro y húmedo del barco. Matahachi le agradeció a Kuroki el haberles llevado a Hina, abandonándolos en su nueva prisión. "Y así, dos hombres derrotaron a toda una ciudad" Concluyó Rei mirando el rostro derrotado de Sho; el hombre que buscaban.
Misión: Takeda; Takano; Besshou; Tsubaki; Clan Asakura; Hayato; Hashimoto De camino a Sado habían ayudado a unos pescadores orientándose en las aguas; de regreso a la capital desde Sado, decidieron a seguir a Takeda, quien se reconocía como desorientado; fueron los mismos pescadores que ayudaron antes, quienes los guiarían hacia la capital. Takano mencionó que él, Tsubaki, Hinata y Takeda irían a la casa Asakura; mientras que Hashimoto y Hayato irían a la casa de armamento a depurar el oro conseguido por Takeda. Ginko decide ir a la zona de santuarios Besshou decide acompañar a la comitiva de Takeda Llegaron a la casa de los Asakura; donde fueron recibidos con gran hospitalidad; guiándolos hacia uno de los salones dónde al parecer ya los estaban esperando. Los líderes del clan Asakura estaban presentes, Toshikage y Kaori; a su lado estaba Gon, el hermano de Hinata. Y una mujer con una máscara. Ginko llegó al sector religioso donde le indicaron hacia dónde dirigirse para dar con el templo budista; le mencionaron que siguiera el sonido del shakuhachi, la flauta típica. Y allí se encontró con un komuso (monje del vacío) Ginko le preguntó al monje por qué tenía una cesta en la cabeza y el hombre le explicó que los komuso no tenían identidad; por lo que no tenían nombre ni rostro Ginko le expresó al komuso que no sabía si seguir la senda del guerrero o la de la paz Mientras tanto en la casa Asakura; Takeda es interrogado por su falta de brazo algo que crea desconfianza en Besshou Presentan a la enmascarada como: Oboro El komuso le explicó a Ginko que en el budismo quedaba tajantemente prohibido matar Ginko agradece las palabras del monje y decide seguir su búsqueda espiritual en el santuario taoísta, no sin antes escuchar las últimas palabras del komuso "La vida se nos muestra siempre con obstáculos para poder evitar que lleguemos al camino de la iluminación; nuestra mente debe estar preparada. Buscar tu espiritualidad será un camino pedregoso, mira bien siempre antes de pisar con fuerza; a veces la piedra no está suficientemente firme en tierra" El santuario taoísta era distinto, allí en la plaza central parecían estar entrenando varios hombres a enseñanza de otro que se encontraba frente a ellos. A su lado, un gatito negro y una mujer. Besshou contó su historia sin ningún miedo, era la manera de demostrar que no escondía nada para después preguntar las labores de un diplomático. Los Asakura reclaman a Takeda que se rodea de personas que han tradado de matarlo (Es real... Takano; Tsubaki; Besshou...) Takeda menciona que confía en los hombres presentes. Ginko en el santuario taoísta se encuentra con el maestro de Tai chi; el cual era chino y usaba una traductora para poder comunicarse. (Mestro: Xiao; Traductura: Ye) El hombre dice que cualquier arte marcial te enseña a defenderte, y es de cada quien si matar o no a su oponente Ginko decide aprender Tai chi; pero antes debe demostrar su habilidad: atrapando un gatito!!! Ginko atrapa al gatito sin ningún problema Gon le pregunta a Besshou si su familia era conocida; pues le parecía parecido de algún lado. Besshou menciona que no podría ser, pues creció en una familia de campesinos. A su vez, Besshou hablaba con alta estima de Takeda, quien no estaba acostumbrado a oír tan buenas palabras sobre él Los Asakura mencionaron que habían traído a Oboro para que enseñara su escuela; pero antes de explicar mas quisieron explicar el pasado de