RENACER [Inu&Kago&Sessho]

CAPITULO X: El nacimiento de Sesshoumaru.

-¡¿Tú?!- Exclamo Sesshoumaru, sorprendido al encontrarse en su presencia.

-No creí, volvernos a ver tan pronto-Anuncio la figura de un gran dayokai. -¡Hijo!

-¿Qué hace aquí padre, creí que su alma descansaba?-Cuestiono intrigado el yokai.

-Hijo mío; ya es hora de que sepas quien eres, tú verdadero origen, nuestro origen-Evidencio Inu no Taisho.

-¿Qué quieres decir con eso padre?-Interrogo sumamente confundido el actual dayokai.

-El día de tú nacimiento; una noche como esta, en la que la Luna Menguante anuncia desde tiempos inmemorables el nacimiento de nuestra raza.-Inicio su relato, el General perro.

-¿Que tiene que ver eso conmigo?, siempre a sido en esa etapa cuando nuestra raza nace.-Interrumpió el joven dayokai.

-Así es Sesshoumaru, pero esa vez fue diferente-Afirmo de manera orgullosa y sumamente feliz, para proseguir.- Antes de nacer, la renovación lunar (Luna nueva) fue distinta; como si anunciará un suceso sumamente importante.

Inu no Taisho guardo un momento de silencio, observando la confusión en lo ojos de su hijo. –Tu madre Irasue, también lo sentía; así que consulte al Árbol Sabio.

……………..

-Al llegar ahí; descubrí, no sólo al Árbol Sabio, sino que también a un ser milenario de infinita sabiduría. –Revelo su progenitor.

-El Mensajero-Declaró el sucesor del Gran yokai.

-Estas en lo correcto, hijo-Confirmo Inu no Taisho, reanudando su explicación-El Mensajero me revelo que no me debía de preocupar, que todo saldría bien; el alma de mi primogénito era la del Primer Daiyokai.

-¡¿El Primer Daiyokai?!-Dudo Sesshoumaru.

-Así es; y el día de tu nacimiento lo confirme-Argumento el General Perro, continuando el relato de los hechos, ante otra interrupción de su hijo.

-Al momento de nacer, tu partera se sobrecogió, al estar recibiendo un bebe humano de cabellos negro y ojos azules como el zafiro; siendo que sus padres eran daiyikai’s.-Confeso, siguiendo con el relato, ante cualquier intervención. -Emocionado me acerque a tu partera y tal fue mi asombro al verte; tu madre al percatarse de mi sorpresa rápidamente fue a divisar lo que pasaba.

Inu no Taisho callo un momento-Lamentablemente su reacción no fue buena; Irasue enfureció, acecinando a la partera. No sabía que hacer, me encontraba realmente desconcertado; así que te coloque en el Beddo, para tratar de detener a tu madre.

-¡¿Un humano, soy un humano?!-Se cuestionaba mentalmente Sesshoumaru, aun sin poder creerlo; tratando de seguir escuchando el relato de su padre sobre su nacimiento.

-Había pasado bastante tiempo tratando de controlar a tu madre, cuando escuche tu llanto-Relato el espíritu de un Gran Guerrero.-Fui enseguida para ver que ocurría, el frío invierno me impedía observarte; en una noche sin estrellas y justo cuando la Luna Menguante llegaba a lo más alto del cielo nocturno, sucedió.

……………..

-Tú ser comenzó a cambiar en un Inuyokai-Narro Inu no Taisho-Lo demás es historia; te mostré ante tu madre convenciéndola que tú apariencia “humana”, era una ilusión que las yokai’s tienen a veces cuando dan a luz, en especial las que no toleran a los humanos y se creen superior.

Sesshoumaru observo interrogantemente a su padre y este capto inmediatamente.-Por supuesto que tu madre no me creyó, sólo que no volvimos hablar del tema; ah!, por supuesto. –Expreso el espíritu. -Eso explica el trato que le tiene a su propio hijo, aunque yo no soy la gran diferencia.

………………………….…..

