Reino de Ifeë

Tema en 'Reino de Ifeë' iniciado por Hitomi-chan, 17 Enero 2023.

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    Zireael

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    Observé a la mujer atender a Miranda sin dejar de prestar atención a la sombra por el rabillo del ojo, mi comportamiento suplía dos necesidades esenciales: no parecer un loco frente a la mujer y no desatender esa cosa. Cuando terminó su labor se retiró, hizo una reverencia y abandonó la habitación dejándome solo con Miranda... y la sombra.

    Se revolvió de nuevo, pero esta vez no se mantuvo en la pared sino que algo comenzó a brotar. Una mano, la otra, la cabeza después y le siguieron los hombros que pronto dieron lugar al torso de lo que parecía ser una persona, aunque era claro que no era el caso. El cuerpo extraño parecía estar cubierto de cabellos finos o algo así, era la sensación que daba.

    Me mantuve estático, no supe que fue por miedo hasta que la criatura pronunció mi nombre en aquella voz terrible y sentí que la sangre me abandonaba la cabeza con el escalofrío que me recorrió la espalda. No fui consciente de cuánto tiempo me tomó reaccionar o en qué momento uní cabos de forma tan paranoica, pero cuando el cuerpo me respondió recorrí el espacio hasta apostarme junto a la cama de Miranda, observando las cuencas de la criatura allí en la pared en la que se mantenía.

    —¿Vienes a terminar lo que comenzaste? —solté en voz baja, monótona, y no supe de dónde saqué la valentía o la estupidez para seguir hablando—. ¿Qué quieres de ella o de mí?


    la gente normal correría, Altan le hace preguntas a sus delirios de persecución con alucinaciones (?
     
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    Finos hilos negros se deslizaron sobre el suelo y subieron a la cama de Miranda, pero mantuvieron distancia del príncipe y solo se limitaban a rozar las manos de Miranda esperando cualquier oportunidad para poder deslizarse por completo hasta la mujer.


    ...Yo no herí a esa mujer...— La criatura se quedó firme en su lugar, "mirando" con atención al príncipe, mientras hablaba de forma lenta y con algo de dificultad —...Solo quiero...comer— Más hilos negros se amontonaron sobre la cama de la mujer sin atreverse a avanzar más que eso.

    Aunque pareciera algo extraño, esa criatura respondió a cada pregunta del príncipe, y parecía guardar "respeto" ante él, ya que esos hilos no se acercaban al joven en ningún momento, y gracias a que él estaba a un lado de Miranda, no se acercaban más a ella.
     
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    Zireael

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    Por el cuerpo me corría una sensación tan incómoda, tan extraña que no supe si lo que sentía era miedo puro o estaba revuelto con algo más. Sentía cada extremidad tensa, pesada y cuando vi a la sombra deslizarse pero manteniendo distancia por mi presencia; dijo que no la hirió, pero que venía a comer y yo comprimí las facciones, evidentemente molesto.

    Más hilachas negras se apiñaron en la cama de Miranda, como un hervidero de hormigas, pero no avanzaron y en tanto yo estuviese presente no parecía que fuesen a hacerlo. Además, ¿no había contestado todas mis preguntas? Podía no haberme dicho nada.

    —¿Sabes qué la hirió? —pregunté logrando mantener la compostura y no me moví de mi posición—. ¿Por qué la mujer de antes no vio nada?


    qué post más feo jsjs pero es trabajo honesto
     
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    Hitomi-chan

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    Algo similar a una sonrisa se reflejó en los labios de la criatura, el interior de su boca solo era oscuridad y las hebras de cabello cubrían sus labios impidiendo casi que los abrieran, pero cuando el príncipe lanzo más preguntas su cuerpo se aparto de aquella pared y lentamente se acerco un poco más hasta quedar frente a Altan.

    ¿No... me ....recuerda... príncipe?— Con una voz gutural la criatura ladeo la cabeza y miro al joven dejando de lado a la mujer sobre la cama —Usted...me alimento...—

    Una fina hebra negra se deslizo hasta el príncipe y toco suavemente una de sus mejillas... Una sensación extraña re corrió el cuerpo de Altan, pero al mismo tiempo era algo familiar, parecía haber sentido algo similar en el pasado.

