Reparando un corazón

Tema en 'Fanfics Abandonados Pokémon' iniciado por aniberadrian, 7 Febrero 2015.

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  1.  
    FanDeFic Sama

    FanDeFic Sama Guardián de las joyas más hermosas (Aria y Serena)

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    Una continuación inesperada, en verdad me agarraste de imprevisto. Uhmm, bueno fue muy lindo todo y me gustó bastante. Me sorprendiste bastante, enserio.
    Bueno, no tengo mucho para decir, solo que espero la continuación. Saludos y suerte.
    Atte. FanDeFic.
     
  2.  
    aniberadrian

    aniberadrian Izumi Sakai

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    Título:
    Reparando un corazón
    Clasificación:
    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
    Género:
    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    14
     
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    1201
    Hola queridos amigos y lectores, es bueno volver y espero que les guste está nueva continuación que he escrito.

    -Oslo.


    El Sol salía, estaba amaneciendo y sus rayos tocaban al pueblo. La oscuridad de la noche era desplazada poco a poco por los dorados rayos solares. En una casa en ese Pueblo estaban dormidas dos hermosas jóvenes. La primera en despertar fue Erika quien sintió aquellos, molestos, rayos del Sol entrando por la ventana de la habitación.

    —Eh... — pronunció ella mientras se levantaba. Ella se frotó un poco los ojos y decidió abrirlos para encontrarse a Ash durmiendo en el suelo. —"Durmió en el suelo."— pensó ella sintiéndose un poco culpable de que el chico de cabellos desordenados descansara en el suelo.

    —Por favor... — esas palabras venían de Ash quien parecía tener un rostro de preocupación. Erika le miro, ella también se preocupaba por él. —No se coman toda la comida. — Erika no pudo soltar un pequeña risita cosa que provocó que Sabrina se despertará.

    —Eh... ¿por qué se despertaron? — decía somnolienta Sabrina mientras Erika notaba el cabello muy desordenado de su mejor amiga. Al parecer ella tuvo un muy bonito sueño ya que se levantó con una fuerte sonrisa. —¿Erika por qué esa sonrisa? — preguntó ella para después dar un largo bostezo.

    —Tu novio tiene fantasías con una chica llamada Camila. — expresó Erika en juego mientras Sabrina se despertó de golpe mirando enfurecida a su novio quien estaba con una sonrisa boba. Un aura roja apareció, rodeando a la peli verde quien estaba con una sonrisa malvada. —E-Es broma S-Sabrina. — expresó nerviosa la peli azul al ver a su mejor amiga así.

    Sabrina le miro con lágrimas en los ojos. Ella intentaba usar ese truco con su vieja amiga quien simplemente se rió por aquello.

    —No me hagas eso de nuevo. Me dolería mucho que Ash me dejará. — comentó ella cruzandose de brazos y mirando a otro lado.

    —Que le hiciste a Sabrina. — expreso Erika en juego para darle un abrazo a su amiga -llorando- mientras ponía su rostro en el pecho.

    —Erika ten cuidado. — expresó riendo Sabrina mientras trataba de escapar del agarre. Pero de pronto ambas cayeron al piso justo a lado de Ash quien al estar soñando con comida abraza a ambas chicas. — Ah... Ash. — Sabrina trataba de levantar a Ash pero no podía y el azabache las abrazaba.

    —Dejen mi comida... es mía. — expresó dormido Ash mientras una de sus manos tocaba el trasero de su novia para después apretarlo y sacar un ligero gemido de ella.

    —Sabrina. — comentó Erika al ver a su amiga sonrojada y disfrutando, de pronto sintió que alguien le estaba tomando uno de sus pechos. La chica no pudo evitar sonrojarse a más no poder. —"¿Cómo sucedió esto?" — se preguntó la ex líder de gimnasio quien se sentía muy a gusto con tan agradable sensación.

    —No puedo seguir. — expresó Sabrina mientras se dejaba disfrutar por tal acción para después, pegarle a Ash con uno de sus brazos despertandole.

    —Pero ¿qué? — Ash rápidamente abrió los ojos y se quedo hecho piedra al ver a su novia y su amiga a los lados, pero más aún porque las estaba manoseando. Rápidamente el azabache perdió todo el color del rostro desmayandose.

    Después de un rato todo se calmo, la verdad era algo extraño todo lo que sucedió, pero más para Ash quien no pensó que eso llegase a pasar. El azabache salió de la habitación dejando solas a Sabrina y Erika. De repente sintió que le estaban abrazando para girarse y ver a Yellow. Para Ash esto era extraño, hace unos días ella sólo era un recuerdo y estaba declarada como fallecida pero en estos momentos estaba frente a él.