Con el grupo de Inuyasha

Llevaban toda la noche en busca de la pulga Myoga; ya que cierto hanyou, aventó a la pulga sin medir la consecuencia de sus actos.

-¡Ya estoy cansado y tengo mucho sueño!-Se quejo el pequeño zorrito.

-¡No sea llorón Shippo, ¿que no eres un “hombre”?!-Ataco el hanyou exasperándose, al no encontrar a la pulga.

-¡No!-Replico el kitsune, para después afirmar-¡Soy un niño!; y si Kagome estuviera aquí, no dejaría que me pasara esto.

-Shippo tiene razón, Inuyasha-Argumento la exterminadora. -¿No lo cree así, su excelencia?

-Así es mi querida Sango-Apoyo, prosiguiendo-Bien, hagamos una votación. Los que este a favor de seguir buscando a la pulga Myoga, levanten la mano.

-Y los que no.......... ¡Vayamos a dormir!-Dijo el monje pervertido para ir junta a Sango y Shippo a casa del anciana Kaede a descansar; dejando a un irritado Inuyasha, aún con su mano levantada.

-¡Ese Miroku, me las va a pagar!-Amenazo un irritado hanyou.

………………………….…..

Con Inu no Taisho y Sesshoumaru

-Sin embargo yo, estaba seguro de tú poder seria el mismo que el Primer Daiyokai-Menciono orgulloso Inu no Taisho, después de unos segundos de reflección. –Ya que una vez fuiste el Primer Daiyokai, fundador de los Inodaiyokai’s.

Sesshoumaru estaba inerte ante tal noticia. -¡¿el Primer Daiyokai, un humano, el fundado?!

-¿Cómo es eso posible, padre?-Interrogo el joven yokai.

-No lo se, hijo-Respondió; después de inhalar y exhalar un poco, prosiguió- Pero esa, es la única verdad y la puedes comprobar con la Flor del Tiempo.

El espíritu de Inu noTaisho se deslizo a un lado dejando ver a un capullo de una flor de cristales enroscada de colores (lila, blanco y azul) en medio de la laguna.

-Se encuentra en el agua, por que esta la mantiene con vida; es la única parte en donde se puede encontrar ya que la Gran Guardiana, el Mensajero y Midoriko dejaron sus más valiosos recuerdos así como el “Ángel”. –Informo el General Perro.

-¡¿Un Ángel?!-Cuestiono a su padre.

Inu no Tashio río ante la expresión fastidiada de su hijo ante tanto ser, emoción que no le hizo gracia a Sesshoumaru; así que, se dispuso llegar a la Flor del Tiempo, levitando; cual fue su sorpresa al ver que no pudo.

El actual Daiyokai, se acerco a la laguna y justo antes de entrar en ella, observo perplejo su reflejo. Cabello totalmente negro como una noche sin Luna, ni estrellas y ojos tan azules como el zafiro y sobretodo una figura totalmente humana.

Al ver la conmoción de su hijo, Inu no Tashio hablo-¡No te preocupes hijo, te aseguró que el cambio no será permanente! -Al escuchar la voz de su padre, el joven Daiyokai reacciono, entrando a paso seguro a la laguna; cual fue su sorpresa, al percatarse, que tal vez, la laguna del Árbol Sefirótico no tenía fondo.

-No te aflijas hijo, de seguro ya has notado que la laguna no tiene fondo-Confirmo Inu no Tashio. –Eres el único que puede caminar en ella; ya que, la Gran Guardiana junto con el Mensajero lo adecuaron, sólo para ti.

-Antes de que toques, la Flor del Tiempo-Advirtió el General Perro, para después informarle. –Vivirás de nuevo tu pasada vida: emociones, sentimientos y pensamiento; también algunas memorias de La Gran Guardiana, el Mensajero y Midoriko.

Sesshoumaru toco la Flor del Tiempo, esta abrió sus hojas y del interior salio una pequeña esfera luminosa cristalina, que al instante creció; el yokai poso una mano sobre la esfera, volteo a ver a su padre y este asistió.

El Daiyokai que había regresado a la “imagen” de su nacimiento, sin ningún temor ingreso en el Polen de la Flor del Tiempo.