    >>>>

    La reina acariciaba tiernamente su poco abultado vientre mientras sonreía y caminaba lentamente hasta llegar a las escaleras.
    Un suave ruido tras ella la hizo detenerse justo antes de comenzar a bajar, al girar pudo ver como su pequeño príncipe la miraba.

    ¿Pasa algo mi pequeño?— Sin borrar la sonrisa de sus labios la mujer extendió una de sus manos hasta su hijo y acaricio suavemente una de sus mejillas.

    Tras el pequeño príncipe una comenzaba a formarse llenando el suelo con hebras negras que no tardaron en rodear el pequeño cuerpo del niño pero que al parecer la mujer era incapaz de ver y solo permanecía en espera de que su hijo respondiera algo.

    Hambre...— Como un susurro esa palabra sonaba una y otra vez en el oído del pequeño al mismo tiempo que una sensación extraña se formaba en su interior, era como estar enojado, pero mucho más fuerte.

    Sin decir nada, el pequeño dio algunos pasos atrás y se lanzó sobre su madre haciéndola caer por las escaleras para correr a su habitación una vez que vio a la mujer tirada en el suelo inconsciente.

    <<<<<<<


    Zireael puedes narrar los pensamientos y sentimientos de Altan en ese momento, no quise meterme mucho en eso y solo dejé una "guía" para que pudieras saber por dónde era xD

    Puedes hacer el rol tanto en presente como en el pasado, si tienes dudas dime ;)
     
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    Zireael

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    Cuando la criatura habló para cuestionarme si no la recordaba fruncí más el ceño y observé la negrura de la figura que se había deslizado hasta estar frente a mí. Traté de unir pensamientos, recordar si en algún momento de mi vida había visto estas cosas, estas visiones que ahora parecían acosarme y de las que dudaba ser capaz de huir.

    Usted me alimentó.

    La afirmación me congeló en mi lugar, así que no reaccioné al notar la hebra deslizarse y cuando encontró mi mejilla dos sensaciones contradictorias me bañaron el cuerpo. Quise apartarme, retroceder, pero no lo hice porque en esa reacción de huida también percibí la familiaridad. Era descabellado, pero el contacto supe a repetición, a lo ya vivido y comencé a cuestionarme si no había perdido la razón desde muy joven.

    .
    .
    .

    Mi madre, la mujer que me había traído al mundo, la mujer que cargaba otro niño en su vientre. Mi madre, la mujer me miraba con una sonrisa y acariciaba mi rostro. Mi madre, la reina, y mi futuro hermano o hermana, que amenazaría mi derecho de nacimiento. Era el primogénito, ¿no? Eso era y este reino era mío, me pertenecía.

    Hasta que un segundo entró en escena.

    Cuando ella se giró me miró, extendió su mano y acarició mi mejilla, el contacto me hizo cerrar los ojos unos segundos y al volver a abrirlos fue que lo sentí; las hebras. Me rodearon como cuerdas, se enredaron en mi cuerpo y la falta de reacción de mi madre me dejó claro que ella no percibía lo mismo que yo, que no estaba viendo como esta maraña me reclamaba como si fuese parte de su cuerpo.

    Hambre.

    ¿Tiene hambre?

    Déjame, déjame.

    Sentí la ira gestándose, silenciosa, o al menos algo que se le parecía pero era mucho peor. Un sentimiento intenso, agresivo y disruptivo, con la fuerza suficiente para trastocar mis ideas y mis acciones. Lo suficiente para querer silenciar el murmuro de la criatura hambrienta a cualquier costo, esperando que eso significara quitarme esta sensación de encima.