aquella mujer Ella habló por cuenta propia y mencionó que ella era parte de los demonios carmesí y había participado en la masacre de Hokkaido Gon mencionó que Oboro también había venido para ayudar a Takano con su técnica, la cual no necesitaba de armas. Y si Besshou lo quería, también a él. Besshou negó la ayuda de Oboro; y mencionó a Takeda que mejor quería que él fuera su maestro Takeda le explicó a Besshou su historia como maestro de Yamagata y Matsuda y mencionó que tenía la resolución de crear su propia escuela y nombró a la katana de Kenzaburo: Todai "Faro" Ginko inició su entrenamiento en Tai chi; una escuela de evasión, curación y bloqueo de energía espiritual bajo el tutelaje de Xiao, su nuevo maestro. Ye preguntó a Ginko si podía cocinar para ellos; el aceptó Ginko le preguntó a Ye sobre los Harutomo (su tío y padre) ella le contó como eran un dúo de médicos que viajaban mucho; por lo que destacaban constantemente con métodos poco ortodoxos. Ye menciona que Ujihisa fue quién trajo de China al maestro Xiao, y que ambos realmente nunca entablaron una amistad. Ginko le comenta del opio a Ye y ella le menciona que también esa droga proviene de China y que hay un comerciante de inciensos que lo vende, su apellido es Yon Todos entraron a disfrutar la gran comida preparada por Ginko; parecía un evento importante, parecía una gran fiesta. Ginko pasó el día en el santuario para después volver con los Asakura y Minamoto; allí pasó la noche, en tranquilidad y buenos modales. Takeda entrenó en soledad mientras Besshou descansaba. Takano entrenó junto a Oboro todo el día; y esa sería la rutina por los siguientes dos días. Ginko fue quién más recorrió la ciudad visitando a su nuevo maestro y compañeros en el santuario taoísta; a su vez conoció el santuario sintoísta, era muy silencioso y los monjes se la pasaban en oración constante. Fue en el amanecer del tercer día cuando notaron barcos a la distancia...
Misión: Ukita y Rokujou (presentación de personaje) Su viaje fue por mar; cómo solía hacerlo cuando vivía en Uto, esta vez regresó al norte solo; tenía muchas dudas pero sabía que debía intentarlo; los Minamoto necesitaban toda la ayuda posible; los poblados del norte no eran iguales a los que acostumbraban en el sur o centro de Japón; eran asentamientos alejados de lujos. Así que las flechas no tardaron en caer; pero Ukita ya estaba preparado, había bajado del barco mucho antes, dejándolo correr a la deriva sin atarlo a costa; un viejo truco que su padre le había enseñado. Así que avanzó a pie; pero a pesar de creer que estaba solo, no era así. Un joven lo seguía desde hace un puerto, cuando descansó y abasteció sus suministros en la prefectura de Fukushima. Aquel joven a base de sobornos por información y su hábil rastreo, logró dar con Ukita y subir a su barco; había descubierto que pertenecía al clan Minamoto y eso era lo que buscaba, un indicio para dar con ese clan. Así que cuando Ukita bajó del barco también lo hizo Rokujou. En aquel paisaje era difícil no destacar, cada punto de otro color era susceptible a la vista; Ukita vio al muchacho a distancia, escondiéndose en los Monstruos de nieve. Esas extrañas formaciones conocidas como Juhyo, se debían al cúmulo de hielo en la punta de los árboles, debajo de esas pequeñas formaciones estaban completamente sepultados aquellos pinos. Ukita encaró a Rokujou, no de manera agresiva; pero le advirtió que si seguía siguiéndolo sería un suicidio pues ir a la capital de Aomori era peligroso a su lado Rokujou mencionó que no se alejaría pues estaba buscando al clan Minamoto Rokujou había investigado lo suficiente para saber que Ukita pertenecía al clan Ukita afirmó; no dijo