El “polen” palpito un par de veces mostrando a un aparente Sesshoumaru inconsciente; sin embargo su padre sabía que eso, era sólo el proceso para descubrir su origen.

Beddo: Cama japonesas, suele ser delgada pero sin dejar de ser cómoda.

 

CAPITULO XI: Tu nombre será “Sesshoumaru”.

Sesshoumaru toco la Flor del Tiempo, esta abrió sus hojas y del interior salio una pequeña esfera luminosa cristalina, que al instante creció; el yokai poso una mano sobre la esfera, volteo a ver a su padre y este asistió.

Sesshoumaru que había regresado a la “imagen” de su nacimiento, sin ningún temor ingreso en el Polen de la Flor del Tiempo.

El “polen” palpito un par de veces mostrando a un aparente Sesshoumaru inconsciente; sin embargo su padre sabía que eso era sólo, el proceso para descubrir su origen.

Se encontraba La Gran Guardiana de la Vida, como le habían designado los Dioses su identidad; haciendo sus labores nocturnas en el frío invierno, en una noche con Luna Menguante sin estrellas.

-Últimamente, la población de humanos se esta incrementando de manera sorprenderte.-Pensaba La Gran Guardiana.

Transcurría su caminar por las tierras del Oeste, cuando de pronto escucho un llanto; así que rápidamente fue a ver de quien se trataba.

Tan rápido como llego encontró un bebe, al parecer recién nacido, lo tomo en sus brazos; pero algo extraño paso.

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Estaba tan concentrada en el bebe que había encontrado, que no se había percatado de la mujer de cabello negro azabache y ojos cafés como chocolate; se encontraba en el suelo cubierta de sangre y repetía sin parar “asesino, asesino” con una voz neutral, completamente ajena a la realidad, para luego morir repentinamente.

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La Guardiana trato y trato de sanarla, pero sólo logro sanar su cuerpo; ya que su alma se negaba a seguir viviendo, era por eso, que la Gran Guardiana no le pudo hacer nada por revivirla, ya que la voluntad de la mujer se lo impedía. Sin embargo era la primera vez que sucedía (la muerte de algún ser vivo) y ella, no conocía de eso de hecho no había “nacido” la muerte para ningún ser, hasta ese momento; así que se impresiono demasiado.

Volvió su mirar a pequeña criatura. -¿Se quedará sólo en el mundo?-Se interrogó a si misma, al no ver rastro humano, para entregárselo. Además, a ella no le era permitido relacionarse, ni mostrarse a los demás, desde que los dioses dejaron de serlo o simplemente desde que ellos la crearon.

Esa era la razón de que no tenia ni forma, ni nombre, sólo la identidad que le dieron los dioses; lo que significaba que era: ¡sólo energía!

Así que por primera vez en su larga y rutinaria existencia, experimentaría, el tomar una decisión; y así lo hizo, no sabia si estaba bien o mal ya que su conocimiento sólo se basaba en sus deberes.

Dejo de nuevo el bebe en el suelo y se concentro para tomar la forma y la apariencia de la madre del bebe; pero no sólo eso, sino el conocimiento que tenia sobre el cuidado de un hijo; más no pudo tomar sus sentimientos, ya que esos estaban escritos en su alma y en su corazón.

Al terminar el cuerpo de la mujer desapareció y con mucho cuidado, coloco de nuevo el bebe en sus brazos reflexionando unos momentos. Hablando así, por primera vez.

-Tu identidad será “Sesshoumaru”-Le anuncio La Guardiana al bebe con una sonrisa. Creyendo que lo que la mujer repetía era el nombre o como ella entendía la “identidad” del bebe.

Y con esta mentalidad que estaba desarrollando, pensó La Gran Guardiana que seria agradable darle un presente para conmemorar su encuentro; así que observo por todos alrededores, y ahí en el cielo lo vio, algo maravilloso y memorable para que así tanto el, como ella, siempre lo recordaran; La Luna.

La Guardiana levanto su brazo como si tomará el astro Menguante, comenzando su mano a brillar y posando su calida palma en la frente del pequeño, obsequiándole la Luna en su pequeña frente.