    Retrocedí unos pasos y quise seguir haciéndolo, quise solo irme, pero mi cuerpo cargado de aquella emoción terrible hizo todo lo contrario. El retroceso me dio impulso, arrojé el cuerpo hacia mi madre, haciéndola rodar por la escalera hasta que quedó en el suelo, incapaz de seguir cayendo; inconsciente. La vi, vi su cuerpo y recordé su sonrisa, vi su cadáver y recordé el susurro.

    ¿Qué había hecho?

    Alimentarlo.

    Volví a retroceder, pero esta vez sí fue para echar a correr, escapé deseando poder huir también de la furia, de la imagen de mi madre embarazada tirada al final de las escaleras. Corrí sin tratar de buscarle una respuesta a las hilachas que me habían rodeado y al susurro, corrí porque era un mocoso y acababa de cometer uno de los peores crímenes de la humanidad.

    Era un matricida.
     
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    Un estruendoso grito rompió el silencio que en ese momento había sobre el palacio. Una de las sirvientas había descubierto el cuerpo inmóvil de la reina sobre el suelo.
    No paso mucho tiempo antes de que un grupo de sirvientes llegaran hasta la reina y de inmediato trataran de atenderla, llevándola de inmediato hasta su habitación y dejándola sobre la cama al mismo momento en que el medico llegaba y trataba de revisarla.

    En cosa de solo algunos minutos, las sábanas sobre la cama de la reina comenzaron a teñirse de rojo.

    Llamen al rey de inmediato...— El doctor giro hacia los sirvientes y pidió la presencia del rey, las cosas no parecían poder terminar bien y necesitaba de su majestad antes de hacer algo.


    >...Hijo…> La voz de la reina salió de sus labios como un susurro que el medico a su lado apenas logro escuchar. La sangre sobre las sábanas cada vez era más abundante al mismo tiempo que la palidez en el rostro de la mujer se intensifica.
    Luego de algunos minutos, el rey por fin llego hasta la habitación de su esposa para colocarse a su lado y tomarla de la mano, mirando apenas al médico que seguía examinándola con algún objeto extraño que pegaba a su vientre mientras el pegaba su oído al otro extremo.

    ...Señor...— Despacio, el medico se alejó del cuerpo de la mujer y miro al rey antes de bajar la mirada —...Lo siento mucho...El pequeño príncipe...—
    Dudo un poco antes de seguir, pero al final alzo la mirada y vio a los ojos de su rey —...Ha muerto dentro del vientre de la reina—

    El rey sujeto con mayor fuerza la mano de su reina al mismo tiempo que veía su rostro parecía inconsciente peor su aspecto era como el de una persona que estaba sufriendo un gran dolor.

    Con sumo cuidado, el rey se arrodillo al lado de su mujer y sin mirar nada más que no fuera el rostro de su amada le ordeno al médico salvarla.

    Haciendo apenas una reverencia ante el rey, el médico volvió a su trabajo ayudado por algunas mujeres, pero parecía imposible el controlar toda aquella sangre que salía del cuerpo de la reina, y no paso mucho tiempo antes que al igual que su hijo no nacido, la reina muriera.....
    <<<




    El ruido del exterior apenas se colaba hasta la habitación de Altan, por fortuna o desgracia todos en aquel palacio estaban alterados y ocupados de la reina que no prestaban gran atención al pequeño príncipe.

    Príncipe...— La voz de Miranda logro colarse en los oídos de Altan cuando esta llego a su lado y coloco su mano sobre la espalada del chico —...¿Quiere que vayamos a pasear por los jardines? — Con una sonrisa la mujer miro al pequeño y en total calma, ignoro el cada vez mayor ruido del exterior —Hace días que he visto a una familia de cuervos rondar cerca, podemos tener suerte y verlos, son criaturas muy hermosas...¿No lo cree?—
    Perdón por tardar tanto T.T, tenia todo listo, pero el tiempo no me daba para poder dejar todo como se debe TOT.