nada mas, no lo veía necesario. Él le advirtió, y a decir verdad necesitaba el silencio, necesitaba pensar en que decir, en cómo actuar. Así avanzaron mientras se dirigían a la capital del norte. Ukita parecía conocer perfectamente aquel escenario blanco y confuso, conocía cada vuelta, cada árbol; hasta que Rokujou pudo distinguir a lo lejos los colores rojos que comenzaban a destacar entre la nieve. Cruzaron el puente para adentrarse a la ciudad que parecía estar desierta. Fue entonces que un silbido los alertó, sonaba como un pájaro; por lo que miraron a los árboles sin encontrar nada, pero al volver la mirada al puente fue tarde... Sintieron la punzada de las heridas infringidas en ustedes. No era grave; pero si dejaría una marca, en el caso de Rokujou en el hombro, y en Ukita en su rostro. Un hombre fue quien los atacó, estaba cubierto de una piel de lobo. Le dijo a Ukita que no era bienvenido Rokujou se preguntó quién era aquel sujeto; pero este era agresivo inició un ataque directo hacia Ukita, y Rokujou no se quedaría simplemente observando. Ukita dijo en medio de la pelea que había vuelto al Norte a pedir ayuda y que Rokujou lo siguió porque buscaba a los Minamoto Aquel hombre seguía furioso con Ukita por ahora servir a alguien que no fuera del Norte. El hombre se veía mas dubitativo si atacar, pero su furia era mas grande al parecer Rokujou se quitó su mascara para pelear con mas soltura así interponiéndose entre el hombre y Ukita Ukita estaba bajo presión; no quería que Rokujou se sacrificara por él. Ukita le dijo a Rokujou que ese hombre era su familia: su padre Aquel hombre mencionó la verdadera razón por la que atacaba a Ukita: abandonar a su familia, Ukita abandonó Uto dejando el Norte desprotegido al ataque de los demonios carmesí quienes destruirían Hokkaido Ukita explicó que dejó Uto para seguir a la única esperanza que tenían para frenar la expansión Fue entonces que el padre de Ukita miró a Rokujou y lo confundió con Takeda, pues había escuchado del cabello rojizo Ukita negó la suposición; después presentó a los presentes. Soreku, era el nombre de su padre. El patriarca del Norte Ukita y Rokujou estaban muy heridos, pero avanzaron sin ayuda siguiendo a Soreku hacia la ciudad, dónde una mujer llamada Oki los atendería. Ukita se lamentó por Penttenouk, el lobo que ahora su padre llevaba como piel sobre su espalda, había muerto por viejo dejando dos cachorros de lobo atrás. Ambos podían notar como había dos tipos de personas fuera de aquellos hogares; algunos mostraban la misma indumentaria que tenía Soreku; pieles robustas y telas en capas. Otros tantos parecían portar la ropa más clásica y mejor conocida en Japón. No todas las construcciones eran comunes, algunas parecían simples chozas, y fue a una como esa a la que terminaron entrando; al hacerlo, de inmediato sintieron el calor. En el interior había una mujer quien saludo a Soreku cuando entró; después miró hacia Ukita, y sus ojos mostraron sorpresa. Era Oki quien inició atendiendo las heridas de Rokujou. Rokujou mencionó que no era la primera vez que recibía el suplicio de un padre Ukita le preguntó al respecto preocupado Rokujou esquivó la pregunta de Ukita y se dirigió a tomar un baño caliente; Soreku lo llevó hacia el onsen Soreku se quitó la ropa mostrando un cuerpo corpulento y lleno de cicatrices; y no sólo eso, una tintura roja recorría su cuerpo; un par de tatuajes lo adornaban. Aquel hombre entró a las aguas termales y relajó su cabeza sobre una de las rocas. Soreku interrogó a Rokujou; y Rokujou respondió, recriminando sutilmente a Soreku por el trato de "bienvenida "especialmente ante su propio hijo, algo que hizo a Soreku reflexionar