    —Ash. — esa dulce voz llegaba a su cabeza transportando a Ash a viejos recuerdos de su niñez. —Tengo hambre. — El chico de cabellos desordenados tomó a la pequeña y la alzo provocando un sonrojo en ella.

    —¿Qué deseas desayunar? — preguntó él con un brillo en los ojos. Era ella, después de mucho tiempo, no había cambiado nada aquella niña con quien jugaba mucho.

    —Se me antojan unos panqueques con mermelada de fresa y leche con chocolate. — respondió la niña con una gran brillo en los ojos.

    Hace tiempo que Ash no veía esos ojos brillar con toda esa inocencia. Su mente formulaba preguntas, ¿por qué sucedió todo esto? Para él, era más sencillo saber que el E.R., sólo robaba pokemons, pero al enterarse de que estos hacían pruebas en humanos le daba a entender que deseaban algo más. Aunque, conoció a Giovanni y sabe que él deseaba tener al pokemon más fuerte y poderoso, el no hacía experimentos con humanos.

    —Ashy. —

    De repente Ash fue sacado de sus pensamientos por la pequeña quien le miraba preocupada.

    —¿Estás bien Ash? — preguntó ella con cierto grado de preocupación.

    —Sí estoy bien, sólo pensaba en ciertas cosas. — disimulaba él con una falsa sonrisa.

    —Es por nuestro reencuentro ¿verdad? — comentó ella para después bajar su mirada.

    —No, no es por eso. — dijo él pero la rubia negó con la cabeza.

    —No sé que pasó, sólo recuerdo nuestra niñez y a Sabrina. — comentó la niña, pero de repente la imagen de un hombre en un atuendo rojo y con una sonrisa apareció en su mente. "Tranquila pequeña." —Y a Oslo-sama. — de repente su mirada comenzó a delatar un terrible miedo después de nombrar a aquella persona.

    Su respiración se volvió agitada, los recuerdos se veían borrosos y sus ojos comenzaban a brillar igual que los de Sabrina.

    —Yellow tranquilízate. — le dijo Ash mientras la pegaba a él.

    —No quiero hacerlo. — decía la niña mientras lágrimas se formaban en sus ojos. —No me hagas hacerlo. — pedía ella mientras ocultaba su rostro en el pecho de Ash.

    El azabache notó como las cosas se movían y algunas levitaban. Sabrina salió de la habitación y fue directamente con ellos dos abrazándoles y resguardando a la rubia. Ash miro la cara de preocupación de Sabrina quien comenzó a hacer uso de sus poderes para calmar los de Yellow. La pequeña comenzó a respirar de manera normal y cerró sus ojos quedando dormida. Para Ash esto fue algo diferente, algo despertó un gran temor en la pequeña y por ende en él.

    ¿Quién era Oslo-Sama?

    —Yellow. — Nombró Sabrina acariciando la mejilla de rubia.

    —Sabrina. — Ash no despegaba la vista de su novia, estaba serio. Necesitaba saber más sobre lo que pasó hace años. —¿Quién es Oslo y qué le hizo a Yellow? —

    Ante esa pregunta unos escalofríos recorrieron el cuerpo de la peli verde. No era posible, ese nombre no lo escuchaba en años y ahora su novio lo nombra. Ella comenzó a temblar mientras un dolor de cabeza se hizo presente. Erika quien veía todo desde la habitación se preocupo y fue a lado de su amiga para evitar que algo pasará. Los ojos de Sabrina se llenaron de lágrimas y una cara de preocupación fue mostrada a Ash, quien quedo impactado por eso. No sólo era miedo sino tristeza y horror.

    —No me dejes sola, por favor. — pidió ella en voz quebradiza sorprendiendo a Ash como a Erika.

    Se quien fuera ese tal Oslo, había causado gran impacto en ambas.
     
  3.  
    aniberadrian

    aniberadrian Izumi Sakai

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    Escritor
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    Reparando un corazón
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    Para adolescentes maduros. 16 años y mayores
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    Romance/Amor
    Total de capítulos:
    14
     
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    1568
    Hola amigos, es un gusto estar aquí con otra continuación de la historia, jeje. Espero que les agrade el capítulo. Pues creo que le quedan diez capítulos más y espero acabarlas. Sin más que decir los dejo.


    "Los Dioses deben ser fuertes."

    El hombre, la única especie en el mundo capaz de asesinarse los unos a los otros sin remordimiento, como solución final y hasta por placer. Cuando Él creo a todos, creo a una especie que pueda se capaz de llegar a la cúspide del pináculo evolutivo. Muchos de ellos llevaban el honor de servir a su causa. Durante un tiempo hubo guerras, guerras que fragmentaron a la humanidad hasta que llegó la paz.