    Bien, ahora Altan es libre de elegir entre tres opciones:

    • Salir con Miranda como si nada pasara
    • Pedirle a la mujer que lo deje solo
    • Pedirle a Miranda que lo acompañe... pero a ver a su madre
     
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    Afuera el ruido era constante, no llegaba en todo su esplendor hasta mi habitación pero estaba allí y era claro que no me prestarían atención. No cuando su reina estaba muriendo, justo como el usurpador. Me mantuve allí, en silencio, con la imagen de lo que había hecho rebotándome en la cabeza con insistencia. A partir de este momento llevaría todo hasta las últimas consecuencias, sin importar cuáles fueran.

    Cuando Miranda apareció no la noté hasta que ya estaba a mi lado y llamó a mi nombre, haciéndome girar el rostro para mirarla. Me ofreció ir a los jardines, ignorando el ruido que provenía de afuera, sonrió y yo parpadeé con lentitud, completamente inexpresivo. No reaccioné a Miranda como no reaccionaba al bullicio, como no parecía reaccionar en realidad a lo que acababa de hacer.

    —Son inteligentes —apañé a lo que comentó sobre los cuervos y guardé silencio un instante—. Acompáñame.

    Ni siquiera se lo pedí, no fue una pregunta, tampoco sonó a sugerencia y enderecé los pasos hacia la puerta de la habitación.

    —A ver a mi madre.

    >>Pedirle a Miranda que lo acompañe pero a ver a su madre.
     
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    Miranda se quedó un momento en silencio, observo al pequeño príncipe y sonrió un poco más ante su exigencia.

    Como usted lo desee príncipe...— hizo una pequeña reverencia ante él y espero que caminará para poder seguirlo.

    Había sido testigo de cómo ese niño fue capaz de lanzar a su madre y hermano no nacido de las escaleras, y como pese a su corta edad parecía estar mucho más tranquilo que algunos de los sirvientes que atendían al rey.
    Un futuro gobernante debía ser firme y ese pequeño mostraba buenas cualidades para ser un gran líder de Ifeë.




    Al llegar a la habitación de la reina, lo que antes era un gran bullicio, ahora era un completo silencio apenas interrumpido por los sollozos que algunos sirvientes trataban de callarse.

    El rey estaba arrodillado a un lado de la cama de la reina mientras sujetaba su mano y apoyaba su frente en el hombro de la mujer. El médico que la había atendido colocaba un pequeño bulto envuelto en sabanas limpias a un lado de la reina mientras bajaba la mirada y se colocaba a un lado en completo silencio.

    Las manos de Miranda se colocaron sobre los hombros del pequeño Altan aprovechando que era aún un niño y de alguna forma impedirle se acercará a ver la imagen de su madre y hermano muertos.

    El rey de un momento a otro comenzó a cantar un extraña canción si apartarse un solo momento de su posición.....



    Mientras todos escuchaban extrañados al rey, Altan pudo ver como una extraña sombra se acercaba a la cama de su madre, pero al momento se alejaba y luego volvía a intentar acercarse, era como si esa sombra deseará llegar hasta la reina, pero algo se lo impidiera.
    <<<

    Zireael dejaré una opción "libre" por si Altan pudiera actuar de forma diferente a las opciones ;)

    • Acercarse al rey
    • Pedirle a Miranda irse
    • Quedarse inmóvil en su lugar mirando esa "sombra" que parecía nadie más veía.
    • >Opción libre <


     
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    Si Miranda había visto lo que había pasado o no escapaba a la cantidad de información que poseía, en lo que a mí me concernía solo había accedido a mi pedido porque no tenía opción. Salir, quedarme o ver a mi madre, habría cumplido con cualquiera de las tres incluso si no estaba de acuerdo con alguna, cumpliría en tanto yo me mantuviera centrado.

    Al llegar a la habitación escuché los sollozos de algunos sirvientes, alterados, y noté a mi padre arrodillado a un lado de la cama. El médico colocó un bulto a su lado, pequeño, no podía ser otra cosa que el cuerpo del usurpador. Mantuve los ojos allí, parpadeé con lentitud y lo que sacó mi atención del cuadro o anuló cualquier posibilidad de que me acercara fueran las manos de Miranda en mis hombros.