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Había pasado 10 años desde su encuentro, en ese entonces La Guardiana se dio cuenta de su error al colocar un nombre como ese al bebé; ya que ella, gracias a su fiel amigo y colaborador, Jaken había aprendido varias cosas.

Aún podría recordar como lo conoció, la misma noche que encontró a Sesshoumaru:

Después del otorgarle su regalo; el bebé comenzó a llorar, La Guardiana no sabia que hacer, en ese momento entre los arbustos salio en pequeño yokai semejante a una rana, la primera persona que la había visto.

Este rápidamente la reconoció y se inclino:

-¡Gran Guardiana!- Afirmo sin poderlo creer y con mucho respeto, aquel yokai la reverencio. La Guardiana quedo sorprendida, como era posible que la reconocieran si ella no tenía figura alguna, sólo era energía.

-Permíteme presentarme Gran Guardiana, mi nombre es Jaken-Menciono de forma respetuosa-Y si me permite, seré totalmente fiel a usted.

-¡Muchas Gracias, Jaken!-Agradeció La Guardiana inclinándose ante el yokai, aún con Sesshoumaru en brazos; Jaken al ver a la Guardiana reverenciándolo se apresuro a levantarla, se sentía muy avergonzado de que un ser supremo como ella se inclinará ante el.

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Ese día después de sus deberes, se encontraba con su pequeño hijo en un sitio verdaderamente hermoso, casi se podría decir que era el más bello de toda la tierra.

Se ubicaba en confortable prado; ellos habían construido una pequeña cabaña con mucho esfuerzo, ya que no conocía de eso, pero la fueron remodelando a medida que crecían sus conocimientos, los cuales adquiría demasiado rápido, al igual que sus habilidades y todo gracias a Jaken.

El cual, al parecer de la Gran Guardiana era un ser muy sabio, muy inteligente y amable.

La Guardiana hablo con voz entrecortada, angustiada y sumamente arrepentía; parecía que estaba a punto de llorar. -Perdóname Sesshoumaru, yo no sabia, el error que estaba cometiendo al colocarte tu nombre.

-No tiene que pedir perdón-Levanto Sesshoumaru, el rostro de La Guardiana, observo sus hermosos ojos y prosiguió.

-Usted no sabía lo que hacia Gran Guardiana.-Aclaro, ya que todos los seres humanos lo evadían por temor a su nombre y los seres sobrenaturales no lo querían porque era humano “sin ningún poder aparentemente”, ya que la Guardiana le había otorgado varios dones o características únicas como festejo por su aniversario o logros; estos era celebrados gracias a Jaken que instruía a el y a la Guardiana.

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Pero lo que el pequeño Sesshoumaru no sabia, era que los seres sobrenaturales habían incitado a los humanos a que lo rechazarán con falsas creencias dirigidas a el; para así, distraer a La Gran Guardiana.

Y la razón fue un extraño rumor que inicio un ser sobrenatural al percatarse del apego de La Gran Guardiana en el humano; tomando el hecho que después de su nacimiento, se creo la muerte para todo ser viviente; el ser sobrenatural culpo a Sesshoumaru, ya que su nombre significaba precisamente “acecino”.

Pero desconocían el porque, el hombre que se los contó era un ser sobrenatural con apariencia humana; lo que ellos no sabían era el último Dios que existía sobre la tierra y su ambición era recuperar su poder y en un ritual al tratar de recuperar sus poderes había acecinado a toda la aldea de Sesshoumaru.

Este, fue ocultado por una madre tratando de proteger a su propio hijo; escondiéndolo de aquel ser, aún en su agonía.

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-Entonces para redimir mi error-Anuncio La Gran Guardiana a un pensativa pero sumamente alegre. -¡Ya se que te daré!

-¡¿Que te parece, la hábil y poder que de un ser sobrenatural con semejanza a un ser humano?!-Cuestiono La Guardiana con ilusión para ver que respondía su hijo.

-¡¿Es en serio?!-Pregunto emocionado, Sesshoumaru.

