Microrrelato Reflejo.

Reflejo​

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Caminando de aquí para allá por los pasillos de casa. Era la única despierta; como siempre trasnochaba, ahora estaba haciendo las tareas que había dejado para esta tarde, y que debía de entregar mañana por la mañana.



<<Entonces dice… “Si a la diferencia entre x y tres medios elevado a la dos, lo divido por once cuartos, obtengo como resultado veintitrés tercios”>>, pensaba, pretendiendo saber de lo que hablaba. <<Ahg… ¡ya!, ¡mañana se lo pido a Nahuel y listo, caso resuelto!>>, seguía. Cansada de sí misma y su inutilidad en las matemáticas, sentenció a su lápiz a copiar los cálculos de su mejor amigo, con el cronómetro contando sus segundos límite.



Se levantó del asiento, salió de su cuarto y caminó sigilosamente hacia la cocina, en busca de algún dulce que otro. Abrió lentamente la puerta, ya que su cachorrito estaba durmiendo y podría armar un escándalo él solito. Era un riesgo que estaba dispuesta a correr.



Sintiendo el frío de las cerámicas, tanteó con las manos en medio de la oscuridad hasta encontrar el interruptor de la luz. Cerró sus ojos por cinco segundos; claro, las luces parpadeaban hasta encenderse, y daba algo de miedo al estar sola. Con tantas películas que había visto, su imaginación no se quedaba atrás en situaciones como ésa. Abrió los ojos, y con una pequeña corridita llegó al refrigerador. Sacó una pequeña botellita de jugo, y detrás de ella encontró un chocolate; su tentación.



<<¡Tararán…!>>, pensó. Se sentía victoriosa al hallar ese gran tesoro. <<De seguro me lo escondieron a propósito…>>, seguía pensando aquella chica, mientras cortaba un pequeño trocito.
Se sentó en la mesa, a pesar de que tenía todas las sillas desocupadas. Costumbres de ella.
Sintiendo el sabor del chocolate en su boca, no supo por qué, pero, se dispuso a ver su propio reflejo en la pantalla del televisor que tenía enfrente. Nada fuera de lo normal, sólo se vio a sí misma con la cocina como fondo…, hasta que pudo diferenciar, sí, pudo diferenciar a una chica debajo de la mesa.



Su corazón latía como una bomba de tiempo que explotaría sin previo aviso. Volvió a mirar la pantalla y pudo ver como esa niña giraba su cabeza, mirándola a través del mismo reflejo, dedicándole una maliciosa sonrisa.



—Cami… —escuchó cómo la llamaba esa niña que había salido de la nada. ¿Qué debía hacer? No tenía idea en ese instante; sólo cerró sus ojos cristalinos, esperando a que la pesadilla… terminara.



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Comentarios, tomatazo o lo que quieran; lo recibiré con gusto :D
Gracias por leer. <3