las tradiciones que se tenían en el Norte; pues si bien era rudo, quería mucho a su hijo. Soreku explicó la invasión de los demonios carmesí en Hokkaido y el por qué reprendió a Ukita por ello; aun así Rokujou sentía que Soreku debía entender un poco mas a su hijo Ambos salieron después de un tiempo; volviendo al frío de las calles invernales. Soreku y Rokujou se reunieron en una casa con Ukita quien parecía estar orando. (Por Usagi, su difunta esposa) Ukita le explicó a Soreku que había venido a pedir ayuda de los hombres del Norte; pero Soreku habló de viejas traiciones y no quería someter a su gente nuevamente a ello que no se trataba de desconfianza hacia Ukita, sino a todos los demás al sur. Rokujou entendió el por qué Ukita no consultó a su padre cuando se fue de Uto; sentía que Soreku no escuchaba mas allá de los viejos dichos y acciones, tendrían que entablar la alianza a su nivel: haciéndose valer por todo el Norte. Rokujou le mencionó a Ukita que tendría su apoyo hiciera lo que hiciera Ukita mencionó a Soreku que recuperaría la joya del tigre blanco para demostrarle al Norte que unirse a él y su misión era lo correcto, el verdadero deseo de los espíritus del Norte. Soreku aceptó y Rokujou lo siguió Se dirigieron a las montañas de Hakkoda y entraron a una especie de caverna helada llamada Kori no shiro (castillo de hielo) En aquel sitio Ukita le explicó a Rokujou la leyenda "...Existe una leyenda con los emishi; se dice que aquella persona que está dispuesta a caminar en tierra de kamis y tener las facultades para volver después de conocerlos, es merecedor de ser el líder de los hombres y mujeres del Norte. Pero para ello, los kamis deben darle a esta persona un obsequio, uno que deberá mostrarle a su pueblo, ese obsequio lo conocemos como Aisuai (el ojo de hielo) Esta es una gema, parece ser de hielo pero no es fría, no se derrite al tacto. Eso es lo que buscaremos allí adentro..." Ukita le explicó a Rokujou que su padre había recuperado a Aisuai con anterioridad y por eso era el líder de los emishi, después le mencionó la decisión que debían tomar "Hay una prueba para obtenerla; pero dependerá de nosotros elegir con sólo saber lo siguiente: Uno, dos y tres; terrible avalancha acecha la mente. Cuatro, cinco y seis, cada cual distinto, cada uno se relaciona con su nombre, todos helados. Siete, ocho y nueve son temibles enemigos uno del otro, pero protectores de hielo son. Diez, un número benévolo, Once uno cruel." Rokujou escogió el número ONCE! Eligieron la prueba más difícil y un espectro de hielo se materializó frente a ellos; aquel espectro se presentó, era ridículamente alto, posiblemente la altura de los dos juntos, llevaba marcas en todo el cuerpo y su rostro no mostraba pupilas, era ver al hielo, no a un par de orbes. Su arma desprendía el vaho del hielo, demostrando que aquello era más frío que todo el hielo a su alrededor. Rokujou se adelantó a atacar pero fue inútil ante la defensa de aquel poderoso rival; después Ukita se abalanzó detrás de Rokujou para atacar a su rival con todas sus fuerzas; mostrando su ataque especial en esa primera oportunidad, pues no podía permitirse perder y mucho menos dejar que dañaran a su nuevo camarada. Para sorpresa de ambos, su rival no contraatacó; sólo parecía defenderse "Diez" se escuchó Así, ambos siguieron atacando hasta que el conteo regresivo terminó Al verse tan vulnerables; Rokujou le mencionó a Ukita que nadie había hecho algo amable por él; que Ukita le diera su abrigo fue algo que jamás olvidaría, y por ello le dijo que huyera y lo dejara con aquel ente de hielo. Ukita se negó, mencionó que él ya había vivido; que a él ya le habían dado una segunda