-Yo siempre hablo enserio-Dijo la Guardiana con una gran sonrisa.

-¡Muchas gracia!-Agradeció el pequeño Sesshumaru, corriendo hacia ella y abrazándola.

-Entonces déjame prepararme-Proclamo La Gran Guardiana, para continuar, un poco dudosa de su pequeño se deprimiera-aunque lamento decirte que esto tardará 8 años.

-No importa yo esperare.-Declaro muy animado, el futuro Primer Daiyokai.

 

CAPITULO XII: El ritual de la Luna Menguante. (Parte 1)


En el trascurso de los próximos 8 años la Gran Guardiana, se dio a la tarea de estudia, investigar y preparar todo para el “Ritual de la Luna Menguante”; para así, otorgarle a Sesshoumaru lo que tanto deseaba.

Mientras tanto Sesshoumaru era instruido y adiestrado por el Mensajero de la Gran Guardiana; Jaken era en verdad un maestro formidable, diestro en el combate, astuto y sumamente poderoso.
Lo que más impresionaba al joven Sesshoumaru era el aspecto que le daba a su gran poder; Jaken se colocaba ya sea de pie o en posición de loto cerraba sus ojos y dejaba desprender de su cuerpo un poder increíble, el cual daba forma de un poderoso guerrero.

Sesshoumaru veía todo lo que pasaba maravillado, sentía el suelo temblar y el aire detenerse en la presencia de tal poder.

– ¡Señor Jaken, ¿qué es eso?! –Señalo asombrado y aún completamente incrédulo, al poder percibir aun ser de apariencia “pequeña y débil” tuviera tanto poder.

– Ah!-Exclamo satisfecho el mensajero. –¿Hablas del la Forma Espiritual?

– ¡¿La forma espiritual?! –Interrogo el joven discípulo.


– La forma del espíritu es considerada la técnica de más alto rango, se dice que fue creada por los Dioses para materializarse en mundo. –Explico su tutor Jaken.

– ¡Es increíble! –Declaro Sesshoumaru aún asombrado e inmediatamente cuestiono a su mentor. – ¡¿Puede enseñarme? Le prometo que seré constante y que no me quejare del entrenamiento y..!

– Espera un momento. –Detuvo Jaken la petición de su joven pupilo. – ¿Porqué te interesa apréndela?

En el momento en que el joven Sesshoumaru escucho la pregunta de Jaken; su pulso se elevo, sus latidos se aceleraron a una velocidad impresionante y por ende no podía ocultar el fuerte rubor que se encontraba en su rostro.

– ¡¿Lo haces por la Guardiana, no es así?! –Interrogo Jaken algo enternecido y con un poco de burla.

– ¡Así es!-Respondió el futuro primer Daiyokai, demasiado sonrojando, pero decidido a hacer lo que fuera por su amada Guardiana.

–Pero no sólo por eso-Reiteró el joven con determinación. –Si no también para defenderlo a usted; recuerde que esta envejeciendo, Señor Jaken. –Defendió Sesshoumaru de la misma forma.

– Eso crees niño presumido; ¡de ahora en adelante comienzan tus lecciones! –Reto el Mensajero, para así iniciar con su enseñanza.
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El día del ritual al fin había llegado, Sesshoumaru ya era todo un joven de 18 años; en ese tiempo había cambiado impresionablemente, seguía siendo un humano pero sus fuerzas eran comparables a diez de los mejores guerreros y a un ser sobrenatural de medio rango. Además de que su amor por la Guardiana había crecido durante todos estos años.
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Mientras tanto la Gran Guardiana junto con el Mensajero afinaba cada detalle para el “Ritual de la Luna Menguante”.

– Gran Guardiana, los elementos están listos y pronto anochecerá. – Anuncio su gran amigo y colaborador Jaken con un poco de preocupación; que inmediatamente noto la Gran Guardiana.

– Jaken, sigues preocupado por mí. –Afirmo la Guardiana, prosiguiendo con una sonrisa, depositando así su propio bienestar en las personas que más amabas. –Te diré que yo no lo estoy; porque se que tú y Sesshoumaru, no dejarán que nada malo pase ¡¿no es así?!