    Queda muy pocos lugares, testigos de los horrores de la guerra. Humanos y Pokémon, peleando unidos, pero al final peleando por un único fin... ganar a toda costa. Hace tiempo apareció un Pokémon muy poderoso, la Deidad llamada Arceus. Esté "Dios", empezó a guiar a los humanos y pokémon a una nueva era de paz. Pero, ¿qué sucede sí aquel ser no es quien dice ser?

    Un hombre rubio, vestido con un traje rojo así como una bata científica miraba frente a él a una "Deidad", o la estatua de una de ellas.

    —Mew... — Comentó el hombre mirando frente a él la estatua del Pokémon 150... o mejor dicho el 0001. Él hombre estaba en una oficina de lujo, mirando una estatua tan antigua como la misma sociedad humana. Tal vez 2000 o 3000 años tenía aquel objeto. —Sí te capturo... tendré la oportunidad de ir al Salón de los Orígenes. — Aquel hombre sonrió mientras tomaba un libro de un estante cercano.

    —"Texto de las Deidades del Tiempo y Espacio." — Al leer el título el hombre sonrió. Miles de años de evolución han pasado y hasta ahora nadie los ha intentado capturar. De repente alguien tocó a la puerta. Él hombre dijo que pasarán revelando a un joven rubio con traje negro. —Ah que sorpresa Travis. ¿Sucedió algo con el proyecto? — Preguntó el hombre a la persona que ingresó.

    —No señor. Hasta ahora ninguno de ellos ha sobrevivido. — Informó el sujeto que respondió al nombre de Travis.

    —Es una lástima, esos niños parecían prometedores. — Expresó con leve disgustó el de traje rojo.

    —Aunque hay un informe de un agente del Equipo Rocket que posee las cualidades de los niños de manera más... perfeccionada. — Dijo Travis viendo como el rubio miraba una pintura de él mismo.

    —Nombre del sujeto. Ahora. — Ordenó él hombre quien con sus ojos color carmesí detonaba miedo en Travis.

    —Según los informes se llama Sabrina Natsume. — Natsume... un apellido que no escuchaba hace mucho tiempo. Travis notó como sonreía aquella persona quien por lo visto era su superior.

    —Que inteligencia busque en nombre del Líder de aquella organización. — Ordenó la persona mientras Travis se retiraba.


    Eso fue hace casi 8 años... Sabrina, la ex líder de Gimnasio estaba sentada en la sala de la casa de la madre de su novio. Ash Ketchum, campeón de la región, estaba sentado a su lado. Pensó que después de sacarla de aquel lugar horrible, todo sería sencillo. Sabrina tenía una mirada llena de miedo. Erika, su amiga estaba preparando té, a fin de calmar un poco la tensión que se sentía mientras la madre de Ash cuidaba a Yellow. Una vez que terminó de prepararlos fue junto a ellos sentándose en un sillón frente a la pareja, no sin antes dejar el té en la mesa de centro.

    —Bien. — Quien rompió fue Ash quien miraba a su novia. Cuando la abrazo, ella se sobresaltó. —Hey... tranquila. — Dijo él rodeándola con sus brazos en un abrazo.

    —Sabrina...— Erika no podía creer que ese nombre haya causado tanto impacto en la chica. Ella no podría entenderla, ella no sabía ni de sus días como traidora al ser un alto miembro del E.R., pero quería estar ahí para ella de ahora en adelante. — ¿Quién es Oslo-sama? — Preguntó la peli azul a su amiga quien le miraba un poco triste.

    —¿Estás decepcionada de mi? — Aquella pregunta movió un poco a ambos. —Mejor dicho... ¿Ambos están decepcionados de mi? — Tal vez en parte era cierto, pero no podían juzgarla, mucho menos él. Lo hecho, hecho está y no serviría de nada señalar culpables.

    —No lo estamos. — Dijo Ash mientras le daba un beso a Sabrina en la frente, pero ella no deseaba mirarlo a los ojos o más bien creía ella que ni siquiera debía hacerlo.

    —Fue un error, la gente comete errores siempre. — Ahora habló Erika mirando comprensivamente a su amiga. —Lo importante es tratar de repararlos. —

    —Erika tiene razón. — Sabrina decidió mirarlo a los ojos para ver una mirada de comprensión y amor. Él la quería mucho y ella, ella apenas estaba entendiendo esto. —Sé que ya no deseas saber nada de tú pasado, pero así no podrás dejarlo de lado. —

    Era cierto. Ella fue un día una de los comandantes más fuertes que Giovanni tuvo a su mando, pero eso no la excuso de que trataran de estudiarla, analizarla con el fin de usarla como arma. Ella estaba arrepentida, a su madre la transformó en muñeca y ella fue la causante de que su padre se fuera. Muchos dirían que ella es aterradora, por la forma en que barría el piso con sus pokémon a todo entrenador que ingresaba a su gimnasio, que no era más que un centro de estudio del Equipo Rocket como de aquel sujeto al cual llaman Oslo-Sama.

