Microrrelato Reflexión de complementados irrisorios

Reflexión de complementados ​

—Las mujeres se quejan por todo, solo saben quejarse. Son unas exageradas.

La mirada de oído profundo acompañada de un silencio sentenciánte calló sobre quién ignoraba demasiados factores.

—Nunca en la vida pudimos quejarnos antes sin temor a ser maltratadas. Ahora que podemos alzar la voz sin miedo a tener que ser agredidas por cada error cometido, nos llaman exageradas escandalosas.

Las miradas se sostuvieron, la tensión se cortaba con una cuchilla sin dificultad alguna, el ahora receptor se notaba padeciente de incomodidad.

—No... no quise decir eso.

—¡¿Entonces?! —alzó la voz firme, apaciguó el tono solo por respeto y cordialidad, pero la furia seguía palpable en la seriedad de su rostro—, ¿qué querías decir?

¿Cuál era la verdad, cuando todos sufrían por el machismo?

Un veneno, una daga, una sentencia a muerte nacida de la más pura sociedad corrompida.​