– ¡Así es Gran Guardiana, no le fallaré! –Prometió con más ánimos el Mensajero.

– ¡Muchas Gracias, Jaken; sabia que podía contar contigo! –Agradeció profundamente, para luego pedir un favor a su colaborador. –Por favor Jaken, ¿podrías traer al joven del aniversario?

– ¡¿Por el chiquillo impertinente?! –Corroboro Jaken.

– Jaken –Menciono la Guardiana, considerablemente el nombre de su amigo. –Pero también tu lo quieres, no se porque la razón de su trato.

– ¡¿Quererlo, yo?! –Se cuestiono a si mismo con un poco de sarcasmo, para inmediatamente responder resignado. –Sólo por usted; muy bien con su permiso me retiro Gran Guardiana.
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Jaken encontró a Sesshomaru entrenando en un verde prado tratando de dominar la forma espiritual, pero sólo lograba que se presentara dicha forma, sin poder movilizarla como lo hacía Jaken.

– Veo que sigues avanzando chiquillo. –Declaro el Mensajero, lo que ocasiono que Sesshomaru perdiera la concentración. –Creo que hable muy pronto.

– ¡Tan inoportuno, como siembre; ¿no es verdad, Jaken?! –Manifestó el joven pupilo con algo de sarcasmo.

– ¡Respeta a tus superiores, niño impertinente! –Regaño Jaken a lo que Sesshomaru, no pudo objetar; ya que el yokai rana sacaría a relucir, su imposibilidad de completar la “forma espiritual”.

– ¡Espera Jaken y verás! –Pensó maliciosamente, el momento que superaría a su maestro.

Jaken al ver que no había más objeción de parte de su aprendiz; decreto las siguientes instrucciones. –Quiero que te purifiques en la cascada y que te coloques estos ropajes.

Al verlos, Sesshoumaru se que de maravillado por la textura y la resistencia del kimono y de inmediato lo comprendió; los ropajes que tenia en sus manos estaban hechos de las Bombyx Mori, la única clase de mariposa que era similar a la Gran Guardiana, ya que cuando esta fue creada; miles de estas mariposas la envolvieron y sólo vivían junto con el Árbol Sefirótico.

– ¡¿Pero cómo, no se supone que las Bombyx Mori, son una especie casi imposible de capturar y más si se trata de su capullo?! –Cuestiono Sesshoumaru, aún incrédulo sosteniendo los finos ropajes.

– Así es muchacho –Corroboro el mensajero, continuando la explicación. –Tú lo has dicho, “casi”; pero no para alguien.

–Eso quiere decir, que la Guardiana…

– Ella lo confecciono especialmente para ti; claro con un poco de ayuda de tu servidor. –Confeso el yokai rana. El corazón de Sesshoumaru se lleno de alegría y devoción al escuchar tales palabras; así que extasiado fue a prepararse para el ritual.

 

CAPITULO XIII: El ritual de la Luna Menguante. (Parte 2)

Sesshoumaru fue llevado donde anteriormente se encontraba su aldea; al llegar, sintió una inmensa nostalgia que lo invadió por completo.

Pero de pronto la vio; ahí, alumbrada sólo por la luna menguante, la cual, casi se encontraba en su posición más alta, vestida con una delgada bata blanca con bordados verdes y dorados hecha de las Bombyx Mori.

– Es verdaderamente hermosa. –Pensó aquel joven con la luna menguante en su frente.

– ¡ejem, ejem! –Carraspeo el Mensajero, tratando de llamar la atención de la Gran Guardiana.

– ¡Oh, Jaken; me alegra que lleguen a tiempo! –Proclamo la Guardiana.

– Mi mas sinceras disculpas, eminencia; lo que pasa es que “el niño”, tomo su tiempo en la cascada. –Declaro Jaken, un poco molesto; porque según el, siempre que tenia una “misión” junto con Sesshoumaru, este siempre lo retrasaba.

Como respuesta Sesshoumaru, le mando una mirada acecina de advertencia; a lo que Jaken ignoro completamente.