    Su pasado al final siempre estaría con ella, los sueños que destruyó y las personas a las que daño. Ella no le importaba en ese entonces arruinar la vida de las demás personas, al menos hasta que la conoció a ella.

    —Cuándo nos encontrábamos ¿me tenías miedo? — Preguntó Sabrina mirando a Ash. Era cierto, bueno, casi debido a que la única vez que le tuvo miedo fue cuando la conoció.

    —Cuando nos conocimos, al inició tuve miedo, pero después empecé a desarrollar cierta atracción hacía ti. — Erika no podía estar más feliz por la confesión de Ash y más al ver el ligero sonrojo que tenía él.

    —Yo tenía miedo. — Confesó Sabrina mientras sonreía un poco con cierta melancolía. —Tenía miedo que al final me terminarás odiando. Eso era lo que más temía en aquel tiempo. —

    —Cuando desapareció Yellow... yo seguía siendo líder de gimnasio en la Ciudad Azafrán. — Para la de ojos violeta, aquellos días en aquel lugar no eran nada gratos, pero sabía que ese era su pasado y aunque tratará de olvidarlo, ahí estará. —Giovanni conoció a una persona que le ofreció el equipo necesario para poder crear al ser más poderoso de todos... el nacimiento de MewTwo. —

    Cuando Ash escuchó ese nombre recordó el sufrimiento de aquel pokémon.

    —Giovanni deseaba tener al pokémon más poderoso y Oslo... él sólo deseaba que todo el mundo sufriera. — La manera en que dijo eso último hizo pensar a ambos jóvenes de que aquel sujeto era diferente. Muy diferente a los líderes de las organizaciones que enfrentó Ash anteriormente. —Él fue el que tomo posesión del entrenamiento de Yellow una vez que terminé con ella en entrenamiento primario. —

    Sabrina parecía estar sumamente arrepentida al momento que nombró a Yellow, tal vez hubiera hecho más para evitar que se la llevarán de su lado. Eso hubiera hecho, si hubiera sabido la naturaleza de Oslo. La ex líder de gimnasio apretó los puños y unas lágrimas de frustración se hicieron presentes.

    —Ellos me mintieron, me dijeron que ella... — Una ira evidente se presentó en Sabrina, pese a que estaba feliz de ver a Yellow se dio cuenta que le arrebataron a su amiga y a su hermana con el fin de que ella fuera "esa" arma. —Fui una estúpida. Sólo me mintieron, ella jamás murió. —

    Erika lamentaba lo que le hicieron a su amiga, ojalá ella hubiera estado ahí para apoyarla.

    Ash, por otro lado, pese a que estaba feliz, algo no encajaba en el rompecabezas que tenían. Han pasado muchos años desde que Yellow desapareció y apenas sufrió cambios. Pareciera como si el tiempo no hubiera pasado en ella. Algo estaba mal, tal vez cometió un error al perseguir a Giovanni, quizás... posiblemente Yellow si falleció.

    De repente una idea se le vino a la mente. Una idea muy aterradora.

    —Sabrina, necesito que me digas más sobre eso. Necesito todo lo que sepas y se lo digas a mi Élite Cuatro. — Expresó Ash serió mientras tomaba a su novia de las manos quien sólo asintió.

    Mientras tanto, en la casa del Profesor Oak. Gary también estaba en las misma, él quería mucho a Yellow, pero se preguntaba por qué no envejeció como ellos. Claro, era probable que no creciera, pero su fisionomía demostraba que ni sus órganos maduraron. Gracias a Delia quien les habló, supo que Yellow no maduro sexualmente tampoco... y estaba en la edad de haber madurado ya.

    —Además, posee aquellos poderes. — Decía Gary quien estaba en su cama con un montón de documentos. Ser el cuarto miembro de la Élite Cuatro le daba acceso a muchas cosas de nivel confidencial. —Según esto un científico de nombre Fuji intentaba clonar a su hija fallecida llamada Amber. —

    Para Gary, ese nombre se le hizo conocido de algún lado. Él sabía que si le marcaba, probablemente se negaría, aunque es posible que ese nombre le ayude.

    —Nombre del Proyecto: AmberTwo. — Pronunció Gary mientras tomaba el teléfono.
     
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