    La canción que comenzó a cantar mi padre me tensó el cuerpo, todos lo miraron extrañados y yo noté la sombra. Pretendió acercarse a la cama de mi madre, pero retrocedía y volvía intentarlo. Quería acercarse a ella, pero algo se lo impedía.

    —Miranda. —Llamé a la mujer en voz baja para no alertar a nadie más—. Aquí no hay nadie además del médico, los sirvientes y nosotros, ¿cierto?

    Era la pregunta de un niño, de las pocas que me permitía, e incluso así había sido mi versión de preguntar: ¿Nadie más ve la sombra? No podía quedar como un loco, no luego de haber empujado a mi madre escaleras abajo y mucho menos aspirando a tomar el trono algún día.
     
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    Escuchando la pregunta del pequeño, me incline un poco hacia él para conservar la discreción que él marco.

    Así es joven príncipe....— Mientras el rey cantaba, los sirvientes fueron saliendo poco a poco, dejando en la habitación solo a la reina muerta y su pequeño hijo, junto al rey, el joven Altan y Miranda —...¿Pasa algo?— Solté los hombros del pequeño y di un paso atrás para volver a darle su espacio, no era parte de la familia y si estaba en ese lugar era solo por ser la mentora del joven.

    "Cuando los sirvientes salieron de la habitación, la sombra se extendió un poco más sobre la habitación, cubriendo casi por completo bajo la cama de la reina y solo apartándose del cuerpo del rey que seguía llorando sin alejarse de su esposa. "
    Salgan de aquí— La voz del rey sonó tan autoritaria como nunca al dirigirse a miranda y el niño, a los que apenas miro de reojo para volver a centrar su atención a la mujer en la cama.
     
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    La respuesta de Miranda me inquietó, pero no respondí nada, no ahora. Había empujado a mi madre por una visión, ahora estaba observando una sombra pretendiendo alcanzarla y solo se me ocurrió que yo había alimentado a la bestia, que esto era lo que se me había pedido y yo había cumplido. La vida de mi madre y la de mi hermano no nacido.

    ¿Por qué no tocaba a mi padre?

    ¿Qué lo evitaba?

    Me mantuve en mi lugar incluso cuando nos dijo que nos fuéramos, no supe bien por qué lo hice, pero no me moví. Esto se había salido absolutamente de mi control, no tenía sentido, pero al empujarla... Al arrojarla a su muerte, la voz que pedía alimento había guardado silencio. No quería oírla nunca más.

    —Es mi madre —argumenté, inalterable—. No puedes echarme.

    Yo la había matado.
     
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    Rey Abraham

    Una risa estruendosa salió de los labios del rey al escuchar a su hijo, se puso de pie y giro su cuerpo para poder ver al pequeño y a la mujer.

    Cierto, es tu madre...— Aún con una sonrisa, el rey se acerco al pequeño y lo tomo por el brazo para jalarlo y llevarlo hasta un lado de la cama donde estaba su madre muerta y retirar la sabana que la cubría —...Entonces llora por ella como un buen hijo, y por tu hermano también

    Señor, por favor no hago esto…— Miranda se apresuró de nuevo hasta el joven príncipe y lo jalo hacia ella cubriendo sus ojos para evitar mirara el cuerpo de su madre —... Es solo un niño aún— Sin miedo a enfrentarse al rey, la mujer alejo un poco más al pequeño.

    Sin contener la risa, el rey miro a su primogénito junto a la otra mujer y solo se acerco una última vez para acariciar su cabello y salir de la habitación tarareando la misma canción de antes.

    >>> La sombra que cubría al rededor de la cama de la reina termino por "devorarla" por completo, unos delgados y largos dedos se distinguieron entre todo mientras se podía ver como se aferraban al cuerpo de la reina para de inmediato ver unos colmillos salir desde bajo de la cama y "tragarse" a la reina junto a su pequeño hijo <<<
    Después de tanto, de nuevo actualizamos _//_


    Altan tiene 2 opciones:

    • Quedarse mirando
    • Irse de inmediato
    Después de esto regresamos con el Altan adulto <3
     

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