– Muy bien, me alegra que estén aquí. –Comento la Gran Guardiana – ¿Jaken, estas listo?

– ¡Si! –Respondió inmediatamente el Mensajero.

– A ver chiquillo te explicaré. –Llamo Jaken la atención del joven, este lo observo prestando la atención aún sumamente emocionado.

– Este es el emblema de la Gran Guardiana –Presento el símbolo que se encontraba en el suelo (el Árbol Sefirótico) y los elementos que se encuentran alrededor son parte de la vida. –Tú debes entrar en el Wu Xing y concentrar todo tu ser, nosotros haremos el resto.

Sesshoumaru entro en el Wu Xing, cerró sus ojos azules, mientras que la Gran Guardiana iniciaba su oración en el idioma de la creación, originando que su cuerpo volviera a su estado original (sólo energía amorfa), haciendo caer su kimono y posesionándose arriba de Sesshomaru sin llegar a tocarlo.

– La madera nutre el fuego –Proclamo haciendo uso de su forma espiritual el Mensajero de la Guardiana, resplandeciendo la madera haciendo una curva de color verde hasta llegar al fuego, el cual brillaba con mayor intensidad otorgando una luz de color rojo a la energía que se encontraba suspendida arriba de Sesshoumaru.

– El fuego forma tierra – Prosiguió Jaken resplandeciendo el camino del fuego a la tierra, la cual era representada por cenizas; uniendo su energía de color café en el centro.

– La tierra crea el metal – Y la energía de la tierra se unión con la del metal, el cual era simbolizado por el medallón del Mensajero.

– El metal contiene agua – Declaro Jake para continuar con la formación del Wu Xing y una luz azul se unió.

– El agua nutre la madera – Afirmo resplandeciendo el camino del elemento agua a la madera.

– La madera alimenta al fuego –Manifestó uniendo la energía de todos los elementos entre si y confutándolos con los poderes de la Guardiana; la cual baño al joven que se encontraba en el centro resplandeciendo todo el lugar.

…………………………………….
Se encontraba algo aturdido sólo recordaba un fuerte dolor en su cuerpo, pero al mantener su ser concentrado este aminoro considerablemente.

– Tendré que agradecer a Jaken por eso –Considero algo receloso al tomar en cuenta de que su resistencia se la debía a su maestro y a las largas y algo tediosas horas de entrenamiento.

Dejo su ensimismo para averiguar donde se encontraba, en ese mismo observo que se estaba en la cabaña “¿pero donde estaban Jaken y la Guardiana”; de pronto como si sus plegarias fueran escuchadas el Mensajero entro en la casa.

– ¡¿Jaken, donde esta la Guardiana?! – Cuestionó preocupado presentando atención al agotamiento de su maestro; lo cual le impresiono ya que jamás lo había visto de tal manera.

Jaken suspiro pesadamente –¡tan educado como siempre! – pensó con ironía.

– No te preocupes niño, ella esta bien –Afirmo su maestro –ella esta descansando en el Árbol Sefirótico recuperando sus energías.

En ese momento Sesshomaru quiso salir corriendo, pero como aún no se adaptaba a su nuevo cuerpo hizo un desastre en la cabaña tratando de salir de esta sin ni siquiera lograr su cometido.

Jaken lo observo tratando de detenerlo para evitar esa catástrofe que ahora era su pupilo. –¡Sesshoumaru, detente; vas acabar con
la cabaña!

El joven observo a su mentor receloso y sintiéndose un inútil, ya que ni si quiera podría ponerse de pie.

– ¡Uf! – Suspiro Jaken –¡A empezar de nuevo! Esta declaración no le hizo nada de gracia a Sesshoumaru.

– Se suponía que el ritual me haría más fuerte, no que me haría un inútil –recapacitaba el joven –de seguro Jaken se utilizara esto para fastidiarme.

Sesshoumaru voltio a ver a su maestro alzándole una mano y con una sonrisa perversa de medio lado para ayudarlo a levantarse. –¡lo sabia! –se dijo el joven.