oportunidad, le dijo a Roku que él era aun joven, que el debía huir. Ninguno huyó. Afrontando juntos al ente y posiblemente a la muerte "Soy un exiliado, un asesino, un viajero, no tengo familia ni amigos ni por quién vivir, no tengo una meta en la vida, o un objetivo, nada de lo que tú si tienes, Ukita, puedes ser más viejo que yo, pero al menos tienes por quién luchar y a quien proteger ¿Quién te protege a ti? solo hay dos opciones, me otorgas una muerte honorable dónde mi razón fue proteger a mi único amigo.... O... Ambos morimos con honor hasta el final" Estas fueron las palabras de Rokujou a Ukita El espectro de hielo atacó con fuerza sobrehumana a Rokujou, dejándolo sangrando, casi al punto de no poder mas. Mientras que Ukita corría a los costados de su rival deteniéndolo con su mano izquierda para después clavar su katana con la derecha; el impacto fue menor, pero logró dañarlo "¡ROKU! ¡NO VAMOS A CAER! ¡QUE EL PALPITAR DE NUESTRO CORAZÓN NOS RECUERDE QUE ESTAMOS VIVOS! Ukita notó los entrecortados movimientos de Rokujou; sus palabras lo había hecho levantarse nuevamente. Le recordó el momento cuando él se levantó en aquella isla frente a su maestro y Takeda, decidido a pelear, abandonando la idea de la muerte. El espectro parecía ser hábil al momento de crear estrategias; dirigió su fuerza hacia Rokujou, el enemigo más herido; pero Ukita se negó a aceptarlo; interponiéndose en el ataque; y a sorpresa del espectro, Ukita bloqueó el ataque creando incluso chispas en aquel impacto, al grado de poder hacer añicos el arma del espectro. "El destino era cruel; aun así lograron desafiarlo, volverlo suyo" El espectro hablaba mientras las katanas de ambos comenzaban a brillar con una tenue luz azul; la cual se disipó a los pocos segundos. Cuando levantaron la mirada, el espectro ya no estaba mas frente a ustedes; y dónde él se había una joya que resplandecía. Ukita corrió a un lado de Rokujou; y lo ayudó a cubrir sus heridas para que no se desangrara. "Roku... tienes un amigo por el cual vivir; tienes un amigo que defenderá tu vida de ahora en adelante, y eso es una promesa" mencionó Ukita mientras se inclinaba para que Rokujou se recargara en su hombro para poder caminar juntos hacia la salida. Ukita y Rokujou salieron con dificultad; dejando un camino de sangre a su paso; al salir de la caverna; se encontraron con un blanco absoluto; era una fuerte ventisca y no se podía ver el horizonte. Parecía un panorama desolador; pero dos lobos blancos se acercaron a ustedes, y detrás de ellos se encontraba Soreku. Soreku les dijo que lo siguieran; llevándolos entre la nieve para llegar a un viejo templo abandonado; allí abrió sus puertas las cuales estaban congeladas y les indicó que pasaran. Soreku comenzó a moverse dentro como si conociera aquel sitio; le entregó a Ukita carbón y le señaló el fogón mientras contenía la herida de Rokujou. Así deteniendo el sangrado de Rokujou. "La ventisca siempre anuncia el cambio; fue la misma ventisca que yo vi cuando salí de el castillo de hielo. Al parecer; mi tiempo como el líder del Norte ha terminado. Estoy orgulloso. De ambos" habló Soreku. Los lobos entraron con conejo en sus fauces; podrían comer para recuperar sus energías. La comida comenzó a oler muy bien; Ukita repartió el alimento, incluyendo partes sin cocinar para los lobos. Pudieron comer alrededor del fuego, recuperando energías y con grandes ánimos; parecían una familia. Soreku abrazaba a ambos mientras se lamentaba el hecho de no haber traído sake; les contaba viejas historias de espectros de hielo que al parecer desviaban a los hombres cansados para dejarlos morir y unirse a los fantasmas que protegían las montañas Hakkoda.